ACUERDO YPF CHEVRON - APUNTALANDO EL
FUTURO CON ENERGÍA
Después
de largas negociaciones y de sortear diversos obstáculos, tal como suele
suceder en todos los acuerdos energéticos de gran envergadura, se rubricó el
acuerdo de explotación de hidrocarburos no convencionales, entre la petrolera
estatal YPF y la norteamericana Chevron, esta última una de las siete mayores
petroleras del mundo.
Por
supuesto que para un análisis exhaustivo, se debería conocer el texto y la
“letra chica” de los acuerdos, pero sin perjuicio de ello, conociendo el
contexto es factible obtener conclusiones valederas.
Después
de la muy necesaria recuperación de YPF, las tareas por realizar son enormes,
de una magnitud abrumadora, para recuperar los destrozos sistemáticos
consumados por Repsol, con la anuencia
de todo el arco político que responde al neoliberalismo, y sus claques de
ciertas “izquierdas” siempre funcionales al establishment.
De
las urgentes tareas de reconstrucción y desarrollo del sector petrolero y
gasífero, que hace un año quedaban por realizar urgentemente, como tremendas consecuencias
negativas del desmadre ultra privatista del noventismo y sus predecesores,
pueden señalarse algunas de las más evidentes.
· Hubo que normalizar la provisión de
combustibles, dado el desabastecimiento programado, claramente implementado
como maniobras desestabilizadoras por Repsol y el lobby petrolero – privatista.
Sin duda hubo una notable mejoría en esto.
· Hay que volver a mejorar la calidad
(octanaje) de las naftas y del gas oil. Seguramente eso requiere ajustes, y las
inversiones en Luján de Cuyo apuntan a ello, así sea parcialmente para nuestro
enorme país.
· La total falta de inversiones de los
“eficientes” privados, no construyó ninguna refinería nueva desde las
malhadadas “privatizaciones”. La mencionada inversión en Luján de Cuyo, es un
hecho muy positivo, que esperemos sea el primero de varios más.
Falta
aumentar los volúmenes de producción de crudo, además de gas natural. A la vez
reconstituir las reservas, literalmente saqueadas por la mencionada “eficiencia
privada”, del modelo neoliberal, tan nefasto en todos los sentidos. Las últimas
noticias indican que se revirtió la curva descendente de producción, lo cual es
interesante, sobre todo partiendo del cuadro de desmantelamiento que
evidentemente había implementado la petrolera nominalmente española,
copartícipe del enorme negociado leoninamente perverso, que fue la venta a
precio vil de nuestra petrolera de bandera.
Ubicándonos
en el contexto de una demanda constantemente creciente, tanto por la
reactivación económica, como por el notable aumento del parque automotriz, es
destacable que el consumo está siendo correctamente abastecido.
Pero
más allá de esos evidentes logros, y de la enorme importancia estratégica,
económica y geopolítica, que es volver a tener el manejo de nuestra muy querida
YPF, estaba quedando como una de las grandes materias pendientes, comenzar a
poner en marcha la explotación del gigantesco yacimiento no convencional de
Vaca Muerta.
La
tecnología para extraer hidrocarburos no convencionales permite prever un auge
de producción, hasta ahora liderado por EEUU, a tal punto que se prevé que ese
país de ser uno de los mayores importadores, pasará a ser exportador de gas
natural. Consecuentemente, las empresas norteamericanas están entre las líderes
de esta tecnología de producción de hidrocarburos.
En
nuestro país, poseedor de una de las mayores reservas no convencionales del
mundo, los agoreros de siempre, los que callaron cómplices cuando se regalaron
por migajas nuestras Empresas Estatales, y se desguazaron irracionalmente entes
importantísimos, como Agua y Energía Eléctrica y nuestros ferrocarriles (cuyas
ausencias padecemos), aducían “el mal clima de negocios” para las inversiones
extranjeras, sobre todo en áreas capital intensivas como las hidrocarburíferas,
y aseguraban que no llegarían inversiones interesados en explotar el yacimiento
de Vaca Muerta.
Ahora
que la primera inversión se concretó -lo cual es un verdadero hito positivo-,
aquellos mismos agoreros, de prédicas ultra privatistas (incluyendo los
terroristas mediáticos corporativos), viraron repentinamente a supuestas y nada
creíbles posturas “nacionalistas”…¡parecería que todo vale con tal de enlodar
logros y seguir intentando confundir a los argentinos! Y como es usual en la
política argentina, los voceros del marxismo y otros pseudos “progresismos” han
salido a hacer causa común con los ultra - liberales, todos ellos oportunistas
y siempre antinacionales.
Tampoco
puede sorprender que el ecologismo fundamentalista, con letras dictadas desde
transnacionales digitadas desde Gran Bretaña (Greenpeace y WWF – Vida
Silvestre), salga en otro tipo de operaciones de terrorismo mediático, a
intentar evitar el autoabastecimiento hidrocarburífero y el desarrollo nacional
que a mediano plazo podrá lograr la gigantesca cuenca no convencional neuquina;
tal como ese fundamentalismo ecológico se opone sistemática y arteramente a
otros proyectos valiosos y muy necesarios para terminar de salir del
subdesarrollo y continuar desarrollándonos.
En
la misma línea de “embarrar la cancha” están las acciones del muy perverso
ultra indigenismo, fomentando odios absurdos y realizando tareas de zapa para
fragmentarnos en varias republiquetas “originarias”, y a la vez para
prefabricar infinitas oposiciones a diversos proyectos tendientes al Desarrollo
Nacional. No por casualidad, más allá de algunos odiadores crónicos como
Osvaldo Bayer y otros teóricos que manipulan la sociología como factor de
disolución nacional, tras bambalinas también actúan ONGs británicas (como
Mapuche Nation), y otras más que desde el mismo origen son promovidas y
fogoneadas, como sutiles agentes de la desintegración social.
Ultra
ecologistas y ultra indigenistas son los dos brazos de las mismas tenazas que
pretenden ahogar toda posibilidad de engrandecimiento argentino, no
sorprendiendo que actúen paralelamente, en este caso para abortar la necesaria
explotación de los yacimientos no convencionales de petróleo y gas natural.
Como
la Historia Argentina enseña, ya en 1954 Perón había avanzado en acuerdos con
la petrolera California, para asegurar a YPF el autoabastecimiento, en
ventajosas condiciones para nuestro país. No por casualidad, el golpe de Estado
de 1955, promovido por Gran Bretaña y luego festejado por el propio Churchill,
abortó el proyecto, manteniéndonos atados a la dependencia del petróleo
importado.
Tan
nefastos como los siempre antinacionales liberales dogmáticos, y tan peligrosos
y perversos como los fundamentalistas del ecologismo y del indigenismo, son
ciertos curiosos “nacionalistas” que no ven más allá de sus prejuicios y de sus
cegueras conceptuales.
Pese
a todos esos opositores, ¡bienvenido sea el pronto comienzo de las tareas de
explotación de Vaca Muerta, que por los hechos, demuestra estar totalmente viva
y rebosante de los hidrocarburos que tanta falta nos hacen!
El
tema no se agota aquí.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Investigador de temas económicos
y geopolíticos
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