Repudio y asco total provocó en los sectores y ciudadanos argentinos identificados con el Pensamiento Nacional, la reciente expresión de la candidata a legisladora neoliberal macrista Sabrina Ajmechet, que reniega y se burla de los fundamentados reclamos argentinos respecto a la usurpación imperialista británica en Malvinas y otros archipiélagos australes.
No puede sorprender ese burdo y apátrida pensamiento, y otros del mismo tenor de esa “nueva” política, pues esa mentalidad anti argentina y cargada de cipayismo, es la que caracteriza a liberales, neoliberales y “libertarios”, como también, con otro “formato” a ciertas progresías. En el mismo o parecido sentido se expresaron el economista Espert, quien opinó como la Ajmechet; el economista Lucas Llach, quien burlonamente expresó que no solo regalaría Malvinas, sino también Tierra Del Fuego; el impresentable expresidente Macri, que dijo no entender de temas de soberanía, y que a su criterio las Malvinas y la Antártida solo provocarían mayores gastos. En la misma línea apátrida, el exgobernador hoy legislador Cornejo, propagandista del secesionismo mendocino.
Resulta muy claro que los personajes mencionados y otros afines a ellos, son claramente antinacionales, que desprecian la soberanía y todo lo vinculado con la dignidad nacional, por lo que esos aberrantes pensamientos son repudiables, pero no sorprenden. Todos esos son cipayos asumidos, desprecian a Argentina, y operan a favor de la balcanización de nuestra patria.
Pero no deja de ser llamativo el elocuente silencio total, de los usualmente muy vocingleros y muy agresivos patrioteros de bandera, esos personajes que gritan su supuesto patriotismo a voz en cuello, cantan el himno a viva voz y besan con unción la bandera cada vez que pueden…pero que por ser colonizados mentales en grados superlativos, apoyaron y apoyan con entusiasmo digno de mejor causa, a cuantos gobernantes o aspirantes a serlo existen, con el “único requisito válido” (para sus estrechas mentalidades), de ser “probadamente anticomunistas”. Eso los condiciona a ver supuestos “comunistas” hasta en la sopa, y a apoyar a sucesivos personajes neoliberales, o sea apátridas, que tanto daño hacen. ¡Y ni se dan cuenta!
Con esa ceguera monocromática proceden, apoyando a cuanto gobierno antinacional tuvimos, y cuando repetidamente nos llevan al caos, aplicando remanidas “fórmulas” de achicamiento económico y exclusión social, culpan de eso a “la política”, pretendiendo excusar a los gobiernos de uniformados “por no ser políticos”…claro que ni entienden que “política es el arte de gobernar”, por lo que los milicos liberales usurpadores del poder, también incurren en “actividades políticas”…y por lo general, de la peor manera.
Así los formatearon, y así proceden, sin un ápice de razonamiento propio ni nada de sano cuestionamiento, sea por sana curiosidad para averiguar por lo menos una pizca de la realidad.
En lo que sí están de acuerdo todos los patrioteros de bandera, es en reivindicar los sólidos fundamentos que avalan los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, tema en el cual coincidimos la mayoría de los argentinos y muchos hermanos de la Patria Grande. Pero solo declaman al viento.
Son muchas las muy gruesas contradicciones de los patrioteros de bandera, entre su declamado “patriotismo cromático y musical” (según acertada expresión del Dr. Julio Carlos González) y su antipatriotismo de hecho y furibundo, al apoyar todas y cada una de las medidas de destrucción económica, devastación social y pisoteo infame de la soberanía, perpetrados por sucesivos gobiernos militares y civiles neoliberales, con los cuales esos confusos personajes –los patrioteros declamativos- evidencian sentirse muy a gusto.
Pero esas contradicciones alcanzan grados groseros, cuando por cobardía o por ignorancia supina, callan y no condenan gruesas expresiones de sumisión expresa al altanero imperio usurpador, avalando por silencios cómplices la usurpación territorial y marítima en Malvinas y aledaños; así como las claras amenazas en La Antártida e incluso La Patagonia, por expresiones y acciones de sectores políticos claramente antinacionales que ellos mismos apoyaron y apoyan entusiasta e irracionalmente.
Esas son claras consecuencias de casi siete décadas de severos procesos de colonización cultural practicados con alevosía para la (de)formación de las FFAA y FFSS, desde 1955 en adelante, casi sin solución de continuidad.
Como algunos incluso llegan a manifestar abierta y vergonzosamente, son subordinados a EEUU y a “occidente”, priorizando defender “al sistema” por sobre la soberanía nacional, la cual es relativizada o directamente ignorada.
Afortunadamente, siempre hay honrosas y no poco numerosas excepciones, pero en esos casos es notable constatar como les cuesta sacudirse las telarañas mentales de falsedades y verdades a medias, que -todo parece indicar-, se siguen “enseñando” en los institutos militares y de fuerzas de seguridad, agravado ello con las cadenas de mensajitos que difunden por medios electrónicos, para “mantener alineada a la tropa”…a las no razonadas ideas de apoyo al neoliberalismo, muy salpimentadas además con el odio antinacional y antiperonista, que muchos de sus poco pensantes receptores repiten como verdades absolutas e incuestionables.
Sin duda se necesita un urgente y amplio reequipamiento de materiales y tecnologías para la defensa, pero esas grandes inversiones serían poco menos que inútiles, si no se logra erradicar ideas-fuerza muy negativas y apátridas, reemplazándolas por pensamientos y sentimientos acordes al Pensamiento Nacional, que supieron guiar a Señores Militares Patriotas, que Argentina supo tener, para nuestro orgullo.
Reequiparnos sin cambiar mentalidades de cipayos, puede significar fomentar nuevas aberraciones como el genocida bombardeo de Plaza de Mayo.
Proveer “fierros” nuevos a las FFAA y FFSS, sin cambiar la nefasta y antinacional sumisión a los dictados de la doctrina liberal, sería –parafraseando un dicho popular-, tan peligroso como un mono con navaja.
Materias bien dictadas, con docentes imbuidos de real espíritu patriótico, en asignaturas como Geopolítica, Historia Argentina y Mundial (saliéndose del molde perverso de la historiografía académica – mitrista, tan falaz como edulcorada), Economía (abordándose con criterios científicos las distintas doctrinas y desnudando las falsedades conceptuales del liberalismo y de su “derivación” el marxismo, pues tienen las mismas endebles bases de análisis), así como de las doctrinas liberales recargadas que son el neoliberalismo y el libertarismo.
Se debe entender que no solo para recuperar Las Malvinas, sino para evitar el desguace territorial, necesitamos desarrollarnos plenamente, con plenos apoyos a la industria, la tecnología nacional, sin descuidar las producciones primarias, que se deben exportar con valor agregado, no como simples materias primas agrícolas, ganaderos y mineros.
China no hubiera recuperado Hong Kong, usurpado por el imperialismo británico, si no hubiese fortalecido su economía y su hoy formidable capacidad de defensa.
Pero realidades tan elementales, no las entienden ni las piensan muchos civiles y militares, que solo parecerían preocuparse por sus remuneraciones mensuales y poco o nada más; o que no entienden de prioridades estratégicas ni de dignidad nacional.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos