ENERGÍA PARA EL DESARROLLO - LOS DESAFÍOS DE LA HORA ACTUAL
Debiéndose superar lo más rápida y menos dolorosamente posible (para el castigado tejido socio económico nacional), la sumatoria de paralizaciones de obras sin fundamentos lógicos, inacciones intencionales y desaciertos culposos, perpetrados por el recientemente caducado tercer gobierno neoliberal de nuestra historia, los desafíos que se presentan son múltiples y acuciantes.
Si algo produjo el neoliberalismo macrista, fue el concepto –explicado muy bien por Federico Bernal del OETEC- de la pobreza energética; lo cual se perpetró vía tarifazos descomunales, deterioro acelerado del poder adquisitivo salarial, masiva desocupación en crecimiento geométrico, y la carencia casi total de inversiones imprescindibles y largamente postergadas.
Eso implica que forzaron el subconsumo a niveles de subdesarrollo profundo, pasando La Energía (en sus distintas formas) a ser servicios o insumos de lujo, en vez de su rol lógico de soportes del desarrollo y del bienestar, como sucede en países con criterio de grandeza y cuidado de su población. Claro que a la oligarquía, el bienestar del pueblo siempre le pareció “un despropósito” o “una mentira” (como lo dijo el gestor delincuencial González Fraga, referente de los economistas neoliberales).
jueves, 30 de enero de 2020
lunes, 20 de enero de 2020
ENERGÍA PARA EL DESARROLLO - ALGO DE HISTORIA
Una constante en la Historia Económica Argentina, es que los gobiernos de orientación Nacional, buscan el autoabastecimiento y la sana diversificación de la matriz energética, y ponen al estratégico Sector Energético como imprescindible soporte básico para sustentar debidamente el desarrollo socio económico nacional.
A la vez, desde siempre buscaron el manejo propio del sensible tema, con todas sus múltiples aristas.
Así sucedió con Yrigoyen, quien con la activa participación de los Generales Ingenieros Mosconi y Baldrich, creó YPF (la primera petrolera estatal del mundo), logrando incrementar sustancialmente la producción petrolífera, y también manejar el abastecimiento de acuerdo a prioridades nacionales, incluyendo imponer precios razonables, llegando a todo el territorio continental argentino.
Lo mismo respecto a las creaciones de Gas del Estado, Agua y Energía Eléctrica y la Comisión Nacional de Energía Atómica, en la década peronista 1946-1955. En ese período, desde la estatal YPF también se buscó incrementar la producción de carbón, del yacimiento Río Turbio. Se accionó para diversificar las fuentes de energía, disminuyendo la alta dependencia del petróleo y las onerosas importaciones del mismo.
En 1958, Frondizi creó YCF –Yacimientos Carboníferos Fiscales-, separando su accionar del petrolífero; además de alcanzar por primera vez el autoabastecimiento petrolero, lo cual posiblemente fue la causa principal real del golpe de Estado ultra liberal de 1962, pues al establishment le molestaban la industrialización, el desarrollo hidrocarburífero y las grandes obras públicas.
Entre 1966 y 1970 (aproximadamente), el intenso y patriótico accionar del General Guglialmelli, logró neutralizar parcialmente al personero liberal Krieger Vasena, dando fuerte impulso al Plan Nuclear, comenzándose Atucha 1, y hubo un ambicioso plan de un total de 6 centrales a ejecutarse, anulado poco después; a la vez que se dio impulso al Complejo Hidroeléctrico Chocón - Cerros Colorados, primera acción nacional en mega centrales hidroeléctricas.
La breve tercera presidencia de Perón, también puso énfasis en el Sector Energético; mientras que su sucesora M.E. Martínez de Perón, orientada por el patriota Dr. Julio Carlos González, dictó medidas para anular irritantes privilegios que favorecían –de mucho tiempo atrás- a las petroleras anglosajonas, lo cual pudo ser el detonante real que movió al establishment liberal a alentar a militares tan soberbios como incultos y carentes de Pensamiento Nacional, a consumar el golpe de Estado de 1976.
Claro está que las irracionales guerrillas, sutilmente alentadas por Gran Bretaña, crearon las condiciones para la posterior brutal represión, que fue el marco para imponer el neoliberalismo apátrida. Pero esto ya es otro tema.
Después de la larga noche neoliberal, vendrían los doce años del tercer peronismo, que no por casualidad concretó un enorme plan de obras públicas con grandes hitos, como la integración de todo el territorio continental al Sistema Interconectado Nacional, con vastas obras de media y alta tensión, fuerte aumento de la Potencia Instalada efectiva (varias grandes centrales termoeléctricas de última generación financiadas por el Estado, más las terminaciones de Yacyretá y Atucha 2, y el impulso a la Central Carbonífera de Río Turbio, entre otros logros).
Como contracara, es una constante de todos los gobiernos de corte liberal y pro oligárquicos, continuadores históricos de los apátridas unitarios (o sea clara o embozadamente antinacionales), ser funcionales a los dictados de las petroleras anglosajonas, dificultando el autoabastecimiento petrolero y favoreciendo la generación eléctrica en base a hidrocarburos; a la vez que entorpeciendo o anulando el accionar de todos los entes “inconvenientes” por fomentar fuentes de energía que desplazan a la termoelectricidad.
Así sucedió con los sucesivos golpes de Estado “con olor a petróleo”, como los de 1930, 1962 y en cierta forma los otros (excepto el de 1943); cuando no los que directamente vinieron con el propósito de revertir la historia de desarrollo, pretendiendo volvernos al siglo XIX, con el beneplácito de las más abyectas y retrógradas oligarquías ultra conservadoras, como en 1955 y 1976. En todos esos casos, el desaliento a desarrollos tecnológicos y acciones fácticas para diversificar la matriz energética, fueron paralelos a las acciones de vaciamiento de YPF (en esos períodos siempre manejada por personeros liberales, afines a las petroleras extranjeras).
Hubo y hay honrosas excepciones, tal vez la más destacada la de la muy anglófila y ultraliberal Marina, que pese a ello desde 1955 tomó bajo su protección al Sector Nuclear, con muchos altos oficiales graduándose como Ingenieros Nucleares, pasando a formar parte de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), siendo posiblemente los más destacados los Contraalmirantes e Ingenieros Nucleares Oscar Quihillalt y Carlos Castro Madero, este último fuerte impulsor del desarrollo nuclear en pleno “proceso”, resistiendo los embates de Martínez De Hoz para desguazar el sector. Claro que su recuerdo en la CNEA es complicado, pues hubo varios detenidos – desaparecidos del personal profesional, durante su gestión.
Por su parte “la gran prensa”, ultra oligárquica y antinacional por antonomasia, dio amplias difusiones a las opiniones de tecnócratas afines a los intereses de las petroleras extranjeras y opuestos con falaces y sucesivos argumentos, al desarrollo tecnológico nacional en áreas estratégicas claves, como la nuclear y la hidroeléctrica.
En los últimos años, los más promocionados tecnócratas de mentalidad antinacional han sido los “ocho ex secretarios de Energía de la partidocracia cleptocrática”, con Jorge Lapeña y Daniel Montamat, como figuras “relevantes”.
Es de hacer notar, que entre sus “atributos” están haber sido testigos a favor del extranjero, en juicios contra Argentina (Federico Bernal, del OETEC, fundamentó muy bien este tema), y de haber paralizado el Plan Nuclear, con falaces argumentaciones; y ahora pretenden paralizar por completo el Plan Nuclear, con enrevesados “análisis” de “eficiencia”, entre otras “lindezas” semejantes.
Como grupo de presión, claramente al servicio de las petroleras – gasíferas, y promoviendo la exaltada difusión de los “beneficios” del subdesarrollo crónico, convenientemente ocultado bajo la pantalla del ultra conservacionismo, surgieron con mucha fuerza y evidentes abundantes recursos, las transnacionales del ecologismo fundamentalista, nacido y fuertemente promovido desde Gran Bretaña y luego las otras hoy llamadas Potencias Atlantistas.
El caballo de Troya de estos personeros del subdesarrollo crónico, son las amañadamente llamadas “energías renovables” (concepto sesgado, pues con mucha mala fe excluyen sin fundamentos a las grandes hidroeléctricas, las cuales claramente producen energía renovable). También las llaman “energías limpias”, ocultando sus múltiples nocivos efectos ambientales, como claramente los tienen las energías eólica y solar.
Tampoco mencionan la acentuada ineficiencia de esas generaciones, por ser intermitentes (lo que las hace inútiles para operar como Energías de Base de ningún Sistema Eléctrico); ni sus altísimos costos por kWh, disimulados bajo una constante catarata de sesgados argumentos, y malamente ocultados por todo tipo de subsidios y ventajas prebendarias, que incluyen fuertes ventajas financieras, impositivas, aberrantes privilegios para despachar (vender) sin importar sus muy elevados precios, los que incluyen en Argentina tarifas dolarizadas e indexadas.
Esas ONGs ultra ecologistas, operan al servicio de las petroleras anglosajonas; como Greenpeace en el Ártico, que pretendió escrachar a las petroleras rusas, bajo falaces argumentos ambientales, mientras “miró para otro lado” respecto a las hidrocarburíferas anglosajonas, en idénticas actividades.
En Argentina, esas ONGs y sus apéndices locales, son muy virulentos para accionar en el marco de gobiernos de orientación Nacional, atacando al Sector Nuclear y a la hidroelectricidad; pero son muy sumisos e incluso cómplices activos de gobiernos neoliberales, como el macrismo, del cual forman parte y han sido dóciles y funcionales ante los negociados perpetrados en el tema de las “renovables”; ocultando también la vinculación entre esas energías y la termoelectricidad en base a hidrocarburos, pues sus baches de generación son cubiertos con el respaldo “en caliente” (funcionando) de centrales a petróleo o gas.
Los tres períodos neoliberales padecidos hasta hoy por Argentina, muestran sucesivas acciones para enajenar nuestras riquezas energéticas y limitar la diversificación de nuestra matriz energética, llegando en el reciente macrismo a implementar la pobreza energética (concepto explicado por OETEC), mediante descomunales tarifazos, los que solo sirvieron para alimentar las sobreutilidades de las hidrocarburíferas y las generadoras eléctricas, sin correlato alguno en las muy necesarias inversiones, que brillaron por sus ausencias, en los cuatro precedentes años … excepto las impresentables concesiones en renovables,
incluido algún negociado en el que participó el último expresidente, por el cual posiblemente deba rendir cuentas en La Justicia.
El tema histórico y el energético en general, lo desarrollé en la tesis de la Maestría en Gestión de la Energía, la cual se expone en el libro LOS PROFETAS DEL CAOS, disponible en el blog.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Una constante en la Historia Económica Argentina, es que los gobiernos de orientación Nacional, buscan el autoabastecimiento y la sana diversificación de la matriz energética, y ponen al estratégico Sector Energético como imprescindible soporte básico para sustentar debidamente el desarrollo socio económico nacional.
A la vez, desde siempre buscaron el manejo propio del sensible tema, con todas sus múltiples aristas.
Así sucedió con Yrigoyen, quien con la activa participación de los Generales Ingenieros Mosconi y Baldrich, creó YPF (la primera petrolera estatal del mundo), logrando incrementar sustancialmente la producción petrolífera, y también manejar el abastecimiento de acuerdo a prioridades nacionales, incluyendo imponer precios razonables, llegando a todo el territorio continental argentino.
Lo mismo respecto a las creaciones de Gas del Estado, Agua y Energía Eléctrica y la Comisión Nacional de Energía Atómica, en la década peronista 1946-1955. En ese período, desde la estatal YPF también se buscó incrementar la producción de carbón, del yacimiento Río Turbio. Se accionó para diversificar las fuentes de energía, disminuyendo la alta dependencia del petróleo y las onerosas importaciones del mismo.
En 1958, Frondizi creó YCF –Yacimientos Carboníferos Fiscales-, separando su accionar del petrolífero; además de alcanzar por primera vez el autoabastecimiento petrolero, lo cual posiblemente fue la causa principal real del golpe de Estado ultra liberal de 1962, pues al establishment le molestaban la industrialización, el desarrollo hidrocarburífero y las grandes obras públicas.
Entre 1966 y 1970 (aproximadamente), el intenso y patriótico accionar del General Guglialmelli, logró neutralizar parcialmente al personero liberal Krieger Vasena, dando fuerte impulso al Plan Nuclear, comenzándose Atucha 1, y hubo un ambicioso plan de un total de 6 centrales a ejecutarse, anulado poco después; a la vez que se dio impulso al Complejo Hidroeléctrico Chocón - Cerros Colorados, primera acción nacional en mega centrales hidroeléctricas.
La breve tercera presidencia de Perón, también puso énfasis en el Sector Energético; mientras que su sucesora M.E. Martínez de Perón, orientada por el patriota Dr. Julio Carlos González, dictó medidas para anular irritantes privilegios que favorecían –de mucho tiempo atrás- a las petroleras anglosajonas, lo cual pudo ser el detonante real que movió al establishment liberal a alentar a militares tan soberbios como incultos y carentes de Pensamiento Nacional, a consumar el golpe de Estado de 1976.
Claro está que las irracionales guerrillas, sutilmente alentadas por Gran Bretaña, crearon las condiciones para la posterior brutal represión, que fue el marco para imponer el neoliberalismo apátrida. Pero esto ya es otro tema.
Después de la larga noche neoliberal, vendrían los doce años del tercer peronismo, que no por casualidad concretó un enorme plan de obras públicas con grandes hitos, como la integración de todo el territorio continental al Sistema Interconectado Nacional, con vastas obras de media y alta tensión, fuerte aumento de la Potencia Instalada efectiva (varias grandes centrales termoeléctricas de última generación financiadas por el Estado, más las terminaciones de Yacyretá y Atucha 2, y el impulso a la Central Carbonífera de Río Turbio, entre otros logros).
Como contracara, es una constante de todos los gobiernos de corte liberal y pro oligárquicos, continuadores históricos de los apátridas unitarios (o sea clara o embozadamente antinacionales), ser funcionales a los dictados de las petroleras anglosajonas, dificultando el autoabastecimiento petrolero y favoreciendo la generación eléctrica en base a hidrocarburos; a la vez que entorpeciendo o anulando el accionar de todos los entes “inconvenientes” por fomentar fuentes de energía que desplazan a la termoelectricidad.
Así sucedió con los sucesivos golpes de Estado “con olor a petróleo”, como los de 1930, 1962 y en cierta forma los otros (excepto el de 1943); cuando no los que directamente vinieron con el propósito de revertir la historia de desarrollo, pretendiendo volvernos al siglo XIX, con el beneplácito de las más abyectas y retrógradas oligarquías ultra conservadoras, como en 1955 y 1976. En todos esos casos, el desaliento a desarrollos tecnológicos y acciones fácticas para diversificar la matriz energética, fueron paralelos a las acciones de vaciamiento de YPF (en esos períodos siempre manejada por personeros liberales, afines a las petroleras extranjeras).
Hubo y hay honrosas excepciones, tal vez la más destacada la de la muy anglófila y ultraliberal Marina, que pese a ello desde 1955 tomó bajo su protección al Sector Nuclear, con muchos altos oficiales graduándose como Ingenieros Nucleares, pasando a formar parte de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), siendo posiblemente los más destacados los Contraalmirantes e Ingenieros Nucleares Oscar Quihillalt y Carlos Castro Madero, este último fuerte impulsor del desarrollo nuclear en pleno “proceso”, resistiendo los embates de Martínez De Hoz para desguazar el sector. Claro que su recuerdo en la CNEA es complicado, pues hubo varios detenidos – desaparecidos del personal profesional, durante su gestión.
Por su parte “la gran prensa”, ultra oligárquica y antinacional por antonomasia, dio amplias difusiones a las opiniones de tecnócratas afines a los intereses de las petroleras extranjeras y opuestos con falaces y sucesivos argumentos, al desarrollo tecnológico nacional en áreas estratégicas claves, como la nuclear y la hidroeléctrica.
En los últimos años, los más promocionados tecnócratas de mentalidad antinacional han sido los “ocho ex secretarios de Energía de la partidocracia cleptocrática”, con Jorge Lapeña y Daniel Montamat, como figuras “relevantes”.
Es de hacer notar, que entre sus “atributos” están haber sido testigos a favor del extranjero, en juicios contra Argentina (Federico Bernal, del OETEC, fundamentó muy bien este tema), y de haber paralizado el Plan Nuclear, con falaces argumentaciones; y ahora pretenden paralizar por completo el Plan Nuclear, con enrevesados “análisis” de “eficiencia”, entre otras “lindezas” semejantes.
Como grupo de presión, claramente al servicio de las petroleras – gasíferas, y promoviendo la exaltada difusión de los “beneficios” del subdesarrollo crónico, convenientemente ocultado bajo la pantalla del ultra conservacionismo, surgieron con mucha fuerza y evidentes abundantes recursos, las transnacionales del ecologismo fundamentalista, nacido y fuertemente promovido desde Gran Bretaña y luego las otras hoy llamadas Potencias Atlantistas.
El caballo de Troya de estos personeros del subdesarrollo crónico, son las amañadamente llamadas “energías renovables” (concepto sesgado, pues con mucha mala fe excluyen sin fundamentos a las grandes hidroeléctricas, las cuales claramente producen energía renovable). También las llaman “energías limpias”, ocultando sus múltiples nocivos efectos ambientales, como claramente los tienen las energías eólica y solar.
Tampoco mencionan la acentuada ineficiencia de esas generaciones, por ser intermitentes (lo que las hace inútiles para operar como Energías de Base de ningún Sistema Eléctrico); ni sus altísimos costos por kWh, disimulados bajo una constante catarata de sesgados argumentos, y malamente ocultados por todo tipo de subsidios y ventajas prebendarias, que incluyen fuertes ventajas financieras, impositivas, aberrantes privilegios para despachar (vender) sin importar sus muy elevados precios, los que incluyen en Argentina tarifas dolarizadas e indexadas.
Esas ONGs ultra ecologistas, operan al servicio de las petroleras anglosajonas; como Greenpeace en el Ártico, que pretendió escrachar a las petroleras rusas, bajo falaces argumentos ambientales, mientras “miró para otro lado” respecto a las hidrocarburíferas anglosajonas, en idénticas actividades.
En Argentina, esas ONGs y sus apéndices locales, son muy virulentos para accionar en el marco de gobiernos de orientación Nacional, atacando al Sector Nuclear y a la hidroelectricidad; pero son muy sumisos e incluso cómplices activos de gobiernos neoliberales, como el macrismo, del cual forman parte y han sido dóciles y funcionales ante los negociados perpetrados en el tema de las “renovables”; ocultando también la vinculación entre esas energías y la termoelectricidad en base a hidrocarburos, pues sus baches de generación son cubiertos con el respaldo “en caliente” (funcionando) de centrales a petróleo o gas.
Los tres períodos neoliberales padecidos hasta hoy por Argentina, muestran sucesivas acciones para enajenar nuestras riquezas energéticas y limitar la diversificación de nuestra matriz energética, llegando en el reciente macrismo a implementar la pobreza energética (concepto explicado por OETEC), mediante descomunales tarifazos, los que solo sirvieron para alimentar las sobreutilidades de las hidrocarburíferas y las generadoras eléctricas, sin correlato alguno en las muy necesarias inversiones, que brillaron por sus ausencias, en los cuatro precedentes años … excepto las impresentables concesiones en renovables,
incluido algún negociado en el que participó el último expresidente, por el cual posiblemente deba rendir cuentas en La Justicia.
El tema histórico y el energético en general, lo desarrollé en la tesis de la Maestría en Gestión de la Energía, la cual se expone en el libro LOS PROFETAS DEL CAOS, disponible en el blog.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
martes, 14 de enero de 2020
domingo, 12 de enero de 2020
IRÁN – EEUU / UNA ESCALADA BÉLICA MUY RIESGOSA
Estupor y mucha preocupación mundial causó la “guerra de baja intensidad” que los asesinatos del General Soleimani y sus acompañantes pusieron en marcha, lo cual hace temer una guerra posterior de escala enorme e imprevisible que puede desatarse.
De por si el acto de agresión es de imposible justificación, pues involucra a dos naciones que técnicamente estaban enfrentadas ideológicamente y en el plano de las amenazas latentes, pero no se encontraban en guerra, además de haberse perpetrado en territorio de Iraq, o sea un tercer país, el cual también sufrió bajas en el mismo atentado o acción bélica.
Tan carente de todo justificativo es ese acto de patoterismo geopolítico, que hasta un autodefinido amigo de EEUU, como el analista internacional Carlos Escudé, no se atrevió a defenderlo ni a justificarlo (en el programa Minuto Uno de C5N). Y es bueno recordar que el mismo Escudé fue un entusiasta y virulento partidario de las dos guerras de agresión ejecutadas por EEUU contra Iraq, pocos años atrás.
En el muy sensible tema Malvinas, Escudé –en una abierta postura pro británica-, afirmó que Argentina fue el país “agresor”, tal el nivel de su subordinación a los anglosajones, pero el asesinato del General iraní y sus acompañantes fue tan grosero e indefendible, que ese analista se cuidó bien de apañarlo.
Complejo de analizar el tema, por sus múltiples aristas, y por muchos datos claves que seguramente no son conocidos. Pero surgen algunos hechos interesantes, que el temor de una escalada bélica impredecible, pudo dejar de lado.
Sin duda la preocupación general, es que esa agresión y sus respuestas, puedan ser el detonante de un conflicto mucho mayor, que incluso involucre armas nucleares. De hecho, la disparidad de fuerzas a nadie escapa que es muy acentuada. Pero inmediatamente sobrevuela el recuerdo de Vietnam.
La nación persa es una potencia regional considerable, no es una potencia mundial; pero claramente tampoco es una nación indefensa, como lo son Grenada y Panamá, fácilmente invadidos por EEUU; o en soledad estratégica, como estuvieron Yugoeslavia y Libia, años atrás.
Hace ya varios años EEUU da muestras de haber vuelto a la “doctrina del Gran Garrote”, y la aplica a menudo…pero no siempre.
De lo que pudo verse y estimarse, de acuerdo a los acontecimientos, surgen varios aspectos significativos.
- La muy bonita e inteligente diputada rusa Natalia Poklónskaya afirmó que de hecho estamos inmersos en la tercera guerra mundial, la cual se libra en forma muy diferente a las dos anteriores; marcando sus inicios desde la agresión a Yugoeslavia, a Iraq y otras, según el reportaje del diario Sputnik.
De las trincheras de la Primera Guerra, hoy se pasó a un abanico de opciones bélicas, que van desde lo mediático, pasando por los bloqueos económicos, ahogos financieros, operaciones de aislamiento internacional, siguiendo por guerras de baja intensidad y operaciones de terrorismo interno (como las guarimbas en Venezuela), las guerras no convencionales diversas (como sería
por ahora este caso), golpes de Estado reaccionarios y clasistas (como en Bolivia) y las agresiones desembozadas.
- Varios destacados analistas geopolíticos argentinos tienen coincidencias con lo expresado en el párrafo anterior, como Miguel Ángel Barrios, Marcelo Gullo Amodeo, Carlos Pereyra Mele y Jorge Nelson Poma, entre algunos otros más.
- Se puede advertir la total soledad de EEUU en esta agresión, solo apoyado por Israel y Arabia Saudita; si bien ahora se advierte cierto accionar de sus “primos” británicos, como lo revela la instigación a las protestas internas que habría perpetrado el embajador en Irán.
- El craso error de derribar un avión de pasajeros por parte de la defensa iraní, proporciona a EEUU el argumento para cambiar el eje de discusión.
- La “iniciativa” (pretendida imposición) de EEUU de presionar en bloque a Irán por el tratado nuclear, no tuvo eco alguno, demostrando el deterioro del poder real de esa superpotencia, lejos ya del Mundo Unipolar.
- El accionar directo de EEUU contrasta con la extrema mesura de China, Rusia, India, la Unión Europea y otros. El desgaste es unipolar, y puede ser considerado un signo de decadencia.
- El felpudismo extremo demostrado por el ”evangélico” Bolsonaro apoyando a EEUU en la agresión, demuestra su indignidad, en franca oposición al soberano accionar de Lula en temas geopolíticos.
- Si Macri hubiese seguido en el poder en Argentina, con seguridad asumiría una postura más felpúdica aun que la expresada por Bolsonaro.
- Si bien EEUU tiene un presupuesto militar que seria entre el 40% y 50 % del total mundial, la derrota de su agresión en Siria (con otros socios como la OTAN e Israel), la virtual derrota por abandono o inanición táctica en Ucrania, y el empantamiento en otros escenarios como Iraq y Afganistán,
parecerían demostrar una notable paridad tecnológica bélica respecto a las otras dos superpotencias (China y Rusia), así como mucha tela para cortar en lo referente a lo táctico y su visión estratégica.
- El rechazo que EEUU generó en Iraq, significa un costo geopolítico muy alto, si bien es evidente que el invadido país arábigo carece de poder real para concretar la expulsión de las bases imperiales en su territorio.
- Queda en claro que una guerra convencional de EEUU contra Irán tendría costos humanos, económicos y geopolíticos inadmisibles, mientras que una agresión nuclear, así sea con artefactos tácticos, tendría efectos en todo su entorno, y sería un detonante de agresiones múltiples en gran escala de efectos globales catastróficos. Difícilmente suceda esto, y es de esperar que
prime la cordura.
- Si bien EEUU hoy no depende críticamente del petróleo y gas de Oriente Medio, no ocurre lo mismo con Europa, China e India, entre otros. El cierre del Estrecho de Ormuz por parte de Irán, sería una contundente opción militar que indirectamente afectaría en grandes proporciones a todo el bloque de Potencias Atlantistas, pudiendo producir un serio resquebrajamiento de la antes monolítica postura de esas potencias.
- El tema no se agota.
Para Argentina, y para todo el bloque de la CELAC, lo lógico es mantener en este espinoso tema, una postura neutral, que no avale agresiones internacionales de ningún tipo. La muy buena convivencia entre argentinos de diversos credos y orígenes culturales y étnicos, es sumamente importante, debiendo acentuarse
todo accionar para mantener nuestra población fuera de ese tipo de conflictos potencialmente insalvables, como los de Medio Oriente.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analistas de Temas Económicos y Geopolíticos
Estupor y mucha preocupación mundial causó la “guerra de baja intensidad” que los asesinatos del General Soleimani y sus acompañantes pusieron en marcha, lo cual hace temer una guerra posterior de escala enorme e imprevisible que puede desatarse.
De por si el acto de agresión es de imposible justificación, pues involucra a dos naciones que técnicamente estaban enfrentadas ideológicamente y en el plano de las amenazas latentes, pero no se encontraban en guerra, además de haberse perpetrado en territorio de Iraq, o sea un tercer país, el cual también sufrió bajas en el mismo atentado o acción bélica.
Tan carente de todo justificativo es ese acto de patoterismo geopolítico, que hasta un autodefinido amigo de EEUU, como el analista internacional Carlos Escudé, no se atrevió a defenderlo ni a justificarlo (en el programa Minuto Uno de C5N). Y es bueno recordar que el mismo Escudé fue un entusiasta y virulento partidario de las dos guerras de agresión ejecutadas por EEUU contra Iraq, pocos años atrás.
En el muy sensible tema Malvinas, Escudé –en una abierta postura pro británica-, afirmó que Argentina fue el país “agresor”, tal el nivel de su subordinación a los anglosajones, pero el asesinato del General iraní y sus acompañantes fue tan grosero e indefendible, que ese analista se cuidó bien de apañarlo.
Complejo de analizar el tema, por sus múltiples aristas, y por muchos datos claves que seguramente no son conocidos. Pero surgen algunos hechos interesantes, que el temor de una escalada bélica impredecible, pudo dejar de lado.
Sin duda la preocupación general, es que esa agresión y sus respuestas, puedan ser el detonante de un conflicto mucho mayor, que incluso involucre armas nucleares. De hecho, la disparidad de fuerzas a nadie escapa que es muy acentuada. Pero inmediatamente sobrevuela el recuerdo de Vietnam.
La nación persa es una potencia regional considerable, no es una potencia mundial; pero claramente tampoco es una nación indefensa, como lo son Grenada y Panamá, fácilmente invadidos por EEUU; o en soledad estratégica, como estuvieron Yugoeslavia y Libia, años atrás.
Hace ya varios años EEUU da muestras de haber vuelto a la “doctrina del Gran Garrote”, y la aplica a menudo…pero no siempre.
De lo que pudo verse y estimarse, de acuerdo a los acontecimientos, surgen varios aspectos significativos.
- La muy bonita e inteligente diputada rusa Natalia Poklónskaya afirmó que de hecho estamos inmersos en la tercera guerra mundial, la cual se libra en forma muy diferente a las dos anteriores; marcando sus inicios desde la agresión a Yugoeslavia, a Iraq y otras, según el reportaje del diario Sputnik.
De las trincheras de la Primera Guerra, hoy se pasó a un abanico de opciones bélicas, que van desde lo mediático, pasando por los bloqueos económicos, ahogos financieros, operaciones de aislamiento internacional, siguiendo por guerras de baja intensidad y operaciones de terrorismo interno (como las guarimbas en Venezuela), las guerras no convencionales diversas (como sería
por ahora este caso), golpes de Estado reaccionarios y clasistas (como en Bolivia) y las agresiones desembozadas.
- Varios destacados analistas geopolíticos argentinos tienen coincidencias con lo expresado en el párrafo anterior, como Miguel Ángel Barrios, Marcelo Gullo Amodeo, Carlos Pereyra Mele y Jorge Nelson Poma, entre algunos otros más.
- Se puede advertir la total soledad de EEUU en esta agresión, solo apoyado por Israel y Arabia Saudita; si bien ahora se advierte cierto accionar de sus “primos” británicos, como lo revela la instigación a las protestas internas que habría perpetrado el embajador en Irán.
- El craso error de derribar un avión de pasajeros por parte de la defensa iraní, proporciona a EEUU el argumento para cambiar el eje de discusión.
- La “iniciativa” (pretendida imposición) de EEUU de presionar en bloque a Irán por el tratado nuclear, no tuvo eco alguno, demostrando el deterioro del poder real de esa superpotencia, lejos ya del Mundo Unipolar.
- El accionar directo de EEUU contrasta con la extrema mesura de China, Rusia, India, la Unión Europea y otros. El desgaste es unipolar, y puede ser considerado un signo de decadencia.
- El felpudismo extremo demostrado por el ”evangélico” Bolsonaro apoyando a EEUU en la agresión, demuestra su indignidad, en franca oposición al soberano accionar de Lula en temas geopolíticos.
- Si Macri hubiese seguido en el poder en Argentina, con seguridad asumiría una postura más felpúdica aun que la expresada por Bolsonaro.
- Si bien EEUU tiene un presupuesto militar que seria entre el 40% y 50 % del total mundial, la derrota de su agresión en Siria (con otros socios como la OTAN e Israel), la virtual derrota por abandono o inanición táctica en Ucrania, y el empantamiento en otros escenarios como Iraq y Afganistán,
parecerían demostrar una notable paridad tecnológica bélica respecto a las otras dos superpotencias (China y Rusia), así como mucha tela para cortar en lo referente a lo táctico y su visión estratégica.
- El rechazo que EEUU generó en Iraq, significa un costo geopolítico muy alto, si bien es evidente que el invadido país arábigo carece de poder real para concretar la expulsión de las bases imperiales en su territorio.
- Queda en claro que una guerra convencional de EEUU contra Irán tendría costos humanos, económicos y geopolíticos inadmisibles, mientras que una agresión nuclear, así sea con artefactos tácticos, tendría efectos en todo su entorno, y sería un detonante de agresiones múltiples en gran escala de efectos globales catastróficos. Difícilmente suceda esto, y es de esperar que
prime la cordura.
- Si bien EEUU hoy no depende críticamente del petróleo y gas de Oriente Medio, no ocurre lo mismo con Europa, China e India, entre otros. El cierre del Estrecho de Ormuz por parte de Irán, sería una contundente opción militar que indirectamente afectaría en grandes proporciones a todo el bloque de Potencias Atlantistas, pudiendo producir un serio resquebrajamiento de la antes monolítica postura de esas potencias.
- El tema no se agota.
Para Argentina, y para todo el bloque de la CELAC, lo lógico es mantener en este espinoso tema, una postura neutral, que no avale agresiones internacionales de ningún tipo. La muy buena convivencia entre argentinos de diversos credos y orígenes culturales y étnicos, es sumamente importante, debiendo acentuarse
todo accionar para mantener nuestra población fuera de ese tipo de conflictos potencialmente insalvables, como los de Medio Oriente.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analistas de Temas Económicos y Geopolíticos
martes, 7 de enero de 2020
¿DISOLUCIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS, O
FUERZAS ARMADAS EN ESTADO DE DISOLUCIÓN?
Entre
la maraña de informaciones de distintos tipos, muchas de ellas versiones
amañadas dudosamente verificables de algunos de los muchos medios digitales y
convencionales existentes, ampliadas con el accionar de múltiples trols
(generadores de noticias y versiones falsas, en medios electrónicos), circuló
con relativa poca difusión un supuesto proyecto de disolución de las FFAA
argentinas, por pretextadas economías presupuestarias; para cuya concreción se
estudiaría el modelo de Costa Rica, pequeño país centroamericano que hace
algunos años solo cuenta con fuerzas de seguridad.
De
hecho, no existen paralelismos bien fundamentados que puedan pergeñarse, entre
la hermana pero muy pequeña nación de Costa Rica, con nuestro país, de
dimensiones continentales y con amplias jurisdicciones marítimas y las
fundamentadas pretensiones sobre la extensión del Continente Blanco que
llamamos Antártida Argentina; además de los tres irredentos archipiélagos en el
Atlántico Sur.
Ningún
análisis geopolítico bien fundamentado, puede estar a favor de la supuesta
iniciativa de disolución de las FFAA Argentinas. Tal cosa sería otro paso más
para empujarnos a la disolución nacional, objetivo claramente perseguido por el
establishment (poder establecido) transnacional de la globalización ultra
neoliberal; lo cual comenzó a advertirse en el nefasto “proceso” cívico militar
(que nos subordinó al neoliberalismo y comenzó la destrucción socio económica,
siguiendo los lineamientos sutilmente pergeñados por Harry S. Ferns); luego
pudo ya evidenciarse con cierta sutileza, en las acciones y objetivos últimos
de los desastrosos gobiernos noventistas, que padecimos en nuestro país, y que
nos llevaron a la crisis terminal de 2001/2002; para recientemente expresarlo
con desparpajo el destructivo neoliberalismo macrista.
Ese
último, de mínima pretendió llevarnos a la perimida e inviable Argentina semi
feudal del mitrismo (siglo XIX), bajo los auspicios de la oligarquía, su núcleo
duro de la Sociedad Rural y sus tentáculos en varias organizaciones
empresarias, como la anti industrialista UIA (Unión Industrial Argentina,
promotora del neoliberalismo, o sea del industricidio, ¡vaya paradoja!); pero
el objetivo de máxima del macrismo fue y sigue siendo la disolución nacional,
como lo expresaron los secesionistas de la “Argentina del Centro”, entre otras
acciones claramente antinacionales.
Si
bien es conocido que tanto los neoliberales agazapados como tecnócratas u otros
ropajes engañosos, como los “progres” de “izquierdas” tan antinacionales como
los neoliberales, son muy hábiles para introducirse en gobiernos de orientación
nacional, y por lo tanto esa peregrina iniciativa de disolución de las FFAA
podría haber sido impulsada por cualquiera de esos agentes de la antipatria
travestidos de pseudo peronistas; como sea resulta muy poco creíble,
prácticamente impensable, que el peronismo sea el impulsor de semejante medida, no solo
reñida totalmente con toda mentalidad nacional, sino atentatoria contra el
Ejército Argentino, institución en la que se formó el mentor de dicha doctrina,
a la vez el mayor estadista argentino del siglo XX.
Siendo
muy poco creíble el supuesto proyecto “oficial” de disolver las Fuerzas
Armadas, queda en cambio muy en claro que desde hace décadas, las FFAA están en
un progresivo y autoasumido estado de disolución en curso, pergeñado desde
adentro y desde afuera de las propias instituciones armadas, sin que muchos de
sus integrantes parecieran tomar conciencia de ello.
Ese
proceso de disolución paulatina no es casual, siendo en cambio causal del mismo
la pérdida del Pensamiento Nacional en esas instituciones, reemplazado
brutalmente por una total subordinación al pensamiento liberal –apátrida por
definición-, y desde el siniestro proceso en adelante, por la adhesión total al
neoliberalismo, que es la herramienta funcional más poderosa al servicio de la
globalización salvaje.
Cabe
recordar que la globalización busca la disolución de los Estados Nacionales, en
particular los excluidos del núcleo duro del poder de las Potencias
Atlantistas; y el estado de indefensión total es un prerrequisito para destruir
Estados. O sea, la disolución de las FFAA, puesta en marcha en 1955 y acentuada
varias veces, principalmente desde 1976, es funcional a ese perverso accionar
geopolítico disolvente de Argentina.
Prácticamente
desde la Ley Riccheri, que modernizó las FFAA a principios del siglo XX,
estuvieron en pugna dos vertientes opuestas del pensamiento político en dichas
fuerzas: el liberalismo a ultranza y el Sector Nacional, siempre con confusos o
tibios en posiciones no muy claras entre ambas vertientes opuestas.
Desde
“la fusiladora” (1955) en adelante, se inculcaron a fuego consignas de claro
corte antinacional, como la exaltación del mitrismo y su proceso de
organización nacional (a la medida de los intereses británicos), enseñándose
una amañada historia argentina falseada, que entre otras aberraciones, exalta
como “el modelo a seguir” el del Centenario, con una economía primaria de falsa
“grandeza”, carente de proyecciones estratégicas con sentido de real grandeza
nacional (opuesta al desarrollo industrial y tecnológico, y con una estructura
social semi feudal de riqueza concentrada en pocas manos).
Por
eso no fueron de sorprender las imposiciones de esas nefastas ideas a sangre y
fuego, como los fusilamientos de 1956 y los incontables actos ferozmente
represivos, incluyendo la vergonzosa proscripción política del peronismo,
practicada en nombre de “la libertad” (hipocresía total), y el desprecio
visceral al pueblo, con fuertes componentes de racismo y clasismo explícito.
A
todas esas lacras conceptuales, se le agregó la acentuación del espíritu de
casta “superior”, que afectó muy profundamente sobre todo a las mentes más
primitivas y menos evolucionadas, preparando el terreno para la división del
tejido social nacional, a la vez que al perder el sentido de los Valores
Nacionales, dejó el campo preparado para acondicionar mentes confusas,
dispuestas años después a operar como
tropas de ocupación en el propio territorio…al servicio de dictados foráneos,
como lamentablemente sucedió en el nefasto “proceso”.
La
violencia institucionalizada desde “la fusiladora”, generó reacciones del mismo
tenor, las cuales lamentablemente en buena parte fueron cooptada por doctrinas
tan apátridas como el liberalismo, como lo son el marxismo, el trotskismo y
similares. La violencia in crescendo de ambas partes, fue generando el caldo de
cultivo para un virtual estado de guerra civil, que era lo preconizado por el
británico/canadiense Ferns, para destruir los grandes avances logrados por
Argentina.
La
ignorancia prácticamente total en temas básicos, como Geopolítica, Economía,
Historia Argentina e Historia Mundial, inculcada con agregados de fuertes dosis
de espíritu de casta, aplicado todo con inusitada violencia desde 1955, crearon
las condiciones básicas para instigar e imponer medidas que terminarían siendo
lesivas no solo a La Patria, sino a las mismas FFAA en las que se impartieron,
incluyendo el claro desprestigio que generaron.
El
fuerte desprecio a todo lo Nacional y Popular, sumado a la negativa visión anti
industrial y anti desarrollo tecnológico, que se pasó a inculcar como “verdades
irrefutables” en los institutos de formación militar (dicho esto según diversos
testimonios, así como analizando las distorsiones conceptuales que han afectado
incluso a uniformados que son buenas personas y pretenden ser sinceros patriotas,
pero que están inmersos en serias confusiones a veces muy profundas), generaron
una sumatoria de hechos que resultaron nocivos al país y a las FFAA.
Habiendo
sido décadas ha, las FFAA activas promotoras del desarrollo industrial de alta
tecnología, por medio de Fabricaciones Militares y otros entes militares
similares, las últimas acciones concretas en la misma línea de desarrollo
industrial y tecnológico parece encontrarse en los años ’60, cuando se
concretaron notables logros tecnológicos de la industria bélica nacional, como
el TAM (Tanque Argentino Mediano); el eficiente avión de combate Pucará, de
buena actuación en Malvinas; el cañón de 155 mm., del cual solo se llevaron dos
a Malvinas (y buena falta que hicieron más); las masivas producciones de
fusiles FAL; así como algunas acciones para producir localmente camiones de
tracción múltiple y vehículos livianos especiales. A la vez se reimpulsaba el
desarrollo tecnológico nuclear.
Parecería
que detrás de varias de esas acciones con claros perfiles estratégicos, estaba
la mente preclara y el férreo concepto de patriotismo del General Juan Enrique
Guglialmelli; ante cuyo temprano deceso a comienzos de los ’80, el gran
historiador José María Rosa publicó “ha muerto el último general de la patria,
ahora solo quedan generales de empresa”, despreciando claramente al accionar de
aquellos para los que el escalafón más alto de los grados militares, era formar
parte del directorio de alguna gran empresa, utilizando los contactos del ya
decadente poder militar, corroído por dentro por la antipatria.
Quedaban
algunos cuadros militares dotados de Mentalidad Nacional a comienzos de los
’70, pero el establishment se encargó de neutralizarlos, promoviendo a los
ultra liberales.
Desatado
el infame “proceso”, las FFAA pasaron a cumplir el nada decoroso papel de
custodios pretorianos de los oligarcas y de los personeros del establishment
financiero transnacional, para que perpetraran sin oposiciones las brutales
tareas de endeudamiento descomunal (como financiamiento de la timba financiera,
principalmente), y de industricidio masivo, implementando una genocida apertura
económica.
Con
necedad se escuchaba decir a algunos uniformados “ahora hay esperanzas”…mientras
se destruían décadas de trabajoso desarrollo. Ni por asomo eran conscientes que
en realidad estaban transformando la arenga usual en las paradas militares,
pasando a ser realmente “¡subordinación y valor; para vender a la Patria!”.
La
ignorancia en grado extremo, con elevadas dosis de soberbia, en un marco de
cerrazón mental acentuado, llevaron a las conducciones cívico – militares de
esos tristísimos años, a cometer errores estratégicos garrafales; de un grado
aberrante, con pocos casos similares en la historia mundial.
Por
poco nos llevan a una guerra contra Chile, siendo sabido que se sabe bien como
comienzan, pero nunca se sabe como terminan esos conflictos.
Creyéndose
estúpidamente “aliados” de EEUU, siendo que solo operaron como marionetas
descartables, en operaciones sucias de Centroamérica y en el siniestro Plan
Cóndor bajo supervisión de las potencias a las que nos subordinaron; y
demostrando una ignorancia supina en materia internacional, planificaron
improvisadamente la recuperación de Malvinas y Georgias, suponiendo contra toda
lógica que Gran Bretaña no reaccionaría, y que EEUU seria neutral. ¡Eso
demuestra ignorancia total en Historia y Geopolítica!
Peor
aun, demostraron no prever necesarias alianzas con otras potencias mayores,
para contrabalancear el poderío conjunto de ambas potencias anglosajonas; y con
mentalidad de colonizados mentales en grado superlativo, prefirieron ser fieles
“al sistema” antes que priorizar la defensa de La Patria, objetivo prioritario
para lo cual todo está permitido.
En
un enfrentamiento de muy asimétricas potencialidades, nos llevaron a una
derrota segura, para la cual hasta el Papa obró, posiblemente para conjurar la
amenaza de una bomba atómica a ser arrojada sobre Córdoba.
Neciamente
nos pusieron en el rol de derrotados militarmente, con todo lo negativo que eso
implica. No solo la pérdida de los objetivos estratégicos, las irreparables
pérdidas humanas en muertos y mutilados físicos y mentales, sino también
ingentes pérdidas de material militar, y los condicionamientos ulteriores que
hasta hoy obran como impedimentos del imprescindible reequipamiento de nuestras
hoy muy menguadas capacidades de defensa.
Un
indudable patriota, como el Coronel Seineldín, más allá de su poca versación en
los vericuetos de la política, anticipó el oscuro futuro que todo eso permitía
avizorar para nuestro país.
Completando
las incoherencias en grado superlativo, es público y notorio que los
uniformados en bloque (tal vez más del 90 %, incluyendo a retirados y activos)
apoyaron con fervor digno de mejor causa, al gobierno neoliberal de Macri, el
mismo que entregó soberanía con total desparpajo, destruyó la economía y el
tejido social nacional, cerró y desguazó regimientos e instalaciones de
Fabricaciones Militares, y dio señales claras de desentenderse por completo de
la Causa Malvinas, del Mar y la Antártida Argentina.
No
entienden que el neoliberalismo es tan apátrida como el trotskismo y el
marxismo, y ven como “subversivo” a todo lo que no comprenden.
En
las propias bases antárticas, en las últimas elecciones, el 90 % de los votos
(casi todos militares) fueron para el macrismo. ¡Apoyaron al que considera “un
costo innecesario” a la soberanía argentina, a defender en Malvinas y
Antártida!
¡Tanto
es el odio que les instigaron en los institutos militares, reforzados por
aceitadas cadenas de mensajitos que casi a diario reciben por vía electrónica,
que no dudan en apoyar a un apátrida confeso, con tal de expresar el repudio
irracional a todo lo Nacional y Popular, especialmente al peronismo, doctrina política
esta última que con irracionalidad y malignidad, les inculcaron que es casi
sinónimo del comunismo, lo cual por supuesto es una aberración conceptual
mayúscula y nada inocente! Todo eso lleva a la disolución.
Necesitamos
Fuerzas Armadas y de Seguridad, bien equipadas y adiestradas, pero dotadas de
clara Mentalidad Nacional; no confusos liberales apátridas.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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