ANTE ABERRANTES EXPRESIONES DE LIBERTARIOS, DENSOS SILENCIOS DEL
ULTRAECOLOGISMO
Habitualmente verborrágicos denunciantes y agresivos comentaristas, en temas ambientales, llaman la atención los densos silencios de todo el arco de militantes del ultraecologismo, ante indefendibles y aberrantes expresiones de referentes libertarios, totalmente opuestas a elementales principios de conservacionismo ambiental.
Habitualmente verborrágicos denunciantes y agresivos comentaristas, en temas ambientales, llaman la atención los densos silencios de todo el arco de militantes del ultraecologismo, ante indefendibles y aberrantes expresiones de referentes libertarios, totalmente opuestas a elementales principios de conservacionismo ambiental.
A la osada afirmación en “defensa” de los “derechos de las empresas, de
contaminar los ríos” del incontenible verbal candidato presidencial, le siguió la
“iniciativa” del ultra liberal Benegas Lynch, de privatizar ríos y el mar, con libre
disposición de los recursos económicos de ríos y mares, por quienes resultarían
“beneficiarios” de tan insólitas “privatizaciones”; las que además de fácticamente
impracticables, demuestran la repulsión de los libertarios, a elementales
conceptos de soberanía nacional, en la cual no solo no creen, sino que desprecian
abiertamente, pues evidencian ser gestores activos de la desaparición total del
Estado Argentino.
A la aberración ambiental de “contaminar libremente los ríos”, claramente
nada le importan los perjuicios al ser humano y al entorno natural que se
perpetrarían.
Eso es como fumigar glifosato u otros venenos, para favorecer la
soja y otros cultivos, sin importar la multiplicación de casos de cánceres en las
poblaciones aledañas, en particular a los niños y jóvenes que viven o concurren a
escuelas junto a sembradíos fumigados.
La “iniciativa” de “alambrar los mares” (figuradamente), implicaría entre
otras aberraciones, la libertad total de matar ballenas y depredar el mar, sin
importar conservar el ecosistema y preservar atractivos turísticos, como el
avistaje de ballenas.
Posiblemente, el ultra privatista y dogmático liberal que propuso tan insólita
“privatización de las aguas”, se haya inspirado en las masivas apropiaciones de
enormes extensiones de campos, que se hicieron y fomentaron en las
presidencias de Mitre y Sarmiento, en procesos por los cuales un centenar de
familias (o poco más), pasaron a ser grandes terratenientes, lo que originó la muy
conservadora y anti industrial oligarquía campera…pero parece que no advirtió
que ríos y mares tienen características morfológicas muy diferentes a la Pampa
Húmeda y La Patagonia.
Lo notable de todo eso, es el estruendoso silencio de las por lo general muy
activas ONGs transnacionales Greenpeace y World Wildlife Foundation (en
Argentina Fundación Vida Silvestre), así como las varias ONGs “argentinas”, que
operan siguiendo los “libretos” de aquellas.
Ambas poderosas transnacionales del ecologismo, fueron creadas en y por
el Reino Unido, y sus accionares muestran improntas vinculadas con intereses
estratégicos del viejo imperio, en particular en operaciones para impedir o frenar
los desarrollos industriales y tecnológicos, para prolongar el subdesarrollo
crónico, tal como revelan sus prédicas y operativos, siempre con gran despliegue
mediático.
Nada dijeron, ante las brutales e indefendibles afirmaciones de los
libertarios. Pero eso no parecería casual ni unas simples anécdotas, si no se
constatara que esos mismos verborrágicos líderes libertarios, mostraron sus
adhesiones y subordinaciones ideológicas respecto al accionar de Tatcher,
responsable directa del hundimiento del ARA General Belgrano, y tenaz opositora
a la iniciativa de evitar la guerra, propiciada por el diplomático Pérez de Cuellar y
otros amantes de la paz.
Razonando en castizo simple y directo, esas dos transnacionales del
ecologismo cavernario, guardaron total silencio ante las brutales afirmaciones
contrarias al sano conservacionismo ambiental, no atacando a los libertarios que
demostraron subordinación ideológica respecto a referentes principales del
accionar imperial del viejo imperio, en particular la instigadora de la guerra y
consecuentes muertes, Margaret Tatcher.
Estas claras conclusiones, no parecen ser advertidas por los medios
concentrados, ni por otros confusos varios, en grados superlativos, como los
uniformados que viven encerrados en perimidos y erróneos dogmas de los años
’70, que se siguen inculcando, cuan supuestas “verdades absolutas”, tan burdas
que no resisten ningún análisis bien fundamentado.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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