ADOCTRINANDO PARA LA DISOLUCIÓN NACIONAL
El objetivo real de este gobierno, es llevarnos al como sea, a aquella Argentina de la segunda mitad del siglo XIX, primaria y subdesarrollada en lo económico; semi feudal en lo social; cerradamente dictatorial en lo político (esto último revestido de formalidades pseudo democráticas, tipo puño de acero con guante de seda); y vuelta al rol de colonia dócil en lo geopolítico.
Incluso peor aun, el objetivo de máxima es claramente completar las “tareas pendientes” de 2001, buscando la balcanización de Argentina en media docena o más de republiquetas débiles y dóciles.
Para lograr sus objetivos usa en primer lugar el engaño, con técnicas a veces sutiles y otras muy burdas, dirigiéndose a la gente como si fuese un amontonamiento de adultos con mentalidad infantil, pues a ese tipo de pensamientos direccionados al conformismo y a la fácil permeabilidad de los engaños, apunta para la manipulación mental masiva.
Busca y seduce a sectores más propensos a ser engañados, como los jóvenes “ni ni” (ni trabajan ni estudian); clasemedieros “que se creen” afines a las oligarquías (también caracterizados como “gorilas pobres”) dentro de los que hay pequeños comerciantes, empleados varios, docentes de escasa cultura general, profesionales diversos con pocos o nulos basamentos políticos (pero que suelen creer que “se las saben todas”), jubilados que se creen todo sin analizar nada, tomando como verdades absolutas todo lo que ven en la TV o escuchan en los diarios, así sean noticias tiradas de los pelos o evidentes operetas montadas a veces en forma burda; “progresías” fuera de foco rápidas para asumir “causas nobles” impulsadas desde los centros del poder financiero mundial (como el ultra ecologismo, el ultra feminismo, el abortismo ultramontano, etc.); además por supuesto de sectores uniformados intoxicados con las cerradas pautas doctrinales de la Escuela de las Américas y similares, los que de hecho perdieron toda noción de soberanía y son ignorantes parciales o en muchos casos totales, en temas básicos como Historia, Economía y Geopolítica, conocimientos reemplazados por montañas de dogmas que para sus cerradas mentes no admiten ningún análisis serio, y nunca son cuestionados.
Esos clasemedieros varios, admiran a las oligarquías sin analizar que están apenas uno o dos escalones por sobre los obreros de overol a los que suelen despreciar, mientras las minorías oligárquicas socarrona o claramente los desprecian tanto a los clase medieros como a los obreros y peones, aunque a veces lo disimulan, pues los sectores astutos de las oligarquías excluyentes saben que necesitan mantener conformes como claque dócil a la voluble clase media.
En ese mar de confusiones nada inocentemente montadas, algunos casos resultan paradigmáticos para reflejar los grados de profundidad de las confusiones instaladas en mucha buena gente. Citemos algunos de esos casos de confusos en grados superlativos.
* Profesionales y egresados universitarios, de orígenes socio económicos medios o medios bajos, que dicen “despreciar al populismo”, pero no son conscientes que pudieron estudiar gracias a la Universidad Pública y Gratuita, instituida por “el gobierno populista” de Perón. Y tampoco entienden que sus años de más claros progresos económicos coincidieron con épocas de gobiernos de orientación nacional y popular…los “populistas” que tanto desprecian.
* Integrantes de Fuerzas de Seguridad, que se salen de la vaina para reprimir ferozmente a obreros, maestros y otros asalariados que el neoliberalismo empuja a la miseria, sin razonar que pasan a ser meros instrumentos de quienes destrozan al país, con lo cual ellos (los represores) también terminan siendo afectados, antes o después, pero no lo razonan.
* Algunos de esos represores, se llegan a jactar de “poner en línea a esos negros revoltosos”, con lo cual parecería que no se miran al espejo, pues muchos de ellos son de tez marcadamente cobriza, lo cual no es malo, pero eso muestra el grado de enredos inyectadas en sus confusas mentes.
* Militares que dicen ser “muy patriotas”, pero avalan la destrucción económica generalizada, la desindustrialización feroz, la desintegración de los entes creadores de tecnología (muchos no tienen ni idea de la importancia estratégica de contar con industria y tecnología de avanzada propias), y llegan a sentirse una casta especial, libre (¿¡!?) de las adversidades en las que se está sumiendo al grueso de nuestra gente; y para peor, siguen encerrados en perimidos dogmas de los años ’70.
* “Progresías” muchas veces de violentas expresiones, que dicen odiar “al capitalismo”, a “los fachos” (apelativo que usan para todo lo que no es “progre” según sus cerradas concepciones), pero terminan siendo dóciles peones para tareas de distracción de los problemas acuciantes y perentorios.
* Cuentapropistas, pequeños y medianos empresarios y gente mayor, que de puro analfabetos políticos apoyan a gobiernos y modelos económicos que claramente perjudican al país y a ellos mismos.
El tema no se agota. Algunos comienzan a reaccionar, otros siguen prefiriendo odiar sin ton ni son.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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