ARGENTINA BAJO GRAVES AMENAZAS DE DISOLUCIÓN NACIONAL
Tal como en otros países, con cierta sutileza y apelando al acostumbramiento del
común de la gente a lo largo de ciertos períodos de tiempo, se están instalando nocivas ideas
y muy negativos hechos consumados, los cuales permiten ver que están promoviendo en
Argentina la disolución nacional, en formatos que ya fueron probados y perpetrados, o en
procesos de consumación en otros países, y en contextos que pueden parecer muy
diferentes, pero que bien analizados muestran patrones de instalaciones muy similares.
Si bien el común de la gente puede desconocerlo, entre expertos en Geopolítica, es
bien sabido que los grandes poderes financieros transnacionales (esos que son “el poder
detrás del trono”, como se los definió en épocas de la supremacía mundial del Reino Unido),
establecieron como objetivo a alcanzar, el debilitamiento y posterior desaparición de los
Estados Naciones, sobre todo los del mundo excluido y subdesarrollado; para imponer la
Globalización absoluta (léase “salvaje”) como doctrina pretendidamente excluyente del
Poder Mundial.
Eso pretende llevar a la cosificación del ser humano, y al fácil saqueo de las
riquezas naturales.
Una herramienta muy poderosa y de muy destructivos efectos, fue la imposición
forzosa del neoliberalismo, sobre todo a la amplia mayoría de las naciones excluidas del
privilegiado y reducido grupo de naciones plenamente desarrolladas e industrializadas.
A los argentinos se nos impuso el neoliberalismo bajo el régimen de terrorismo de
Estado, del “proceso”, en una compleja realidad en la cual las violencias de las guerrillas
fueron funcionales siendo el “necesario” marco para justificar el gobierno pretoriano, ultra
liberal, donde las violencias y prédicas “socialistas” de esas “izquierdas en armas”, fueron
funcionales al virtual contexto de guerra civil, que el sutil analista británico Harry S. Ferns,
consideró necesario para anular y destruir los notorios avances sociales, económicos y
tecnológicos logrados por el peronismo (lo escribió así, casi textual).
La dupla Reagan – Tatcher, formó el mascarón de proa, de la imposición forzosa de ese
proceso de concentración y extranjerización de las economías de las naciones
subdesarrolladas que se subordinaron a esas supuestas “modernizaciones”, que en realidad
significaron industricidios masivos, desguaces estatales, proliferación de la miseria, entrega
de soberanía, y en síntesis, brutales acciones de concentración de la riqueza con la contracara
de genocidio económico al extender y profundizar la pobreza; además de la subordinación
geopolítica al Bloque de Poder Mundial “Occidental”, del cual fuimos dóciles peones, pero
muy erradamente, los milicos proceseros se auto asumieron como aliados.
Para refutar a desinformados crónicos y a quienes dicen descreer de las
implementaciones de acciones corrosivas tendientes a disolver Estados nacionales, cabe
hacer un breve resumen de hechos, que no por desconocidos u olvidados, dejan de ser
contundentes.
En África, el sufrido y muy expoliado continente, son tantos los casos de países
envueltos en serios problemas de violencias internas y en varios casos de amenazas externas,
que una mención detallada demandaría al menos un extenso artículo.
Pueden citarse las
violencias y desguaces territoriales en la estratégica zona del Cuerno de África, pero también
existen serios problemas en muchos países del extenso continente. Por caso, en la zona
francófona, algunos países recurrieron a la intervención de fuerzas francesas ante situaciones
de gravísimas crisis internas, lo cual además de evidenciar las debilidades acentuadas de los
países “ayudados” por el poder militar galo, significaron otros problemas sociales muy serios,
ante las debilidades locales y las prepotencias y hechos aberrantes de las tropas
“pacificadoras”, las cuales incluyen efectivos de orígenes africanos subsaharianos, con
nacionalidad francesa.
Y como secuelas de los desórdenes y desmanes generalizados,
muchos africanos intentan huir, tratando de llegar a Europa, con sus consecuencias de
incontables muertes en la travesía, y de las dificultades de adaptaciones en contextos muy
diferentes a los de sus orígenes.
Libia salió de la pobreza en un contexto tribal, alcanzando a tener un nivel de vida
comparable al de países europeos, eso bajo la férrea mano de Kaddafy. Pero algunas
decisiones que estaban en curso de implementación, de eludir el uso del dólar y el euro,
debieron molestar a los “poderes establecidos” transnacionales.
Expertos esos centros de
poder en provocar descontentos internos, hubo un contexto de virtual guerra civil. Y como
sucedió en Yugoeslavia, las fuerzas aéreas combinadas de la OTAN, se entrometieron, para
provocar el derrocamiento de Kaddafy, quien fue brutalmente asesinado. Como “datito”,
recordemos que Libia nos facilitó equipamiento bélico, en la Guerra de Malvinas.
Muchos de esos países de África, son considerados Estados fallidos, pero en ellos la
antes exclusiva preponderancia del Bloque “Occidental” (Atlantista), está quedando en un
segundo plano, ante los avances y mejores condiciones comerciales y de asistencias
financieras ofrecidas por las principales potencias del grupo emergente de los BRICS.
En Europa, la alianza “defensiva” de la OTAN, se ocupó de terminar de desguazar a
Yugoeslavia, después de una cruenta guerra interna, en la cual previamente se azuzaron
viejos odios históricos, raciales y religiosos, que en su momento había logrado superar Josip
Broz, el Mariscal Tito, después de luchar contra los invasores germanos en la Segunda Guerra
Mundial; manteniendo su autonomía en el contexto de la URSS, siendo uno de los referentes
mundiales de la Doctrina de la Tercera Posición.
Tal vez por esa postura tercermundista, el ensañamiento con que fue desguazada
Yugoeslavia en siete países, hoy divididos por profundos odios, consecuencias de tantas
violencias y muertes.
En otro contexto, la pequeña pero industriosa Checoslovaquia, se dividió en República
Checa y Eslovaquia, minúsculos Estados en el tablero multi estatal y multicultural de Europa,
que la Unión Europea no termina de unir. Sin violencias, otra fragmentación consumada.
En Asia, poco conocidas pero concretas fueron las amenazas de instalar divisiones
culturales y étnicas, con proyecciones separatistas en el gigante chino, en su extremo
occidental, con fuertes influencias de poblaciones de etnias túrquicas, idioma turco
predominante y religión musulmana. Como gran potencia que es China, operó facilitando
masivas instalaciones de pobladores de etnias y cultura china, en esas regiones, con lo que
las amenazas de separatismo parecen haberse diluido.
La mega potencia territorial (y geopolítica) que es Rusia, con una superficie similar a
toda Sudamérica, está bajo las persistentes amenazas balcanizadoras de los estrategas que
definen las líneas de acciones, de ambas potencias anglosajonas y del Bloque Atlantista. Con
deliberada claridad, y con lenguaje pretendidamente retórico, afirmaron que “el mundo será
mejor” cuando el gigante ruso se haya fraccionado en cuatro (o más) repúblicas
independientes, al menos tres de ellas en el territorio europeo del Oso Bicontinental.
Claro está, que a esos “think tanks” globalizadores, no se les ocurrió analizar que “el
mundo sería mejor” si EEUU devolviera los extensos territorios usurpados a México.
Con los personeros del neoliberalismo en el Kremlin, el desguace de Rusia estaba en
sus comienzos de perpetración, de lo cual una de las piezas claves era la extranjerización de
las poderosas empresas hidrocarburíferas.
Esas disolventes acciones, fueron neutralizadas y
anuladas, en el marco del fuerte accionar nacionalista de la actual Era Putin. Una de las
medidas claves para neutralizar las acciones disolventes de zapa, fue expulsar a las ONGs
transnacionales, que operan como sutiles herramientas de los intereses del Atlantismo.
Los intentos de fragmentación y debilitamiento de China y Rusia, seguramente
hubieran producido efectos de “contagios” en las naciones ubicadas al sur de ambos colosos
territoriales.
En el inestable Medio Oriente y cercanías, en su momento Iraq fue alentado a atacar a
Irán, en una larga guerra de desgaste. Contaba con mucho equipamiento bélico de
manufactura básicamente occidental. Después ocupó Kuwait, lo que fue la excusa para que
EEUU con la OTAN y otros países, invadieran Iraq, sumiendo al antes rico país petrolero, en
un caos, debiendo además soportar tropas extranjeras estacionadas en su territorio.
Después de eso, Siria soportó violencias internas, que podían llevar al desguace
territorial y la anarquía del poder. Hubo y aun hay, abiertas intervenciones de tropas
extranjeras, atacando al Estado sirio. El caos general al que apuntaban las intervenciones de
tropas extranjeras, fueron enfrentadas por las fuerzas armadas de Siria, que contó con el
fuerte respaldo de Rusia, lo que evitó el colapso, pues iba camino a ser otro Estado fallido
y/o desguazado.
En nuestra Íbero América, además de la pobreza crónica y en varios casos las violencias
internas en varias de las hermanas naciones de Centroamérica y El Caribe, siempre está
latente el cuadro de “intervenciones armadas pacificadoras” de EEUU, como sucedió en
reiteradas ocasiones, y algunas hace no mucho tiempo, medido con criterio histórico.
En Sudamérica, hubo ideas separatistas en Bolivia, con tintes raciales, en la llamada
Media Luna, para debilitar al gobierno de Evo Morales, dando lugar al golpe de Estado militar
ultra conservador, el cual contó con apoyos e insumos del gobierno neoliberal de Argentina,
para las acciones represivas a las protestas del pueblo.
En Brasil, el rico sur industrializado y desarrollado, con población mayoritaria de
orígenes itálicos y germánicos, tiene latentes ideas separatistas, con soterradas pero claras
ideas despectivas respecto al norte, más pobre y con preeminencia de población de color.
Por ahora, el riesgo secesionista, parece poco probable.
También hay problemas serios en otros países de la región.
Las amenazas concretas a Argentina son diversas, y evidencian estar en procesos de
acentuación, si bien algunas se muestran esporádicamente, y otras parecen ir en constante
y creciente perpetración.
Varias ONGs transnacionales, con sedes centrales en el Reino Unido (como WWF y
Mapuche Nation), o creadas allí y luego “oportunamente” trasladadas (como es el caso de
Greenpeace), operan activamente en nuestro país, e incluso algunas cuentan con otras ONGs
argentinas, de hecho, subordinadas a aquellas.
Algunas promueven el subdesarrollo crónico, bajo pretexto del ultra
conservacionismo; otras, bajo excusas “democráticas”, son arietes a favor de la partidocracia
funcional a doctrinas antinacionales, como el neoliberalismo y el neoanarquismo del
capitalismo salvaje; mientras que las promotoras del ultraindigenismo, instalando enconos
insalvables de “racismo inverso” promueven el odio al blanco, con lo cual justifican acciones
que, si no se les pone coto a tiempo, llevarán al separatismo.
Es particularmente grave la situación en La Patagonia, donde el libreto instalado por
Mapuche Nation (ONG con sede en Bristol y mayoría de componentes del Reino Unido),
desembozadamente promueve el separatismo secesionista. Para eso, contó con las
instalaciones de odios profundos, promovidos por el anarquista Bayer, con sus seguidores
locales de las “progresías” siempre confusas y funcionales a los intereses anglosajones a los
que dicen combatir, o al menos detestar.
También operan para instalar odios profundos, los personeros del neoliberalismo, que
en La Patagonia en particular, y en otras regiones de Argentina, promueven la violencia
represiva extrema no solo contra el ultra indigenismo, sino también contra otros reclamos
muchas veces pacíficos, en casos como los apoderamientos territoriales muy extensos, por
parte de magnates extranjeros, cuyos intereses sobre vastas superficies, incluso de lagos y
cursos de agua, evidencian estar en sintonía con sectores políticos neoliberales y otras
fracciones claramente anti Nacionales de la política vernácula.
En la misma línea secesionista, se difundieron las trasnochadas ideas
“independentistas” de un exgobernador y conocido político neoliberal mendocino. Al
respecto, debería sumar preocupaciones la casi absoluta falta de severas expresiones de
repudio a tan aberrante propuesta, y a las sutiles opiniones de respaldo al secesionismo, por
parte de algunos embajadores…hecho muy grave que debió motivar severas quejas de la
Cancillería Argentina…pero parece que todo se omitió o se trató con vergonzosa sordina.
Durante la crisis terminal de 2001-2002, un par de conocidas conductores de TV, con
lastimeras expresiones buscaron instalar la idea del “inevitable” canje de deuda externa por
extensos territorios patagónicos, y nadie salió al cruce. ¿Se extinguió el coraje patriótico, que
a raudales demostraron San Martín, Belgrano, Rosas, y tantos más patriotas de pura cepa?
El principal perpetrador de esa crisis, Domingo Cavallo, pocos años antes instaló el
perverso concepto de “provincias inviables”, con un criterio excluyente claramente
continuador del nefasto unitarismo achicador de territorios, de rivadavianos, mitristas y sus
continuadores.
Casi todas las dirigencias empresarias, reiteradamente expresaron sus apoyos a
gobiernos liberales y neoliberales, celebrando políticas de brutales aperturas económicas
(causantes directas de industricidios masivos, y pavorosos cuadros de desocupación
generalizada), guardando silencios cómplices ante acciones de irracionales endeudamientos,
causantes de severísimas y reiteradas crisis.
Cierto que, a muchos de esos empresarios, más
que las producciones, parecen serles prioritarias las fugas de divisas y las operetas de timbas
financieras, además de la pauperización de sus trabajadores.
Esas reiteradas crisis, con endeudamientos irracionales, dieron pie a prominentes
personeros del poder político y financiero de EEUU, a afirmar que “ante la incapacidad de
Argentina para gobernarse, debería designarse a un interventor para que les gobierne”.
Claro
está que el brutal endeudamiento con el FMI, perpetrado por Macri y sus personeros,
significó una concreta subordinación a los dictados de ese organismo, lo cual claramente
pisotea nuestra maltrecha soberanía, de la cual alguna vez llegamos a enorgullecernos.
Las Fuerzas Armadas, que en períodos destacados de nuestra historia, fueron puntales
en defensa concreta de la soberanía, y en ese marco entendieron y promovieron el desarrollo
de sectores estratégicos y la industrialización, desde hace mucho fueron sumidas en
profundas y crecientes graves confusiones conceptuales, existiendo algunos hitos históricos
en los cuales se instalaron y fueron acentuándose, pudiendo precisarse al menos tres puntos
de inflexión (1955-1962-1976), en los cuales la prioridad de la Defensa Nacional, se dejó a un
costado, priorizando la defensa del sistema…según pautas de las potencias dominantes.
Esa tergiversación de valores en las FFAA y FFSS, fue acentuada ante los profundos
baches de formación, en disciplinas claves, como Historia, Economía y Geopolítica, en las
cuales por regla general se constatan preocupantes carencias entre los uniformados.
Claro está que, en paralelo, las reformas en las currículas de las escuelas primaria y
sobre todo secundaria, fueron en buena medida causantes de la apatía, ignorancias muy
acentuadas de conocimientos esenciales, y un desteñido patriotismo (suplantado por
egocentrismo materialista), que parece afectar a buena parte de nuestra población joven.
El dominio casi absoluto de los medios masivos de comunicación, de propiedad o al
servicio de sectores del poder antinacional, tiende a instalar apatía, resignación y falta total
de esperanza, en vastos sectores de la población. Ya lo dijo Jauretche, un gran patriota y
pensador nacional: “un pueblo triste es un pueblo derrotado”.
Ahora nos quieren llevar, a los empujones, al hoy inviable y muy negativo esquema
feudal con formalismos de democracia de muy baja intensidad, que caracterizó a aquella
Argentina del Centenario, en la cual de hecho éramos el apéndice dócil del Imperio Británico,
con una minoría ahíta de riqueza, y el pueblo sumido en la pobreza, y buena parte del mismo
en la más abyecta miseria y la desesperanza. Si lograran tan negativos propósitos, la
disolución nacional será el siguiente paso.
A la degradación nacional para transformarnos en una republiqueta dócil a intereses
foráneos, -como paso previo a la disolución nacional- nos conducirán -si no lo impedimos-, la
brutal crisis socio económica intencionalmente provocada por el gobierno del verborrágico
presidente y sus “socios” neoliberales; con miseria rápidamente creciente. la nefasta
dolarización, con pérdida de la moneda propia, la profunda crisis socio económica
intencionalmente provocada, la descomunal agresión por inanición financiera del Estado
Nacional a las provincias, y el desprecio explícito al pueblo argentino empujado a la pobreza
y la miseria, al cual las oligarquías denominan desdeñosamente, con el apelativo impersonal
de “la gente”.
A la soberbia usurpadora del Reino Unido en Malvinas y el Atlántico Sur, se le agregan
sus avances con sutilezas diplomáticas y el poder duro de la Royan Navy, en el también
conflictivo tema de la Antártida, en el cual el accionar de nuestra Cancillería, muestra serias
deficiencias en los períodos de gobiernos como el actual, que no se caracterizan por el
patriotismo y la defensa de la soberanía argentina.
El imprescindible reequipamiento de nuestras FFAA, sigue en el limbo de la total
sumisión a los dictados del Poder Atlantista, con lo que se dejaron de lado ventajosas
opciones de equipamiento tecnológicamente actualizado y nuevo, en buenas condiciones de
financiación, ofrecidos por China y en su momento Rusia, volcándose una importante compra
para la Fuerza Aérea, de material usado, con vida útil restante seguramente acotada, y
tecnológicamente ya algo anticuado.
El portazo dado al BRICS, la virtual sumisión a la OCDE (incluyendo la apertura
indiscriminada del comercio exterior, con todas sus nefastas consecuencias), los caprichosos
desaires a Brasil y China, insultos varios a otros presidentes y al propio PAPA, en un impropio
tono de barricada, y el peligroso e innecesario involucramiento en el polvorín de Medio
Oriente, muestran el cerrado sesgo ideológico de la Era Milei, totalmente impropio para el
mesurado tono que es usual en las relaciones internacionales.
Muy preocupante realidad, de muy posibles caóticas consecuencias. ¡Que El Señor, en
su infinita misericordia, nos ampare y guie, librándonos de tan nefastos designios!
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos