DESARROLLISTAS
DE PACOTILLA
Las confusiones y distorsiones
conceptuales, que día a día pretenden reforzar la trama de la colonización
cultural, adquieren cambiantes argumentaciones, hoy fácilmente amplificables
por el masivo uso de las comunicaciones electrónicas que casi todos realizamos
a diario.
Algunas (o muchas) de esas
argumentaciones adquieren ribetes absurdos, que caerían por tierra si tan solo
se ejercitara un elemental razonamiento. Pero como pensar requiere algún
esfuerzo, para unos cuantos suele ser más cómodo aceptar sin más cuanto mensaje
anda dando vueltas, ¡sobre todo sI es acorde a “pensamientos políticamente
correctos”, predefinidos como tales por el constante machacar del aparataje
mediático, convenientemente reforzado por comentarios de café, repetidos como
al pasar, luego que algunos supuestamente “bien informados” los instalen
sibilinamente!
Dentro de los casos corrientes,
pueden citarse algunos pocos, a simple guisa de ejemplos.
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Evangélicos muy crédulos respecto a lo dicho –con gran
teatralidad gestual- por determinados pastores mediáticos, que “profetizan”
hechos ya sucedidos, o descubren a Satanás en determinados y muy puntuales
países, los cuales “casualmente” son los señalados por el establishment
estadounidense o mundial como “ejes del mal”, mientras “no se dan cuenta” (pues
las omiten) de las tropelías y genocidios masivos cometidos “en nombre de la
libertad” por las operaciones militares “liberadoras” como las perpetradas en
Siria, Libia, Iraq, Afganistán, varios países del África Negra, antes en la ex
Yugoeslavia, etc. Por supuesto que “casualmente” esas agresiones se realizan en
objetivos donde abunda el petróleo y el gas, o donde la geopolítica expansiva
del G 7 (Grupo de los 7) marca sus prioridades. ¡Claro está que también
“casualmente” los generosos apoyos financieros a otras sectas o religiones,
para destruir la unidad religiosa latinoamericana, previstos en el Informe
Rockefeller (1969), provienen del “Gran País del Norte” o sus cercanías!
-
Están también aquellos católicos al estilo Videla; y
determinados religiosos que se llenan la boca de valores morales teóricos,
mientras en los hechos apoyan a cuantos reaccionarios, clasistas y cipayos
pululan en el variopinto arco político, y “olvidan” con notable facilidad los
negociados y tropelías que aquellos políticos partidocráticos (que hoy
pretenden dictar cátedras de moral y civismo) perpetraron con lesiva alevosía.
¿Acaso esos no son pecados gravísimos?
-
En una misma bolsa de confusiones, por ser las dos
caras de la misma moneda transnacional apátrida, podemos incluir a los
patrioteros de bandera, que predican sus exaltadas adhesiones al antinacional
liberalismo económico, que sus anteojeras mentales les impiden evaluar; y a los
marxistas huérfanos de causa, que no obstante los estrepitosos fracasos de la
dogmática doctrina comunista, siguen sin poder entender las realidades
nacionales que esos dogmatismos preconcebidos les distorsionan.
-
Y que decir de los fervorosos e irreflexivos
adherentes a ultranza del ecologismo cavernario, que no se detienen a analizar
las sartas de falsedades y verdades a medias de las transnacionales del
ultraecologismo, y se niegan a entender los perversos objetivos de esas ONGs
que buscan mantenernos esclavizados al subdesarrollo crónico.
-
Pero sin duda colma el asombro constatar que algunos
que se dicen desarrollistas (en Argentina aquel movimiento político – económico
liderado por Frondizi y Frigerio -el abuelo, NO el nieto ultraliberal-); esos
mismos supuestos “desarrollistas de pura cepa”, en una voltereta doctrinal
incomprensible, en sus actuales cerrados afanes opositores, pasaron a exaltar
pautas de recalcitrante liberalismo económico, pretendiendo “olvidar” que la
acelerada industrialización implementada por aquel trunco gobierno frondizista
se basó en un fuerte proteccionismo, además de no practicar el desguace del
Estado, que algunos “desarrollistas” actuales pretenden tergiversar. La notable voltereta doctrinaria, propia del
tránsfuga reacomodamiento ideológico, curiosamente les impide justipreciar el
notable crecimiento del PBI, la fuerte reindustrialización, los notables
estímulos a la Investigación Científica pura y aplicada, las cuantiosas
inversiones en infraestructura, los notables incrementos presupuestarios en
Educación y Salud Pública, las muy necesarias (y a mi criterio incluso
insuficientes pero estratégicas) reestatizaciones, el profundo cambio positivo
del rol del Banco Central (conducido por una desarrollista de indudable sólida formación),
la fuerte disminución de la tasa de desempleo, el accionar geopolítico en temas
de profunda significación como el Mercosur, la Unasur y la Celac, además por
supuesto de evitar razonablemente bien el “contagio” de la crisis económica
europeo – norteamericana.
Ni más ni menos, los actuales
tránsfugas que de desarrollistas pasaron a ser ultra liberales de hecho, están
apoyando a los mismos que en 1962 expulsaron a Frondizi de la Presidencia y
destrozaron su plan de desarrollo, volviendo al esquema pastoril tan a gusto de
la Sociedad Rural y otros sectores oligárquicos que aún hoy siguen atados a
retrógrados conceptos decimonónicos y crudamente antinacionales.
En cierta forma sorprende, pues
generalmente los desarrollistas están bien formados intelectual y
doctrinalmente, lejos de las confusiones o tilinguerías que con tanta precisión
describió Jauretche en su Manual de Zonceras Argentinas.
Por supuesto lo aquí expresado no
pretende suponer que la década que recién termina haya estado libre de errores.
Pero entre la heterodoxia aplicada (con intervencionismo estatal tal como lo
practican TODAS las Potencias Emergentes), y la ortodoxia liberal del
variopinto arco opositor (que claramente pretende reinstaurar el caos de los
perversos años “90), la cosa está muy clara para los que tenemos conciencia del
Pensamiento Nacional (tal como lo planteó Jauretche), y que entendemos que el
desarrollo no es solo una opción… ¡es una necesidad estratégica ineludible!
Aclaremos que el término tránsfuga se
utiliza en su concepto académico, referido a aquel que cambia de partido u
orientación política.
C.P.N. CARLOS
ANDRÉS ORTIZ
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