martes, 27 de febrero de 2024

 EL AUTOASUMIDO VIRREY JAVIER 1º 
Las acciones de gobierno tomadas, las que se dicen (¿amenazan?) que se van a implementar, y la auto asumida e intencional descomunal crisis socio económica en la cual se nos embretó a los argentinos, tienen, además de un dogmático y dudosamente o nada bien elaborado basamento técnico – económico de fundamentalismo anarco liberal, con sesgos dieciochescos; mostrando también un pretendido autoritarismo de corte monárquico absolutista, como en la era de Los Luises, de Francia, la cual terminó muy mal. 
Esas acciones y expresiones verbales -en muchos casos en lenguaje muy vulgar e incluso chabacano, impropio de una alta investidura-, también demuestran la intención de implementar de facto un rígido unitarismo, en cuyo contexto se pretende no tolerar ninguna opinión y menos aún ninguna acción, que no se subordine totalmente al anarco – ultra liberalismo, de pretendida excluyente vigencia. 
Esa suma absoluta del Poder Público, buscó la fallida sanción de la “ley ómnibus” (que fue calificada de burda y aberrante), y por sucesivos DNU (decretos de necesidad y urgencia), que no son necesarios y mucho menos urgentes, pero que muestran la intención de omitir las intervenciones de los otros Poderes del Estado, en particular el Legislativo. 
Sin perjuicio que es necesario analizar la conflictiva personalidad del actual detentor del Poder Ejecutivo (lo que acá no se hace), tan presto a pelearse con todos, sin medir consecuencias ni respetar las formalidades de la alta investidura que ocupa; en un contexto de lógica elemental, no se entiende que pueda agredir a los dos países con los que tenemos ¿teníamos? mayores vínculos comerciales y estratégicos, insultar al propio Papa, y a otro presidente, en sus típicos rasgos de furia verborrágica, innecesaria; y conflictivamente tomar partido en contextos de violencia que no nos atañen (Medio Oriente, Ucrania), echando por tierra la postura respetuosa y no intervencionista que caracterizó a Argentina. 
Tampoco se entiende que, debiendo ocuparse de gobernar, dedique tanto tiempo y esfuerzos a intervenir y discutir en las redes sociales en forma personal, eso además de los equipos de “especialistas” que según trascendió tiene, incluyendo los que operan en redes electrónicas instalados en la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo. Menos comprensible aun, es que el presidente, debiendo gobernar, se ocupe de polemizar, encarnizadamente, con una artista popular, como queriendo ejercer censura, o peor aún, evidenciando su escaso autocontrol, que muchas veces deriva en improperios, gruesos insultos y agresiones por doquier. 
Agresiones verbales que, entre muchas otras, hizo al Poder Legislativo, del cual él mismo formó parte. 
También es muy claro, aunque los llamados “periodistas de los medios concentrados”, u otros muy “medidos” en sus intervenciones, nunca le hagan ver lo volubles de sus afirmaciones, entre ellas su supuesta aversión a “la casta”, a la cual presuroso convocó para ser parte de su gobierno; y vinculado con eso, a quienes está haciendo pagar el costo de sus descomunales ajustes presupuestarios y los descalabros de brutales y nada justificados aumentos de precios. Tampoco parece entender, el auto asumido predicador del libertarismo, que el proteccionismo del mercado interno, es practicado muy activamente, por todos los países con vocación de grandeza, pues solo algunos, con roles de colonias económicas del poder transnacional, pueden despreciar toda protección e intervención del propio Estado en sus territorios. 
La arrastrada subordinación que demuestra el actual gobierno, respecto al Bloque Atlantista, y en particular a las dos principales potencias anglosajonas, con sobreactuaciones propias de colonia dócil, llevó al absurdo y muy negativo rechazo a formar parte del crecientemente importante grupo geopolítico del BRICS. Y no es tema menor, considerar no solo los respaldos económicos y financieros, en muchas mejores condiciones del BRICS que las vigentes en el “sector occidental”, sino también el esencial apoyo que nuestro país, recibió del BRICS, respecto al muy importante y muy sensible conflicto que la soberbia anglosajona mantiene y profundiza en Malvinas, con proyecciones al Mar Argentino y la Antártida. 
En las pretéritas épocas del virreinato, el virrey local dependía del rey, en nuestro caso, hasta nuestra independencia, del rey de España. En el caso analizado, el auto asumido (y no reconocido por los ciudadanos que no nos resignamos a ser vasallos) virrey Javier 1º, por sus farragosos dichos y por sus periplos y acciones, demuestra sumisa subordinación a varios poderes extranjeros, al menos tres, con otras tantas capitales: Washington, Londres y Tel Aviv; a la que se sumaría la cuarta, en la Unión Europea. Va al caso la enseñanza bíblica, la cual expresa (palabras más o menos), que no es posible servir a dos amos. ¡Y en este caso, son tres…o cuatro! 
Pero lo esencial es que, el pueblo argentino en general (excepto los cipayos de siempre, y unos cuantos confusos en grados superlativos), no queremos amos ni mandantes extranjeros, lo cual no implica cortar relaciones cordiales, en lo posible, con todos los países, pero en un marco de dignidad y de respeto por la soberanía nacional. MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

sábado, 17 de febrero de 2024

 ARGENTINA BAJO GRAVES AMENAZAS DE DISOLUCIÓN NACIONAL 
Tal como en otros países, con cierta sutileza y apelando al acostumbramiento del común de la gente a lo largo de ciertos períodos de tiempo, se están instalando nocivas ideas y muy negativos hechos consumados, los cuales permiten ver que están promoviendo en Argentina la disolución nacional, en formatos que ya fueron probados y perpetrados, o en procesos de consumación en otros países, y en contextos que pueden parecer muy diferentes, pero que bien analizados muestran patrones de instalaciones muy similares. 
Si bien el común de la gente puede desconocerlo, entre expertos en Geopolítica, es bien sabido que los grandes poderes financieros transnacionales (esos que son “el poder detrás del trono”, como se los definió en épocas de la supremacía mundial del Reino Unido), establecieron como objetivo a alcanzar, el debilitamiento y posterior desaparición de los Estados Naciones, sobre todo los del mundo excluido y subdesarrollado; para imponer la Globalización absoluta (léase “salvaje”) como doctrina pretendidamente excluyente del Poder Mundial. 
Eso pretende llevar a la cosificación del ser humano, y al fácil saqueo de las riquezas naturales. 
Una herramienta muy poderosa y de muy destructivos efectos, fue la imposición forzosa del neoliberalismo, sobre todo a la amplia mayoría de las naciones excluidas del privilegiado y reducido grupo de naciones plenamente desarrolladas e industrializadas. 
A los argentinos se nos impuso el neoliberalismo bajo el régimen de terrorismo de Estado, del “proceso”, en una compleja realidad en la cual las violencias de las guerrillas fueron funcionales siendo el “necesario” marco para justificar el gobierno pretoriano, ultra liberal, donde las violencias y prédicas “socialistas” de esas “izquierdas en armas”, fueron funcionales al virtual contexto de guerra civil, que el sutil analista británico Harry S. Ferns, consideró necesario para anular y destruir los notorios avances sociales, económicos y tecnológicos logrados por el peronismo (lo escribió así, casi textual). La dupla Reagan – Tatcher, formó el mascarón de proa, de la imposición forzosa de ese proceso de concentración y extranjerización de las economías de las naciones subdesarrolladas que se subordinaron a esas supuestas “modernizaciones”, que en realidad significaron industricidios masivos, desguaces estatales, proliferación de la miseria, entrega de soberanía, y en síntesis, brutales acciones de concentración de la riqueza con la contracara de genocidio económico al extender y profundizar la pobreza; además de la subordinación geopolítica al Bloque de Poder Mundial “Occidental”, del cual fuimos dóciles peones, pero muy erradamente, los milicos proceseros se auto asumieron como aliados. 
Para refutar a desinformados crónicos y a quienes dicen descreer de las implementaciones de acciones corrosivas tendientes a disolver Estados nacionales, cabe hacer un breve resumen de hechos, que no por desconocidos u olvidados, dejan de ser contundentes. 
En África, el sufrido y muy expoliado continente, son tantos los casos de países envueltos en serios problemas de violencias internas y en varios casos de amenazas externas, que una mención detallada demandaría al menos un extenso artículo. 
Pueden citarse las violencias y desguaces territoriales en la estratégica zona del Cuerno de África, pero también existen serios problemas en muchos países del extenso continente. Por caso, en la zona francófona, algunos países recurrieron a la intervención de fuerzas francesas ante situaciones de gravísimas crisis internas, lo cual además de evidenciar las debilidades acentuadas de los países “ayudados” por el poder militar galo, significaron otros problemas sociales muy serios, ante las debilidades locales y las prepotencias y hechos aberrantes de las tropas “pacificadoras”, las cuales incluyen efectivos de orígenes africanos subsaharianos, con nacionalidad francesa. 
Y como secuelas de los desórdenes y desmanes generalizados, muchos africanos intentan huir, tratando de llegar a Europa, con sus consecuencias de incontables muertes en la travesía, y de las dificultades de adaptaciones en contextos muy diferentes a los de sus orígenes. 
Libia salió de la pobreza en un contexto tribal, alcanzando a tener un nivel de vida comparable al de países europeos, eso bajo la férrea mano de Kaddafy. Pero algunas decisiones que estaban en curso de implementación, de eludir el uso del dólar y el euro, debieron molestar a los “poderes establecidos” transnacionales. 
Expertos esos centros de poder en provocar descontentos internos, hubo un contexto de virtual guerra civil. Y como sucedió en Yugoeslavia, las fuerzas aéreas combinadas de la OTAN, se entrometieron, para provocar el derrocamiento de Kaddafy, quien fue brutalmente asesinado. Como “datito”, recordemos que Libia nos facilitó equipamiento bélico, en la Guerra de Malvinas. 
Muchos de esos países de África, son considerados Estados fallidos, pero en ellos la antes exclusiva preponderancia del Bloque “Occidental” (Atlantista), está quedando en un segundo plano, ante los avances y mejores condiciones comerciales y de asistencias financieras ofrecidas por las principales potencias del grupo emergente de los BRICS. 
En Europa, la alianza “defensiva” de la OTAN, se ocupó de terminar de desguazar a Yugoeslavia, después de una cruenta guerra interna, en la cual previamente se azuzaron viejos odios históricos, raciales y religiosos, que en su momento había logrado superar Josip Broz, el Mariscal Tito, después de luchar contra los invasores germanos en la Segunda Guerra Mundial; manteniendo su autonomía en el contexto de la URSS, siendo uno de los referentes mundiales de la Doctrina de la Tercera Posición. 
Tal vez por esa postura tercermundista, el ensañamiento con que fue desguazada Yugoeslavia en siete países, hoy divididos por profundos odios, consecuencias de tantas violencias y muertes. 
En otro contexto, la pequeña pero industriosa Checoslovaquia, se dividió en República Checa y Eslovaquia, minúsculos Estados en el tablero multi estatal y multicultural de Europa, que la Unión Europea no termina de unir. Sin violencias, otra fragmentación consumada. 
En Asia, poco conocidas pero concretas fueron las amenazas de instalar divisiones culturales y étnicas, con proyecciones separatistas en el gigante chino, en su extremo occidental, con fuertes influencias de poblaciones de etnias túrquicas, idioma turco predominante y religión musulmana. Como gran potencia que es China, operó facilitando masivas instalaciones de pobladores de etnias y cultura china, en esas regiones, con lo que las amenazas de separatismo parecen haberse diluido. 
La mega potencia territorial (y geopolítica) que es Rusia, con una superficie similar a toda Sudamérica, está bajo las persistentes amenazas balcanizadoras de los estrategas que definen las líneas de acciones, de ambas potencias anglosajonas y del Bloque Atlantista. Con deliberada claridad, y con lenguaje pretendidamente retórico, afirmaron que “el mundo será mejor” cuando el gigante ruso se haya fraccionado en cuatro (o más) repúblicas independientes, al menos tres de ellas en el territorio europeo del Oso Bicontinental. 
Claro está, que a esos “think tanks” globalizadores, no se les ocurrió analizar que “el mundo sería mejor” si EEUU devolviera los extensos territorios usurpados a México. 
Con los personeros del neoliberalismo en el Kremlin, el desguace de Rusia estaba en sus comienzos de perpetración, de lo cual una de las piezas claves era la extranjerización de las poderosas empresas hidrocarburíferas. 
Esas disolventes acciones, fueron neutralizadas y anuladas, en el marco del fuerte accionar nacionalista de la actual Era Putin. Una de las medidas claves para neutralizar las acciones disolventes de zapa, fue expulsar a las ONGs transnacionales, que operan como sutiles herramientas de los intereses del Atlantismo. 
Los intentos de fragmentación y debilitamiento de China y Rusia, seguramente hubieran producido efectos de “contagios” en las naciones ubicadas al sur de ambos colosos territoriales. 
En el inestable Medio Oriente y cercanías, en su momento Iraq fue alentado a atacar a Irán, en una larga guerra de desgaste. Contaba con mucho equipamiento bélico de manufactura básicamente occidental. Después ocupó Kuwait, lo que fue la excusa para que EEUU con la OTAN y otros países, invadieran Iraq, sumiendo al antes rico país petrolero, en un caos, debiendo además soportar tropas extranjeras estacionadas en su territorio. 
Después de eso, Siria soportó violencias internas, que podían llevar al desguace territorial y la anarquía del poder. Hubo y aun hay, abiertas intervenciones de tropas extranjeras, atacando al Estado sirio. El caos general al que apuntaban las intervenciones de tropas extranjeras, fueron enfrentadas por las fuerzas armadas de Siria, que contó con el fuerte respaldo de Rusia, lo que evitó el colapso, pues iba camino a ser otro Estado fallido y/o desguazado. 
En nuestra Íbero América, además de la pobreza crónica y en varios casos las violencias internas en varias de las hermanas naciones de Centroamérica y El Caribe, siempre está latente el cuadro de “intervenciones armadas pacificadoras” de EEUU, como sucedió en reiteradas ocasiones, y algunas hace no mucho tiempo, medido con criterio histórico. 
En Sudamérica, hubo ideas separatistas en Bolivia, con tintes raciales, en la llamada Media Luna, para debilitar al gobierno de Evo Morales, dando lugar al golpe de Estado militar ultra conservador, el cual contó con apoyos e insumos del gobierno neoliberal de Argentina, para las acciones represivas a las protestas del pueblo. 
En Brasil, el rico sur industrializado y desarrollado, con población mayoritaria de orígenes itálicos y germánicos, tiene latentes ideas separatistas, con soterradas pero claras ideas despectivas respecto al norte, más pobre y con preeminencia de población de color. Por ahora, el riesgo secesionista, parece poco probable. 
También hay problemas serios en otros países de la región. 
Las amenazas concretas a Argentina son diversas, y evidencian estar en procesos de acentuación, si bien algunas se muestran esporádicamente, y otras parecen ir en constante y creciente perpetración. 
Varias ONGs transnacionales, con sedes centrales en el Reino Unido (como WWF y Mapuche Nation), o creadas allí y luego “oportunamente” trasladadas (como es el caso de Greenpeace), operan activamente en nuestro país, e incluso algunas cuentan con otras ONGs argentinas, de hecho, subordinadas a aquellas. 
Algunas promueven el subdesarrollo crónico, bajo pretexto del ultra conservacionismo; otras, bajo excusas “democráticas”, son arietes a favor de la partidocracia funcional a doctrinas antinacionales, como el neoliberalismo y el neoanarquismo del capitalismo salvaje; mientras que las promotoras del ultraindigenismo, instalando enconos insalvables de “racismo inverso” promueven el odio al blanco, con lo cual justifican acciones que, si no se les pone coto a tiempo, llevarán al separatismo. 
Es particularmente grave la situación en La Patagonia, donde el libreto instalado por Mapuche Nation (ONG con sede en Bristol y mayoría de componentes del Reino Unido), desembozadamente promueve el separatismo secesionista. Para eso, contó con las instalaciones de odios profundos, promovidos por el anarquista Bayer, con sus seguidores locales de las “progresías” siempre confusas y funcionales a los intereses anglosajones a los que dicen combatir, o al menos detestar. También operan para instalar odios profundos, los personeros del neoliberalismo, que en La Patagonia en particular, y en otras regiones de Argentina, promueven la violencia represiva extrema no solo contra el ultra indigenismo, sino también contra otros reclamos muchas veces pacíficos, en casos como los apoderamientos territoriales muy extensos, por parte de magnates extranjeros, cuyos intereses sobre vastas superficies, incluso de lagos y cursos de agua, evidencian estar en sintonía con sectores políticos neoliberales y otras fracciones claramente anti Nacionales de la política vernácula. 
En la misma línea secesionista, se difundieron las trasnochadas ideas “independentistas” de un exgobernador y conocido político neoliberal mendocino. Al respecto, debería sumar preocupaciones la casi absoluta falta de severas expresiones de repudio a tan aberrante propuesta, y a las sutiles opiniones de respaldo al secesionismo, por parte de algunos embajadores…hecho muy grave que debió motivar severas quejas de la Cancillería Argentina…pero parece que todo se omitió o se trató con vergonzosa sordina. 
Durante la crisis terminal de 2001-2002, un par de conocidas conductores de TV, con lastimeras expresiones buscaron instalar la idea del “inevitable” canje de deuda externa por extensos territorios patagónicos, y nadie salió al cruce. ¿Se extinguió el coraje patriótico, que a raudales demostraron San Martín, Belgrano, Rosas, y tantos más patriotas de pura cepa? 
El principal perpetrador de esa crisis, Domingo Cavallo, pocos años antes instaló el perverso concepto de “provincias inviables”, con un criterio excluyente claramente continuador del nefasto unitarismo achicador de territorios, de rivadavianos, mitristas y sus continuadores. 
Casi todas las dirigencias empresarias, reiteradamente expresaron sus apoyos a gobiernos liberales y neoliberales, celebrando políticas de brutales aperturas económicas (causantes directas de industricidios masivos, y pavorosos cuadros de desocupación generalizada), guardando silencios cómplices ante acciones de irracionales endeudamientos, causantes de severísimas y reiteradas crisis. 
Cierto que, a muchos de esos empresarios, más que las producciones, parecen serles prioritarias las fugas de divisas y las operetas de timbas financieras, además de la pauperización de sus trabajadores. Esas reiteradas crisis, con endeudamientos irracionales, dieron pie a prominentes personeros del poder político y financiero de EEUU, a afirmar que “ante la incapacidad de Argentina para gobernarse, debería designarse a un interventor para que les gobierne”. 
Claro está que el brutal endeudamiento con el FMI, perpetrado por Macri y sus personeros, significó una concreta subordinación a los dictados de ese organismo, lo cual claramente pisotea nuestra maltrecha soberanía, de la cual alguna vez llegamos a enorgullecernos. 
Las Fuerzas Armadas, que en períodos destacados de nuestra historia, fueron puntales en defensa concreta de la soberanía, y en ese marco entendieron y promovieron el desarrollo de sectores estratégicos y la industrialización, desde hace mucho fueron sumidas en profundas y crecientes graves confusiones conceptuales, existiendo algunos hitos históricos en los cuales se instalaron y fueron acentuándose, pudiendo precisarse al menos tres puntos de inflexión (1955-1962-1976), en los cuales la prioridad de la Defensa Nacional, se dejó a un costado, priorizando la defensa del sistema…según pautas de las potencias dominantes. 
Esa tergiversación de valores en las FFAA y FFSS, fue acentuada ante los profundos baches de formación, en disciplinas claves, como Historia, Economía y Geopolítica, en las cuales por regla general se constatan preocupantes carencias entre los uniformados. 
Claro está que, en paralelo, las reformas en las currículas de las escuelas primaria y sobre todo secundaria, fueron en buena medida causantes de la apatía, ignorancias muy acentuadas de conocimientos esenciales, y un desteñido patriotismo (suplantado por egocentrismo materialista), que parece afectar a buena parte de nuestra población joven. 
El dominio casi absoluto de los medios masivos de comunicación, de propiedad o al servicio de sectores del poder antinacional, tiende a instalar apatía, resignación y falta total de esperanza, en vastos sectores de la población. Ya lo dijo Jauretche, un gran patriota y pensador nacional: “un pueblo triste es un pueblo derrotado”. 
Ahora nos quieren llevar, a los empujones, al hoy inviable y muy negativo esquema feudal con formalismos de democracia de muy baja intensidad, que caracterizó a aquella Argentina del Centenario, en la cual de hecho éramos el apéndice dócil del Imperio Británico, con una minoría ahíta de riqueza, y el pueblo sumido en la pobreza, y buena parte del mismo en la más abyecta miseria y la desesperanza. Si lograran tan negativos propósitos, la disolución nacional será el siguiente paso. 
A la degradación nacional para transformarnos en una republiqueta dócil a intereses foráneos, -como paso previo a la disolución nacional- nos conducirán -si no lo impedimos-, la brutal crisis socio económica intencionalmente provocada por el gobierno del verborrágico presidente y sus “socios” neoliberales; con miseria rápidamente creciente. la nefasta dolarización, con pérdida de la moneda propia, la profunda crisis socio económica intencionalmente provocada, la descomunal agresión por inanición financiera del Estado Nacional a las provincias, y el desprecio explícito al pueblo argentino empujado a la pobreza y la miseria, al cual las oligarquías denominan desdeñosamente, con el apelativo impersonal de “la gente”. 
A la soberbia usurpadora del Reino Unido en Malvinas y el Atlántico Sur, se le agregan sus avances con sutilezas diplomáticas y el poder duro de la Royan Navy, en el también conflictivo tema de la Antártida, en el cual el accionar de nuestra Cancillería, muestra serias deficiencias en los períodos de gobiernos como el actual, que no se caracterizan por el patriotismo y la defensa de la soberanía argentina. El imprescindible reequipamiento de nuestras FFAA, sigue en el limbo de la total sumisión a los dictados del Poder Atlantista, con lo que se dejaron de lado ventajosas opciones de equipamiento tecnológicamente actualizado y nuevo, en buenas condiciones de financiación, ofrecidos por China y en su momento Rusia, volcándose una importante compra para la Fuerza Aérea, de material usado, con vida útil restante seguramente acotada, y tecnológicamente ya algo anticuado. 
El portazo dado al BRICS, la virtual sumisión a la OCDE (incluyendo la apertura indiscriminada del comercio exterior, con todas sus nefastas consecuencias), los caprichosos desaires a Brasil y China, insultos varios a otros presidentes y al propio PAPA, en un impropio tono de barricada, y el peligroso e innecesario involucramiento en el polvorín de Medio Oriente, muestran el cerrado sesgo ideológico de la Era Milei, totalmente impropio para el mesurado tono que es usual en las relaciones internacionales. 
Muy preocupante realidad, de muy posibles caóticas consecuencias. ¡Que El Señor, en su infinita misericordia, nos ampare y guie, librándonos de tan nefastos designios! 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

miércoles, 7 de febrero de 2024

DEMOCRACIA SIN PATRIOTISMO ES UN CUERPO SIN ALMA Democracia es un concepto que algunos parecerían acomodar de acuerdo al contexto y a sus necesidades. Es etimológicamente, “gobierno del pueblo”, pero es importante analizar su real significación y el marco en el cual se utiliza esa palabra, la cual en principio es muy simpática, diríase de muy positiva connotación. 
Es elemental analizar el ámbito real en el cual existe y se practica la democracia en cada país, pues puede ser una participación popular (del pueblo) masiva y activa, con el voto como canal de expresión; influyendo en los actos de gobierno, con apenas cierta semejanza a la democracia ateniense, pues las masivas poblaciones actuales tornan imposibles los debates que involucren a todos. Claro está que el modelo “perfecto” de democracia en la Atenas de aquellos años de los grandes filósofos, en la cual todos los ciudadanos tenían voz y voto… reservado eso para los hombres -exclusión que con toda lógica hoy sería inaceptable-; y era muy sui generis, pues como notable contradicción, era una sociedad que tenía esclavos. 
Difícil sino imposible, compatibilizar democracia con esclavitud. 
En la actualidad, y considerando las enseñanzas que da la historia, al menos de los últimos dos siglos pasados y lo que va del actual, se pueden constatar diversas tergiversaciones de las prácticas de “pureza” democrática, muchas de las cuales la alejan mucho del ideal participativo y supuestamente igualitario que se dice representar. 
Más allá de las claras presiones de la parte patronal y de los sectores “naturalmente influyentes” de las oligarquías y otros abulonados al “poder establecido”, en Argentina utilizaron el voto cantado (con el que era imposible votar contra patrones de estancia y otros personajes importantes), luego se pasó al voto secreto, en un contexto en el que era práctica frecuente cambiar las urnas o cambiar los sobres, en marcos de presiones directas en las cuales muchas veces se dirimía a tiros quienes podían o no votar, en procesos muy turbios ocultados por historiadores del academicismo mitrista pero expuestos con mucho detalle por revisionistas de la talla de José María Rosa y otros. En la década infame (1932-1943) los conservadores acuñaron el concepto de “fraude patriótico” para justificar los desmanes que perpetraban para manipular los resultados eleccionarios y seguir abulonados al poder. 
Después de esos prolongados, azarosos e impresentables antecedentes de “democracia de baja intensidad”, en Argentina se instauró un sistema de votación que se considera un muy buen modelo que evita fraudes y otras maniobras “non sanctas” en los actos eleccionarios. 
Y funcionando bien, cuesta “entender” que desde sectores ultra liberales y similares, presionen para establecer el voto electrónico, que dificultaría mucho los controles y restaría transparencia al acto eleccionario, o directamente facilitaría los fraudes, difícilmente detectables. 
Anteriormente, en Argentina, después de superada la década infame, los gobiernos de tipo oligárquico, proclives a negociados de entrega de soberanía y otros desmanes muy perjudiciales para los Intereses Nacionales, llegaron reiteradamente al poder mediante golpes de Estado, o influían fuertemente en gobiernos civiles débiles (como los de Frondizi y después Illia, que fueron derrocados por sus aciertos, más que por sus errores, que molestaban al establishment ultra conservador), ambos presidentes civiles tenían el Poder muy condicionado en el marco de la proscripción política del Sector Nacional del pensamiento político, corporizado en el peronismo. 
Ya para entonces las FFAA habían sido totalmente cooptadas, desde 1955, -con pocas excepciones- por lo más reaccionario y antinacional del contexto político argentino. De esa forma, desde 1976 las FFAA, bajo el pretexto de la violencia guerrillera, con la presión de las bayonetas, nos metieron en el antinacional neoliberalismo, dóciles a los dictados del poder financiero transnacional, y sus impulsores Reagan – Tatcher. 
Pero las técnicas de los poderes imperiales cambiaron y se adaptaron, habida cuenta del desprestigio general que en Sudamérica tuvieron los gobiernos militares. Entonces, el fraude electoral tuvo un nuevo formato, básicamente de prometer en las campañas políticas medidas de corte Nacional, con mejoras sociales concretas, para luego, instalados en el Poder Formal, aplicar medidas totalmente opuestas, con un desparpajo total que haría empequeñecer a estafadores de la mafia. 
En Argentina, el nivel de descaro de ese tipo de estafa electoral, lo perpetró Menem, quien basó su campaña en el ideario Nacional del peronismo tradicional, con invocaciones históricas al Chacho Peñaloza; pero apenas llegado al poder, se volcó totalmente al liberalismo más reaccionario y antinacional, corporizado en los Alsogaray y los privatizadores y desreguladores a ultranza, que rifaron el patrimonio estratégico nacional y afectaron muy gravemente a la industria y al desarrollo tecnológico argentino, además de endeudarnos brutalmente. 
El menemato, y su continuación, el delarruato, fueron las materializaciones de una misma descomunal estafa, que utilizó la democracia de muy baja intensidad, con las complicidades de los medios concentrados, para avalar las destrucciones socio económicas, inicialmente disimuladas por la convertibilidad, que bajó la muy alta inflación, pero acentuó la primarización de la economía nacional, ante la imposibilidad en ese contexto de devaluar para compensar los efectos negativos de la inflación, que siguió -a menores tasas pero continuamente- degradando la competitividad de nuestra economía. 
Después de los doce años de 2003 a 2015, en los que el PBI creció, los salarios reales aumentaron, bajó la desocupación, se promovió la reindustrialización y el desarrollo tecnológico, en un marco de fuerte desendeudamiento y recuperación de empresas estatales estratégicas, en un periodo no exento de errores que no pudieron opacar los muchos aspectos positivos, pero hubo falencias en la comunicación al pueblo, de los muchos logros alcanzados y de los concretos peligros de una vuelta al neoliberalismo. 
Macri llegó al poder mintiendo descaradamente, pues prometió mejoras y que no afectaría ningún derecho adquirido, afirmando con impostada suficiencia, que terminar con la inflación “es algo muy fácil de lograr”, además de prometer hacer crecer a la economía, todo eso en un listado casi interminable de falsedades y promesas huecas. Claro que contó con el apoyo total de los medios concentrados, siempre serviles a los “poderes detrás del trono”, sin omitir que algunos de esos medios concentrados evidenciarían ser de propiedad del presidente endeudador e industricida. 
Sin duda, Macri llegó a la presidencia ganando las elecciones, o sea democráticamente. Pero su gobierno fue un compendio de destrucciones intencionales, de endeudamiento sistemático como mecanismo para facilitar la fuga de divisas, con el interludio de la timba financiera promovida e institucionalizada por sus operadores del sistema financiero al que pusieron al servicio de la especulación económicamente no solo improductiva, sino muy nociva para la salud económica de Argentina. 
En síntesis, la democracia imperante en el período macrista, fue totalmente careciente por completo del más elemental patriotismo. 
O sea, formalidades democráticas, carentes de contenido y motivaciones positivas, con exclusión real del pueblo, el cual fue intencionalmente empobrecido y marginado; eso mientras se perpetraban impresentables operaciones de uso del poder, “atendiendo de los dos lados del mostrador”, como sucedió en múltiples sectores de la economía. Por caso, poner a un accionista y alto ejecutivo de Shell, a manejar la Energía; el larguísimo caso del Correo Argentino, con su concesión a una empresa de Macri, cuya abultada deuda por cánones impagos, pretendió cancelarse por monedas; los pasamanos de algún parque eólico; los aumentos en las tarifas de peajes, para aumentar su valor, previo a la venta en uno de los corredores viales más transitados…y el listado sigue; sin olvidar dichos y acciones de claro desprecio por la soberanía nacional. 
Cabe calificar como “democracia de muy baja intensidad”, la practicada durante el período macrista; un formato democrático, carente por completo de patriotismo y de respeto por el pueblo, que fue empobrecido. 
Después de eso, la tibieza y la escasa iniciativa del período “albertista”, pavimentó el camino para que el anarco libertarismo, con sus “socios” neoliberales, accedan nuevamente al poder formal, en un proceso de manipulación mental que logró que muchos jóvenes y otros cuantos confusos en grados sumos, se enfervoricen vivando medidas de genocidio económico y del proyectado desguace nacional que pretende retrotraernos al hoy impracticable y muy nocivo contexto que fue vigente en el siglo XIX. 
Dentro de los confusos crónicos, el grueso de los uniformados, cegados por el odio antiperonista instalado como supuesta “verdad absoluta” que no pueden cuestionar ni menos razonar, llegan al absurdo de aplaudir enfervorizados las medidas de destrucción sistemática e intencional que libertarios y sus socios pretenden perpetrar. Y apoyan al anarquismo, el cual por definición odia y quiere destruir al Estado, del cual los uniformados son empleados. 
O sea, avalan la destrucción del Estado, que es no solo su empleador, sino que es la argamasa que une a la Patria Argentina, a la cual dicen querer. 
Muchos se llenan las bocas hablando de democracia, pero ni se les ocurre pensar, ni menos aun entender, que la democracia carente de patriotismo, es un cuerpo sin alma; está muerta. Y como tal, está en situación de acelerada putrefacción. 
De no rectificarse pronto y profundamente, estaremos embretados en un perverso proceso que nos llevará a la disolución nacional. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos