domingo, 25 de noviembre de 2018

ACERCA DE EXPOSICIONES DISCUTIBLES – IDEOLOGÍAS, DOCTRINAS Y PREJUICIOS
Un alto oficial retirado y veterano de guerra, expuso sus conceptos respecto a la que llama Doctrina Crux, la cual no se referencia en la cruz cristiana, sino en enfatizar aspectos morales muy esenciales, con cuyos cumplimientos sin duda toda la sociedad (y en particular el pueblo argentino) mejoraría mucho, casi en camino a la perfección ética aplicada a la cosa pública.
El tema está en que ese dechado de buenas intenciones, con seguridad naufragaría en las confusiones y verdades a medias, que sin duda buscarían reinstalar los sempiternos oportunistas, trepadores al como sea, especuladores y apátridas de todo pelaje, sobre todo los que enfundándose en las apariencias y en los formalismos, terminan practicando las más viles entregas de soberanía y avalando la destrucción nacional; como es el caso recurrente y ahora muy agravado de los patrioteros de bandera, que son simples claques dóciles de los neoliberales –apátridas por excelencia-, y de su cohorte de “opositores a medida”, los funcionales “progres fuera de foco”.
Expongo dos respuestas que son análisis críticos de sendos escritos del mismo autor, cuya identidad me guardo, pues sus notas no fueron públicas, sino solamente difundidas en un entorno bastante reducido, en principio.
Análisis del primer escrito del Sr. alto oficial retirado.
Falencias básicas de la sintéticamente expuesta “Doctrina Crux”.
Parte de hacer suya la idea de “izquierdas y derechas”, que hace más de medio siglo, con su conocida maestría conceptual, desnudó como falaces Don Arturo Jauretche.
Para países semicolonizados como nosotros, la clave pasa por ver quien es Nacional y quien es cipayo. Los cipayos los hay de “derechas” y de “izquierdas”.
Por otra parte, si no se posee una doctrina como guía de acción, con una ideología definida, todo termina siendo un aquelarre de “confusiones”, hábilmente instaladas y usufructuadas por los enemigos de la patria y los acomodaticios de siempre.
Con todo respeto, solo con la Doctrina Crux, Keynes no habría rebatido a los liberales recalcitrantes. Ni List habría dado los fundamentos para las industrializaciones de Alemania y EEUU, en la segunda mitad del siglo XIX.
Mucho más para decir.
Análisis crítico del segundo escrito del alto oficial retirado.
Valoro muchas cosas de Ud. Escribe con mucho respeto hacia los demás, evidenciando además una mente amplia y una buena formación general.
Sé que es veterano de la Guerra Del Atlántico Sur, y de la Fuerza Aérea, lo cual lo hace merecedor de mayor respeto aun. No cito su grado militar, pues no estoy seguro del mismo, e interpreto que puede ser ofensivo o molesto no ser preciso en esa cuestión.
A diferencia de unos cuantos militares retirados, de estrechas y dogmáticas visiones ellos, Ud. en ningún momento me endilgó “etiquetas” de “marxista”, “trotskista”, “anarquista”, o “subversivo”, que no fui ni soy. Eso ya de por si revela una mente amplia, o al menos no esmerilada por cerrados cursos de adoctrinamiento, cerrados y de nefastas consecuencias, al menos en lo que hace a la capacidad de razonamiento.
Respetuosamente, le digo que no me corresponde “bajar del caballo”, pues nunca me subí. En todo caso, hablo y escribo en forma muy directa, lo cual suele ser interpretado como soberbia, sobre todo en nuestro querido país, en el cual se hizo costumbre ser “políticamente correcto”, con posturas tibias que siempre terminan siendo complacientes. Ese no es mi estilo ni es mi personalidad.
No dudo de sus buenas intenciones, pero me permito recordarle que el camino al infierno está pavimentado con ellas.
En política, como en otras áreas, lo supuestamente perfecto suele ser la excusa ideal para entorpecer o impedir ideas buenas, siempre perfectibles, atándonos a situaciones y contextos malos o decididamente malos, como es nuestra situación actual.
Pienso y me atrevo a sostener, que tal como está siendo planteado, ese puede ser el caso de la iniciativa que Ud. propugna.
Sin descalificar a la Doctrina Crux, como base filosófica en abstracto, entiendo que las raíces de nuestra cultura son sólidas, de muy firmes y positivos basamentos éticos. Nuestra cultura es judeo – cristiana, latina, y con fuertes componentes arábigos – musulmanes; englobando en ello a las tres grandes vertientes 
del monoteísmo. A eso cabe agregar los aportes de muchos pensadores y filósofos, algunos de ellos ateos.
Con eso expreso que los basamentos morales están concretamente expuestos, y sin duda el mundo sería mucho mejor si nos atendríamos a ellos.
Ahora bien, en lo que hace a la Política (el arte de gobernar), y a la vinculada Economía Política, los avances, retrocesos y estancamientos en el mundo, y en Argentina, no han sido lineales, ni totalmente previsibles, ni fácilmente entendibles en las propias épocas de cambios o estancamientos. Como creaciones humanas, ninguna doctrina ni ninguna ideología es perfecta. Un análisis objetivo e incluso científico de cada una de ellas, requiere realizar una suma algebraica de sus pros y sus contras, de sus logros y de sus falencias.
Para su óptica, todas las doctrinas y todas las ideologías conocidas son negativas, y por ende según ello deberían ser rechazadas de plano, o poco menos.
No me sorprende que Ud., como egresado de institutos militares, en los que desde hace largas décadas se “enseña” que –supuestamente- hay solo dos Escuelas Económicas, y con ello –supuestamente- solo dos doctrinas económicas (liberalismo y marxismo), y en los que sistemáticamente se denosta en diversas formas al peronismo, no me sorprende entonces que en forma tajante descalifique la elaborada doctrina política plasmada en varios libros y en algunas disertaciones por cierto brillantes, por el tres veces presidente constitucional Juan Domingo Perón.
Doctrina que es tratada con mucho respeto por grandes pensadores del mundo, por caso por Aleksandr Dugin, uno de los grandes especialistas en Geopolítica de la actualidad.
No parece tener mucha objetividad, en esa parte de su enfoque, acorde a la (de)formación militar inculcada masivamente desde 1955 en adelante, de la cual muchos no evidenciaron salir ni utilizar el razonamiento crítico ni la fundamentada objetividad, la cual no está exenta de patriotismo, por supuesto.
Por otra parte, su sutil descalificación a CFK, con el mote irónico de “la doctora”, es lamentablemente muy usual entre los uniformados, que en ese tema como en otros, hace causa común con la oligarquía apátrida, demostrando cuan hondo caló la 
colonización cultural en Nuestras Fuerzas Armadas, lamentablemente.
Si descalifica a CFK se burla del desarrollo económico, científico y social, así como acciones concretas de tipo geopolítico, efectivamente logrados en esos años, más allá de errores que por cierto los hubo. Y esa burla solapada contrasta con el silencio sepulcral respecto a los desastres generalizados que intencional y alevosamente está perpetrando el macrismo, lo cual lo hizo y hace, con los apoyos masivos de buena parte de los uniformados, también lamentablemente.
Tampoco puede omitirse el conjunto de gruesos errores de las conducciones militares, sobre todo el en siniestro y nefasto “proceso”, de lo cual una de las “perlitas” es haber considerado a Argentina ”aliada” de EEUU (cuando operaron como dóciles marionetas), y suponer consecuentemente que esa potencia sería neutral o incluso favorable a Argentina en la guerra tan irracionalmente conducida en 1982. Con ello demostraron ignorancia supina en Historia, Geopolítica, y también por supuesto en Economía.
Nada de lo precedente, implica una postura antimilitarista, como rápidamente exclaman muchos uniformados de muy playita capacidad de análisis, ante enfoques críticos como este.
Las Fuerzas Armadas son imprescindibles, pero deben volver a ser dotadas de Pensamiento Nacional, para evitar que vuelvan a operar como tropas de ocupación en el propio territorio y como resguardo de intereses mezquinos apátridas, como lo perpetraron en esos oscuros años en los que impusieron el neoliberalismo, a partir de la gestión de Martínez De Hoz.
Lo saludo atentamente con mi mayor consideración.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

martes, 20 de noviembre de 2018

FALSEDADES Y TERGIVERSACIONES DEL LIBERALISMO ECONÓMICO.
Tal como lo definió con notable maestría Friedrich List, en pleno apogeo del liberalismo como doctrina económica excluyente, y como lo precisaron posteriormente muchos analistas políticos y económicos, el liberalismo económico es una doctrina ideada para perpetuar la subordinación política y económica de los Estados no industrializados ni desarrollados, respecto a las naciones y bloques de poder desarrollados.
Analistas destacados, entre ellos Jauretche, Aldo Ferrer, Methol Ferré y muchos más, siempre silenciados por “los poderes establecidos” (el establishment), coincidieron en dicho análisis, aportando sus valiosos puntos de vista, enriquecedores del mismo enfoque básico.
En su momento, el liberalismo fue la herramienta predicada hacia afuera pero no cumplida hacia adentro por Gran Bretaña, para impedir el desarrollo tecnológico e industrial del resto del mundo. Y eso le dio más de 100 años de absoluta supremacía mundial, basada en su industria, su tecnología, su poderosa marina de guerra y enorme marina mercante (creada en base a muy fuerte proteccionismo y estímulos de la Corona, o sea del Estado). Todo ello con los soportes de su fuerza financiera y el accionar sinuoso, falaz y terrible de su refinada pero feroz diplomacia.
El liberalismo se basó en una serie de falsedades groseras, a las que se pretende instalar en el altar pagano de las “leyes” económicas, las que como tales no deberían –supuestamente- jamás ser objetadas ni menos aun duramente cuestionadas probándose las falsedades y tergiversaciones de las mismas.
Esas “leyes” forman el andamiaje pseudo académico, sobre las que se basa todo el armazón político – cultural que sostiene la vigencia de esa doctrina político – económica; la cual como se dijo, es esencialmente una doctrina de colonización política, cultural y económica aplicada a escala planetaria.
Algunas de esas “leyes” económicas, parten del supuesto de la competencia perfecta, lo cual es una teorización abstracta, que casi nunca se da en la vida real.
El equilibrio al cual por si mismos tienden “los mercados libres”, es otra falsedad mayúscula. Por una parte, las sucesivas crisis económicas mundiales y las crisis que se dan en muchos países, desmienten categóricamente la supuesta
autoregulación de los mercados y su falsa búsqueda automática del equilibrio. No fue casualidad que EEUU y Europa recurriesen a las ideas keynesianas –con fuerte rol del Estado y muy lejos de las “leyes de los mercados” para salir de crisis severas, como la de 1929, y la de 2008. En ambos casos además, sin pizca de “inocencia”, buscaron transferir los elevados costos de esas crisis a las naciones excluidas del núcleo de las desarrolladas. Esto último es claro y fácilmente demostrable, pero siempre ocultado por los economistas y otros operadores al servicio de los intereses transnacionales (mega finanzas, Potencias Atlantistas y grupos de presión desconocidos por el común de la gente, como la Comisión Trilateral y otros).
Por otra parte, los mercados nunca son “libres”; o son regulados por los oligopolios, o son regulados por el Estado. En el primer caso, los productores primarios (como en el caso de la yerba mate, entre muchos otros) sin la intervención reguladora y equilibradora del Estado, quedan a merced del antojo y conveniencia de los oligopolios compradores de la yerba en bruto (sin elaborar), en cuyo caso el precio llega a ser ridículamente bajo, y además, con frecuencia las condiciones de pago son directamente abusivas, con cheques postdatados a varios meses, sin ningún ajuste por intereses ni por la inflación.
De la misma forma en la óptica del consumidor, las petroleras sin ningún control por parte del actual Estado CEOcrático ultra liberal, se valen de su abusivo rol oligopólico, e imponen aumentos leoninos a los combustibles y lubricantes. Los propaladores de las “bondades” del neoliberalismo, nada dicen de esa y otras realidades impresentables.
Otro de los dogmas, supuestamente “indiscutibles”, es sostener la “eficiencia privada” y su supuesta contraparte de la “ineficiencia del Estado”. Por supuesto, los “eficientes privados” utilizan todas las prebendas como los de la patria contratista, viejos usufructuarios de “ventajas” de todo tipo, que junto con otros oligarcas diversificados (incursionando en ramas que antes la oligarquía tradicional nunca había incursionado), fueron los que lograron la estatización de sus deudas externas, en épocas de Cavallo en los años ’90.
Esto está asociado con las feroces criticas al supuesto cuadro de “elefantiasis” que los operadores neoliberales enarbolan como trampa cazabobos,
para lograr consensos favorables a las políticas de destrucción lisa y llana de los Estados, para con ello entronizar sin limitaciones el gobierno de las mega corporaciones transnacionales, y sus lacayos internos. Con eso tienden a implementar sin límite alguno la globalización salvaje, la cual no solo implica la desaparición de los Estados, sino también a institucionalizar la neoesclavitud de la tecnocracia, con seres humanos prescindibles y desechables, sistema sin pizca alguna de humanismo ni de espiritualidad.
Para lograr tan impresentables fines, cuentan con operaciones de pinzas, con un brazo tecnocrático, “eficientista” y ultra privatista; el de las tecnocracias corporativas, ramificadas desde los centros del Poder Transnacional; complementado con el brazo muy hábilmente manipulado de las “progresías”, de discursos virulentos y supuestamente “anti sistema”, que en realidad terminan siendo marionetas dóciles de los poderes transnacionales apátridas, a los que sirven de pantalla distractivas, a la vez que operan como instaladores de mensajes disociadores, que en esencia buscan destruir los valores humanos y espirituales sobre los que se asienta todo el tejido social que mantiene unidos a los pueblos en base a valores éticos superiores. Valores que esas progresías, con discursos, operaciones y en muchos casos financiaciones facilitadas por los que manipulan a favor de la globalización salvaje. Todo eso con el soporte de los mercenarios de la comunicación.
Esa supuesta “elefantiasis” de la que acusan al Estado Argentino, parte de un análisis sesgado y malicioso, ocultando cuantas acciones muy productivas y beneficiosas en diversas formas al desarrollo e integración nacional, se realizan desde entes y organismos nacionales, como la Comisión Nacional de Energía Atómica, INVAP, INTI, INTA, Conicet, Astilleros Río Santiago, YPF, Aerolíneas Argentinas, Río Turbio, Fabricaciones Militares, y un largo etcétera. Por no mencionar los roles indelegables de la Salud y la Educación Pública, pilares esenciales del país, la Seguridad Pública cuidadas por las policías y otros organismos de seguridad; además de otras funciones indelegables que deben ser cumplidas por el Estado.
Tampoco mencionan los promotores del neoliberalismo salvaje, que muchos sectores industriales y tecnológicos fueron desarrollados por el Estado, ante la inacción de los privados, solo ávidos de ganancias rápidas y fáciles, en muchos casos conseguidas a costa del Estado, como los “grandes empresarios” de la “patria contratista”, uno de cuyos exponentes más conocidos es el propio actual presidente argentino.
Tampoco dicen esos promotores del neoliberalismo salvaje, al cual quieren empujar definitivamente a nuestro país, que grandes avances de la humanidad, en sectores claves como la exploración espacial, antes la exploración marítima, avances en la medicina, la física, la química y otros, se lograron en base a la activa participación de Estados Nacionales cuyos dirigentes no se dejaron encandilar por las falsedades ideológicas del liberalismo extremista, el mismo que esas potencias pregonan fronteras afuera pero no practican fronteras adentro.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

jueves, 15 de noviembre de 2018

¿CASTA PRIVILEGIADA O INSTITUCIONES AL SERVICIO DE LA PATRIA?
Las Fuerzas Armadas son instituciones esenciales para cualquier nación que se precie de tal. En el caso argentino, los primeros antecedentes del Ejército datan de las invasiones inglesas, antes que se comenzara a forjar trabajosamente la independencia nacional.
Por eso y por abundantes motivaciones geopolíticas, que no se detallan acá en mérito a la brevedad, el infantilismo de ciertas “progresías” de atacar per se a las instituciones militares, no resiste ningún análisis lógico y bien fundamentado; solo pudiendo expresarse en disolventes marcos de doctrinas apátridas y por ende antinacionales, como el anarquismo, el trotskismo y otras similares.
Por eso, ni el antimilitarismo de “progresías” ni el militarismo a ultranza de sectores claramente reaccionarios e imbuidos de un irracional sentido de “casta especial” –siempre funcionales al liberalismo económico a ultranza-, son admisibles; siendo en cambio claramente negativos y solo son aportes al divisionismo interno y funcionales a los intereses antiargentinos.
Sin duda las Fuerzas Armadas son instituciones imprescindibles…pero también indudablemente, tienen que estar dotadas de claro y muy bien fundamentado Pensamiento Nacional, lo cual en nuestro país comprende a la Doctrina de la Defensa Nacional, y sin duda debe incluir adecuados y muy bien basados conocimientos de Historia, Economía y Geopolítica, entre otras disciplinas 
científicas. De lo contrario, se corre el riesgo casi certero, que sepan usar los fusiles, pero no sepan hacia donde apuntarlos, y pueden caer en influjos de voces sibilinas que los terminen usando en contra de los Intereses Nacionales.
Desde larga data, al menos desde la profunda reestructuración
implementada por el General Riccheri (autor de la Doctrina de la Defensa Nacional), las Fuerzas Armadas tuvieron dos vertientes bien separadas de pensamiento: los liberales a ultranza y los nacionales o nacionalistas; si bien eso se solía solapar con el  profesionalismo” que algunos declamaban en forma supuestamente neutra, posiblemente para evitar definiciones que los pudieran 
comprometer, o en otros casos por carencias de formación en temas de política y política económica.
Dentro de la vertiente nacional, surgieron militares cuyos accionares siguen siendo como grandes faros referenciales, que orientan el rumbo, sobre todo en las largas noches de preeminencia de gobiernos antinacionales, como en la década infame (1930-1943), la fusiladora (1955-1958) y sus continuadores siempre
amenazantes y golpistas, el siniestro proceso, la partidocracia cleptocrática de los tristes años ’90, y ahora el neoliberalismo recargado del macrismo.
La vertiente nacional trabajosamente debió elaborar su propia doctrina y sus propias bases de análisis, ante todo el aparataje cultural del liberalismo cipayo, manejado por personeros de los británicos y otras potencias anglosajonas y europeas.
De esos Señores Militares, que dejaron hondas huellas con sus accionares patrióticos, posiblemente los más destacados del siglo XX fueron Mosconi, Baldrich, Savio, el Brigadier San Martín, Juan Pistarini, Guglialmelli, y sin duda Perón, entre otros.
Todo atisbo de Pensamiento Nacional, fue perseguido y expulsado de las FFAA desde 1955; acentuándose eso con el accionar de López Aufranc (uno de los “generales empresarios”, según la tajante definición del historiador José María Rosa) que según referencias de buena fuente hizo quemar todos los libros
 “inconvenientes” en institutos militares, a comienzos de los años ’60; llegándose al paroxismo ultra liberal en el proceso, desde el cual taladraron mentes poco formadas asimilando todo lo no liberal, a “pensamiento subversivo”…y aun hoy algunos decrépitos señorones de altos rangos militares, repiten eso con tono
 admonitorio, como si fuesen instruidos, o más aun, dueños de la verdad.
Aunque algunos de deficiente formación o directamente mal intencionados se niegan a tomar conciencia y a ampliar sus cerrados enfoques, es indudable que gente así hizo y hace mucho daño. Ninguna capacidad de autocrítica para todos los desmadres descomunales que hicieron.
Necios de esa calaña son los usurpadores del poder desde 1955, asesinos de sus propios camaradas como Valle, Cogorno, Alberte, Pistarini (muerto en prisión) y otros. Marionetas de los británicos en forma solapada e incondicional.
Muchos son tan cortos de conocimientos, acorde a la cerrazón mental impuesta desde los institutos militares, en los cuales con nada de inocencia, se enseña que supuestamente existen solo dos doctrinas económicas, que en consecuencia, salen llenos de euforia liberal, creyéndose con ello muy “patriotas”.
Así nació el oxímoron de considerarse “patriotas y liberales”, una de cuyas degeneraciones conceptuales es el patrioterismo de bandera, puramente declamativo mientras perpetran o apoyan acciones claramente antinacionales.
De ahí surge el pensamiento enrevesado, de considerar “comunista o subversivo” a todo aquel que se oponga al liberalismo rampante, muy burdo en los casos de los expositores cuarteleros, esos que con prepotencia pretenden imponer sus necedades y falencias gruesas de formación, como si los civiles que los contradecimos con fundamentos, fuésemos reclutas que deberíamos obedecerlos.
Muchos de esos expositores cuarteleros posiblemente tienen mentalidades psicópatas, ancladas en anacrónicas y falsas ideas de los años ’70.
Son los mismos mediocres que asimilan el Pensamiento Nacional y el Peronismo, con el comunismo o similares, lo cual no solo es ideológicamente incompatible, y acusación de muy de baja estofa, sino también de muy mala fe.
Son los mismos que se supusieron “aliados” de EEUU, cuando solo eran material descartable usado para tareas sucias, evidenciando supina ignorancia histórica y geopolítica. Y nos llevaron a una guerra para perderla, como lacayos de los anglosajones y de las Potencias Atlantistas.
Son los que operaron como tropas de ocupación en el propio territorio, en el infame proceso, avalando a los tecnócratas que impusieron el neoliberalismo.
Son los que en más de cuatro décadas, de puros obtusos mentales
entrenados solo para “hablarse encima” y rechazar todo lo que les resquebraje sus falaces y anacrónicos dogmas de dependencia; no aprendieron nada y siguen encerrados en pautas grabadas a fuego en sus neuronas, las cuales evidencian estar taponadas con materia fecal cementada, pues no razonan nada en estos temas.
Notable es que en sus enredos mentales sin retorno, algunos larguen peroratas de pretendidas sapiencias, como referirse al “libre pensamiento”, lo cual en un procesero y patriotero de bandera es equivalente a que un pervertido sexual dicte cátedra de moral y buenas costumbres.
Actualmente, personajes de mentes confusas como los descriptos, son los que pregonando “patriotismo” hueco, apoyaron y aun apoyan al neoliberalismo que nos lleva a la disolución nacional, evidenciando no importarles nada…excepto sus haberes y alguna que otra prebenda, como se pudo leer y escuchar a algunos
 opinólogos de ese sector. Incluso no les importa que se esté regalando soberanía en forma alevosa, que cierren por la fuerza Fabricaciones Militares (Fanazul), que cierren cuarteles y unidades operativas, y que desactiven inmuebles de las FFAA seguramente para consumar negociados inmobiliarios impresentables, etc.
Son personajes que operaron de acuerdo al libreto disolvente, sutilmente sugerido por Harry S. Ferns, al cual con seguridad casi ninguno de ellos leyó ni conoce.
Son los mismos que se “escandalizan” que Venezuela haya comprado armamentos rusos y chinos (lo cual es muy correcto desde lo tecnológico y sobre todo desde lo estratégico, habida cuenta de las presiones que soporta el país hermano, desde EEUU y la UE), evidenciando esos proceseros estar atados a perimidas pautas  “anticomunistas” de los años ’70, mostrando a la vez la sumisión total que tienen respecto a las potencias de la OTAN.
En el mismo tema, varios proceseros y patrioteros de bandera, señalaron que verían con buenos ojos un operativo militar contra Venezuela, fantaseando con una participación argentina en semejante desmadre. Claramente razonan y operan como marionetas de las Potencias Atlantistas. Con eso se oponen burdamente a la Doctrina Drago, expuesta por el diplomático argentino que le dio el nombre, seguida por nuestro país, oponiéndose a todo tipo de injerencia en otras naciones.
Algunos de esos proceseros, llegan a la necedad de afirmar que “no hay enemigos externos, solo internos”, definiéndolos en el peronismo y el comunismo (de nuevo la ensalada conceptual absurda).
Unos cuantos se placen en mencionar o aludir reiteradamente a violencia y/o muerte, lo cual evidenciaría componentes psicológicos al menos muy complejos, o tal vez cuadros severos de psicopatías.
Mientras Argentina entra en la pendiente de la disolución nacional,
problemática de la cual forman parte activa, fingen no verlo, o tal vez no lo entiendan, por sus cerrazones mentales en grados superlativos.
Hay mucho más para decir.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

jueves, 8 de noviembre de 2018

LOS DÉFICITS GEMELOS PROVOCADOS, Y EL DESCOMUNAL DESBARAJUSTE EXTERIOR
Los voceros del neoliberalismo salvaje recargado, hoy encarnado en el macrismo, como justificación pseudo académica del presupuesto genocida en curso de aprobación y de los impuestazos y feroces recortes a partidas esenciales en Salud, Educación, Previsión, Obras Públicas y otras; intentan instalar que la severísima crisis de la Balanza de Pagos, es –supuestamente en forma muy amañada- consecuencia directa y principal del déficit fiscal; y eso es un craso error, o más bien una piedra basal en el edificio de las mentiras institucionalizadas como herramientas políticas de confusión; maniobras usuales de los liberales y neoliberales.
Si bien el desmadre de las cuentas públicas (del déficit presupuestario), tal como se lo implementó al ser financiado mediante deuda externa, termina incidiendo en el brutal endeudamiento exterior (que nos lleva a la cesación de pagos o a la balcanización territorial), el problema nodal es la política económica de apertura irrestricta con ausencia del Estado y con medidas que permiten sin límite alguno, todas las operaciones de fugas de divisas, incluso alentadas por los descontroles y los estímulos oficiales a todo tipo de operaciones negativas para el propio país.
Es grotescamente falso afirmar que con el teórico déficit cero del presupuesto nacional, se solucionará la severísima crisis de la Balanza de Pagos. Eso no sucederá mientras no se cambie acentuadamente la política económica y se anulen todas las medidas que están literalmente destrozando al país, y llevándonos a paso acelerado hacia la disolución nacional.
Forzar el déficit cero en estas circunstancias, solo podrá llevarnos a la paz de los cementerios, e incluso será inalcanzable, pues con la brutal caída del PBI, se reducirán los ingresos genuinos del Estado en concepto de impuestos, lo cual no podrá ser revertido ni con un acentuado aumento de las tasas impositivas, como se está por perpetrar. Es elemental, pues al haber menos actividad económica, los impuestos a ser recaudados caen acentuadamente, siendo función directa de la evolución de la economía…hoy involución brutal y muy acentuada.
A nadie medianamente bien informado puede sorprender el desastre generalizado provocado por el neoliberalismo macrista; en todo caso puede asombrar la extrema rapidez con la cual están perpetrando los destrozos generalizados económicos, sociales, y los vergonzosos desmadres de resignación vil de soberanía, en lo geopolítico.
Claramente vinieron a completar las tareas sucias pendientes desde el infame “proceso” cívico militar, y el noventismo de la partidocracia cleptocrática, ambos períodos antecesores directos de los actuales (des)gobernantes.
Para eso, con total desparpajo, se dedicaron –entre otras acciones infames tendientes a la disolución nacional- a incrementar en forma alevosa los déficits gemelos, como forma de resultar “inevitable” subordinarnos nuevamente al FMI.
El déficit fiscal lo duplicaron, tornándolo inmanejable, siendo la excusa “perfecta” para imponer brutales condiciones recesivas, mediante un presupuesto nacional genocida, en proceso de aprobación con las complicidades de sectores opositores tibios o directamente adocenados.
Desde el primer día accionaron para aumentar desmesuradamente el déficit fiscal, buscando además beneficiar a socios y amigotes políticos, como los de la Sociedad Rural, los grandes sojeros, la minería y el mega sector financiero, entre otros más. Para eso instrumentaron las quitas de retenciones a las exportaciones del agro y a la minería, produciendo con ello un enorme desbalance fiscal, el cual fue rápidamente usado como una más de las tantas excusas para las impresentables operaciones de endeudamiento masivo en divisas, perpetradas por Sturzenegger, “Nicki” Caputo y otros operadores financieros que pasaron a “atender de los dos lados del mostrador”.
Los desmanejos intencionales de las cuentas públicas, incluyeron llenar los organigramas con “ñoquis gourmet” (*) creando cargos insólitos con nombres extravagantes, acomodando a parientes, amantes, amigos y operadores políticos, con total desparpajo, mientras hipócritamente predican austeridad; practican el derroche a manos llenas, como por ejemplo usando helicópteros oficiales de gran porte y altos costos por hora de vuelo, para paseos o viajes privados o familiares; o practicando costosos y frecuentes “retiros espirituales” de las cúpulas partidarias, con abultados gastos; o con las muy frecuentes vacaciones que el “esforzado” presidente se toma con tanta frecuencia; por no decir la generosa chequera de la ministra Bullrich, para comprar elementos represivos de última generación, mientras las escuelas y los hospitales se sumergen en las carencias de bienes elementales, en entornos de bajísimos salarios de maestros, médicos y enfermeras.
Acorde a la usual perversidad endeudadora del neoliberalismo, varios gastos del presupuesto nacional fueron pasados de pesos a dólares, siendo otro factor que acentuó el endeudamiento. Eso sucedió por caso, para “solucionar” la descomunal bola de nieve de las LEBACs (títulos del Tesoro, vendidos a tasas altísimas), que cuando se volvió impagable, impulsaron los cambios por nuevos títulos dolarizados o que de un modo u otro terminan incidiendo en masivas compras de dólares para la fuga al exterior.
Posiblemente, en el desmadre general orquestado adrede, endeudarnos en dólares para financiar los enormes y crecientes agujeros presupuestarios (que originalmente se pagaban en pesos, o sea con moneda propia que eventualmente podía imprimirse y luego neutralizarse con diversos mecanismos financieros), ese sea el más desastroso mecanismo para fomentar el endeudamiento en divisas a volúmenes impagables.
Y para los dogmáticos de siempre, que echan todas las culpas de la inflación a la ampliación de la base monetaria vía impresión de pesos, debe enfatizarse que bajo la actual conducción del Banco Central, luego de “secar la plaza” sacando pesos de circulación en forma draconiana e induciendo una descomunal caída de la actividad general, la inflación no solo no se detuvo, sino que se incrementó, rozando ya la hiperinflación.
El tema no se agota, pero queda en claro que el déficit presupuestario, de reducirse drásticamente, no solucionará el acentuado faltante de dólares. Divisas que hoy se deberán dilapidar para pagar la casi impagable deuda externa, contraída únicamente para financiar desmanes gubernativos y las fugas de divisas de las oligarquías y los amigotes del poder. ¡Cambiamos! Volvimos al 2001.
Vamos a paso forzado hacia la disolución nacional, mientras las clases medias siguen en su sopor odiador – conformista; las progresías fuera de foco compran debates implementados para distraer la atención; y los patrioteros de bandera siguen con estulticia o cerrazón mental extrema, cegados por falaces y perimidas pautas de adoctrinamiento de los años ’70, prestos a enojarse y agredir pero no a razonar ni un ápice, si se les hace ver que bajo el falso barniz de patriotismo hueco, solo la juegan de felpudos de los intereses antinacionales.
(*) “Ñoqui” en el lunfardo argentino, se dice de aquel funcionario público que cobra sueldo pero ni se presenta a trabajar. “Ñoqui gourmet” es el ñoqui de “alta categoría”, que tiene un alto cargo en algún organigrama, que no ejerce o solo “presta rostro” sin hacer nada.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

viernes, 2 de noviembre de 2018

EL EXITOSO PROGRAMA ECONÓMICO ACTUAL
Mucho se suele discutir acerca de las medidas económicas implementadas por el macrismo, hoy encarnación en Argentina del neoliberalismo más descarnado.
Es común leer o escuchar que afirmen que “Macri se equivocó”, que “tuvo errores serios de implementación”, y otras conceptualizaciones similares.
Pero más allá de instrumentaciones en muchos casos brutales, carentes de todo tacto, por no decir de toda sensibilidad social (que nunca tuvo), que frecuentemente apela a la metodología del “si pasa, pasa” (*); e impensables de ser asimiladas a nada que tenga así sea leves atisbos de patriotismo, las múltiples evidencias apuntan claramente a afirmar que este desguace nacional generalizado, concentración obscena de la riqueza, operaciones descaradas de negociados con caracteres alevosos en contra del Estado y del pueblo argentino y a favor de los grupos empresarios del presidente y de sus cómplices políticos visibles, y posiblemente más aun de los “poderes detrás del trono” (los mandamases semi encubiertos y los que manejan las decisiones y el Poder Real), el desastre generalizado es perpetrado en forma totalmente intencional, y su objetivo último y concreto, es la infame tarea de instrumentar la disolución nacional, según apuntan muchas evidencias y tal como pensamos varios analistas geopolíticos.
Para quienes carecen del enfoque geopolítico, imprescindible para evaluar con visión amplia y bien fundamentada diversos hechos que pasan desapercibidos o son incomprensibles para personas no informadas ni formadas en estos temas, les resulta impensable, y una exageración propia de mentes afiebradas, entender que lo que está en juego es la continuidad de Argentina como unidad nacional y como conservación de nuestro enorme y rico patrimonio humano, geográfico y cultural; hoy todo ello fuerte y peligrosamente muy amenazado y agredido persistente y sistemáticamente.
El actual es un gobierno neoliberal recargado, que vino dispuesto a terminar todas las “tareas sucias” que no pudo concretar su precedente de la infame década del ’90, período que a su vez fue la continuación programática del muy infame y perverso “proceso” cívico militar que usurpó el poder en 1976, bajo la excusa de la subversión, para instalar el neoliberalismo, bajo custodia de las
bayonetas, con Fuerzas Armadas operando como tropas de ocupación en el propio territorio.
En el “proceso” implementaron diversas medidas destructivas, industricidas y genocidas en lo económico; pero era tanto lo construido en tres décadas de economía keynesiana con un Estado activo, positivo y poderoso, que no les alcanzó el tiempo y debieron irse antes de lo que tenían planificado, corridos por el rechazo popular y el descontento masivo, todo ello potenciado por la desastrosa conducción de la Guerra de Malvinas (del Atlántico Sur).
En los años ’90, en épocas de la partidocracia cleptocrática, el desguace generalizado siguió adelante, e incluso quisieron imponer la dolarización, lo cual hubiese sido un golpe brutal a los retazos de soberanía que nos quedaban. Y en la brutal crisis de 2001/2002, la apuesta del establishment era que por decantación cayéramos en una guerra civil, de la cual surgiría la balcanización, previamente abonada por quienes buscaron instalar la “necesidad ineludible” de canjear deuda por territorios, lo cual fogonearon no solo los economistas neoliberales y algunos mercenarios de la comunicación, sino que era repetido como mantra por las dos divas muy veteranas de la TV, Mirtha y Susana, de lo cual muchos desmemoriados no se acuerdan. También Cavallo y sus secuaces instalaron el perverso concepto de “provincias inviables”, para abonar la “necesidad” de desprendernos de “esas cargas”. Infames continuadores del agente británico Rivadavia.
En línea con esos perversamente antiargentinos pensamientos, se atribuye al economista Lucas Llach la idea de “desprendernos no solo de las ‘Falklands’ (no habría dicho ‘Malvinas’), sino también de Tierra Del Fuego, que solo nos ocasiona gastos”, infame afirmación nunca desmentida; mientras que a Macri se le atribuye –entre otras tantas expresiones indefendibles-, haber dicho “no entiendo de problemas de soberanía, menos en un país tan extenso como Argentina”. Y es evidente que no solo “no entiende” sino que desprecia la soberanía, habida cuenta del accionar entreguista y antinacional de todas las áreas de su gobierno. Federico Sturzenegger, expresidente del Banco Central y activo gestor de las operaciones de la bicicleta financiera, las devaluaciones brutales y otros desmanejos financieros varios, habría expresado conceptualmente en una disertación –nunca negada- que
“se van a olvidar de los temas de soberanía”. Y acuñó nuevos billetes con anodinas imágenes de animales, en línea con esa concepción apátrida expresada.
Según referencias de buena fuente, y de acuerdo a los indicios, a los noventistas no les alcanzó el tiempo para consumar sus infames tareas de disolución nacional completa.
Por distintos métodos, con los apoyos de las Potencias Atlantistas, lo intentaron en otros países, y lo lograron en varios.
Yugoeslavia colapsó, en épocas en las que el caos interno no le permitió a Rusia auxiliarla, pese a los fuertes lazos culturales que ligaban a ambos países.
Rusia estuvo en serio riesgo de implosión general en las épocas de Yeltsin, y por poco casi quedó sin el dominio de sus vastísimos recursos hidrocarburíferos, amenazada además en el flanco sur por la violencia separatista de extremistas musulmanes.
Iraq y Libia, fueron devastadas militarmente, sumiendo a ambos países en el caos, agredidos por la OTAN (bajo excusas de “derechos humanos y la democracia”). Las llamadas “primaveras árabes”, claramente operaciones de generación de caos internos atribuidas a servicios de inteligencia y estrategia de la OTAN y/o sus miembros prominentes, mediante las redes sociales, sacudieron a todos los países arábigos del norte de África y del Medio Oriente. Y el mismo formato se usó para conmocionar Ucrania, con golpe palaciego para instalar un gobierno pro OTAN.
En Siria, atacada mediante una farsa de guerra civil, con intervenciones directas e indirectas de las Potencias Atlantistas y sus aliados, se buscó mediante el caos total, la despoblación y el desguace de esa importante nación árabe musulmana, conocida además por su tolerancia a otros credos. De haber colapsado Siria, El Líbano quedaría inerme ante las muy posibles agresiones subsecuentes. El involucramiento militar activo de Rusia, y en menor medida de Irán y sutilmente de China, evitó el colapso de Siria ante los mercenarios de los atlantistas.
Italia estuvo amenazada de secesión por los partidarios de La Padania (el norte), aduciendo diferencias culturales, económicas y étnicas.
Checoslovaquia debió aceptar su división.
En España instalaron los “nacionalismos” separatistas vascos y catalanes; siendo “casual” que la bandera inventada para La Baskonia o “país” vasco, sea una copia de la británica con otros colores. Los catalanes casi lograron quebrar la unidad nacional.
En Gran Bretaña, el separatismo escocés, fue rápidamente sofocado por el poder central inglés.
Bolivia y Brasil soportaron intentos secesionistas.
Varios países de África fueron sumidos en el caos, y “salvados” por tropas neocoloniales, en particular de Francia. Y en el Cuerno de África, delicada zona geopolítica, las divisiones en pequeños países tendrían causas y financiaciones ajenas a los mismos; no siendo casual en una región vinculada al intenso tráfico de buques petroleros y gasíferos.
En América Central y El Caribe, las injerencias de los anglosajones resultarían más que evidentes, interviniendo mediante golpes de Estado, agresiones de baja intensidad y acciones políticas de disolución, en varios casos.
En Venezuela y Nicaragua se desarrollan procesos de guerras híbridas múltiples, para desestabilizar gobiernos no alieneados con los Atlantistas, y se hicieron amenazas concretas de invasiones armadas, con los auspicios de gobiernos sudamericanos alineados con EEUU. En Argentina, algunos militares retirados, opinando en las redes sociales, se pronunciaron abiertamente a favor de la invasión, contrariando la doctrina argentina contraria a la injerencia en otros Estados.
Las operaciones combinadas de agresiones mediáticas brutales (periodismo de guerra, fue el sincericidio del periodista del Grupo Clarín Julio Blanck), acosos judiciales desembozados (lawfare), operaciones de sectores de Inteligencia cooptados por la mentalidad antinacional de la perimida doctrina de la seguridad nacional, acciones de “adoctrinamiento permanente” desarrolladas por voceros de militares retirados de grosera mentalidad ultra liberal (que en formatos que parecerían de una versión militar del NED (**) son difundidos a sectores socio político afines y a subordinados retirados, y posiblemente a fracciones adictas a ese pensamiento, del personal en actividad); así como operaciones de golpes de billetera y carpetazos, serían los aspectos más relevantes de la parafernalia de instrumentaciones usadas para imponer y luego mantener a gobiernos oligárquicos y funcionales al liberalismo salvaje, y para perseguir todo atisbo de resistencias de sectores que quieran operar bajo los principios de soberanía y de justicia social.
Si logran sus siniestros objetivos en Argentina, habrán logrado un caso testigo de considerable magnitud, pues por la dimensión que había alcanzado nuestra economía, por el desarrollo tecnológico en varias áreas estratégicas, por el relativo alto nivel de instrucción y de acceso a la Universidad de nuestra población, así como por la extensión territorial y sus proyecciones en el mar y en La Antártida, y por la influencia que ejercemos en otras naciones hermanas, nuestro país es un objetivo de gran importancia, para los poderes que buscan naturalizar la destrucción de los Estados Naciones.
El neoliberalismo es la doctrina político – económica ideada como instrumento de los poderes plutocráticos que buscan la globalización salvaje, es lo que le da un tinte de sustento “académico” para perpetrar todo tipo de tropelías, bajo la cobertura de cierto “cientificismo” a la medida, tan falso y funcional como lo fue el liberalismo de Adam Smith como instrumento del poderío y expansionismo político – económico de Gran Bretaña, en los siglos XVIII y XIX.
En artículos precedentes expliqué que todos los indicios apuntan a que en Argentina están aplicando una versión remozada del siniestro Plan Morgenthau, mientras que otros analistas geopolíticos como Claudio Fabián Guevara, Jorge N. Poma, Miguel A. Barrios y varios más, coinciden en considerar que estamos bajo un operativo semi encubierto en gran escala, tendiente a la disolución nacional.
Que lo logren o no, depende de múltiples factores, entre ellos principalmente del accionar decidido y esclarecido de quienes defendemos el auténtico patriotismo, sin dogmas preinstalados, ni racismos ni clasismos, para denunciarlo y evitarlo.
(*) “Si pasa, pasa” es la definición de los muchos intentos de hacer pasar medidas de gobierno monstruosamente perversas y dañinas, o antipopulares, o lesivas al patrimonio nacional, como el caso del Correo Argentino y la autocondonatoria de los abultados intereses que debe la empresa base de los Macri, entre muchos otros casos; usualmente dentro de un paquete de novedades para disimularlo, y si no hay protestas populares queda instalado, si las hay, retroceden para después volver a la carga para imponer la implementación.
(**) NED – National Endowment for Democracy, organismo de cooptación de políticos, gremialistas y otras figuras destacadas o potencialmente destacadas, que coordina y “baja líneas” respecto a pensamientos y acciones orientados hacia los intereses de la globalización salvaje y los intereses geopolíticos de las Potencias Atlantistas, y más específicamente de las Potencias Neocolonialistas del Siglo XXI. Viene a ser algo así como “la CIA de buenos modales”.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos