RECORDANDO A UN GENERAL DE LA PATRIA
En rigor cabe recordar a dos patriotas a carta cabal, quienes pusieron sus vidas y sus mejores esfuerzos a favor de la patria, con acciones concretas dotadas de muy preclara visión estratégica y nociones muy precisas de Grandeza Nacional.
Cada uno de ellos tuvo el doble rol de ser General e Ingeniero, y ambos sumaron sus esfuerzos y sus insobornables sentimientos de patriotismo, para fortalecer la economía nacional desde el muy estratégico Sector Energético, al cual con toda lógica vieron como la piedra basal desde la cual se fortalecería todo el país y se desarrollaría nuestra industria, nuestra tecnología, y se avanzaría decididamente hacia la debida integración territorial plena; a la vez que concibieron el concepto de Patria Grande (tal vez sin llamarlo así) al proyectar sus claras acciones a todo el amplio espectro de Íbero América, e incluso al mundo, pues sus nombres y sus acciones sirvieron de ejemplo para los desarrollos de las empresas petroleras estatales de nuestras naciones hermanas y de otras incluso del mundo industrializado, como el ENI de Italia, por citar un caso.
Más aun, YPF pasó a ser el modelo y la referencia obligada de todas las empresas petroleras estatales que se constituirían en las décadas siguientes, rompiendo el nefasto oligopolio de las petroleras anglosajonas nucleadas en “Las Siete Hermanas”, como las definió Enrico Mattei en los años ’50, luego del inicialmente secreto pacto de Achnacarry, perpetrado en 1928, con el que se constituyó formalmente el oligopolio citado.
YPF se fortaleció a partir del accionar de Enrique Mosconi y su principal colaborador, Alonso Baldrich, constituidos en ejemplos de Generales de la Patria; concepto totalmente diferente al de vulgares Generales de empresa, como genialmente los definió a los Generales proceseros y a toda la caterva de generalotes (y Almirantes y Brigadieres) liberales y por ende apátridas, el historiador revisionista y gran luchador del Pensamiento Nacional, el Dr. José María Rosa.
Ambos patriotas, como tantos más en nuestra turbulenta historia, sufrieron persecuciones encarnizadas, e incluso cárcel en el caso de Baldrich, claramente por el “delito” de ser leales a la Patria y a sus elevados e insobornables ideales.
La metodología de persecuciones encarnizadas, destierros, asesinatos y todo tipo de presiones, que son la constante de gobiernos apátridas y entreguistas de nuestra soberanía y nuestros recursos, los describí en mi libro Tormentosa Argentina, al cual me remito (http://caoenergia.blogspot.com/), en mérito a la brevedad.
Hay coincidencia prácticamente unánime entre los historiadores (excepto los que la juegan de tinterillos del establishment), definiendo que el golpe de Estado de 1930 “tuvo fuerte olor a petróleo”, pues la pujante YPF molestaba a las dos petroleras anglosajonas, que no querían competencia y pretendían volver a vender combustibles y lubricantes, según precios internacionales, para multiplicar sus ganancias, en vez de ajustarse a los mucho menores costos de producción de Argentina.
El 4 de junio se cumplió un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del patriota General Ingeniero Enrique Mosconi.
Ante el feroz lavaje y colonización cultural perpetrado en Nuestras Fuerzas Armadas desde 1955 en adelante, acentuado desde 1962 y 1976, es casi seguro que los nombres señeros de Mosconi y Baldrich son totalmente desconocidos para la mayoría de los suboficiales, y muy poco conocidos para muchos oficiales, tan afectados y confusos a consecuencia de la aplicación de la doctrina de la seguridad nacional, del liberalismo rampante y de la historia mitrista que se imparte casi sin excepción en los institutos de formación militar. ¡Por algo uno de ellos homenajea al fusilador funcional a los británicos Pedro Eugenio Aramburu!
Prueba irrefutable de lo expuesto en el párrafo anterior, son los pesados y densos silencios ante las maniobras de entrega de soberanía y de destrucción nacional que con desparpajo implementan día a día los neoliberales hoy enquistados en el poder formal de Argentina.
Similares grados de desconocimiento de la Historia Argentina y del Pensamiento Nacional, suelen adolecer los sectores “progres”, usualmente fervorosos adictos a causas prearmadas por los centros del poder mundial, como el ultra ecologismo, el feminismo a niveles de paroxismo, la doctrina del género y otras de similares tenores. Suelen referenciar así sea superficialmente a Gramsci, a Marx y al Che, entre otros; pero usualmente desconocen o desprecian a referentes del Pensamiento Nacional, bajo el fácil y multifuncional calificativo de “fachos”, que muchos de ellos ni siquiera saben definir bien.
Vaya este recordatorio y los mayores respetos para los patriotas Mosconi y Baldrich, tan olvidados hoy en día.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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