sábado, 25 de febrero de 2023

 LIMITACIONES Y FRACASOS DE LAS RENOVABLES SESGADAS EN EUROPA Y URUGUAY 
Expertos en comunicación subliminal y otros artilugios para perpetrar engaños mediáticos, los voceros y propagandistas de las excluyentemente sesgadas energías eólica y solar, tapan con montañas de comentarios rebuscadamente favorables, las evidentes limitaciones y fracasos (que deberían ser estruendosos por sus consecuencias), que muestran las realidades energéticas de Europa y del vecino Uruguay. 
Aclaremos, una vez más, que las eólicas y solares son “renovables sesgadas”, pues por amañadas leyes argentinas, se excluyeron del “concepto legal” de energías renovables y sus consecuentes beneficios, a todas las hidroeléctricas de más de 60 MW, lo cual es una aberración técnica y por ende jurídica. Así son las muy fuertes presiones del muy ramificado ultra ecologismo cavernario, nada inocente, por cierto. 
Yendo al meollo del tema, la Unión Europea (en particular Alemania, España, y en menores medidas otros), son considerados “grandes ejemplos mundiales” en la promoción e instalaciones masivas de solares y eólicas; y en nuestra Sudamérica, Uruguay fue citado como “el gran ejemplo a seguir” por el fuerte sesgo eólico de su matriz eléctrica. 
Múltiples conceptos muy favorables, y supuestamente expresados por “expertos”, fueron citados repetidamente por la “prensa especializada” (medios electrónicos de posturas abiertamente pro “renovables sesgadas”), y citados por diversos medios y muchos periodistas, no expertos en energía, precisamente. 
Debe enfatizarse que eólicas y solares, son energías caras, con muchos costos ambientales encubiertos (tapados tras montañas de palabrerías huecas o distorsionadas), y por sus insalvables intermitencias -se “prenden y apagan” y tienen bruscas alteraciones del voltaje- son solamente Energías Complementarias, siendo totalmente inútiles para operar como Energías de Base. 
Repitamos, una vez más, que las tres tecnologías de generación eléctrica aptas para operar como Energías de Base, son: 
- Termoeléctricas, que queman carbón, petróleo, gas, o biocombustibles.
- Hidroeléctricas. 
- Nucleares. 
Europa, sobre todo la parte Occidental, hace décadas tiene construidas todas las hidroeléctricas posibles en sus cursos de agua, por lo que esa tecnología se descarta para ampliaciones de nuevas generadoras eléctricas. 
La alternativa nuclear es posible, produciendo energía de calidad y costos competitivos, pero salvo Francia (que no abandona su plan de ampliación de su parque de generación nuclear), en otros países se desató una especie de histeria anti nuclear, en particular en Alemania y España, en los que los respectivos partidos “verdes” y muy activas ONGs “ecologistas”, expertas en terrorismo comunicacional ambiental, instalaron el falso mensaje de supuesto reemplazo de la generación nuclear, por las “energías verdes” eólica y solar, lo cual es una falacia total, pues la Energía Complementaria no puede reemplazar a la Energía de Base. 
Pese a las cuantiosas inversiones en eólicas y solares, Europa debió apelar a la “demonizada” energía termoeléctrica, consumiendo mucho más petróleo y gas, e inclusive el denostado carbón, para reemplazar a la cancelada energía nuclear. 
La contundente realidad, demostrativa de las insalvables limitaciones de las muy promocionadas (y costosas) energías eólica y solar, no impide que los muy fuertes intereses económicos y geopolíticos que las promocionan, insistan en mostrarlas como “grandes soluciones”.
Hoy Europa soporta serias limitaciones e incrementos de costos de la energía, que quitan competitividad a su economía, exacerbado todo por las tensiones geopolíticas de la guerra entre Rusia y la OTAN en suelo de Ucrania, con dolorosas consecuencias sobre todo para el pueblo ucraniano. Y como es lógico, las eólicas y solares no pueden reemplazar al petróleo y el gas, que ahora los europeos lo pagan mucho más caro. 
Nuestro vecino Uruguay, careciente de hidrocarburos y sin potencial hidroeléctrico por adicionar, se volcó a la energía eólica, promocionada como supuesta “gran solución” … pero la realidad es otra, muy diferente. 
El cuadro de pobreza energética, en función de los altos precios de la electricidad, como posible consecuencia de la nada barata energía eólica, seguramente es uno de los factores que empujan a la emigración, con la cual la población uruguaya mostraría un estancamiento prolongado. 
Pero pese a las masivas inversiones en energía eólica, actualmente Uruguay pasó a depender de las compras de electricidad a Argentina y Brasil, con las que cubre la mitad del consumo de su mercado interno. 
Esas gruesas evidencias, que demuestran las serias limitaciones de las “renovables sesgadas” eólicas y solares, son dejadas de lado por los muy poderosos intereses creados, que las promocionan hasta el paroxismo, todo eso con los fuertes y constantes apoyos de las agendas internacionales, como el Acuerdo de Paris y la agenda ambiental 2030 de la ONU, dudosamente “inocentes”, que más bien parecen sutiles imposiciones para dejar de lado toda aspiración al desarrollo socio económico y aceptar la miseria crónica, todo en nombre del ultra ambientalismo como poderosa excusa pretendidamente insoslayable. 
Y un cuadro de pobreza energética, con el nefasto combo de energía eléctrica muy cara y de muy baja calidad, será el poderoso contexto que, si no nos rebelamos, nos anclará en la miseria y subdesarrollo crónicos. 
Para evitarlo, es esencial volcarnos decididamente a desarrollar nuestro desaprovechado vasto potencial hidroeléctrico y nuestras capacidades para ampliar fuertemente nuestro parque de energía nuclear. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

viernes, 17 de febrero de 2023

 EL RENACER DEL TRANSPORTE FLUVIAL ES UN HITO ESTRATÉGICO MUY RELEVANTE 
Volver a implementar el económico y muy estratégico transporte fluvial, es sin ninguna duda un hito muy significativo, que marca un punto de inflexión para la Provincia de Misiones. 
Repetidamente marginada esta pequeña y muy pujante provincia, se vio sucesivamente relegada tanto por el centralismo político económico con intereses casi excluyentes en la Pampa Húmeda y la egoísta Ciudad - Puerto, como por retorcidas y absurdas teorías de defensa y de hipótesis de conflictos, que impedían toda inversión en la infraestructura carretera, lo que nos condenó por décadas a padecer rutas terradas convertidas en casi intransitables barriales con las frecuentes lluvias, y a soportar largas horas de colas para cruzar el Paraná, ante la ausencia de puentes y túneles que vincularan ambas orillas. 
Sin duda el ferrocarril suplió en cierta forma y con costos más reducidos, las carencias de caminos pavimentados. Pero la infraestructura ferroviaria apenas llegó al sur de Misiones, con una valiosa extensión a la capital de la hermana República del Paraguay, hoy lamentablemente desactivada. 
En cierto modo, la reactivada conexión férrea entre Garupá – Posadas – Encarnación, que facilita el cruce del río, concretada por la Entidad Binacional Yacyretá, da esperanzas de mayores concreciones. 
Un gran rol tanto en el transporte de pasajeros como de cargas voluminosas, lo cumplió el transporte fluvial, el cual se valió del “camino que anda”, como con cierto sentido poético alguien definió al caudaloso Paraná. 
Pese a lo elemental de la infraestructura por aquellos años, a comienzos del siglo XX, según referencias, el Puerto de Posadas era uno de los más activos del país. Y los sucesivos puertos en el trayecto Posadas – Iguazú, suplían las carencias de buenas rutas. Los capitanes y baqueanos debían ser muy hábiles y experimentados, para poder sortear los peligrosos rápidos del Apipé, en los que solo podían circular barcos sin quilla, por la escasa profundidad del río en ese tramo. 
Hoy ese sector del río es totalmente seguro, gracias a la Central Hidroeléctrica Yacyretá, con sus esclusas que facilitan el tráfico fluvial. 
Además del activo transporte de mercaderías, existían algunos barcos de pasajeros, que en varios días (una semana o poco más), cubrían el trayecto Iguazú – Buenos Aires, con escalas intermedias. Era un viaje placentero, toda una experiencia para disfrutar del río y sus cambiantes paisajes…pero el tema podía complicarse si se desataba una tormenta, sobre todo en el último tramo, ya en el amplio estuario del Río De La Plata, en el que los barcos sin quilla podían sacudirse mucho, con claro riesgo de naufragar. Eso lo experimenté, siendo niño, sin conciencia del real peligro enfrentado. Con algunos amigos, en épocas del secundario (años ’60), en la costa, aguas abajo cerca del puerto de esos años, llegamos a subir a una jangada, de las últimas que hubo, que estaba allí al final de su travesía desde el Alto Paraná, con destino a aserraderos locales o a seguir al sur, por otros transportes. Las jangadas eran enormes conjuntos de troncos atados entre sí, que con unas pocas esforzadas personas, eran llevados por la corriente, aguas abajo hasta este punto del río, en forma muy económica no exenta de riesgos, superados por la baquía de esos trabajadores. 
Con la Flota Fluvial del Estado, creada en el primer peronismo, posiblemente se registró el mayor auge de la actividad. Eso se revirtió abruptamente con el golpe de Estado oligárquico y ultra liberal, de 1955, llevando a languidecer la actividad fluvial, acentuada esa destrucción con el Plan Larkin, ya en el frondizismo, cuando para promover la necesaria producción de camiones (por varios años solo camiones y chasis para ómnibus livianos y medianos), se desalentaron las competencias del ferrocarril y del transporte fluvial. 
El golpe de gracias para hacer desaparecer casi por completo el transporte fluvial argentino, vino con el neoliberalismo recargado del noventismo, en el cual se perpetró el ultra privatismo fluvial, con el engendro de la Hidrovía Paraná – Paraguay, cuya traza excluyó al Paraná desde la desembocadura del Paraguay aguas arriba, además de facilitar o promover los múltiples puertos privados, sobre todo cercanos a Rosario, los cuales según múltiples expresiones y datos aportados por Mempo Giardinelli, Carlos Del Frade y otros, fueron y posiblemente son aun, instalaciones con escaso o nulo control estatal, por lo que se supone que son partícipes principales en maniobras de subfacturación de exportaciones de granos. 
Algún cambio hubo en el manejo de la cuenca hídrica Del Plata – ParanáParaguay, pero no parecen haberse subsanado en forma contundente los muchos aspectos que significan el manejo privado, e incluso extranjero (belga) de esas muy estratégicas arterias fluviales. Ante la anomia de nuestro país en el contexto del privatismo a ultranza, Paraguay parece mostrarnos el camino, con su enorme flota de remolcadores y barcazas, que utilizan el económico transporte fluvial. 
¡Bienvenido sea el comienzo operativo del nuevo Puerto de Posadas, por el cual se despachó el primer cargamento múltiple del nuevo puerto, formado por pasta celulósica, madera, yerba mate y té, con destino a exportaciones! 
Esperemos que eso sea el resurgimiento poderoso del transporte fluvial al que se integra Misiones, seguramente con costos operativos mucho menores que el transporte carretero y el del ferrocarril, lo cual hará más competitiva a nuestra economía provincial, con efectos positivos en la economía nacional. 
Y por que no, suponer que volvamos a tener transporte fluvial de los combustibles, con estructuras de almacenamiento, como un paso importante para suprimir el “impuesto a la distancia” que nos castiga con precios muy superiores a los vigentes en el “país central”. MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

martes, 14 de febrero de 2023

PREOCUPANTE DESGUACE DE UN INSTITUTO DEL ESTRATÉGICO SECTOR NUCLEAR 
Trascendió, de muy buena fuente, que el Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable (IEDS), creado en 2002 como parte integrante de la Comisión Nacional de Energía Atómica, no existirá en la nueva estructuración institucional , y sus integrantes pasarán a formar parte de tres sectores diferentes, con lo cual es de prever que se perderán dos décadas de valiosa trayectoria de investigación y de divulgación, esta última actividad desarrollada por medio de la didáctica publicación llamada Hojitas, con la cual se difundieron distintos tópicos de la compleja y no muy conocida actividad del Sector Nuclear. 
El IEDS es dirigido por el reconocido profesional y científico nuclear Dr. Daniel Miguel Pasquevich; y en la nueva estructura institucional, las actividades de difusión pasarán a ser de responsabilidad institucional del área de Comunicaciones, la cual puede tener un eje de acción con prioridades diferentes a las de difusión masiva de complejos temas científicos y técnicos nucleares, a lo cual se agrega el preocupante desguace del equipo de trabajo del IEDS. 
La desaparición del IEDS aparece en línea con el abrupto freno al Plan Nuclear, perpetrado en el precedente período presidencial de fuerte sesgo neoliberal, y por ende contrario al desarrollo científico e industrial nacional, con medidas muy negativas como la paralización de la comenzada Central Nuclear Atucha 3, que involucró echar a muchos valiosos operarios altamente calificados; la ralentización del Proyecto CAREM de una avanzada Central Nuclear Modular; y el cierre con expulsión de valioso personal altamente calificado de la Planta Industrial de Agua Pesada, insumo imprescindible para nuestras tres centrales nucleares en funcionamiento. 
En el actual período gubernativo nacional, pese a contar con el respaldo tecnológico y financiación blanda para recomenzar la postergada Central Nuclear Atucha 3, ahora planificada con uranio enriquecido, no se tomó la decisión altamente estratégica de avanzar en el tema, contra lo cual hubo difundidas fuertes presiones de EEUU para paralizar la iniciativa, y tampoco se avanzó en forma decidida a volver a poner en pleno funcionamiento la Planta Industrial de Agua Pesada. 
En ese contexto de paralización o ralentización acentuada del Sector Nuclear (orgullo de la ciencia argentina), la desaparición del IEDS parece fungir en los hechos como una medida que resentirá el desarrollo nuclear argentino, sector del cual uno de sus aspectos a mejorar es su pobre inserción comunicacional masiva, por lo que los muy relevantes logros son muy poco o nada conocidos por el ciudadano medio de nuestro país, y por la mayoría de los comunicadores sociales. 
Es bien sabido que la brutal deuda externa, asumida por el macrismo transgrediendo todas las normativas y sin ningún efecto positivo para la economía nacional, es un fuerte condicionamiento que entorpece o impide acciones estratégicas muy importantes para el desarrollo nacional.
Pero esos fuertes condicionamientos pueden y deben ser superados, para priorizar los genuinos Intereses Nacionales, y para lo cual podemos contar con valiosos apoyos externos. 
¡Frenar el Plan Nuclear es un deleznable acto de Traición a la Patria! MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

viernes, 10 de febrero de 2023

 EL OLVIDADO GASODUCTO A MISIONES Y CORRIENTES 
El Gasoducto del NEA (GasNEA), estaba en plena construcción, -en los inicios efectivos de los trabajos-, incluso con parte de las cañerías colocadas, en los tramos finales del gobierno de CFK.
Tal como perpetró con desapego total por todo lo estratégicamente esencial para Argentina, paralizando prácticamente todas las grandes obras que estaban en marcha, como la Cuarta Central Nuclear Atucha 3, las dos grandes hidroeléctricas en el Río Santa Cruz, las obras del GasNEA, varias autovías (como en Misiones las de las rutas nacionales 12 y 105), y muchas más, el gobierno neoliberal del macrismo operó en ese sentido, evidenciando nulo interés por los Intereses Nacionales; incluso burlándose del elemental concepto de soberanía. 
En el caso del gasoducto, con sordina (o sea sin títulos tipo catástrofe y con escasos espacios en los medios), circuló la versión que “desaparecieron” valiosos tramos de los caños, que estaban listos para ser soldados o almacenados en obra, y también hubo versiones (rápidamente “tapadas”), que los caños estaban en un depósito regenteado por un mediático exintendente y famoso cocinero cambiemita. Eso parecería que nunca se aclaró. Es que hay casos en los que si aclaran…oscurecen. 
Más allá de la evidente actitud de unitarismo recargado del sector político cambiemita (que incluye apoderarse para la muy rica ciudad de Buenos Aires, de fondos coparticipables de las provincias), no sorprende que sea destructivamente paralizador de obras públicas importantes, ubicadas por fuera del “país central” de la Pampa Húmeda (Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, y en ciertos casos ampliado a Entre Ríos y Córdoba), que fue casi lo único que le importó a la retrógrada oligarquía, la cual, junto con los nulo pensantes milicos proceseros, forman el núcleo duro del Pro (partido político ultra neoliberal) y socios subordinados. 
Lo preocupante es constatar que, en el actual período gubernativo nacional, tanto toda Misiones y el centro y norte de Corrientes, continúan en la total marginación respecto al servicio de gas natural, mientras se anuncian otros varios nuevos ramales de gasoductos, pero con prioridad para los de exportaciones, a Chile, Brasil, y por mar a terceros países. 
Todos los esfuerzos y grandes inversiones, se evidencian focalizados en las exportaciones “en crudo” (no elaborados) de gas natural y petróleo, así como en el más fluido abastecimiento del “país central”. Es de esperar que no se repita lo perpetrado en los años ’90, cuando se le permitió a Repsol “ordeñar” nuestras reservas para enviar nuestro gas al exterior, reservas trabajosamente conseguidas antes por YPF. Y en el marco del neoliberalismo apátrida de esos años, a esas empresas “exportadoras” (léase expoliadores de nuestras reservas), se les permitió que los pagos por dichas exportaciones, se les liquiden directamente fuera de nuestro país. O sea, nos quedamos sin nuestros hidrocarburos y sin las divisas de esas apresuradas exportaciones. 
Los ductos -varios nuevos y en algún caso rehabilitado-, tienen por destino Chile, Brasil, y mercados de ultramar, estos últimos por instalaciones en puertos de las provincias de Río Negro y Buenos Aires. Incluso se difundió la construcción de un tramo nuevo, en “el norte”, pero no se dijo que es en el norte de Córdoba, o sea, en el “país central”. Casi como una excepción, se anunció que Salta ya no dependerá del gas boliviano, pues se conectará al abastecimiento desde Vaca Muerta u otros ramales troncales. Pero respecto al GasNEA en la margen izquierda del Paraná (o sea Misiones y el centro y norte de Corrientes), solo parece imperar un denso silencio. Debilitando los reclamos que deberían ser un clamor general, desde este extremo oriental del postergado NEA, las absolutamente absurdas opiniones del Ministro de Energía de Misiones, según la cual, con la producción de hidrógeno, se suplirá al planificado gasoducto, lo que es una incoherencia indefendible. 
El GasNEA con sus ramales estaba planificado que abarque a buena parte de Misiones y varias localidades de Corrientes. 
Del “promocionado” hidrógeno, hoy apenas existe en Misiones una planta experimental, sin capacidad productiva y sin la experticia ni la infraestructura para abarcar -ni remotamente- a toda esta provincia. Con esas expresiones, del propio Ministro de Energía provincial, se dio argumentos a los tecnócratas centralistas (los continuadores del unitarismo recargado), para que no se construya el gasoducto a esta históricamente siempre postergada provincia. 
En el mismo sentido de muy dudosa o inexistente planificación energética para el desarrollo, y sin coherencia técnica alguna, se sigue apostando a la muy cara y probadamente ineficiente energía solar, en vez de impulsar la utilización del enorme potencial hidroeléctrico que atesora (y sigue desperdiciando en su mayor parte), la hídricamente muy rica Provincia de Misiones. 
La muy severa crisis energética que padece Europa, demuestra con total claridad, que las intermitentes energías “renovables sesgadas” eólica y solar, carecen de capacidad técnica para operar como Energías de Base; pero las fortísimas presiones del establishment del Atlantismo, siguen insistiendo que dilapidemos recursos en esas energías muy caras, falsamente “limpias”, y con serias limitaciones técnicas que solo califican como Energías Complementarias. 
En ese contexto, sin desconocer los notables avances de la pequeña pero pujante Provincia de Misiones, de dinámica economía y buena infraestructura social en general; pero en lo energético, todo parece indicar que, salvo que se rectifique, vamos camino a un escenario estructural muy complicado de pobreza energética; y de acá a quince años o poco más, además deberemos lidiar con los -para ese entonces- caducos parques solares, contaminantes y de complejo y costoso desguace y seguramente nula capacidad de reciclaje, de los que para ese momento serán molestos e inútiles “espejitos de colores”. 
Todo eso sin olvidar que para cubrir los “baches” de generación de las solares, se deberán instalar usinas termoeléctricas, con lo que volveremos a caer en la dependencia de costosos y contaminantes combustibles líquidos, que deberán traerse en camiones, desde San Lorenzo, Santa Fe. 
Todo eso opuesto al predicado “ecologismo” de las “energías renovables sesgadas”. 
Mientras tanto, nadie parecería ocuparse de recuperar los valiosos antecedentes técnicos de los ocho proyectos hidroeléctricos en cursos de agua interiores, totalmente terminados y pagados con fondos provinciales. Siete de esos proyectos fueron estudiados por la Dirección General de Construcciones Eléctricas (de la cual formé parte), y uno por EMSA (donde también trabajé). Y de los grandes proyectos hidroeléctricos binacionales de Corpus, Panambí y Garabí, siguen sin definirse sus construcciones, desperdiciándose hora a hora, sus enormes capacidades de producción de limpia y económica energía hidroeléctrica; eso además del importante rol geopolítico de crear lazos sólidos con dos naciones vecinas. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

jueves, 2 de febrero de 2023

 LA TEORÍA MONETARIA MODERNA DISCREPA CON PAUL KRUGMAN 
Interesante el análisis del conocido economista de EEUU, en el cual desarrolla su idea que el decrecimiento (o estancamiento) de la población de China, llevaría a serios problemas económicos del gigante económico asiático. 
Krugman presupone que el esperable incremento porcentual y total de la población pasiva (jubilada) de China, podrá desfinanciar a los sistemas previsionales y sanitarios, pues ante ese contexto de disminución poblacional, el sector económicamente activo también se reducirá, y con ello, sería insuficiente la contribución de los activos para sustentar a la población pasiva. 
Siguiendo el razonamiento de Krugman, el desfinanciamiento de la población pasiva, al reducirse porcentual y fácticamente la población activa respecto a los pasivos, provocaría serios trastornos económicos, obligando al endeudamiento del Estado Chino para mantener a los pasivos (jubilados, pensionados, y similares), o caso contrario, a disminuir las coberturas de ingresos, sanitarias y previsionales, que sustentan el muy mejorado nivel de vida de su enorme población pasiva. 
El economista norteamericano toma como referencias los casos de Japón y de EEUU, para su evaluación del futurible que supone sucederá en China. 
Cita como causa del prolongado retroceso y freno económico japonés, al estancamiento cuantitativo de su población, en un prolongado período que puede calcularse en tres décadas con poco o nada de crecimiento, e incluso con alguna caída del PBI. Pero omite totalmente las presiones de EEUU a los nipones, ante la que era una imparable avalancha de exportaciones industriales y tecnológicas de Japón en el mercado de EEUU. Hasta casi el fin de los años ’80, la economía de Japón venía creciendo a muy altas tasas, posicionándose como la segunda economía mundial y con perspectivas de superar a EEUU en pocos años, como primera potencia económica mundial. 
Entonces se dieron una serie de hechos que frenaron drásticamente a la economía japonesa, entre ellos y principalmente, las presiones de EEUU para apreciar el yen (encareciendo las exportaciones niponas), y encarecer las tasas de intereses bancarios del mercado japonés; ambas medidas con consecuencias recesivas. A eso se le agregaron algunos fenómenos naturales destructivos, como terremotos y tsunamis. 
Ante la dependencia geopolítica nipona respecto a la primera potencia mundial, acorde al rol de derrotado en la Segunda Guerra Mundial, y en el contexto de poder excluyente que tuvo EEUU sobre todo en la efímera década unipolar (1990 – 2000), Japón operó insertándose en un estancamiento relativo del cual aun no se puede recuperar. 
Claramente, el caso japonés no es asimilable a China, potencia que demuestra tener espaldas y decisión para no subordinarse a los “mandatos” del establishment del Atlantismo (EEUU, Reino Unido, Unión Europea y otros), y en particular de EEUU. 
Hoy China es la segunda economía mundial, y si se mide el PBI PPA (de acuerdo a la paridad del poder adquisitivo), ya los anglosajones estarían siendo superados. Y claramente China no muestra ninguna señal de sumisión, ante los múltiples embates de EEUU y del Bloque Atlantista. 
Krugman también cita comparaciones con el sistema previsional y asistencial de EEUU, el cual no alcanza las amplias coberturas de otras potencias del Atlantismo. O sea que teniendo EEUU un PBI mucho mayor que las mayores economías de Europa Occidental, estas tienen mejores coberturas de salud y de previsión, mientras que porcentajes considerables y crecientes de la población de Norteamérica se debaten en la miseria y las carencias sanitarias y previsionales. 
EEUU tiene fondos casi ilimitados para alimentar su armamentismo y para financiar operaciones militares propias y de terceros “vinculados” o alineados a sus intereses; pero en cambio muestra serias estrecheces presupuestarias para atender a sectores empobrecidos y carecientes crónicos de su población. 
Y el alarmante grado de concentración de la riqueza en EEUU, que se acentuó mucho desde la presidencia de Reagan (impulsor del neoliberalismo, en su país y a escala mundial) en adelante, contrasta con la creciente miseria de vastos sectores de la población de esa, la nación más rica del mundo. Desde Reagan y casi sin excepciones, se privilegió a las grandes fortunas y a los sectores financieros y especulativos, mientras que buena parte de las industrias se “deslocalizaban” (léase emigraron sus fábricas), provocando desocupación y ciudades en crisis, de lo cual posiblemente Detroit (ex “capital mundial de la industria automotriz”), es el ejemplo más patético, según múltiples referencias. 
Desde la óptica económica tradicional, muy ligada al crudo liberalismo económico y político, las erogaciones crecientes en atención a la salud y la previsión social, no se podrán atender, por el acentuado e inmanejable déficit presupuestario que ocasionarán, incrementando el endeudamiento estatal a volúmenes inmanejables o que podrían hacer colapsar la economía del actual gigante mundial. Ese enfoque tornaría “inviables” a las actuales coberturas previsionales y sanitarias, ya bastante deterioradas en EEUU, y similar cuadro se supone que se dará en China, siempre desde esa óptica económica, Pero existe otro enfoque, expuesto por la economista estadounidense Stephanie Kelton, en su interesante y didáctico libro “El Mito del Déficit”. 
Esta economista, para nada revulsiva respecto a “los valores de occidente”, desarrolla sus ideas ya señaladas en el subtítulo del libro citado: “La Teoría Monetaria Moderna (TMM) y el Nacimiento de la Economía de la Gente”. 
El enfoque de la TMM, centrado en las naciones que poseen monedas nacionales con jerarquía de divisas en el mercado mundial, afirma contundentemente, que no se debe temer ni menos “demonizar” a los déficits presupuestarios, siempre que no sean generadores de inflación. Queda en claro que el enfoque de la TMM se considera aplicable a naciones con monedas como el dólar (de EEUU), la libra esterlina, y el yen (citados por esa economista), a las que deberían agregarse el yuan (China), el rublo (Rusia), y posiblemente algunas pocas más. Y no es el caso del Euro, pues abarca (o subordina) a un mosaico de países de economías muy diferentes. 
No considera la TMM a los déficits presupuestarios, como causas directas e “ineludibles” de inflación (tal como repiten como mantra de “fe” pagana, los economistas alineados con la ortodoxia y el neoliberalismo). 
Afirma que si la economía tiene recursos (humanos, científicos, de infraestructura, de equipamiento) para incrementar la producción que significará volcar esos recursos adicionales a la respectiva economía nacional, eso no será causa de incremento de la tasa de inflación, pero en cambio tendrá un efecto muy positivo en el PBI. Es decir, que cambia el eje del análisis (y de las preocupaciones vinculadas), no centradas en el déficit presupuestario (que se cubriría con más emisión de la propia divisa), sino por eventuales efectos inflacionarios, si la economía de esa nación no tuviera capacidad para incrementar sus producciones de bienes y servicios en forma acorde a la mayor circulación monetaria que esa monetización adicional demandará. 
Un tema poco conocido, y aplicable a economías de países sin divisas propias, como Argentina (tenemos moneda propia, pero no es aceptada para transacciones internacionales), es que hubo en la historia económica mundial, algunos pocos países, “díscolos” con los “mandatos” de la ortodoxia económica, que para concretar grandes inversiones en infraestructura, realizadas con insumos nacionales, imprimieron dinero en cantidades similares a esas inversiones, con lo cual financiaron esas obras para el desarrollo, y el adicional de dinero circulante no provocó inflación, pues tuvo destino a dichas obras y no fue al circuito especulativo ni a ampliar las demandas de otros bienes o servicios. Este es un tema como para ser analizado y aplicado, sobre todo en obras en las cuales todos los insumos pueden ser íntegramente nacionales, como los planes de viviendas; o aplicados a los porcentajes de insumos nacionales, en grandes obras con componentes importados, como por caso son las grandes centrales hidroeléctricas y nucleares, entre otros ejemplos citables. Respecto a errores y dogmas “sacrosantos” del liberalismo económico, nada inocentes como lo es toda esa doctrina político – económica, pensada para mantener en el subdesarrollo a los países “obedientes”, cabe recordar que repiten que “la inflación es causada por la emisión monetaria”, pero callan en el caso de Argentina, donde la emisión está muy acotada, por lo que se demuestra que no es la causal de la alta inflación que padecemos. 
Pero tanto los economistas ortodoxos (léase liberales, neoliberales y libertarios), así como los voceros de los medios concentrados (llamarlos “periodistas” es ofensivo respecto a los pocos que practican en forma leal y honesta esa difícil profesión), todos ellos, callan ante la evidencia de la falacia que centra las responsabilidades inflacionarias en la emisión monetaria…y también callan, culposamente, ante el accionar egoístamente especulativo y abusivo, de las grandes empresas locales, formadoras de precios, que aumentan en forma desmedida sus precios, para maximizar en forma alevosa y descontrolada, sus ya elevadas ganancias. 
El país y nuestra gente, nada importan a esos dirigentes empresarios que, de argentinos, tal vez algunos tengan el documento, pero no demuestran en nada, el patriotismo que debería ser acorde a la nacionalidad. 
Entender todo esto, también hace al conocimiento real de la economía. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos