ALEMANIA VUELVE AL CONTAMINANTE CARBÓN – IMPOTENCIA DE EÓLICAS Y
SOLARES PARA IMPEDIRLO.
La compleja crisis energética que aqueja a Europa, como consecuencia
directa del involucramiento de la OTAN en la guerra que se libra en Ucrania, está
poniendo en evidencia aspectos sustanciales del Sector Energético, que no eran
desconocidos, pero que resultaban ocultados maliciosamente por la densa
maraña de datos y opiniones erróneas, o algunas de ellas parcialmente falsas o
distorsionadas.
En concreto, los promotores a ultranza de las “renovables sesgadas” eólicas
y solares -dentro de ellos los muy fanáticos y poco ilustrados ecologistas
cavernarios-, repetidamente afirmaron o -alternativamente- dejaron implícito,
que la cancelación del plan de usinas nucleares, impuesto por “Los Verdes” al
gobierno de coalición de Angela Merkel, no provocaría problemas pues -
supuestamente- la energía nuclear sería sustituida por las “más limpias” energías
eólicas y solares.
De hecho, las energías eólicas y solares no son limpias, ni tampoco
económicas; eso forma parte del “relato” de sus nada inocentes promotores al
como sea.
Como es habitual, esos variopintos grupos de fundamentalistas fanatizados
de ultra ecologistas, y de los astutos que los manejan para defender
impresentables intereses nada inocentes (como las ONGs británicas que les dan
letra: Greenpeace y WWF -esta en Argentina es Fundación Vida Silvestre-, y
otras), desde mucho antes se llamaron a silencio total ante los hechos irrefutables
de la acentuada dependencia del gas y del petróleo en la matriz energética
germana, provocada por las cancelaciones de nuevas grandes centrales
nucleares, acentuado eso potencialmente por el irracional proyecto de cierres
anticipados de las usinas nucleares en funcionamiento.
Las energías nuclear, hidroeléctrica y termoeléctrica, son esencialmente
energías de calidad, de provisión estable (no sujetas a altibajos ni cortes
abruptos), y de funcionamientos programables; los que, salvo imprevistos muy
poco corrientes, son totalmente manejables y previsibles por el ser humano.
Por esa sumatoria de motivos técnicos, claramente positivos, las energías
nuclear, hidro y termoeléctrica son producidas por usinas que operan como
proveedoras de Energías de Base de los sistemas a los que abastecen.
De esas tres, la más limpia es la hidroeléctrica, y la nuclear no le va muy en
zaga, siendo por mucho las más contaminantes de las Usinas de Base, las
termoeléctricas, dependiendo sus grados de polución del tipo de combustible y
otras variables técnicas.
Por su parte, por sus limitaciones técnicas insalvables, las usinas eólicas y
solares, solo pueden proveer Energías Complementarias, siendo totalmente
incapaces de sustituir a las Energías de Base, pues son inestables en sus
generaciones, que se caracterizan por imprevisibles y en muchos casos
frecuentes salidas abruptas de servicio, y de padecer continuos saltos
(oscilaciones acentuadas) del voltaje que inyectan a las redes. Eso sucede pues el
ser humano no controla vientos ni el sol.
Un sistema interconectado que fuera mayoritaria o totalmente abastecido
por “renovables sesgadas” eólicas y solares, sería caótico e inmanejable, por las
características técnicas descriptas.
Ese es el motivo por el cual las cuantiosas inversiones hechas por Alemania
en sus muchos generadores eólicos y solares, son totalmente inútiles e incapaces
de sustituir la cancelada energía nuclear, y la ahora menguante provisión de gas
natural y de petróleo rusos; y por todo ello, más allá de los discursos
“medioambientalistas” de los poderes germanos, ahora se ve a “la locomotora
económica de Europa”, compelida a volver a quemar masivamente carbón para
producir electricidad, sin tener en cuenta los elevados índices de contaminación
que ese hidrocarburo sólido provoca.
La merma en las provisiones de gas natural y petróleo rusos a Alemania y a
casi toda Europa, es a su vez consecuencia directa del pretendido boicot
económico de la UE a Rusia, lo cual está saliendo muy caro y complejo de
resolver…a los propios boicoteadores. Alemania opera acorde a los mandatos
comunitarios (de la UE), la cual a su vez parece subordinada a la OTAN, y este
organismo de “defensa” evidencia subordinación a, o fuertes influencias de
ambas grandes potencias anglosajonas: EEUU y el Reino Unido. Pero esto ya es
otro tema.
Lo concreto acá analizado, es que quedan en evidencia partes sustanciales
de las montañas de mentiras y tergiversaciones con las que desde el núcleo del
Poder Atlantista, se presiona para imponer al mundo y al como sea las falsas
“grandes soluciones” de las energías eólica y solar.
Son energías muy caras (solo se sustentan con marañas de subsidios y otras
ventajas encubiertas), de muy baja calidad por sus insalvables intermitencias, y
no son “limpias”; siendo sus muchos costos ambientales cuidadosamente
ocultados tras estentóreas afirmaciones sin sustento real alguno, mientras sus
poluciones las esconden como basura que se barre debajo de la alfombra.
Sin inocencia alguna, el terrorismo comunicacional al servicio de eólicas y
solares, se ocupa de demonizar a las generaciones hidroeléctrica y nuclear, pues
aquellas (eólicas y solares) no pueden competir ni por costos reales por kWh, ni
por los índices reales de polución, ni por las vidas útiles de las centrales (muy
cortas en los casos de “renovables sesgadas”), ni por las superficies ocupadas en
función de la generación media o de la Potencia Real Instalada; si se las compara
objetiva y técnicamente con las hidros y nucleares.
¡Parece una ironía hueca, pero lo real es que el accionar del ecologismo
cavernario, más el involucramiento de la UE en la guerra de la OTAN contra Rusia
en Ucrania, obligaron a Alemania a tener que recurrir en gran escala a producir
energía en base al muy contaminante carbón!
Mientras tanto, científicos, profesionales, políticos y comunicadores al
servicio del Acuerdo de París (que presiona fuertemente a favor de las
problemáticas generaciones eólica y solar), guardan densos y cómplices silencios.
¡Despierta Argentina, despierta Íbero América, que están operando para
vendernos nuevos y muy perniciosos espejitos de colores, para mantenernos
sumidos en el subdesarrollo crónico, bajo la excusa del “cambio climático!
Ellos, los países desarrollados son los grandes contaminadores, nosotros
casi ni movemos la aguja de la polución mundial, pero nos quieren embretar en
falsas “soluciones” que, con sus costos y falencias técnicas, nos atarán al
subdesarrollo crónico.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Realmente impresiona la invisibilización brutal que realiza en este artículo su autor de experiencias con efectos traumáticos por varias generaciones en la calidad de vida de millones de personas como consecuencia de escapes en centrales nucleares cómo Chernóbil o Fukushima . Y considera a la energía nuclear inofensiva ??? Desde qué posición respecto de los intereses del poder hegemónico y financiero se ubica para fundamentar lo que fundamenta este " especialista " ? Parecería que lo que priorizara fuera la lógica de productividad desaforada donde no cuestiona ni elucida la etapa del capitalismo en crisis de sobreproducción que estamos atravesando , anulando otros modos de estar y pensarnos desde prácticas de ciudadanía y cuidadania de lo común .
ResponderEliminarPues... a mí me parece que Carlos Ortiz, con respecto a "los intereses del poder hegemónico", etc, se ubica desde hace muchos años en la vereda de enfrente, es decir en la vereda del interés nacional. En nuestro país el problema que urge no es el de las "industrias contaminantes" sino el de la falta de industrias. Esto es consecuencia de una decisión deliberada de los dueños de la Argentina tras su victoria (hasta hoy definitiva) en la batalla de Pavón, en 1861. En esa década en la cual Japón, Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia eligieron la industria y el mercado interno, y no el agro y el comercio exterior, nosotros fuimos obligados a convertirnos en la "granja de Inglaterra". Hoy, a tantas décadas de distancia, el sistema democrático obliga a dichos dueños de la Argentina a seducir a los votantes para mantener esa condición de país primario y exportador. Para ello recurren al argumento que usted sustenta. Así, los grandes ecologistas de nuestro tiempo han sido José A. Martínez de Hoz y Domingo Cavallo. Recorra usted Avellaneda y Lanús: ecológico pasto crece entre los ladrillos de numerosas fábricas. Chernobyl y Fukushima adquieren el rol de pequeñas anécdotas frente al enorme beneficio de la INDEPENDENCIA energética que otorgan las centrales nucleares. Saludos cordiales. Facundo Cano (Buenos Aires)
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