martes, 29 de noviembre de 2016

ENERGÍA ELÉCTRICA - UN AÑO PERDIDO
Con la ya usual metodología de “una motosierra en el quirófano” (destrozó lo que estaba en marcha, no mejoró nada y lo poco que hizo fue negativo), el gobierno neoliberal macrista, en medio de rimbombantes anuncios de “crisis energética” y de supuesta “lucha contra la corrupción”, dejó pasar prácticamente un año, sin implementar ninguna acción de fondo o ni siquiera obras menores de cierta significación, que hayan indicado un avance en infraestructura, en ninguna de las tres grandes áreas técnicas del servicio eléctrico: Generación – Transmisión – Distribución…con excepción del muy incentivado plan de “renovables”, que es una hipoteca descomunal que nos saldrá muy caro y frenará nuestro desarrollo…cuanto volvamos a tener un plan de gobierno que priorice el desarrollo y los Intereses Nacionales.
En el Sector de Generación no solo se perdió tiempo para comenzar nuevas obras, las que según la autoproclamada “emergencia energética” serían urgentísimas –y sin duda son estratégicamente muy importantes-, sino que además se pararon sin justificativos reales y concretos, varias obras de gran importancia energética, cuyos avances hubiesen dado un panorama mucho más despejado en el importante rubro de Generación, para los próximos años, e incluso para el actual en uno de esos casos.
Grotescas fueron las argumentaciones para paralizar Atucha 3 y las dos hidroeléctricas en Santa Cruz, cuyas construcciones habían comenzado y contaban con ventajosa financiación china; las que además provocaron un serio incidente diplomático con el principal socio comercial de Argentina. Además, como medida negativa claramente buscada por este gobierno adicto a los ajustes, al achicamiento y al subdesarrollo, más de 4.000 trabajadores directos resultaron afectados y/o despedidos, a consecuencia de esas paralizaciones de obras.
Semejantes brulotes de desgobierno inducido, solo fueron escamoteables al escarnio público que tan negativas medidas hubiesen provocado, en base al férreo blindaje mediático que le dan al neoliberalismo hoy gobernante, los medios concentrados dominados por los mismos poderes del oligopolio corporativo.
Semejante medida, pero en este caso sin consecuencias diplomáticas, es la injustificada demora –hasta hoy sin solución-, en el comienzo de generación de la Central Carbonífera de Río Turbio. Una turbina está instalada, y la otra paralizada en su instalación final, con lo cual se priva al Sistema Interconectado de 120 MW de Potencia disponibles pero no utilizados, y otros 120 MW que se haberse proseguido las tareas, estarían disponibles o en fecha muy cercana de terminación.
Como excusas para realizar esas paralizaciones de obras, que en sí
constituyen, por sus negativas implicancias, actos de traición a la patria, el gobierno neoliberal apeló –además de supuestos y nunca demostrados actos de “corrupción”- a las falaces argumentaciones del ecologismo cavernario, cuyo accionar es en Argentina encabezado por ONGs transnacionales británicas, a las que bajo la cobertura de un conservacionismo extremo, lo que les interesa es instalar el subdesarrollo crónico.
En la misma línea del absurdo, cabe la anulación del acuerdo con Rusia para financiar y construir la hidroeléctrica Chihuido 1 en Neuquén. En este caso Macri tensó la cuerda de las tratativas, exigiendo por dos veces una baja de la tasa de interés, lo cual motivó la cancelación de las tratativas por parte de Rusia. Además de buscar excusas para no hacer la obra, el burdo accionar de Macri muestra que el actual presidente argentino le da a las relaciones exteriores el mismo bajísimo nivel de formalidad que aplica en la actual política interna, mientras que un maestro del ajedrez geopolítico mundial, como Putin, tiene en claro que las relaciones exteriores no son burdas acciones payasescas ni de politiquería barata.
Agravando el panorama de “parate” total de inversiones en el Sector Eléctrico, las grandes usinas termoeléctricas, proyectadas como Ciclos Combinados, también fueron paralizadas, en este caso con el objetivo ya declarado de privatizarlas, o sea transferir sectores rentables a los “privados” amigos del poder…la misma “receta” que tan negativos resultados dio en los siniestros años ’90.
Se trata de las grandes usinas Brigadier López (Santa Fe), Guillermo Brown (Bahía Blanca), Ensenada de Barragán (La Plata) (*), en las cuales están funcionando dos grandes Turbinas de Gas en cada una, restando instalarse la respectiva Turbina de Vapor, para completar cada Ciclo Combinado.
Mientras no se instalen las Turbinas de Vapor (una por cada central), el vapor que emana a más de 500 grados centígrados de las Turbinas de Gas, se desperdicia venteándolo, siendo que con el equipamiento faltante, la generación total por cada Ciclo Combinado se incrementaría en 50 %, sin ningún consumo adicional de combustible.
La Potencia Instalada pendiente de concretar en las tres grandes usinas señaladas, es de 710 MW. Eso significa que se está desperdiciando la concreta posibilidad de generar 5.000 GWh/año adicionales, con cero consumo de combustible.
Dicho de otra forma, Argentina está perdiendo 1.150 millones de litros anuales de Gas Oil o combustible equivalente (en este caso gas natural), por demorar un conjunto de inversiones ridículamente reducidos si se lo compara con el “festival de nueva deuda externa” –a noviembre más de 50.000 millones de dólares- desatado en forma desenfrenada, el cual masivamente está orientado a ser fagocitado por las miríadas de especuladores que con la mayor prisa lo fugan al exterior…o lo dedican a la “timba financiera” implementada por el Banco Central, para luego de obtener suculentas ganancias, derivarlo a paraísos fiscales o cuentas en el exterior, operatoria de la cual el propio presidente y sus colaboradores podrían “dar cátedra”.
La Potencia Instalada total de las obras paralizadas o demoradas sin motivos reales, es la siguiente.
Centrales Hidroeléctricas N Kirchner y C. Cepernic 1.760 MW
Central Nuclear Atucha 3 800 MW
Central Carbonífera Río Turbio 240 MW
Central hidroeléctrica Chihuido 1 637 MW
Ciclos Combinados B. López, G. Brown, Ensenada 710 MW
Total de Potencia Instalada demorada o anulada 4.147 MW
Esa importante magnitud equivale al 12,26 % del total existente a setiembre de 2016 en toda Argentina, el cual ascendía a 33.832 MW (**).
Tal el deplorable accionar del actual gobierno neoliberal en el Sector de Generación; el cual se complementa con la promoción a ultranza de las “Energías Renovables Sesgadas” (eólicas, solares y otras), las cuales además de ser muy caras por KWh (tarifas dolarizadas, con costos ocultos en subsidios, exenciones impositivas, ventas aseguradas sin importar precios, y otras maniobras muy negativas), son energías intermitentes, por lo que NO SIRVEN COMO ENERGÍAS DE BASE. Este tema lo desarrollé en varios artículos precedentes, así como fue
analizado en notables trabajos de investigaciones realizados por el OETEC, dirigido por Federico Bernal.
Concierto de obras frenadas en once meses; mientras en los doce años precedentes, la Potencia Instalada aumentó 12.250 MW, casi 60 %, incluyendo obras estratégicas (Yacyretá y Atucha 2), que el “noventismo” (***) no pudo o no quiso terminar.
En el Sector de Transmisión (redes de alta y muy alta tensión), el “parate” del gobierno neoliberal macrista es prácticamente total, contrastando fuertemente con los 5.800 Km. de líneas de alta tensión, construidos en los doce años de gobierno de corte neokeynesiano, con lo cual excepto Tierra Del Fuego, se  interconectó a todas las provincias, se concretaron interconexiones transversales (NEA-NOA // Cuyo-Comahue) y se unificó el SADI (****) en un solo conjunto (antes existían dos sistemas no unidos entre si, el “Central” y el “Patagónico”).
En el Sector de Distribución (el que sin duda necesitaba mayores y muy rápidas inversiones, a la vez es preponderantemente manejado por capitales privados), en el cual claramente las subvenciones de los 12 años precedentes solo en mínima parte se destinaron a inversiones en líneas de distribución. Ahí está la clave principal de los cortes acaecidos y los que previsiblemente volverán a ocurrir
con los primeros calores fuertes. Pese a que son inversiones de relativa menor cuantía, y fácilmente divisibles en muchas obras pequeñas, realizables en muchos frentes simultáneos, poco y nada se hizo. Se declamó “crisis” pero no se accionó para mejorar sensiblemente las condiciones de infraestructura.
Otras acciones del Ministerio de Energía. Nadie puede afirmar que “nada se hizo”. Se adjudicaron a Shell siete de las ocho primeras compras de combustibles.
Vía Chile (que no produce) se compró gas a Shell, mucho más caro que el que pudo suministrarnos Bolivia, y muchísimo más caro que el gas nacional. En vez de YPF, ahora Shell provee combustible a Aerolíneas Argentinas. Los tarifazos de tipo salvaje, afectaron a la industria, los asalariados, los enfermos electrodependientes,
los clubes y asociaciones de barrio, las PYMES, etc., y en 2017 planean acentuarlos. YPF tuvo resultado negativo ¿paso previo a su forzosa reprivatización?, y el listado no se agota. “Eficiencia” de CEOs que pasaron sin escalas de empresas privadas del sector, a operar en el Ministerio de Energía. ¿Ley de ética…que es eso?
Faltaría consignar que entre otros muy confusos compatriotas, los
patrioteros de bandera apoyan fervorosamente todo lo actuado por el macrismo.
¿Error grosero o profunda colonización cultural en grado superlativo? ¿Puede algún auto declamado “patriota” apoyar semejantes desmanejos intencionales, contrarios al Interés Nacional?
(*) En rigor, esas usinas se ubican cerca de las ciudades mencionadas, en poblaciones aledañas.
(**) Boletín “Síntesis MEM – setiembre de 2016” de la CNEA).
(***) Neoliberalismo de los años ’90, cuyos ejecutores están integrados al gobierno actual.
(****) SADI = Sistema Argentino De Interconexión.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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