PISOTEANDO LA SOBERANÍA
Sabido es que el endeudamiento, cuando es realizado en un marco de patológico despilfarro (como el actual en Argentina), es un temible instrumento para condicionar fuertemente o incluso destrozar la soberanía del país deudor, sobre todo si no se trata de una mega potencia o una de las grandes potencias emergentes.
El decreto 29/2017 del Poder Ejecutivo Nacional, constituye una acentuada vuelta de tuerca, que profundiza peligrosamente los preocupantes condicionamientos a la soberanía nacional, que están siendo desaprensiva o maliciosamente implementados e incrementados, prácticamente a diario, por el actual gobierno neoliberal argentino, el cual de hecho opera como una prolongación de los mega poderes financieros transnacionales y las grandes potencias asociadas a los mismos.
La expresa y concreta renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana, para las operaciones de endeudamiento externo, oprobiosamente aprobada en forma muy solapada (tuvo hasta ahora escasísima difusión) por el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional, Nro. 29/2017, es un acto de extrema gravedad que compromete seriamente la ya muy castigada soberanía nacional, que está siendo pisoteada prácticamente sin solución de continuidad, desde que asumió funciones el actual gobierno de corte acentuadamente neoliberal, erigido en continuador directo de la desastrosa década del ’90 (menemato y delarruato), y del muy infame y negativo “proceso” cívico militar, el cual de la mano de Martínez De Hoz y con el duro respaldo de la bayonetas de Videla y Cía., instaló violentamente por primera vez el neoliberalismo salvaje en Argentina.
Para completar la operación de sumisión lisa y llana a los poderes financieros transnacionales, en particular la agresiva banca anglosajona (la que es punta de lanza en la imposición del Nuevo Orden Mundial, con todo lo que ese proyecto implica, una suerte de esclavitud mundial sutilmente instalada), el mismo Decreto 29/2017, acepta expresamente que para esas operaciones de endeudamiento, se dependerá de los tribunales de EEUU y de Gran Bretaña, repitiendo la metodología de los economistas y gobiernos neoliberales noventistas de Argentina, que nos hicieron depender de las presiones, caprichos e interpretaciones de jueces foráneos, y de los países acreedores, lo cual es una metodología perversa que reniega de todo precepto de soberanía nacional.
Operaciones precedentes de ese tipo, de los economistas neoliberales del noventismo (década del ’90, o más precisamente del período 1989-2001), fueron las que nos hicieron caer en la jurisdicción del juez neoyorquino Griesa, en el sonado y muy desfavorable caso de los perniciosos fondos buitres, cuyos
exorbitantes reclamos –que aun no terminaron- fueron atendidos con toda prisa y en exceso, y hasta con estulticia y genuflexia, por la administración macrista.
Lo que posiblemente muy pocos tuvieron en cuenta, son las nefastas proyecciones, de pérdidas concretas de territorio nacional, que el decreto analizado puede traer como consecuencia.
La entreguista renuncia a la defensa de inmunidad soberana, no solo es totalmente funcional a los designios del neoliberalismo extremo, impulsado por el macrismo, conducente a la reprivatización de sectores claves y estratégicos de la
economía nacional, como YPF, Aerolíneas Argentinas, los fondos previsionales del ANSES, los servicios de agua potable, el mega yacimiento no convencional de petróleo y gas de Vaca Muerta, el Banco de la Nación Argentina, y todo vestigio de soberanía efectiva (que incluye Fuerzas Armadas y de Seguridad solo aptas para desfiles y para reprimir al pueblo –como algunos psicópatas prestos a reprimir son saña a “civilachos”-, pero no para la Defensa Nacional); sino también para que se concreten las vergonzosas permutas de deuda externa (que pronto será impagable) por amplias porciones el territorio nacional, como era el objetivo no
confeso pero claro de los que prohijaron la crisis terminal de 2001, en una nefasta iniciativa que hoy pocos recuerdan pretendió instalarse como “ineludible” por las dos blondas y muy veteranas conductoras televisivas (Mirta y Susana), siempre funcionales a la oligarquía apátrida y a los dictados de las potencias anglosajonas; mientras que poco antes el menemista Ing. Jorge Castro (hoy reconvertido en “Analista Internacional”, fogoneaba activamente el proyecto de dolarización de la economía argentina, que hubiese significado otra fuerte vuelta de tuerca camino a
la pérdida total de soberanía.
El decreto analizado, es una prueba más del nuevo Plan Morgenthau (tema ya analizado en http://caoenergia.blogspot.com.ar/), diseñado para involucionarnos brutalmente a una sumisa colonia económica dócil e irrelevante; con la plena complicidad de dirigencias apátridas y socialmente insensibles en grado superlativo.
Muy preocupante situación, que no parece ocupar ni menos preocupar debidamente a analistas geopolíticos en muchos casos tibios y complacientes con el establishment, a militares argentinos (no son todos) declamantes de hueca soberanía formal de himno y bandera, a legisladores nacionales, a más que unos pocos comunicadores sociales, a “progresistas” teóricos que terminan siendo funcionales al establishment (como los trotskos y otros); ni menos al hoy muy poco informado y muy confuso pueblo argentino.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
sábado, 29 de abril de 2017
lunes, 24 de abril de 2017
LA TRIPLE Y DESORBITADA NUEVA DEUDA EXTERNA ARGENTINA
Camino directo y a toda marcha, hacia el caos generalizado y muy posiblemente hacia la destrucción de la soberanía argentina sobre nuestro propio territorio, o sea hacia la balcanización; ese es el claro rumbo tomado por el actual gobierno de “noventismo recargado” o neoliberalismo extremo.
Ese es el objetivo real (podrá discutirse si intencionalmente o por profunda impericia con o sin grandes dosis de mala fe), del apogeo exacerbado del neoliberalismo salvaje instalado nuevamente en Argentina.
Sin duda, un monto de deuda externa sideral, impagable y que opere como una hipoteca que imposibilite toda futura acción de gobierno constructiva y con claro sentido de los Intereses Nacionales, es la espada de Damocles que pende amenazante sobre las cabezas de los argentinos patriotas, del sector del pueblo que no tomó conciencia de la extrema gravedad de la situación, y que amenaza con destruir todo atisbo de soberanía y de dignidad nacional.
La monstruosa deuda externa es la piedra angular del nuevo Plan Morgenthau, que acelerada e impiadosamente está ejecutándose con sádica frialdad por parte del actual gobierno de CEOs neoliberales; los que en cada acción dejan traslucir un desapego visceral no solo de la patria sino también respecto al pueblo, al hombre común, al individuo de a pie, marginado de todo y listo para ser duramente reprimido, si es que llegara a cometer “la osadía” de rebelarse contra el terrible cuadro de situación que se agrava día a día.
Si bien se levantan voces en contra de la espiral creciente de la deuda externa “convencional” que se agigante semana tras semana, pocos o ningún analista, ni legislador ni pensador con sentido de Lo Nacional, parecen haber advertido que las tenazas de la deuda externa operan al unísono desde tres frentes, o desde tres variables, al mismo tiempo, conformando un siniestro cuadro de situación, que si no se detiene pronto, nos llevará a un caos generalizado mucho peor que la crisis terminal de 2001/2002, de la cual salimos prácticamente de milagro.
De por si, la deuda externa “convencional” (préstamos externos al Estado Argentino, a las provincias y municipios y a Empresas del Estado) y el frenético ritmo del endeudamiento, tienen evidentes ribetes patológicos, con características
de impagable a constatarse en breve tiempo. En un año de desastrosa gestión, el macrismo endeudó más al país que “el proceso” (1) en siete años; y el “combo” de medidas en plena implementación y acentuación es de una perversión fáctica que solo tiene sentido si lo que se busca es destrozar todo atisbo de desarrollo, de industria, de tecnología propia, de justicia social y de soberanía nacional; o sea, en castizo simple, se nos encorseta en un modelo de pusilánime colonia económica a ser manejada a su antojo por las potencias atlantistas o por quien fuera, de ahí tantas “alabanzas” por parte de los gobiernos de la triada formada por Norteamérica (EEUU y Canadá), la UE (2) y Japón.
El mencionado “combo” de destrucción asegurada, añade al endeudamiento sin límites ni lógica, la destrucción generalizada de la economía nacional (excepto las oligarquías campera de la Pampa Húmeda, la minería extranjera y la Banca especuladora). La destrucción de la economía argentina torna impagable cualquier tipo de deuda externa, al arrancar de cuajo ramas industriales enteras, ahogando a la vez toda actividad tecnológica propia (la cual genera riquezas y es gran propulsora del desarrollo, y claramente por eso se la combate con tanta ferocidad), y fomentando la destrucción de todas las economías provinciales excluidas del círculo privilegiado de la Pampa Húmeda. Pero aun en ese núcleo agro – ganadero, están destrozando actividades que estaban muy bien desarrolladas, como la lechería, las producciones porcinas y avícolas, y las ramas industriales asociadas a las mismas.
El “combo” señalado, se compone además de la deuda externa y sus impagables intereses usurarios, los condicionamientos del FMI (siempre inductores de subdesarrollo crónico), la sobrevaluación de nuestra moneda, el encarecimiento del crédito, la implementación desenfrenada de la especulación financiera, la apertura indiscriminada y salvaje del mercado interno, la brutal caída del poder adquisitivo del 80/85 % de nuestra población, y un largo rosario de otras medidas inductoras de profunda recesión y destrucción socio económica.
De por si, la deuda externa “convencional” es ya un salvavidas de plomo.
Pero en forma relativamente subrepticia, operan otros dos tipos adicionales de deuda externa, que son como los remaches definitivos del féretro en el que se pretende sepultar toda noción de grandeza nacional de Argentina.
La implementación de la timba financiera, con Sturzenegger y otros economistas reditando sus tropelías perpetradas en los años ’90, no solo está “planchando” toda actividad económica productiva, habida cuenta de los elevadísimos intereses que se pueden conseguir con mera especulación libre de riesgos. También está creando un cuadro de situación financiera explosivo, habida cuenta del desmesurado crecimiento de la masa de los Lebacs (3) y otros instrumentos financieros especulativos con rentas aseguradas en perjuicio del propio Estado Argentino. Hoy el volumen de Lebacs en circulación ya superó con holgura el total del circulante del mercado financiero argentino. Y si bien se tramitan en pesos argentinos, es bien conocido que el grueso de los abultados montos volcados a Lebacs proviene de especuladores que transformaron dólares a pesos, y que una vez que se acerque el fin del pavoroso cuadro especulativo, volverán a dolarizar sus activos financieros, con lo cual acentuarán la demanda de la divisa norteamericana, lo cual provocará un nuevo y muy importante endeudamiento en dólares, para cubrir esos montos, pues claramente el Banco Central carece de fondos propios para eso, o no querrá quedarse sin un mínimo respaldo de divisas. Esto lo vivimos en 2001, y el cuadro se asemeja cada vez más, incluso con un contexto que tiende visiblemente a ser mucho peor.
La tercera causa de deuda externa a niveles muy preocupantes, está formada por los contratos que están firmándose –con respaldo del Estado Nacional-, garantizándose tarifas dolarizadas y con fórmulas polinómicas crecientes, para los especuladores financieros que están aprovechándose de las leoninas ventajas establecidas para los “inversores” (¿especuladores lisos y llanos?) vinculados con el alud de instalaciones de equipos generadores “renovables”, o sea básicamente eólicas y solares. Dentro del cúmulo de ventajas muy acentuadas que se están cerrando contractualmente, con respaldo de leyes y decretos elaborados o por legisladores muy desinformados, o directamente por personeros vinculados a los intereses de las “energías renovables”, no solo existen enormes facilidades y exenciones impositivas, sino también las obligatoriedades establecidas para los compradores de ciertos volúmenes, de adquirir prioritariamente las producciones de eólicas y solares, sin importar sus precios. O sea, los sobreprecios que caracterizan en el mundo a esas muy poco eficientes fuentes de generación eléctrica, deberán ser obligatoriamente soportados por usuarios eléctricos, desde mini empresas a grandes consumidores, con lo cual se castigará previsiblemente a la hoy muy vapuleada economía argentina con costos adicionales, que harán más difícil aun competir e incluso mantenerse en pie.
Y como las tarifas son amañadamente dolarizadas, toda devaluación futura con la cual se quiera otorgar mayor competitividad a la economía nacional, provocará una hecatombe de mayores costos del servicio eléctrico. Y previsiblemente, como la mayoría de los “inversores” (especuladores financieros) vinculados hoy al nuevo y creciente “negocio”, son empresas extranjeras, es totalmente previsible que no bien empiecen a generar, dolarizarán inmediatamente los fondos facturados, para girarlos al exterior rápidamente, como lo permite el muy laxo sistema financiero actual.
Un contexto general sumamente preocupante, del cual aun pocos se han percatado.
En 2001 se pretendió instalar la idea de la “necesidad” de canjear deuda externa por territorios. Hoy Macri dice “no entender de soberanía”, Michetti dice que “es bueno endeudarse” (la deuda condiciona la soberanía), y Sturzenegger dijo conceptualmente en una reunión de “empresarios” afines, respecto al pueblo “se van a olvidar de la soberanía”. Mientras, algunos que se dicen “muy patriotas” siguen apoyando al neoliberalismo macrista, evidenciando ignorar todo esto por completo, y siguen “persiguiendo zurditos” como en los años ’70, demostrando una profunda confusión conceptual.
1 – “proceso” = nombre abreviado del “proceso de reorganización nacional”, gobierno dictatorial oligárquico cívico militar, que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, instalando por primera vez el sistema económico conocido como “neoliberalismo salvaje”.
2 – UE = Unión Europea.
3 – Lebacs = Títulos públicos con tasas muy altas y corto plazo, emitidos por el Banco Central de la República Argentina.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Camino directo y a toda marcha, hacia el caos generalizado y muy posiblemente hacia la destrucción de la soberanía argentina sobre nuestro propio territorio, o sea hacia la balcanización; ese es el claro rumbo tomado por el actual gobierno de “noventismo recargado” o neoliberalismo extremo.
Ese es el objetivo real (podrá discutirse si intencionalmente o por profunda impericia con o sin grandes dosis de mala fe), del apogeo exacerbado del neoliberalismo salvaje instalado nuevamente en Argentina.
Sin duda, un monto de deuda externa sideral, impagable y que opere como una hipoteca que imposibilite toda futura acción de gobierno constructiva y con claro sentido de los Intereses Nacionales, es la espada de Damocles que pende amenazante sobre las cabezas de los argentinos patriotas, del sector del pueblo que no tomó conciencia de la extrema gravedad de la situación, y que amenaza con destruir todo atisbo de soberanía y de dignidad nacional.
La monstruosa deuda externa es la piedra angular del nuevo Plan Morgenthau, que acelerada e impiadosamente está ejecutándose con sádica frialdad por parte del actual gobierno de CEOs neoliberales; los que en cada acción dejan traslucir un desapego visceral no solo de la patria sino también respecto al pueblo, al hombre común, al individuo de a pie, marginado de todo y listo para ser duramente reprimido, si es que llegara a cometer “la osadía” de rebelarse contra el terrible cuadro de situación que se agrava día a día.
Si bien se levantan voces en contra de la espiral creciente de la deuda externa “convencional” que se agigante semana tras semana, pocos o ningún analista, ni legislador ni pensador con sentido de Lo Nacional, parecen haber advertido que las tenazas de la deuda externa operan al unísono desde tres frentes, o desde tres variables, al mismo tiempo, conformando un siniestro cuadro de situación, que si no se detiene pronto, nos llevará a un caos generalizado mucho peor que la crisis terminal de 2001/2002, de la cual salimos prácticamente de milagro.
De por si, la deuda externa “convencional” (préstamos externos al Estado Argentino, a las provincias y municipios y a Empresas del Estado) y el frenético ritmo del endeudamiento, tienen evidentes ribetes patológicos, con características
de impagable a constatarse en breve tiempo. En un año de desastrosa gestión, el macrismo endeudó más al país que “el proceso” (1) en siete años; y el “combo” de medidas en plena implementación y acentuación es de una perversión fáctica que solo tiene sentido si lo que se busca es destrozar todo atisbo de desarrollo, de industria, de tecnología propia, de justicia social y de soberanía nacional; o sea, en castizo simple, se nos encorseta en un modelo de pusilánime colonia económica a ser manejada a su antojo por las potencias atlantistas o por quien fuera, de ahí tantas “alabanzas” por parte de los gobiernos de la triada formada por Norteamérica (EEUU y Canadá), la UE (2) y Japón.
El mencionado “combo” de destrucción asegurada, añade al endeudamiento sin límites ni lógica, la destrucción generalizada de la economía nacional (excepto las oligarquías campera de la Pampa Húmeda, la minería extranjera y la Banca especuladora). La destrucción de la economía argentina torna impagable cualquier tipo de deuda externa, al arrancar de cuajo ramas industriales enteras, ahogando a la vez toda actividad tecnológica propia (la cual genera riquezas y es gran propulsora del desarrollo, y claramente por eso se la combate con tanta ferocidad), y fomentando la destrucción de todas las economías provinciales excluidas del círculo privilegiado de la Pampa Húmeda. Pero aun en ese núcleo agro – ganadero, están destrozando actividades que estaban muy bien desarrolladas, como la lechería, las producciones porcinas y avícolas, y las ramas industriales asociadas a las mismas.
El “combo” señalado, se compone además de la deuda externa y sus impagables intereses usurarios, los condicionamientos del FMI (siempre inductores de subdesarrollo crónico), la sobrevaluación de nuestra moneda, el encarecimiento del crédito, la implementación desenfrenada de la especulación financiera, la apertura indiscriminada y salvaje del mercado interno, la brutal caída del poder adquisitivo del 80/85 % de nuestra población, y un largo rosario de otras medidas inductoras de profunda recesión y destrucción socio económica.
De por si, la deuda externa “convencional” es ya un salvavidas de plomo.
Pero en forma relativamente subrepticia, operan otros dos tipos adicionales de deuda externa, que son como los remaches definitivos del féretro en el que se pretende sepultar toda noción de grandeza nacional de Argentina.
La implementación de la timba financiera, con Sturzenegger y otros economistas reditando sus tropelías perpetradas en los años ’90, no solo está “planchando” toda actividad económica productiva, habida cuenta de los elevadísimos intereses que se pueden conseguir con mera especulación libre de riesgos. También está creando un cuadro de situación financiera explosivo, habida cuenta del desmesurado crecimiento de la masa de los Lebacs (3) y otros instrumentos financieros especulativos con rentas aseguradas en perjuicio del propio Estado Argentino. Hoy el volumen de Lebacs en circulación ya superó con holgura el total del circulante del mercado financiero argentino. Y si bien se tramitan en pesos argentinos, es bien conocido que el grueso de los abultados montos volcados a Lebacs proviene de especuladores que transformaron dólares a pesos, y que una vez que se acerque el fin del pavoroso cuadro especulativo, volverán a dolarizar sus activos financieros, con lo cual acentuarán la demanda de la divisa norteamericana, lo cual provocará un nuevo y muy importante endeudamiento en dólares, para cubrir esos montos, pues claramente el Banco Central carece de fondos propios para eso, o no querrá quedarse sin un mínimo respaldo de divisas. Esto lo vivimos en 2001, y el cuadro se asemeja cada vez más, incluso con un contexto que tiende visiblemente a ser mucho peor.
La tercera causa de deuda externa a niveles muy preocupantes, está formada por los contratos que están firmándose –con respaldo del Estado Nacional-, garantizándose tarifas dolarizadas y con fórmulas polinómicas crecientes, para los especuladores financieros que están aprovechándose de las leoninas ventajas establecidas para los “inversores” (¿especuladores lisos y llanos?) vinculados con el alud de instalaciones de equipos generadores “renovables”, o sea básicamente eólicas y solares. Dentro del cúmulo de ventajas muy acentuadas que se están cerrando contractualmente, con respaldo de leyes y decretos elaborados o por legisladores muy desinformados, o directamente por personeros vinculados a los intereses de las “energías renovables”, no solo existen enormes facilidades y exenciones impositivas, sino también las obligatoriedades establecidas para los compradores de ciertos volúmenes, de adquirir prioritariamente las producciones de eólicas y solares, sin importar sus precios. O sea, los sobreprecios que caracterizan en el mundo a esas muy poco eficientes fuentes de generación eléctrica, deberán ser obligatoriamente soportados por usuarios eléctricos, desde mini empresas a grandes consumidores, con lo cual se castigará previsiblemente a la hoy muy vapuleada economía argentina con costos adicionales, que harán más difícil aun competir e incluso mantenerse en pie.
Y como las tarifas son amañadamente dolarizadas, toda devaluación futura con la cual se quiera otorgar mayor competitividad a la economía nacional, provocará una hecatombe de mayores costos del servicio eléctrico. Y previsiblemente, como la mayoría de los “inversores” (especuladores financieros) vinculados hoy al nuevo y creciente “negocio”, son empresas extranjeras, es totalmente previsible que no bien empiecen a generar, dolarizarán inmediatamente los fondos facturados, para girarlos al exterior rápidamente, como lo permite el muy laxo sistema financiero actual.
Un contexto general sumamente preocupante, del cual aun pocos se han percatado.
En 2001 se pretendió instalar la idea de la “necesidad” de canjear deuda externa por territorios. Hoy Macri dice “no entender de soberanía”, Michetti dice que “es bueno endeudarse” (la deuda condiciona la soberanía), y Sturzenegger dijo conceptualmente en una reunión de “empresarios” afines, respecto al pueblo “se van a olvidar de la soberanía”. Mientras, algunos que se dicen “muy patriotas” siguen apoyando al neoliberalismo macrista, evidenciando ignorar todo esto por completo, y siguen “persiguiendo zurditos” como en los años ’70, demostrando una profunda confusión conceptual.
1 – “proceso” = nombre abreviado del “proceso de reorganización nacional”, gobierno dictatorial oligárquico cívico militar, que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, instalando por primera vez el sistema económico conocido como “neoliberalismo salvaje”.
2 – UE = Unión Europea.
3 – Lebacs = Títulos públicos con tasas muy altas y corto plazo, emitidos por el Banco Central de la República Argentina.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
jueves, 20 de abril de 2017
¿ABOGADOS AMBIENTALISTAS O SIMPLES PROPAGADORES DE FALSEDADES AL CUENTO?
El tendencioso escrito analizado.
El 05/04/2017, en el diario digital Energía Estratégica, se publicó sin firma alguna ni periodista responsable, un panfletario escrito de “un conjunto de abogados ambientalistas de la Patagonia”, bajo el presuntamente elogioso título de “Duro comunicado contra el Gobierno por descartar reemplazar eólicas por hidroeléctricas”. En rigor, el título está equivocado, pues de lo que se quejan los “ambientalistas” es de lo contrario, o sea del presunto descarte de eólicas, ante el posible recomienzo de las paralizadas hidroeléctricas santacruceñas Néstor Kirchner y Carlos Cépernic. Cabe acotar que esa publicación digital, como otras similares, tiene un claro perfil muy favorable a las “renovables” (eólicas y solares), y por lo tanto sutilmente (o no tanto) contrarias a las generadoras hidroeléctricas y nucleares; todo en un marco de presunta “neutralidad” respecto a las usinas termoeléctricas (las que queman petróleo, gas o carbón).
Análisis del escrito.
Ninguna de ambas partes involucradas en el (presunto) “debate” es “santo de mi devoción”, pues involucra al Ministro Aranguren y a los “denunciantes” del siempre escandaloso y muy dudosamente fundamentado técnicamente ecologismo de corte fundamentalista.
Tanto el accionista y personero de la anglo – holandesa Shell puesto a Ministro de Energía (con flagrante incompatibilidad para ejercer ese cargo), como el sector fundamentalista de la pseudo ecología, son funcionales a los intereses de las potencias atlantistas, y en particular a Gran Bretaña, las cuales buscan claramente la brutal regresión de Argentina a su anterior rol de semicolonia económica dócil con una economía primarizada y estancada, o peor aun, buscan nuestra balcanización para convertirnos en media docena de dóciles republiquetas inviables y fácilmente manejables desde los centros del mega poder financiero transnacional. Esto último, que puede parecer ciencia ficción a mentes muy desinformadas, fue expuesto y fundamentado en el reciente artículo referente al Plan Morgenthau, publicado en varios medios electrónicos y disponible en mi blog.
Con las previas aclaraciones, se expone el análisis del panfletario escrito no avalado por firmas expuestas.
El ministerio de Aranguren achicó los proyectos originales, afectando seriamente las capacidades de generación y de empuntamiento de las dos centrales, bajo premisas harto discutibles, con lo cual paralizó obras en marcha, ocasionando
además enormes costos por lucros cesantes, que implicarán quemar enormes cantidades de gas para suplir la energía hidroeléctrica no generada en la demora. Todo esto lo expuse fundamentadamente en artículos anteriores.
Obviamente, no defiendo a Aranguren, pero falsean a la verdad los
“abogados ambientalistas”, pues los proyectos originales no afectaban los glaciares, y menos aun pueden afectarlos los proyectos jibarizados del neoliberalismo macrista, pues redujeron los mismos.
Los abogados ambientalistas patagónicos demuestran no saber nada de energía eléctrica, o en caso contrario, probarían en sus sarcásticos comentarios ser alevosamente malintencionados, pues enfáticamente afirman que la energía de las dos hidroeléctricas santacruceñas podrían ser “reemplazadas ventajosamente” por
energía eólica; afirmación que es un disparate técnico descomunal. La hidroeléctrica es una de las únicas tres tecnologías que permiten generar energía de base, las otras dos tecnologías son la nuclear y la termoeléctrica. La eólica, junto con la solar y otras “renovables” (concepto en sí falaz de la ley argentina específica, como lo expuse en mi libro Los Profetas del Caos), solo tiene el rol de energía complementaria, lo cual está definido por sus insalvables limitaciones técnicas (oscilaciones en el voltaje, constantes imprevistos de generación ante oscilaciones en los vientos, en el nivel de insolación, etc.). Sintéticamente, el ser humano no
controla ni el sol ni los vientos. Además, las energías eólica y solar son mucho más costosas por KWh que las hidroeléctricas, y no están exentas de costos ambientales.
Los “abogados ambientalistas” se rasgan las vestiduras argumentando “impactos ambientales” que no prueban, y en cambio omiten los enormes beneficios de la acumulación de agua a ser usada para consumo humano, para riego e industrias, en la desértica Patagonia Austral; además de los beneficios adicionales de los embalses para fines recreativos y como nuevos atractivos turísticos; todo ello a ser aportado por las dos grandes hidroeléctricas a las que esos retrógrados atacan. Claramente, a esos “fundambientalistas”, el ser humano no les importa nada. Solo buscan instalar el subdesarrollo permanente, de acuerdo a los cerrados y genocidas dogmas inductores de miseria permanente que defienden.
Es muy dudoso que los embalses alteren negativamente el ecosistema desértico –más bien lo mejorarán y lo tornarán más amigable-, y es falso, mentiroso, que van a inundar los glaciares, tal como lo demostraron los profesionales de la ingeniería y ciencias relacionadas. De nuevo, la usual táctica de las “denuncias por si acaso” unidas al terrorismo mediático, alertando sobre “desastres ambientales” que no son capaces de demostrar.
Notablemente alertan acerca de presuntos “negocios” (léase negociados) vinculados con las hidroeléctricas, omitiendo que los negociados escandalosos se están perpetrando con las desenfrenadas instalaciones de “renovables” (eólicas y solares), con contratos llenos de leoninos privilegios que lo hacen un negocio fácil y sin riesgos para los especuladores financieros y “amigos del poder” involucrados, protegidos además por tarifas de venta dolarizadas y con fórmulas polinómicas crecientes garantizadas. Privilegios desmedidos, que van de exenciones impositivas, prioridades para la venta de energía sin considerar que los precios serán más caros, etc.; y por supuesto los serios problemas operativos que serán consecuencias nefastas, si prosperan los presionados proyectos de llevar los porcentajes de generaciones eólicas y solares más allá de los límites técnicos en los que sus falencias técnicas podrían ser controladas. Por supuesto omiten los muchos casos de obras hidroeléctricas construidas en tiempo y forma, que generan energía muy barata, de calidad y sin costos ambientales.
Nada dicen los “ambientalistas” de los muy mayores costos por KWh, que serán soportados por los usuarios argentinos, impactando negativamente sobre todo proyecto futuro de reindustrializar el país, a consecuencia de la promoción desmesurada de las “renovables” eólicas y solares. Tampoco dicen ¿lo ocultan por
ignorancia, o por malicia evidente?, que las masivas instalaciones de eólicas y solares, necesitarán los respaldos “en caliente” (o sea funcionando) de turbinas de gas, ciclos combinados o similares, para cubrir los baches de generación que continuamente provocan las oscilantes generaciones “renovables” (eólicas y solares) que los fundambientalistas defienden con tanto denuedo y tanta carencia
de bases técnicas. Esos respaldos de usinas térmicas, implican altos costos económicos y ambientales.
Por otra parte, es poco conocido pero real, que varias agrupaciones ultra ambientalistas que operan en Argentina, como filiales de ONGs transnacionales británicas, otras europeas, o norteamericanas, usualmente contratan como activistas rentados a abogados, como elementos de presiones mediáticas, judiciales, etc., de forma tal de forzar las instalaciones de “renovables” y a la vez prefabricar infinitas excusas para postergar a “las competencias insalvables” (por mejor calidad
de generación y mejores precios reales por KWh), que son las hidroeléctricas y las nucleares. Con eso, además, esas transnacionales cumplen el objetivo de impedir nuestro desarrollo socio económico, sacrificándolo en el altar pagano del conservacionismo extremo, que pretende embretarnos en el subdesarrollo crónico. ¿Cuántos de esos ignotos “abogados ambientalistas” son personeros rentados de ONGs ultraecologistas?
Ese accionar para “empiojar procedimientos” se nota al fogonear una nueva audiencia pública, desconociendo la precedente, que no fue favorable al dogmatismo ultra ecologista.
Nuevamente incurren en ignorancia manifiesta o malicia extrema, al pretender descalificar el importante aporte de energía adicional que proveerán las dos grandes hidroeléctricas santacruceñas, y como lo les conviene, nada dicen de la Potencia Firme que proveerán, con lo cual estabilizarán el suministro energético en el extremo sur del Sistema Interconectado, importante función técnica insoslayable, que las inestables eólicas y solares no podrán suplir.
Mienten con alevosía al pretextar “fuentes de trabajo” por parte de las eólicas y solares, siendo que la metodología impuesta por el macrismo privilegió con alevosía las importaciones de equipos, además que soslayan los entre 2.000 a 2.500 puestos de trabajo directo efectivo y bien remunerado que significarán por varios años las construcciones hidroeléctricas, además de los 8 a 10 mil puestos de trabajo indirecto que (en relación entre 4/5 a 1 entre empleos indirectos y directos) que siempre son consecuencias positivas de las construcciones hidroeléctricas.
Los “abogados ambientalistas”, operando acorde a los intereses británicos, promueven el despoblamiento patagónico, al expulsar a los trabajadores de las hidroeléctricas, y a los futuros puestos laborales en actividades agro - ganaderas, industriales y turísticas, que serán consecuencia del desarrollo a posibilitar con esas dos
grandes hidroeléctricas.
Es falso de falsedad absoluta, una mentira recurrente de la propagandística difamatoria de las ONGs ultra ecologistas, que la tecnología hidroeléctrica sea “obsoleta”. Ocultan con evidente malicia, que en Europa, EEUU, Canadá y Japón, hoy ya no se construyen hidroeléctricas, pero no porque sean “obsoletas”, sino por el hecho que ya prácticamente no les queda ríos o arroyos por represar y turbinar. ¡Prácticamente, ya construyeron todas las obras que sus geografías les permitía hacer! ¿O acaso alguien puede suponer la “estupidez” de chinos,
brasileños y otros, que continúan desarrollando importantes obras hidroeléctricas?
Algunos de los más resonantes casos de mentiras flagrantes de denuncias del ecologismo fundamentalista, muy afines al “libreto” de las ONGs británicas.
Las precitadas mentiras y tergiversaciones de los “abogados ambientalistas patagónicos”, pasan a engrosar la extensa cadena de falsedades difundidas en diversos casos, por activistas del ecologismo fundamentalista, lo cual claramente es parte de la metodología del terrorismo mediático con el cual pretenden
imponer sus posturas, las cuales recurrentemente son fuertemente dogmáticas, y vinculadas con la genocida iniciativa que promueve el “crecimiento cero”, el cual de implementarse resultaría en una condena a muerte por inanición y carencia de bienes y servicios elementales, de la categoría de seres vivientes más desprotegidos, de la “especie homo sapiens humilde”, o peor aun el pobre de pobreza absoluta.
Algunas de las más groseras mentiras, expuestas en envases de
rimbombantes “denuncias” mediáticas –la metodología del miedo irracional como factor de presión sobre la opinión pública-, son las expuestas seguidamente. Los categóricos desmentidos nunca tuvieron más que pequeñísimas difusiones en los medios, con lo que los miedos quedaron instalados, pese a sus falaces
motivaciones.
- Los “trasvasamientos” de agua de Yacyretá al Iberá. Probadamente FALSO.
- Las supuestas “grietas” en Yacyretá y consecuente “peligro de derrumbes y catastróficas inundaciones, que supuestamente llegarían a afectar incluso a Buenos Aires. Probadamente FALSO. Fue una burda acción de un mendaz activista del ecologismo cavernario, a la sazón ingeniero agrónomo, que osadamente opinó con falsía y claras intenciones de malintencionado desprestigio a las hidroeléctricas.
- Las “aguas radioactivas” de Ezeiza. Probadamente FALSO. Las napas de agua estaban contaminadas con … materia fecal, por falta de redes cloacales.
- La presunta “seria afectación a los alevinos de peces autóctonos que provocarían los pilares del puente Rosario – Victoria”. Otro disparate técnico, probadamente FALSO. Notablemente, no consideraron los enormes ahorros ambientales, al suprimirse el servicio de ferrys que hubiera sido necesario para suplantar malamente al importante puente. Lo que en realidad buscaban, era frenar los efectos de desarrollo vinculados a la vital conexión carretera, importante no solo para Argentina, sino para el Mercosur.
- Los feroces ataques periodísticos y de activistas, en desprestigio de la Hidroeléctrica Urugua-Í, omitiendo los cuantiosos ahorros ambientales al reemplazar usinas termoeléctricas y tornar innecesario el transporte carretero de los combustibles en el largo trayecto de San Lorenzo (Santa Fe) a Misiones. Notablemente, la campaña difamatoria tuvo su eje en un diario local, justamente vinculado a la empresa que era transportista de combustibles para EMSA (Electricidad de Misiones S.A.), negocio que terminó al comenzar a operar Urugua-Í. También se omite que el KWh más económico que utiliz a Misiones, es el provisto por la Hidroeléctrica Urugua-Í.
- No son los únicos ejemplos de mentiras y falsedades del ecologismo cavernario.
Comentario final.
Todos los gobiernos argentinos, de orientaciones oligárquicas y crudamente liberales, siempre han sido favorables a la generación termoeléctrica y los intereses petroleros y gasíferos anglosajones, entorpeciendo proyectos hidroeléctricos y nucleares. En las últimas décadas, el ultraecologismo opera como aliado estratégico de las petroleras / gasíferas anglosajonas y de los gobiernos afines a las mismas. Las estrechas vinculaciones del macrismo con personeros de Greenpeace y otras ONGs ultraecologistas (como el actual diputado nacional “Cali” Villalonga, ex activista rentado de Greenpeace, y el empresario y activista pro eólico Sebastián Kind, entre otros), lo demuestra. Mientras tanto, la anglo holandesa Shell, con su ministro – personero, opera con la complacencia mutua
visible con el ultraecologismo. Tanto Aranguren como Kind, “atienden de los dos lados del mostrador”, groseramente; pero ni Laura Alonso –de la Oficina Anticorrupción-, ni muchos legisladores y periodistas, parecen darse por enterados.
Un juego sinuoso, a varias puntas, con YPF, el mercado interno del gas, Vaca Muerta, y las tarifas y precios dolarizados, como objetivos claramente en marcha.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Magister en Gestión de la Energía – Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
El tendencioso escrito analizado.
El 05/04/2017, en el diario digital Energía Estratégica, se publicó sin firma alguna ni periodista responsable, un panfletario escrito de “un conjunto de abogados ambientalistas de la Patagonia”, bajo el presuntamente elogioso título de “Duro comunicado contra el Gobierno por descartar reemplazar eólicas por hidroeléctricas”. En rigor, el título está equivocado, pues de lo que se quejan los “ambientalistas” es de lo contrario, o sea del presunto descarte de eólicas, ante el posible recomienzo de las paralizadas hidroeléctricas santacruceñas Néstor Kirchner y Carlos Cépernic. Cabe acotar que esa publicación digital, como otras similares, tiene un claro perfil muy favorable a las “renovables” (eólicas y solares), y por lo tanto sutilmente (o no tanto) contrarias a las generadoras hidroeléctricas y nucleares; todo en un marco de presunta “neutralidad” respecto a las usinas termoeléctricas (las que queman petróleo, gas o carbón).
Análisis del escrito.
Ninguna de ambas partes involucradas en el (presunto) “debate” es “santo de mi devoción”, pues involucra al Ministro Aranguren y a los “denunciantes” del siempre escandaloso y muy dudosamente fundamentado técnicamente ecologismo de corte fundamentalista.
Tanto el accionista y personero de la anglo – holandesa Shell puesto a Ministro de Energía (con flagrante incompatibilidad para ejercer ese cargo), como el sector fundamentalista de la pseudo ecología, son funcionales a los intereses de las potencias atlantistas, y en particular a Gran Bretaña, las cuales buscan claramente la brutal regresión de Argentina a su anterior rol de semicolonia económica dócil con una economía primarizada y estancada, o peor aun, buscan nuestra balcanización para convertirnos en media docena de dóciles republiquetas inviables y fácilmente manejables desde los centros del mega poder financiero transnacional. Esto último, que puede parecer ciencia ficción a mentes muy desinformadas, fue expuesto y fundamentado en el reciente artículo referente al Plan Morgenthau, publicado en varios medios electrónicos y disponible en mi blog.
Con las previas aclaraciones, se expone el análisis del panfletario escrito no avalado por firmas expuestas.
El ministerio de Aranguren achicó los proyectos originales, afectando seriamente las capacidades de generación y de empuntamiento de las dos centrales, bajo premisas harto discutibles, con lo cual paralizó obras en marcha, ocasionando
además enormes costos por lucros cesantes, que implicarán quemar enormes cantidades de gas para suplir la energía hidroeléctrica no generada en la demora. Todo esto lo expuse fundamentadamente en artículos anteriores.
Obviamente, no defiendo a Aranguren, pero falsean a la verdad los
“abogados ambientalistas”, pues los proyectos originales no afectaban los glaciares, y menos aun pueden afectarlos los proyectos jibarizados del neoliberalismo macrista, pues redujeron los mismos.
Los abogados ambientalistas patagónicos demuestran no saber nada de energía eléctrica, o en caso contrario, probarían en sus sarcásticos comentarios ser alevosamente malintencionados, pues enfáticamente afirman que la energía de las dos hidroeléctricas santacruceñas podrían ser “reemplazadas ventajosamente” por
energía eólica; afirmación que es un disparate técnico descomunal. La hidroeléctrica es una de las únicas tres tecnologías que permiten generar energía de base, las otras dos tecnologías son la nuclear y la termoeléctrica. La eólica, junto con la solar y otras “renovables” (concepto en sí falaz de la ley argentina específica, como lo expuse en mi libro Los Profetas del Caos), solo tiene el rol de energía complementaria, lo cual está definido por sus insalvables limitaciones técnicas (oscilaciones en el voltaje, constantes imprevistos de generación ante oscilaciones en los vientos, en el nivel de insolación, etc.). Sintéticamente, el ser humano no
controla ni el sol ni los vientos. Además, las energías eólica y solar son mucho más costosas por KWh que las hidroeléctricas, y no están exentas de costos ambientales.
Los “abogados ambientalistas” se rasgan las vestiduras argumentando “impactos ambientales” que no prueban, y en cambio omiten los enormes beneficios de la acumulación de agua a ser usada para consumo humano, para riego e industrias, en la desértica Patagonia Austral; además de los beneficios adicionales de los embalses para fines recreativos y como nuevos atractivos turísticos; todo ello a ser aportado por las dos grandes hidroeléctricas a las que esos retrógrados atacan. Claramente, a esos “fundambientalistas”, el ser humano no les importa nada. Solo buscan instalar el subdesarrollo permanente, de acuerdo a los cerrados y genocidas dogmas inductores de miseria permanente que defienden.
Es muy dudoso que los embalses alteren negativamente el ecosistema desértico –más bien lo mejorarán y lo tornarán más amigable-, y es falso, mentiroso, que van a inundar los glaciares, tal como lo demostraron los profesionales de la ingeniería y ciencias relacionadas. De nuevo, la usual táctica de las “denuncias por si acaso” unidas al terrorismo mediático, alertando sobre “desastres ambientales” que no son capaces de demostrar.
Notablemente alertan acerca de presuntos “negocios” (léase negociados) vinculados con las hidroeléctricas, omitiendo que los negociados escandalosos se están perpetrando con las desenfrenadas instalaciones de “renovables” (eólicas y solares), con contratos llenos de leoninos privilegios que lo hacen un negocio fácil y sin riesgos para los especuladores financieros y “amigos del poder” involucrados, protegidos además por tarifas de venta dolarizadas y con fórmulas polinómicas crecientes garantizadas. Privilegios desmedidos, que van de exenciones impositivas, prioridades para la venta de energía sin considerar que los precios serán más caros, etc.; y por supuesto los serios problemas operativos que serán consecuencias nefastas, si prosperan los presionados proyectos de llevar los porcentajes de generaciones eólicas y solares más allá de los límites técnicos en los que sus falencias técnicas podrían ser controladas. Por supuesto omiten los muchos casos de obras hidroeléctricas construidas en tiempo y forma, que generan energía muy barata, de calidad y sin costos ambientales.
Nada dicen los “ambientalistas” de los muy mayores costos por KWh, que serán soportados por los usuarios argentinos, impactando negativamente sobre todo proyecto futuro de reindustrializar el país, a consecuencia de la promoción desmesurada de las “renovables” eólicas y solares. Tampoco dicen ¿lo ocultan por
ignorancia, o por malicia evidente?, que las masivas instalaciones de eólicas y solares, necesitarán los respaldos “en caliente” (o sea funcionando) de turbinas de gas, ciclos combinados o similares, para cubrir los baches de generación que continuamente provocan las oscilantes generaciones “renovables” (eólicas y solares) que los fundambientalistas defienden con tanto denuedo y tanta carencia
de bases técnicas. Esos respaldos de usinas térmicas, implican altos costos económicos y ambientales.
Por otra parte, es poco conocido pero real, que varias agrupaciones ultra ambientalistas que operan en Argentina, como filiales de ONGs transnacionales británicas, otras europeas, o norteamericanas, usualmente contratan como activistas rentados a abogados, como elementos de presiones mediáticas, judiciales, etc., de forma tal de forzar las instalaciones de “renovables” y a la vez prefabricar infinitas excusas para postergar a “las competencias insalvables” (por mejor calidad
de generación y mejores precios reales por KWh), que son las hidroeléctricas y las nucleares. Con eso, además, esas transnacionales cumplen el objetivo de impedir nuestro desarrollo socio económico, sacrificándolo en el altar pagano del conservacionismo extremo, que pretende embretarnos en el subdesarrollo crónico. ¿Cuántos de esos ignotos “abogados ambientalistas” son personeros rentados de ONGs ultraecologistas?
Ese accionar para “empiojar procedimientos” se nota al fogonear una nueva audiencia pública, desconociendo la precedente, que no fue favorable al dogmatismo ultra ecologista.
Nuevamente incurren en ignorancia manifiesta o malicia extrema, al pretender descalificar el importante aporte de energía adicional que proveerán las dos grandes hidroeléctricas santacruceñas, y como lo les conviene, nada dicen de la Potencia Firme que proveerán, con lo cual estabilizarán el suministro energético en el extremo sur del Sistema Interconectado, importante función técnica insoslayable, que las inestables eólicas y solares no podrán suplir.
Mienten con alevosía al pretextar “fuentes de trabajo” por parte de las eólicas y solares, siendo que la metodología impuesta por el macrismo privilegió con alevosía las importaciones de equipos, además que soslayan los entre 2.000 a 2.500 puestos de trabajo directo efectivo y bien remunerado que significarán por varios años las construcciones hidroeléctricas, además de los 8 a 10 mil puestos de trabajo indirecto que (en relación entre 4/5 a 1 entre empleos indirectos y directos) que siempre son consecuencias positivas de las construcciones hidroeléctricas.
Los “abogados ambientalistas”, operando acorde a los intereses británicos, promueven el despoblamiento patagónico, al expulsar a los trabajadores de las hidroeléctricas, y a los futuros puestos laborales en actividades agro - ganaderas, industriales y turísticas, que serán consecuencia del desarrollo a posibilitar con esas dos
grandes hidroeléctricas.
Es falso de falsedad absoluta, una mentira recurrente de la propagandística difamatoria de las ONGs ultra ecologistas, que la tecnología hidroeléctrica sea “obsoleta”. Ocultan con evidente malicia, que en Europa, EEUU, Canadá y Japón, hoy ya no se construyen hidroeléctricas, pero no porque sean “obsoletas”, sino por el hecho que ya prácticamente no les queda ríos o arroyos por represar y turbinar. ¡Prácticamente, ya construyeron todas las obras que sus geografías les permitía hacer! ¿O acaso alguien puede suponer la “estupidez” de chinos,
brasileños y otros, que continúan desarrollando importantes obras hidroeléctricas?
Algunos de los más resonantes casos de mentiras flagrantes de denuncias del ecologismo fundamentalista, muy afines al “libreto” de las ONGs británicas.
Las precitadas mentiras y tergiversaciones de los “abogados ambientalistas patagónicos”, pasan a engrosar la extensa cadena de falsedades difundidas en diversos casos, por activistas del ecologismo fundamentalista, lo cual claramente es parte de la metodología del terrorismo mediático con el cual pretenden
imponer sus posturas, las cuales recurrentemente son fuertemente dogmáticas, y vinculadas con la genocida iniciativa que promueve el “crecimiento cero”, el cual de implementarse resultaría en una condena a muerte por inanición y carencia de bienes y servicios elementales, de la categoría de seres vivientes más desprotegidos, de la “especie homo sapiens humilde”, o peor aun el pobre de pobreza absoluta.
Algunas de las más groseras mentiras, expuestas en envases de
rimbombantes “denuncias” mediáticas –la metodología del miedo irracional como factor de presión sobre la opinión pública-, son las expuestas seguidamente. Los categóricos desmentidos nunca tuvieron más que pequeñísimas difusiones en los medios, con lo que los miedos quedaron instalados, pese a sus falaces
motivaciones.
- Los “trasvasamientos” de agua de Yacyretá al Iberá. Probadamente FALSO.
- Las supuestas “grietas” en Yacyretá y consecuente “peligro de derrumbes y catastróficas inundaciones, que supuestamente llegarían a afectar incluso a Buenos Aires. Probadamente FALSO. Fue una burda acción de un mendaz activista del ecologismo cavernario, a la sazón ingeniero agrónomo, que osadamente opinó con falsía y claras intenciones de malintencionado desprestigio a las hidroeléctricas.
- Las “aguas radioactivas” de Ezeiza. Probadamente FALSO. Las napas de agua estaban contaminadas con … materia fecal, por falta de redes cloacales.
- La presunta “seria afectación a los alevinos de peces autóctonos que provocarían los pilares del puente Rosario – Victoria”. Otro disparate técnico, probadamente FALSO. Notablemente, no consideraron los enormes ahorros ambientales, al suprimirse el servicio de ferrys que hubiera sido necesario para suplantar malamente al importante puente. Lo que en realidad buscaban, era frenar los efectos de desarrollo vinculados a la vital conexión carretera, importante no solo para Argentina, sino para el Mercosur.
- Los feroces ataques periodísticos y de activistas, en desprestigio de la Hidroeléctrica Urugua-Í, omitiendo los cuantiosos ahorros ambientales al reemplazar usinas termoeléctricas y tornar innecesario el transporte carretero de los combustibles en el largo trayecto de San Lorenzo (Santa Fe) a Misiones. Notablemente, la campaña difamatoria tuvo su eje en un diario local, justamente vinculado a la empresa que era transportista de combustibles para EMSA (Electricidad de Misiones S.A.), negocio que terminó al comenzar a operar Urugua-Í. También se omite que el KWh más económico que utiliz a Misiones, es el provisto por la Hidroeléctrica Urugua-Í.
- No son los únicos ejemplos de mentiras y falsedades del ecologismo cavernario.
Comentario final.
Todos los gobiernos argentinos, de orientaciones oligárquicas y crudamente liberales, siempre han sido favorables a la generación termoeléctrica y los intereses petroleros y gasíferos anglosajones, entorpeciendo proyectos hidroeléctricos y nucleares. En las últimas décadas, el ultraecologismo opera como aliado estratégico de las petroleras / gasíferas anglosajonas y de los gobiernos afines a las mismas. Las estrechas vinculaciones del macrismo con personeros de Greenpeace y otras ONGs ultraecologistas (como el actual diputado nacional “Cali” Villalonga, ex activista rentado de Greenpeace, y el empresario y activista pro eólico Sebastián Kind, entre otros), lo demuestra. Mientras tanto, la anglo holandesa Shell, con su ministro – personero, opera con la complacencia mutua
visible con el ultraecologismo. Tanto Aranguren como Kind, “atienden de los dos lados del mostrador”, groseramente; pero ni Laura Alonso –de la Oficina Anticorrupción-, ni muchos legisladores y periodistas, parecen darse por enterados.
Un juego sinuoso, a varias puntas, con YPF, el mercado interno del gas, Vaca Muerta, y las tarifas y precios dolarizados, como objetivos claramente en marcha.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Magister en Gestión de la Energía – Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
martes, 11 de abril de 2017
VENTAJAS DE LA HIDROELECTRICIDAD
La energía, y la energía eléctrica en particular, son temas sobre los que abundan las opiniones expresadas con liviandad, pero escasean los fundamentos bien planteados.
Siendo una temática compleja y llena de particularidades técnicas que la hacen muy poco comprensible para muchos, abundan opiniones erróneas, y como contrapartida, muchos reales expertos son renuentes a expresar opiniones en público, sea ello por recato, en muchos casos por dificultades para darse a entender para todo público, y sin duda frecuentemente no se expresan por la alta conflictividad inmanente a estos temas y las connotaciones políticas que tienen, las cuales pueden significar problemas laborales o contractuales con los que suelen ser “sancionados” quienes opinan en forma discordante a los mandatos del establishment.
Ante ese cuadro de situación, en el que reinan las confusiones y falsedades técnicas con las que se enreda la comprensión de los no especialistas, va este aporte lo más simple y brevemente posible; sin perder contenido técnico, exponiéndose características propias y comparativas de la energía eléctrica hidroeléctrica.
Las fuentes de generación de energía, por sus condiciones técnicas, se dividen en dos grandes grupos: a) energía de base; b) energía complementaria.
La energía de base debe ser previsible, confiable, de provisión programable, y capaz de producir energía al voltaje correcto sin intermitencias.
Existen solamente tres tipos de tecnologías aptas para operar como usinas de base de cualquier sistema eléctrico: 1) hidroeléctrica, 2) nuclear, 3) termoeléctrica. Las termoeléctricas queman combustibles fósiles (petróleo, gas o carbón), o eventualmente biocombustibles, esto último en mucha menor escala, por diversos motivos.
La energía complementaria, como indica su nombre, es un mero complemento, no es apta para reemplazar a la energía de base, por sus intermitencias no controlables (el ser humano no controla el sol, los vientos ni factores similares), por su baja confiabilidad, e incluso por sus costos mucho más elevados.
Tipos de usinas hidroeléctricas: Pueden clasificarse por su tamaño, por el tipo constructivo de la presa y tipos de turbinas, por la ubicación (de llanura, de montaña, de serranía, etc.); así como por las características de funcionamiento, las cuales se vinculan entre otros factores, por la capacidad de almacenamiento del vaso de la presa.
Las de gran capacidad de almacenamiento de agua, en función del caudal medio del río, son capaces de regular el caudal aguas abajo, impidiendo casi totalmente toda inundación, pues pueden contener el volumen de agua del caudal de muchos meses del río. Un ejemplo claro de este tipo de presas es El Chocón, en la región del Comahue, en el noroeste patagónico.
Otras presas son “de pasada”, pues no contienen el flujo de agua, pudiendo solo regular en parte las grandes crecientes. Yacyretá es un ejemplo de este tipo de presas, en este caso no por el tamaño del vaso (o embalse), que es gigantesco, sino por el gran caudal medio del Paraná.
Las centrales de bombeo son un tipo muy particular de usinas
hidroeléctricas. Consisten en dos embalses ubicados a alturas muy diferentes, unidos por un sistema de ductos y turbinas de uso reversible. Cuando el agua baja, generan energía, por un corto lapso de tiempo. Luego el agua se bombea hacia arriba, para llenar nuevamente el embalse superior. Sin duda consumen más energía que la que generan, pero la diferencia positiva se da al cubrir con la generación la demanda de punta, la cual siempre es más costosa, pues para abastecerla se hace uso de los equipos más caros por KWh o menos eficientes.
Claro está que para justificar económicamente el uso de este tipo de
centrales, las tarifas con las que se retribuye a los generadores, debe ser diferenciada, estableciendo valores muy distintos en el valle de la demanda (por lo general a altas horas de la noche), respecto al pico de la demanda.
Los cambios tarifarios implementados por el neoliberalismo, que no fueron corregidos, desalentaron este tipo de generación pues establecieron otro tipo de valores para la generación eléctrica.
En Argentina existe la Central de Bombeo de Río Grande, en el Valle de Calamuchita, Córdoba, de 750 MW de potencia instalada.
En Gales, Gran Bretaña, existe una gran central hidroeléctrica de bombeo, en la llamada Montaña Eléctrica (Electric Mountain), la cual no solo funciona eficientemente, sino que es además un gran atractivo turístico.
En cuanto a las concretas ventajas de la hidroelectricidad, una vez resumidos los aspectos técnicos precedentemente enunciados, son las siguientes.
- Las centrales hidroeléctricas tienen muy largas vidas útiles, que por regla general exceden largamente el siglo, e incluso mucho más. Existen en el mundo varias centrales de muchas décadas, e incluso centenarias, en perfecto estado de funcionamiento.
- Los componentes electromecánicos, que son los que requieren cierto mantenimiento, por lo general representan solo alrededor del 15 % del valor de una central hidroeléctrica. Los componentes civiles (estructuras), que rondan el 85 % del costo total, son de muy bajos índices de mantenimiento.
- Los costos reales por KWh son los más económicos, muy inferiores a los de otros tipo de usinas. Una vez amortizadas las obras, los costos de operación y los pocos de mantenimiento son sumamente reducidos, cercanos a cero.
- La emisión de contaminantes a consecuencia de la generación es nula, pues solo se turbina agua. Los gases por efecto de la descomposición de la flora inundada, por regla general solo son emitidos en los primeros seis años de llenado el vaso, pues luego de descomponerse la vegetación inundada, el proceso de agota.
- Las centrales hidroeléctricas son verdaderos puntos turísticos en sí mismas, y crean otros atractivos, como los grandes embalses que son aptos para deportes náuticos y actividades recreativas.
- Muchas centrales hidroeléctricas evitaron las recurrentes inundaciones, o las morigeraron al regular total o parcialmente el caudal de río respectivo hacia aguas abajo. Ejemplos muy claros (y no los únicos) son El Chocón –que evita desde que funciona, las antes recurrentes grandes crecidas que afectaban al rico Alto Valle del Río Negro y todo el curso medio e inferior-, y Yacyretá, que en Posadas, Encarnación y áreas del embalse, evitaron las antes frecuentes inundaciones; para lo cual se construyeron bien programadas obras de tratamiento costero.
- En muchos casos, las hidroeléctricas favorecieron la navegación comercial, al posibilitar superar zonas de rápidos y/o de muy bajos calados. Brasil, EEUU y otras naciones, son claros ejemplos al respecto. En Argentina y Paraguay,
Yacyretá permitió la navegación comercial segura, aguas arriba de los rápidos del Apipé, lo cual es muy bien aprovechado por Paraguay.
- Al suplantar muy eficaz y eficientemente a las centrales termoeléctricas, las hidroeléctricas tienen el mérito de cuantiosos ahorros de combustibles, con lo cual evitan enormes cantidades de polución que ocasionan el petróleo, el gas y el carbón.
- En muchos casos, las hidroeléctricas permitieron romper el monopolio de las termoeléctricas, con todos sus intereses creados asociados (vendedores de usinas térmicas y sus repuestos, petroleras y gasíferas, transportistas de combustibles, asesores técnicos ad hoc, etc.). La hidroeléctrica Urugua-Í, en Misiones, es un típico caso de muy positivo rompimiento del monopolio de poderosos intereses económicos vinculados a la termogeneración, que afectaban negativamente el desarrollo socio económico de esta provincia.
No por casualidad las usinas hidroeléctricas y las nucleares, son objetos de constantes y muy maliciosos ataques, con profusión de mentiras y verdades a medias, por parte de las ONGs ultraecologistas, sobre todo las británicas, que en Argentina operan insidiosa y persistentemente para implementar el subdesarrollo crónico, bajo la pantalla de un conservacionismo exacerbado e irracional.
No es un dato menor que en Argentina, los gobiernos de tinte liberal, como el actual del macrismo (que tiene a un personero de la petrolera británica Shell como Ministro de Energía), son muy afines a los intereses termoeléctricos, y por ello opuestos al desarrollo hidroeléctrico y nuclear, lo cual demostraron al frenar las obras en marcha de Atucha III, las dos hidroeléctricas de Santa Cruz, y al buscar excusas para impedir el comienzo de Chihuido I en Neuquén; todas las cuales contaban con ventajosas financiaciones de China y Rusia respectivamente.
Recientemente se divulgó un libelo de dudoso o nulo nivel técnico, emanado de un más que discutible grupo de “especialistas” autodenominados “abogados ambientalistas patagónicos”. A ese informe me referiré, Dios mediante, en mi próximo análisis.
MGTR. EN GESTIÓN DE LA ENERGÍA CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
La energía, y la energía eléctrica en particular, son temas sobre los que abundan las opiniones expresadas con liviandad, pero escasean los fundamentos bien planteados.
Siendo una temática compleja y llena de particularidades técnicas que la hacen muy poco comprensible para muchos, abundan opiniones erróneas, y como contrapartida, muchos reales expertos son renuentes a expresar opiniones en público, sea ello por recato, en muchos casos por dificultades para darse a entender para todo público, y sin duda frecuentemente no se expresan por la alta conflictividad inmanente a estos temas y las connotaciones políticas que tienen, las cuales pueden significar problemas laborales o contractuales con los que suelen ser “sancionados” quienes opinan en forma discordante a los mandatos del establishment.
Ante ese cuadro de situación, en el que reinan las confusiones y falsedades técnicas con las que se enreda la comprensión de los no especialistas, va este aporte lo más simple y brevemente posible; sin perder contenido técnico, exponiéndose características propias y comparativas de la energía eléctrica hidroeléctrica.
Las fuentes de generación de energía, por sus condiciones técnicas, se dividen en dos grandes grupos: a) energía de base; b) energía complementaria.
La energía de base debe ser previsible, confiable, de provisión programable, y capaz de producir energía al voltaje correcto sin intermitencias.
Existen solamente tres tipos de tecnologías aptas para operar como usinas de base de cualquier sistema eléctrico: 1) hidroeléctrica, 2) nuclear, 3) termoeléctrica. Las termoeléctricas queman combustibles fósiles (petróleo, gas o carbón), o eventualmente biocombustibles, esto último en mucha menor escala, por diversos motivos.
La energía complementaria, como indica su nombre, es un mero complemento, no es apta para reemplazar a la energía de base, por sus intermitencias no controlables (el ser humano no controla el sol, los vientos ni factores similares), por su baja confiabilidad, e incluso por sus costos mucho más elevados.
Tipos de usinas hidroeléctricas: Pueden clasificarse por su tamaño, por el tipo constructivo de la presa y tipos de turbinas, por la ubicación (de llanura, de montaña, de serranía, etc.); así como por las características de funcionamiento, las cuales se vinculan entre otros factores, por la capacidad de almacenamiento del vaso de la presa.
Las de gran capacidad de almacenamiento de agua, en función del caudal medio del río, son capaces de regular el caudal aguas abajo, impidiendo casi totalmente toda inundación, pues pueden contener el volumen de agua del caudal de muchos meses del río. Un ejemplo claro de este tipo de presas es El Chocón, en la región del Comahue, en el noroeste patagónico.
Otras presas son “de pasada”, pues no contienen el flujo de agua, pudiendo solo regular en parte las grandes crecientes. Yacyretá es un ejemplo de este tipo de presas, en este caso no por el tamaño del vaso (o embalse), que es gigantesco, sino por el gran caudal medio del Paraná.
Las centrales de bombeo son un tipo muy particular de usinas
hidroeléctricas. Consisten en dos embalses ubicados a alturas muy diferentes, unidos por un sistema de ductos y turbinas de uso reversible. Cuando el agua baja, generan energía, por un corto lapso de tiempo. Luego el agua se bombea hacia arriba, para llenar nuevamente el embalse superior. Sin duda consumen más energía que la que generan, pero la diferencia positiva se da al cubrir con la generación la demanda de punta, la cual siempre es más costosa, pues para abastecerla se hace uso de los equipos más caros por KWh o menos eficientes.
Claro está que para justificar económicamente el uso de este tipo de
centrales, las tarifas con las que se retribuye a los generadores, debe ser diferenciada, estableciendo valores muy distintos en el valle de la demanda (por lo general a altas horas de la noche), respecto al pico de la demanda.
Los cambios tarifarios implementados por el neoliberalismo, que no fueron corregidos, desalentaron este tipo de generación pues establecieron otro tipo de valores para la generación eléctrica.
En Argentina existe la Central de Bombeo de Río Grande, en el Valle de Calamuchita, Córdoba, de 750 MW de potencia instalada.
En Gales, Gran Bretaña, existe una gran central hidroeléctrica de bombeo, en la llamada Montaña Eléctrica (Electric Mountain), la cual no solo funciona eficientemente, sino que es además un gran atractivo turístico.
En cuanto a las concretas ventajas de la hidroelectricidad, una vez resumidos los aspectos técnicos precedentemente enunciados, son las siguientes.
- Las centrales hidroeléctricas tienen muy largas vidas útiles, que por regla general exceden largamente el siglo, e incluso mucho más. Existen en el mundo varias centrales de muchas décadas, e incluso centenarias, en perfecto estado de funcionamiento.
- Los componentes electromecánicos, que son los que requieren cierto mantenimiento, por lo general representan solo alrededor del 15 % del valor de una central hidroeléctrica. Los componentes civiles (estructuras), que rondan el 85 % del costo total, son de muy bajos índices de mantenimiento.
- Los costos reales por KWh son los más económicos, muy inferiores a los de otros tipo de usinas. Una vez amortizadas las obras, los costos de operación y los pocos de mantenimiento son sumamente reducidos, cercanos a cero.
- La emisión de contaminantes a consecuencia de la generación es nula, pues solo se turbina agua. Los gases por efecto de la descomposición de la flora inundada, por regla general solo son emitidos en los primeros seis años de llenado el vaso, pues luego de descomponerse la vegetación inundada, el proceso de agota.
- Las centrales hidroeléctricas son verdaderos puntos turísticos en sí mismas, y crean otros atractivos, como los grandes embalses que son aptos para deportes náuticos y actividades recreativas.
- Muchas centrales hidroeléctricas evitaron las recurrentes inundaciones, o las morigeraron al regular total o parcialmente el caudal de río respectivo hacia aguas abajo. Ejemplos muy claros (y no los únicos) son El Chocón –que evita desde que funciona, las antes recurrentes grandes crecidas que afectaban al rico Alto Valle del Río Negro y todo el curso medio e inferior-, y Yacyretá, que en Posadas, Encarnación y áreas del embalse, evitaron las antes frecuentes inundaciones; para lo cual se construyeron bien programadas obras de tratamiento costero.
- En muchos casos, las hidroeléctricas favorecieron la navegación comercial, al posibilitar superar zonas de rápidos y/o de muy bajos calados. Brasil, EEUU y otras naciones, son claros ejemplos al respecto. En Argentina y Paraguay,
Yacyretá permitió la navegación comercial segura, aguas arriba de los rápidos del Apipé, lo cual es muy bien aprovechado por Paraguay.
- Al suplantar muy eficaz y eficientemente a las centrales termoeléctricas, las hidroeléctricas tienen el mérito de cuantiosos ahorros de combustibles, con lo cual evitan enormes cantidades de polución que ocasionan el petróleo, el gas y el carbón.
- En muchos casos, las hidroeléctricas permitieron romper el monopolio de las termoeléctricas, con todos sus intereses creados asociados (vendedores de usinas térmicas y sus repuestos, petroleras y gasíferas, transportistas de combustibles, asesores técnicos ad hoc, etc.). La hidroeléctrica Urugua-Í, en Misiones, es un típico caso de muy positivo rompimiento del monopolio de poderosos intereses económicos vinculados a la termogeneración, que afectaban negativamente el desarrollo socio económico de esta provincia.
No por casualidad las usinas hidroeléctricas y las nucleares, son objetos de constantes y muy maliciosos ataques, con profusión de mentiras y verdades a medias, por parte de las ONGs ultraecologistas, sobre todo las británicas, que en Argentina operan insidiosa y persistentemente para implementar el subdesarrollo crónico, bajo la pantalla de un conservacionismo exacerbado e irracional.
No es un dato menor que en Argentina, los gobiernos de tinte liberal, como el actual del macrismo (que tiene a un personero de la petrolera británica Shell como Ministro de Energía), son muy afines a los intereses termoeléctricos, y por ello opuestos al desarrollo hidroeléctrico y nuclear, lo cual demostraron al frenar las obras en marcha de Atucha III, las dos hidroeléctricas de Santa Cruz, y al buscar excusas para impedir el comienzo de Chihuido I en Neuquén; todas las cuales contaban con ventajosas financiaciones de China y Rusia respectivamente.
Recientemente se divulgó un libelo de dudoso o nulo nivel técnico, emanado de un más que discutible grupo de “especialistas” autodenominados “abogados ambientalistas patagónicos”. A ese informe me referiré, Dios mediante, en mi próximo análisis.
MGTR. EN GESTIÓN DE LA ENERGÍA CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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