EL CABALLO DE TROYA ENQUISTADO EN ARGENTINA
Tienen los accesos mentales taponados por gruesas y sucesivas capas de colonización cultural, lo cual se refuerza por la escasez de lecturas de libros formativos –o si las hay, raramente, solo de tono monocorde o muy superficiales-, y completando la cerrazón mental, la tendencia a “hablarse encima” casi exclusivamente entre sus pares o a lo sumo en otros de reconocida afinidad a los pensamientos “correctos”.
Esa costra de taponamiento mental es muy frágil, no resiste el menor análisis serio ni la mínima crítica bien intencionada pero certeramente expresada. Y como no pueden contestar, tienen una tendencia marcada a enfurecerse, cuando no a reaccionar muy agresivamente, pues consideran insultante (¡¿?!) que se les haga ver cuan equivocados están y cuan carentes de todo fundamento se hallan inmersos.
Son el tipo potencialmente más peligroso de los colonizados mentales, por varios motivos.
Porque son relativamente fáciles de confundir con patriotas auténticos, pues gritan a voz en cuello su supuesto patriotismo, meramente formal, mientras con una cerrazón mental extrema apoyan a gobiernos y personajes claramente nefastos para los Intereses Nacionales y para la Soberanía Nacional. Como no razonan, y actúan por impulsos y reciben “instrucciones e interpretaciones” de la realidad nacional –por canales muy bien aceitados formales e informales-, difícilmente entiendan cuanto y cuan profundo es el daño que hicieron y siguen haciendo.
Porque son muy proclives a la violencia, y en algunos o muchos casos, son meros psicópatas ansiosos por aplicar violencia extrema a quienes se los indiquen, pues para eso tienen los reflejos condicionados, y en determinados casos parecen simples represores sedientos de sangre.
Para formar psicópatas que repriman sin ningún reparo e incluso con “orgullo”, en los años ’60 y ’70, fueron “instruidos” por expertos extranjeros, trascendiendo que nuevamente hay ese tipo de expertos, de orígenes distintos a los de épocas anteriores.
El más complicado sector del amplio abanico de los colonizados mentales y confusos varios, está integrado por los proceseros y sus vinculados patrioteros de bandera, sean civiles o militares de esa ideología, que forman un verdadero Caballo de Troya enquistado en nuestro país, operando abiertamente en contra de los Intereses Nacionales....aunque muchos de ellos ni se dan cuenta; a tanto puede llegar la ignorancia y la profundidad de los procesos severos de colonización cultural que se les aplicaron.
Como expresó mi distinguido amigo el Dr. Labaké, “no aprendieron nada”, y eso que transcurrieron más de cuatro décadas, tiempo más que suficiente para hacer análisis bien fundamentados y para rectificar posturas y actitudes muy erróneas e incluso realizar profundos “mea culpa” ante los profundos daños hechos. Pero eso requiere apertura mental y una dosis fuerte de humildad, atributos positivos que no suelen ser muy frecuentes en ese tipo de colonizados mentales.
Detallar la sumatoria de incoherencias e incluso aberraciones conceptuales que tozuda e ignorantemente siguen defendiendo los proceseros y patrioteros de bandera, requeriría redactar un volumen enciclopédico. Se analizan las más relevantes y recurrentes.
El único o el principal enemigo (varía el concepto según el grado de aridez mental del opinante) para esas mentalidades momificadas, sigue siendo “el comunismo”, y sus variantes conceptuales “subversivos”, “rojos”, etc. No entienden ni razonan que hoy el enemigo principal de los Intereses Nacionales está en el sector de los globalizadores a ultranza, manipulado por el mega poder financiero transnacional y sostenido por las Potencias Atlantistas. Muchos, por malicia o ignorancia, asimilar al peronismo con el marxismo, lo cual es como mezclar agua con aceite.
Siguen mentalmente presos de premisas de los años ’70, hoy anacrónicas y en su momento sesgadas, parciales y erróneas.
Solo entienden el cerrado concepto binario amigo – enemigo, siendo incapaces de advertir y menos aun de analizar objetivamente diversos matices que plantean diversas y muy reales opciones doctrinales alternativas.
Por lo precedente, en forma harto burda e incluso necia en muchos casos, asimilan al demonizado concepto de “subversivos” y “marxistas” a toda ideología política y/o escuela económica que se oponga y por ello no se subordine al neoliberalismo; doctrina esta última que aceptan irracionalmente sin cortapisas...o peor aun, ni se lo plantean.
Seguramente como un abstruso mecanismo psicológico de autoexculpación por las aberraciones cometidas y/o apoyadas en el nefasto “proceso”,
apoyan como borregos obedientes al apátrida neoliberalismo macrista, pues este gobierno es la continuidad de aquel de 1976 y del noventista de la partidocracia cleptocrática. Es como el degenerado o el violador, que como autojustificación, supone degenerados o violadores a todos.
Con indisimulada altanería y nula autocrítica, pretenden que el pueblo les esté “agradecido”, e incluso “muy reconocido” por haber usurpado el poder en 1976 y por la sumatoria de atroces errores e incluso aberraciones de todo tipo perpetradas. ¿Agradecidos de que, de haber impuesto el neoliberalismo apátrida y genocida económico, bajo custodia de las bayonetas, con Nuestra Fuerzas Armadas operando como tropas de ocupación al servicio de los poderes plutocráticos transnacionales y de los dictados de las potencias anglosajonas?
Echan culpas totales del estado de indefensión total en que nos hallamos ahora, exclusivamente a los gobiernos civiles, pretendiendo tapar que el desguace mayúsculo de nuestro potencial de defensa ocurrió a consecuencia de la Guerra del Atlántico Sur, burda e irracionalmente conducida desde lo geopolítico, lo estratégico y lo táctico como prueba palmaria del profundo grado de colonización mental de las cúpulas proceseras y sus continuadores.
Grandilocuentemente hablan que “libraron dos guerras”, rematando el concepto afirmando “¿que más se nos puede pedir?”. Como mínimo, se les debe exigir –no solo pedir- el profundo “mea culpa” por la desastrosa conducción de ambas circunstancias de armas, pues en las dos operaron como dóciles mascotas a las órdenes dictadas por ambas potencias anglosajonas y la OTAN.
En el colmo de la colonización cultural en grado superlativo, algunos llegan a afirmar que “no existen enemigos externos, los únicos enemigos los tenemos adentro, y estamos listos para reprimirlos”. Esa estupidez no requiere mayores explicaciones.
Todos sin excepción, se dicen “muy malvineros”, pero ninguno de ellos critica las viles acciones de entrega de soberanía que vergonzosamente está perpetrando el macrismo. No saben nada de Geopolítica, ni de Historia ni de Economía, salvo rarísimas excepciones que alguna idea tienen, pero escasa y distorsionada.
Se dicen “patriotas y liberales” (algunos ni lo piensan siquiera), y los que lo dicen, no tienen ni conciencia que esa afirmación es un oxímoron sin solución. Es como decirse “varonilmente femenino”, por dar un ejemplo muy claro de una incoherencia similar.
Creen en “la santificación del uniforme”, o sea que alguien, por el mero hecho de portar uniforme, supuestamente para ellos ya merece credibilidad.
Por eso les cuesta tanto asumir que personajes como Aramburu, Rojas y Videla, entre otros, fueron simples y vulgares traidores a la patria, marionetas de los anglosajones.
No tienen ni idea que el concepto de soberanía incluye la defensa estricta de la población (abarcativo eso de la Salud y la Instrucción Pública, vivienda digna y protección integral desde la niñez a la vejez), ni que incluye también a la protección y desarrollo industrial, tecnológico, de infraestructura, y la no sumisión a los poderes financieros extranjeros por la vía del endeudamiento.
Suelen citar a auténticos patriotas que fueron militares, como Mosconi, Savio y algún otro, pero ni tienen conciencia que con sus apoyos abiertos a gobiernos ultra liberales o directamente neoliberales, actúan en contra de los principios que defendieron esos patriotas que por cierto los hubo dentro de Nuestras Fuerzas Armadas. Citar a Mosconi y Savio, mientras apoyan a Martínez De Hoz, Macri, Aranguren y Sturzenegger; es como predicar santidad desde un prostíbulo, incluso regenteándolo.
Como dijo un esclarecido amigo, “hoy, los patrioteros de bandera no solo no aportan a solucionar la crisis terminal que soporta nuestro país, son parte del problema”.
Para ser muy explícito, el citado Dr. Labaké es un referente del Pensamiento Nacional, corriente de pensamiento y acción, a la que también adherimos el amigo citado al final, y quien suscribe. O sea en las antípodas del “marxismo” o “pensamiento gramsciano” con el que con tan poca lucidez como tanta rapidez, catalogan los proceseros y patrioteros de bandera, a los que ponemos en evidencia sus profundas contradicciones e insalvables incoherencias de pensamiento.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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