APOSTILLAS
DE MADRID
Muy interesante lo poco y mucho que
pude ver en escasos días en la bella Madrid, y una breve visita a la histórica
y muy hermosa Toledo.
Muy amables y cordiales por lo
general los españoles, quienes parecerían guardar un aprecio especial por
Argentina y los argentinos…aún pese a cierta prédica ponzoñosa de los “grandes
medios” y los columnistas “prestigiosos” de la península, y a los
comportamientos gritones y poco ubicados de ciertos sectores aporteñados de
nuestra población, que suelen dejarnos mal en todo el mundo.
Uno de esos personajes, que en una
excursión por Toledo, supo que estaba con otro argentino, me preguntó ¿y vos de
que barrio sos?...¡se ve que para algunos personajes, Argentina sigue
terminando en la General Paz…!
Muchos latinoamericanos trabajando en
bares, restaurantes, hoteles, taxis y otros empleos similares, hacen
necesariamente presente a nuestros pueblos allá en la Madre Patria. Y en particular
Argentina está siempre muy visible y en el afecto de ese pueblo hermano,
como lo demuestran muchos lugares con
claras denominaciones alusivas; tal como la Plaza República Argentina, en un
estratégico cruce de avenidas, con la estación del Metro del mismo nombre; otra
estación del Metro llamada Buenos Aires; y la muy arbolada y hermosa Avenida
General Perón, que arranca frente al magnífico estadio Santiago Bernabeu (sede
del Real Madrid), en la cual a escasos 500 metros y en buena ubicación está una
estatua de bronce de buen tamaño del recordado tres veces presidente democrático
y constitucional de Argentina, la cual entre otras varias placas dice
–conceptualmente- “Al Paladín de la hermandad argentino – española”. Y por
cierto varios ocasionales y amables transeúntes sabían muy bien de quien y que
se trata el monumento y el porqué del nombre de la avenida.
Lo que hoy los jóvenes españoles por
lo general desconocen (allá también funciona “eficientemente” la maquinaria
mediática de colonización cultural), es la importante y muy generosa ayuda que
nuestro país brindó a España, pocos años después de la Segunda Guerra Mundial,
en momentos que padecía las consecuencias del cerco económico impuesto por los
vencedores, a consecuencia del “pecado” hispánico de haber mantenido sabiamente
la neutralidad en el conflicto que por cierto no era propio de la España pobre
de aquellos años, pues esa terrible guerra fue un conflicto entre potencias
coloniales, de distintos signos políticos, pero como sea agresivamente
imperialistas todas ellas.
Recordemos que ante las penurias de
la Europa arrasada por la guerra, Argentina ofreció generosamente a seis de
aquellas naciones, la abundante provisión de alimentos, a ser pagados a largo
plazo y en ventajosas condiciones para los adquirentes. Pero con España se tuvo
un trato preferencial, pues incluso también se le regaló una importante
cantidad de cereales y carne, justo cuando la hambruna se cernía como amenaza
sobre el hidalgo pueblo español. Todo eso fue abruptamente cortado en 1955 por
la “revolución fusiladora”, para beneplácito del establishment británico, tal
como claramente lo expresó Churchill, pues aquel golpe de Estado significaba
que Argentina volvía al redil de colonia económica del hoy vetusto imperio…pero
ese ya es otro tema.
El entramado de calles del Madrid
colonial es hermosamente confuso, con sus innumerables callejuelas estrechas
siempre curvas y breves, sus esquinas múltiples, sus cuadras caóticas, algunas
calles algo más anchas y siempre de pocos cientos de metros (o menos), la
enorme cantidad de pequeñas plazas, sus edificios antiguos de pocas plantas y
con casi excluyentes puertas – ventanas; muchísimas iglesias de las cuales
muchas son hermosas por dentro y por fuera; el tránsito muy restringido en esa
área central facilita la ágil movilidad peatonal; todo ello con la Plaza Mayor,
la Puerta del Sol y La Gran Vía como cercanos centros referenciales de la
permanente bulliciosa actividad, con entremezclados madrileños presurosos o
paseantes, y variopintos grupos de turistas, entre los que predominaían
franceses y alemanes.
Parecen existir en esa zona infinitos
restaurantes, bares y otros locales gastronómicos sui generis, como la cadena
del Museo del Jamón. Notablemente varios de esos pequeños establecimientos
anuncian ser propiedad de argentinos, con toques nacionales en sus menúes.
En esa zona céntrica la crisis parece
pasar casi desapercibida…hasta que se advierten algunos de los muchos españoles
hoy desclasados sin hogar, pidiendo limosnas. También España parece haberse
llenado de rumanos, la mayoría muy pobre y desempleada, de la cual los hombres
suelen tocar música “a la gorra” (con mucho tango y milonga) y las mujeres
directamente piden monedas. También existen búlgaros y otros europeos
orientales, desocupados y poco integrados. Se lee mucho de la crisis en Europa
Occidental, pero parecería ser aún peor la cosa en la Europa Oriental, también
“beneficiada” por las “recetas” neoliberales. ¡y de eso poco y nada se lee en
nuestros pagos latinoamericanos!
También se ven muchos africanos
negros, todos jóvenes y la mayoría hombres. Según me dijeron algunos
madrileños, la mayoría sería nigeriana, pero también vi a una bonita joven de
Senegal, vendiendo baratijas. Ruidosos pero muy respetuosos; limpios y siempre
en grupos numerosos, ninguno parece practicar la mendicidad, y casi todos son
activos vendedores callejeros, al estilo de los manteros de Buenos Aires.
La vida no debe ser fácil para ellos
en España, pero seguramente la realidad debe ser mucho peor en sus países de
orígenes.
Se ve como contracara de tanto
desocupado, muchos autos y motos muy caros, importados, preferentemente de
marcas alemanas, pero también algún suntuoso Bentley y alguna ostentosa
limusina de industria norteamericana; mientras que la clase media – alta
consume muchos vehículos medianos y chicos, españoles y de otras procedencias
europeas. Los taxis, curiosamente, en su mayoría son de marca checa y
(presuntamente) híbridos japoneses, si bien también se ven muchos Seat de
industria local y tecnología germana, entre otros.
Los ómnibus de transporte urbano son
todos de piso bajo (¿por qué no se utilizan obligatoriamente en toda Argentina,
en lugar de los incómodos chasis de camiones carrozados como colectivos, de
piso alto?), y para trayectos por las callejuelas angostas tienen unos mini
ómnibus cuadraditos, para 8 a 10 personas sentadas, u eventualmente otras
tantas paradas.
La TV y los diarios “serios” (como El
País) machacan acerca de la (supuesta) imposibilidad de aplicar otras medidas
económicas, mientras algunos comentaristas exaltan verdaderos disparates (igual
que en Argentina), como cierta iniciativa alemana para combatir la desocupación
española…¡ofreciendo trabajo en Alemania a jóvenes profesionales españoles!, o
sea en buen romance, favoreciendo la perniciosa emigración masiva de valiosa
población de la atribulada España, mientras que con ello Alemania soluciona sus
problemas de carencia de nuevos trabajadores, ante la bajísma natalidad de su
población.
Las manifestaciones están a la orden
del día. Muchas de ellas mueven a relativamente pocas personas, ruidosas y con
mucha bronca, pero nada violentas. Por los cuatro costados son custodiados por
casi tantos policías como manifestantes.
Los deshaucios (quitas de viviendas
por falta de pagos) son una preocupación generalizada, obligando a apretarse en
casas de los padres o suegros, o incluso a vivir en carpa o en las calles.
Mientras el Estado español y los medios “serios” (ultra liberales) ni se ocupan
del tema, pues los Bancos parecerían ser para ellos lo único importante.
Casas de caridad que atienden a los sin
casa, brindan comodidades mínimas temporarias y una comida diaria, a multitudes
que crecerían día a día. La Iglesia Católica parece ser la única institución
que se brinda ampliamente en tal sentido. Los comunistas, anarquistas, los
“niños bien” de clases altas y otras iglesias, “miran para otro lado”.
El breve viaje a Toledo permitió
experimentar la puntualidad y eficiencia de los trenes AVE de alta velocidad,
un verdadero orgullo español. ¡Claro que también están en la óptica de los
recortes, y los trabajadores ferroviarios están movilizados en contra de tan
lesivos y constantes ajustes, que la partidocracia imperante parece
prolongarlos insensiblemente! Hablé con un puñado de trabajadores ferroviarios,
en dos lugares distintos, y les di expresé mi apoyo como argentino que padeció
con nuestro pueblo medidas similares, y por cierto se mostraron complacidos de
ser comprendidos y apoyados.
En la histórica y muy bella Toledo,
el tiempo parece detenido varios siglos atrás, en las múltiples estrechas
calles y pasajes, terriblemente empinadas y confusas en sus trazados, mezclados
con los incontables negocios de todo tipo ubicados algunos en sitios
inverosímiles por lo estrechos o de difíciles accesos. Muchas viejas y hermosas
iglesias, que coexisten con sinagogas y con muchos indicios de la cultura
musulmana, nos recuerdan el accionar intelectual fraternalmente
compatibilizador entre cristianos, islámicos y hebreos, del Rey de Castilla
Alfonso El Sabio, en la Toledo de los años 1.200, y similares actitudes de tolerante
integración y colaboración del sabio musulmán Averroes y el también sabio judío
Maimónides, ambos originarios de Córdoba, pero antecediendo casi un siglo a
Alfonso X.
Para terminar este no tan breve
resumen, una hermosa y muy bien surtida librería en La Gran Vía, me hizo
olvidar que solo quería comprar un libro, pues en un ratito seleccioné cinco,
de los casi incontables buenos libros existentes.
C.P.N. CARLOS
ANDRÉS ORTIZ
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