ENTRE MYRIAM BREGMAN Y LOS PROCESEROS CONTUMACES
A muchos molestó mucho –me incluyo- la frase que habría dicho la dirigente trotskista y diputada nacional Myriam Bregman, quien habría expresado con marcado desprecio hacia nuestra bandera, “esa bandera no me representa”.
Ahora bien, algunos de los muy molestos, están dentro del sector de los más fervorosos “patrioteros de bandera”, los que en muchos casos son recalcitrantes partidarios del nefasto y apátrida “proceso”, que instaló y protegió la implementación del neoliberalismo en Argentina.
Esos patrioteros de bandera deberían ser modelos de auténtico patriotismo, con profundas convicciones y con amplio sentido del significado del concepto de “soberanía”. Esa debería ser la convicción principalísima de quienes fueron formados, equipados y mantenidos como el brazo armado de la Patria. Pero los nefastos cursos de la Escuela de las Américas y similares, produjeron en muchos casos un limaje neuronal al ras, por el cual el supuesto “único enemigo” es “el subversivo marxista”, negándose a todo análisis actualizado y bien fundamentado, con lo cual los colonizados mentales de ese tipo pasan a ser individuos marcadamente agresivos, a los que enfurece en grado superlativo toda opinión que contraríe o al menos roce claramente sus dogmáticas creencias políticas, que los mantienen patológicamente anclados en los años ’70.
Debido a la muy profunda manipulación mental que se perpetró con notable crudeza y arrasadores resultados sobre toda la población argentina, mucha buena gente tiene muy tergiversados los valores, y evidencia notable ignorancia en grado profundo, acerca de la realidad; o peor aun les inculcaron el pernicioso criterio del autismo institucionalizado, o sea aquello de “no se nada ni me importa lo que pase”.
Esos profundos grados de colonización mental calaron muy hondo en sectores de la difusa y hoy decadente (económicamente) clase media, pero claramente causaron estragos en las mentalidades inculcadas e imperantes en los sectores “proceseros” de las fuerzas armadas y de seguridad, a las que llenaron de formalismos huecos (himno, bandera, y similares), pero les quitaron toda sustancia y todo entendimiento de la realidad.
Solo así pudieron avalar las destructivas políticas socio económicas
neoliberales, implementadas desde “el proceso”, las que solo pudieron instalarse a partir de hacer operar a Nuestras Fuerzas Armadas como tropas de ocupación –en el propio territorio nacional-, avalando el accionar de los personeros del poder financiero transnacional, y de sus socios menores locales, de la diversificada oligarquía argentina, siempre apátrida, oportunista, evasora y fugadora serial de divisas.
Y la cerrazón mental sigue operando, pues claramente muchos de esos patrioteros de bandera de mentalidad procesera, siguen sin razonar nada operando casi por pura inercia, avalando todas las tropelías del “proceso”, y hoy apoyando a otro gobierno neoliberal que es clara continuación de aquel y del de los siniestros años ’90.
Siendo repudiables ambas conductas, la de los trotskistas como Bregman y otros, que reniegan de todo concepto de sano patriotismo, como la de los proceseros y similares, que siguen practicando un patrioterismo hueco que es en realidad un anti patriotismo profundo y en grado patológico; es sin embargo mucho más repudiable y negativo el último caso, pues su actitud induce a peligrosas confusiones y –en muchos casos seguramente involuntarios- significa un accionar hipócrita, pues la juegan de cipayos auto titulándose “grandes patriotas”.
No les suele “caer la ficha” que ser patriota implica necesariamente defender la soberanía en todos los frentes, y no alcanzar a razonar o muchas veces desconocen totalmente, que endeudarnos irracionalmente, destruir la industria, desguazar o extranjerizar los entes tecnológicos, cerrar o vaciar hospitales y escuelas, fugar divisas con una actitud de naturalización propia de delincuentes de guante blanco, auto condonarse deudas propias y de amigos para con el Estado, y otro sinfín de actitudes aberrantes, es sin duda alguna atacar la soberanía nacional. Por supuesto, a los patrioteros de bandera, en sus confusiones y raros conformismos mentales, ni se les ocurre analizar ni menos aun criticar las acciones de clara entrega de soberanía que se están perpetrando en los delicados y muy estratégicos temas de Malvinas, La Antártida Argentina, incluso en el despoblamiento adrede implementado en La Patagonia, por parte de la CEOcracia neoliberal hoy imperante. No, los patrioteros de bandera siguen muy ocupados y preocupados contra “los subversivos” que ven hasta en la sopa, pero se niegan a ver que con este rumbo marchamos a paso forzado hacia la disolución nacional.
Para hacer una comparación tal vez grosera pero clara: si un delincuente vuelve a delinquir, es aberrante y condenable; pero si el que delinque es un policía, allí la situación es mucho más grave, pues lo hace quien encarna el brazo armado de la ley.
Siguiendo con el ejemplo, salvando distancias: si una trotskista se expresa como anti argentina, es repudiable, pero no puede sorprender, pues está en su esencia política; pero si un uniformado (no son todos, y tal vez no son tantos),
vociferando supuesto patriotismo a voz en cuello, avala gustosamente la aplicación de políticas económicas claramente antinacionales, ahí la cosa es mucho más grave, pues se trata de un caso de profundas tergiversaciones en las escalas de valores.
Es como el caso de un grupúsculo de “intelectuales” proceseros, que en su momento con burda socarronería hicieron oídas diciendo “preferimos cualquier cosa antes que los Kirchner”…¡y siguen prefiriendo cualquier cosa, incluyendo deleznables acciones de destrucción nacional y de pisoteo burdo de la soberanía!
Algún otro “pensador” procesero, se alegró ante los despidos masivos y brutales en ARSAT, pero ni se molestó ante la destrucción y extranjerización del Plan Satelital Argentino, incluso ante la pérdida de una de las posiciones orbitales, lo cual es pérdida de soberanía. ¡Pero sería demasiado suponer que pueda razonar algo tan “complejo” como eso!
Y hasta algún pretendido “intelectual” retirado, que en tono admonitorio afirma que “los únicos enemigos están adentro”, complementando con la frase “los ingleses son unos caballeros”. Son “caballeros” que practican la piratería como modus operandi en su política exterior…pero los colonizados mentales proceseros no lo ven, ni intentan salir de sus profundas ignorancias en temas de Geopolítica, Historia y Economía.
Como dijera Belgrano…¡ayyy, Patria Mía!
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
lunes, 26 de febrero de 2018
viernes, 23 de febrero de 2018
LOS KELPERS FESTEJAN, ARGENTINA SUCUMBE
La reciente invitación conjunta de Argentina y Gran Bretaña, extendida a líneas aéreas (existentes o a crearse) con sedes en Paraguay, Brasil, Uruguay y Chile, para establecer servicios regulares que vinculen a Malvinas con el continente, sumado el hecho a los acuerdos para establecer operativos conjuntos de ambos países en La Antártida, conforman un retroceso brutal en el accionar de nuestro país, pues tira por tierra prolongadas tareas diplomáticas y acciones efectivas realizadas concatenadamente para defender nuestros legítimos derechos sobre el archipiélago austral y sobre nuestra porción del Continente Blanco, acreditada esta última por nuestra presencia activa y permanente en Antártida desde 1904, cuando fuimos el primer país en tener bases permanentes en ese desolado extremo del mundo, que es geográficamente continuación de nuestro territorio continental.
Un par de meses antes, se habían eliminado las serias trabas diplomáticas que eficazmente se habían interpuesto para impedir o al menos dificultar en grado sumo las tareas de explotación petrolera en las aguas circundantes de Malvinas, en esa extensa porción del Mar Argentino usurpada por la piratería británica. O sea, la Cancillería Argentina, bajo el neoliberalismo apátrida, opera a favor de los intereses británicos.
Claro está que semejantes aberraciones geopolíticas están apañadas por los entreguistas acuerdos de Madrid y Londres de 1990, que implicaron una deshonrosa rendición total y en condiciones humillantes para nuestro país, lo cual fue cuidadosamente ocultado por los operadores locales del establishment, que siempre opera a favor de los anglosajones y en contra de los Intereses Nacionales Argentinos. Por supuesto, los agresivos y muy poco pulidos intelectualmente patrioteros de bandera, en su mayoría ignoran o no les dan importancia a estos temas.
Todo eso es extremadamente preocupante, siendo posiblemente las acciones más perjudiciales para nuestra soberanía, perpetradas en rápida y continua sucesión por el actual gobierno neoliberal que hoy conduce a nuestro país (y que claramente lo lleva a pasos acelerados hacia la disolución nacional).
La entrega de soberanía perpetrada por el neoliberalismo macrista no tiene parangón de similar infamia en toda nuestra historia, y eso que hubo varios gobiernos liberales –y por ende antinacionales-, a lo largo de nuestros dos siglos y fracción de vida formalmente independiente. Es clara continuación del anglófilo traidor Rivadavia y sus seguidores, que operó para fragmentarnos y ponernos como súbditos británicos de una colonia dócil y sin dignidad soberana.
Después de sucesivos “acercamientos” con la diplomacia y los poderes británicos (incluyendo los corporativos de Bancos, petroleras y otros sectores del poder plutocrático manejado desde Londres), y luego de incorporar activamente al gobierno a personeros de ONGs pseudo ecologistas británicas (como Greenpeace, WWF y otras), además del CEO y accionista de Shell puesto a manejar el estratégico Ministerio de Energía al servicio de intereses sectoriales corporativos y británicos; ahora en los muy sensibles temas de Malvinas y la Antártida Argentina, las acciones de vergonzosa sumisión a los intereses y posturas británicas, ya no solo son escandalosas, son vergonzosamente denigrantes para el honor nacional.
En el muy sensible tema de Malvinas, la estrategia que exitosamente se venía aplicando, consistía en aislar al enclave colonialista, impidiéndole los contactos con Sudamérica, lo cual le encarecía la logística, los aislaba, y condicionaba las operaciones económicas que pretendían realizar para consolidar el estatus colonial, seguramente para luego “inventar” otro mini Estado “independiente”, que bajo la cobertura de la Commonwealth (la Comunidad Británica de Naciones), sepulte las muy bien fundamentadas pretensiones de soberanía de Argentina sobre ese archipiélago y los otros dos (Georgias y Sandwich del Sur), reclamadas por nuestro país.
Esa estrategia, potenciada en el marco de la UNASUR, se fisuró al aceptarse los vuelos de Lan Chile hacia Malvinas, con escala en la Patagonia Argentina. Por otra parte, se dificultaba y rechazaba que naves y aeronaves británicas y de los kelpers hagan escala o se reabastezcan en puertos y aeropuertos de Sudamérica.
Aunque los sectores recalcitrantemente “proceseros” de las FFAA, con sus canales de infiltración de críticas muchas veces soeces y mal intencionadas, en paralelo con los operadores de la oligarquía pro británica (siempre socios de ruta y muy activos), lo “ningunearan”, y se refirieran en forma burlona e instalando
pretendida desacreditación de aquel accionar argentino de aislamiento a los agresores – usurpadores británicos, resultó muy claro que Gran Bretaña estaba muy molesta con ello, y los kelpers enfurecidos. Muchos hechos lo prueban, entre ellos las arrogantes actitudes del ex primer ministro Tony Blair con pretendidos desplantes a la por entonces presidenta argentina, en reuniones del G 20.
Desplantes que los medios de comunicación locales al servicio del establishment pro británico, se esmeraron en resaltar, como es usual por parte de los cipayos asumidos.
Ahora, esos mismos mercenarios de la incomunicación masiva, como también los sutiles (o no tanto) posteadores de “bajadas de líneas” a las tropas de retirados proceseros, más diversos variopintos supuestos patriotas y malvineros varios estentóreos, y otros opinólogos pregoneros de “patriotismo” formal hueco de contenido; ahora todos ellos “se quedaron en el molde” y no dicen “esta boca es mía”, ni redactan ni una línea de protesta.
En el caso de los uniformados ultra liberales, proceseros contumaces que por lo general se niegan a todo razonamiento si se cuestionan así sea marginalmente sus dogmas setentistas (esos que solo ven enemigos en “los zurditos y subversivos” pero que desconocen o “no ven” las agresiones de las Potencias Atlantistas y del mega poder financiero transnacional), parecería que aceptan sin chistar todas esas tropelías en contra de la soberanía y la dignidad nacional…mientras les sigan prometiendo los indultos a los procesados por delitos de lesa humanidad.
Delitos de los que los imputados y procesados pueden o no ser culpables, ese ya es otro tema; pero que nunca deberían ser objetos de trueque, menos aun si lo que se resigna es lo esencial, cuya carencia nos lleva a paso forzado hacia la disolución nacional…pero varios de esos “sesudos opinantes” solo parecen preocuparse adicional o principalmente…por sus haberes.
Y por supuesto, no faltan algunos verborrágicos “retirados” y también civiles “de clase alta” que con agresiva cerrazón mental, afirman que “los únicos enemigos los tenemos adentro”, y que “los británicos nunca fueron enemigos”, rematando con la remanida frase de los colonizados mentales en grado superlativo “que bien estaríamos si nos hubiesen colonizado los ingleses”. Nunca razonan las brutalidades perpetradas por “esos civilizadores” en India, Pakistán, y muchos otros países que fueron colonias británicas. Tampoco razonan que todos los países desarrollados practicaron lo que el analistas Gullo Amodeo llama “la insubordinación fundante”, o sea desobediencia a los falaces dogmas del liberalismo económica, doctrina de la dependencia permanente, por excelencia.
Lo expresado no significa odiar a los británicos, en tanto seres humanos, significa exponer crudamente la impiadosa agresividad del vetusto pero peligroso imperio, sede principal del poder financiero transnacional y uno de los brazos ejecutores de las actuales acciones de neocolonialismo militarizado, en plena vigencia.
El tema no se agota, es en extremo grave y muy preocupante. El neoliberalismo macrista sigue rifando soberanía, en todos los frentes, llevándonos a la balcanización.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
La reciente invitación conjunta de Argentina y Gran Bretaña, extendida a líneas aéreas (existentes o a crearse) con sedes en Paraguay, Brasil, Uruguay y Chile, para establecer servicios regulares que vinculen a Malvinas con el continente, sumado el hecho a los acuerdos para establecer operativos conjuntos de ambos países en La Antártida, conforman un retroceso brutal en el accionar de nuestro país, pues tira por tierra prolongadas tareas diplomáticas y acciones efectivas realizadas concatenadamente para defender nuestros legítimos derechos sobre el archipiélago austral y sobre nuestra porción del Continente Blanco, acreditada esta última por nuestra presencia activa y permanente en Antártida desde 1904, cuando fuimos el primer país en tener bases permanentes en ese desolado extremo del mundo, que es geográficamente continuación de nuestro territorio continental.
Un par de meses antes, se habían eliminado las serias trabas diplomáticas que eficazmente se habían interpuesto para impedir o al menos dificultar en grado sumo las tareas de explotación petrolera en las aguas circundantes de Malvinas, en esa extensa porción del Mar Argentino usurpada por la piratería británica. O sea, la Cancillería Argentina, bajo el neoliberalismo apátrida, opera a favor de los intereses británicos.
Claro está que semejantes aberraciones geopolíticas están apañadas por los entreguistas acuerdos de Madrid y Londres de 1990, que implicaron una deshonrosa rendición total y en condiciones humillantes para nuestro país, lo cual fue cuidadosamente ocultado por los operadores locales del establishment, que siempre opera a favor de los anglosajones y en contra de los Intereses Nacionales Argentinos. Por supuesto, los agresivos y muy poco pulidos intelectualmente patrioteros de bandera, en su mayoría ignoran o no les dan importancia a estos temas.
Todo eso es extremadamente preocupante, siendo posiblemente las acciones más perjudiciales para nuestra soberanía, perpetradas en rápida y continua sucesión por el actual gobierno neoliberal que hoy conduce a nuestro país (y que claramente lo lleva a pasos acelerados hacia la disolución nacional).
La entrega de soberanía perpetrada por el neoliberalismo macrista no tiene parangón de similar infamia en toda nuestra historia, y eso que hubo varios gobiernos liberales –y por ende antinacionales-, a lo largo de nuestros dos siglos y fracción de vida formalmente independiente. Es clara continuación del anglófilo traidor Rivadavia y sus seguidores, que operó para fragmentarnos y ponernos como súbditos británicos de una colonia dócil y sin dignidad soberana.
Después de sucesivos “acercamientos” con la diplomacia y los poderes británicos (incluyendo los corporativos de Bancos, petroleras y otros sectores del poder plutocrático manejado desde Londres), y luego de incorporar activamente al gobierno a personeros de ONGs pseudo ecologistas británicas (como Greenpeace, WWF y otras), además del CEO y accionista de Shell puesto a manejar el estratégico Ministerio de Energía al servicio de intereses sectoriales corporativos y británicos; ahora en los muy sensibles temas de Malvinas y la Antártida Argentina, las acciones de vergonzosa sumisión a los intereses y posturas británicas, ya no solo son escandalosas, son vergonzosamente denigrantes para el honor nacional.
En el muy sensible tema de Malvinas, la estrategia que exitosamente se venía aplicando, consistía en aislar al enclave colonialista, impidiéndole los contactos con Sudamérica, lo cual le encarecía la logística, los aislaba, y condicionaba las operaciones económicas que pretendían realizar para consolidar el estatus colonial, seguramente para luego “inventar” otro mini Estado “independiente”, que bajo la cobertura de la Commonwealth (la Comunidad Británica de Naciones), sepulte las muy bien fundamentadas pretensiones de soberanía de Argentina sobre ese archipiélago y los otros dos (Georgias y Sandwich del Sur), reclamadas por nuestro país.
Esa estrategia, potenciada en el marco de la UNASUR, se fisuró al aceptarse los vuelos de Lan Chile hacia Malvinas, con escala en la Patagonia Argentina. Por otra parte, se dificultaba y rechazaba que naves y aeronaves británicas y de los kelpers hagan escala o se reabastezcan en puertos y aeropuertos de Sudamérica.
Aunque los sectores recalcitrantemente “proceseros” de las FFAA, con sus canales de infiltración de críticas muchas veces soeces y mal intencionadas, en paralelo con los operadores de la oligarquía pro británica (siempre socios de ruta y muy activos), lo “ningunearan”, y se refirieran en forma burlona e instalando
pretendida desacreditación de aquel accionar argentino de aislamiento a los agresores – usurpadores británicos, resultó muy claro que Gran Bretaña estaba muy molesta con ello, y los kelpers enfurecidos. Muchos hechos lo prueban, entre ellos las arrogantes actitudes del ex primer ministro Tony Blair con pretendidos desplantes a la por entonces presidenta argentina, en reuniones del G 20.
Desplantes que los medios de comunicación locales al servicio del establishment pro británico, se esmeraron en resaltar, como es usual por parte de los cipayos asumidos.
Ahora, esos mismos mercenarios de la incomunicación masiva, como también los sutiles (o no tanto) posteadores de “bajadas de líneas” a las tropas de retirados proceseros, más diversos variopintos supuestos patriotas y malvineros varios estentóreos, y otros opinólogos pregoneros de “patriotismo” formal hueco de contenido; ahora todos ellos “se quedaron en el molde” y no dicen “esta boca es mía”, ni redactan ni una línea de protesta.
En el caso de los uniformados ultra liberales, proceseros contumaces que por lo general se niegan a todo razonamiento si se cuestionan así sea marginalmente sus dogmas setentistas (esos que solo ven enemigos en “los zurditos y subversivos” pero que desconocen o “no ven” las agresiones de las Potencias Atlantistas y del mega poder financiero transnacional), parecería que aceptan sin chistar todas esas tropelías en contra de la soberanía y la dignidad nacional…mientras les sigan prometiendo los indultos a los procesados por delitos de lesa humanidad.
Delitos de los que los imputados y procesados pueden o no ser culpables, ese ya es otro tema; pero que nunca deberían ser objetos de trueque, menos aun si lo que se resigna es lo esencial, cuya carencia nos lleva a paso forzado hacia la disolución nacional…pero varios de esos “sesudos opinantes” solo parecen preocuparse adicional o principalmente…por sus haberes.
Y por supuesto, no faltan algunos verborrágicos “retirados” y también civiles “de clase alta” que con agresiva cerrazón mental, afirman que “los únicos enemigos los tenemos adentro”, y que “los británicos nunca fueron enemigos”, rematando con la remanida frase de los colonizados mentales en grado superlativo “que bien estaríamos si nos hubiesen colonizado los ingleses”. Nunca razonan las brutalidades perpetradas por “esos civilizadores” en India, Pakistán, y muchos otros países que fueron colonias británicas. Tampoco razonan que todos los países desarrollados practicaron lo que el analistas Gullo Amodeo llama “la insubordinación fundante”, o sea desobediencia a los falaces dogmas del liberalismo económica, doctrina de la dependencia permanente, por excelencia.
Lo expresado no significa odiar a los británicos, en tanto seres humanos, significa exponer crudamente la impiadosa agresividad del vetusto pero peligroso imperio, sede principal del poder financiero transnacional y uno de los brazos ejecutores de las actuales acciones de neocolonialismo militarizado, en plena vigencia.
El tema no se agota, es en extremo grave y muy preocupante. El neoliberalismo macrista sigue rifando soberanía, en todos los frentes, llevándonos a la balcanización.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
domingo, 18 de febrero de 2018
LA ANTIGEOPOLÍTICA DEL LIBERALISMO OLIGÁRQUICO ARGENTINO.
El macrismo como fenómeno político – sociológico va a ser estudiado como caso testigo de la manipulación mental en grados profundamente patológicos, realizada por el “periodismo de guerra”, con un rigor y una descarnada metodología que claramente parece superar por amplios márgenes todas las anteriores operaciones similares efectuadas hasta ahora en todo el mundo.
No solo superó por amplios márgenes diversas manipulaciones mediáticas masivas, como las “primaveras árabes”, la similar de Ucrania, e incluso la guerra híbrida en ejecución en Venezuela; sino los precedentes casos en Argentina, como las manipulaciones culturales del mitrismo que imponiéndose primero a base de degüellos de opositores, monopolizó los medios de comunicación casi sin exclusiones y hasta reescribió amañadamente la Historia Argentina para adaptarla a las necesidades y mandatos del liberalismo local anglófilo del siglo XIX, que se prolongó en un largo estertor de fin de época hasta 1916; también hace parecer juegos de niños las corruptelas institucionalizadas y férreas mordazas a la opinión pública “políticamente incorrecta”, perpetrada incluso con violencias y asesinatos por los personeros de la década infame (1930-1943) mantenida fraudes electorales mediante y todo tipo de cercenamientos de libertades y de ahogos forzados a toda oposición a los negociados y operaciones explícitas de subordinación a Gran Bretaña; emula y supera (pues tiene una carcaza “democrática” de la que carecían los asesinos oligárquicos de “la fusiladora”) metodologías de entrega de soberanía, de desindustrialización forzosa, de violencias institucionalizadas, practicadas desde el poder usurpado en 1955…¡y los pretorianos liberales se decían “demócratas” junto con sus cómplices políticos que avalaron sus tropelías!; supera a fuerza de presiones de todo tipo y golpes de chequera a los represores antipopulares y anti industrialistas golpistas de 1962, de aquel golpe “sugerido” indirectamente en la visita “de cortesía” de Felipe de Edimburgo, en la cual “aconsejó” “volver a la agricultura y la ganadería, que es lo que Argentina sabe hacer, y dejar de lado pretensiones industrialistas y tecnológicas, para las cuales no estábamos capacitados” (palabras más o menos, pronunciadas por el marido de la hoy longeva Isabel II); está en camino de implementar las violencias de Estado como metodología de “apaciguamiento” que
utilizó el siniestro “proceso”, aquel bajo la excusa de combatir la guerrilla, hoy con difusos comentarios de tipo pseudo tántrico sazonados con metodologías de melosos pastores mediáticos ávidos de suculentos diezmos, pero en ambos casos decididos a cercenar de cuajo toda oposición, al costo que sea; es además la continuación clara y directa, en versión aumentada hasta el paroxismo, de las destrucciones sistemáticas perpetradas por el neoliberalismo noventista, aquel que nos puso a las puertas de la disolución nacional, e inclusivo ahora con varios de los mismos perpetradores que no pudieron demostrar sus inocencias en tribunales, como Sturzenegger, Aguad y el mismo multiprocesado presidente.
Las “tareas inconclusas” de los noventistas, bajo las presidencias deplorables del menemato y el delarruato, entre ellas la desaparición forzosa de la moneda argentina mediante la dolarización (coloniaje financiero en su más cruda expresión), y sobre todo la principal tarea y objetivo básico no cumplido por los personeros de la Banca transnacional en la fenomenal crisis terminal de 2001/2002: lograr la balcanización y desaparición de la República Argentina, viejo objetivo del Imperio Británico, asumido plenamente por los poderes plutocráticos transnacionales y por las Potencias Atlantistas.
En ese aquelarre de profundas confusiones, vergonzosa pasividad de los sectores “domesticados” de la clase media, con la expresa complicidad de la oligarquía siempre apátrida y cerradamente egoísta; con el acompañamiento de “las progresías” revolucionarias de café llenas de doctrinas marxistas, trotskistas,
anarquistas y gramscistas, pero faltos por completo de Doctrina y de Pensamiento Nacional; y con el vergonzoso rol de sumisos patrioteros de bandera –uniformados o no- que avalan por puro odio, o por ignorancia supina, o por impresentables complicidades, a los personeros del neoliberalismo que aceleradamente siguen entregando jirones de soberanía, mientras van perpetrando las acciones conducentes a la disolución nacional.
Tristísimo y doloroso panorama, que avanza en medio de la apatía, la desinformación crónica y la ignorancia de temas esenciales, instalada y machacada por los mercenarios de la incomunicación pública.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
El macrismo como fenómeno político – sociológico va a ser estudiado como caso testigo de la manipulación mental en grados profundamente patológicos, realizada por el “periodismo de guerra”, con un rigor y una descarnada metodología que claramente parece superar por amplios márgenes todas las anteriores operaciones similares efectuadas hasta ahora en todo el mundo.
No solo superó por amplios márgenes diversas manipulaciones mediáticas masivas, como las “primaveras árabes”, la similar de Ucrania, e incluso la guerra híbrida en ejecución en Venezuela; sino los precedentes casos en Argentina, como las manipulaciones culturales del mitrismo que imponiéndose primero a base de degüellos de opositores, monopolizó los medios de comunicación casi sin exclusiones y hasta reescribió amañadamente la Historia Argentina para adaptarla a las necesidades y mandatos del liberalismo local anglófilo del siglo XIX, que se prolongó en un largo estertor de fin de época hasta 1916; también hace parecer juegos de niños las corruptelas institucionalizadas y férreas mordazas a la opinión pública “políticamente incorrecta”, perpetrada incluso con violencias y asesinatos por los personeros de la década infame (1930-1943) mantenida fraudes electorales mediante y todo tipo de cercenamientos de libertades y de ahogos forzados a toda oposición a los negociados y operaciones explícitas de subordinación a Gran Bretaña; emula y supera (pues tiene una carcaza “democrática” de la que carecían los asesinos oligárquicos de “la fusiladora”) metodologías de entrega de soberanía, de desindustrialización forzosa, de violencias institucionalizadas, practicadas desde el poder usurpado en 1955…¡y los pretorianos liberales se decían “demócratas” junto con sus cómplices políticos que avalaron sus tropelías!; supera a fuerza de presiones de todo tipo y golpes de chequera a los represores antipopulares y anti industrialistas golpistas de 1962, de aquel golpe “sugerido” indirectamente en la visita “de cortesía” de Felipe de Edimburgo, en la cual “aconsejó” “volver a la agricultura y la ganadería, que es lo que Argentina sabe hacer, y dejar de lado pretensiones industrialistas y tecnológicas, para las cuales no estábamos capacitados” (palabras más o menos, pronunciadas por el marido de la hoy longeva Isabel II); está en camino de implementar las violencias de Estado como metodología de “apaciguamiento” que
utilizó el siniestro “proceso”, aquel bajo la excusa de combatir la guerrilla, hoy con difusos comentarios de tipo pseudo tántrico sazonados con metodologías de melosos pastores mediáticos ávidos de suculentos diezmos, pero en ambos casos decididos a cercenar de cuajo toda oposición, al costo que sea; es además la continuación clara y directa, en versión aumentada hasta el paroxismo, de las destrucciones sistemáticas perpetradas por el neoliberalismo noventista, aquel que nos puso a las puertas de la disolución nacional, e inclusivo ahora con varios de los mismos perpetradores que no pudieron demostrar sus inocencias en tribunales, como Sturzenegger, Aguad y el mismo multiprocesado presidente.
Las “tareas inconclusas” de los noventistas, bajo las presidencias deplorables del menemato y el delarruato, entre ellas la desaparición forzosa de la moneda argentina mediante la dolarización (coloniaje financiero en su más cruda expresión), y sobre todo la principal tarea y objetivo básico no cumplido por los personeros de la Banca transnacional en la fenomenal crisis terminal de 2001/2002: lograr la balcanización y desaparición de la República Argentina, viejo objetivo del Imperio Británico, asumido plenamente por los poderes plutocráticos transnacionales y por las Potencias Atlantistas.
En ese aquelarre de profundas confusiones, vergonzosa pasividad de los sectores “domesticados” de la clase media, con la expresa complicidad de la oligarquía siempre apátrida y cerradamente egoísta; con el acompañamiento de “las progresías” revolucionarias de café llenas de doctrinas marxistas, trotskistas,
anarquistas y gramscistas, pero faltos por completo de Doctrina y de Pensamiento Nacional; y con el vergonzoso rol de sumisos patrioteros de bandera –uniformados o no- que avalan por puro odio, o por ignorancia supina, o por impresentables complicidades, a los personeros del neoliberalismo que aceleradamente siguen entregando jirones de soberanía, mientras van perpetrando las acciones conducentes a la disolución nacional.
Tristísimo y doloroso panorama, que avanza en medio de la apatía, la desinformación crónica y la ignorancia de temas esenciales, instalada y machacada por los mercenarios de la incomunicación pública.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
viernes, 16 de febrero de 2018
MUERTES EVITABLES - CULPABILIDADES IMPLÍCITAS
Hace muy pocos días la opinión pública de Misiones y del país todo, se conmovió (efímeramente, como suele suceder ante tragedias como esta y por la avalancha de noticias que la tapan rápidamente), ante el horror del choque frontal en la Ruta Nacional 105 (en el tramo Posadas - San José), en la cual a la altura de Fachinal, colisionaron de frente dos automotores, con el muy lamentable saldo de diez muertes (incluidos varios niños y jóvenes); luctuoso hecho magnificado por el dantesco incendio que consumió a ambos vehículos y tornó irreconocibles a los cuerpos.
Claramente, uno de los vehículos debió invadir el carril opuesto, y posiblemente iban a velocidades excesivas, en un tramo engañosamente peligroso, bien señalizado con doble línea amarilla que indica no sobrepasar a otros automotores.
Es una zona con subidas y bajadas que impiden la visión amplia, haciendo muy peligroso todo sobrepaso, lo cual lo conocemos los conductores locales; pero que los automovilistas acostumbrados a las extensas planicies pampeanas no suelen tener en cuenta, como tampoco quienes se dejan llevar por el apuro o el desconocimiento de los riesgos serios si se conduce sin respetar las claras indicaciones.
Seguramente, las pericias policiales darán como resultado que la enorme tragedia fue funesta consecuencia del craso error de al menos uno de los conductores.
Pero lo que hasta ahora nadie pareció analizar, es que existe otro gran responsable implícito, que es el Estado Nacional actual, manejado por neoliberales y los estamentos que siguen sus lineamientos excluyentes, por la gravísima circunstancia de haberse paralizado injustificadamente las obras de la autovía que estaba en plena y rápida construcción, y que fue abruptamente suspendida con el cambio de gobierno, al asumir el poder el neoliberalismo. Esa obra, como otras importantes de infraestructura en toda la región vinculada a Yacyretá, estaba siendo financiada y en rápido avance, por parte de la EBY (Entidad Binacional Yacyretá).
Esa visión integradora de la región que por clara definición política del gobierno nacional anterior, de orientación económica keynesiana, se había impuesto en la EBY, siendo similar a los exitosos modelos aplicados por Brasil en obras similares, por caso Itaipú, Itá y otras grandes hidroeléctricas, que se integraron positivamente a sus entornos.
Esa visión de política económica es coherente con el enfoque keynesiano que estuvo vigente, de un Estado activo y promotor del desarrollo.
Con el cambio de gobierno, el neoliberalismo impone un Estado pasivo, ausente, dejando todas las iniciativas “al mercado”, que implica los grandes grupos económicos, cuyos objetivos son sus utilidades y nunca el desarrollo socio económico.
Las obras de la autovía Posadas San José se paralizaron, retomándose recién ya muy avanzado el año 2017. Si las obras no se hubieran interrumpido, era de prever que habrían superado con creces el peligroso lugar de este último gravísimo accidente y otros que acaecieron en las inmediaciones, y muy posiblemente habrían llegado al cruce de la Ruta 105 con la Ruta 14.
Ese y otros accidentes viales que muy seguido suceden en rutas que claramente son muy peligrosas por no contar con doble mano debidamente separada (dos carriles en cada sentido de circulación, separados por un amplio espacio intermedio o por un muro, que eviten los temibles choques frontales); se evitarían al reemplazar caminos simples por autovías (autopistas). Claramente esas obras, sobre todo en el interior profundo, dejaron de ser prioridades, ante el esquema unitario y excluyente vigente hoy. El pavoroso endeudamiento externo, fue en su casi totalidad usado para financiar la fuga de divisas, el creciente desorden financiero de las cuentas públicas con déficits crecientes, el pernicioso y creciente déficit de la Balanza Comercial, la timba financiera oficializada por el Banco Central, y todo tipo de perversiones económicas que están destrozando el país. Poco, muy poco de todo ese enorme monto de divisas, se usó para financiar obras públicas, pese a cierto “esfuerzo” en ese sentido hecho con claro sentido electoral poco antes de las últimas elecciones.
Esas muertes culposas por accidentes viales que no hubieran sucedido de contarse con la debida infraestructura, y que se minimizarían si se contara con la red ferroviaria que descongestione las rutas; se suman a las muertes silenciosas que las nuevas y cada vez más crecientes carencias de políticas sanitarias se están dando, al cerrarse hospitales, o secciones de los mismos, o dejarlos carentes de personal calificado y/o sin los insumos necesarios; al cortarse los suministros de vitales medicamentos para tratamientos de HIV y de enfermos de cáncer; al restringir las entregas de medicamentos gratis a jubilados por parte del PAMI; al aumentar sideralmente los precios de los medicamentos; al producir pobreza por los brutales tarifazos, las bajas de los salarios reales y los despidos masivos; al suspender asistencias a discapacitados y otros sectores sociales vulnerables.
Pero el casi total cepo informativo vigente en diarios, radios y TV, hacen que todas esas muertes culposas claramente atribuibles al excluyente e insensible modelo neoliberal vigente, pasen casi desapercibidas, o que casi nadie razone las culposidades últimas de todos esos luctuosos hechos.
Claramente, para la CEOcracia “reinante”, solo importa la Pampa Húmeda, y el resto de nuestro extenso país no solo no les interesa, sino que les molesta; y sobramos 20 millones de argentinos. ¿Que pueden importar unas cuantas miles de muertes o mutilaciones más o menos, para esa insensible ideología político – económica?
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Hace muy pocos días la opinión pública de Misiones y del país todo, se conmovió (efímeramente, como suele suceder ante tragedias como esta y por la avalancha de noticias que la tapan rápidamente), ante el horror del choque frontal en la Ruta Nacional 105 (en el tramo Posadas - San José), en la cual a la altura de Fachinal, colisionaron de frente dos automotores, con el muy lamentable saldo de diez muertes (incluidos varios niños y jóvenes); luctuoso hecho magnificado por el dantesco incendio que consumió a ambos vehículos y tornó irreconocibles a los cuerpos.
Claramente, uno de los vehículos debió invadir el carril opuesto, y posiblemente iban a velocidades excesivas, en un tramo engañosamente peligroso, bien señalizado con doble línea amarilla que indica no sobrepasar a otros automotores.
Es una zona con subidas y bajadas que impiden la visión amplia, haciendo muy peligroso todo sobrepaso, lo cual lo conocemos los conductores locales; pero que los automovilistas acostumbrados a las extensas planicies pampeanas no suelen tener en cuenta, como tampoco quienes se dejan llevar por el apuro o el desconocimiento de los riesgos serios si se conduce sin respetar las claras indicaciones.
Seguramente, las pericias policiales darán como resultado que la enorme tragedia fue funesta consecuencia del craso error de al menos uno de los conductores.
Pero lo que hasta ahora nadie pareció analizar, es que existe otro gran responsable implícito, que es el Estado Nacional actual, manejado por neoliberales y los estamentos que siguen sus lineamientos excluyentes, por la gravísima circunstancia de haberse paralizado injustificadamente las obras de la autovía que estaba en plena y rápida construcción, y que fue abruptamente suspendida con el cambio de gobierno, al asumir el poder el neoliberalismo. Esa obra, como otras importantes de infraestructura en toda la región vinculada a Yacyretá, estaba siendo financiada y en rápido avance, por parte de la EBY (Entidad Binacional Yacyretá).
Esa visión integradora de la región que por clara definición política del gobierno nacional anterior, de orientación económica keynesiana, se había impuesto en la EBY, siendo similar a los exitosos modelos aplicados por Brasil en obras similares, por caso Itaipú, Itá y otras grandes hidroeléctricas, que se integraron positivamente a sus entornos.
Esa visión de política económica es coherente con el enfoque keynesiano que estuvo vigente, de un Estado activo y promotor del desarrollo.
Con el cambio de gobierno, el neoliberalismo impone un Estado pasivo, ausente, dejando todas las iniciativas “al mercado”, que implica los grandes grupos económicos, cuyos objetivos son sus utilidades y nunca el desarrollo socio económico.
Las obras de la autovía Posadas San José se paralizaron, retomándose recién ya muy avanzado el año 2017. Si las obras no se hubieran interrumpido, era de prever que habrían superado con creces el peligroso lugar de este último gravísimo accidente y otros que acaecieron en las inmediaciones, y muy posiblemente habrían llegado al cruce de la Ruta 105 con la Ruta 14.
Ese y otros accidentes viales que muy seguido suceden en rutas que claramente son muy peligrosas por no contar con doble mano debidamente separada (dos carriles en cada sentido de circulación, separados por un amplio espacio intermedio o por un muro, que eviten los temibles choques frontales); se evitarían al reemplazar caminos simples por autovías (autopistas). Claramente esas obras, sobre todo en el interior profundo, dejaron de ser prioridades, ante el esquema unitario y excluyente vigente hoy. El pavoroso endeudamiento externo, fue en su casi totalidad usado para financiar la fuga de divisas, el creciente desorden financiero de las cuentas públicas con déficits crecientes, el pernicioso y creciente déficit de la Balanza Comercial, la timba financiera oficializada por el Banco Central, y todo tipo de perversiones económicas que están destrozando el país. Poco, muy poco de todo ese enorme monto de divisas, se usó para financiar obras públicas, pese a cierto “esfuerzo” en ese sentido hecho con claro sentido electoral poco antes de las últimas elecciones.
Esas muertes culposas por accidentes viales que no hubieran sucedido de contarse con la debida infraestructura, y que se minimizarían si se contara con la red ferroviaria que descongestione las rutas; se suman a las muertes silenciosas que las nuevas y cada vez más crecientes carencias de políticas sanitarias se están dando, al cerrarse hospitales, o secciones de los mismos, o dejarlos carentes de personal calificado y/o sin los insumos necesarios; al cortarse los suministros de vitales medicamentos para tratamientos de HIV y de enfermos de cáncer; al restringir las entregas de medicamentos gratis a jubilados por parte del PAMI; al aumentar sideralmente los precios de los medicamentos; al producir pobreza por los brutales tarifazos, las bajas de los salarios reales y los despidos masivos; al suspender asistencias a discapacitados y otros sectores sociales vulnerables.
Pero el casi total cepo informativo vigente en diarios, radios y TV, hacen que todas esas muertes culposas claramente atribuibles al excluyente e insensible modelo neoliberal vigente, pasen casi desapercibidas, o que casi nadie razone las culposidades últimas de todos esos luctuosos hechos.
Claramente, para la CEOcracia “reinante”, solo importa la Pampa Húmeda, y el resto de nuestro extenso país no solo no les interesa, sino que les molesta; y sobramos 20 millones de argentinos. ¿Que pueden importar unas cuantas miles de muertes o mutilaciones más o menos, para esa insensible ideología político – económica?
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
lunes, 12 de febrero de 2018
DEVOTOS DE “SAN TERMO”
No confundir con San Telmo, fraile español de notable capacidad oratoria y vida ejemplar, que vivió en los albores del milenio pasado, y dio su nombre a uno de los barrios más característicos de Buenos Aires, el cual fue en épocas coloniales uno de los lugares de mayor concentración de esclavos negros de la por entonces aldea – puerto, refugio de contrabandistas y especuladores (en algunas cosas, la realidad parece no haber cambiado mucho…).
No es San Telmo el eje de este artículo, santo que habría tenido muchos devotos entre los esclavos que vivían o se reunían en el actual barrio porteño de ese nombre, o en sus inmediaciones.
Me refiero acá a los muchos argentinos (y también compatriotas de la hoy deshilachada Patria Grande), que hacen todo un culto con visos de paganismo acomodaticio, respecto a su inveterada costumbre de “vivir en un termo”, ajeno e inmune a la cruda realidad que se nos muestra y nos golpea día a día con mayor claridad, descarnada exclusión social y pisoteo de todo atisbo de dignidad nacional, tal como es el conjunto de consecuencias de la aplicación de políticas neoliberales, aplicadas por los “monjes negros” (1) de la CEOcracia apátrida, soberbia e insensible.
Los “devotos de San Termo” se rodean de una gruesa pero muy vulnerable coraza, dentro de cuyos estrechos límites vegetan existencias enmarcadas por misérrimos conceptos elusivos y de última cobardes en grado superlativo, con los cuales intentan autojustificar el autismo social y político en el que se abroquelan; para abstraerse de la realidad y evitar asumir posturas que los saquen del supuesto limbo de la nadería conceptual.
Dicho en criollo simple, buscan abstraerse de la realidad, para no asumir compromisos y no hacerse cargo de sus propios errores –muchas veces burdos y gruesos- cometidos en temas políticos y sociales.
Pero las gruesas capas del termo son frágiles, pues carecen de solidez conceptual y de todo principio ético. Por eso se resquebrajan fácilmente e incluso se desploman ante toda crítica bien fundamentada, así sea muy elemental.
La última coraza que utilizan los “devotos de San Termo” es una dura capa de agresividad, que se muestra no bien se destruye –fácilmente- la gruesa pero débil carcaza interior. Es como decir que por fuera tienen una densa pero frágil capa de barro cocido, que cede y se agrieta hasta desmoronarse a poco que rocen con puntiagudos análisis bien fundados. Alli aflora la capa interior de duro hierro retorcido, que parece invulnerable, pero se oxida fácilmente al contacto con la realidad, cuando se cae la caparazón exterior.
Entonces el “devoto de San Termo” suele autoexcluirse, encerrarse en grupos de otros “devotos” paganos del conformismo cómplice, o bien se mal escuda en formalismos religiosos que se dan de patadas con enseñanzas espirituales esenciales, como aquellas de “a los tibios los escupiré de mi boca”, que dijo claramente El Maestro de Palestina…¡porque sin duda que la tibieza de no comprometerse con el bien de la Patria ni con la solidaridad social, es la característica distintiva de los “devotos de San Termo”. Y como último vano recurso elusivo, expresan con supuesto desagrado “no me importa la política”, siendo que usualmente apoyan con entusiasmo digno de mejor causa, a los sectores más recalcitrantes antinacionales, oligárquicos cerriles y socialmente excluyentes, siempre convenientemente envueltos en pegajosos mensajes “por la libertad” (en abstracto), “a favor de la democracia” (simplemente formal, pero excluyente y tiránica en sus aplicaciones, como sucedió siempre que gobernaron los liberales en Argentina), o “contra la corrupción”, muletilla fácil que como constante siempre se usó contra gobiernos de orientaciones nacionales, y que los “devotos de San Termo”, como marionetas de los mercenarios de la manipulación pública, nunca utilizan contra los usualmente muy corruptos y apátridas gobiernos liberales y en las últimas décadas en su versión recargada que es el neoliberalismo.
Aunque lean pensamientos claros como el acá expresado, con supuesto desdén fingirán no entender o no darse por aludidos.
Y no les importa que las consecuencias de su desdeñoso y acomodaticio accionar, lleguen incluso a provocar la disolución nacional, como es el real peligro actual.
Muchos de esos “devotos de San Termo”, como claros ejemplos de fariseísmo semi encubierto, de verdadera hipocresía política, dicen ser “muy cristianos” (sean católicos, evangélicos, luteranos, etc.), predican bondad y compromiso pero sus acciones elusivas, superficiales y acomodaticias no corroboran sus dichos; y muy posiblemente existen casos similares en las otras dos grandes religiones monoteístas.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
(1) Concepto político que en Argentina designa a los que detentan y manipulan el poder desde las sombras del anonimato o de la escasa visibilidad pública de sus acciones.
No confundir con San Telmo, fraile español de notable capacidad oratoria y vida ejemplar, que vivió en los albores del milenio pasado, y dio su nombre a uno de los barrios más característicos de Buenos Aires, el cual fue en épocas coloniales uno de los lugares de mayor concentración de esclavos negros de la por entonces aldea – puerto, refugio de contrabandistas y especuladores (en algunas cosas, la realidad parece no haber cambiado mucho…).
No es San Telmo el eje de este artículo, santo que habría tenido muchos devotos entre los esclavos que vivían o se reunían en el actual barrio porteño de ese nombre, o en sus inmediaciones.
Me refiero acá a los muchos argentinos (y también compatriotas de la hoy deshilachada Patria Grande), que hacen todo un culto con visos de paganismo acomodaticio, respecto a su inveterada costumbre de “vivir en un termo”, ajeno e inmune a la cruda realidad que se nos muestra y nos golpea día a día con mayor claridad, descarnada exclusión social y pisoteo de todo atisbo de dignidad nacional, tal como es el conjunto de consecuencias de la aplicación de políticas neoliberales, aplicadas por los “monjes negros” (1) de la CEOcracia apátrida, soberbia e insensible.
Los “devotos de San Termo” se rodean de una gruesa pero muy vulnerable coraza, dentro de cuyos estrechos límites vegetan existencias enmarcadas por misérrimos conceptos elusivos y de última cobardes en grado superlativo, con los cuales intentan autojustificar el autismo social y político en el que se abroquelan; para abstraerse de la realidad y evitar asumir posturas que los saquen del supuesto limbo de la nadería conceptual.
Dicho en criollo simple, buscan abstraerse de la realidad, para no asumir compromisos y no hacerse cargo de sus propios errores –muchas veces burdos y gruesos- cometidos en temas políticos y sociales.
Pero las gruesas capas del termo son frágiles, pues carecen de solidez conceptual y de todo principio ético. Por eso se resquebrajan fácilmente e incluso se desploman ante toda crítica bien fundamentada, así sea muy elemental.
La última coraza que utilizan los “devotos de San Termo” es una dura capa de agresividad, que se muestra no bien se destruye –fácilmente- la gruesa pero débil carcaza interior. Es como decir que por fuera tienen una densa pero frágil capa de barro cocido, que cede y se agrieta hasta desmoronarse a poco que rocen con puntiagudos análisis bien fundados. Alli aflora la capa interior de duro hierro retorcido, que parece invulnerable, pero se oxida fácilmente al contacto con la realidad, cuando se cae la caparazón exterior.
Entonces el “devoto de San Termo” suele autoexcluirse, encerrarse en grupos de otros “devotos” paganos del conformismo cómplice, o bien se mal escuda en formalismos religiosos que se dan de patadas con enseñanzas espirituales esenciales, como aquellas de “a los tibios los escupiré de mi boca”, que dijo claramente El Maestro de Palestina…¡porque sin duda que la tibieza de no comprometerse con el bien de la Patria ni con la solidaridad social, es la característica distintiva de los “devotos de San Termo”. Y como último vano recurso elusivo, expresan con supuesto desagrado “no me importa la política”, siendo que usualmente apoyan con entusiasmo digno de mejor causa, a los sectores más recalcitrantes antinacionales, oligárquicos cerriles y socialmente excluyentes, siempre convenientemente envueltos en pegajosos mensajes “por la libertad” (en abstracto), “a favor de la democracia” (simplemente formal, pero excluyente y tiránica en sus aplicaciones, como sucedió siempre que gobernaron los liberales en Argentina), o “contra la corrupción”, muletilla fácil que como constante siempre se usó contra gobiernos de orientaciones nacionales, y que los “devotos de San Termo”, como marionetas de los mercenarios de la manipulación pública, nunca utilizan contra los usualmente muy corruptos y apátridas gobiernos liberales y en las últimas décadas en su versión recargada que es el neoliberalismo.
Aunque lean pensamientos claros como el acá expresado, con supuesto desdén fingirán no entender o no darse por aludidos.
Y no les importa que las consecuencias de su desdeñoso y acomodaticio accionar, lleguen incluso a provocar la disolución nacional, como es el real peligro actual.
Muchos de esos “devotos de San Termo”, como claros ejemplos de fariseísmo semi encubierto, de verdadera hipocresía política, dicen ser “muy cristianos” (sean católicos, evangélicos, luteranos, etc.), predican bondad y compromiso pero sus acciones elusivas, superficiales y acomodaticias no corroboran sus dichos; y muy posiblemente existen casos similares en las otras dos grandes religiones monoteístas.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
(1) Concepto político que en Argentina designa a los que detentan y manipulan el poder desde las sombras del anonimato o de la escasa visibilidad pública de sus acciones.
sábado, 10 de febrero de 2018
NO APRENDIERON NADA
El título lo tomo prestado de un certero comentario del amigo y notable patriota Dr. Juan Gabriel Labaké, respecto al tema acá analizado.
Me refiero acá a la clase media, que padeció y se empobreció fuertemente en los años ’90; y que después reflotó rápida y sorprendentemente, cuando de milagro superamos la crisis terminal de 2001 – 2002, luego de la cual se pudieron pagar las hipotecas; otras deudas bancarias asfixiantes; salvar su casa o su campito agro – ganadero; mejorar el modelo de su automóvil e incluso acceder en muchos casos por primera vez al 0 Km, otros a más de un vehículo por familia; volver a vacacionar o incluso hacerlo por primera vez y todos los años (siendo que con la crisis eso pareció imposible); enviar a sus hijos a la Universidad (pública y gratuita,
en muchos casos nueva y más cerca del barrio, y las prexistentes con infraestructuras renovadas y con carreras nuevas); acceder a comodidades que antes parecían sibaríticas o solo para las clases altas (acondicionadores de aire, incluso más de uno por familia; productos electrónicos, etc.); volver a darse esos pequeños grandes gustitos, como cenar afuera o salir los fines de semana; y sobre todo esos servicios e infraestructuras que cuando no se tienen se padecen y cuando se tienen se olvidan que tenerlos respondió a una decisión y una postura política y social inclusiva (caminos pavimentados; autovías en lugares muy congestionados como la Ruta 14 entre Brazo Largo y Paso de Los Libres, la Ruta 9 entre Rosario y Córdoba, la Ruta 3 entre Madryn y Trelew, la Ruta 12 en parte entre Posadas y San Ignacio etc.), hospitales bien equipados, muchos de ellos nuevos y unos cuantos de alta complejidad; salas de primeros auxilios; ambulancias nuevas y disponibles; escuelas bien equipadas nuevas y escuelas arregladas o incluso mejoradas (como muchas escuelas – rancho, transformadas en edificios permanentes y sólidos); renovación de la flota de camiones particulares, en buena parte con créditos blandos implementados por el Banco Nación, flota que antes tenia 25 años de promedio y estaba compuesta básicamente por vehículos medianos sobrecargados, hoy de 3 a 4 años promedio y mayoritariamente formada por vehículos pesados, lo cual es más eficiente y seguro; la cantidad de casas nuevas construidas con el Plan Procrear, con cuotas accesibles, fijas y en pesos, y con amplitud de diseños; y el listado sigue.
Pero la memoria de “Don Pepe” y “Doña Rosa” suele ser muy frágil, y su razonamiento muy limitado, o solamente operando como repetidora de falsedades instaladas por los medios concentrados de incomunicación pública;
sobre todo con su interminable carga de odios reconcentrados. Lo de los “Don Pepe y Doña Rosa” no se reduce solo a niveles de comadres de barrios, sino también a muchos profesionales y docentes, que a ojos vista mejoraron sus niveles de vida, pero que como analfabetos políticos se sumaron entusiastamente a las críticas al como sea y al odio a “los populismos” (concepto que no alcanzan a definir muy bien, pero lo siguen repitiendo).
Varias frases hechas, que no resisten ni el mínimo análisis bien hecho, son repetidas casi como mantras de “fe política” por los clasemedieros de pensamientos superficiales y volátiles adhesiones, las que mutan fácilmente llevadas por los vientos de campañas mediáticas, operativos de difamaciones instalados por maliciosos comentaristas de corrillos de esquina o de café, y otros mercenarios al tanto por cuanto al servicio de “non sanctos” intereses político – económicos y de subordinados grupos pseudo elitistas con pretensiones de castas “superiores” y privilegiadas; como las que se conforman en determinados clubes, fundaciones y otras asociaciones formales o informales; o como las que las cúpulas liberales militares inculcaron incluso con desprecio a los “civilachos” pretendiendo ser una casta superior, sin entender que asumieron el rol de mandaderos dóciles de grupúsculos del poder económico local concentrado y de poderosos intereses transnacionales a los cuales se subordinan, incluso sin ser conscientes de eso. Algunas de esas frases, dichas siempre con enjundia y muchas veces con nada disimulada violencia, son las siguientes.
“En Argentina no trabaja el que no quiere”. (Ni se enteran de los despidos masivos, de los cierres de fábricas, de comercios en zonas de frontera, de actividades gastronómicas por falta de clientela, etc.).
“Esté quien esté, igual debo trabajar” (Ni idea de conceptos como poder adquisitivo de los salarios, del nivel del salario real, etc., ni de la desocupación que los acecha a la vuelta de la esquina).
“Lo que tengo lo compré con mi trabajo” (Y con las mejoras sustanciales en el poder adquisitivo, cuando hubo políticas económicas inclusivas…pero “no les cae la ficha” para comprenderlo).
“La política no me importa”, o su frase similar “soy apolítico”, que ahora repiten como mantra, los que hasta hace poco atacaron con tanta ferocidad como superficialidad al gobierno precedente, nacional, popular y keynesiano; y apoyaron al actual apátrida, elitista – clasista y ultra neoliberal…¡pero ahora que se están dando cuenta, no quieren asumir sus gruesos errores de analfabetismo político, y por eso “se borran” escudándose infantilmente en un falaz “apoliticismo” que ni ellos creen.
“Estamos mal, pero necesitábamos un cambio”. Eso repiten como loros, los que están sufriendo las consecuencias “del cambio” al neoliberalismo crudo del macrismo, como sucede con muchos jubilados; pero sus grados de colonización mental son tan acentuados, que ni siquiera razonan que ellos apoyaron ¡y aun apoyan, pese a las brutales evidencias negativas! las políticas que los empobrecen, los dejan sin asistencia médica y sin medicamentos, y los empujan a la miseria y el desamparo; además de llevarnos a la disolución nacional, pero de esto último ni se dan cuenta.
Pueden citarse muchas más “frases célebres” repetidas como loros por entusiastas odiadores seriales que forman parte de la muy voluble clase media argentina, hoy en franca decadencia, como el país. Por supuesto que siempre hay también gente pensante que razona y se fundamenta antes de opinar.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
El título lo tomo prestado de un certero comentario del amigo y notable patriota Dr. Juan Gabriel Labaké, respecto al tema acá analizado.
Me refiero acá a la clase media, que padeció y se empobreció fuertemente en los años ’90; y que después reflotó rápida y sorprendentemente, cuando de milagro superamos la crisis terminal de 2001 – 2002, luego de la cual se pudieron pagar las hipotecas; otras deudas bancarias asfixiantes; salvar su casa o su campito agro – ganadero; mejorar el modelo de su automóvil e incluso acceder en muchos casos por primera vez al 0 Km, otros a más de un vehículo por familia; volver a vacacionar o incluso hacerlo por primera vez y todos los años (siendo que con la crisis eso pareció imposible); enviar a sus hijos a la Universidad (pública y gratuita,
en muchos casos nueva y más cerca del barrio, y las prexistentes con infraestructuras renovadas y con carreras nuevas); acceder a comodidades que antes parecían sibaríticas o solo para las clases altas (acondicionadores de aire, incluso más de uno por familia; productos electrónicos, etc.); volver a darse esos pequeños grandes gustitos, como cenar afuera o salir los fines de semana; y sobre todo esos servicios e infraestructuras que cuando no se tienen se padecen y cuando se tienen se olvidan que tenerlos respondió a una decisión y una postura política y social inclusiva (caminos pavimentados; autovías en lugares muy congestionados como la Ruta 14 entre Brazo Largo y Paso de Los Libres, la Ruta 9 entre Rosario y Córdoba, la Ruta 3 entre Madryn y Trelew, la Ruta 12 en parte entre Posadas y San Ignacio etc.), hospitales bien equipados, muchos de ellos nuevos y unos cuantos de alta complejidad; salas de primeros auxilios; ambulancias nuevas y disponibles; escuelas bien equipadas nuevas y escuelas arregladas o incluso mejoradas (como muchas escuelas – rancho, transformadas en edificios permanentes y sólidos); renovación de la flota de camiones particulares, en buena parte con créditos blandos implementados por el Banco Nación, flota que antes tenia 25 años de promedio y estaba compuesta básicamente por vehículos medianos sobrecargados, hoy de 3 a 4 años promedio y mayoritariamente formada por vehículos pesados, lo cual es más eficiente y seguro; la cantidad de casas nuevas construidas con el Plan Procrear, con cuotas accesibles, fijas y en pesos, y con amplitud de diseños; y el listado sigue.
Pero la memoria de “Don Pepe” y “Doña Rosa” suele ser muy frágil, y su razonamiento muy limitado, o solamente operando como repetidora de falsedades instaladas por los medios concentrados de incomunicación pública;
sobre todo con su interminable carga de odios reconcentrados. Lo de los “Don Pepe y Doña Rosa” no se reduce solo a niveles de comadres de barrios, sino también a muchos profesionales y docentes, que a ojos vista mejoraron sus niveles de vida, pero que como analfabetos políticos se sumaron entusiastamente a las críticas al como sea y al odio a “los populismos” (concepto que no alcanzan a definir muy bien, pero lo siguen repitiendo).
Varias frases hechas, que no resisten ni el mínimo análisis bien hecho, son repetidas casi como mantras de “fe política” por los clasemedieros de pensamientos superficiales y volátiles adhesiones, las que mutan fácilmente llevadas por los vientos de campañas mediáticas, operativos de difamaciones instalados por maliciosos comentaristas de corrillos de esquina o de café, y otros mercenarios al tanto por cuanto al servicio de “non sanctos” intereses político – económicos y de subordinados grupos pseudo elitistas con pretensiones de castas “superiores” y privilegiadas; como las que se conforman en determinados clubes, fundaciones y otras asociaciones formales o informales; o como las que las cúpulas liberales militares inculcaron incluso con desprecio a los “civilachos” pretendiendo ser una casta superior, sin entender que asumieron el rol de mandaderos dóciles de grupúsculos del poder económico local concentrado y de poderosos intereses transnacionales a los cuales se subordinan, incluso sin ser conscientes de eso. Algunas de esas frases, dichas siempre con enjundia y muchas veces con nada disimulada violencia, son las siguientes.
“En Argentina no trabaja el que no quiere”. (Ni se enteran de los despidos masivos, de los cierres de fábricas, de comercios en zonas de frontera, de actividades gastronómicas por falta de clientela, etc.).
“Esté quien esté, igual debo trabajar” (Ni idea de conceptos como poder adquisitivo de los salarios, del nivel del salario real, etc., ni de la desocupación que los acecha a la vuelta de la esquina).
“Lo que tengo lo compré con mi trabajo” (Y con las mejoras sustanciales en el poder adquisitivo, cuando hubo políticas económicas inclusivas…pero “no les cae la ficha” para comprenderlo).
“La política no me importa”, o su frase similar “soy apolítico”, que ahora repiten como mantra, los que hasta hace poco atacaron con tanta ferocidad como superficialidad al gobierno precedente, nacional, popular y keynesiano; y apoyaron al actual apátrida, elitista – clasista y ultra neoliberal…¡pero ahora que se están dando cuenta, no quieren asumir sus gruesos errores de analfabetismo político, y por eso “se borran” escudándose infantilmente en un falaz “apoliticismo” que ni ellos creen.
“Estamos mal, pero necesitábamos un cambio”. Eso repiten como loros, los que están sufriendo las consecuencias “del cambio” al neoliberalismo crudo del macrismo, como sucede con muchos jubilados; pero sus grados de colonización mental son tan acentuados, que ni siquiera razonan que ellos apoyaron ¡y aun apoyan, pese a las brutales evidencias negativas! las políticas que los empobrecen, los dejan sin asistencia médica y sin medicamentos, y los empujan a la miseria y el desamparo; además de llevarnos a la disolución nacional, pero de esto último ni se dan cuenta.
Pueden citarse muchas más “frases célebres” repetidas como loros por entusiastas odiadores seriales que forman parte de la muy voluble clase media argentina, hoy en franca decadencia, como el país. Por supuesto que siempre hay también gente pensante que razona y se fundamenta antes de opinar.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
sábado, 3 de febrero de 2018
ARGENTINA EN RUMBO DE DISOLUCIÓN
Las acciones que a diario perpetra el actual gobierno neoliberal argentino, claramente nos conducen no solo a una brutal regresión económica y social, pues evidencia ser la copia con leves retoques, del siniestro Plan Morgenthau, en su momento pensado para humillar y desarticular totalmente a Alemania y Japón luego de sus derrotas militares en 1945.
El derrotero actual, impuesto a fuerza de presiones, prisiones y golpes de chequera, es sin duda la reedición corregida y aumentada del que padecimos en los años ’90 (1989-2001), que nos puso en muy serio y concreto riesgo de disolución nacional, que era parte de la “solución” elucubrada por el establishment para salir de la crisis terminal de 2001-2002, crisis que el mismo establishment (los poderes establecidos internos, subordinados a los mega poderes financieros y políticos transnacionales) provocó adrede con las destructivas políticas económicas, sociales y culturales implementadas, casi sin solución de continuidad desde el siniestro “proceso” en adelante.
Se citan brevemente, algunas de las principales y más destructivas medidas implementadas por la alianza política conservadora – liberal (ultra conservadora en lo político, neoliberal en grado superlativo en lo económico), que desde hace poco más de dos años “reina” en Argentina, casi operando con la suma del poder público (pero a diferencia de la otorgada en 1835 a Don Juan Manuel de Rosas para imponer el orden y defender la soberanía nacional, a Macri y su “mejor equipo de los últimos 50 años”, nadie se la concedió, la tomaron por asalto, y para entregar la soberanía en todos los frentes).
Políticas muy agresivas de desindustrialización, formadas por densos paquetes de medidas todas perpetradas para la reprimarización forzosa de la economía argentina, como las siguientes: apertura comercial total, que nos invadió literalmente con productos importados; achicamiento del mercado interno, a consecuencia de la brutal concentración de la riqueza, los despidos masivos y las acentuadas bajas de los salarios reales, incrementos inconcebibles e impagables de los servicios públicos y combustibles, entre otras.
Recortes presupuestarios muy acentuados, cierres y extranjerizaciones abruptas y sin motivos lógicos, es el combo de medidas aplicadas en contra de los entes tecnológicos nacionales, con particular saña contra los que poseen claras importancias estratégicas.
Espiral desmesuradamente creciente de la deuda externa del Estado Nacional, sumada a las de las provincias y municipios a quienes se presiona para asumir crecientes y enormes deudas, incluso para solventar gastos corrientes, lo cual no solo es irracional, es suicida. El siguiente paso será plantear el canje de deudas por territorios.
Fuga escandalosa de divisas, la cual tiene por facilitadores a miembros del propio gobierno, vinculados con Bancos y entes financieros extranjeros.
Implementación desenfrenada de la “bicicleta financiera”, con el mismo perpetrador (Federico Sturzenegger) que nos llevó a la insolvencia en 2001.
El mismo personaje que con total desparpajo afirmó, palabras más o menos “adonde vamos, no necesitarán próceres ni historia”. O sea, nos empujan a la anomia de la disolución nacional. Hoy es una bomba financiera cuyo estallido amenaza con ser descomunal, acentuando a su vez la deuda externa.
Los leoninos contratos y condiciones de las concesiones de “energías renovables” (renovables sesgadas, pues omiten a las hidroeléctricas importantes), se montan sobre tarifas dolarizadas e indexadas, además de sumatorias de ventajas prebendarias, que no solo complicarán el despacho eléctrico, al acentuar energías de muy baja calidad como la eólica y la solar, sino a costos altísimos y con irritantes privilegios para su venta.
Enorme saldo negativo de la Balanza Comercial, la cual empuja más aun el endeudamiento.
Fuerte inflación, la cual además de afectar los salarios reales, descoloca a las producciones argentinas, las cuales se encarecen día a día valuadas en divisas.
Despidos continuados, en una espiral inacabable, afectando especialmente a obreros industriales, técnicos y profesionales altamente calificados de entes tecnológicos y otros entes estatales, provocando serios problemas sociales, miseria creciente e impulsando el éxodo poblacional, como en los años ’90.
Caídas de las producciones de petróleo y gas, acentuando la dependencia respecto a las importaciones, negocio manejado por petroleras anglosajonas, con un personero de las mismas en el estratégico Ministerio de Energía.
Política comercial aperturista a ultranza, y un manejo burdo e improvisado de las relaciones exteriores, con el presidente mendigando vender limones y otras materias primas, y cosechando portazos en la cara, como los propinados en EEUU, Alemania, Francia y otros, al pedir con “inocencia” reciprocidad en las aperturas económicas, siendo que todos los países soberanos y con dignidad nacional tienen claramente políticas
proteccionistas. Eso además de los silencios muy elocuentes de Putin, cuando irracionalmente pretendió instar a Rusia a “condenar” a Venezuela, desconociendo aspectos esenciales de la actual geopolítica mundial. Claro que a los cipayos contumaces, la geopolítica como ciencia nunca les importó.
Se está despoblando intencionalmente la Patagonia, con lo cual se favorece la pérdida de esos vastos territorios, lo cual fue explícitamente dicho por el agresivo y verborrágico diputado neoliberal Fernando Iglesias (además de operar a favor de los británicos en el tema Malvinas). En ese sentido actuó el macrismo, desmontando las industrias electrónicas en Tierra Del Fuego; frenando sin motivos lógicos y luego achicando los proyectos de las hidroeléctricas en el Río Santa Cruz; despidiendo gente a granel en Río Turbio, condenando a esa ciudad al despoblamiento y frenando una usina carbonífera muy importante (Macri incluso afirmó que el carbón chileno es de calidad superior, siendo que es de la misma cuenca que el argentino); frenando y desmontando las actividades petrolíferas y gasíferas; atacando las economías provinciales al desalentar todas las producciones y favorecer las importaciones indiscriminadas, incluso de manzanas, vinos y otros productos nacionales de muy buena calidad y precios lógicos; desalentando el turismo interno al fomentar el éxodo turístico al exterior; etc.
Abandono de la Antártida Argentina, acorde a las conveniencias de los británicos (potencia a la cual se subordinó el actual gobierno neoliberal de Argentina). Se hizo saber que “por motivos presupuestarios” se piensa abandonar las bases que nuestro país tiene en el Continente Blanco desde 1904, siendo el primer país en tener bases permanentes allá.
Desguace apurado y mediante metodologías insensibles y brutales, de Fabricaciones Militares, la ex Fábrica Militar de Aviones, del Instituto Antártico y entes similares.
Despidos masivos en SENASA, lo cual afectará la calidad de los alimentos comercializados.
Despidos masivos en hospitales públicos, lo que se suma a los recortes en el PAMI (organismo que atiende a los jubilados) y desfinanciación de la Salud Pública y de la Educación Pública.
Instrumentación de acciones represivas, premiando y exaltando a quienes cometieron acciones brutales, incluidos asesinatos a mansalva en los actos represivos. Masivas compras de equipamientos para la represión interna, mientras no se equipa a las FFAA para la Defensa, pretendiendo usarlas para la represión interna, igual que en el siniestro “proceso”.
Acentuación del sesgado pensamiento del “enemigo único y principal” centrado en “la subversión marxista”, atado a prejuicios de los años ’70; mientras no se miran ni se analizan los peligros y agresiones actuales que sufre Argentina. Se desconoce que el liberalismo es –en esencia- una doctrina que inculca la dependencia económica permanente, y que es tan apátrida como el marxismo, único “enemigo válido” para sectores militares liberales recalcitrantes y muy colonizados mentales.
Manejo discrecional de casi todos los medios de difusión y usos masivos de trols en las redes por parte del establishment neoliberal, inculcando la cultura del facilismo y de todo vale…menos el patriotismo bien entendido.
La subordinación a los dictados de las Potencias Atlantistas es expresa, pública y totalmente desinhibida, poniéndonos en un vergonzoso rol de colonia subordinada y carente de toda dignidad y noción de soberanía.
Incluso se nos inmiscuye en el secular conflicto del Medio Oriente, echando por tierra la postura y doctrina de no injerencia que nos caracterizó y nos prestigió.
Con el actual esquema gubernamental, sobramos al menos 20 millones de argentinos. Posiblemente quieran entregar el país desocupado, a sus
mandantes del mega capital financiero transnacional y a las Potencias Atlantistas a las cuales se subordinaron.
Practican como supuesto “gran mérito” la denostación maliciosa del Papa Francisco, argentino de estatura mundial, que es un férreo crítico del neoliberalismo e impulsor de la buena convivencia entre los diversos credos.
Neoliberalismo que es una doctrina en sí pagana, ferozmente excluyente y promotora del egoísmo carente de toda dosis humanismo y de amor al prójimo. Incluso eso lo hacen algunos militares retirados que en el colmo de la colonización mental extrema, se dicen “muy católicos y patriotas”.
El listado no se agota.
Nos llevan a paso forzado, hacia la disolución nacional, con la complicidad expresa de sectores pseudo patriotas llenos de odios y profundos prejuicios, de intelectuales complacientes, de mercenarios de la incomunicación pública y otros
sectores alineados con similares nefastos objetivos. La contundencia de los hechos lo demuestra.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Las acciones que a diario perpetra el actual gobierno neoliberal argentino, claramente nos conducen no solo a una brutal regresión económica y social, pues evidencia ser la copia con leves retoques, del siniestro Plan Morgenthau, en su momento pensado para humillar y desarticular totalmente a Alemania y Japón luego de sus derrotas militares en 1945.
El derrotero actual, impuesto a fuerza de presiones, prisiones y golpes de chequera, es sin duda la reedición corregida y aumentada del que padecimos en los años ’90 (1989-2001), que nos puso en muy serio y concreto riesgo de disolución nacional, que era parte de la “solución” elucubrada por el establishment para salir de la crisis terminal de 2001-2002, crisis que el mismo establishment (los poderes establecidos internos, subordinados a los mega poderes financieros y políticos transnacionales) provocó adrede con las destructivas políticas económicas, sociales y culturales implementadas, casi sin solución de continuidad desde el siniestro “proceso” en adelante.
Se citan brevemente, algunas de las principales y más destructivas medidas implementadas por la alianza política conservadora – liberal (ultra conservadora en lo político, neoliberal en grado superlativo en lo económico), que desde hace poco más de dos años “reina” en Argentina, casi operando con la suma del poder público (pero a diferencia de la otorgada en 1835 a Don Juan Manuel de Rosas para imponer el orden y defender la soberanía nacional, a Macri y su “mejor equipo de los últimos 50 años”, nadie se la concedió, la tomaron por asalto, y para entregar la soberanía en todos los frentes).
Políticas muy agresivas de desindustrialización, formadas por densos paquetes de medidas todas perpetradas para la reprimarización forzosa de la economía argentina, como las siguientes: apertura comercial total, que nos invadió literalmente con productos importados; achicamiento del mercado interno, a consecuencia de la brutal concentración de la riqueza, los despidos masivos y las acentuadas bajas de los salarios reales, incrementos inconcebibles e impagables de los servicios públicos y combustibles, entre otras.
Recortes presupuestarios muy acentuados, cierres y extranjerizaciones abruptas y sin motivos lógicos, es el combo de medidas aplicadas en contra de los entes tecnológicos nacionales, con particular saña contra los que poseen claras importancias estratégicas.
Espiral desmesuradamente creciente de la deuda externa del Estado Nacional, sumada a las de las provincias y municipios a quienes se presiona para asumir crecientes y enormes deudas, incluso para solventar gastos corrientes, lo cual no solo es irracional, es suicida. El siguiente paso será plantear el canje de deudas por territorios.
Fuga escandalosa de divisas, la cual tiene por facilitadores a miembros del propio gobierno, vinculados con Bancos y entes financieros extranjeros.
Implementación desenfrenada de la “bicicleta financiera”, con el mismo perpetrador (Federico Sturzenegger) que nos llevó a la insolvencia en 2001.
El mismo personaje que con total desparpajo afirmó, palabras más o menos “adonde vamos, no necesitarán próceres ni historia”. O sea, nos empujan a la anomia de la disolución nacional. Hoy es una bomba financiera cuyo estallido amenaza con ser descomunal, acentuando a su vez la deuda externa.
Los leoninos contratos y condiciones de las concesiones de “energías renovables” (renovables sesgadas, pues omiten a las hidroeléctricas importantes), se montan sobre tarifas dolarizadas e indexadas, además de sumatorias de ventajas prebendarias, que no solo complicarán el despacho eléctrico, al acentuar energías de muy baja calidad como la eólica y la solar, sino a costos altísimos y con irritantes privilegios para su venta.
Enorme saldo negativo de la Balanza Comercial, la cual empuja más aun el endeudamiento.
Fuerte inflación, la cual además de afectar los salarios reales, descoloca a las producciones argentinas, las cuales se encarecen día a día valuadas en divisas.
Despidos continuados, en una espiral inacabable, afectando especialmente a obreros industriales, técnicos y profesionales altamente calificados de entes tecnológicos y otros entes estatales, provocando serios problemas sociales, miseria creciente e impulsando el éxodo poblacional, como en los años ’90.
Caídas de las producciones de petróleo y gas, acentuando la dependencia respecto a las importaciones, negocio manejado por petroleras anglosajonas, con un personero de las mismas en el estratégico Ministerio de Energía.
Política comercial aperturista a ultranza, y un manejo burdo e improvisado de las relaciones exteriores, con el presidente mendigando vender limones y otras materias primas, y cosechando portazos en la cara, como los propinados en EEUU, Alemania, Francia y otros, al pedir con “inocencia” reciprocidad en las aperturas económicas, siendo que todos los países soberanos y con dignidad nacional tienen claramente políticas
proteccionistas. Eso además de los silencios muy elocuentes de Putin, cuando irracionalmente pretendió instar a Rusia a “condenar” a Venezuela, desconociendo aspectos esenciales de la actual geopolítica mundial. Claro que a los cipayos contumaces, la geopolítica como ciencia nunca les importó.
Se está despoblando intencionalmente la Patagonia, con lo cual se favorece la pérdida de esos vastos territorios, lo cual fue explícitamente dicho por el agresivo y verborrágico diputado neoliberal Fernando Iglesias (además de operar a favor de los británicos en el tema Malvinas). En ese sentido actuó el macrismo, desmontando las industrias electrónicas en Tierra Del Fuego; frenando sin motivos lógicos y luego achicando los proyectos de las hidroeléctricas en el Río Santa Cruz; despidiendo gente a granel en Río Turbio, condenando a esa ciudad al despoblamiento y frenando una usina carbonífera muy importante (Macri incluso afirmó que el carbón chileno es de calidad superior, siendo que es de la misma cuenca que el argentino); frenando y desmontando las actividades petrolíferas y gasíferas; atacando las economías provinciales al desalentar todas las producciones y favorecer las importaciones indiscriminadas, incluso de manzanas, vinos y otros productos nacionales de muy buena calidad y precios lógicos; desalentando el turismo interno al fomentar el éxodo turístico al exterior; etc.
Abandono de la Antártida Argentina, acorde a las conveniencias de los británicos (potencia a la cual se subordinó el actual gobierno neoliberal de Argentina). Se hizo saber que “por motivos presupuestarios” se piensa abandonar las bases que nuestro país tiene en el Continente Blanco desde 1904, siendo el primer país en tener bases permanentes allá.
Desguace apurado y mediante metodologías insensibles y brutales, de Fabricaciones Militares, la ex Fábrica Militar de Aviones, del Instituto Antártico y entes similares.
Despidos masivos en SENASA, lo cual afectará la calidad de los alimentos comercializados.
Despidos masivos en hospitales públicos, lo que se suma a los recortes en el PAMI (organismo que atiende a los jubilados) y desfinanciación de la Salud Pública y de la Educación Pública.
Instrumentación de acciones represivas, premiando y exaltando a quienes cometieron acciones brutales, incluidos asesinatos a mansalva en los actos represivos. Masivas compras de equipamientos para la represión interna, mientras no se equipa a las FFAA para la Defensa, pretendiendo usarlas para la represión interna, igual que en el siniestro “proceso”.
Acentuación del sesgado pensamiento del “enemigo único y principal” centrado en “la subversión marxista”, atado a prejuicios de los años ’70; mientras no se miran ni se analizan los peligros y agresiones actuales que sufre Argentina. Se desconoce que el liberalismo es –en esencia- una doctrina que inculca la dependencia económica permanente, y que es tan apátrida como el marxismo, único “enemigo válido” para sectores militares liberales recalcitrantes y muy colonizados mentales.
Manejo discrecional de casi todos los medios de difusión y usos masivos de trols en las redes por parte del establishment neoliberal, inculcando la cultura del facilismo y de todo vale…menos el patriotismo bien entendido.
La subordinación a los dictados de las Potencias Atlantistas es expresa, pública y totalmente desinhibida, poniéndonos en un vergonzoso rol de colonia subordinada y carente de toda dignidad y noción de soberanía.
Incluso se nos inmiscuye en el secular conflicto del Medio Oriente, echando por tierra la postura y doctrina de no injerencia que nos caracterizó y nos prestigió.
Con el actual esquema gubernamental, sobramos al menos 20 millones de argentinos. Posiblemente quieran entregar el país desocupado, a sus
mandantes del mega capital financiero transnacional y a las Potencias Atlantistas a las cuales se subordinaron.
Practican como supuesto “gran mérito” la denostación maliciosa del Papa Francisco, argentino de estatura mundial, que es un férreo crítico del neoliberalismo e impulsor de la buena convivencia entre los diversos credos.
Neoliberalismo que es una doctrina en sí pagana, ferozmente excluyente y promotora del egoísmo carente de toda dosis humanismo y de amor al prójimo. Incluso eso lo hacen algunos militares retirados que en el colmo de la colonización mental extrema, se dicen “muy católicos y patriotas”.
El listado no se agota.
Nos llevan a paso forzado, hacia la disolución nacional, con la complicidad expresa de sectores pseudo patriotas llenos de odios y profundos prejuicios, de intelectuales complacientes, de mercenarios de la incomunicación pública y otros
sectores alineados con similares nefastos objetivos. La contundencia de los hechos lo demuestra.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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