CARTA A UN PROCESERO MACRISTA PERTINAZ (que no es un mal tipo)
Supongo que habrá escuchado y analizado las retrógradas y atrevidas ideas del economista Javier González Fraga, según las cuales “no es normal” que un simple asalariado acceda a un celular moderno, una TV plasma, un acondicionador de aire, una moto, un auto, o vacaciones en el exterior. Le faltó decir, pero está implícito, que esos son niveles de consumo privativos para “gente decente”, que en el lenguaje de la oligarquía, son ellos mismos, excluyentemente.
Es bueno recordar que muchos argentinos de la amplia clase media, hemos accedido o en algunos casos renovado esos bienes de consumo, que no son precisamente “suntuarios”, así como no es “pecado” haber vacacionado con cierto nivel de comodidades.
Ud. mismo, en esos años que con sorna califica de “década ganada” (lo hizo en varios posteos), accedió –posiblemente por primera vez- a un auto nacional de alta gama (¡enhonrabuena!), pudo viajar seguido, según publica en su “face”, y seguramente se habrá dado algunos otros merecidos gustos. Incluso ahora, por segunda vez, incursiona en la Universidad Pública, gratuita y sin restricciones clasistas.
Con el criterio de esos oligarcas apátridas, que Ud. hasta ahora avaló con entusiasmo digno de mejor causa; con ese criterio, Ud. y muchos argentinos más, hemos accedido a niveles de bienestar que “no nos corresponden”; lo cual es social y económicamente aberrante.
Muchos que nos identificamos con el Pensamiento Nacional, y por ende con la línea histórica San Martín-Rosas-Yrigoyen-Perón, consideramos con muchos FUNDAMENTOS que todo eso forma parte de los derechos del pueblo, sin excluir a los asalariados (calificación que también comprende a los militares, pues no son una casta separada).
Espero lo reflexione, y que pese a las presiones sociales de su grupo de pertenencia, identificado claramente pero sin mayores bases de sustentación sólidas, con posturas ultra liberales en lo económico y ultra conservadoras en lo político (lo evidencian los comentarios y posteos, llenos de “copia y pegue” pero huérfanos de razonamientos propios), reflexione y pueda ver que de esa forma, es funcional a los intereses antinacionales, entre ellos principalmente los del imperio británico.
Si no respondió a los interrogantes que le planteé en el correo electrónico anterior, supongo que es por terminar coincidiendo con mis fundamentaciones, pues de lo contrario, las habría contestado.
Lo saludo atentamente.
C A O
sábado, 28 de mayo de 2016
domingo, 22 de mayo de 2016
ENERGÍA ARGENTINA BAJO ÓRDENES BRITÁNICAS
Múltiple comando del Sector Energético Argentino, ejercido por personeros directos y semi encubiertos del imperio británico, es la calificación más exacta y clara del cuadro de situación actual de ese estratégico componente de nuestra economía.
Operando a cara descubierta, el Ministerio de Energía es conducido por Juan José Aranguren, no solo del riñón del poder de la británico-holandesa Shell (con sede corporativa en Londres), sino también ese ministro es accionista de la casa matriz de la petrolera.
Como operadores británicos semi encubiertos, están las muchas ONGs “ecologistas” transnacionales, creaciones del viejo imperio para responder a sus dictados y necesidades políticas, económicas y estratégicas. Las más conocidas son Greenpeace y World Wildlife Foundation, esta última en Argentina como Fundación Vida Silvestre.
Actores embozados, siempre vinculados a los poderosos intereses del petróleo, el gas y la energía en general, son los del mega poder financiero transnacional, del cual Londres sigue siendo una de las principales ¿la más importante? base operativa mundial. Tal como sucedió en otros gobiernos autoproclamados liberales de Argentina, también ahora el Poder Financiero Transnacional tiene sus “hombres de confianza”, operadores y comisionistas, instalados y empoderados en la conducción de la economía argentina; pudiendo citarse a Prat Gay, Sturzenegger, Melconian y otros, por no citar a los poseedores de cuentas en paraísos fiscales, que abundan en “cambiemos”.
Como escuadrones de choque, para cubrir todos los flancos e instalar sesgadas ideas preensambladas, están las corporaciones mediáticas alineadas con el liberalismo anglosajón extremo; las que cuentan con abanicos casi interminables de comunicadores sociales “prestigiosos”, otros que operan bajo la cubierta de la ”intelectualidad” conformista y adocenada, cuyo prestigio prefabricado se paga con la docilidad al “pensamiento políticamente correcto”, más los políticos que cambian “opiniones correctas” por minutos al aire por TV.
El complemento sería parte del Poder Judicial politizado, o las presiones políticas judicializadas.
En ese contexto crudamente neoliberal, no sorprende que se descalifiquen y tiren por la borda principios básicos del accionar del Sector Energético, que son piedras angulares del Pensamiento Nacional y de la defensa de los Intereses de la Nación Argentina. En breve síntesis, se citan conceptos y acciones claramente lesivos para la soberanía y los Intereses Nacionales, expresados o perpetrados por el actual gobierno neoliberal, que es una versión recargada de aquellos de la década infame (1930-1943), de la “revolución fusiladora” (1955) vigente bajo cuerda hasta 1973, del “proceso” (1976-1983), y de la partidocracia cleptocrática liberal (en particular 1989 al 2001).
Según Aranguren, el autoabastecimiento energético no es importante. La Historia Argentina demuestra lo contrario, claro que a Shell le conviene que sigamos siendo clientes, y a Gran Bretaña que sigamos dependientes.
De las primeras ocho licitaciones de importaciones de combustible, siete beneficiaron a Shell (pura “casualidad”, por supuesto).
Están preparando el terreno para volver a privatizar YPF, hoy manejada totalmente por personeros de las petroleras privadas y extranjeras. Desde que el macrismo maneja YPF sus utilidades tuvieron una fuerte caída.
Los aumentos de los combustibles (nafta, gas oil, gas), son descomunales, y no solo descolocan totalmente a las economías familiares, sino que empujan a la quiebra a las PYMES industriales, comerciales, y otras, provocando más despidos y recesión. Otro tanto sucede con las tarifas eléctricas y otros servicios públicos.
Contra toda lógica, Macri afirmó que el carbón de Río Turbio “no sirve”, como pretexto para pasar a comprar carbón chileno, de la misma formación geológica. Con esto, condena a Río Turbio a la miseria y el éxodo masivo de población…a la medida de los intereses geopolíticos británicos, que pretenden una Patagonia despoblada e indefensa.
Aranguren y Macri, con falaces argumentos, atacaron a la Central Carbonífera de Río Turbio, ubicada al pie de la mina. No quieren competencia para el petróleo y el gas, además de cumplir los objetivos geopolíticos británicos antiargentinos.
Con falsos conceptos de eco terrorismo y de supuestas irregularidades de contratación (las que tuvieron que dejar a un lado, ante la pronta y dura respuesta de China, financista y avalista de las obras), en forma totalmente irracional paralizaron las obras de construcción de las dos hidroeléctricas en el Río Santa Cruz, las que ante la incoherente postura frente a los acuerdos con China, debieron acordar recomenzar, pero bajo falsas premisas de “racionalización” disminuyendo la Potencia Instalada Total casi 25 %, de 1.760 MW a solo 1.350 MW, bajo el supuesto que no se alteraría el total de Energía Anual. En teoría se reformularía el rol del complejo hidroeléctrico, que de Centrales de Punta pasarían a ser meras Centrales de Base. ¡Oh casualidad!, la Energía de Punta es más costosa, y usualmente en el Sistema Interconectado, es cubierto con centrales termoeléctricas, movidas a petróleo o gas, que es el negocio de Shell y otras petroleras transnacionales.
Para demorar y paralizar las hidroeléctricas santacruceñas, el gobierno neoliberal macrista operó en consonancia con las falsas prédicas de poderosas ONGs británicas, que adujeron “daños ambientales” y “afectación a los glaciares”, que son meros pretextos usuales de sus campañas anti hidroeléctricas y anti nucleares. Pretextan disminuir el número de turbinas (lo cual si se hace será un daño irreversible), supuestamente para hacer una nueva línea de transmisión, que puede hacerse ahora o más adelante, y cuyo fin real será posibilitar la instalación masiva de las antieconómicas eólicas.
Como supuestos y totalmente falsos “reemplazos” de esas hidroeléctricas, tanto el presidente, su ministro de energía y las ONGs pseudo ambientalistas, promocionan las eólicas; llegando incluso Macri a afirmar que existen 19 alternativas mejores, pero nunca las precisó; o sea, hizo una afirmación falsa, tendenciosa y mentirosa. Además de mucho más costosas por KWh, las eólicas y solares son intermitentes, lo que las hace inútiles para funcionar como usinas de base, y precisan contar con centrales convencionales para estabilizar el sistema eléctrico; pero además contaminan…y nada de eso dijeron ni el presidente, ni su ministro ni los personeros del fundamentalismo ecologista británico y sus adláteres locales.
Sin ningún motivo valedero ni razonable, el macrismo despidió
abruptamente a 2.400 trabajadores altamente especializados, que se
encontraban trabajando en la usina nuclear Atucha III, la cual cuenta con financiación y respaldo tecnológico chino; amenazando incluso con paralizar totalmente el avanzado Plan Nuclear Argentino, orgullo tecnológico de nuestro país. Ante el burdo enredo diplomático que esa decisión implicó con China, el macrismo dio marcha atrás, y aceptó proseguir las obras de las dos centrales acordadas con el gigante asiático. Pero como sea, las demoras implican ya enorme lucro cesante, e implicarán no contar con la Potencia Instalada en los plazos previstos, lo que obligará a invertir en más equipos termoeléctricos, que significa consumir más petróleo y/o gas. O sea, el macrismo acentúa la patológica matriz energética dependiente de los hidrocarburos.
Ninguna precisión se escuchó acerca de la Sexta Central Nuclear,
oportunamente acordada construir con Rusia. Tampoco hay precisiones acerca del Proyecto CAREM, una central nuclear modular de diseño nacional, que estaba programado producirse en serie.
Acorde a las presiones de las ONGs ultra ecologistas británicas, y de los intereses coincidentes de importadores de equipos, comisionistas y lobistas varios, así como de las petroleras transnacionales asociadas al tema, se impulsa en forma desmedida, más allá de su rol de complementos, y sin ningún cuidado respecto a los elevados costos adicionales vinculados al tema, a las energías eólica y solar. Esas Renovables Sesgadas (pues por dos caprichosas leyes se excluye del concepto a las hidroeléctricas medianas y grandes), serán un verdadero salvavidas de plomo para el Sector Eléctrico Argentino, por múltiples factores negativos (obligatoriedad de compra a mayores precios, para grandes usuarios; fuertes subvenciones para disimular sus elevadísimos costos de producción; facilidades desmesuradas para las importaciones de equipos; exenciones impositivas leoninas respecto a otras alternativas de generación; imposibilidad de desactivar proyectos por parte del Estado, lo que repercutiría en costosos juicios contrarios al Interés Nacional; privilegios desmesurados para eólicas y solares, respecto a otros tipos de usinas; etc.) Como esas usinas necesitan que se instalen turbinas de gas para operar como reservas “en caliente” (o sea funcionando), para estabilizar el voltaje y como soporte ante intermitencias no previsibles, claramente las petroleras transnacionales y los fabricantes de equipos termoeléctricos van asociados a los promotores a ultranza de eólicas y solares. Los aumentos de costos de la energía, provocados por las instalaciones masivas de eólicas y solares, en Alemania, Dinamarca y España (entre otros) son cuidadosamente ocultados por los poderosos intereses que promocionan las instalaciones masivas y forzosas de eólicas y solares.
Se importa gas desde Chile (que a su vez lo compra a petroleras
transnacionales (¿Shell?), a un precio mucho mayor al que cobra Bolivia por su gas natural. El argumento que Bolivia no está en condiciones de aumentar el volumen de sus envíos de gas a Argentina, fue desmentido por el responsable del tema, del hermano país. Otra mentira macrista, otro negociado perjudicial para Argentina.
La estratégica y muy importante obra del GASNEA, fue paralizada totalmente, como ocurrió prácticamente con todas las obras públicas desde que asumió el macrismo. Como las provincias ubicadas fuera de la Pampa Húmeda fueron marginadas por los gobiernos liberales (ultra conservadores - reaccionarios en lo político), cabe entender que esa obra se cancelará o achicará sustancialmente, continuando la marginación del Nord Este Argentino.
Como “perlita” final, cabe destacar que el ministro de modernización (de despidos) Andrés Ibarra, instaló su despacho oficial en el edificio corporativo de
Shell. ¿Nadie entiende que significa ese hecho, en su connotación de subordinación explícita a la petrolera británica, y la consecuente resignación de soberanía?
Todo parece indicar que todos y cada uno de esos hechos pueden ser calificados de infame traición a la patria. La palabra la tienen los legisladores,
fiscales de La Nación, jueces, abogados, y el pueblo todo.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Múltiple comando del Sector Energético Argentino, ejercido por personeros directos y semi encubiertos del imperio británico, es la calificación más exacta y clara del cuadro de situación actual de ese estratégico componente de nuestra economía.
Operando a cara descubierta, el Ministerio de Energía es conducido por Juan José Aranguren, no solo del riñón del poder de la británico-holandesa Shell (con sede corporativa en Londres), sino también ese ministro es accionista de la casa matriz de la petrolera.
Como operadores británicos semi encubiertos, están las muchas ONGs “ecologistas” transnacionales, creaciones del viejo imperio para responder a sus dictados y necesidades políticas, económicas y estratégicas. Las más conocidas son Greenpeace y World Wildlife Foundation, esta última en Argentina como Fundación Vida Silvestre.
Actores embozados, siempre vinculados a los poderosos intereses del petróleo, el gas y la energía en general, son los del mega poder financiero transnacional, del cual Londres sigue siendo una de las principales ¿la más importante? base operativa mundial. Tal como sucedió en otros gobiernos autoproclamados liberales de Argentina, también ahora el Poder Financiero Transnacional tiene sus “hombres de confianza”, operadores y comisionistas, instalados y empoderados en la conducción de la economía argentina; pudiendo citarse a Prat Gay, Sturzenegger, Melconian y otros, por no citar a los poseedores de cuentas en paraísos fiscales, que abundan en “cambiemos”.
Como escuadrones de choque, para cubrir todos los flancos e instalar sesgadas ideas preensambladas, están las corporaciones mediáticas alineadas con el liberalismo anglosajón extremo; las que cuentan con abanicos casi interminables de comunicadores sociales “prestigiosos”, otros que operan bajo la cubierta de la ”intelectualidad” conformista y adocenada, cuyo prestigio prefabricado se paga con la docilidad al “pensamiento políticamente correcto”, más los políticos que cambian “opiniones correctas” por minutos al aire por TV.
El complemento sería parte del Poder Judicial politizado, o las presiones políticas judicializadas.
En ese contexto crudamente neoliberal, no sorprende que se descalifiquen y tiren por la borda principios básicos del accionar del Sector Energético, que son piedras angulares del Pensamiento Nacional y de la defensa de los Intereses de la Nación Argentina. En breve síntesis, se citan conceptos y acciones claramente lesivos para la soberanía y los Intereses Nacionales, expresados o perpetrados por el actual gobierno neoliberal, que es una versión recargada de aquellos de la década infame (1930-1943), de la “revolución fusiladora” (1955) vigente bajo cuerda hasta 1973, del “proceso” (1976-1983), y de la partidocracia cleptocrática liberal (en particular 1989 al 2001).
Según Aranguren, el autoabastecimiento energético no es importante. La Historia Argentina demuestra lo contrario, claro que a Shell le conviene que sigamos siendo clientes, y a Gran Bretaña que sigamos dependientes.
De las primeras ocho licitaciones de importaciones de combustible, siete beneficiaron a Shell (pura “casualidad”, por supuesto).
Están preparando el terreno para volver a privatizar YPF, hoy manejada totalmente por personeros de las petroleras privadas y extranjeras. Desde que el macrismo maneja YPF sus utilidades tuvieron una fuerte caída.
Los aumentos de los combustibles (nafta, gas oil, gas), son descomunales, y no solo descolocan totalmente a las economías familiares, sino que empujan a la quiebra a las PYMES industriales, comerciales, y otras, provocando más despidos y recesión. Otro tanto sucede con las tarifas eléctricas y otros servicios públicos.
Contra toda lógica, Macri afirmó que el carbón de Río Turbio “no sirve”, como pretexto para pasar a comprar carbón chileno, de la misma formación geológica. Con esto, condena a Río Turbio a la miseria y el éxodo masivo de población…a la medida de los intereses geopolíticos británicos, que pretenden una Patagonia despoblada e indefensa.
Aranguren y Macri, con falaces argumentos, atacaron a la Central Carbonífera de Río Turbio, ubicada al pie de la mina. No quieren competencia para el petróleo y el gas, además de cumplir los objetivos geopolíticos británicos antiargentinos.
Con falsos conceptos de eco terrorismo y de supuestas irregularidades de contratación (las que tuvieron que dejar a un lado, ante la pronta y dura respuesta de China, financista y avalista de las obras), en forma totalmente irracional paralizaron las obras de construcción de las dos hidroeléctricas en el Río Santa Cruz, las que ante la incoherente postura frente a los acuerdos con China, debieron acordar recomenzar, pero bajo falsas premisas de “racionalización” disminuyendo la Potencia Instalada Total casi 25 %, de 1.760 MW a solo 1.350 MW, bajo el supuesto que no se alteraría el total de Energía Anual. En teoría se reformularía el rol del complejo hidroeléctrico, que de Centrales de Punta pasarían a ser meras Centrales de Base. ¡Oh casualidad!, la Energía de Punta es más costosa, y usualmente en el Sistema Interconectado, es cubierto con centrales termoeléctricas, movidas a petróleo o gas, que es el negocio de Shell y otras petroleras transnacionales.
Para demorar y paralizar las hidroeléctricas santacruceñas, el gobierno neoliberal macrista operó en consonancia con las falsas prédicas de poderosas ONGs británicas, que adujeron “daños ambientales” y “afectación a los glaciares”, que son meros pretextos usuales de sus campañas anti hidroeléctricas y anti nucleares. Pretextan disminuir el número de turbinas (lo cual si se hace será un daño irreversible), supuestamente para hacer una nueva línea de transmisión, que puede hacerse ahora o más adelante, y cuyo fin real será posibilitar la instalación masiva de las antieconómicas eólicas.
Como supuestos y totalmente falsos “reemplazos” de esas hidroeléctricas, tanto el presidente, su ministro de energía y las ONGs pseudo ambientalistas, promocionan las eólicas; llegando incluso Macri a afirmar que existen 19 alternativas mejores, pero nunca las precisó; o sea, hizo una afirmación falsa, tendenciosa y mentirosa. Además de mucho más costosas por KWh, las eólicas y solares son intermitentes, lo que las hace inútiles para funcionar como usinas de base, y precisan contar con centrales convencionales para estabilizar el sistema eléctrico; pero además contaminan…y nada de eso dijeron ni el presidente, ni su ministro ni los personeros del fundamentalismo ecologista británico y sus adláteres locales.
Sin ningún motivo valedero ni razonable, el macrismo despidió
abruptamente a 2.400 trabajadores altamente especializados, que se
encontraban trabajando en la usina nuclear Atucha III, la cual cuenta con financiación y respaldo tecnológico chino; amenazando incluso con paralizar totalmente el avanzado Plan Nuclear Argentino, orgullo tecnológico de nuestro país. Ante el burdo enredo diplomático que esa decisión implicó con China, el macrismo dio marcha atrás, y aceptó proseguir las obras de las dos centrales acordadas con el gigante asiático. Pero como sea, las demoras implican ya enorme lucro cesante, e implicarán no contar con la Potencia Instalada en los plazos previstos, lo que obligará a invertir en más equipos termoeléctricos, que significa consumir más petróleo y/o gas. O sea, el macrismo acentúa la patológica matriz energética dependiente de los hidrocarburos.
Ninguna precisión se escuchó acerca de la Sexta Central Nuclear,
oportunamente acordada construir con Rusia. Tampoco hay precisiones acerca del Proyecto CAREM, una central nuclear modular de diseño nacional, que estaba programado producirse en serie.
Acorde a las presiones de las ONGs ultra ecologistas británicas, y de los intereses coincidentes de importadores de equipos, comisionistas y lobistas varios, así como de las petroleras transnacionales asociadas al tema, se impulsa en forma desmedida, más allá de su rol de complementos, y sin ningún cuidado respecto a los elevados costos adicionales vinculados al tema, a las energías eólica y solar. Esas Renovables Sesgadas (pues por dos caprichosas leyes se excluye del concepto a las hidroeléctricas medianas y grandes), serán un verdadero salvavidas de plomo para el Sector Eléctrico Argentino, por múltiples factores negativos (obligatoriedad de compra a mayores precios, para grandes usuarios; fuertes subvenciones para disimular sus elevadísimos costos de producción; facilidades desmesuradas para las importaciones de equipos; exenciones impositivas leoninas respecto a otras alternativas de generación; imposibilidad de desactivar proyectos por parte del Estado, lo que repercutiría en costosos juicios contrarios al Interés Nacional; privilegios desmesurados para eólicas y solares, respecto a otros tipos de usinas; etc.) Como esas usinas necesitan que se instalen turbinas de gas para operar como reservas “en caliente” (o sea funcionando), para estabilizar el voltaje y como soporte ante intermitencias no previsibles, claramente las petroleras transnacionales y los fabricantes de equipos termoeléctricos van asociados a los promotores a ultranza de eólicas y solares. Los aumentos de costos de la energía, provocados por las instalaciones masivas de eólicas y solares, en Alemania, Dinamarca y España (entre otros) son cuidadosamente ocultados por los poderosos intereses que promocionan las instalaciones masivas y forzosas de eólicas y solares.
Se importa gas desde Chile (que a su vez lo compra a petroleras
transnacionales (¿Shell?), a un precio mucho mayor al que cobra Bolivia por su gas natural. El argumento que Bolivia no está en condiciones de aumentar el volumen de sus envíos de gas a Argentina, fue desmentido por el responsable del tema, del hermano país. Otra mentira macrista, otro negociado perjudicial para Argentina.
La estratégica y muy importante obra del GASNEA, fue paralizada totalmente, como ocurrió prácticamente con todas las obras públicas desde que asumió el macrismo. Como las provincias ubicadas fuera de la Pampa Húmeda fueron marginadas por los gobiernos liberales (ultra conservadores - reaccionarios en lo político), cabe entender que esa obra se cancelará o achicará sustancialmente, continuando la marginación del Nord Este Argentino.
Como “perlita” final, cabe destacar que el ministro de modernización (de despidos) Andrés Ibarra, instaló su despacho oficial en el edificio corporativo de
Shell. ¿Nadie entiende que significa ese hecho, en su connotación de subordinación explícita a la petrolera británica, y la consecuente resignación de soberanía?
Todo parece indicar que todos y cada uno de esos hechos pueden ser calificados de infame traición a la patria. La palabra la tienen los legisladores,
fiscales de La Nación, jueces, abogados, y el pueblo todo.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
lunes, 16 de mayo de 2016
GEOPOLÍTICA REGIONAL Y MUNDIAL – GOLPE PARLAMENTARIO EN BRASIL - NUEVOS FORMATOS DE VIEJAS METODOLOGÍAS INTERVENCIONISTAS
Analizados aisladamente, diferentes sucesos actuales, algunos recientes y otros no muy antiguos, con seguridad conducirán a conclusiones erróneas, sesgadas o muy incompletas.
El golpe de Estado parlamentario en Brasil, el virtual golpe de Estado mediático en Argentina, el anterior golpe de Estado parlamentario precedido de violencia prefabricada en Paraguay, el persistente golpe de Estado mediático/mercenario insurreccional/económico/parlamentario en Venezuela, la insurrección mediática-militar en Ecuador, los intentos de asesinato a Evo Morales, y otros, no podrán comprenderse en su inserción geopolítica mundial, si se los analiza separadamente.
Las “espontáneas” explosiones sociales que como reguero de pólvora se extendieron en el norte de África y Asia Arábiga (“la primavera árabe”), el golpe de Estado de similar formato en Ucrania y los sucesos posteriores; las intervenciones armadas de Francia en varias ex colonias africanas; la guerra intervencionista en Siria con complejo formato de “espontáneos” grupos de violencia armada (similares a lo perpetrado en Libia); el expansionismo al este practicado por la OTAN, con exhibición de “musculatura” militar en ambos lados; los múltiples roces cuasi bélicos en el Mar de La China; las “preocupaciones” pseudo ecologistas de ONGs británicas en el Polo Norte y sus injerencias en muchos lugares, incluso en Argentina, como promotores del subdesarrollo crónico; el accionar de los grupos de poder del mega capital financiero transnacional; y otros sucesos, englobados en la guerra mediática/psicológica que se libra sin cuartel a escala planetaria; todo eso permite inferir con mayor precisión el tenor de los rápidos y violentos cambios que se están verificando, poniendo el eje de estos análisis en nuestra región de Íbero América y El Caribe.
Los virajes de 180 grados casi simultáneos en Argentina y Brasil, más las amenazas claras en Venezuela, exceden largamente los escenarios de las respectivas políticas domésticas, insertándose en ese contexto de nueva guerra fría que hoy se visualiza claramente, a consecuencia de la caducidad del efímero Mundo Unipolar y el surgimiento de la Multipolaridad y la era de los Grandes Bloques Regionales.
En el actual Mundo Multipolar, existen hoy tres o cuatro (según como se analice) actores principales con influencias mundiales, más otros regionales importantes a ser tenidos en cuenta en las ecuaciones de poder.
Con una dinámica mucho mayor que la existente en el Mundo Bipolar anterior al colapso de la Unión Soviética, los acontecimientos de precipitan y las mutaciones vuelven caducos algunos análisis en poco tiempo, en un marco de fluidez que superpone crecientes relaciones comerciales con feroces enfrentamientos estratégicos, de lo cual el ejemplo más candente serían las relaciones entre China y EEUU; y con matices diferentes, entre la Vieja Europa con EEUU y su brazo armado la OTAN, confrontando duramente y con sordina, contra la renaciente Rusia.
Esta reedición de la Guerra Fría, ahora sin las profundas connotaciones doctrinales de la anterior (que enfrentaba al capitalismo con el comunismo), tiene prácticamente los mismos actores principales (la tríada EEUU-UE-Japón, y Rusia-China), en un enfrentamiento esencialmente geopolítico; pero cobran importancia otras potencias regionales que se proyectan a escalas mayores.
En ese contexto, el Bloque de los Emergentes del BRICS resulta claramente molesto a las Potencias Tradicionales, aquellas que en algún momento formaron el G 7, que puede simplificarse conceptualmente en la tríada EEUU, Japón, Europa Occidental (en rigor, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia).
Es de recordar que estuvo muy cerca de ampliarse el “club” de Emergentes, al evaluarse…hace tan poco pero hoy tan lejos, la incorporación de Argentina en el proyectado BRICSA.
Además, la conformación de Bloques Regionales potentes y sólidos, es marcadamente disfuncional a los intereses y “mandatos” del mega poder, pues esos Bloques Regionales consolidados, les disputan Poder a las Potencias Tradicionales Hegemónicas e incluso al más sutil Poder Financiero Transnacional.
Uniendo esas piezas de la compleja realidad geopolítica mundial, se entiende claramente que la cooptación de Argentina y Brasil por parte de los peones locales (las oligarquías de Argentina y Brasil) de los factores de poder neocolonial, si se consolidara resultaría una obra maestra de la geopolítica de las Potencias Tradicionales y del asociado Poder Financiero Transnacional.
De un solo golpe, si logran consolidarse, destruirán la esencia del Mercosur, desbaratarán la Unasur y tornarán inviable a la Celac; además de lo cual debilitarán sensiblemente al BRICS, tornando inviable su ampliación al BRICSA. Además, de hecho pasarán a ser letra muerta los Acuerdos Estratégicos de nuestros países con Rusia y China, los cuales no implicaron cláusulas de subordinación geopolítica, e incluso nos hubiesen sido útiles para consolidar nuestros desarrollos y darnos ampliados marcos de acciones geopolíticas propias.
Los pasos siguientes, de proseguir en nuestros países el dominio neoliberal transnacional, son subordinarnos a las nuevas versiones del ALCA, que son los tratados de “libre comercio” que ya existen y otros que planean imponernos; como el Tratado del Pacífico y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (comandados por EEUU y como vallas de contención a China, y como herramientas de sumisión perpetua de otras economías nacionales), el proyectado tratado de libre comercio con la Unión Europea, y sin duda otros similares que se implementarán a breve plazo, si logran su cometido de imponernos “economías abiertas” (léase subordinadas e indefensas) para nuestras naciones y nuestra región.
Esos tratados de aperturas totales, no solo implican las de por si muy negativas desindustrializaciones masivas y las destrucciones de nuestros propios proyectos de desarrollo tecnológico, sino también la imposibilidad de producir y desarrollar medicamentos genéricos, la anulación de todo derecho social elemental, incluida la estabilidad laboral, y la imposición de normas legales transnacionales que “protejan” a las corporaciones y las hagan inmunes a nuestras leyes y nuestros propios derechos básicos.
Miseria para muchos, riqueza para muy pocos y sobre todo para los factores de poder extranjero, y la desaparición de todo atisbo de independencia y dignidad nacional, pueden ser consideradas las claves de esas acciones de apertura total, que los procesos neoliberales en marcha en Argentina y Brasil significarán para nuestros países y la región, si logran imponerse.
Para mayores elementos de juicio de estos amplísimos temas, me remito a mis libros “Geopolítica de Los Imperios” y “Del Colonialismo Decimonónico al Neocolonialismo del Siglo XXI”, publicados en el blog caoenergia.blogspot.com.ar
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Analizados aisladamente, diferentes sucesos actuales, algunos recientes y otros no muy antiguos, con seguridad conducirán a conclusiones erróneas, sesgadas o muy incompletas.
El golpe de Estado parlamentario en Brasil, el virtual golpe de Estado mediático en Argentina, el anterior golpe de Estado parlamentario precedido de violencia prefabricada en Paraguay, el persistente golpe de Estado mediático/mercenario insurreccional/económico/parlamentario en Venezuela, la insurrección mediática-militar en Ecuador, los intentos de asesinato a Evo Morales, y otros, no podrán comprenderse en su inserción geopolítica mundial, si se los analiza separadamente.
Las “espontáneas” explosiones sociales que como reguero de pólvora se extendieron en el norte de África y Asia Arábiga (“la primavera árabe”), el golpe de Estado de similar formato en Ucrania y los sucesos posteriores; las intervenciones armadas de Francia en varias ex colonias africanas; la guerra intervencionista en Siria con complejo formato de “espontáneos” grupos de violencia armada (similares a lo perpetrado en Libia); el expansionismo al este practicado por la OTAN, con exhibición de “musculatura” militar en ambos lados; los múltiples roces cuasi bélicos en el Mar de La China; las “preocupaciones” pseudo ecologistas de ONGs británicas en el Polo Norte y sus injerencias en muchos lugares, incluso en Argentina, como promotores del subdesarrollo crónico; el accionar de los grupos de poder del mega capital financiero transnacional; y otros sucesos, englobados en la guerra mediática/psicológica que se libra sin cuartel a escala planetaria; todo eso permite inferir con mayor precisión el tenor de los rápidos y violentos cambios que se están verificando, poniendo el eje de estos análisis en nuestra región de Íbero América y El Caribe.
Los virajes de 180 grados casi simultáneos en Argentina y Brasil, más las amenazas claras en Venezuela, exceden largamente los escenarios de las respectivas políticas domésticas, insertándose en ese contexto de nueva guerra fría que hoy se visualiza claramente, a consecuencia de la caducidad del efímero Mundo Unipolar y el surgimiento de la Multipolaridad y la era de los Grandes Bloques Regionales.
En el actual Mundo Multipolar, existen hoy tres o cuatro (según como se analice) actores principales con influencias mundiales, más otros regionales importantes a ser tenidos en cuenta en las ecuaciones de poder.
Con una dinámica mucho mayor que la existente en el Mundo Bipolar anterior al colapso de la Unión Soviética, los acontecimientos de precipitan y las mutaciones vuelven caducos algunos análisis en poco tiempo, en un marco de fluidez que superpone crecientes relaciones comerciales con feroces enfrentamientos estratégicos, de lo cual el ejemplo más candente serían las relaciones entre China y EEUU; y con matices diferentes, entre la Vieja Europa con EEUU y su brazo armado la OTAN, confrontando duramente y con sordina, contra la renaciente Rusia.
Esta reedición de la Guerra Fría, ahora sin las profundas connotaciones doctrinales de la anterior (que enfrentaba al capitalismo con el comunismo), tiene prácticamente los mismos actores principales (la tríada EEUU-UE-Japón, y Rusia-China), en un enfrentamiento esencialmente geopolítico; pero cobran importancia otras potencias regionales que se proyectan a escalas mayores.
En ese contexto, el Bloque de los Emergentes del BRICS resulta claramente molesto a las Potencias Tradicionales, aquellas que en algún momento formaron el G 7, que puede simplificarse conceptualmente en la tríada EEUU, Japón, Europa Occidental (en rigor, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia).
Es de recordar que estuvo muy cerca de ampliarse el “club” de Emergentes, al evaluarse…hace tan poco pero hoy tan lejos, la incorporación de Argentina en el proyectado BRICSA.
Además, la conformación de Bloques Regionales potentes y sólidos, es marcadamente disfuncional a los intereses y “mandatos” del mega poder, pues esos Bloques Regionales consolidados, les disputan Poder a las Potencias Tradicionales Hegemónicas e incluso al más sutil Poder Financiero Transnacional.
Uniendo esas piezas de la compleja realidad geopolítica mundial, se entiende claramente que la cooptación de Argentina y Brasil por parte de los peones locales (las oligarquías de Argentina y Brasil) de los factores de poder neocolonial, si se consolidara resultaría una obra maestra de la geopolítica de las Potencias Tradicionales y del asociado Poder Financiero Transnacional.
De un solo golpe, si logran consolidarse, destruirán la esencia del Mercosur, desbaratarán la Unasur y tornarán inviable a la Celac; además de lo cual debilitarán sensiblemente al BRICS, tornando inviable su ampliación al BRICSA. Además, de hecho pasarán a ser letra muerta los Acuerdos Estratégicos de nuestros países con Rusia y China, los cuales no implicaron cláusulas de subordinación geopolítica, e incluso nos hubiesen sido útiles para consolidar nuestros desarrollos y darnos ampliados marcos de acciones geopolíticas propias.
Los pasos siguientes, de proseguir en nuestros países el dominio neoliberal transnacional, son subordinarnos a las nuevas versiones del ALCA, que son los tratados de “libre comercio” que ya existen y otros que planean imponernos; como el Tratado del Pacífico y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (comandados por EEUU y como vallas de contención a China, y como herramientas de sumisión perpetua de otras economías nacionales), el proyectado tratado de libre comercio con la Unión Europea, y sin duda otros similares que se implementarán a breve plazo, si logran su cometido de imponernos “economías abiertas” (léase subordinadas e indefensas) para nuestras naciones y nuestra región.
Esos tratados de aperturas totales, no solo implican las de por si muy negativas desindustrializaciones masivas y las destrucciones de nuestros propios proyectos de desarrollo tecnológico, sino también la imposibilidad de producir y desarrollar medicamentos genéricos, la anulación de todo derecho social elemental, incluida la estabilidad laboral, y la imposición de normas legales transnacionales que “protejan” a las corporaciones y las hagan inmunes a nuestras leyes y nuestros propios derechos básicos.
Miseria para muchos, riqueza para muy pocos y sobre todo para los factores de poder extranjero, y la desaparición de todo atisbo de independencia y dignidad nacional, pueden ser consideradas las claves de esas acciones de apertura total, que los procesos neoliberales en marcha en Argentina y Brasil significarán para nuestros países y la región, si logran imponerse.
Para mayores elementos de juicio de estos amplísimos temas, me remito a mis libros “Geopolítica de Los Imperios” y “Del Colonialismo Decimonónico al Neocolonialismo del Siglo XXI”, publicados en el blog caoenergia.blogspot.com.ar
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
sábado, 14 de mayo de 2016
GENTE QUE NO RAZONA
Extensos "diálogos" con un
grupo de "retirados" de las FFAA y FFSS, con variados matices. Ante
la absoluta IMPOSIBILIDAD de esas personas, de poder FUNDAMENTAR las
aberraciones conceptuales que profieren con notable persistencia y ligereza
(por caso el concepto de “patriotismo” que profesan se agota en el himno y la
bandera, desconociendo las profundas imbricaciones del concepto de Ejercicio de
la Soberanía y sus herramientas esenciales), sus reacciones son variadas.
Predominan las agresiones, que ante la falta de coherencia argumental, van
rápidamente a lo personal (recurso típico de mediocres crónicos), no faltaron
amenazas personales, ironías muy burdas y algunas de muy baja estofa, intentos
de respuestas en muchos casos matizadas con gruesos errores de ortografía y de
redacción, la constante elusión de los temas troncales claramente refutados por
quien suscribe, las "acusaciones" de supuestas incoherencias de
acción infantilmente expuestas con clara malicia, y tal vez como último
recurso, frases altisonantes de supuesta "sabiduría" que solo
reflejan profundo desconocimiento de la realidad, la Historia Argentina y
Mundial, la Economía, la Geopolítica y otros elementos de cultura general sin los
cuales todo análisis pasa a ser hueca retórica. De proceseros furibundos,
pasaron a macristas fanáticos. No les cae la ficha que son marionetas
manipuladas por los poderosos intereses británicos que hoy gobiernan y mandan
en Argentina. ¡Pero se dicen "muy patriotas"!
Con semejantes confusos crónicos, más
la Clase Media Quejosa Crónica, más los "progres" siempre fuera de
foco respecto a los reales Intereses Nacionales...¡Ayyy, Patria Mía!
MGTR. CARLOS
ANDRÉS ORTIZ
Analista de
Temas Económicos y Geopolíticos
lunes, 9 de mayo de 2016
EL ESTADO AUSENTE, LA PATRIA SECUESTRADA – ACERCA DE INUNDACIONES Y TERREMOTOS
“Por sus obras los conoceréis”, dijo El Maestro de Palestina. Ese simple y a la vez profundo pensamiento y guía de acción, es también aplicable a La Política (la política seria, con mayúsculas). No vale la alharaca de las declamaciones altisonantes, ni menos aun de los corifeos de las huestes mercenarias de la comunicación alineada y/o alienada; lo que cuentan son los hechos concretos.
Y en lo real y efectivo, estamos padeciendo un Estado ausente y profundamente adormecido por la excusa del liberalismo doctrinario, el mismo que repite las falsas premisas que “el mercado todo lo resuelve”, que “lo privado es siempre más eficiente”, etc.
Ese mismo Estado, hoy cooptado y gravemente afectado por el neoliberalismo, es un Estado ausente para las necesidades del pueblo y para los compromisos morales con los pueblos hermanos de la Patria Grande, e incluso con la humanidad.
Este Estado actual, que despide trabajadores con una ferocidad inusitada y con metodologías propias de brutales dictaduras, incluyendo imperdonables manoseos a la dignidad de las personas despedidas, es el mismo Estado que institucionalizó el “nepotismo ampliado”, no solo acomodando con altísimos sueldos a parientes directos de altos funcionarios, sino también “allegadas” varias, amistades, personas “importantes” (como la hermana de la reina argentino-holandesa Máxima), militantes y adherentes del macrismo –aunque no demuestren ninguna idoneidad ni capacidad-, etc.).
Ese Estado cooptado por el neoliberalismo salvaje (según la precisa definición de Naomí Klein), es el mismo que tiene presupuestos para llevar al ministro Dietrich en el costoso helicóptero presidencial, a su casa en un country (hecho alevoso denunciado por el “Gato” Sylvestre en C5N); y según trascendió con fotos y no fue desmentido, a la gobernadora bonaerense todos los días en un pequeño helicóptero desde su actual residencia (en una base militar) hasta la gobernación, y otros hechos dispendiosos similares, que serían “hechos menores” pero que no lo son si se los compara con los despidos “para ahorrar recursos financieros”, lo cual muestra la insalvable dualidad de criterios aplicados.
Pero ese mismo Estado es el que –a contramano de una larga tradición de solidaridad social para con damnificados por fenómenos naturales adversos-, hizo poco o nada para aliviar las penurias de quienes llevan meses soportando inundaciones en el sur de la Mesopotamia y amplios sectores en las márgenes derechas del Paraná y mucho más adentro. Solo se pudieron ver los denodados esfuerzos de soldados del Ejército (bienvenidos sean al rencontrarse con su propio pueblo) y otras fuerzas armadas y de seguridad.
Un par de sobrevuelos en helicóptero, del presidente, con su frase
“filosófica” (hay lugares donde sobra agua y donde falta), y con su hueca promesa de hacer obras para evitar nuevas inundaciones; más la desafortunada o cínica expresión de la gobernadora Vidal (el agua se lleva cosas sin valor); ni el vacío mediático de ese gran problema social, no alcanzan para tapar la inacción oficial, que no solo es vergonzosa, sino que en otro contexto político (con un gobierno enfrentado a los medios hegemónicos), sería escandalosa.
En la misma tesitura de un Estado ausente, elitista y egoísta, resultó
vergonzosa la ausencia total de ayudas concretas para el hermano pueblo de Ecuador, gravemente afectado por un violento terremoto y varias réplicas posteriores. También en este caso, se evidenció la complicidad de casi todo el arco mediático, tapando el tema y ocultando la total ausencia de ayudas de Argentina, contrastando no solo con la generosidad de otras naciones, sino en abierta oposición a la larga tradición de solidaridad que al menos desde comienzos del siglo XX puso en práctica nuestro país.
Aunque la “prensa canalla y mercenaria” y los intelectuales acomodaticios al tanto por cuanto lo oculten sistemáticamente, cumpliendo órdenes implícitas de las potencias neocolonialistas y otros factores del poder transnacional (como el mega poder financiero), cualquier historiador o economista serio y bien fundamentado, urgando en escritos de analistas e historiadores revisionistas, puede constatar la larga trayectoria de solidaridad de la República Argentina, tanto con los pueblos hermanos de nuestro subcontinente Íbero Americano-caribeño (en circunstancias de grandes catástrofes naturales), como con naciones geográficamente lejanas pero a las que nos unen las variadas corrientes inmigratorias, invariablemente recibidas con fraternal espíritu de integración y de respeto.
Pocos conocidas son por ejemplo dos cuantiosas donaciones (préstamos sin fecha de vencimiento ni intereses de ningún tipo, para no herir susceptibilidades de pueblos ya muy dañados por la Primera Guerra Mundial), las cuales por orden directa del Gran Estadista y Referente del Pensamiento Nacional, que fue Yrigoyen, consistieron en sendos cargamentos de alimentos y ropas, enviados en cargueros de la Armada Argentina, con destino a Austria y a Rusia, asoladas por el hambre y las necesidades extremas, en 1918 y 1919.
Algo más conocidas son las cuantiosas donaciones de trigo y carne a España, a fines de los años ‘40, cuando sufría los tremendos castigos de la vengativa exclusión de las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial, por el “gran pecado” de no haber hecho su aporte de sangre de cañón que los anglosajones exigían…y peor aun, por haber permitido que tropas especiales voluntarias españolas formaran parte de la Wehrmacht (con uniformes y equipos alemanes), en el durísimo frente oriental, en la invasión a Rusia.
Menos conocidos son los muy laxos préstamos en especie, de alimentos básicos, que Argentina hizo en total a seis países de Europa Occidental, cuando sufrían el hambre y las privaciones consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
¡Pero como los “defecadores de tinta” y los vociferadores de la desinformación no van a ocultar esos loables antecedentes históricos de la solidaridad argentina, si fueron concretados en el primer gobierno de Perón, el otro Gran Estadista del Siglo XX de Argentina y referente incuestionable del Pensamiento Nacional!; por ello aborrecido por la oligarquía apátrida y por las potencias tradicionales, particularmente por Gran Bretaña, que acostumbraba a dictar la agenda del Gobierno Argentino.
Comprensible es que, dentro de la estructura de la dependencia institucionalizada, del gobierno de las corporaciones extranjeras y sus subordinados locales, aquellos grandes antecedentes de solidaridad y grandeza que marcaron la línea de conducta de la República Argentina (principalmente en años de gobiernos identificados con el Pensamiento Nacional), hoy no solo pretendan sepultarse en el olvido, sino que se “ningunean” con la culposa y
egoísta inacción adrede perpetrada, en una postura alineada y claramente subordinada a los dictados de Gran Bretaña, EEUU, la UE y el poder financiero transnacional.
Muy lamentable es que unos cuantos colonizados mentales, tanto de la llamada Clase Media Quejosa Crónica (carente por completo de memoria histórica y de la elemental visión política, que “se cree” de clase alta pero apenas está un par de escalones por sobre la pobreza), así como los Patrioteros de Bandera (por lo general unos cuantos “retirados” de las FFAA y FFSS, y sus allegados directos), que a consecuencia del adoctrinamiento de la dependencia institucionalizada perpetrado desde 1955, y sobre todo desde 1962, evidencian palmariamente no entender que la soberanía se basa en hechos concretos y no solo en simbologías abstractas, como el himno y la bandera…y para peor consideran como “algo natural” ser dóciles subordinados de las potencias anglosajonas.
También aportan a la confusión y a la dependencia, las prédicas y acciones de ciertos “progresistas”, que son capaces de recitar largas parrafadas de Marx, Trotsky, Gramsci y similares, pero que desconocen aspectos básicos de la realidad nacional, reemplazándolos por formulismos dogmáticos de supuesta aplicación universal.
Curiosamente (o no tanto) tanto unos como otros colonizados mentales, se enfurecen cuando se les demuestra lo equivocado e incoherente de sus planteos político-económicos, por no entrar en cuestiones estratégicas, que no entienden ni por las tapas. Les es más fácil asumir cómodas falsedades que tener el coraje cívico de pensar por cuenta propia y rectificar posturas erróneas y muchas veces aberrantes. Con ello, la oligarquía apátrida y los mandamases foráneos, muy satisfechos, pues los pueden llevar de las narices, sin que se den cuenta.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
“Por sus obras los conoceréis”, dijo El Maestro de Palestina. Ese simple y a la vez profundo pensamiento y guía de acción, es también aplicable a La Política (la política seria, con mayúsculas). No vale la alharaca de las declamaciones altisonantes, ni menos aun de los corifeos de las huestes mercenarias de la comunicación alineada y/o alienada; lo que cuentan son los hechos concretos.
Y en lo real y efectivo, estamos padeciendo un Estado ausente y profundamente adormecido por la excusa del liberalismo doctrinario, el mismo que repite las falsas premisas que “el mercado todo lo resuelve”, que “lo privado es siempre más eficiente”, etc.
Ese mismo Estado, hoy cooptado y gravemente afectado por el neoliberalismo, es un Estado ausente para las necesidades del pueblo y para los compromisos morales con los pueblos hermanos de la Patria Grande, e incluso con la humanidad.
Este Estado actual, que despide trabajadores con una ferocidad inusitada y con metodologías propias de brutales dictaduras, incluyendo imperdonables manoseos a la dignidad de las personas despedidas, es el mismo Estado que institucionalizó el “nepotismo ampliado”, no solo acomodando con altísimos sueldos a parientes directos de altos funcionarios, sino también “allegadas” varias, amistades, personas “importantes” (como la hermana de la reina argentino-holandesa Máxima), militantes y adherentes del macrismo –aunque no demuestren ninguna idoneidad ni capacidad-, etc.).
Ese Estado cooptado por el neoliberalismo salvaje (según la precisa definición de Naomí Klein), es el mismo que tiene presupuestos para llevar al ministro Dietrich en el costoso helicóptero presidencial, a su casa en un country (hecho alevoso denunciado por el “Gato” Sylvestre en C5N); y según trascendió con fotos y no fue desmentido, a la gobernadora bonaerense todos los días en un pequeño helicóptero desde su actual residencia (en una base militar) hasta la gobernación, y otros hechos dispendiosos similares, que serían “hechos menores” pero que no lo son si se los compara con los despidos “para ahorrar recursos financieros”, lo cual muestra la insalvable dualidad de criterios aplicados.
Pero ese mismo Estado es el que –a contramano de una larga tradición de solidaridad social para con damnificados por fenómenos naturales adversos-, hizo poco o nada para aliviar las penurias de quienes llevan meses soportando inundaciones en el sur de la Mesopotamia y amplios sectores en las márgenes derechas del Paraná y mucho más adentro. Solo se pudieron ver los denodados esfuerzos de soldados del Ejército (bienvenidos sean al rencontrarse con su propio pueblo) y otras fuerzas armadas y de seguridad.
Un par de sobrevuelos en helicóptero, del presidente, con su frase
“filosófica” (hay lugares donde sobra agua y donde falta), y con su hueca promesa de hacer obras para evitar nuevas inundaciones; más la desafortunada o cínica expresión de la gobernadora Vidal (el agua se lleva cosas sin valor); ni el vacío mediático de ese gran problema social, no alcanzan para tapar la inacción oficial, que no solo es vergonzosa, sino que en otro contexto político (con un gobierno enfrentado a los medios hegemónicos), sería escandalosa.
En la misma tesitura de un Estado ausente, elitista y egoísta, resultó
vergonzosa la ausencia total de ayudas concretas para el hermano pueblo de Ecuador, gravemente afectado por un violento terremoto y varias réplicas posteriores. También en este caso, se evidenció la complicidad de casi todo el arco mediático, tapando el tema y ocultando la total ausencia de ayudas de Argentina, contrastando no solo con la generosidad de otras naciones, sino en abierta oposición a la larga tradición de solidaridad que al menos desde comienzos del siglo XX puso en práctica nuestro país.
Aunque la “prensa canalla y mercenaria” y los intelectuales acomodaticios al tanto por cuanto lo oculten sistemáticamente, cumpliendo órdenes implícitas de las potencias neocolonialistas y otros factores del poder transnacional (como el mega poder financiero), cualquier historiador o economista serio y bien fundamentado, urgando en escritos de analistas e historiadores revisionistas, puede constatar la larga trayectoria de solidaridad de la República Argentina, tanto con los pueblos hermanos de nuestro subcontinente Íbero Americano-caribeño (en circunstancias de grandes catástrofes naturales), como con naciones geográficamente lejanas pero a las que nos unen las variadas corrientes inmigratorias, invariablemente recibidas con fraternal espíritu de integración y de respeto.
Pocos conocidas son por ejemplo dos cuantiosas donaciones (préstamos sin fecha de vencimiento ni intereses de ningún tipo, para no herir susceptibilidades de pueblos ya muy dañados por la Primera Guerra Mundial), las cuales por orden directa del Gran Estadista y Referente del Pensamiento Nacional, que fue Yrigoyen, consistieron en sendos cargamentos de alimentos y ropas, enviados en cargueros de la Armada Argentina, con destino a Austria y a Rusia, asoladas por el hambre y las necesidades extremas, en 1918 y 1919.
Algo más conocidas son las cuantiosas donaciones de trigo y carne a España, a fines de los años ‘40, cuando sufría los tremendos castigos de la vengativa exclusión de las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial, por el “gran pecado” de no haber hecho su aporte de sangre de cañón que los anglosajones exigían…y peor aun, por haber permitido que tropas especiales voluntarias españolas formaran parte de la Wehrmacht (con uniformes y equipos alemanes), en el durísimo frente oriental, en la invasión a Rusia.
Menos conocidos son los muy laxos préstamos en especie, de alimentos básicos, que Argentina hizo en total a seis países de Europa Occidental, cuando sufrían el hambre y las privaciones consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
¡Pero como los “defecadores de tinta” y los vociferadores de la desinformación no van a ocultar esos loables antecedentes históricos de la solidaridad argentina, si fueron concretados en el primer gobierno de Perón, el otro Gran Estadista del Siglo XX de Argentina y referente incuestionable del Pensamiento Nacional!; por ello aborrecido por la oligarquía apátrida y por las potencias tradicionales, particularmente por Gran Bretaña, que acostumbraba a dictar la agenda del Gobierno Argentino.
Comprensible es que, dentro de la estructura de la dependencia institucionalizada, del gobierno de las corporaciones extranjeras y sus subordinados locales, aquellos grandes antecedentes de solidaridad y grandeza que marcaron la línea de conducta de la República Argentina (principalmente en años de gobiernos identificados con el Pensamiento Nacional), hoy no solo pretendan sepultarse en el olvido, sino que se “ningunean” con la culposa y
egoísta inacción adrede perpetrada, en una postura alineada y claramente subordinada a los dictados de Gran Bretaña, EEUU, la UE y el poder financiero transnacional.
Muy lamentable es que unos cuantos colonizados mentales, tanto de la llamada Clase Media Quejosa Crónica (carente por completo de memoria histórica y de la elemental visión política, que “se cree” de clase alta pero apenas está un par de escalones por sobre la pobreza), así como los Patrioteros de Bandera (por lo general unos cuantos “retirados” de las FFAA y FFSS, y sus allegados directos), que a consecuencia del adoctrinamiento de la dependencia institucionalizada perpetrado desde 1955, y sobre todo desde 1962, evidencian palmariamente no entender que la soberanía se basa en hechos concretos y no solo en simbologías abstractas, como el himno y la bandera…y para peor consideran como “algo natural” ser dóciles subordinados de las potencias anglosajonas.
También aportan a la confusión y a la dependencia, las prédicas y acciones de ciertos “progresistas”, que son capaces de recitar largas parrafadas de Marx, Trotsky, Gramsci y similares, pero que desconocen aspectos básicos de la realidad nacional, reemplazándolos por formulismos dogmáticos de supuesta aplicación universal.
Curiosamente (o no tanto) tanto unos como otros colonizados mentales, se enfurecen cuando se les demuestra lo equivocado e incoherente de sus planteos político-económicos, por no entrar en cuestiones estratégicas, que no entienden ni por las tapas. Les es más fácil asumir cómodas falsedades que tener el coraje cívico de pensar por cuenta propia y rectificar posturas erróneas y muchas veces aberrantes. Con ello, la oligarquía apátrida y los mandamases foráneos, muy satisfechos, pues los pueden llevar de las narices, sin que se den cuenta.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
miércoles, 4 de mayo de 2016
LA TECNOFOBIA INDUSTRICIDA DE LA OLIGARQUÍA ARGENTINA
El actual gobierno argentino, entre otras muchas acciones orientadas a la concentración de la riqueza en pocas manos, a provocar adrede una fuerte recesión, a aumentar drásticamente la tasa de desempleo, frenar abruptamente las obras públicas, a frenar y/o destruir la estructura industrial, y a frenar o incluso desguazar importantes proyectos tecnológicos de gran importancia estratégica, puso en ejecución una creciente batería de medidas fuertemente recesivas. Se puntualizan algunas de ellas, sin que implique abarcar todo el extenso listado.
Apertura indiscriminada de importaciones, achicamiento del mercado interno por caída abrupta de salarios, costos altísimos de financiación bancaria, subas siderales de tarifas de servicios públicos, y falta de estímulos para exportar; todo esto constituye el conjunto de fortísimas tenazas que nos llevan a una rápida desindustrialización.
Congelamiento abrupto o cierre de distintos proyectos de desarrollo tecnológico en plena ejecución, incluso los que cuentan con financiación asegurada. El Plan Nuclear (absurda paralización de Atucha II); el Plan Satelital, congelando ARSAT 3 y 4, y tramitándose la extranjerización a Francia, pese a ser una actividad rentable y autogestionable, y de gran importancia estratégica; desguace total del Proyecto Tronador, del Plan Aeroespacial Argentino; cancelación de diversos proyectos civiles y militares, en plena ejecución en Fabricaciones Militares, y otros.
Abrupta e injustificada paralización total de las obras públicas, incluso las que cuentan con financiación asegurada, como las hidroeléctricas en el Río Santa Cruz y la nuclear Atucha III, con lo cual se dilapidaron valiosos recursos humanos y se incrementó el aluvión de desocupados, cuyo incremento es claramente uno de los nefastos ejes del accionar actual.
Freno brutal a la actividad económica (que estaba creciendo y desarrollándose antes de este gobierno), bajo la falaz premisa según la cual es necesario provocar una fuerte recesión para contener la inflación, lo cual equivale a instalar la paz de los cementerios...en un contexto de muerte no hay modificaciones, ni siquiera de los precios.
Endeudamiento externo muy alto, creciente, y a tasas de usura. Eso condiciona política y económicamente a Argentina, además de ser fuente de comisiones jugosas, que en operaciones precedentes (gobierno de De La Rúa), beneficiaron a funcionarios argentinos gestores de Bancos extranjeros (actos de clara traición a la patria), hoy nuevamente en cargos oficiales. El más conocido es el de Federico Sturzenegger, pero no sería el único.
Rápidas acciones de “transformaciones” de YPF y Aerolíneas Argentinas, para forzar sus achicamientos y extranjerizaciones.
Desmantelamientos de diversos planes y acciones sociales, sanitarios y educativos, para luego justificar los despidos masivos, acusando de “ñoquis” a quienes primero dejaron sin funciones.
Esas acciones y muchas otras, son “de manual” en los casos de imposición violenta y abrupta de dictatoriales gobiernos de orientación neoliberal. Ese es claramente el accionar del actual gobierno de Argentina. Hace al caso enfatizar que el neoliberalismo agrede y destruye la soberanía de los Estados que caen en sus garras. ¿Puede entenderse que los patrioteros de bandera justifiquen y defiendan a este gobierno? Demostración clara del severo proceso de colonización cultural, cepillado de cerebros perpetrado en estamentos de las FFAA y FFSS desde 1955 en adelante, al menos hasta 2002/2003; claro que hay honrosas excepciones, y Las Instituciones deben preservarse.
Se analizan ahora los más destacados antecedentes históricos, de gobiernos liberales, que en los hechos operaron para impedir el desarrollo y la grandeza nacional de Argentina.
Distintos hechos históricos fueron conformando y consolidando la oligarquía argentina, con su mentalidad cerradamente clasista, con trazas racistas, anglófila hasta la médula y retrógrada hasta lo indecible, con pautas sociológicas cargadas de caracteres feudales, al punto tal que desde que se conformó se constituyó en un abroquelamiento que sistemáticamente se opuso al desarrollo socio económico y a la defensa de principios de soberanía, pues la visión de sus cerrados intereses clasistas apenas llega a su grupo socio económico, y en lo geográfico poco más allá
de la Pampa Húmeda; claro está con sus ramificaciones en grupos pequeños pero poderosos en las distintas provincias, y habitualmente con su cohorte de adulones, mercenarios de la comunicación y sectores clasemedieros muy confusos, poco informados o peor aun profundamente colonizados mentales, incluyendo en ese grupo a variopintos conformistas u odiadores crónicos, tanto de los sectores medio-altos, medio-medios, y medio bajos. Incluso el “socialismo” argentino, el formado por Juan B. Justo, Alicia Moreau de Justo y sus seguidores, desde siempre sirvió de dócil pseudo oposición a los grupos oligárquicos, a los que fue funcional e incluso llegó a ser aliado menor, como en la revolución fusiladora, en la cual Américo Ghioldi y otros, alentaban y alababan los fusilamientos y las más atroces represiones.
Sin duda Argentina constituye un caso muy interesante para el análisis sociológico de las oligarquías apátridas, y casi sin margen de error, por allí deben buscarse las raíces de nuestras continuas frustraciones, que nos impidieron concretar el futuro de grandeza que nuestras innegables potencialidades deberían habernos facilitado lograr, y que al menos tres o cuatro veces nos tuvieron en el umbral del desarrollo, y otras tantas veces fuimos llevados de bruces hacia atrás, por la misma oligarquía retrógrada y sus múltiples ramificaciones.
Sucede que la visión de las “clases dirigentes tradicionales” de Argentina (eufemismo para denominar a las oligarquías), no solo son cerradamente egoístas, sino muy miopes, y carentes de una auténtica visión nacional.
La oligarquía es egoísta, pues solo piensa en sus intereses sectoriales patronales (sean camperos, financieros, importadores e intermediarios, y especuladores varios), desentendiéndose del resto del país y de los otros sectores socio económicos; e incluso tiene fuerte vocación feudal, pues adora y le rinde culto a esa anacrónica estructura político-social-económica, en la cual “el patrón” es un ente no solo intocable para el peón o el empleado/asalariado, e incluso para el tendero clasemediero y el profesional ídem; sino que se arroga facultades discrecionales, indiscutibles y no punibles, cualquiera sea el tenor de las decisiones o acciones que ejecute o perpetre.
Es miope, pues su soberbia y en muchos casos su estrechez de pensamiento, le impide analizar que su realidad sería mucho más sólida e incluso sus
rendimientos económicos serían mayores, si estuviera inmerso en una estructura nacional poderosa, bien integrada y desarrollada. Su soberbia y su ceguera conceptual le impide analizar que si fuera parte de un gran país desarrollado y poderoso, sus propias producciones estarían más protegidas, y los bienes exportables podrían incluso tener mejores valores, en función de la mejor capacidad de negociación que tiene toda potencia. ¡Pero no! Prefiere ser soberbia con el resto de país, mientras es genuflexa con los poderes extranjeros, de los cuales es simple servidor descartable, tal como sucedió en las sucesivas crisis mundiales.
Carece de visión nacional, pues de hecho desprecia profundamente al sano sentimiento de amor a la patria, no le importa la soberanía efectiva (aunque promueve y usa la “soberanía declamatoria” de los patrioteros de bandera, que son sus dóciles peones, siempre listos para “tareas sucias”); incluso se siente muy a gusto en el rol de “aliado menor” (léase subordinado) de la potencia hegemónica de turno, y actualmente, del grupo de poder de las potencias tradicionales (léase Unión Europea –y principalmente Gran Bretaña-, EEUU y Canadá, Japón). Incluso hubo en Buenos Aires deplorables marchas de “gente bien” del Barrio Norte y similares, que clamaban por una intervención de los marines (de los que estólidamente se consideran “aliados”, para derrocar al gobierno anterior del período kirchnerista).
Ya antes de 1810, poderosos comerciantes portuarios (de la aldea de Buenos Aires), muchos de ellos inveterados contrabandistas, hacían presión por “el libre comercio”, que en esos años significaba dejar entrar sin barreras la enorme producción industrial británica, y en menor escala la de EEUU, que comenzaba su industrialización (practicando el proteccionismo aduanero, que ahora –como es mega potencia- ataca en nuestros países, para que nosotros no nos industrialicemos). Rivadavia, con su ley de enfiteusis y su política anglófila, fue el punto de partida de la oligarquía y sus “familias patricias”, portuarias (del puerto de Buenos Aires), campera, clasista y ultra conservadora.
Pero el real comienzo en gran escala de la oligarquía campera pampeana, se dio con los gobiernos de Mitre y Sarmiento, cuando mediante maniobras leguleyas con las participaciones de los doctores portuarios, lograron hacerse de enormes
extensiones de tierras, desalojando a poseedores de hecho, de familias rurales de viejo arraigo, criollos dignos pero muy simples y analfabetos, indefensos ante los ardides de los registros de tierras, que esos criollos no conocían ni entendían. Esos mismos poseedores de tierra con derechos ancestrales de varias generaciones, habían sido antes respetados e incluso logrado ciertas elementales comodidades, bajo la estructura paternalista pero básicamente justa y con sensibilidad social hacia el pueblo común, que imperaba en la época de Rosas.
“Integrada al mundo” (el mismo eslogan de los neoliberales actuales) la economía argentina desde el mitrismo por casi medio siglo, operó subordinada a los designios británicos, éramos “la granja” que abastecía al “taller del mundo”.
En esos años, nuestra economía creció mucho, en base a la excelente coyuntura mundial que favorecía a las materias primas, pero el desarrollo socio económico integral fue casi nulo, pues “el régimen” oligárquico en el poder, con el pretexto de las supuestas bondades del “libre cambio”, no solo no alentó sino que se opuso al desarrollo industrial y tecnológico nacional, contando para ello con las “opiniones doctrinales serias” de los “grandes diarios”, como La Prensa y La Nación, que bajo la pantalla de la “libertad de prensa” (hoy llamada “periodismo independiente”), operaba –y opera- como vocero e incluso como instigador de ideas fuerza retrógradas, al servicio de las oligarquías locales, y de sus mandamases británicos.
Las presiones anti tecnológicas eran tan fuertes, que la campaña persistente de los mercenarios de la comunicación y de los pseudo intelectuales opinantes al tanto por cuanto, machacaban respecto a la supuesta “inferioridad genética” según la cual los ingenieros argentinos nunca serían equiparables a los anglosajones, e increíblemente, ese autorracista concepto denigratorio, fue utilizado para entorpecer las habilitaciones de las carreras de ingeniería, en las Universidades Argentina. Y después, en los años ’40 del siglo XX, se reirían soezmente de “los gauchos puestos a marineros”, cuando se creó nuestra Flota Mercante, después desguazada por el menemato.
Durante “el régimen” mitrista-liberal (1862-1916), así como en años sucesivos, los diarios oligárquicos (los dos centenarios que aun perduran, y otros de efímeras vidas), presionaban en contra de toda política industrialista, así como
contra las extensiones de los ferrocarriles bien administrados por el Estado, como fueron desarrollados por Yrigoyen; y décadas después nacionalizados por Perón.
La oligarquía campera casi nunca tuvo aspiraciones de ampliar las actividades bajo control de propietarios argentinos, por eso el negocio de los frigoríficos fue manejado por británicos, y secundariamente por norteamericanos. ¡Y ni pensar en tener una flota mercante propia!, idea siempre demonizada por los “bienpensantes” de la oligarquía y sus mercenarios de los medios y de las cátedras, en aquellas Universidades manejadas a su antojo por el establishment.
Bajo el beneplácito de las oligarquías locales, el Pacto Roca-Runciman (el estatuto legal del coloniaje, Jauretche dixit), entregó casi por completo a Gran Bretaña el manejo y la propiedad de todos los ferrocarriles, las usinas eléctricas, los transportes públicos urbanos de las grandes ciudades, y el control total del Sector Financiero. Y la deuda externa, siempre fue el factor de presión y de control político – económico manejado por la Banca extranjera (antes británica, o europea-norteamericana y del G 7 y las transnacionales “oficiales” como el FMI). Ningún interés del Estado liberal de esos años, por fomentar el desarrollo industrial ni tecnológico nacional.
En la revolución fusiladora (1955), el desguace del avanzado Proyecto Pulqui (aviones a reacción), la virtual expulsión de Mercedes Benz (impidiendo comenzar la producción de camiones y chasis de ómnibus), y acciones similares, confirmaron una vez más la ideología retrógrada, centrada solo en la economía primaria, de los liberales argentinos, y sus cohortes de apoyadores/aplaudidores. Y el endeudamiento externo innecesario, como eje de subordinación política a los centros financieros del poder mundial (igual que ahora).
Los siguientes golpes de Estado (1962, 1976), con la excepción parcial del de 1966, fueron ultra liberales, antinacionales, y por ende clasistas y opositores a la industrialización y el desarrollo tecnológico argentino.
Después, siguiendo subrepticias pero claras “instrucciones” de Gran Bretaña y EEUU, las oligarquías argentinas dejaron “el modelo” cívico militar, para cooptar sectores políticos, sea mediante el engaño ideológico (menemato), o mediante la utilización de técnicas sociológicas y psicológicas de engaños mediáticos masivos (macrismo-“Cambiemos”).
Claramente, ahora están dispuestos a hacer rápida y brutalmente las “tareas sucias” (todas las acciones perpetradas en estos escasos cuatro meses), pretendiendo no dejar margen alguno para el disenso ni para el resurgir de la ideología nacional. ¡Nos quieren llevar de bruces al feudalismo dieciochesco! Feudalismo por el servilismo que quieren institucionalizar en las relaciones laborales. Dieciochesco, por la burda implementación de las falaces ideas del asalariado del imperio industrial británico, esclavista y racista, que fue Adam Smith, el “inventor” del liberalismo económico, doctrina que iba como anillo al dedo, a las necesidades británicas de los siglos XVIII y XIX.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
El actual gobierno argentino, entre otras muchas acciones orientadas a la concentración de la riqueza en pocas manos, a provocar adrede una fuerte recesión, a aumentar drásticamente la tasa de desempleo, frenar abruptamente las obras públicas, a frenar y/o destruir la estructura industrial, y a frenar o incluso desguazar importantes proyectos tecnológicos de gran importancia estratégica, puso en ejecución una creciente batería de medidas fuertemente recesivas. Se puntualizan algunas de ellas, sin que implique abarcar todo el extenso listado.
Apertura indiscriminada de importaciones, achicamiento del mercado interno por caída abrupta de salarios, costos altísimos de financiación bancaria, subas siderales de tarifas de servicios públicos, y falta de estímulos para exportar; todo esto constituye el conjunto de fortísimas tenazas que nos llevan a una rápida desindustrialización.
Congelamiento abrupto o cierre de distintos proyectos de desarrollo tecnológico en plena ejecución, incluso los que cuentan con financiación asegurada. El Plan Nuclear (absurda paralización de Atucha II); el Plan Satelital, congelando ARSAT 3 y 4, y tramitándose la extranjerización a Francia, pese a ser una actividad rentable y autogestionable, y de gran importancia estratégica; desguace total del Proyecto Tronador, del Plan Aeroespacial Argentino; cancelación de diversos proyectos civiles y militares, en plena ejecución en Fabricaciones Militares, y otros.
Abrupta e injustificada paralización total de las obras públicas, incluso las que cuentan con financiación asegurada, como las hidroeléctricas en el Río Santa Cruz y la nuclear Atucha III, con lo cual se dilapidaron valiosos recursos humanos y se incrementó el aluvión de desocupados, cuyo incremento es claramente uno de los nefastos ejes del accionar actual.
Freno brutal a la actividad económica (que estaba creciendo y desarrollándose antes de este gobierno), bajo la falaz premisa según la cual es necesario provocar una fuerte recesión para contener la inflación, lo cual equivale a instalar la paz de los cementerios...en un contexto de muerte no hay modificaciones, ni siquiera de los precios.
Endeudamiento externo muy alto, creciente, y a tasas de usura. Eso condiciona política y económicamente a Argentina, además de ser fuente de comisiones jugosas, que en operaciones precedentes (gobierno de De La Rúa), beneficiaron a funcionarios argentinos gestores de Bancos extranjeros (actos de clara traición a la patria), hoy nuevamente en cargos oficiales. El más conocido es el de Federico Sturzenegger, pero no sería el único.
Rápidas acciones de “transformaciones” de YPF y Aerolíneas Argentinas, para forzar sus achicamientos y extranjerizaciones.
Desmantelamientos de diversos planes y acciones sociales, sanitarios y educativos, para luego justificar los despidos masivos, acusando de “ñoquis” a quienes primero dejaron sin funciones.
Esas acciones y muchas otras, son “de manual” en los casos de imposición violenta y abrupta de dictatoriales gobiernos de orientación neoliberal. Ese es claramente el accionar del actual gobierno de Argentina. Hace al caso enfatizar que el neoliberalismo agrede y destruye la soberanía de los Estados que caen en sus garras. ¿Puede entenderse que los patrioteros de bandera justifiquen y defiendan a este gobierno? Demostración clara del severo proceso de colonización cultural, cepillado de cerebros perpetrado en estamentos de las FFAA y FFSS desde 1955 en adelante, al menos hasta 2002/2003; claro que hay honrosas excepciones, y Las Instituciones deben preservarse.
Se analizan ahora los más destacados antecedentes históricos, de gobiernos liberales, que en los hechos operaron para impedir el desarrollo y la grandeza nacional de Argentina.
Distintos hechos históricos fueron conformando y consolidando la oligarquía argentina, con su mentalidad cerradamente clasista, con trazas racistas, anglófila hasta la médula y retrógrada hasta lo indecible, con pautas sociológicas cargadas de caracteres feudales, al punto tal que desde que se conformó se constituyó en un abroquelamiento que sistemáticamente se opuso al desarrollo socio económico y a la defensa de principios de soberanía, pues la visión de sus cerrados intereses clasistas apenas llega a su grupo socio económico, y en lo geográfico poco más allá
de la Pampa Húmeda; claro está con sus ramificaciones en grupos pequeños pero poderosos en las distintas provincias, y habitualmente con su cohorte de adulones, mercenarios de la comunicación y sectores clasemedieros muy confusos, poco informados o peor aun profundamente colonizados mentales, incluyendo en ese grupo a variopintos conformistas u odiadores crónicos, tanto de los sectores medio-altos, medio-medios, y medio bajos. Incluso el “socialismo” argentino, el formado por Juan B. Justo, Alicia Moreau de Justo y sus seguidores, desde siempre sirvió de dócil pseudo oposición a los grupos oligárquicos, a los que fue funcional e incluso llegó a ser aliado menor, como en la revolución fusiladora, en la cual Américo Ghioldi y otros, alentaban y alababan los fusilamientos y las más atroces represiones.
Sin duda Argentina constituye un caso muy interesante para el análisis sociológico de las oligarquías apátridas, y casi sin margen de error, por allí deben buscarse las raíces de nuestras continuas frustraciones, que nos impidieron concretar el futuro de grandeza que nuestras innegables potencialidades deberían habernos facilitado lograr, y que al menos tres o cuatro veces nos tuvieron en el umbral del desarrollo, y otras tantas veces fuimos llevados de bruces hacia atrás, por la misma oligarquía retrógrada y sus múltiples ramificaciones.
Sucede que la visión de las “clases dirigentes tradicionales” de Argentina (eufemismo para denominar a las oligarquías), no solo son cerradamente egoístas, sino muy miopes, y carentes de una auténtica visión nacional.
La oligarquía es egoísta, pues solo piensa en sus intereses sectoriales patronales (sean camperos, financieros, importadores e intermediarios, y especuladores varios), desentendiéndose del resto del país y de los otros sectores socio económicos; e incluso tiene fuerte vocación feudal, pues adora y le rinde culto a esa anacrónica estructura político-social-económica, en la cual “el patrón” es un ente no solo intocable para el peón o el empleado/asalariado, e incluso para el tendero clasemediero y el profesional ídem; sino que se arroga facultades discrecionales, indiscutibles y no punibles, cualquiera sea el tenor de las decisiones o acciones que ejecute o perpetre.
Es miope, pues su soberbia y en muchos casos su estrechez de pensamiento, le impide analizar que su realidad sería mucho más sólida e incluso sus
rendimientos económicos serían mayores, si estuviera inmerso en una estructura nacional poderosa, bien integrada y desarrollada. Su soberbia y su ceguera conceptual le impide analizar que si fuera parte de un gran país desarrollado y poderoso, sus propias producciones estarían más protegidas, y los bienes exportables podrían incluso tener mejores valores, en función de la mejor capacidad de negociación que tiene toda potencia. ¡Pero no! Prefiere ser soberbia con el resto de país, mientras es genuflexa con los poderes extranjeros, de los cuales es simple servidor descartable, tal como sucedió en las sucesivas crisis mundiales.
Carece de visión nacional, pues de hecho desprecia profundamente al sano sentimiento de amor a la patria, no le importa la soberanía efectiva (aunque promueve y usa la “soberanía declamatoria” de los patrioteros de bandera, que son sus dóciles peones, siempre listos para “tareas sucias”); incluso se siente muy a gusto en el rol de “aliado menor” (léase subordinado) de la potencia hegemónica de turno, y actualmente, del grupo de poder de las potencias tradicionales (léase Unión Europea –y principalmente Gran Bretaña-, EEUU y Canadá, Japón). Incluso hubo en Buenos Aires deplorables marchas de “gente bien” del Barrio Norte y similares, que clamaban por una intervención de los marines (de los que estólidamente se consideran “aliados”, para derrocar al gobierno anterior del período kirchnerista).
Ya antes de 1810, poderosos comerciantes portuarios (de la aldea de Buenos Aires), muchos de ellos inveterados contrabandistas, hacían presión por “el libre comercio”, que en esos años significaba dejar entrar sin barreras la enorme producción industrial británica, y en menor escala la de EEUU, que comenzaba su industrialización (practicando el proteccionismo aduanero, que ahora –como es mega potencia- ataca en nuestros países, para que nosotros no nos industrialicemos). Rivadavia, con su ley de enfiteusis y su política anglófila, fue el punto de partida de la oligarquía y sus “familias patricias”, portuarias (del puerto de Buenos Aires), campera, clasista y ultra conservadora.
Pero el real comienzo en gran escala de la oligarquía campera pampeana, se dio con los gobiernos de Mitre y Sarmiento, cuando mediante maniobras leguleyas con las participaciones de los doctores portuarios, lograron hacerse de enormes
extensiones de tierras, desalojando a poseedores de hecho, de familias rurales de viejo arraigo, criollos dignos pero muy simples y analfabetos, indefensos ante los ardides de los registros de tierras, que esos criollos no conocían ni entendían. Esos mismos poseedores de tierra con derechos ancestrales de varias generaciones, habían sido antes respetados e incluso logrado ciertas elementales comodidades, bajo la estructura paternalista pero básicamente justa y con sensibilidad social hacia el pueblo común, que imperaba en la época de Rosas.
“Integrada al mundo” (el mismo eslogan de los neoliberales actuales) la economía argentina desde el mitrismo por casi medio siglo, operó subordinada a los designios británicos, éramos “la granja” que abastecía al “taller del mundo”.
En esos años, nuestra economía creció mucho, en base a la excelente coyuntura mundial que favorecía a las materias primas, pero el desarrollo socio económico integral fue casi nulo, pues “el régimen” oligárquico en el poder, con el pretexto de las supuestas bondades del “libre cambio”, no solo no alentó sino que se opuso al desarrollo industrial y tecnológico nacional, contando para ello con las “opiniones doctrinales serias” de los “grandes diarios”, como La Prensa y La Nación, que bajo la pantalla de la “libertad de prensa” (hoy llamada “periodismo independiente”), operaba –y opera- como vocero e incluso como instigador de ideas fuerza retrógradas, al servicio de las oligarquías locales, y de sus mandamases británicos.
Las presiones anti tecnológicas eran tan fuertes, que la campaña persistente de los mercenarios de la comunicación y de los pseudo intelectuales opinantes al tanto por cuanto, machacaban respecto a la supuesta “inferioridad genética” según la cual los ingenieros argentinos nunca serían equiparables a los anglosajones, e increíblemente, ese autorracista concepto denigratorio, fue utilizado para entorpecer las habilitaciones de las carreras de ingeniería, en las Universidades Argentina. Y después, en los años ’40 del siglo XX, se reirían soezmente de “los gauchos puestos a marineros”, cuando se creó nuestra Flota Mercante, después desguazada por el menemato.
Durante “el régimen” mitrista-liberal (1862-1916), así como en años sucesivos, los diarios oligárquicos (los dos centenarios que aun perduran, y otros de efímeras vidas), presionaban en contra de toda política industrialista, así como
contra las extensiones de los ferrocarriles bien administrados por el Estado, como fueron desarrollados por Yrigoyen; y décadas después nacionalizados por Perón.
La oligarquía campera casi nunca tuvo aspiraciones de ampliar las actividades bajo control de propietarios argentinos, por eso el negocio de los frigoríficos fue manejado por británicos, y secundariamente por norteamericanos. ¡Y ni pensar en tener una flota mercante propia!, idea siempre demonizada por los “bienpensantes” de la oligarquía y sus mercenarios de los medios y de las cátedras, en aquellas Universidades manejadas a su antojo por el establishment.
Bajo el beneplácito de las oligarquías locales, el Pacto Roca-Runciman (el estatuto legal del coloniaje, Jauretche dixit), entregó casi por completo a Gran Bretaña el manejo y la propiedad de todos los ferrocarriles, las usinas eléctricas, los transportes públicos urbanos de las grandes ciudades, y el control total del Sector Financiero. Y la deuda externa, siempre fue el factor de presión y de control político – económico manejado por la Banca extranjera (antes británica, o europea-norteamericana y del G 7 y las transnacionales “oficiales” como el FMI). Ningún interés del Estado liberal de esos años, por fomentar el desarrollo industrial ni tecnológico nacional.
En la revolución fusiladora (1955), el desguace del avanzado Proyecto Pulqui (aviones a reacción), la virtual expulsión de Mercedes Benz (impidiendo comenzar la producción de camiones y chasis de ómnibus), y acciones similares, confirmaron una vez más la ideología retrógrada, centrada solo en la economía primaria, de los liberales argentinos, y sus cohortes de apoyadores/aplaudidores. Y el endeudamiento externo innecesario, como eje de subordinación política a los centros financieros del poder mundial (igual que ahora).
Los siguientes golpes de Estado (1962, 1976), con la excepción parcial del de 1966, fueron ultra liberales, antinacionales, y por ende clasistas y opositores a la industrialización y el desarrollo tecnológico argentino.
Después, siguiendo subrepticias pero claras “instrucciones” de Gran Bretaña y EEUU, las oligarquías argentinas dejaron “el modelo” cívico militar, para cooptar sectores políticos, sea mediante el engaño ideológico (menemato), o mediante la utilización de técnicas sociológicas y psicológicas de engaños mediáticos masivos (macrismo-“Cambiemos”).
Claramente, ahora están dispuestos a hacer rápida y brutalmente las “tareas sucias” (todas las acciones perpetradas en estos escasos cuatro meses), pretendiendo no dejar margen alguno para el disenso ni para el resurgir de la ideología nacional. ¡Nos quieren llevar de bruces al feudalismo dieciochesco! Feudalismo por el servilismo que quieren institucionalizar en las relaciones laborales. Dieciochesco, por la burda implementación de las falaces ideas del asalariado del imperio industrial británico, esclavista y racista, que fue Adam Smith, el “inventor” del liberalismo económico, doctrina que iba como anillo al dedo, a las necesidades británicas de los siglos XVIII y XIX.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
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