SIN INDUSTRIA Y TECNOLOGÍA PROPIAS NO HAY NACIÓN
Vieja lucha sin cuartel, la librada aun con resultado incierto, comenzada ya en 1810.
El Plan de Operaciones de Moreno, y las ideas expuestas por Belgrano, pretendían cimentar las bases de la naciente patria, adoptando la senda de la industrialización.
Moreno, asesinado en pleno viaje a Europa, como pasajero en un buque británico (eran los disponibles en la época para ese viaje), yendo en misión diplomática, seguramente envenenado. Belgrano, muriendo en la miseria muy tempranamente, cuando la nueva república en gestación apenas tenía 10 años, y 4 desde la segunda Declaración de la Independencia, en 1816.
La primera e ignorada Declaración de la Independencia, en 1815, se la debemos al argentino oriental José Gervasio de Artigas, Protector de los Pueblos Libres, otro hecho básico ocultado por la historiografía liberal - mitrista. Claro que Artigas fue un “mal ejemplo” para el mitrismo y su heredera, la oligarquía, pues había implementado un sistema político – económico mucho más igualitario y equitativo, que el imperante por esos años.
Ya en aquellos tempranos años en que se forjaba la argentinidad, lamentablemente los rivadavianos y otros grupos de intelectuales afrancesados e influidos antes por los invasores británicos, operaron al servicio del liberalismo extremo, tomando el poder y siendo funcionales a los designios del gran imperio de esa época.
Fueron cooptados por las falsedades doctrinarias del liberalismo económico, esa pieza maestra de la colonización cultural, cargada de dogmatismo expuesto como supuestas “leyes” económicas a favor del “libre comercio”, pergeñada por Adam Smith y difundida como “biblia económica” por el imperio británico, por medio de sus agentes y personeros al tanto por cuanto.
Desplazado definitivamente del poder el nefasto Rivadavia, luego de hacer mucho daño muy intensamente en poco tiempo (notable paralelismo con el destructivo macrismo), sin embargo sus partidarios siguieron conspirando aviesamente, impulsando el asesinato político de Dorrego, de Chilavert y otros derrotados en Caseros; los degüellos masivos de tropas rendidas primero, y luego
de caudillos federales, perpetrados por el mitrismo y aplaudidos por Sarmiento; respaldados por la muy liberal y dudosamente patriótica Constitución Nacional de 1853.
Con todo ello todo el siglo XIX, excepto el extenso Segundo Gobierno de Rosas, fue un monólogo ultra liberal, de subordinación expresa a Gran Bretaña, concentración obscena de la riqueza y de las propiedades rurales de la Pampa Húmeda en muy pocas manos, y de expreso repudio a todo desarrollo industrial y tecnológico propio, excepto industrias muy elementales, como las curtiembres, las productoras de carnes saladas (tasajo) y similares.
En esos años se formó y consolidó a partir de 1870 / 1880 la después muy retrógrada, egoísta y de mero formal “patriotismo” oligarquía del campo; hasta hoy núcleo duro de los sectores más reaccionarios, total y visceralmente opuestos a todo desarrollo integral de la nación, pues solo les interesan sus intereses de casta, salpimentados con mucho patrioterismo de bandera, el cual con mucha habilidad lograron insuflar a los otros sectores sociales, asegurándose el acatamiento sumiso de grandes sectores de la población, subordinados o aplastados por el statu quo, que dificultó o impidió toda reacción, siendo muy feroces con los díscolos que se atrevieron a cuestionar o “peor” aun, a modificar la realidad social, económica y geopolítica nacional.
De ahí nace el odio profundo hacia el peronismo, que con soberbia expresan a voz en cuello los oligarcas; odio que fueron muy hábiles para instalar en sectores medios y bajos de la población, muy colonizados mentales, en un variopinto grupo de “adherentes” a los oligarcas, que con su maestría habitual Jauretche explicó y definió como “los tilingos”.
Esos podrían también definirse como “oligarcas aspiracionales”, que irracionalmente, piensan y actúan en contra de sus propios intereses, y para peor, en contra del país, pero el odio y las confusiones profundas instaladas en sus “razonamientos” no les dejan ver la realidad.
Con mucho énfasis, la oligarquía se ocupó de cooptar a las fuerzas armadas y fuerzas de seguridad, de monocorde –salvo escasas y honrosas excepciones- orientación ultra liberal instalada como “pensamiento políticamente correcto”,
desde 1955 en adelante; siendo muy claro que el establishment tiene asumido que los uniformados están básicamente al servicio de la oligarquía, pues ellos se consideran excluyentemente “la patria”, con enana visión clasista no exenta de racismo.
Ese núcleo duro oligárquico, el del país estancia para no más de diez millones de habitantes, fue y sigue siendo el monolítico bloque reaccionario, que empecinadamente quiere reeditar el perimido esquema agroexportador del siglo XIX, que caducó completamente en 1914, y que desde entonces demostró ser incapaz de sustentar a todo nuestro país con un imprescindible criterio de grandeza nacional, concepto este que engloba tanto al necesario desarrollo social equitativo, como al desarrollo económico integral, del cual la industria y la tecnología nacional, son componentes no solo imprescindibles, sino de importancia estratégica fundamental.
Como muestra del egoísmo reconcentrado y enanismo estratégico carente de patriotismo, cabe citar a Federico Pinedo, ministro de varios gobiernos oligárquicos desde la década infame hasta su muerte. Afirmó que Argentina no debería tener más de 10 millones de habitantes, para mantener la relación de 4 vacas por cada persona (eran años en que las existencias vacunas se estimaban en 40 millones). Cero propósitos de incrementar las existencias ganaderas, y nulo criterio de grandeza nacional, siendo que poblar nuestro enorme territorio es un imperativo estratégico.
Es muy claro que “el campo” (agricultura y ganadería), no puede generar trabajo para los 45 millones que somos hoy, apenas tal vez 10 millones si se volviera al nefasto esquema de país estancia decimonónico. Pero eso no le preocupa a la oligarquía, más bien se regodea con ello, para forzar salarios a la baja y de ese modo pagar menos a su escaso personal, al cual añora volver a tener
subordinado en el feudalismo campero de los “años gloriosos” (para ellos) de su supremacía excluyente.
En cambio, la industria y los entes tecnológicos, son fuertes creadores de empleos bien remunerados, y claramente poseen poderosos efectos multiplicadores en toda la economía, lo cual no le interesa en absoluto a la oligarquía, e incluso los combaten, pues odian que cambien las condiciones generales del país, temiendo perder sus irritantes privilegios de casta excluyente; situación retrógrada y muy negativa que intentan reimponer los sucesivos gobiernos de orientación económica liberal y de signo político ultra reaccionario.
Queda muy en claro, que ningún país de economía excluyentemente primaria alcanza roles de relevancia ni goza de sólida y concreta soberanía, pues son muy dependientes de las naciones desarrolladas.
Las potencias económicas tradicionales y las nuevas potencias emergentes dan importancia prioritaria a la industria y al desarrollo tecnológico; actitudes que omiten los países resignados el decadente rol de subordinados productores primarios, hoy amenazados de ser desguazados o anulados como Estados
soberanos por los poderes cultores del neoliberalismo salvaje.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopoliticos
lunes, 30 de diciembre de 2019
sábado, 21 de diciembre de 2019
FALSEDADES CONCEPTUALES DEL DIPUTADO RADICAL
El diputado nacional Luis Pastori, incurre en numerosas falsedades y tergiversaciones, en un reciente artículo publicado en ECONOMIS.
No sorprende, pues su campaña política para acceder a ese alto cargo, estuvo viciada de falsedad, pues se montó sobre dos ejes: el apoyo al ultra ecologismo cavernario, que en Misiones junta a los grupúsculos cerradamente anti hidroeléctricos (con “letras” dictadas por las transnacionales británicas pseudo ecologistas, como Greenpeace y WWF Fundación Vida Silvestre), y su supuesta auto asumida función de “control” (o como se lo llame) a la entonces presidenta CFK. Para lo primero, montó un supuesto “debate”, cuyos panelistas fueron todos militantes del ultra ecologismo…¿debate monocorde?, eso es falsedad ideológica. Y respecto al “control” o “límites” a CFK, más parece una sobrevaloración de su rol de visceral antiperonismo al como sea, como lo practicaron todos los radicales agorilados, luego trasvestidos en marionetas del macrismo.
Ahora opina con impostada autoridad político – moral, en línea con el operativo que pretende instalar en la opinión pública los “logros”, del desastroso tercer gobierno neoliberal que padeció Argentina.
De por si, además de su autoasumido rol de “censor” o “calificador” político, se suma a los que quieren tapar los innumerables hechos perniciosos y deleznables, perpetrados con premeditación y alevosía por el recientemente expulsado peor gobierno de la Historia Argentina; siendo incluso más nefasto en sus resultados y objetivos económicos, sociales y geopolíticos, que los de los agentes británicos Rivadavia y luego Mitre y sus continuadores; que la década infame de los años ’30; que el de la “fusiladora” y sus continuaciones, que el siniestro “proceso”, y que el apátrida noventismo de la partidocracia cleptocrática.
Se lo supo muy entusiasta apoyador de las de por si jugosas dietas de los legisladores, con las que el macrismo mantuvo contentas a las mayorías de legisladores que avalaron sus tropelías, pero en cambio guardó cómplice total silencio cuando el impresentable presidente de un plumazo y sin ninguna justificación coherente, abortó el GASNEA, condenando a Misiones y Corrientes a la exclusión del suministro del vital insumo energético.
Como es habitual en la politiquería apátrida y de muy baja estofa, omite el sin fin de desastrosos efectos del macrismo, los cuales para peor no fueron básicamente por impericia e incapacidad manifiesta (que las hubo y en abundancia), sino perpetradas con premeditación y alevosía, con el objetivo de mínima de llevarnos a aquella perimida Argentina feudal del mitrismo y sus continuadores; y con el evidente objetivo de máxima de perpetrar la disolución nacional, acorde los dictados del mega poder financiero transnacional, que busca la globalización salvaje al como sea.
Por eso, nada dice del brutal e intencional industricidio; de los masivos cierres de empresas de todo tipo, ahogadas por los tarifazos descomunales y por el achicamiento del mercado interno; del endeudamiento frenético, para alimentar la masiva fuga de divisas de sus amigotes y otros personajes y empresas
“importantes”, y para tapar los desmanejos burdos de las cuentas públicas; de la orgía financiera perpetrada con los títulos públicos; del desguace de los entes tecnológicos y las paralizaciones de sus proyectos y de obras públicas de importancia estratégica; de la desfinanciación de la salud y la educación pública,
con desastrosas consecuencias; de la multiplicación de desocupados crónicos, de nuevos pobres y nuevos indigentes; de la subordinación explícita y desvergonzada hacia las Potencias Atlantistas y los poderes financieros transnacionales; y el
listado sigue…, con extrema dureza facial omitido todo por el diputado opinólogo.
Pese a haber sido cómplice de semejante desgobierno apátrida, pretende “dictar cátedra” sumándose a los que pugnan por marcar la cancha, como si nada tuvieran que ver con los desmanejos perpetrados.
Analicemos su sesgada y errónea nota.
“Después de 91 años, un gobierno no peronista culminó su mandato”. Para empezar, el peronismo data de 1945, quince años menos que los señalados, los que marcan el segundo gobierno de Yrigoyen destituido por el golpe de Uriburu.
Y como sea, el mérito de completar el período no es del inútil y perverso gobierno caducado, sino de la paciencia infinita de nuestro pueblo, y de la sensatez de la oposición política, que quiso evitar un baño de sangre, que hubiesen causado la explosión del descontento y el accionar represivo de las fuerzas de seguridad, envalentonadas y alentadas por la ex guerrillera y tránsfuga (1) política Bullrich.
Menciona “aciertos que considera importantes” y “avances que permitieron notables mejoras a los argentinos”. ¿Vive en un termo el diputado, o es negacionista de la realidad, o peor aun un tergiversador serial? Claramente, hablar de “mejoras” y “avances importantes” en medio del aquelarre de desastres intencionales, empobrecimiento masivo, negociados infames perpetrados por el macrismo, y concentración obscena de la riqueza en unos pocos sectores ultra privilegiados (oligarquía campera, mineras, petroleras/gasíferas, concesionarias de autopistas, generadoras de energía y proveedoras de servicios públicos, y el sector financiero/especulador), es directamente intentar tomarle el pelo a la gente…además de darles letra a unos cuantos maliciosos y descerebrados crónicos.
Alaba la “mayor coparticipación a las provincias”, siendo que en realidad las postraron, les indujeron a endeudarse irresponsablemente en dólares, a la vez que paralizaron casi todas las obras públicas en marcha, frenando además las que estaban listas para comenzar; siendo acentuadas las preferencias hacia las provincias del núcleo duro de la Pampa Húmeda y algunas prolongaciones del “país central”, acorde a la excluyente mentalidad liberal, que es apátrida por definición.
Dice “política aerocomercial eficiente y federal”. No se le cae la cara de vergüenza, al irse destapando los negociados del ministro Dietrich, vinculados con las aerolíneas de “bajo costo”, o “low cost”, algunas de las cuales ya cesaron sus actividades, prácticamente todas trajeron aviones obsoletos y por ello de riesgos
que no deberían tolerarse, hicieron “operativo” el aeropuerto militar de El Palomar, transformándolo a la fuerza en civil, con enormes molestias para los vecinos, con problemas de seguridad latentes, y con mayores costos de traslado en tierra para los pasajeros. Todo eso además de agredir semi solapadamente a la estatal Aerolineas Argentinas, perdiendo rutas internacionales rentables, achicando la flota, atacando la empresa por medio de los mercenarios de los
medios y con las balbuceantes frases del impresentable presidente Macri, Y como frutilla del postre de la desvergüenza y el descaro total, promoviendo vuelos a Malvinas, para debilitar los reclamos argentinos de soberanía, tema este último claramente despreciado por el neoliberalismo, y en particular por el macrismo.
“Integración con el mundo y aumento del ingreso de dólares”. Esas
afirmaciones del diputado, revelan que no está en el uso de sus facultades mentales, o que practica un grado de hipocresía descomunal. ¿Acaso antes estábamos “desintegrados”, y en ese marco comerciábamos ampliamente, además de rubricarse acuerdos estratégicos con China y Rusia. ¿Llama “integración” a la subordinación vergonzosa y explícita a los dictados de las
Potencias Atlantistas; y a la subordinación visible a Gran Bretaña, evidenciada con una sumatoria de genuflexas actitudes, a las que mandaron a plegarse a las desconcertadas y conceptualmente confusas Fuerzas Armadas?
Y del ingreso de dólares…¿no sabe el diputado que solo ingresaron
cuantiosos créditos, destinados a financiar las fugas de divisas, y fondos especulativos, para enriquecerse a costa del Estado Argentino, con los “festivales” de bonos a tasas descomunales? Causa vergüenza ajena, que afirme semejantes brulotes.
“Lucha contra el narcotráfico y la inseguridad” es otro de los eslóganes macristas, mendaz como todos los mensajes de la corruptocracia neoliberal.
Mientras secuestraron algunos pequeños cargamentos o unas pocas plantitas de marihuana, lo grueso parecería ni haberse tocado. Claro que dieron sobradas muestras de “operar desde adentro” con Varisco y la estructura municipal de Paraná, con alguna diputada chaqueña y algún intendente correntino, y otros casos que no habrían sido muy difundidos.
Respecto a la inseguridad, deben contarse los asesinatos por la espalda (doctrina Chocobar), la “desaparición” de Maldonado, y la manifiesta agresividad de las fuerzas represoras contra obreros, docentes, jubilados, y pueblo en general.
La inseguridad en las grandes ciudades siguió, mientras se desguarnecían las fronteras y los ríos.
“Freno a la corrupción”. El diputado intenta literalmente tomarnos el pelo a los argentinos. En un gobierno de corte mafioso, con un presidente multiprocesado que nunca demostró su inocencia, contrabandista y parte de la “patria contratista” sobornadora serial; con operaciones y negociados varios (algunos fallidos, como la autocondonación de deudas por el Correo Argentino);
con funcionarios que atendieron de los dos lados del mostrador (como Aranguren), con un fumigador de escuelas y denunciado por su propia hermana, el ruralista Etchevehere; con fugadores de divisas y habitués de operaciones como los Panamá Papers, con escandalosos operativos mediático-judiciales y de “los servicios” proceseros subordinados al macrismo; con armado de causas a opositores políticos y prisiones preventivas de claros cortes vengativos; entre otras muchas perlitas; con todo eso y mucho más, que los macristas hablen de “freno a la corrupción”, es de hipocresía pura de la peor calaña.
“Estadísticas creíbles y transparencia de los actos de gobierno”; otro resumen de gruesas falsedades. Por varios meses produjeron un apagón estadístico; para luego negar con sus falaces discursos, los contundentes datos de la realidad que las propias estadísticas oficiales mostraban, de destrucción generalizada del tejido socio económico argentino. Y la proclamada “transparencia” no se condice con las múltiples y sucesivas acciones de gobierno
impresentables, muchas de ellas de cortes delictivos, y todo eso con la complicidad manifiesta de “Laurita” Alonso, la auto proclamada “enamorada del presidente” a cargo de la Oficina Anticorrupción, puesta en funciones sin acreditar la formación profesional necesaria. Y por supuesto, todo muy bien tapado por los – según trascendió y es habitual- bien remunerados periodistas amigos del poder.
¿No se le cae la cara de vergüenza al diputado, ante semejante cúmulo de gruesas falsedades y tergiversaciones?
(1) Tránsfuga político es el que cambia de partido y posición política.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
El diputado nacional Luis Pastori, incurre en numerosas falsedades y tergiversaciones, en un reciente artículo publicado en ECONOMIS.
No sorprende, pues su campaña política para acceder a ese alto cargo, estuvo viciada de falsedad, pues se montó sobre dos ejes: el apoyo al ultra ecologismo cavernario, que en Misiones junta a los grupúsculos cerradamente anti hidroeléctricos (con “letras” dictadas por las transnacionales británicas pseudo ecologistas, como Greenpeace y WWF Fundación Vida Silvestre), y su supuesta auto asumida función de “control” (o como se lo llame) a la entonces presidenta CFK. Para lo primero, montó un supuesto “debate”, cuyos panelistas fueron todos militantes del ultra ecologismo…¿debate monocorde?, eso es falsedad ideológica. Y respecto al “control” o “límites” a CFK, más parece una sobrevaloración de su rol de visceral antiperonismo al como sea, como lo practicaron todos los radicales agorilados, luego trasvestidos en marionetas del macrismo.
Ahora opina con impostada autoridad político – moral, en línea con el operativo que pretende instalar en la opinión pública los “logros”, del desastroso tercer gobierno neoliberal que padeció Argentina.
De por si, además de su autoasumido rol de “censor” o “calificador” político, se suma a los que quieren tapar los innumerables hechos perniciosos y deleznables, perpetrados con premeditación y alevosía por el recientemente expulsado peor gobierno de la Historia Argentina; siendo incluso más nefasto en sus resultados y objetivos económicos, sociales y geopolíticos, que los de los agentes británicos Rivadavia y luego Mitre y sus continuadores; que la década infame de los años ’30; que el de la “fusiladora” y sus continuaciones, que el siniestro “proceso”, y que el apátrida noventismo de la partidocracia cleptocrática.
Se lo supo muy entusiasta apoyador de las de por si jugosas dietas de los legisladores, con las que el macrismo mantuvo contentas a las mayorías de legisladores que avalaron sus tropelías, pero en cambio guardó cómplice total silencio cuando el impresentable presidente de un plumazo y sin ninguna justificación coherente, abortó el GASNEA, condenando a Misiones y Corrientes a la exclusión del suministro del vital insumo energético.
Como es habitual en la politiquería apátrida y de muy baja estofa, omite el sin fin de desastrosos efectos del macrismo, los cuales para peor no fueron básicamente por impericia e incapacidad manifiesta (que las hubo y en abundancia), sino perpetradas con premeditación y alevosía, con el objetivo de mínima de llevarnos a aquella perimida Argentina feudal del mitrismo y sus continuadores; y con el evidente objetivo de máxima de perpetrar la disolución nacional, acorde los dictados del mega poder financiero transnacional, que busca la globalización salvaje al como sea.
Por eso, nada dice del brutal e intencional industricidio; de los masivos cierres de empresas de todo tipo, ahogadas por los tarifazos descomunales y por el achicamiento del mercado interno; del endeudamiento frenético, para alimentar la masiva fuga de divisas de sus amigotes y otros personajes y empresas
“importantes”, y para tapar los desmanejos burdos de las cuentas públicas; de la orgía financiera perpetrada con los títulos públicos; del desguace de los entes tecnológicos y las paralizaciones de sus proyectos y de obras públicas de importancia estratégica; de la desfinanciación de la salud y la educación pública,
con desastrosas consecuencias; de la multiplicación de desocupados crónicos, de nuevos pobres y nuevos indigentes; de la subordinación explícita y desvergonzada hacia las Potencias Atlantistas y los poderes financieros transnacionales; y el
listado sigue…, con extrema dureza facial omitido todo por el diputado opinólogo.
Pese a haber sido cómplice de semejante desgobierno apátrida, pretende “dictar cátedra” sumándose a los que pugnan por marcar la cancha, como si nada tuvieran que ver con los desmanejos perpetrados.
Analicemos su sesgada y errónea nota.
“Después de 91 años, un gobierno no peronista culminó su mandato”. Para empezar, el peronismo data de 1945, quince años menos que los señalados, los que marcan el segundo gobierno de Yrigoyen destituido por el golpe de Uriburu.
Y como sea, el mérito de completar el período no es del inútil y perverso gobierno caducado, sino de la paciencia infinita de nuestro pueblo, y de la sensatez de la oposición política, que quiso evitar un baño de sangre, que hubiesen causado la explosión del descontento y el accionar represivo de las fuerzas de seguridad, envalentonadas y alentadas por la ex guerrillera y tránsfuga (1) política Bullrich.
Menciona “aciertos que considera importantes” y “avances que permitieron notables mejoras a los argentinos”. ¿Vive en un termo el diputado, o es negacionista de la realidad, o peor aun un tergiversador serial? Claramente, hablar de “mejoras” y “avances importantes” en medio del aquelarre de desastres intencionales, empobrecimiento masivo, negociados infames perpetrados por el macrismo, y concentración obscena de la riqueza en unos pocos sectores ultra privilegiados (oligarquía campera, mineras, petroleras/gasíferas, concesionarias de autopistas, generadoras de energía y proveedoras de servicios públicos, y el sector financiero/especulador), es directamente intentar tomarle el pelo a la gente…además de darles letra a unos cuantos maliciosos y descerebrados crónicos.
Alaba la “mayor coparticipación a las provincias”, siendo que en realidad las postraron, les indujeron a endeudarse irresponsablemente en dólares, a la vez que paralizaron casi todas las obras públicas en marcha, frenando además las que estaban listas para comenzar; siendo acentuadas las preferencias hacia las provincias del núcleo duro de la Pampa Húmeda y algunas prolongaciones del “país central”, acorde a la excluyente mentalidad liberal, que es apátrida por definición.
Dice “política aerocomercial eficiente y federal”. No se le cae la cara de vergüenza, al irse destapando los negociados del ministro Dietrich, vinculados con las aerolíneas de “bajo costo”, o “low cost”, algunas de las cuales ya cesaron sus actividades, prácticamente todas trajeron aviones obsoletos y por ello de riesgos
que no deberían tolerarse, hicieron “operativo” el aeropuerto militar de El Palomar, transformándolo a la fuerza en civil, con enormes molestias para los vecinos, con problemas de seguridad latentes, y con mayores costos de traslado en tierra para los pasajeros. Todo eso además de agredir semi solapadamente a la estatal Aerolineas Argentinas, perdiendo rutas internacionales rentables, achicando la flota, atacando la empresa por medio de los mercenarios de los
medios y con las balbuceantes frases del impresentable presidente Macri, Y como frutilla del postre de la desvergüenza y el descaro total, promoviendo vuelos a Malvinas, para debilitar los reclamos argentinos de soberanía, tema este último claramente despreciado por el neoliberalismo, y en particular por el macrismo.
“Integración con el mundo y aumento del ingreso de dólares”. Esas
afirmaciones del diputado, revelan que no está en el uso de sus facultades mentales, o que practica un grado de hipocresía descomunal. ¿Acaso antes estábamos “desintegrados”, y en ese marco comerciábamos ampliamente, además de rubricarse acuerdos estratégicos con China y Rusia. ¿Llama “integración” a la subordinación vergonzosa y explícita a los dictados de las
Potencias Atlantistas; y a la subordinación visible a Gran Bretaña, evidenciada con una sumatoria de genuflexas actitudes, a las que mandaron a plegarse a las desconcertadas y conceptualmente confusas Fuerzas Armadas?
Y del ingreso de dólares…¿no sabe el diputado que solo ingresaron
cuantiosos créditos, destinados a financiar las fugas de divisas, y fondos especulativos, para enriquecerse a costa del Estado Argentino, con los “festivales” de bonos a tasas descomunales? Causa vergüenza ajena, que afirme semejantes brulotes.
“Lucha contra el narcotráfico y la inseguridad” es otro de los eslóganes macristas, mendaz como todos los mensajes de la corruptocracia neoliberal.
Mientras secuestraron algunos pequeños cargamentos o unas pocas plantitas de marihuana, lo grueso parecería ni haberse tocado. Claro que dieron sobradas muestras de “operar desde adentro” con Varisco y la estructura municipal de Paraná, con alguna diputada chaqueña y algún intendente correntino, y otros casos que no habrían sido muy difundidos.
Respecto a la inseguridad, deben contarse los asesinatos por la espalda (doctrina Chocobar), la “desaparición” de Maldonado, y la manifiesta agresividad de las fuerzas represoras contra obreros, docentes, jubilados, y pueblo en general.
La inseguridad en las grandes ciudades siguió, mientras se desguarnecían las fronteras y los ríos.
“Freno a la corrupción”. El diputado intenta literalmente tomarnos el pelo a los argentinos. En un gobierno de corte mafioso, con un presidente multiprocesado que nunca demostró su inocencia, contrabandista y parte de la “patria contratista” sobornadora serial; con operaciones y negociados varios (algunos fallidos, como la autocondonación de deudas por el Correo Argentino);
con funcionarios que atendieron de los dos lados del mostrador (como Aranguren), con un fumigador de escuelas y denunciado por su propia hermana, el ruralista Etchevehere; con fugadores de divisas y habitués de operaciones como los Panamá Papers, con escandalosos operativos mediático-judiciales y de “los servicios” proceseros subordinados al macrismo; con armado de causas a opositores políticos y prisiones preventivas de claros cortes vengativos; entre otras muchas perlitas; con todo eso y mucho más, que los macristas hablen de “freno a la corrupción”, es de hipocresía pura de la peor calaña.
“Estadísticas creíbles y transparencia de los actos de gobierno”; otro resumen de gruesas falsedades. Por varios meses produjeron un apagón estadístico; para luego negar con sus falaces discursos, los contundentes datos de la realidad que las propias estadísticas oficiales mostraban, de destrucción generalizada del tejido socio económico argentino. Y la proclamada “transparencia” no se condice con las múltiples y sucesivas acciones de gobierno
impresentables, muchas de ellas de cortes delictivos, y todo eso con la complicidad manifiesta de “Laurita” Alonso, la auto proclamada “enamorada del presidente” a cargo de la Oficina Anticorrupción, puesta en funciones sin acreditar la formación profesional necesaria. Y por supuesto, todo muy bien tapado por los – según trascendió y es habitual- bien remunerados periodistas amigos del poder.
¿No se le cae la cara de vergüenza al diputado, ante semejante cúmulo de gruesas falsedades y tergiversaciones?
(1) Tránsfuga político es el que cambia de partido y posición política.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
viernes, 13 de diciembre de 2019
BIENES DE IMPORTANCIA ESTRATÉGICA – NECESIDAD DE UN NUEVO MARCO LEGAL AL SERVICIO DE LOS INTERESES NACIONALES.
Ante la vulgarización y destrucción de todo concepto y principio vinculado a la soberanía, y con ello de la definición de las prioridades estratégicas de La Patria; ante la tergiversación y malversación de todos los conceptos éticos; instigado todo eso por los personeros del neoliberalismo apátrida que busca la destrucción intencional del Estado Argentino; no cabe ninguna duda que hay que redefinir cuales deben ser los que adquieren el carácter de bienes estratégicos para el desarrollo y la real independencia nacional.
El anacrónico e inaplicable criterio de la propiedad privada absoluta, entronizado por el sin duda inteligente pero apátrida “racista inverso” Alberdi, parecería seguir siendo considerado plenamente vigente por el establishment y sus diversas ramificaciones, entre ellos el sector duro de la oligarquía campera y por el muy poco pensante “partido militar liberal”, cuya mentalidad ha sido formateada a gusto y paladar de la oligarquía y de sus mandantes extranjeros.
Lo de “racista inverso”, aplicable a Alberdi y a Sarmiento, es porque curiosamente se dedicaron con ahínco digno de mejor causa, a denigrar a lo hispano, a los criollos, gauchos, indios y otros sectores populares de aquella Argentina de mediados o poco más del siglo XIX, o sea a la propia gente de la cual procedían ellos mismos; Alberdi de orígenes hispano – criollos, y Sarmiento además de eso, posiblemente con otras mezclas étnicas de las que claramente aborrecía. Es muy difícil hallar en el mundo racistas que odien a sus propios ancestros.
Pero volviendo al tema acá tratado, el derecho de propiedad, considerado con criterio absolutista como en el siglo XIX, un visible anacronismo, ya dejado de lado en el siglo XX, es hoy una aberración social y políticamente inaceptable.
Con eso no se está avalando ninguna iniciativa de expropiaciones masivas ni de abolir la propiedad privada, ni mucho menos. Es simplemente considerar y actuar en consecuencia, para que los derechos de propiedad sobre determinados bienes y/o productos, que por su esencia o valor concreto tienen importancias estratégicas, no puedan ser manejados discrecionalmente por sus propietarios, incluso contra los Intereses Nacionales.
El caso es que no se constituyan en una traba o en condicionamientos que impidan el desarrollo nacional, o lo subordinen a mezquinos intereses sectoriales, como es una constante en el proceder de los sectores que medran con la especulación desenfrenada, y de la oligarquía más vetusta y groseramente contumaz, poniendo mezquinos intereses sectoriales o personales, por sobre los de la Nación Argentina.
Más acentuado aun que en el “proceso” y que en la partidocracia cleptocrática noventista, el macrismo puso en vigencia una batería de medidas para privilegiar desmedidamente a las producciones primarias de la Pampa Húmeda y sus prolongaciones, a las petroleras/gasíferas, a la minería y al sector financiero, para lo cual ente otras medidas, dictó las siguientes.
Eximió de las retenciones a las materias primas alimenticias (instrumentos económicos necesarios para financiar el desarrollo general y evitar que para el mercado interno tengan la aberración de precios dolarizados).
Otorgó subsidios que rozan lo prebendario, como fomentar las exportaciones de gas a precios subsidiados a Chile, mientras se sometía a la inanición al mercado interno, mediante tarifazos descomunales y paralizaciones de obras, como el GasNea.
Desincentivar las transformaciones locales de materias primas, fomentándose las exportaciones en bruto, según el modelo de país - estancia del siglo XIX.
Posiblemente lo más perversamente antinacional fue la autorización para que los pagos de las exportaciones de materias primas, puedan cobrarse en el exterior, sin obligación alguna de traer al mercado interno las divisas que tanto necesitamos; como también los permisos irrestrictos para sacar al exterior las divisas provenientes de exportaciones y de las utilidades internas. ¡La institucionalización del saqueo desenfrenado!
Todo eso y seguramente muchas otras medidas más, de neoliberalismo exacerbado, formaron el combo perverso de desarticulación de la economía nacional, para llevarnos al caos institucionalizado y posteriormente a la disolución nacional.
Además de revertirse con prontitud, es de esperar que se instrumenten otras medidas que han permitido la especulación pura, o incluso operaciones de presiones contra el Estado, reteniendo saldos exportables dilatando las operaciones o tal vez implementando otras metodologías, como las subfacturaciones, o las exportaciones no controladas ni declaradas de soja, desde puertos privados (lo cual con poca difusión mediática, fue hecho saber por China, que afirmó tener estadísticas de exportaciones argentinas muy superiores a las declaradas por los operadores privados, mayoritariamente extranjeros o mega corporativos “nacionales”.
En síntesis, todos los bienes de primordial importancia dentro de la canasta de grandes rubros de exportaciones argentinas, deben ser considerados bienes de importancia estratégica, y como tales, no pueden estar sujetos al régimen de propiedad absoluta, que como tal opera a favor de caprichos e intereses personales, impuestos aun en contra de los Intereses Nacionales.
Esto debería legislarse con prontitud, así como un férreo control de las exportaciones, que impida las operaciones no declaradas que perjudican las arcas del Estado Argentino. Cabe al respecto, reconstituir el muy importante IAPI, desguazado por el oligárquico golpe de Estado de la “revolución fusiladora”.
A la vez, debe reconsiderarse el ITAEA (Impuesto a las Tierras Aptas para la Explotación Agropecuaria), diseñado en los años ’70 por el equipo del Ingeniero Giberti, y anulado prontamente por el oligárquico y apátrida “proceso” del ’76.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos.
Ante la vulgarización y destrucción de todo concepto y principio vinculado a la soberanía, y con ello de la definición de las prioridades estratégicas de La Patria; ante la tergiversación y malversación de todos los conceptos éticos; instigado todo eso por los personeros del neoliberalismo apátrida que busca la destrucción intencional del Estado Argentino; no cabe ninguna duda que hay que redefinir cuales deben ser los que adquieren el carácter de bienes estratégicos para el desarrollo y la real independencia nacional.
El anacrónico e inaplicable criterio de la propiedad privada absoluta, entronizado por el sin duda inteligente pero apátrida “racista inverso” Alberdi, parecería seguir siendo considerado plenamente vigente por el establishment y sus diversas ramificaciones, entre ellos el sector duro de la oligarquía campera y por el muy poco pensante “partido militar liberal”, cuya mentalidad ha sido formateada a gusto y paladar de la oligarquía y de sus mandantes extranjeros.
Lo de “racista inverso”, aplicable a Alberdi y a Sarmiento, es porque curiosamente se dedicaron con ahínco digno de mejor causa, a denigrar a lo hispano, a los criollos, gauchos, indios y otros sectores populares de aquella Argentina de mediados o poco más del siglo XIX, o sea a la propia gente de la cual procedían ellos mismos; Alberdi de orígenes hispano – criollos, y Sarmiento además de eso, posiblemente con otras mezclas étnicas de las que claramente aborrecía. Es muy difícil hallar en el mundo racistas que odien a sus propios ancestros.
Pero volviendo al tema acá tratado, el derecho de propiedad, considerado con criterio absolutista como en el siglo XIX, un visible anacronismo, ya dejado de lado en el siglo XX, es hoy una aberración social y políticamente inaceptable.
Con eso no se está avalando ninguna iniciativa de expropiaciones masivas ni de abolir la propiedad privada, ni mucho menos. Es simplemente considerar y actuar en consecuencia, para que los derechos de propiedad sobre determinados bienes y/o productos, que por su esencia o valor concreto tienen importancias estratégicas, no puedan ser manejados discrecionalmente por sus propietarios, incluso contra los Intereses Nacionales.
El caso es que no se constituyan en una traba o en condicionamientos que impidan el desarrollo nacional, o lo subordinen a mezquinos intereses sectoriales, como es una constante en el proceder de los sectores que medran con la especulación desenfrenada, y de la oligarquía más vetusta y groseramente contumaz, poniendo mezquinos intereses sectoriales o personales, por sobre los de la Nación Argentina.
Más acentuado aun que en el “proceso” y que en la partidocracia cleptocrática noventista, el macrismo puso en vigencia una batería de medidas para privilegiar desmedidamente a las producciones primarias de la Pampa Húmeda y sus prolongaciones, a las petroleras/gasíferas, a la minería y al sector financiero, para lo cual ente otras medidas, dictó las siguientes.
Eximió de las retenciones a las materias primas alimenticias (instrumentos económicos necesarios para financiar el desarrollo general y evitar que para el mercado interno tengan la aberración de precios dolarizados).
Otorgó subsidios que rozan lo prebendario, como fomentar las exportaciones de gas a precios subsidiados a Chile, mientras se sometía a la inanición al mercado interno, mediante tarifazos descomunales y paralizaciones de obras, como el GasNea.
Desincentivar las transformaciones locales de materias primas, fomentándose las exportaciones en bruto, según el modelo de país - estancia del siglo XIX.
Posiblemente lo más perversamente antinacional fue la autorización para que los pagos de las exportaciones de materias primas, puedan cobrarse en el exterior, sin obligación alguna de traer al mercado interno las divisas que tanto necesitamos; como también los permisos irrestrictos para sacar al exterior las divisas provenientes de exportaciones y de las utilidades internas. ¡La institucionalización del saqueo desenfrenado!
Todo eso y seguramente muchas otras medidas más, de neoliberalismo exacerbado, formaron el combo perverso de desarticulación de la economía nacional, para llevarnos al caos institucionalizado y posteriormente a la disolución nacional.
Además de revertirse con prontitud, es de esperar que se instrumenten otras medidas que han permitido la especulación pura, o incluso operaciones de presiones contra el Estado, reteniendo saldos exportables dilatando las operaciones o tal vez implementando otras metodologías, como las subfacturaciones, o las exportaciones no controladas ni declaradas de soja, desde puertos privados (lo cual con poca difusión mediática, fue hecho saber por China, que afirmó tener estadísticas de exportaciones argentinas muy superiores a las declaradas por los operadores privados, mayoritariamente extranjeros o mega corporativos “nacionales”.
En síntesis, todos los bienes de primordial importancia dentro de la canasta de grandes rubros de exportaciones argentinas, deben ser considerados bienes de importancia estratégica, y como tales, no pueden estar sujetos al régimen de propiedad absoluta, que como tal opera a favor de caprichos e intereses personales, impuestos aun en contra de los Intereses Nacionales.
Esto debería legislarse con prontitud, así como un férreo control de las exportaciones, que impida las operaciones no declaradas que perjudican las arcas del Estado Argentino. Cabe al respecto, reconstituir el muy importante IAPI, desguazado por el oligárquico golpe de Estado de la “revolución fusiladora”.
A la vez, debe reconsiderarse el ITAEA (Impuesto a las Tierras Aptas para la Explotación Agropecuaria), diseñado en los años ’70 por el equipo del Ingeniero Giberti, y anulado prontamente por el oligárquico y apátrida “proceso” del ’76.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos.
domingo, 8 de diciembre de 2019
TERRORISTAS MEDIÁTICOS Y FRANCOTIRADORES DE LAS REDES SOCIALES
El terrorismo mediático no cesó ni un momento, más bien muestra claros indicios de haber redoblado acciones, para esmerilar anticipadamente al gobierno próximo a asumir, pues claramente los medios concentrados muestran su accionar para volver a instalar en Argentina otro gobierno neoliberal, para que termine las acciones destructivas perpetradas por el macrismo, que dejó inconcluso su evidente objetivo de consumar la disolución nacional, no pudiendo tampoco completar la infame tarea de primarizar totalmente la economía argentina y llevarnos a los empujones al país – estancia del siglo XIX.
Este tercer período de neoliberalismo, en versión muy recargada, termina sin gloria alguna, con mucha pena, y con incontables negociados y viles acciones de traición a la patria, lisas y llanas; con un largo y variado listado de destrucciones socio - económicas y de pisoteo de soberanía, perpetrado todo ello con clara premeditación y alevosía, utilizando la mentira sistemática como excusa permanente.
Claramente, el establishment –el interno y sus mandantes extranjeros- estaba decidido a no soltar a su presa, para terminar su infame tarea destructiva; poniendo particulares esfuerzos en volver a instalar el dócil patio trasero, ahora pretendidamente a disposición de las Potencias Atlantistas, y en particular las Potencias del Neocolonialismo del siglo XXI; dando evidentes muestras de operar fuerte y sistemáticamente para hacer fracasar al nuevo gobierno –de clara orientación económica heterodoxa-, para de ese modo volver a imponer el destructivo dogmatismo neoliberal.
Mucho antes, hubo “voluntarios” con perfiles de retirados de alguna fuerza, que se mostraban dispuestos a “lo que sea” -textualmente- para lograr que el macrismo siguiera en el poder formal. Con algo más de sutileza, algunas de las “voces referenciales” de la muy poco pensante “familia militar liberal”, insistían en considerar al macrismo como poco más que “un conjunto de buenos muchachos equivocados”, mientras sistemáticamente pasaban por alto las visibles acciones de destrucción socio económica y los actos más viles de entrega de soberanía y de estulticia subordinada a los designios antinacionales, como enviar a la Banda de la Fuerza Aérea a rendir pleitesía entonando “God Save The Queen” en la embajada del imperio
usurpador. Por cierto, a esos patrioteros de bandera, que se llenan las bocas hablando de “Patria” mientras avalan las más vendepatrias acciones, no les importaron los cierres de establecimientos de Fabricaciones Militares (ente señero en la industrialización y la Defensa Nacional), los cierres de unidades militares, y poco y nada pareció importarles el hundimiento del ARA San Juan ni el vergonzoso ninguneo del tema por parte de Macri, Aguad y toda su “troupe” de la CEOcracia.
El grueso de esa “familia militar liberal” (que masivamente apoya al neoliberalismo macrista, y que no asume los daños perpetrados por “el proceso” con similar perverso modelo económico), sigue mentalmente anclada en los años ’70, con el único y fantasmagórico objetivo de “combatir al comunismo”, mientras se entregan cuan colonizados mentales que son, a los dictados del muy apátrida neoliberalismo. La mayoría de esa gente, no tiene ni idea de la realidad, pero algunos de los que les “dictan letra” por medio de aceitados mecanismos de comunicaciones informales (vía redes sociales), bien saben de que se trata todo eso, y dan indicios de saber que operan al servicio de impresentables intereses apátridas, pues se asumieron como entrenadas tropas de ocupación en el propio territorio nacional al servicio antinacional, tal como lo hicieron en “el proceso”. Tan asumido tienen ese rol, los “intelectuales” que dictan letra a la tropa, que afirman sin ruborizarse que “no hay enemigos externos, solo internos” (demuestran ser colonizados mentales en grado superlativo), rematando esa descabellada afirmación expresando con énfasis “los enemigos son el comunismo y el peronismo”, ideologías que con necedad asimilan como si fueran lo mismo. ¡Y muchos subalternos de esos “intelectuales” creen a pies juntillas los mensajes que reciben!, todo previamente muy edulcorado como para que se acepte sin cuestionar ni razonar nada.
Claro está que las oligarquías ultra conservadoras y ultra liberales en lo económico, se aseguraron que los planes de estudio y los profesores de los institutos militares, tengan un discurso que sea afín a los dictados de ese sector del establishment. O sea, se instiga un antiperonismo visceral e irracional, lo cual se amplia con el desprecio total al “populismo” (que muy pocos saben definir), y junto con eso se denosta como “peronista” al sector industrial y tecnológico nacional; mientras que se exaltan hasta el paroxismo las supuestas “grandezas” de la Argentina del Centenario (1910) de economía únicamente agraria, lo cual afirman sin más razonamiento que ese es “el único modelo válido a seguir”. Ciertamente, patriotas de la talla del General Gugliamelli (de quien al fallecer José María Rosa dijo “ha muerto el último General de la Patria, ahora solo quedan generales de empresas”), ese patriota con seguridad despreciaría profundamente a esos que usan el uniforme de San Martin para fines abyectos.
Por su parte, varios opinantes, de claros perfiles oligárquicos, expresaron sin tapujos sus ideas para embrollar totalmente al nuevo gobierno, sugiriendo medidas de descontrol programado, varias de las cuales fueron intentadas o implementadas por el macrismo, para hacer aun más ingobernable todo.
Como para que no queden dudas de la soberbia y egoísmo que evidencian destilar en altas dosis, las dirigencias de las oligarquías campestres, amenazaron claramente con volver a perpetrar cortes de ruta y otras operaciones masivas (como el deplorable volcado de leche al costado de las rutas, y otros actos de patoterismo de las patronales camperas).
Mientras, los mercenarios de los medios concentrados y otros lenguaraces al tanto por cuanto, redoblan esfuerzos para sembrar dudas, profundizar odios, instalar derrotismo, y para hacer operativos mediáticos de siembra de desprestigio; para destruir a todos los dirigentes que no se subordinan a las egoístas y apátridas exigencias del establishment, de sus socio-mandantes extranjeros, y de otros poderes que medran desde las sombras, buscando terminar la infame tarea de destrucción nacional.
Sin perjuicio de los múltiples frentes de acciones a encarar para volver a resucitar la casi moribunda Patria Argentina, queda en claro que la batalla principal es cultural, para quitar las gruesas telarañas de la colonización mental. Telarañas muy densas en las mentes de vastos sectores de clase media, de unos cuantos “progres” fuera de foco (que asumen “causas” instaladas desde afuera, como el ultra ecologismo, ultra indigenismo, ultra feminismo y otras), y particularmente tupidas y compactas, las instaladas en las muy confusas mentes de los uniformados…con honrosas excepciones que las hay, por supuesto.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
El terrorismo mediático no cesó ni un momento, más bien muestra claros indicios de haber redoblado acciones, para esmerilar anticipadamente al gobierno próximo a asumir, pues claramente los medios concentrados muestran su accionar para volver a instalar en Argentina otro gobierno neoliberal, para que termine las acciones destructivas perpetradas por el macrismo, que dejó inconcluso su evidente objetivo de consumar la disolución nacional, no pudiendo tampoco completar la infame tarea de primarizar totalmente la economía argentina y llevarnos a los empujones al país – estancia del siglo XIX.
Este tercer período de neoliberalismo, en versión muy recargada, termina sin gloria alguna, con mucha pena, y con incontables negociados y viles acciones de traición a la patria, lisas y llanas; con un largo y variado listado de destrucciones socio - económicas y de pisoteo de soberanía, perpetrado todo ello con clara premeditación y alevosía, utilizando la mentira sistemática como excusa permanente.
Claramente, el establishment –el interno y sus mandantes extranjeros- estaba decidido a no soltar a su presa, para terminar su infame tarea destructiva; poniendo particulares esfuerzos en volver a instalar el dócil patio trasero, ahora pretendidamente a disposición de las Potencias Atlantistas, y en particular las Potencias del Neocolonialismo del siglo XXI; dando evidentes muestras de operar fuerte y sistemáticamente para hacer fracasar al nuevo gobierno –de clara orientación económica heterodoxa-, para de ese modo volver a imponer el destructivo dogmatismo neoliberal.
Mucho antes, hubo “voluntarios” con perfiles de retirados de alguna fuerza, que se mostraban dispuestos a “lo que sea” -textualmente- para lograr que el macrismo siguiera en el poder formal. Con algo más de sutileza, algunas de las “voces referenciales” de la muy poco pensante “familia militar liberal”, insistían en considerar al macrismo como poco más que “un conjunto de buenos muchachos equivocados”, mientras sistemáticamente pasaban por alto las visibles acciones de destrucción socio económica y los actos más viles de entrega de soberanía y de estulticia subordinada a los designios antinacionales, como enviar a la Banda de la Fuerza Aérea a rendir pleitesía entonando “God Save The Queen” en la embajada del imperio
usurpador. Por cierto, a esos patrioteros de bandera, que se llenan las bocas hablando de “Patria” mientras avalan las más vendepatrias acciones, no les importaron los cierres de establecimientos de Fabricaciones Militares (ente señero en la industrialización y la Defensa Nacional), los cierres de unidades militares, y poco y nada pareció importarles el hundimiento del ARA San Juan ni el vergonzoso ninguneo del tema por parte de Macri, Aguad y toda su “troupe” de la CEOcracia.
El grueso de esa “familia militar liberal” (que masivamente apoya al neoliberalismo macrista, y que no asume los daños perpetrados por “el proceso” con similar perverso modelo económico), sigue mentalmente anclada en los años ’70, con el único y fantasmagórico objetivo de “combatir al comunismo”, mientras se entregan cuan colonizados mentales que son, a los dictados del muy apátrida neoliberalismo. La mayoría de esa gente, no tiene ni idea de la realidad, pero algunos de los que les “dictan letra” por medio de aceitados mecanismos de comunicaciones informales (vía redes sociales), bien saben de que se trata todo eso, y dan indicios de saber que operan al servicio de impresentables intereses apátridas, pues se asumieron como entrenadas tropas de ocupación en el propio territorio nacional al servicio antinacional, tal como lo hicieron en “el proceso”. Tan asumido tienen ese rol, los “intelectuales” que dictan letra a la tropa, que afirman sin ruborizarse que “no hay enemigos externos, solo internos” (demuestran ser colonizados mentales en grado superlativo), rematando esa descabellada afirmación expresando con énfasis “los enemigos son el comunismo y el peronismo”, ideologías que con necedad asimilan como si fueran lo mismo. ¡Y muchos subalternos de esos “intelectuales” creen a pies juntillas los mensajes que reciben!, todo previamente muy edulcorado como para que se acepte sin cuestionar ni razonar nada.
Claro está que las oligarquías ultra conservadoras y ultra liberales en lo económico, se aseguraron que los planes de estudio y los profesores de los institutos militares, tengan un discurso que sea afín a los dictados de ese sector del establishment. O sea, se instiga un antiperonismo visceral e irracional, lo cual se amplia con el desprecio total al “populismo” (que muy pocos saben definir), y junto con eso se denosta como “peronista” al sector industrial y tecnológico nacional; mientras que se exaltan hasta el paroxismo las supuestas “grandezas” de la Argentina del Centenario (1910) de economía únicamente agraria, lo cual afirman sin más razonamiento que ese es “el único modelo válido a seguir”. Ciertamente, patriotas de la talla del General Gugliamelli (de quien al fallecer José María Rosa dijo “ha muerto el último General de la Patria, ahora solo quedan generales de empresas”), ese patriota con seguridad despreciaría profundamente a esos que usan el uniforme de San Martin para fines abyectos.
Por su parte, varios opinantes, de claros perfiles oligárquicos, expresaron sin tapujos sus ideas para embrollar totalmente al nuevo gobierno, sugiriendo medidas de descontrol programado, varias de las cuales fueron intentadas o implementadas por el macrismo, para hacer aun más ingobernable todo.
Como para que no queden dudas de la soberbia y egoísmo que evidencian destilar en altas dosis, las dirigencias de las oligarquías campestres, amenazaron claramente con volver a perpetrar cortes de ruta y otras operaciones masivas (como el deplorable volcado de leche al costado de las rutas, y otros actos de patoterismo de las patronales camperas).
Mientras, los mercenarios de los medios concentrados y otros lenguaraces al tanto por cuanto, redoblan esfuerzos para sembrar dudas, profundizar odios, instalar derrotismo, y para hacer operativos mediáticos de siembra de desprestigio; para destruir a todos los dirigentes que no se subordinan a las egoístas y apátridas exigencias del establishment, de sus socio-mandantes extranjeros, y de otros poderes que medran desde las sombras, buscando terminar la infame tarea de destrucción nacional.
Sin perjuicio de los múltiples frentes de acciones a encarar para volver a resucitar la casi moribunda Patria Argentina, queda en claro que la batalla principal es cultural, para quitar las gruesas telarañas de la colonización mental. Telarañas muy densas en las mentes de vastos sectores de clase media, de unos cuantos “progres” fuera de foco (que asumen “causas” instaladas desde afuera, como el ultra ecologismo, ultra indigenismo, ultra feminismo y otras), y particularmente tupidas y compactas, las instaladas en las muy confusas mentes de los uniformados…con honrosas excepciones que las hay, por supuesto.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
lunes, 2 de diciembre de 2019
“RENOVABLES”, PETROLERAS Y ULTRA ECOLOGISTAS – LA TRÍADA DEL SUBDESARROLLO ENERGÉTICO NEOLIBERAL
Que el neoliberalismo es una doctrina político – económica perversa, que a su paso genera miseria, exclusión, genocidio económico y destrucción generalizada, es una verdad incontrastable, que solo los muy ignorantes y los maliciosos crónicos niegan o pretenden desconocer.
El concepto real de neoliberalismo debería ser conocido masivamente, pero muchos lo ignoran, pues los mercenarios de la incomunicación pública y todo el aparataje de distracción masiva y de instalación de falsedades y tergiversaciones, sumado a las carencias de formación y de información de mucha gente, cumplen su infame cometido de ocultar la realidad e instalar pseudo verdades falaces, hoy llamadas genéricamente como la post verdad.
Aun menos conocido para el común de la gente resulta el accionar de la tríada energética que opera para instalar el subdesarrollo crónico, a partir de las distorsiones, carencias y caos energético que intencionalmente provocan, la cual es funcional a los dictados neoliberales. En este caso analizado para el Sector Eléctrico, como parte del Sector Energético General.
Las fuerzas de choque del neoliberalismo en temas energéticos son los ultra ecologistas, en su mayor parte ONGs compuestas por fanáticos o ingenuos cooptados, pero dirigidos por mercenarios bien pagos, cuyas “biblias” cuan revelaciones sagradas de esta nueva pseudo religión pagana, son redactadas en las Potencias Atlantistas, y en particular en ambas potencias anglosajonas, a ambos lados del Atlántico.
El fundamentalismo ecologista, es aliado “natural” de los gobiernos neoliberales, pues ambos son funcionales a los intereses antinacionales para los que actúan, siendo habitual que ocupen bien remunerados cargos en esos gobiernos apátridas, mientras que esos ultras son activos opositores al desarrollo cuando están en el poder gobiernos de orientación nacional.
Por caso, el ex “cara visible” de Greenpeace en Argentina, el frustrado estudiante de ingeniería Juan Carlos Villalonga, es diputado macrista (o sea funcional al neoliberalismo), y por cierto no le hizo asco votar por aumentar los astronómicos sueldos de los legisladores, siendo su accionar centrado en promover a ultranza las “renovables amputadas”.
Otro “ejemplo” es el de la activista “greenpeaciana” Camila Speziale, aquella que quiso jugar de pseudo “heroína” al servicio de su graciosa majestad, abordando una plataforma petrolera rusa en el Ártico, área en la cual pretendían operar las petroleras anglosajonas (las que según trascendió, son las principales aportantes de las ONGs “ecologistas”). También fue premiada por el gobierno neoliberal macrista, con un jugoso contrato, bajo el mando del impresentable “Piter” Robledo. Y seguramente no son los únicos casos.
Los ultra ecologistas, que obran comandados por Greenpeace, WWF (Fundación Vida Silvestre, en Argentina), y otras menos conocidas, operan desde hace varias décadas, para instalar al como sea las mal llamadas “energías renovables”, a la par que denigran con falsos cargos a las energías hidroeléctrica y nuclear, las que por sus eficiencias y bajos costos, son competencias insalvables para las “renovables amputadas” (se les dice “amputadas” pues caprichosamente excluyen a las hidroeléctricas, pese a que son renovables).
Los ultra ecologistas y sus comparsas dóciles, solo incluyen como renovables “legales”, a las energías eólica, solar y otras de menor importancia, además de las hidros muy pequeñas, que por sus dimensiones, no mueven la aguja y no molestan a sus oscuros intereses.
Las energías nuclear e hidroeléctrica son también competencias insalvables para las centrales termoeléctricas convencionales, movidas a petróleo o gas natural, por sus bajos costos reales por kWh, largas vidas útiles y notables eficiencias operativas.
Claramente, las ONGs fundamentalistas, actúan fanáticamente a favor de las energías eólica y solar, ocultando sus insalvables limitaciones técnicas, como sus intermitencias, imprevistas salidas de servicio y bruscas oscilaciones en el voltaje, que las hacen inútiles como energías de base; sus reales problemas ambientales, y sus muy altos costos reales por kWh; y de paso, son muy “condescendientes” con la energía termoeléctrica, la que opera quemando petróleo y gas, a la que “aceptan” pues le es imprescindible como reserva en caliente (o sea funcionando) para tapar los baches de generación de eólicas y solares.
Con solo analizar cuidadosamente el accionar en Argentina, de gobiernos liberales y luego neoliberales, se constata que son totalmente funcionales (y en muchos casos subordinados explícitos, como en el macrismo), a los dictados de las petroleras y gasíferas extranjeras, en particular las anglosajonas.
Como tales, esos gobiernos de orientación antinacional, desde siempre entorpecieron o incluso destruyeron los desarrollos argentinos en energías hidroeléctrica y nuclear; y desde que surgió el ultra ecologismo cavernario, esos mismos gobiernos son funcionales a las energías eólica y solar, “socias” de la generación termoeléctrica, como se explicó de la cual dependen para tapar los baches de generación.
Tampoco se debe omitir, que como los gobiernos liberales y neoliberales son apátridas por definición y convicción, operan abierta o encubiertamente en contra del desarrollo tecnológico nacional. Por eso frenan el Plan Nuclear y a todo el muy avanzado Sector Nuclear Argentino; disolvieron y destruyeron los valiosos archivos técnicos de Agua y Energía Eléctrica; y paralizan los proyectos de generación hidroeléctrica y nuclear, como aviesamente lo perpetró el macrismo, en forma más descarada que precedentes períodos de gobiernos apátridas.
Gran tarea del próximo gobierno nacional, será volver a impulsar el
desarrollo nuclear, las usinas nucleares y los grandes proyectos hidroeléctricos en carpeta, listos para construirse, a la vez que invertir en planificar nuevos y muy necesarios otros proyectos hidroeléctricos. También se debe modificar sustancialmente el marco prebendario alevoso en el que se planificó y ejecutó el accionar de las “energías renovables”, con privilegios como prioridades absolutas para despachar, sin importar costos; tarifas dolarizadas e indexadas; y otras prerrogativas que posibilitan negociados a costa de frenar el desarrollo nacional.
Por supuesto, no cabe desechar al petróleo y el gas, e incluso al carbón, como energéticos necesarios, pero con precios pesificados y puestos al servicio nacional.
Es un tema muy técnico y difícil de sintetizar. Cito al respecto mi libro “Los Profetas del Odio”, de acceso libre en mi blog.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Que el neoliberalismo es una doctrina político – económica perversa, que a su paso genera miseria, exclusión, genocidio económico y destrucción generalizada, es una verdad incontrastable, que solo los muy ignorantes y los maliciosos crónicos niegan o pretenden desconocer.
El concepto real de neoliberalismo debería ser conocido masivamente, pero muchos lo ignoran, pues los mercenarios de la incomunicación pública y todo el aparataje de distracción masiva y de instalación de falsedades y tergiversaciones, sumado a las carencias de formación y de información de mucha gente, cumplen su infame cometido de ocultar la realidad e instalar pseudo verdades falaces, hoy llamadas genéricamente como la post verdad.
Aun menos conocido para el común de la gente resulta el accionar de la tríada energética que opera para instalar el subdesarrollo crónico, a partir de las distorsiones, carencias y caos energético que intencionalmente provocan, la cual es funcional a los dictados neoliberales. En este caso analizado para el Sector Eléctrico, como parte del Sector Energético General.
Las fuerzas de choque del neoliberalismo en temas energéticos son los ultra ecologistas, en su mayor parte ONGs compuestas por fanáticos o ingenuos cooptados, pero dirigidos por mercenarios bien pagos, cuyas “biblias” cuan revelaciones sagradas de esta nueva pseudo religión pagana, son redactadas en las Potencias Atlantistas, y en particular en ambas potencias anglosajonas, a ambos lados del Atlántico.
El fundamentalismo ecologista, es aliado “natural” de los gobiernos neoliberales, pues ambos son funcionales a los intereses antinacionales para los que actúan, siendo habitual que ocupen bien remunerados cargos en esos gobiernos apátridas, mientras que esos ultras son activos opositores al desarrollo cuando están en el poder gobiernos de orientación nacional.
Por caso, el ex “cara visible” de Greenpeace en Argentina, el frustrado estudiante de ingeniería Juan Carlos Villalonga, es diputado macrista (o sea funcional al neoliberalismo), y por cierto no le hizo asco votar por aumentar los astronómicos sueldos de los legisladores, siendo su accionar centrado en promover a ultranza las “renovables amputadas”.
Otro “ejemplo” es el de la activista “greenpeaciana” Camila Speziale, aquella que quiso jugar de pseudo “heroína” al servicio de su graciosa majestad, abordando una plataforma petrolera rusa en el Ártico, área en la cual pretendían operar las petroleras anglosajonas (las que según trascendió, son las principales aportantes de las ONGs “ecologistas”). También fue premiada por el gobierno neoliberal macrista, con un jugoso contrato, bajo el mando del impresentable “Piter” Robledo. Y seguramente no son los únicos casos.
Los ultra ecologistas, que obran comandados por Greenpeace, WWF (Fundación Vida Silvestre, en Argentina), y otras menos conocidas, operan desde hace varias décadas, para instalar al como sea las mal llamadas “energías renovables”, a la par que denigran con falsos cargos a las energías hidroeléctrica y nuclear, las que por sus eficiencias y bajos costos, son competencias insalvables para las “renovables amputadas” (se les dice “amputadas” pues caprichosamente excluyen a las hidroeléctricas, pese a que son renovables).
Los ultra ecologistas y sus comparsas dóciles, solo incluyen como renovables “legales”, a las energías eólica, solar y otras de menor importancia, además de las hidros muy pequeñas, que por sus dimensiones, no mueven la aguja y no molestan a sus oscuros intereses.
Las energías nuclear e hidroeléctrica son también competencias insalvables para las centrales termoeléctricas convencionales, movidas a petróleo o gas natural, por sus bajos costos reales por kWh, largas vidas útiles y notables eficiencias operativas.
Claramente, las ONGs fundamentalistas, actúan fanáticamente a favor de las energías eólica y solar, ocultando sus insalvables limitaciones técnicas, como sus intermitencias, imprevistas salidas de servicio y bruscas oscilaciones en el voltaje, que las hacen inútiles como energías de base; sus reales problemas ambientales, y sus muy altos costos reales por kWh; y de paso, son muy “condescendientes” con la energía termoeléctrica, la que opera quemando petróleo y gas, a la que “aceptan” pues le es imprescindible como reserva en caliente (o sea funcionando) para tapar los baches de generación de eólicas y solares.
Con solo analizar cuidadosamente el accionar en Argentina, de gobiernos liberales y luego neoliberales, se constata que son totalmente funcionales (y en muchos casos subordinados explícitos, como en el macrismo), a los dictados de las petroleras y gasíferas extranjeras, en particular las anglosajonas.
Como tales, esos gobiernos de orientación antinacional, desde siempre entorpecieron o incluso destruyeron los desarrollos argentinos en energías hidroeléctrica y nuclear; y desde que surgió el ultra ecologismo cavernario, esos mismos gobiernos son funcionales a las energías eólica y solar, “socias” de la generación termoeléctrica, como se explicó de la cual dependen para tapar los baches de generación.
Tampoco se debe omitir, que como los gobiernos liberales y neoliberales son apátridas por definición y convicción, operan abierta o encubiertamente en contra del desarrollo tecnológico nacional. Por eso frenan el Plan Nuclear y a todo el muy avanzado Sector Nuclear Argentino; disolvieron y destruyeron los valiosos archivos técnicos de Agua y Energía Eléctrica; y paralizan los proyectos de generación hidroeléctrica y nuclear, como aviesamente lo perpetró el macrismo, en forma más descarada que precedentes períodos de gobiernos apátridas.
Gran tarea del próximo gobierno nacional, será volver a impulsar el
desarrollo nuclear, las usinas nucleares y los grandes proyectos hidroeléctricos en carpeta, listos para construirse, a la vez que invertir en planificar nuevos y muy necesarios otros proyectos hidroeléctricos. También se debe modificar sustancialmente el marco prebendario alevoso en el que se planificó y ejecutó el accionar de las “energías renovables”, con privilegios como prioridades absolutas para despachar, sin importar costos; tarifas dolarizadas e indexadas; y otras prerrogativas que posibilitan negociados a costa de frenar el desarrollo nacional.
Por supuesto, no cabe desechar al petróleo y el gas, e incluso al carbón, como energéticos necesarios, pero con precios pesificados y puestos al servicio nacional.
Es un tema muy técnico y difícil de sintetizar. Cito al respecto mi libro “Los Profetas del Odio”, de acceso libre en mi blog.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
miércoles, 27 de noviembre de 2019
LA OLIGARQUÍA INTENTA MARCAR LA CANCHA
Aun no asumido el nuevo gobierno nacional, la vieja y siempre agresiva oligarquía, intenta marcar la cancha, para que le mantengan sus privilegios y no le toquen un centavo de las jugosas ganancias que consiguieron, ni se les recorten sus privilegios excluyentes vueltos a asumir, en el contexto de reprimarización económica forzosa, perpetrado por el actual tercer gobierno neoliberal.
Esa retrógrada y apátrida oligarquía forma parte del actual impresentable gobierno neoliberal en extinción, entre otros por medio del dudosamente moral ministro Etchevehere (el mismo que soporta un proceso judicial abierto en su contra por su propia hermana, por supuestas maniobras delictivas con el patrimonio familiar; el mismo acusado de fumigar plaguicidas muy tóxicos, en las inmediaciones de escuelas rurales; y el mismo que había cobrado una jugosa “indemnización” de la Sociedad Rural, al asumir como ministro macrista).
Esa misma oligarquía, avaló explícitamente todas las políticas de genocidio económico; de industricidio alevoso e intencional; de desguace tecnológico; de endeudamiento desenfrenado; de negociados descarados e infames perpetrados por el presidente, sus colaboradores y secuaces diversos (casos como Correo Argentino, Panamá Papers, prórrogas escandalosas de concesiones de autopistas, negociados con eólicas, etc.); y nunca se molestó por los múltiples y muy vergonzosos actos de entrega explícita de soberanía; todo eso perpetrado por el macrismo, con la anuencia de la vieja y siempre retrógrada oligarquía campera como aliada interna principal.
Como lo evidencia el accionar oligárquico a lo largo de nuestra historia, a sus componentes solo les importan sus campos, sus negocios y sus privilegios, y ese pensamiento egoísta en grado sumo, lo muestran los comentarios de sus más verborrágicos integrantes, que opinan en las redes sociales como patrones de estancia…o sea en tono imperativo, soberbio y pretendidamente dueños de la verdad y de la última palabra. También son pruebas irrefutables de esa mezquindad de valores y cortedad de miras, sus constantes apoyos a gobiernos clasistas, antinacionales, con ribetes racistas y por ende cargados de mentalidad liberal, la cual es opuesta a cualquier tipo de sano Pensamiento Nacional.
Con fuertes prejuicios usados como corazas, que son endebles para mantener sus indefendibles posturas, es usual que “metan en una sola bolsa” al marxismo, al trotskismo y al anarquismo, con las distintas vertientes del Pensamiento Nacional –con el peronismo como expresión más consolidada-, lo cual es incompatible y una aberración conceptual, pero lo sostienen a fuerza de machacar eso sin importarles las incoherencias insalvables de sus mediocres posturas ideológicas. No razonan con la mente ni con el corazón, lo hacen desde el bolsillo y la mezquindad total.
Supuestamente desconocen al Capitalismo de Estado, que en sus diversas variantes nacionales, con un Estado activo y con proteccionismo del mercado interno, practican de un modo u otro todas las naciones exitosas, incluyendo las grandes potencias y las potencias emergentes, así como varias que salieron de la miseria crónica, con políticas activas de desarrollo y soberanía.
Muestran como adalides del “liberalismo económico”, a varias potencias que practican el doble discurso, predicando hacia afuera liberalismo absoluto, pero aplicando internamente fuertes medidas proteccionistas e intervencionistas; de lo cual EEUU, Canadá, Gran Bretaña y la Unión Europea son los casos más flagrantes de esa hipocresía conceptual. ¿O es que acaso la UE no protege a sus productores agropecuarios, sin importarles la “eficiencia”?; ¿acaso no advierten que los europeos, al igual que los anglos del norte, priorizan los valores estratégicos del autoabastecimiento y de mantener ocupada a su población, por sobre los fetiches del “libre comercio y libre mercado”? ¿Pueden desconocer el estúpido papel que hizo Macri, con resultados nulos, demostrativos de su ignorancia geopolítica, al ir a rogar a Francia y Alemania que anulen barreras aduaneras y para arancelarias, con las que protegen a sus productores de alimentos? ¿Acaso no saben que Trump logró revertir la decadencia de EEUU, al imponer fuertes medidas proteccionistas de su industria, y de estímulos a su producción de hidrocarburos?
Pero los oligarcas contumaces, siguen repitiendo el mantra de “la grandeza del centenario”, mentira que inocularon a los uniformados como reaseguro de sus posturas políticas, ocultando que ese modelo de economía primaria a ultranza solo pudo funcionar –con muchas limitaciones y aspectos negativos- en un contexto mundial que caducó definitivamente entre 1900 y 1914, siendo anacrónico e
incoherente pretender recrear esa Argentina feudal, de economía primarizada, con riqueza concentrada y la miseria oculta pero extendida a la mayoría de la población.
Aquella Argentina feudal, tipo país – estancia, solo daría trabajo a diez millones de argentinos, marginando a todo el resto. Pero eso no solo no les importa, sino que les interesa contar con grandes volúmenes de desocupados, para forzar salarios a la baja y ahogar eventuales protestas. Se niegan a ver lo que está pasando por similares circunstancias, en “su gran modelo” Chile, en Ecuador, en Perú y en Colombia, ante los alzamientos populares generados por el hartazgo que provoca el neoliberalismo salvaje…hoy la doctrina preferida de los oligarcas camperos.
Lamentablemente, la falsedad histórica y aberración conceptual económica de “la grandeza del centenario” -1910- (cuando ocultaban a los pobres, para que los visitantes ilustres no los vieran, excluidos al borde de los festejos), falsedad con la que se entroniza al liberalismo como única doctrina económica “correcta” (desconociendo sus falsedades conceptuales y su rol de instrumento de colonización cultural), y el consecuente desprecio a la industria y al desarrollo tecnológico nacional, es inculcada como “pensamiento político correcto” y excluyentemente válido, en los Institutos Militares, con lo cual se aseguran contar con fuerzas de choque, manipulables por los oligarcas contumaces, listas para operar como tropas de ocupación en el propio territorio, instigándoles como enemigos “únicos” al peronismo y al comunismo, a los que con malicia consideran casi equivalentes –lo que es una brutalidad conceptual- incluyéndolos en la supuesta misma concepción “populista”, concepto instalado por los mercenarios de la comunicación, como calificativo despectivo respecto a todo lo Nacional y Popular.
Ocultan que el comunismo –hoy extinguido como tal y solo supérstite en grupúsculos políticos sin inserción popular ni mayor sustento doctrinario sólido- es tan antinacional como el liberalismo económico, y su versión recargada, el neoliberalismo; doctrinas estas últimas a las que adhieren por ignorancia total los milicos liberales. Por eso muchos militares siguen viendo “zurdos y subversivos” hasta en la sopa, pero no ven las brutales acciones de desguace total y de pisoteo de la soberanía, perpetradas por los “libreempresistas” hoy en el poder formal.
Total, a los militares liberales (el 90 % del total) los contentan fácil, con un par de desfiles, con oportunos incrementos de remuneraciones por sobre los acordados a “los civilachos”, y con fuertes dosis de sobadas de lomo. ¡De patriotismo auténtico y de Defensa de Lo Nacional, ni hablar ni pensar! Con el patrioterismo declamativo se llenan mentes y se adormecen conciencias.
Así o con poco más, bajo la sutil supervisión británica antes, y de “los primos trasatlánticos” luego, manejó a su antojo la oligarquía campera, al país, condenándolo al subdesarrollo crónico y la miseria masiva.
No es un detalle menor, que la Sociedad Rural Argentina (SRA), se formó durante el mitrismo, mientras se asolaba al Paraguay, mediante la guerra de la triple infamia, fogoneada por Gran Bretaña, para terminar con el “mal ejemplo” de un país industrializado y no endeudado, todo lo cual fue “corregido” destruyendo, empobreciendo y endeudando al Paraguay, a un alto costo en vidas para las cuatro naciones involucradas, pero sobre todo del perdedor.
La SRA nunca mostró pesar alguno por esa infame guerra, pero sus voceros en cambio se “escandalizaron” cuando Perón devolvió los trofeos de guerra, en un enorme y fraternal gesto con el país hermano.
Más allá de esos poco decorosos antecedentes, y de haber apoyado cuanto gobierno entreguista, liberal y apátrida hubo, la oligarquía no se hace cargo que la quita de las retenciones a los productos primarios exportados, fue una de las mayores causas del déficit fiscal y de endeudamiento acelerado, perpetrado eso al comienzo del gobierno macrista.
Pese a que han sido cómplices activos, copartícipes del gobierno, soportes institucionales, y permanentes voceros de la siniestra ideología neoliberal, de la cual el macrismo es la más destructiva versión de las tres perpetradas en Argentina; pretenden no solo no hacerse cargo de nada, cuan pretendida aristocracia en épocas monárquicas absolutistas; sino que tampoco quieren aportar nada para sacar al país del pantano de decadencia acelerada al cual sumieron. Y claramente, no les molesta que los alimentos esenciales sean hoy carísimos, provocando hambruna, desnutrición y muerte, al imponer precios dolarizados, mientras empobrecieron a la mayor parte del país.
Son muy pocos, seguramente poco más de 500 familias, irrelevantes numéricamente en nuestro país de 45.000.000 de habitantes. Pero suman a pequeños chacareros muy confusos, los mismos a los que el último gobierno peronista libró de las hipotecas allá por 2003/2004, y les facilitó comprar tractores, cosechadoras y camionetas, de industria argentina (“detallecito” que muchos ni consideran). Suman además a los sectores odiadores y/o confusos de las clases medias (que están mucho peor que en 2015, pero que el odio reconcentrado no les deja razonar); y tienen los explícitos respaldos –varios seguramente deseosos de pasar a roles “activos”- de la mayoría de los uniformados, que de tan colonizados mentales no tienen ni idea acerca de que es la soberanía ni el concreto amor a la Patria; además de las estructuras de los medios concentrados, ya en plena tarea de sembrar cizaña y esmerilar al próximo gobierno.
Es imperativo desarticular las explícitas amenazas de la oligarquía y otros sectores antinacionales, si queremos eludir la planificada disolución nacional ordenada por poderes supranacionales, y en cambio recuperar soberanía, dignidad y grandeza nacional.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Aun no asumido el nuevo gobierno nacional, la vieja y siempre agresiva oligarquía, intenta marcar la cancha, para que le mantengan sus privilegios y no le toquen un centavo de las jugosas ganancias que consiguieron, ni se les recorten sus privilegios excluyentes vueltos a asumir, en el contexto de reprimarización económica forzosa, perpetrado por el actual tercer gobierno neoliberal.
Esa retrógrada y apátrida oligarquía forma parte del actual impresentable gobierno neoliberal en extinción, entre otros por medio del dudosamente moral ministro Etchevehere (el mismo que soporta un proceso judicial abierto en su contra por su propia hermana, por supuestas maniobras delictivas con el patrimonio familiar; el mismo acusado de fumigar plaguicidas muy tóxicos, en las inmediaciones de escuelas rurales; y el mismo que había cobrado una jugosa “indemnización” de la Sociedad Rural, al asumir como ministro macrista).
Esa misma oligarquía, avaló explícitamente todas las políticas de genocidio económico; de industricidio alevoso e intencional; de desguace tecnológico; de endeudamiento desenfrenado; de negociados descarados e infames perpetrados por el presidente, sus colaboradores y secuaces diversos (casos como Correo Argentino, Panamá Papers, prórrogas escandalosas de concesiones de autopistas, negociados con eólicas, etc.); y nunca se molestó por los múltiples y muy vergonzosos actos de entrega explícita de soberanía; todo eso perpetrado por el macrismo, con la anuencia de la vieja y siempre retrógrada oligarquía campera como aliada interna principal.
Como lo evidencia el accionar oligárquico a lo largo de nuestra historia, a sus componentes solo les importan sus campos, sus negocios y sus privilegios, y ese pensamiento egoísta en grado sumo, lo muestran los comentarios de sus más verborrágicos integrantes, que opinan en las redes sociales como patrones de estancia…o sea en tono imperativo, soberbio y pretendidamente dueños de la verdad y de la última palabra. También son pruebas irrefutables de esa mezquindad de valores y cortedad de miras, sus constantes apoyos a gobiernos clasistas, antinacionales, con ribetes racistas y por ende cargados de mentalidad liberal, la cual es opuesta a cualquier tipo de sano Pensamiento Nacional.
Con fuertes prejuicios usados como corazas, que son endebles para mantener sus indefendibles posturas, es usual que “metan en una sola bolsa” al marxismo, al trotskismo y al anarquismo, con las distintas vertientes del Pensamiento Nacional –con el peronismo como expresión más consolidada-, lo cual es incompatible y una aberración conceptual, pero lo sostienen a fuerza de machacar eso sin importarles las incoherencias insalvables de sus mediocres posturas ideológicas. No razonan con la mente ni con el corazón, lo hacen desde el bolsillo y la mezquindad total.
Supuestamente desconocen al Capitalismo de Estado, que en sus diversas variantes nacionales, con un Estado activo y con proteccionismo del mercado interno, practican de un modo u otro todas las naciones exitosas, incluyendo las grandes potencias y las potencias emergentes, así como varias que salieron de la miseria crónica, con políticas activas de desarrollo y soberanía.
Muestran como adalides del “liberalismo económico”, a varias potencias que practican el doble discurso, predicando hacia afuera liberalismo absoluto, pero aplicando internamente fuertes medidas proteccionistas e intervencionistas; de lo cual EEUU, Canadá, Gran Bretaña y la Unión Europea son los casos más flagrantes de esa hipocresía conceptual. ¿O es que acaso la UE no protege a sus productores agropecuarios, sin importarles la “eficiencia”?; ¿acaso no advierten que los europeos, al igual que los anglos del norte, priorizan los valores estratégicos del autoabastecimiento y de mantener ocupada a su población, por sobre los fetiches del “libre comercio y libre mercado”? ¿Pueden desconocer el estúpido papel que hizo Macri, con resultados nulos, demostrativos de su ignorancia geopolítica, al ir a rogar a Francia y Alemania que anulen barreras aduaneras y para arancelarias, con las que protegen a sus productores de alimentos? ¿Acaso no saben que Trump logró revertir la decadencia de EEUU, al imponer fuertes medidas proteccionistas de su industria, y de estímulos a su producción de hidrocarburos?
Pero los oligarcas contumaces, siguen repitiendo el mantra de “la grandeza del centenario”, mentira que inocularon a los uniformados como reaseguro de sus posturas políticas, ocultando que ese modelo de economía primaria a ultranza solo pudo funcionar –con muchas limitaciones y aspectos negativos- en un contexto mundial que caducó definitivamente entre 1900 y 1914, siendo anacrónico e
incoherente pretender recrear esa Argentina feudal, de economía primarizada, con riqueza concentrada y la miseria oculta pero extendida a la mayoría de la población.
Aquella Argentina feudal, tipo país – estancia, solo daría trabajo a diez millones de argentinos, marginando a todo el resto. Pero eso no solo no les importa, sino que les interesa contar con grandes volúmenes de desocupados, para forzar salarios a la baja y ahogar eventuales protestas. Se niegan a ver lo que está pasando por similares circunstancias, en “su gran modelo” Chile, en Ecuador, en Perú y en Colombia, ante los alzamientos populares generados por el hartazgo que provoca el neoliberalismo salvaje…hoy la doctrina preferida de los oligarcas camperos.
Lamentablemente, la falsedad histórica y aberración conceptual económica de “la grandeza del centenario” -1910- (cuando ocultaban a los pobres, para que los visitantes ilustres no los vieran, excluidos al borde de los festejos), falsedad con la que se entroniza al liberalismo como única doctrina económica “correcta” (desconociendo sus falsedades conceptuales y su rol de instrumento de colonización cultural), y el consecuente desprecio a la industria y al desarrollo tecnológico nacional, es inculcada como “pensamiento político correcto” y excluyentemente válido, en los Institutos Militares, con lo cual se aseguran contar con fuerzas de choque, manipulables por los oligarcas contumaces, listas para operar como tropas de ocupación en el propio territorio, instigándoles como enemigos “únicos” al peronismo y al comunismo, a los que con malicia consideran casi equivalentes –lo que es una brutalidad conceptual- incluyéndolos en la supuesta misma concepción “populista”, concepto instalado por los mercenarios de la comunicación, como calificativo despectivo respecto a todo lo Nacional y Popular.
Ocultan que el comunismo –hoy extinguido como tal y solo supérstite en grupúsculos políticos sin inserción popular ni mayor sustento doctrinario sólido- es tan antinacional como el liberalismo económico, y su versión recargada, el neoliberalismo; doctrinas estas últimas a las que adhieren por ignorancia total los milicos liberales. Por eso muchos militares siguen viendo “zurdos y subversivos” hasta en la sopa, pero no ven las brutales acciones de desguace total y de pisoteo de la soberanía, perpetradas por los “libreempresistas” hoy en el poder formal.
Total, a los militares liberales (el 90 % del total) los contentan fácil, con un par de desfiles, con oportunos incrementos de remuneraciones por sobre los acordados a “los civilachos”, y con fuertes dosis de sobadas de lomo. ¡De patriotismo auténtico y de Defensa de Lo Nacional, ni hablar ni pensar! Con el patrioterismo declamativo se llenan mentes y se adormecen conciencias.
Así o con poco más, bajo la sutil supervisión británica antes, y de “los primos trasatlánticos” luego, manejó a su antojo la oligarquía campera, al país, condenándolo al subdesarrollo crónico y la miseria masiva.
No es un detalle menor, que la Sociedad Rural Argentina (SRA), se formó durante el mitrismo, mientras se asolaba al Paraguay, mediante la guerra de la triple infamia, fogoneada por Gran Bretaña, para terminar con el “mal ejemplo” de un país industrializado y no endeudado, todo lo cual fue “corregido” destruyendo, empobreciendo y endeudando al Paraguay, a un alto costo en vidas para las cuatro naciones involucradas, pero sobre todo del perdedor.
La SRA nunca mostró pesar alguno por esa infame guerra, pero sus voceros en cambio se “escandalizaron” cuando Perón devolvió los trofeos de guerra, en un enorme y fraternal gesto con el país hermano.
Más allá de esos poco decorosos antecedentes, y de haber apoyado cuanto gobierno entreguista, liberal y apátrida hubo, la oligarquía no se hace cargo que la quita de las retenciones a los productos primarios exportados, fue una de las mayores causas del déficit fiscal y de endeudamiento acelerado, perpetrado eso al comienzo del gobierno macrista.
Pese a que han sido cómplices activos, copartícipes del gobierno, soportes institucionales, y permanentes voceros de la siniestra ideología neoliberal, de la cual el macrismo es la más destructiva versión de las tres perpetradas en Argentina; pretenden no solo no hacerse cargo de nada, cuan pretendida aristocracia en épocas monárquicas absolutistas; sino que tampoco quieren aportar nada para sacar al país del pantano de decadencia acelerada al cual sumieron. Y claramente, no les molesta que los alimentos esenciales sean hoy carísimos, provocando hambruna, desnutrición y muerte, al imponer precios dolarizados, mientras empobrecieron a la mayor parte del país.
Son muy pocos, seguramente poco más de 500 familias, irrelevantes numéricamente en nuestro país de 45.000.000 de habitantes. Pero suman a pequeños chacareros muy confusos, los mismos a los que el último gobierno peronista libró de las hipotecas allá por 2003/2004, y les facilitó comprar tractores, cosechadoras y camionetas, de industria argentina (“detallecito” que muchos ni consideran). Suman además a los sectores odiadores y/o confusos de las clases medias (que están mucho peor que en 2015, pero que el odio reconcentrado no les deja razonar); y tienen los explícitos respaldos –varios seguramente deseosos de pasar a roles “activos”- de la mayoría de los uniformados, que de tan colonizados mentales no tienen ni idea acerca de que es la soberanía ni el concreto amor a la Patria; además de las estructuras de los medios concentrados, ya en plena tarea de sembrar cizaña y esmerilar al próximo gobierno.
Es imperativo desarticular las explícitas amenazas de la oligarquía y otros sectores antinacionales, si queremos eludir la planificada disolución nacional ordenada por poderes supranacionales, y en cambio recuperar soberanía, dignidad y grandeza nacional.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
miércoles, 20 de noviembre de 2019
jueves, 14 de noviembre de 2019
EL GOLPE DE ESTADO EN BOLIVIA - ¿PROLEGÓMENO DE ACCIONES SIMILARES CONTRA ARGENTINA?
La política de reimplantación al como sea, del patio trasero de EEUU, hoy con el asociado menor de la UE, o más precisamente de las Potencias Atlantistas y del mega poder financiero especulativo globalizador mundial, da sobradas muestras de estar aplicándose sistemáticamente y sin eufemismos ni medias tintas.
Los ataques a los gobiernos de orientación nacional y popular, y en particular a los que sostienen o sostuvieron la coherente visión geopolítica de la Patria Grande, se siguen perpetrando con una sistematización que demuestra no detenerse ante nada, desembozadamente.
Ya el golpe de Estado de 2009, contra Manuel Zelaya en Honduras, mostró la vigencia del viejo modelo de utilización de las fuerzas armadas del país, como tropas de ocupación y de agresión contra su propio pueblo y su gobierno; metodología recurrente en el siglo XX, junto con las invasiones lisas y llanas, como las que padecieron las pequeñas naciones de Centroamérica y el Caribe.
Si bien en el caso venezolano, la invasión por parte de EEUU, con o sin otras tropas subordinadas provenientes de algunos países de nuestra región, se mostró como la alternativa de máxima que parecieron estar dispuestos a utilizar (y que hasta ahora no sucedió seguramente por el alto grado de entrenamiento, buen equipamiento y concientización nacional que está demostrando la Fuerza Armada Bolivariana, que además cuenta con el explicito respaldo de Rusia como fuerte reaseguro); muchos analistas supusieron que las guerras híbridas (como la que sigue en perpetración contra Venezuela), o las otras agresiones del tipo “lawfare” (guerras judiciales con respaldos mediáticos, de operadores encubiertos y/o “mano de obra desocupada” de algunos “servicios” y los avales de las oligarquías siempre apátridas), o eventualmente los aprietes financieros y políticos, o los golpes de tipo palaciego previa violencia o acciones de zapa (como contra Lugo) serían los formatos vigentes, excluyendo las tradicionales asonadas militares salpimentadas con parafernalia pseudo nacionalista.
Aquellas insurrecciones, por lo general cruentas, tenían la excusa perfecta, de impedir el avance del comunismo, que era la muletilla recurrente, que hoy ya es un anacronismo total; aunque muchos retirados de Argentina sigan “alertas contra los que quieren imponernos un trapo rojo como bandera”, tal el grado de alienación y/o vetustismo conceptual que los envuelven.
Los lamentables sucesos de Bolivia, demuestran la renovada vigencia de los alzamientos armados de uniformados (en ese caso policía y ejército), para perpetrar golpes de Estado fogoneados por oligarquías locales, con respaldo de evangélicos y sectores ultra conservadores del catolicismo; ahora con el inmediato
y explícito apoyo de EEUU, por medio de su presidente.
Claramente, esos poderes transnacionales siguen con su objetivo de
desguazar totalmente a Argentina, para con ello no solo disponer de nuestro territorio y riquezas, sino también impedir la necesaria constitución del bloque de poder de la Patria Grande.
Más allá de como termine el tema en Bolivia, lo que se puede avizorar es que un formato similar, o con varias similitudes, es muy posible que esté incubándose en Argentina, de acuerdo a la sumatoria de indicios señalados seguidamente.
Con bases de sustentación algo diferentes, las oligarquías de Bolivia y Argentina, son de vieja data; siendo ambas fuertemente excluyentes de los sectores populares, además de clasistas acentuadas, racistas, y gustosamente subordinadas a los poderes imperiales de turno. La soberanía y el desarrollo nacional no les importan, solo cuidan sus abusivos privilegios.
Los medios de difusión dominantes en ambos países, son funcionales o directamente manejados por los poderes oligárquicos e imperiales, salvo contadas excepciones en Argentina, y si las hay en Bolivia.
Las carencias conceptuales o directamente mediocridades acentuadas, de los sectores empresariales, que no asumen sus roles de burguesías progresistas y favorables a un sano proteccionismo nacional, para en cambio aceptar e impulsar dogmatismos e ideología neoliberal –claramente en perjuicio propio y del país-, son muy marcadas en Argentina (salvo honrosas excepciones), y seguramente la realidad es similar o peor en la hermana Bolivia. Sus adhesiones al “libre comercio” y otras falacias neoliberales, son pruebas de sus limitaciones de enfoques, operando contra sus propios intereses y los de la nación toda. Son marcadamente favorables a gobiernos de esa conformación ideológica, y reciben alborozados a los golpes de Estado que voltean a gobiernos populares y nacionales, con los cuales esos mismos empresarios se ven beneficiados; pero el cerrado dogmatismo y el odio de clase, suelen enceguecerlos. Hay excepciones, por supuesto.
Las fuerzas armadas y de seguridad, llevan largas décadas de cerrada colonización cultural, con la doctrina de la seguridad nacional –una aberración y anacronismo total- como basamento de sus cerrados dogmatismos cargados de prejuicios antinacionales y antipopulares; convenientemente “adornados” con mucho himno y bandera, cosa de salvar formalidades y evitar que se razonen las consecuencias reales de sus acciones, de claras subordinaciones a los mandatos imperiales de turno. En Argentina, la mentalidad “procesera” sigue incólume como supuesto conjunto de “verdades absolutas” y por ende incuestionables; por lo que no asumen todo el daño hecho al haber impuesto al apátrida neoliberalismo a punta de bayonetas. Entre los retirados, es mayoritariamente excluyente la ideología dogmática antiperonista, inculcada machaconamente en los institutos de formación militar, y como aberración conceptual (que se niegan a razonar) se consideran “patriotas y liberales”, lo cual es un oxímoron tan burdo como decirse “honestamente mafioso”. Eso sigue inculcándose a uniformados en actividad, con lo cual pasan a ser “material disponible” para cuanto golpe de Estado pseudo patriótico se quiera perpetrar. ¡Urge volver a tener vigente la Doctrina de la Defensa Nacional e inculcar reales Valores Patrióticos (no de opereta) y Nacionales, como fuerte reaseguro en defensa de La Patria!
Vinculado con lo anterior, existen fuertes evidencias, que los factores de poder que operan entre los uniformados, mantienen un aceitado sistema de comunicaciones informales, con mensajitos convenientemente edulcorados y precondicionados ideológicamente, para mantener y acentuar los dogmatismos ya inculcados, y eventualmente predisponer a efectuar actos
supuestamente “patrióticos” (léase represiones al pueblo como las
perpetradas contra manifestantes pacíficos, o directamente consumar nuevos golpes de Estado), subordinados a los dictados anglosajones.
Con esa ideología de la dependencia, operan ciertos “referentes”, que siguen dando letra a la tropa, que por desconocimiento de Geopolítica, Historia y Economía, carece de referencias válidas para analizar los aberrantes principios que les transmiten casi sin solución de continuidad desde 1955 y sobre todo desde 1976, predisponiendo potencialmente a nuevos quiebres institucionales, antinacionales y oligarquicos.
Los mercenarios de las comunicaciones, ya están instalando ideas que esmerilen la credibilidad del nuevo gobierno pronto a asumir, y es muy posible el accionar muy activo de los servicios cooptados por intereses antinacionales, a los mismos efectos.
En todo ello, el accionar de ciertas “progresías” de diversos pelajes, que son funcionales a los mismos intereses antinacionales, siempre terminan sumándose al caos y las acciones disolventes.
Los riesgos aparentemente difusos, son muy concretos, y la alocada idea de separar el “país central”, rico, blanco racista, oligárquico y excluyente, cobró estado público, y no debe tomarse como una simple bravuconada.
Hace décadas nos quieren desguazar y volver al más elemental subdesarrollo, y esos objetivos no tienen plazos. Por eso denigran de mil modos a gobiernos y sectores políticos que no se subordinan a tan abyectos dictados. Ahora, potenciales golpes de Estado, vuelven a ser una brutal herramienta de sometimiento y destrucción.
No se puede ni se debe desconocer esa preocupante amenaza a la propia subsistencia de Argentina, y al ya muy atacado proyecto de constituir la Patria Grande, elemental herramienta en esta época de grandes bloques geopolíticos.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
La política de reimplantación al como sea, del patio trasero de EEUU, hoy con el asociado menor de la UE, o más precisamente de las Potencias Atlantistas y del mega poder financiero especulativo globalizador mundial, da sobradas muestras de estar aplicándose sistemáticamente y sin eufemismos ni medias tintas.
Los ataques a los gobiernos de orientación nacional y popular, y en particular a los que sostienen o sostuvieron la coherente visión geopolítica de la Patria Grande, se siguen perpetrando con una sistematización que demuestra no detenerse ante nada, desembozadamente.
Ya el golpe de Estado de 2009, contra Manuel Zelaya en Honduras, mostró la vigencia del viejo modelo de utilización de las fuerzas armadas del país, como tropas de ocupación y de agresión contra su propio pueblo y su gobierno; metodología recurrente en el siglo XX, junto con las invasiones lisas y llanas, como las que padecieron las pequeñas naciones de Centroamérica y el Caribe.
Si bien en el caso venezolano, la invasión por parte de EEUU, con o sin otras tropas subordinadas provenientes de algunos países de nuestra región, se mostró como la alternativa de máxima que parecieron estar dispuestos a utilizar (y que hasta ahora no sucedió seguramente por el alto grado de entrenamiento, buen equipamiento y concientización nacional que está demostrando la Fuerza Armada Bolivariana, que además cuenta con el explicito respaldo de Rusia como fuerte reaseguro); muchos analistas supusieron que las guerras híbridas (como la que sigue en perpetración contra Venezuela), o las otras agresiones del tipo “lawfare” (guerras judiciales con respaldos mediáticos, de operadores encubiertos y/o “mano de obra desocupada” de algunos “servicios” y los avales de las oligarquías siempre apátridas), o eventualmente los aprietes financieros y políticos, o los golpes de tipo palaciego previa violencia o acciones de zapa (como contra Lugo) serían los formatos vigentes, excluyendo las tradicionales asonadas militares salpimentadas con parafernalia pseudo nacionalista.
Aquellas insurrecciones, por lo general cruentas, tenían la excusa perfecta, de impedir el avance del comunismo, que era la muletilla recurrente, que hoy ya es un anacronismo total; aunque muchos retirados de Argentina sigan “alertas contra los que quieren imponernos un trapo rojo como bandera”, tal el grado de alienación y/o vetustismo conceptual que los envuelven.
Los lamentables sucesos de Bolivia, demuestran la renovada vigencia de los alzamientos armados de uniformados (en ese caso policía y ejército), para perpetrar golpes de Estado fogoneados por oligarquías locales, con respaldo de evangélicos y sectores ultra conservadores del catolicismo; ahora con el inmediato
y explícito apoyo de EEUU, por medio de su presidente.
Claramente, esos poderes transnacionales siguen con su objetivo de
desguazar totalmente a Argentina, para con ello no solo disponer de nuestro territorio y riquezas, sino también impedir la necesaria constitución del bloque de poder de la Patria Grande.
Más allá de como termine el tema en Bolivia, lo que se puede avizorar es que un formato similar, o con varias similitudes, es muy posible que esté incubándose en Argentina, de acuerdo a la sumatoria de indicios señalados seguidamente.
Con bases de sustentación algo diferentes, las oligarquías de Bolivia y Argentina, son de vieja data; siendo ambas fuertemente excluyentes de los sectores populares, además de clasistas acentuadas, racistas, y gustosamente subordinadas a los poderes imperiales de turno. La soberanía y el desarrollo nacional no les importan, solo cuidan sus abusivos privilegios.
Los medios de difusión dominantes en ambos países, son funcionales o directamente manejados por los poderes oligárquicos e imperiales, salvo contadas excepciones en Argentina, y si las hay en Bolivia.
Las carencias conceptuales o directamente mediocridades acentuadas, de los sectores empresariales, que no asumen sus roles de burguesías progresistas y favorables a un sano proteccionismo nacional, para en cambio aceptar e impulsar dogmatismos e ideología neoliberal –claramente en perjuicio propio y del país-, son muy marcadas en Argentina (salvo honrosas excepciones), y seguramente la realidad es similar o peor en la hermana Bolivia. Sus adhesiones al “libre comercio” y otras falacias neoliberales, son pruebas de sus limitaciones de enfoques, operando contra sus propios intereses y los de la nación toda. Son marcadamente favorables a gobiernos de esa conformación ideológica, y reciben alborozados a los golpes de Estado que voltean a gobiernos populares y nacionales, con los cuales esos mismos empresarios se ven beneficiados; pero el cerrado dogmatismo y el odio de clase, suelen enceguecerlos. Hay excepciones, por supuesto.
Las fuerzas armadas y de seguridad, llevan largas décadas de cerrada colonización cultural, con la doctrina de la seguridad nacional –una aberración y anacronismo total- como basamento de sus cerrados dogmatismos cargados de prejuicios antinacionales y antipopulares; convenientemente “adornados” con mucho himno y bandera, cosa de salvar formalidades y evitar que se razonen las consecuencias reales de sus acciones, de claras subordinaciones a los mandatos imperiales de turno. En Argentina, la mentalidad “procesera” sigue incólume como supuesto conjunto de “verdades absolutas” y por ende incuestionables; por lo que no asumen todo el daño hecho al haber impuesto al apátrida neoliberalismo a punta de bayonetas. Entre los retirados, es mayoritariamente excluyente la ideología dogmática antiperonista, inculcada machaconamente en los institutos de formación militar, y como aberración conceptual (que se niegan a razonar) se consideran “patriotas y liberales”, lo cual es un oxímoron tan burdo como decirse “honestamente mafioso”. Eso sigue inculcándose a uniformados en actividad, con lo cual pasan a ser “material disponible” para cuanto golpe de Estado pseudo patriótico se quiera perpetrar. ¡Urge volver a tener vigente la Doctrina de la Defensa Nacional e inculcar reales Valores Patrióticos (no de opereta) y Nacionales, como fuerte reaseguro en defensa de La Patria!
Vinculado con lo anterior, existen fuertes evidencias, que los factores de poder que operan entre los uniformados, mantienen un aceitado sistema de comunicaciones informales, con mensajitos convenientemente edulcorados y precondicionados ideológicamente, para mantener y acentuar los dogmatismos ya inculcados, y eventualmente predisponer a efectuar actos
supuestamente “patrióticos” (léase represiones al pueblo como las
perpetradas contra manifestantes pacíficos, o directamente consumar nuevos golpes de Estado), subordinados a los dictados anglosajones.
Con esa ideología de la dependencia, operan ciertos “referentes”, que siguen dando letra a la tropa, que por desconocimiento de Geopolítica, Historia y Economía, carece de referencias válidas para analizar los aberrantes principios que les transmiten casi sin solución de continuidad desde 1955 y sobre todo desde 1976, predisponiendo potencialmente a nuevos quiebres institucionales, antinacionales y oligarquicos.
Los mercenarios de las comunicaciones, ya están instalando ideas que esmerilen la credibilidad del nuevo gobierno pronto a asumir, y es muy posible el accionar muy activo de los servicios cooptados por intereses antinacionales, a los mismos efectos.
En todo ello, el accionar de ciertas “progresías” de diversos pelajes, que son funcionales a los mismos intereses antinacionales, siempre terminan sumándose al caos y las acciones disolventes.
Los riesgos aparentemente difusos, son muy concretos, y la alocada idea de separar el “país central”, rico, blanco racista, oligárquico y excluyente, cobró estado público, y no debe tomarse como una simple bravuconada.
Hace décadas nos quieren desguazar y volver al más elemental subdesarrollo, y esos objetivos no tienen plazos. Por eso denigran de mil modos a gobiernos y sectores políticos que no se subordinan a tan abyectos dictados. Ahora, potenciales golpes de Estado, vuelven a ser una brutal herramienta de sometimiento y destrucción.
No se puede ni se debe desconocer esa preocupante amenaza a la propia subsistencia de Argentina, y al ya muy atacado proyecto de constituir la Patria Grande, elemental herramienta en esta época de grandes bloques geopolíticos.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
viernes, 8 de noviembre de 2019
ENERGÍA - CONDICIÓN NECESARIA PERO NO SUFICIENTE PARA EL DESARROLLO
La energía, en todas sus formas, puede ser un simple “commodity” (bien o servicio transable y exportable), y como tal un bien apetecible para el saqueo corporativo y/o imperial, como sucede en muchos países en los que el petróleo o el gas abundante llega a ser una “maldición económica”; o puede –y debe- ser el gran puntal, la piedra angular en la que se asiente el gran proceso autosustentable de desarrollo socio económico.
De por si sola, la existencia de grandes reservas de hidrocarburos, no garantiza el desarrollo, sobre todo en los países en los que los dólares fáciles de las exportaciones de esos hidrocarburos en bruto, impiden de hecho el desarrollo de otras actividades económicas.
Ese fenómeno es conocido como “el Mal Holandés”, por haberse estudiado los nocivos efectos de la irrupción descontrolada de divisas que en los casos acá analizados son producidas por un acentuado incremento de las exportaciones de hidrocarburos u otras materias primas, lo cual a su vez provoca la sobrevaluación de la moneda local, con sus desastrosos efectos sobre la industria y la economía local en general.
Eso sucedió también en otros grandes exportadores de hidrocarburos, que no protegieron o ni crearon sus industrias y dejaron expuestas sus economías al “libre mercado”, como Nigeria, Iraq, Arabia Saudita, Kuwait, Venezuela, Ecuador, y otros casos similares.
A diferencia, en Noruega, Irán y Rusia (por citar los casos más relevantes); el Estado asumió su rol rector, regulando al sector financiero y promoviendo el desarrollo diversificado, para evitar la primarización forzosa de la economía, la extranjerización de sus recursos hidrocarburíferos y la dilapidación de las divisas, incluso constituyéndose en el caso noruego un fondo anticíclico para la futura transición a una economía propia sin hidrocarburos. En los casos de Irán y Rusia, los análisis serían incompletos sin incluir las complejidades geopolíticas, cuyas evaluaciones requerirían al menos un par de extensos trabajos. Pero queda en claro que no se deja nada librado al “dios mercado” de los dogmáticos neoliberales, como se nos pretende imponer a los argentinos.
El de EEUU es un caso con otros caracteres, pero con puntos de coincidencia. EEUU (con sus particularidades de “libre mercado con el Estado interviniente”), se logró revertir el fuerte sesgo importador de hidrocarburos, que era un talón de Aquiles de su poderosa economía, y que ahora incluso experimenta un fuerte golpe de timón contra la globalización salvaje. Con explotaciones de fracking, EEUU pasó a ser de primer importador a importante exportador de hidrocarburos.
La “maldición del petróleo” sucede cuando se deja actual “libremente” a “los mercados” (o sea las corporaciones transnacionales y sus aliados oligárquicos locales). Ese sería el modelo de producción exclusivamente primaria de Vaca Muerta, sin el correcto abastecimiento al enanizado y escuálido mercado interno, achicado hasta la miseria por el neoliberalismo salvaje, e impulsor de exportaciones en bruto, sin agregarle valor agregado, como serían por caso fertilizantes, o combustibles procesados, u otros productos de la petroquímica; o mejor aun, diversos productos industriales fabricados localmente en base a energía barata y otros debidos estímulos económicos de un Estado activo y comprometido con el desarrollo nacional.
Claro que el accionar neoliberal en Vaca Muerta seria incluso más perjudicial para los Intereses Nacionales, si se confirma que el macrismo habría puesto la mega yacimiento hidrocarburífero, como garantía del irracional endeudamiento externo en el que nos sumió.
El Estado activo y su rol en la Energía, es la piedra basal que define si la posesión de riquezas energéticas será el puntal para el desarrollo, o simplemente operará como simple exportador de energéticos en bruto, con la afluencia de divisas fáciles y la sobrevaluación de nuestra moneda, que impida el desarrollo industrial y tecnológico, y con ello la grandeza nacional.
Este razonamiento, expuesto generalmente para el caso de los hidrocarburos, es también aplicable al litio, que muy pronto será un insumo estratégico y posiblemente escaso para la demanda enorme que se avizora, ante los avances tecnológicos en el rubro de automotores eléctricos.
Lo precedente no significa condenar –cuando la producción y las reservas comprobadas lo permiten-, las exportaciones de petróleo o gas en bruto, pero esas divisas fáciles no deben ser la excusa para dejar de lado el objetivo prioritario, que siempre debe ser el desarrollo socio económico, para lo cual la industrialización, la diversificación económica y el pleno desarrollo integrado de todo el territorio nacional son objetivos irrenunciables y esenciales.
Lo mismo cabe expresar referente al litio. Muy pobre objetivo sería solo planificar exportar materia prima en bruto, siendo que lo lógico es apuntar a procesarlo acá, para luego exportar bienes industriales –como por caso baterías o incluso automotores, que utilicen al litio como componente destacado.
La extrema cortedad de miras, evidenciada por el neoliberalismo, en esta tercera etapa de perpetración, resulta simplemente vergonzosa en el caso del gas.
Se impulsan y muestran como “un gran logro” las renacidas exportaciones de gas a Chile y ahora a Uruguay (tal como se hizo cuando se saqueó impunemente el gran yacimiento de Loma de la Lata, por parte de Repsol y otras, en el precedente período neoliberal del menemato y delarruato), pero se paralizaron desvergozadamente obras para abastecer a regiones y provincias que carecen por completo del esencial servicio de gas natural, sin excusas valederas, y con el claro objetivo de impedir el desarrollo. La paralización del GasNEA es muestra del plan de genocidio económico que perpetró el actual gobierno neoliberal –por suerte en plena y desordenada retirada-; siendo evidente que su real objetivo era consumar la disolución nacional, y de mínima, recrear aquella Argentina del “gobierno de la bosta” de la oligarquía contumaz del siglo XIX, que bajo formatos pseudo “democráticos” mantenían un esquema de tipo feudal campero.
La entrega de áreas marítimas para su explotación por parte de empresas británicas, es otra muestra cabal de la total carencia de valores patrióticos de los operadores del neoliberalismo, doctrina apátrida por definición. ¡Y el grueso de los uniformados, ni se da cuenta, tal es el grado extremo de sus confusiones conceptuales! Pero esto requeriría un análisis por separado.
La Energía es uno de los temas troncales, cuya correcta dilucidación, será pieza clave para salir del caos socio económico en el que con aviesa intencionalidad nos sumergieron los personeros del neoliberalismo; y con La Energía al servicio nacional, encarar un fuerte y rápido proceso de desarrollo socio económico, que nos es totalmente necesario.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ – Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
La energía, en todas sus formas, puede ser un simple “commodity” (bien o servicio transable y exportable), y como tal un bien apetecible para el saqueo corporativo y/o imperial, como sucede en muchos países en los que el petróleo o el gas abundante llega a ser una “maldición económica”; o puede –y debe- ser el gran puntal, la piedra angular en la que se asiente el gran proceso autosustentable de desarrollo socio económico.
De por si sola, la existencia de grandes reservas de hidrocarburos, no garantiza el desarrollo, sobre todo en los países en los que los dólares fáciles de las exportaciones de esos hidrocarburos en bruto, impiden de hecho el desarrollo de otras actividades económicas.
Ese fenómeno es conocido como “el Mal Holandés”, por haberse estudiado los nocivos efectos de la irrupción descontrolada de divisas que en los casos acá analizados son producidas por un acentuado incremento de las exportaciones de hidrocarburos u otras materias primas, lo cual a su vez provoca la sobrevaluación de la moneda local, con sus desastrosos efectos sobre la industria y la economía local en general.
Eso sucedió también en otros grandes exportadores de hidrocarburos, que no protegieron o ni crearon sus industrias y dejaron expuestas sus economías al “libre mercado”, como Nigeria, Iraq, Arabia Saudita, Kuwait, Venezuela, Ecuador, y otros casos similares.
A diferencia, en Noruega, Irán y Rusia (por citar los casos más relevantes); el Estado asumió su rol rector, regulando al sector financiero y promoviendo el desarrollo diversificado, para evitar la primarización forzosa de la economía, la extranjerización de sus recursos hidrocarburíferos y la dilapidación de las divisas, incluso constituyéndose en el caso noruego un fondo anticíclico para la futura transición a una economía propia sin hidrocarburos. En los casos de Irán y Rusia, los análisis serían incompletos sin incluir las complejidades geopolíticas, cuyas evaluaciones requerirían al menos un par de extensos trabajos. Pero queda en claro que no se deja nada librado al “dios mercado” de los dogmáticos neoliberales, como se nos pretende imponer a los argentinos.
El de EEUU es un caso con otros caracteres, pero con puntos de coincidencia. EEUU (con sus particularidades de “libre mercado con el Estado interviniente”), se logró revertir el fuerte sesgo importador de hidrocarburos, que era un talón de Aquiles de su poderosa economía, y que ahora incluso experimenta un fuerte golpe de timón contra la globalización salvaje. Con explotaciones de fracking, EEUU pasó a ser de primer importador a importante exportador de hidrocarburos.
La “maldición del petróleo” sucede cuando se deja actual “libremente” a “los mercados” (o sea las corporaciones transnacionales y sus aliados oligárquicos locales). Ese sería el modelo de producción exclusivamente primaria de Vaca Muerta, sin el correcto abastecimiento al enanizado y escuálido mercado interno, achicado hasta la miseria por el neoliberalismo salvaje, e impulsor de exportaciones en bruto, sin agregarle valor agregado, como serían por caso fertilizantes, o combustibles procesados, u otros productos de la petroquímica; o mejor aun, diversos productos industriales fabricados localmente en base a energía barata y otros debidos estímulos económicos de un Estado activo y comprometido con el desarrollo nacional.
Claro que el accionar neoliberal en Vaca Muerta seria incluso más perjudicial para los Intereses Nacionales, si se confirma que el macrismo habría puesto la mega yacimiento hidrocarburífero, como garantía del irracional endeudamiento externo en el que nos sumió.
El Estado activo y su rol en la Energía, es la piedra basal que define si la posesión de riquezas energéticas será el puntal para el desarrollo, o simplemente operará como simple exportador de energéticos en bruto, con la afluencia de divisas fáciles y la sobrevaluación de nuestra moneda, que impida el desarrollo industrial y tecnológico, y con ello la grandeza nacional.
Este razonamiento, expuesto generalmente para el caso de los hidrocarburos, es también aplicable al litio, que muy pronto será un insumo estratégico y posiblemente escaso para la demanda enorme que se avizora, ante los avances tecnológicos en el rubro de automotores eléctricos.
Lo precedente no significa condenar –cuando la producción y las reservas comprobadas lo permiten-, las exportaciones de petróleo o gas en bruto, pero esas divisas fáciles no deben ser la excusa para dejar de lado el objetivo prioritario, que siempre debe ser el desarrollo socio económico, para lo cual la industrialización, la diversificación económica y el pleno desarrollo integrado de todo el territorio nacional son objetivos irrenunciables y esenciales.
Lo mismo cabe expresar referente al litio. Muy pobre objetivo sería solo planificar exportar materia prima en bruto, siendo que lo lógico es apuntar a procesarlo acá, para luego exportar bienes industriales –como por caso baterías o incluso automotores, que utilicen al litio como componente destacado.
La extrema cortedad de miras, evidenciada por el neoliberalismo, en esta tercera etapa de perpetración, resulta simplemente vergonzosa en el caso del gas.
Se impulsan y muestran como “un gran logro” las renacidas exportaciones de gas a Chile y ahora a Uruguay (tal como se hizo cuando se saqueó impunemente el gran yacimiento de Loma de la Lata, por parte de Repsol y otras, en el precedente período neoliberal del menemato y delarruato), pero se paralizaron desvergozadamente obras para abastecer a regiones y provincias que carecen por completo del esencial servicio de gas natural, sin excusas valederas, y con el claro objetivo de impedir el desarrollo. La paralización del GasNEA es muestra del plan de genocidio económico que perpetró el actual gobierno neoliberal –por suerte en plena y desordenada retirada-; siendo evidente que su real objetivo era consumar la disolución nacional, y de mínima, recrear aquella Argentina del “gobierno de la bosta” de la oligarquía contumaz del siglo XIX, que bajo formatos pseudo “democráticos” mantenían un esquema de tipo feudal campero.
La entrega de áreas marítimas para su explotación por parte de empresas británicas, es otra muestra cabal de la total carencia de valores patrióticos de los operadores del neoliberalismo, doctrina apátrida por definición. ¡Y el grueso de los uniformados, ni se da cuenta, tal es el grado extremo de sus confusiones conceptuales! Pero esto requeriría un análisis por separado.
La Energía es uno de los temas troncales, cuya correcta dilucidación, será pieza clave para salir del caos socio económico en el que con aviesa intencionalidad nos sumergieron los personeros del neoliberalismo; y con La Energía al servicio nacional, encarar un fuerte y rápido proceso de desarrollo socio económico, que nos es totalmente necesario.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ – Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
domingo, 3 de noviembre de 2019
ENERGÍA PARA EL DESARROLLO SOCIO ECONÓMICO - CONCEPTOS Y PAUTAS BÁSICAS DE ACCIÓN
En breve síntesis, se señalan las que se consideran principales líneas de acciones para volver a convertir al Sector Energético en un factor esencial para el desarrollo nacional.
Sin ninguna duda, la dolarización de las tarifas de todos los energéticos, fue una medida perversa para concentrar la riqueza en manos de petroleras; gasíferas; generadoras, transportadoras y distribuidoras eléctricas; provocando una acentuada pobreza energética en la población y concentrando desmedidamente recursos en las pocas manos de las corporaciones beneficiadas; en detrimento de la población y de las empresas industriales, comerciales y de servicios en general. Es de urgencia y absoluta justicia, volver a pesificar todas las tarifas, e incluso dejar sin efecto leoninos incrementos de precios de todos los energéticos. Somos productores de gas y petróleo, además de electricidad, de ningún modo se justifica la dolarización impuesta por los neoliberales.
La política de precios fijos y uniformes en todo el país, para los combustibles fósiles, debe reimplementarse a la mayor brevedad. El transporte fluvial y marítimo para el abastecimiento del mercado interno, disminuyendo costos operativos, debe reimpulsarse, superando intereses creados y el accionar disolvente de los voceros del subdesarrollo crónico.
El desguace de los Entes Energéticos Estatales, fue claramente una pieza clave de los neoliberales, para que las corporaciones manejen a su antojo todo el muy estratégico Sector Energético. A eso tendió todo el accionar durante el “proceso”, después durante la partidocracia cleptocrática inmediatamente posterior, y mucho más en el tercer período neoliberal pronto a terminar, sobre todo entendiendo que pusieron a sus personeros a manejar directamente todo, “atendiendo desde los dos lados del mostrador”. Aranguren fue el caso más explícito, pero no el único. Es de crucial importancia reestatizar todo el sector, e incluso recrear entes muy importantes, disueltos de un plumazo, como Agua y Energía Eléctrica, Gas del Estado, YCF, las grandes generadoras y todo el sistema de transmisión eléctrica. Fue muy fácil destruirlos, reconstruirlos será sin duda mucho más trabajoso, y es previsible que el establishment liberal provoque trabas, pero es de importancia crucial volver a tener el manejo estatal directo de tan estratégico sector.
Vaca Muerta, el mega yacimiento de gas y petróleo no convencional, debe servir excluyentemente para el desarrollo nacional, abasteciendo prioritariamente al mercado interno y proveyendo materias primas hidrocarburíferas para la fuerte reindustrialización nacional. Debe ser manejado por el Estado Nacional, con participación de las provincias en las que se encuentra. Pero para todas las tratativas con empresas extranjeras, debe existir un solo interlocutor fuerte, el Estado Nacional. Fragmentar ese poder de decisión es debilitarnos y propender a la fragmentación nacional. Se debe impedir, como es habitual en períodos de hegemonía excluyente neoliberal, que las corporaciones manejen la producción, la venta y la exportación, a sus antojos, tal como en el noventismo sucedió cuando Repsol y otras extranjeras (más algunas privadas “nacionales”) se dedicaron a “ordeñar” los yacimientos descubiertos por YPF –el caso del mega yacimiento de Loma de La Lata es el peor caso testigo-, saqueando literalmente nuestras reservas para exportarlas al como sea, y perpetrando con la complicidad del Estado amorfo neoliberal, la fuga de las divisas resultantes, las que en muchos casos ni siquiera ingresaron al país. Toda la prensa canalla y mercenaria, ocultó semejante atroz negociado en perjuicio de los argentinos.
El escandaloso negociado de las “renovables” eólicas y solares, fogoneado por presiones de las ONGs “ecologistas” (cómplices de petroleras extranjeras e incorporadas de hecho como colaboradoras de los gobiernos apátridas neoliberales), e incentivado por opiniones nunca neutras ni objetivas de múltiples opinólogos y por varias publicaciones electrónicas “especializadas”, que funcionan como arietes para imponer condiciones lesivas a los Intereses Nacionales, es un combo muy perjudicial que debe ser inmediatamente frenado y desarticulado. Los contratos de las “renovables” (concepto en si falaz, pues la ley que presionaron para aprobar tergiversa el concepto, al excluir a las hidroeléctricas importantes), son dolarizados y con tarifas indexadas, además de incluir irritantes privilegios, como la prioridad para despachar energía (venderla) sin importar que sus precios sean más altos. Por otra parte, las “renovables” eólicas y solares, además de producir energía de muy baja calidad, pues son intermitentes y con ello técnicamente inútiles para operar como base de ningún sistema eléctrico, ocultan el hecho que para cubrir sus baches de generación, necesitan el respaldo de una usina termoeléctrica (consumidora de petróleo o gas, o sea contaminante), y ese respaldo debe ser “en caliente”, o sea funcionando. Además, armaron todo un entramado de prebendas, sin las cuales no podría funcionar, pues no son competitivas en absoluto. En síntesis, un negociado escandaloso, del cual incluso participó el actual presidente neoliberal por medio de una de sus asociadas. La parte técnica está descripta en el libro LOS PROFETAS DEL CAOS, disponible en mi blog.
La fragilidad del Sistema Eléctrico Nacional en buena parte es consecuencia de la extrema dependencia respecto a la generación termoeléctrica, lo cual urge corregir. Deben tener fuerte impulso los proyectos hidroeléctricos y nucleares, los cuales no por casualidad, fueron frenados y desechados por el gobierno neoliberal que ya caduca.
El accionar pernicioso, de voceros del subdesarrollo crónico y de los intereses de empresas extranjeras, como el de los ocho exsecretarios de energía de la partidocracia cleptocrática, debe ser refutado con sólidas bases y con contundencia, para neutralizar los efectos negativos y corrosivos en la opinión pública, tan poco conocedora de estos temas tan técnicos.
Debe volver a darse muy fuerte apoyo e impulso al Sector Nuclear, lo cual redundará en muy positivos efectos generales, dado su enorme efecto multiplicador positivo.
Es imperativo crear una Secretaría de Proyectos Hidroeléctricos, dependiente del Ministerio de Energía, para reconstituir la base de datos técnicos que alguna vez estuvieron en poder de Agua y Energía Eléctrica, con los cuales establecer prioridades, las que deben tener un fuerte acento federal, pero manejado todo eso por el Estado Nacional, con intervenciones de las provincias.
Conociendo el rol destructivo y antinacional, del ultra ecologismo (fogoneado por las Potencias Atlantistas, las petroleras – gasíferas transnacionales y el mega sector financiero especulativo), debe tenerse disponible, actualizada y bien fundamentada una sólida base de datos, que ponga en evidencia las falacias, tergiversaciones e intereses ocultos, que motivan el disolvente accionar de esas ONGs, Fundaciones y similares, con presupuestos, coberturas y/o libretos provistos desde las Potencias Atlantistas.
La falta de inversiones en el Sector Eléctrico, en estos cuatro años de neoliberalismo recargado, deberá revertirse con una fuerte inyección de obras en Generación, Transmisión y Distribución. De efecto casi inmediato, serán las instalaciones de los ciclos combinados, en grandes usinas diseñadas al efecto, como las montadas a la vera de la Cuenca Del Plata. Como aprovecharán los gases de combustión, su efecto en el consumo de hidrocarburos y en la contaminación ambiental, serán nulos. La corrosiva “filosofía” de la generación distribuida, implementada para justificar instalaciones de “renovables”, debe ser dejada de lado, para volver a enfatizar las instalaciones de grandes generadoras, de mucho menores costos reales por kWh y menores impactos ambientales reales, que las múltiples mini centrales fogoneadas por el ultra ecologismo y otros intereses no siempre puestos en evidencia. El gran corte de energía eléctrica, que afectó a casi todo el país y repercutió en países vecinos, es prueba irrefutable de la carencia de inversiones imprescindibles y del aquelarre institucionalizado en el que se sumió al Sector Eléctrico y al Energético en general.
Se necesitan más refinerías, para abastecer adecuadamente a todo el territorio nacional. Sus costos de instalaciones se amortizarán evitando importaciones de combustibles procesados, e incluso exportando esos productos.
La industria de los biocombustibles, que de prácticamente cero pasó a ser una de las más importantes del mundo, en el precedente gobierno peronista, fue puesta en estado de disolución total por el desgobierno premeditado del tercer período neoliberal. Puede y debe recuperarse rápidamente, e incluso será factible incrementar el consumo interno, aumentando los porcentajes de cortes de los hidrocarburos con biocombustibles. Es muy claro que el mercado de exportación sufrió las políticas restrictivas de la UE, como clara represalia por haber recuperado el control de YPF, a lo que se sumó EEUU. Hay otros mercados en el mundo, e incluso es factible recuperar esos mercados consumidores.
China, Rusia, India y otras potencias emergentes, pueden y deben ser socios estratégicos para esta política de desarrollo energético; lo cual no implica quebrar relaciones con las Potencias Atlantistas, pero a desarrollarse sin desmedro de nuestra soberanía.
Las concesiones de áreas hidrocarburíferas marinas, dadas a empresas británicas, deben reverse, e incluso lo mismo respecto a inversiones autorizadas en territorio continental, pues implican avalar la usurpación territorial y otras políticas agresivas del viejo imperio.
El listado no se agota, pero lo esencial está sintetizado.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
En breve síntesis, se señalan las que se consideran principales líneas de acciones para volver a convertir al Sector Energético en un factor esencial para el desarrollo nacional.
Sin ninguna duda, la dolarización de las tarifas de todos los energéticos, fue una medida perversa para concentrar la riqueza en manos de petroleras; gasíferas; generadoras, transportadoras y distribuidoras eléctricas; provocando una acentuada pobreza energética en la población y concentrando desmedidamente recursos en las pocas manos de las corporaciones beneficiadas; en detrimento de la población y de las empresas industriales, comerciales y de servicios en general. Es de urgencia y absoluta justicia, volver a pesificar todas las tarifas, e incluso dejar sin efecto leoninos incrementos de precios de todos los energéticos. Somos productores de gas y petróleo, además de electricidad, de ningún modo se justifica la dolarización impuesta por los neoliberales.
La política de precios fijos y uniformes en todo el país, para los combustibles fósiles, debe reimplementarse a la mayor brevedad. El transporte fluvial y marítimo para el abastecimiento del mercado interno, disminuyendo costos operativos, debe reimpulsarse, superando intereses creados y el accionar disolvente de los voceros del subdesarrollo crónico.
El desguace de los Entes Energéticos Estatales, fue claramente una pieza clave de los neoliberales, para que las corporaciones manejen a su antojo todo el muy estratégico Sector Energético. A eso tendió todo el accionar durante el “proceso”, después durante la partidocracia cleptocrática inmediatamente posterior, y mucho más en el tercer período neoliberal pronto a terminar, sobre todo entendiendo que pusieron a sus personeros a manejar directamente todo, “atendiendo desde los dos lados del mostrador”. Aranguren fue el caso más explícito, pero no el único. Es de crucial importancia reestatizar todo el sector, e incluso recrear entes muy importantes, disueltos de un plumazo, como Agua y Energía Eléctrica, Gas del Estado, YCF, las grandes generadoras y todo el sistema de transmisión eléctrica. Fue muy fácil destruirlos, reconstruirlos será sin duda mucho más trabajoso, y es previsible que el establishment liberal provoque trabas, pero es de importancia crucial volver a tener el manejo estatal directo de tan estratégico sector.
Vaca Muerta, el mega yacimiento de gas y petróleo no convencional, debe servir excluyentemente para el desarrollo nacional, abasteciendo prioritariamente al mercado interno y proveyendo materias primas hidrocarburíferas para la fuerte reindustrialización nacional. Debe ser manejado por el Estado Nacional, con participación de las provincias en las que se encuentra. Pero para todas las tratativas con empresas extranjeras, debe existir un solo interlocutor fuerte, el Estado Nacional. Fragmentar ese poder de decisión es debilitarnos y propender a la fragmentación nacional. Se debe impedir, como es habitual en períodos de hegemonía excluyente neoliberal, que las corporaciones manejen la producción, la venta y la exportación, a sus antojos, tal como en el noventismo sucedió cuando Repsol y otras extranjeras (más algunas privadas “nacionales”) se dedicaron a “ordeñar” los yacimientos descubiertos por YPF –el caso del mega yacimiento de Loma de La Lata es el peor caso testigo-, saqueando literalmente nuestras reservas para exportarlas al como sea, y perpetrando con la complicidad del Estado amorfo neoliberal, la fuga de las divisas resultantes, las que en muchos casos ni siquiera ingresaron al país. Toda la prensa canalla y mercenaria, ocultó semejante atroz negociado en perjuicio de los argentinos.
El escandaloso negociado de las “renovables” eólicas y solares, fogoneado por presiones de las ONGs “ecologistas” (cómplices de petroleras extranjeras e incorporadas de hecho como colaboradoras de los gobiernos apátridas neoliberales), e incentivado por opiniones nunca neutras ni objetivas de múltiples opinólogos y por varias publicaciones electrónicas “especializadas”, que funcionan como arietes para imponer condiciones lesivas a los Intereses Nacionales, es un combo muy perjudicial que debe ser inmediatamente frenado y desarticulado. Los contratos de las “renovables” (concepto en si falaz, pues la ley que presionaron para aprobar tergiversa el concepto, al excluir a las hidroeléctricas importantes), son dolarizados y con tarifas indexadas, además de incluir irritantes privilegios, como la prioridad para despachar energía (venderla) sin importar que sus precios sean más altos. Por otra parte, las “renovables” eólicas y solares, además de producir energía de muy baja calidad, pues son intermitentes y con ello técnicamente inútiles para operar como base de ningún sistema eléctrico, ocultan el hecho que para cubrir sus baches de generación, necesitan el respaldo de una usina termoeléctrica (consumidora de petróleo o gas, o sea contaminante), y ese respaldo debe ser “en caliente”, o sea funcionando. Además, armaron todo un entramado de prebendas, sin las cuales no podría funcionar, pues no son competitivas en absoluto. En síntesis, un negociado escandaloso, del cual incluso participó el actual presidente neoliberal por medio de una de sus asociadas. La parte técnica está descripta en el libro LOS PROFETAS DEL CAOS, disponible en mi blog.
La fragilidad del Sistema Eléctrico Nacional en buena parte es consecuencia de la extrema dependencia respecto a la generación termoeléctrica, lo cual urge corregir. Deben tener fuerte impulso los proyectos hidroeléctricos y nucleares, los cuales no por casualidad, fueron frenados y desechados por el gobierno neoliberal que ya caduca.
El accionar pernicioso, de voceros del subdesarrollo crónico y de los intereses de empresas extranjeras, como el de los ocho exsecretarios de energía de la partidocracia cleptocrática, debe ser refutado con sólidas bases y con contundencia, para neutralizar los efectos negativos y corrosivos en la opinión pública, tan poco conocedora de estos temas tan técnicos.
Debe volver a darse muy fuerte apoyo e impulso al Sector Nuclear, lo cual redundará en muy positivos efectos generales, dado su enorme efecto multiplicador positivo.
Es imperativo crear una Secretaría de Proyectos Hidroeléctricos, dependiente del Ministerio de Energía, para reconstituir la base de datos técnicos que alguna vez estuvieron en poder de Agua y Energía Eléctrica, con los cuales establecer prioridades, las que deben tener un fuerte acento federal, pero manejado todo eso por el Estado Nacional, con intervenciones de las provincias.
Conociendo el rol destructivo y antinacional, del ultra ecologismo (fogoneado por las Potencias Atlantistas, las petroleras – gasíferas transnacionales y el mega sector financiero especulativo), debe tenerse disponible, actualizada y bien fundamentada una sólida base de datos, que ponga en evidencia las falacias, tergiversaciones e intereses ocultos, que motivan el disolvente accionar de esas ONGs, Fundaciones y similares, con presupuestos, coberturas y/o libretos provistos desde las Potencias Atlantistas.
La falta de inversiones en el Sector Eléctrico, en estos cuatro años de neoliberalismo recargado, deberá revertirse con una fuerte inyección de obras en Generación, Transmisión y Distribución. De efecto casi inmediato, serán las instalaciones de los ciclos combinados, en grandes usinas diseñadas al efecto, como las montadas a la vera de la Cuenca Del Plata. Como aprovecharán los gases de combustión, su efecto en el consumo de hidrocarburos y en la contaminación ambiental, serán nulos. La corrosiva “filosofía” de la generación distribuida, implementada para justificar instalaciones de “renovables”, debe ser dejada de lado, para volver a enfatizar las instalaciones de grandes generadoras, de mucho menores costos reales por kWh y menores impactos ambientales reales, que las múltiples mini centrales fogoneadas por el ultra ecologismo y otros intereses no siempre puestos en evidencia. El gran corte de energía eléctrica, que afectó a casi todo el país y repercutió en países vecinos, es prueba irrefutable de la carencia de inversiones imprescindibles y del aquelarre institucionalizado en el que se sumió al Sector Eléctrico y al Energético en general.
Se necesitan más refinerías, para abastecer adecuadamente a todo el territorio nacional. Sus costos de instalaciones se amortizarán evitando importaciones de combustibles procesados, e incluso exportando esos productos.
La industria de los biocombustibles, que de prácticamente cero pasó a ser una de las más importantes del mundo, en el precedente gobierno peronista, fue puesta en estado de disolución total por el desgobierno premeditado del tercer período neoliberal. Puede y debe recuperarse rápidamente, e incluso será factible incrementar el consumo interno, aumentando los porcentajes de cortes de los hidrocarburos con biocombustibles. Es muy claro que el mercado de exportación sufrió las políticas restrictivas de la UE, como clara represalia por haber recuperado el control de YPF, a lo que se sumó EEUU. Hay otros mercados en el mundo, e incluso es factible recuperar esos mercados consumidores.
China, Rusia, India y otras potencias emergentes, pueden y deben ser socios estratégicos para esta política de desarrollo energético; lo cual no implica quebrar relaciones con las Potencias Atlantistas, pero a desarrollarse sin desmedro de nuestra soberanía.
Las concesiones de áreas hidrocarburíferas marinas, dadas a empresas británicas, deben reverse, e incluso lo mismo respecto a inversiones autorizadas en territorio continental, pues implican avalar la usurpación territorial y otras políticas agresivas del viejo imperio.
El listado no se agota, pero lo esencial está sintetizado.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
domingo, 27 de octubre de 2019
FANTOCHADAS DE LOS “CHILENISTAS”
De muy larga data, es que los sectores políticamente más reaccionarios, o sea ultra conservadores hasta lo indecible, nos hayan pretendido engañar con las supuestas “grandes ventajas” y el “buen ejemplo” del modelo político – económico de Chile.
Liberales de distintos pelajes y diversos “cartelitos” políticos, dirigentes empresarios con mentalidad de bolicheros semianalfabetos, neoliberales recalcitrantes, “progresías” varias muy confusas, proceseros contumaces y muy obcecados, el grueso de la muy poco informada y prejuiciosa “familia militar liberal”, economistas autopromocionados en busca de cargos de jugosas remuneraciones o asesorías muy bien pagas, periodistas al tanto por cuanto, y acomodaticios varios, han sido los constantes y muy tenaces promotores del “modelo chileno”, presentado como la panacea de la “democracia” y el “orden económico”.
Incluso recientemente, el candidato a presidente “libertario” (o sea neoliberal recargado) J. L. Espert, en sus ampulosos y melosos discursos, presentó a Chile como “el modelo a seguir”, mencionando también como “modelos” a Paraguay y Perú. Del hermano pueblo paraguayo podemos decir que carece casi por completo de atención médica de calidad, que solo puede aspirar a la educación primaria muy elemental, y que la sociedad paraguaya es fuertemente elitista y excluyente de las grandes mayorías de su población. Y bastante similar es el caso del hermano pueblo peruano. Pero eso no lo dice el “libertario”.
Con el actual estallido de las protestas en Ecuador, en Chile y con otros caracteres en Perú; del pueblo harto de prebendas y privilegios abusivos para las minorías oligárquicas, y frustraciones para el grueso de la población, las falsedades e hipocresías de esos tres ejemplos claros de neoliberalismo aplicado, estallaron a la vista de todos…si bien el periodismo concentrado busca ocultar los hechos, sus terribles consecuencias, y sobre todo, las causas de vieja data que provocaron el acentuado descontento y bronca popular.
Con Chile en particular, intentaban promocionar el envoltorio sin dejar ver el contenido. Es como mostrar un hermoso celofán muy colorido, que presupone un contenido mejor aun, tal como se estila en los regalos…solo que el contenido apenas se escarba un poco es directamente impresentable, como regalar chatarra oxidada, oculta en un prolijo paquete; en este caso un envoltorio de mentiras y tergiversaciones, tan usuales entre los promotores del neoliberalismo.
El modelo político chileno, es la directa continuidad del pinochetismo, que hasta les impuso una constitución que la clase política no tuvo el coraje de cambiar, o fue directamente cómplice por cobardía o espíritu acomodaticio.
Y eso es lo que envidian los proceseros argentinos, pues allá las fuerzas armadas no dejaron su ideología neoliberal sino que siguen siendo como tales (como personeros del neoliberalismo apátrida) un factor de poder, por encima de los formalismos democráticos, además de la impunidad total de la que gozan del otro lado de la cordillera los uniformados golpistas neoliberales, y los civiles que les dictaron letra.
Al igual que los proceseros de este lado de la cordillera, los militares chilenos están fuertemente imbuidos del patriotismo declamativo, de bajo vuelo, y siendo en su mayor parte provenientes de las clases sociales bajas o medias bajas, están particularmente dispuestos a apalear civiles, muchos de ellos de sus mismos orígenes socio económicos y étnicos. Aunque como dijera algún retirado de mentalidad nacional, los suboficiales chilenos saben más de geopolítica que los altos oficiales argentinos. Por supuesto, hay excepciones.
Algún amigo que conoce del paño social chileno, lo definió con notable agudeza: “Chile es un país donde un millón de caucásicos dominan y someten a voluntad a quince millones de mestizos”. O sea, una minoría excluyentemente blanca (por lo general germánicos y vascos, de mentalidad veladamente racista) tiene el monopolio del poder socio económico, excluyendo al resto de la población, mayoritariamente compuesta por descendientes de pueblos preexistentes mezclados con españoles.
Ese es un concepto en nada racial, pero si de precisos caracteres sociológicos descriptivos. Es una sociedad fuertemente clasista, excluyente, y posiblemente con ribetes racistas cuidadosamente ocultados por ser “políticamente inconvenientes”.
Esa exclusión involucra a la educación pública y la salud. Lo estatal es insuficiente, y por lo general de muy baja calidad, lo cual hace depender de servicios de educación y salud pagos, lo que ante los bajos salarios imperantes, opera como factor de fuerte exclusión para las grandes mayorías de la población.
Incluso se pudo ver mentir –descaramente- al presidente Piñera, cuando en un discurso difundido por TV afirmó que “no existe en el mundo acceso gratuito a la Universidad”, siendo que es conocido que desde el peronismo en adelante, la Universidad es gratuita en Argentina. Y tampoco puede decir que sea la nuestra una educación universitaria de baja calidad, pues el buen nivel es de público conocimiento. Incluso nuestros Premios Nobel, son todos ellos egresados de la Universidad Pública, al igual que muchos relevantes científicos y profesionales de distintas áreas. Y por algo, en la Comisión Nacional de Energía Atómica, ente de excelencia científica, prefieren incorporar a egresados de Universidades Nacionales... Lo escuché explícitamente en una conferencia en la Sede Central.
Chile estalló, y no se puede decir que sea obra de “terroristas” o “subversivos marxistas” ni ninguna de las justificaciones que prestamente presentan las oligarquías cuando se las cuestiona con fundamentos. Es claramente el pueblo que se hartó, y lo mismo evidencia suceder en Ecuador, con un gobierno que traicionó sus principios y es genuflexo ante sus mandantes extranjeros. Además que Lenin Moreno en forma arrastrada, canceló el asilo a Assange, lo cual sin duda le estará significando un serio riesgo a su integridad y a su salud mental, habida cuenta de los siniestros antecedentes de los neocolonialistas contra los que los desafían o no se subordinan a sus turbios manejos.
En Chile existe el “bipartidismo” y la “alternancia” al estilo del liberalismo apátrida, o sea se alternan en el poder pero para que nada cambie, por más “socialismo” que algunos proclamen.
Carecen de una alternativa Nacional y Popular con la cual canalizar el descontento y la real oposición política a un modelo socio económico excluyente.
En Argentina, ante aberraciones tan o más graves perpetradas por el neoliberalismo macrista, el estallido social posiblemente no se dio, pues la cercanía de las elecciones brinda una concreta posibilidad de positiva transformación socio económica.
Por otra parte, aunque les moleste visceralmente a los sectores oligárquicos y al gorilismo militar tan severamente inculcado desde 1955, y acentuado desde 1976, la aglutinación de lo Nacional y Popular que se sintetiza en el peronismo, con su sólida doctrina y sus concretos logros, marca una profunda diferencia de Argentina respecto a varios de los otros países de Sudamérica, que carecen de una expresión política de similares caracteres.
En Perú, el aprismo, que fue precursor en defensa de lo Nacional y del concepto de Patria Grande, se desdibujó. En Brasil, Lula, con todo su accionar y sus transformaciones socio económicas, no logró institucionalizar sus ideas como para garantizar perdurabilidad ante los embates apátridas y oligárquicos. En Ecuador, Moreno traicionó todos sus principios.
Lo que en verdad buscan los promotores de la “chilenización” de Argentina, es institucionalizar la precariedad laboral, los muy bajos salarios, la represión salvaje que impida todo disenso “peligroso” (o sea que pueda desestabilizar el statu quo ultra conservador), la primarización extrema de la economía, y la subordinación total a los poderes financieros transnacionales, operando como meras marionetas de las Potencias Atlantistas y sus agresivos dictados.
Y en todo ese cuadro de situación, incluyendo la guerra híbrida que soporta Venezuela, se pueden advertir las acciones geopolíticas disolventes del poder financiero transnacional y de las muy agresivas potencias neocolonialistas del siglo XXI, con sus aliados menores de Los Atlantistas.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
De muy larga data, es que los sectores políticamente más reaccionarios, o sea ultra conservadores hasta lo indecible, nos hayan pretendido engañar con las supuestas “grandes ventajas” y el “buen ejemplo” del modelo político – económico de Chile.
Liberales de distintos pelajes y diversos “cartelitos” políticos, dirigentes empresarios con mentalidad de bolicheros semianalfabetos, neoliberales recalcitrantes, “progresías” varias muy confusas, proceseros contumaces y muy obcecados, el grueso de la muy poco informada y prejuiciosa “familia militar liberal”, economistas autopromocionados en busca de cargos de jugosas remuneraciones o asesorías muy bien pagas, periodistas al tanto por cuanto, y acomodaticios varios, han sido los constantes y muy tenaces promotores del “modelo chileno”, presentado como la panacea de la “democracia” y el “orden económico”.
Incluso recientemente, el candidato a presidente “libertario” (o sea neoliberal recargado) J. L. Espert, en sus ampulosos y melosos discursos, presentó a Chile como “el modelo a seguir”, mencionando también como “modelos” a Paraguay y Perú. Del hermano pueblo paraguayo podemos decir que carece casi por completo de atención médica de calidad, que solo puede aspirar a la educación primaria muy elemental, y que la sociedad paraguaya es fuertemente elitista y excluyente de las grandes mayorías de su población. Y bastante similar es el caso del hermano pueblo peruano. Pero eso no lo dice el “libertario”.
Con el actual estallido de las protestas en Ecuador, en Chile y con otros caracteres en Perú; del pueblo harto de prebendas y privilegios abusivos para las minorías oligárquicas, y frustraciones para el grueso de la población, las falsedades e hipocresías de esos tres ejemplos claros de neoliberalismo aplicado, estallaron a la vista de todos…si bien el periodismo concentrado busca ocultar los hechos, sus terribles consecuencias, y sobre todo, las causas de vieja data que provocaron el acentuado descontento y bronca popular.
Con Chile en particular, intentaban promocionar el envoltorio sin dejar ver el contenido. Es como mostrar un hermoso celofán muy colorido, que presupone un contenido mejor aun, tal como se estila en los regalos…solo que el contenido apenas se escarba un poco es directamente impresentable, como regalar chatarra oxidada, oculta en un prolijo paquete; en este caso un envoltorio de mentiras y tergiversaciones, tan usuales entre los promotores del neoliberalismo.
El modelo político chileno, es la directa continuidad del pinochetismo, que hasta les impuso una constitución que la clase política no tuvo el coraje de cambiar, o fue directamente cómplice por cobardía o espíritu acomodaticio.
Y eso es lo que envidian los proceseros argentinos, pues allá las fuerzas armadas no dejaron su ideología neoliberal sino que siguen siendo como tales (como personeros del neoliberalismo apátrida) un factor de poder, por encima de los formalismos democráticos, además de la impunidad total de la que gozan del otro lado de la cordillera los uniformados golpistas neoliberales, y los civiles que les dictaron letra.
Al igual que los proceseros de este lado de la cordillera, los militares chilenos están fuertemente imbuidos del patriotismo declamativo, de bajo vuelo, y siendo en su mayor parte provenientes de las clases sociales bajas o medias bajas, están particularmente dispuestos a apalear civiles, muchos de ellos de sus mismos orígenes socio económicos y étnicos. Aunque como dijera algún retirado de mentalidad nacional, los suboficiales chilenos saben más de geopolítica que los altos oficiales argentinos. Por supuesto, hay excepciones.
Algún amigo que conoce del paño social chileno, lo definió con notable agudeza: “Chile es un país donde un millón de caucásicos dominan y someten a voluntad a quince millones de mestizos”. O sea, una minoría excluyentemente blanca (por lo general germánicos y vascos, de mentalidad veladamente racista) tiene el monopolio del poder socio económico, excluyendo al resto de la población, mayoritariamente compuesta por descendientes de pueblos preexistentes mezclados con españoles.
Ese es un concepto en nada racial, pero si de precisos caracteres sociológicos descriptivos. Es una sociedad fuertemente clasista, excluyente, y posiblemente con ribetes racistas cuidadosamente ocultados por ser “políticamente inconvenientes”.
Esa exclusión involucra a la educación pública y la salud. Lo estatal es insuficiente, y por lo general de muy baja calidad, lo cual hace depender de servicios de educación y salud pagos, lo que ante los bajos salarios imperantes, opera como factor de fuerte exclusión para las grandes mayorías de la población.
Incluso se pudo ver mentir –descaramente- al presidente Piñera, cuando en un discurso difundido por TV afirmó que “no existe en el mundo acceso gratuito a la Universidad”, siendo que es conocido que desde el peronismo en adelante, la Universidad es gratuita en Argentina. Y tampoco puede decir que sea la nuestra una educación universitaria de baja calidad, pues el buen nivel es de público conocimiento. Incluso nuestros Premios Nobel, son todos ellos egresados de la Universidad Pública, al igual que muchos relevantes científicos y profesionales de distintas áreas. Y por algo, en la Comisión Nacional de Energía Atómica, ente de excelencia científica, prefieren incorporar a egresados de Universidades Nacionales... Lo escuché explícitamente en una conferencia en la Sede Central.
Chile estalló, y no se puede decir que sea obra de “terroristas” o “subversivos marxistas” ni ninguna de las justificaciones que prestamente presentan las oligarquías cuando se las cuestiona con fundamentos. Es claramente el pueblo que se hartó, y lo mismo evidencia suceder en Ecuador, con un gobierno que traicionó sus principios y es genuflexo ante sus mandantes extranjeros. Además que Lenin Moreno en forma arrastrada, canceló el asilo a Assange, lo cual sin duda le estará significando un serio riesgo a su integridad y a su salud mental, habida cuenta de los siniestros antecedentes de los neocolonialistas contra los que los desafían o no se subordinan a sus turbios manejos.
En Chile existe el “bipartidismo” y la “alternancia” al estilo del liberalismo apátrida, o sea se alternan en el poder pero para que nada cambie, por más “socialismo” que algunos proclamen.
Carecen de una alternativa Nacional y Popular con la cual canalizar el descontento y la real oposición política a un modelo socio económico excluyente.
En Argentina, ante aberraciones tan o más graves perpetradas por el neoliberalismo macrista, el estallido social posiblemente no se dio, pues la cercanía de las elecciones brinda una concreta posibilidad de positiva transformación socio económica.
Por otra parte, aunque les moleste visceralmente a los sectores oligárquicos y al gorilismo militar tan severamente inculcado desde 1955, y acentuado desde 1976, la aglutinación de lo Nacional y Popular que se sintetiza en el peronismo, con su sólida doctrina y sus concretos logros, marca una profunda diferencia de Argentina respecto a varios de los otros países de Sudamérica, que carecen de una expresión política de similares caracteres.
En Perú, el aprismo, que fue precursor en defensa de lo Nacional y del concepto de Patria Grande, se desdibujó. En Brasil, Lula, con todo su accionar y sus transformaciones socio económicas, no logró institucionalizar sus ideas como para garantizar perdurabilidad ante los embates apátridas y oligárquicos. En Ecuador, Moreno traicionó todos sus principios.
Lo que en verdad buscan los promotores de la “chilenización” de Argentina, es institucionalizar la precariedad laboral, los muy bajos salarios, la represión salvaje que impida todo disenso “peligroso” (o sea que pueda desestabilizar el statu quo ultra conservador), la primarización extrema de la economía, y la subordinación total a los poderes financieros transnacionales, operando como meras marionetas de las Potencias Atlantistas y sus agresivos dictados.
Y en todo ese cuadro de situación, incluyendo la guerra híbrida que soporta Venezuela, se pueden advertir las acciones geopolíticas disolventes del poder financiero transnacional y de las muy agresivas potencias neocolonialistas del siglo XXI, con sus aliados menores de Los Atlantistas.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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