viernes, 27 de agosto de 2021

 LA ENERGÍA DE BIOMASA EN SU JUSTA MEDIDA
Recientemente comenzó a generar en forma oficial, una pequeña central de biomasa, entregando 3 MW (3.000 kW) de potencia efectiva y 3,3 MW de potencia nominal, al sistema eléctrico provincial. Está ubicada en la localidad de Cerro Azul, en la denominada Zona Centro de la provincia de Misiones.
Es un hecho positivo, sin duda, pero hay que prevenirse respecto a ciertas expresiones de “triunfalismo” que parecen enmarcar a las difusiones respecto al rol real y concreto, de las masivamente llamadas (o amontonadas conceptualmente) como “energías renovables”, también calificadas con notable liviandad técnica, como “energías limpias”, concepto este que es la falsedad clave de la nada inocente promoción a ultranza de algunos tipos de generación eléctrica.
En Misiones y el nordeste de Corrientes se instalaron sendas usinas cuyo combustible es la relativamente abundante y hasta ahora desaprovechada masa de chips y eventualmente otros residuos maderables, que son desechados por la industrialización de la madera, tanto en aserraderos como en otros establecimientos que trabajan las maderas de la región,
La usina de biomasa instalada en Virasoro, Corrientes, es 12 veces más grande que la de Cerro Azul, Misiones. Como sea, y para contextualizar, la correntina, con 40 MW es una usina mediana, mientras que la misionera califica como mini central eléctrica. No se debe confundir mini con micro centrales, pues estas últimas no superan el megavatio de potencia instalada.
La energía de biomasa, que se obtiene a partir de la combustión de residuos forestales o incluso la de diversas especies de materias orgánicas, sin duda califica como “renovable”, pues sus insumos devenidos en combustibles, son renovados por la propia acción de la naturaleza.
No cabe calificarla como energía “limpia”, pues todo el proceso de generación, incluyendo su relativamente compleja logística, emite gases contaminantes. Eso se entiende fácilmente, si se considera que la recolección, transporte y eventual tratamiento de secado, de los chips y eventualmente otros residuos, deben ser recolectados desde diversos establecimientos, en muchos casos a varios kilómetros de distancia, para ser llevados a la planta generadora. Y en la usina, la energía se obtiene quemando esos residuos, lo cual provoca emisión de gases contaminantes.
Un dato que ocultan cuidadosamente los promotores a ultranza de las amañadamente calificadas como “energías limpias” (solares, eólicas, biomasa, y otras), es que todas ellas provocan índices de contaminación por kWh mucho más elevados que las energías hidroeléctrica y nuclear.
Claro está que esos feroces y obsesivos ataques contra las grandes usinas hidroeléctricas y nucleares, no son casuales ni inocentes, pues forman parte del paquete de medidas que pretenden instalar, bajo la cobertura del terrorismo ambiental, con el cual se busca suplantar lógicas aspiraciones de desarrollo socio económico, por enfermizas mentalidades de sumisión a dictados “medioambientales” dictados por los centros del Poder Atlantista; los que son fervorosa e irracionalmente apoyados por ciertas “progresías” de escasos razonamientos, así como por políticos y comunicadores que por desconocimiento o complicidad, se pliegan a dichos “mandatos obligatorios”.
No es casual, que las potencias emergentes, que cuidan sus soberanías y sus procesos de desarrollo socio económico (como Rusia, China, India y otras), no se pliegan a los “mandatos medioambientales” con los que se pretende condicionar e incluso impedir salir del crónico subdesarrollo, al vasto grupo de naciones subdesarrolladas, pues nos quieren mantener como dóciles proveedores de baratas materias primas, impidiendo nuestro desarrollo e industrialización, atándonos al salvavidas de plomo de energías caras e ineficientes, como la solar y la eólica, a las que quieren promocionar muy por encima de su rol técnico de energías meramente complementarias.
Lo precedentemente precisado, no implica posicionarse en contra de la energía de biomasa, sino de ubicarla en su justo y real rol dentro de las diversas tecnologías de generación de energía eléctrica, sin caer en tergiversaciones y/o exageraciones que son la constante de ciertas campañas de promoción al como sea, de ciertos tipos de producción de energía, como lo son las machacadas por ONGs “ecologistas” y los varios medios “especializados” promotores de “renovables” tergiversadamente amputadas, pues excluyen a las hidroeléctricas.
El propio ingeniero responsable de la usina de biomasa de Cerro Azul, afirmó que el total de Potencia Instalada de biomasa factible de instalar en Misiones, es del orden de 20 veces respecto a esa pequeña generadora eléctrica, tal como lo expresó en un reportaje difundido en el Canal 6 de cable local.
Eso significa que la biomasa forestal podría aportar como máximo 60 MW o poco más, lo cual es aproximadamente la mitad de la Potencia Instalada de la Hidroeléctrica Urugua-Í.
Considerando que el incremento de la demanda eléctrica provincial, en una década requerirá, de mínima, contar con 550 MW adicionales de Potencia Instalada efectiva, se puede constatar en forma fehaciente, que la energía de biomasa forestal llegaría a aportar, si se desarrollara plenamente, solo el 10 % (aproximado) del incremento de la demanda de Potencia Instalada provincial requerida en la próxima década.
La energía de biomasa forestal, tiene a su favor que, dentro de su reducida capacidad de generación, proveerá energía de base, pues es programable, predecible, produce energía estable, sin las nocivas y costosas intermitencias de solares y eólicas. Pero está lejos de poder ser la panacea, como en forma desaprensiva o directamente irresponsable, algunos llegaron a expresar.
Quedan por conocer varios datos esenciales, como el costo real por kWh, el factor de carga estimado de dichas usinas de biomasa forestal (o sea que porcentaje de generación real se obtendrá, respecto a la teórica generación a pleno), y en cuanto afectará el rendimiento que los chips y otros residuos combustibles puedan estar afectados por la humedad, dada la elevada pluviosidad y alta humedad ambiente que predominan en esta provincia de Misiones.
Bienvenidas sean ambas usinas de biomasa, las cuales no solo aportarán a los sedientos de energía sistemas interconectados de Misiones y Corrientes, brindando estabilidad de suministro y calidad de voltaje en Virasoro y Cerro Azul, sino que también provocarán efectos multiplicadores positivos zonales, pues darán valor económico a residuos maderables que hasta ahora se desperdiciaban; significando fuentes de trabajo adicionales, tanto en la propia generación, como en todas las cadenas logísticas imprescindibles para aportar el combustible, recolectado y tratado en la zona de influencia de cada una de estas plantas generadoras.
En síntesis, bienvenidas ambas usinas de biomasa.
Pero es totalmente lamentable y muy negativo para el desarrollo socio económico, que Misiones y también Corrientes, sigan subordinadas al discurso y los “mandatos” del ecologismo cavernario; el cual tan cargado de fanatismo como carente de bases técnicas sólidas y coherentes, sigue despotricando contra la necesaria utilización en gran escala del gran recurso energético del cual disponen Misiones y Corrientes, que es nuestro enorme y hasta hoy casi totalmente desaprovechado potencial de generación hidroeléctrica; la cual además de ser muy económica, es limpia (no genera gases ni residuos), y de mucha calidad; en las antípodas de las intermitentes solares y eólicas.
MGTR. EN GESTIÓN DE LA ENERGÍA CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

sábado, 21 de agosto de 2021

 EL FRACASO IMPERIAL EN AFGANISTÁN - UN NUEVO HITO HISTÓRICO QUE MARCA EL CAMBIO DE ÉPOCA
La historia muestra evidencias muy fuertes de lo difícil que ha sido conquistar Afganistán, a lo largo de los siglos. Y sus complejidades culturales son difíciles de entender, si se parte de pautas convencionales en Europa, EEUU o países afines. Esas complejidades, transformadas en distorsiones, las trasmiten los grandes medios que manejan casi excluyentemente las noticias. Así fue como pasaron casi desapercibidos los 20 años de intervención armada “occidental” en ese país.
Ese territorio, en buena parte muy escabroso, con un mosaico de población de tipo tribal o de clanes o de etnias y culturas diferentes, usualmente es poco o nada comprendido por parte de la mentalidad “occidental”, muy teñida de pautas anglosajonas y del oeste de Europa.
Se ubica en una de las encrucijadas de los movimientos económicos y militares que se desplazaron en el Asia profunda y en el nutrido intercambio de Asia y Europa, estando en la histórica Ruta de la Seda de China, por lo que fue vía de paso y de apetencias de conquistas. Supo de las acciones de diversos conquistadores y grandes emperadores, como Tamerlán, Alejandro, los Sasánidas persas y muchos más, pasando por el dominio británico en el siglo XIX; luego los avatares de las dos guerras mundiales, la intervención militar de la Unión Soviética, y por último, la intervención militar de EEUU y sus aliados de la OTAN. El tema es de magnitud enciclopédica.
Pero desde lo geopolítico, esta inapelable derrota de EEUU marca un punto de quiebre, tal vez definitivo, de la ya muy resquebrajada era del poder económico, político y militar omnímodo y excluyente de los anglos de América.
La breve vigencia del ya superado Mundo Unipolar, dio paso al actual Mundo Multipolar, desde aproximadamente el cambio de milenio, pareciéndose cada vez más a un resurgir de la Guerra Fría, pero con un contexto muy diferente.
Varios analistas mencionan la vuelta del bipolarismo, aquel pretérito con los dos poderosos contendientes: EEUU y la URSS; hoy mutado en los bloques contrapuestos de Atlantistas (EEUU, UE, Japón y otros); y Continentalistas (China, Rusia, Irán y aliados).
Incluso El Papa y algunos otros mencionan con preocupación la escalada de enfrentamientos a los que llaman La Tercera Guerra Mundial en cuotas, muy marcada por la sucesión de intervencionismos de los anglosajones.
La contundente debacle total de EEUU fue la segunda de su belicista historia, plagada de agresiones, intervenciones armadas directas y encubiertas, y guerras convencionales.
Pero a diferencia de la primera, en la cual fueron expulsados sin atenuantes de Vietnam, en 1975, en la actualidad los síntomas de deterioro del poder excluyente que detentaba antes, ahora son muchos e indisimulables.
Solo 15 años después del colapso militar de Vietnam, con la debacle de la ex Unión Soviética, el mega poder mundial dejó de ser compartido, comenzando el Mundo Unipolar, lo que significó que la derrota de Vietnam no afectó en lo esencial el poderío imperial de EEUU.
Fue lo que Francis Fukuyama calificó como “El Fin de la Historia”, o la supuesta era del poder omnímodo sin fin de los anglosajones y el mega poder neoliberal. Épocas de sucesivas intervenciones armadas directas, que en varios casos significaron el desguace o la destrucción generalizada de los Estados agredidos, siempre bajo sucesivas excusas de “portar armas de destrucción masiva” (nunca halladas), “defender la democracia” (instalando el caos o gobiernos dóciles) o “cuidar los derechos humanos” (a los bombazos).
Entonces, después de la catástrofe bélica de Vietnam, el “honor” de los anglosajones y de los europeístas fue “reivindicado” agrediendo Yugoeslavia, Iraq, Libia, Grenada, Panamá, y operaciones con menos prensa en la sufrida África Subsahariana.
Casi medio siglo después, al soportar la segunda gran debacle bélica, el contexto que enfrenta EEUU es bastante diferente.
Su presupuesto bélico es abrumadoramente superior al de las demás naciones…pero…China y Rusia parecen estar invirtiendo en forma más eficiente, o al menos parecería que no tienen las poderosas presiones internas del complejo industrial militar, básicamente privado, ávido de ganancias, que en varios casos parece haberse embarcado en proyectos muy costosos y no siempre de eficiencia acorde a sus astronómicos costos.
Ante esa nueva realidad, tanto China como Rusia evidenciaron “marcar la cancha” con claras líneas rojas, que seria riesgoso que alguien intentara trasgredir.
De esa forma, el Mar de China dejó de ser un “área de paseo” para las flotas de EEUU y la OTAN. Lo propio en las cercanías de las fronteras del “Oso Ruso”, donde se juegan peligrosos minués de amenazas y retrocesos entre la OTAN y Rusia y sus aliados o afines cercanos, como Bielorrusia, las regiones del este de Ucrania y Armenia; y también el Mar Negro, que no es por cierto la mera continuación del “mare nostrum” de la OTAN. La Rusia de Putin ya no es el gigante en desguace que era con Yeltsin, y el fuerte apoyo prestado a Siria impidió que Los Atlantistas la transformen en tierra arrasada, lo que si se consumaba, tenía a El Líbano en el siguiente turno para “ser atendido”.
A su modo, Irán, también marca soberanía y apoya a Siria, no doblegándose ante el intervencionismo atlantista, que se evidencia en forma constante.
En ese complejo contexto, y pese a sucesivas amenazas de intervenciones armadas “por la democracia”, EEUU y sus socios “sacaron músculos” pero no consumaron agresiones directas contra Corea Del Norte, Venezuela, Nicaragua y Cuba. Claro que Corea Del Norte limita con China; mientras Rusia envió buques de la marina y bombarderos estratégicos, en misiones de “buena voluntad” a Venezuela y Nicaragua, demostrando que no solo equipó a la Fuerza Armada Bolivariana, sino que la apoya en concreto.
Definiendo posturas, China se manifestó contra el bloqueo de Cuba, dijo que Latinoamérica no es patio trasero de nadie, y convalidó los reclamos argentinos respecto a Malvinas.
A la vez, el supuesto “patio trasero” no está quieto ni en estado de total complacencia con “el gran país del norte”.
Entre Méjico y Argentina se logró rescatar a Evo Morales y sus colaboradores cercanos, lo cual posibilitó la salida abrupta de los usurpadores del poder en Bolivia. En Argentina, pese a la abundante “ayuda” crediticia provista por EEUU y el FMI como su operador financiero, el neoliberalismo fue sacado del poder en forma inobjetable. En Perú, en forma compleja por la virtual paridad electoral, el neoliberalismo fue derrotado electoralmente. En Chile y Colombia, con violentas represiones, se lograron sofocar ¿temporalmente? amplias manifestaciones
populares anti oligárquicas. Y en Brasil, los poderes concentrados corporizados en Bolsonaro, parecen tener creciente oposición. Claro que Ecuador, Paraguay y Uruguay, son alineados al ultra conservadurismo afín al neoliberalismo. Y Las Guayanas quedan como remanentes del colonialismo europeo, dos de ellas independientes pero muy vinculadas en lo cultural con sus viejas metrópolis, y una como anacrónico enclave colonial.
Argentina en particular, rubricó sendos acuerdos estratégicos con China y Rusia, concretándose algunas de las muchas iniciativas ofrecidas por ambas potencias, en rubros de infraestructura. Y quedan además pendientes las concretas ofertas de material de defensa, que tanto necesitamos. No es casual que, según trascendidos, un reciente enviado de Biden, haya sugerido las “inconveniencias” para nuestro país, de avanzar en esos acuerdos de grandes obras y equipamiento bélico, con las dos grandes Potencias Continentalistas. Indignante injerencia de EEUU en nuestro país, con el FMI como ariete, ante el intencional desastre financiero provocado por el neoliberalismo encarnado en el macrismo.
Como contexto general, mucho antes de las previsiones de analistas afines al neoliberalismo, China está superando el poderío económico de EEUU; mientras que la vieja Europa no parece alinearse dócilmente con EEUU contra el vecino ruso, de cuyo gas depende en forma creciente, y cuya buena vecindad parecería ser sensatamente conveniente tanto para el mosaico de naciones liderado por Alemania y Francia, como para el gigante territorial y estratégico ruso. Solo el Reino Unido parece totalmente alineado con los dictados de sus “primos” del otro lado del mar.
En ese muy complejo escenario geopolítico mundial, sin perjuicio de la lógica de intentar mantener buenas relaciones diplomáticas con todos los sectores, acorde a la tradición diplomática argentina, es necesario recordar que mientras EEUU reflota la agresiva Doctrina Monroe, China y Rusia nos ofrecen acuerdos interesantes, que no tendrían los condicionamientos incluso lesivos a la soberanía, que parece querer imponernos la potencia imperial en declive.
Como a EEUU se le escurre rápidamente –en términos históricos- el poder en otras regiones, es previsible que quiera acentuar sus presiones en Íbero América y El Caribe.
También debe tenerse presente que solo EEUU, el Reino Unido e Israel, votan contra Argentina en el sensible tema de Malvinas…del cual su proyección es La Antártida, y las sutiles amenazas a La Patagonia, por medio de nada inocentes ONGs, manipuladas desde Gran Bretaña, con las “progresías” de “viudos del marxismo” y otros supuestos “anti sistema” como marionetas dóciles a su servicio.
Nada de todo eso, tan complejo y elemental a la vez, parece ser comprendido por los muy colonizados mentales patrioteros de bandera, formateados como dóciles lacayos de los dictados imperiales atlantistas.
Curiosamente, o no tanto, las muy agresivas y entusiastas “progresías”, que por lo general dicen ser “anti sistema”, siguen al pie de la letra, los dictados de ONGs anglosajonas, que les dictan agendas en temas muy controversiales (indigenismo, ecologismo ultra, doctrinas de “género” y similares, y otras), que terminan siendo funcionales a los objetivos imperiales de crear y profundizar conflictos internos, para debilitarnos y eventualmente, para sumirnos en el caos que nos balcanice.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analistas de Temas Económicos y Geopolíticos

sábado, 14 de agosto de 2021

 SOLARES E HIDRÓGENO - CHICHES TECNOLÓGICOS CAROS E IRRELEVANTES
Con mucha preocupación se advierte que bajo la conducción del actual Ministro de Energía de Misiones, el accionar pretendidamente “estratégico” se vuelca masiva e irracionalmente hacia las muy promocionadas y muy ineficientes “energías renovables”.
Respecto a las solares, ya expliqué fundamentadamente en anteriores artículos, las serias e insalvables limitaciones de esa tecnología de generación eléctrica,
Es energía de muy baja calidad, por sus intermitencias y por operar –con imprevisibles altibajos- solo durante el día, y al máximo de su potencia teórica, solo un puñado de horas al mediodía.
Es energía muy cara, nada competitiva, por eso se la “adorna” con enormes y variados subsidios, que terminan pagándolos todo el país.
Es marcadamente contaminante, desmintiéndose el “verso” hermoseado de “energía limpia”. Entre otras cosas, depende del soporte de centrales termoeléctricas, como respaldos “en caliente” (funcionando) para cubrir sus imprevistos baches, y para suplantarla totalmente de noche.
Por lo precedente, es absolutamente inútil como energía de base. Es apenas un complemento, ineficiente y costoso.
Utiliza espacios totalmente desproporcionados, para sus muy bajos valores de generación efectiva.
La mayoría de los paneles y otros componentes, que se instalan en Argentina, son de industria china. O sea, cero estímulos a la industria argentina.
Los antecedentes internacionales, de países en los que se apostó desmedida i irracionalmente por la energía solar, son contundentemente negativos, como las muy malas consecuencias en Alemania y España, elevando desproporcionadamente las tarifas eléctricas generales (en ambos países) y complejizando el despacho eléctrico, al instalarse en forma casi caótica en España.
Pese a todos esos contundentes y irrefutables datos técnicos, en Misiones se insiste en presentarlos como “las primeras generadoras renovables” (lo cual es falso, pues las hidroeléctricas lo son, y están desde hace muchas décadas); falazmente como energías “limpias”; e irracionalmente como supuestas “soluciones”. No son ni siquiera soluciones parciales, pero se insiste en el mendaz concepto.
Ahora, como una nueva “vuelta de tuerca” al énfasis irracional en las “renovables amputadas” (lo son, pues amañadamente se amputó del concepto a las hidroeléctricas), se presenta a la embrionaria producción de hidrógeno, como otra pretendida “gran alternativa” a mediano plazo, lo cual tampoco evidencia tener sustento fáctico posible, pudiendo tal vez ser solo un complemento marginal en el largo plazo.
Con gran despliegue periodístico, se instalaron varios conceptos que no solo son técnicamente carentes de todo sustento, sino también que rozan lo irracional.
Se presenta a la producción de hidrógeno como una tecnología “limpia” y/o una fuente “limpia” de producción de energía. Eso ES FALSO, pues el proceso de separación del hidrógeno es ruinoso desde lo económico y lo ambiental, pues requiere mucha más energía para separarlo que la que se obtiene luego de las moléculas puras del hidrógeno.
Y si se pretende fundamentar que se producirá a partir de energía solar como vector de separación molecular, cabe recordar que la solar es energía intermitente, por lo que necesita el respaldo de energía estable, energía de base, provista por el sistema eléctrico de transmisión. Como sea, se termina consumiendo más energía que la que luego se puede obtener, lo cual es ruinoso en lo económico y ambiental.
Está muy bien estimular acciones de investigación aplicada, como la producción en pequeña escala de hidrógeno. Pero de allí a afirmar, sin sustento técnico alguno, que con el hidrógeno se podría suplir, así sea parcialmente, a nuestra muy postergada integración a la red de gasoductos nacionales, es simplemente un disparate técnico sin base coherente alguna. ¿Alguien estudió, con seriedad técnica, cuanto hidrógeno deberíamos producir para reemplazar el fluido y económico flujo de gas natural, que nos proveerá el GasNEA? ¿Y se evaluaron los COSTOS REALES, así como los muchos problemas muy serios de logística, que se deberían superar para utilizar –teóricamente- en forma masiva el hidrógeno, incluso para su teórico uso en el transporte?
Y sinceramente, lamento mucho que se esté asesorando tan errada y sesgadamente al Poder Ejecutivo Provincial, cuyo titular es médico, y por ende no es un entendido en energía.
Semejantes errores conceptuales, son totalmente discordantes con el en general muy positivo accionar provincial en distintas áreas de la actividad, como la sanitaria –muy relevante-; la económica –capeando muy bien el “temporal” de la doble pandemia de la herencia macrista y del COVID 19 y sin recurrir a nocivos endeudamientos-; las obras públicas; el estímulo a acciones con previsible fuerte efecto multiplicador positivo, como la robótica, la electrónica, los impulsos a los parques industriales, los fuertes estímulos a la educación pública; etc.
Por otra parte, todo ese muy erróneo y dudosamente racional accionar en el tema energético, posiblemente pergeñado por un par o más de discípulos del ambientalismo in extremis, que se inculcó o tal vez se sigue inculcando incluso en ambientes universitarios, hace perder valioso tiempo a la provincia toda, dejándose de lado imprescindibles enfoques estratégicos que resuelvan en forma concreta y coherente, como se van a cubrir las previsibles enormes demandas futuras de energía eléctrica en esta provincia, lo cual requerirá fuertes inversiones en Generación, Transmisión y Distribución; y todo ello buscándose abastecer con energía segura, económica, y en lo posible, no contaminante. Ninguno de esos requisitos cumplen los “espejitos de colores” solares, ni el embrionario uso del hidrógeno.
Es necesario recordar que la energía más costosa es la que no se posee. Y con el fundamentalismo ecolátrico que parece conducir algunas acciones en el rubro energético, vamos directo a la pobreza energética y tal vez incluso al caos en ese estratégico sector económico; el cual tiene necesariamente directas connotaciones sociales, pues sin energía abundante, segura y en lo posible económica, no se puede sustentar ningún plan sanitario, educativo, social, de seguridad pública, ni económico.
MGTR. EN GESTIÓN DE LA ENERGÍA CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

miércoles, 4 de agosto de 2021

 EÓLICAS Y SOLARES - ARGENTINA FOMENTA ENERGÍAS INEFICIENTES, COSTOSAS Y FALSAMENTE LIMPIAS
Con muy poca difusión pública, posiblemente por ser un tema muy técnico del cual desconocen casi todos los periodistas y comentaristas políticos, recientemente se aprobó un aumento del 50 % de uno de los conceptos de privilegio con los que se fomentan en forma muy acentuada y desproporcionada las energías “renovables”, además de otras medidas adicionales del mismo tenor.
Concretamente se incrementaron 50 % los Certificados de Crédito Fiscal para nuevas instalaciones de equipos, además de ampliar el período de gracia para nuevas incorporaciones al régimen general.
En síntesis, se amplían aun más los muy acentuados beneficios extraordinarios –de caracteres claramente prebendarios-, desproporcionados respecto a otras tecnologías de generación eléctrica.
Medidas desproporcionadas y sesgadas que favorecen desmedidamente (pero en forma muy poco difundida a la opinión pública) a las generaciones eólica y solar, medidas que no son “neutras”, siendo en cambio pesadas cargas que recaen sobre la economía nacional y algunos consumidores directos, con muy dudosos o nulos resultados positivos acordes a sus montos.
Con eso se promocionan más acentuadamente aun las instalaciones de adicionales “renovables amputadas” eólicas y solares, evidenciándose en los hechos que los intereses vinculados a esas inversiones buscan prácticamente imponerlas al como sea, tapándose en base a un variado conjunto de medidas de fomento, las groseras y acentuadas desventajas de las que adolecen los “ventiladores” y los “espejitos de colores”.
Claramente, todos los beneficios excepcionales sancionados a favor de esas energías, en particular la eólica y la solar, fueron aprobados para encubrir los nada competitivos costos reales de esos tipos de generación eléctrica, las que en igualdad de condiciones no podrían competir.
Además de muy caras por kWh, son muy ineficientes, por sus intermitencias e insuperables limitaciones técnicas, las cuales se cubren apelando al respaldo de generadoras termoeléctricas, quemando petróleo o gas natural.
Adicionalmente, la etiqueta de “energías limpias” es otra gruesa falsedad, desmentida contundentemente por informes técnicos serios y bien documentados.
Pero esos altos costos no desaparecen ni se solucionan, sino que los soportamos todos los argentinos, pues son financiados directa o indirectamente, por el presupuesto nacional, e incluso algunos de ellos repercuten directamente en los usuarios, a los que se obliga a consumir esas energías, aunque sean más caras, y que en realidad son mucho más caras, disimulado parcialmente eso con ventajas abusivas e injustificadas…pero encubiertas bajo el concepto falaz de “energías limpias”.
De por si, el concepto legal de “renovables” es amañado y engañoso, pues sin ningún sustento técnico se excluyó del mismo y de todos los múltiples favoritismos de corte claramente acentuados e inequitativos, a las hidroeléctricas de más de 50 MW. Por eso son “renovables amputadas”, al amputarse del concepto de “renovables” a las hidroeléctricas de más de 50 MW.
Esa es otra mentira encubierta, orquestada por los promotores a ultranza de eólicas y solares- Pero claro, montar esas usinitas es negocio redondo para especuladores financieros que con todo el aparataje legal y reglamentario, operan prácticamente a riesgo cero y con mercado de venta de la energía asegurado, sin importar que sus precios sean muy superiores a los de otras generadoras.
Poniendo al desnudo los serios problemas que ocasionan las “energías renovables, se sintetizan seguidamente sus nocivas características, cuidadosamente ocultada por los poderosos intereses creados que las promocionan, con ONGs “ecologistas” como mascarón de proa, y con fanatizados militantes del ecologismo cavernario, como operadores serviles, cuando no como mercenarios al servicio del subdesarrollo, estos últimos con dedicaciones a tiempo completo y sin otras actividades conocidas de las cuales puedan vivir.
 Son energías muy caras, incapaces de competir en igualdad de condiciones con otros tipos de energía. Por eso, sus promotores implementan –en base a fuertes presiones de todo tipo-, un amplio abanico de subsidios directos e indirectos encubiertos.
 Esos altos costos reales inciden negativamente, pudiendo llevar a cuadros de pobreza energética (como en Uruguay), o afectando la competitividad de la economía nacional, como sucede en Alemania, España y otros Estados que se doblegaron ante las presiones de “los verdes” y de los sectores empresarios que se enriquecen a costa de perjudicar a las respectivas economías nacionales.
 Las tarifas acordadas a eólicas y solares, son dolarizadas e indexadas, además de tener prioridad absoluta para sus despachos (ventas), todo lo cual condiciona negativamente a la economía nacional.
 Las energías eólica y solar, son irremediablemente de muy baja calidad, por sus intermitencias (se “prenden y apagan” dependiendo del viento y del sol, los cuales no pueden ser controlados por el ser humano).
 Esa baja calidad del suministro eléctrico eólico y solar, también tiene que ver con las fuertes variaciones en el voltaje, precisamente por las acentuadas intermitencias. Por esos motivos (los dos últimos señalados), son energías completamente inútiles para operar como bases del sistema eléctrico.
 No son “limpias”, pues para tapar sus baches de generación, necesitan contar con respaldos en caliente (funcionando), de usinas, por lo general del tipo de turbogás o ciclo combinado, ambos grandes devoradores de combustibles fósiles y por ello altamente contaminantes. Contaminación que es consecuencia de las eólicas y solares (pues necesitan esos respaldos), pero que sus promotores nunca las contabilizan.
 Esa dependencia de usinas termoeléctricas, hacen de las eólicas y solares, socios encubiertos de las grandes petroleras y gasíferas transnacionales, lo cual ocultan sus promotores.
 No son “limpias” pues la fabricación, transporte, montaje, mantenimiento, y desguace final, producen distintos tipos de contaminaciones; siendo particularmente importantes los vinculados con el desguace. Los paneles solares tienen componentes tóxicos, complejos de neutralizar, y sus paneles vidriados, al romperse (lo cual sucede en muchos casos), deja residuos peligrosos. Las eólicas tienen componentes de gran tamaño, no degradables (plásticos o 
similares), y disponer de los mismos es costoso, por lo que suelen abandonarse, pasando a ser basura casi perenne.
 No son “limpias”, pues las solares utilizan desproporcionadas cantidades de terreno, en función de sus bajas productividades; mientras que las eólicas inutilizan grandes extensiones de suelos, en los que la vida humana y las actividades económicas no se pueden desarrollar, por los riesgos que sus funcionamientos significan. Por eso, son rechazadas en zonas pobladas o donde los establecimientos agrícolas son de pequeñas dimensiones.
 No son “limpias”, y se oculta o tergiversa, que tanto las nucleares como las hidroeléctricas generan muchísima menos contaminación por kWh, que las falsamente “ecológicas” eólicas y solares.
 Tienen cortas vidas útiles, de entre 20 a 30 años, muy exiguas si se las compara con las “demonizadas” (por los ultra ecologistas) usinas nucleares e hidroeléctricas, las que funcionan al menos por 60 años e incluso bastante más (nucleares), y en forma prácticamente sin limite de tiempo (hidroeléctricas).
 En lo referente a la seguridad, usualmente se ocultan los accidentes que provocan las eólicas, tanto en sus periódicos mantenimientos –que se deben hacer a grandes alturas-, como por desprendimientos de partes metálicas y de bloques de hielo, que pueden herir a personas y animales, en un entorno considerable. No se suelen computar accidentes en las usinas térmicas que operan como respaldos de las “renovables amputadas”. También se ocultan los bajísimos indicadores de accidentología de las nucleares y las hidroeléctricas.
 Desde la vieja Europa, se demoniza a las nucleares –que siguen construyéndose en países con vocación de desarrollo- y a las hidroeléctricas, que siguen construyéndose en todo el mundo…menos donde no les queda ni un arroyito por represar, como sucede en Europa y EEUU. Pero los grupos de poder promotores de eólicas y solares, con falsía e hipocresía alegan que “no se construyen más, por ser tecnologías obsoletas”, engañando a crédulos, desinformados crónicos y fanáticos del ecologismo cavernario.
¡Pese a todos esos incuestionables problemas y falsedades, en Argentina se las subvenciona crecientemente, en un proceso iniciado hace aproximadamente una década, y muy acentuado en el período muy corrupto del reciente neoliberalismo, en el cual incluso se consumaron escandalosos negociados que involucraron a empresas vinculadas con el múltiple acusado expresidente Macri y su entorno!
Más que las supuestas “grandes soluciones” que se proclaman, las eólicas y solares, impulsadas más allá de su rol posible de simples energías complementarias, son pesados salvavidas de plomo, que condicionarán e incluso impedirán nuestro imprescindible desarrollo socio económico.
Y mientras tanto, no parece definirse un Plan Energético a mediano y largo plazo, en cuyo contexto se demoran estratégicas decisiones vinculadas con grandes proyectos hidroeléctricos y nucleares, que de concretarse permitirán disminuir la alta dependencia de nuestra matriz energética respecto a los combustibles fósiles.
Como tema adicional vinculado, preocupantemente, diversas noticias especializadas en energía, permiten afirmar que tampoco se terminó con la nociva dolarización de los precios de los hidrocarburos, en particular los pactados para incentivar las producciones de petróleo y gas no convencional, lo cual complica nuestro desarrollo soberano y armónico.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos