miércoles, 24 de abril de 2013


DIARIO PRO TERMOELÉCTRICO, COMENTARIOS ECOLÁTRICOS

El domingo 21/04/2013, el matutino misionero Primera Edición, destinó dos páginas (5 y 6), a difundir con enorme amplitud un artículo y reportaje efectuado a un muy publicitado activista del ecologismo fundamentalista, tan cargado de frases y conceptos de fuertes impactos mediáticos como falto del necesario rigor científico. Es lo que en la jerga periodística se conoce como terrorismo mediático.

Este diario es el mismo que constantemente difunde artículos, comentarios y notas de fuerte tinte anti hidroeléctrico, estando también comprendido en similares difusiones de opiniones contrarias a la generación nuclear, y con ello indirectamente, al desarrollo de la tecnología nuclear argentina.

Por caso diversos artículos, que desde rebuscadas argumentaciones, supuestamente presentando “generaciones alternativas” a la hidroelectricidad que no son tales; como un largo articulo, en el que como al pasar mencionaba las consabidas energías eólica y solar (caras, ineficientes e incapaces de funcionar como bases de ningún sistema eléctrico); la geotermia (ídem anteriores, además de solo aplicables en algunos lugares puntuales del planeta); la biomasa (de muy dudosa aplicación para grandes escalas); y otras de similares cuestionables o nulas fundamentaciones científicas, e inaplicables a grandes escalas, al contrario de lo que necesita sin duda Argentina.

También ese mismo diario difundió –con profusión de fotos y efectos visibles- una osada afirmación del diputado provincial Wipplinger, descalificatoria hacia el Consejo Profesional de Arquitectura e Ingeniería (CPAIM), en cuyo artículo además de expresar profusas incoherencias en la temática energética, pretendió tratar de mendaces a bien fundamentados informes de esos profesionales. En ese mismo artículo, el audaz diputado pretendió calificarnos de falaces a quienes salimos a la palestra para defender a la hidroelectricidad como una de las necesarias palancas para el desarrollo.

Ese desafortunado artículo del diputado (del mismo grupo familiar que posee el diario citado), fue contundentemente rebatido –párrafo por párrafo- por quien suscribe, y por una solicitada del CPAIM, siendo todo ello solo contestado por el silencio. Quien calla otorga…

El patriarca del grupo empresario del diario, citó un rebuscado argumento político, poniendo a Dilma Rousseff como ejemplo. A ello acoté que tenga a Dilma como ejemplo, pues solo en la cuenca del Amazonas, Brasil tiene casi medio centenar de hidroeléctricas en construcción, en vez de la cerrada postura anti hidroeléctrica del diario. Sin respuesta.

Hay muchos más casos a citar, acerca de la tendenciosidad anti hidroeléctrica y antinuclear, efectista y fuertemente emotiva pero muy huérfana de basamentos técnicos, del citado matutino…así como de su acentuado perfil “verde” in extremis. Si bien carece de basamentos científicos, sus motivaciones tendrá, y es evidente que hoy la ecología “vende” y es “simpática”…aunque mienta y engañe.

Por otra parte, debe tenerse presente que las energías de base de todo sistema eléctrico, solamente  pueden tener tres tipos de tecnologías: hidroeléctrica, nuclear o termoeléctrica. Esta última se basa en la quema de combustibles fósiles, o sea que es la más cara y la más contaminante.

El diario, al atacar sistemática –y erradamente- a la generación hidroeléctrica y la nuclear, de hecho está favoreciendo la proliferación de más centrales termoeléctricas, insaciables devoradoras de petróleo, gas o carbón, todos ellos escasos hoy en Argentina... además de caros y contaminantes.

El grupo empresario que gerencia el diario, no puede desconocer los beneficios sociales de la hidroelectricidad, pues la inauguración de la central hidroeléctrica Urugua-Í hizo innecesarios los costosos y muy contaminantes fletes de combustibles que antes gravaban a la generación termoeléctrica en Misiones. ¡Y lo debe conocer bien, pues la empresa transportista del diesel oil que alimentaba a las costosas termoeléctricas de Misiones, es del mismo grupo empresario!

Yendo al artículo que motiva principalmente este análisis, el “especialista” utilizado para montar el artículo, carece de toda capacitación específica en temas energéticos, y demuestra su total ignorancia (o absoluta mala fe) para opinar sobre energía nuclear. El biólogo Raúl Montenegro usa el sello de goma de Funam, una ONG que actúa como un operador asociado (al servicio de los objetivos) de Greenpeace, siendo esta última una poderosa ONG de fuerte perfil fundamentalista, creada por y manejada al servicio de Gran Bretaña, amén de sus claras y fuertes vinculaciones estratégicas con las grandes petroleras transnacionales británicas, que su accionar pone en evidencia.

Existe un doble motivo por el cual Greenpeace, sus acólitos y satélites (tales los casos de Funam y de “Los Verdes”) ataquen tan ferozmente al Sector Nuclear Argentino: por ser un objetivo de Gran Bretaña volver a involucionarnos a una economía pastoril sin desarrollo tecnológico propio; y para evitar que la eficiente generación nuclear compita con la termoeléctrica, esto último por los claros nexos de los ecólatras con los intereses de petroleras y afines. Y para esos ruines fines se prestan los medios amarillistas, los que no chequean informaciones y los comunicadores mercenarios, o muy mal informados.

Ya el título es fuertemente mentiroso y con claro carácter de terrorismo mediático: en letra tipo catástrofe dice “En secreto quieren construir peligroso reactor nuclear en el NEA”.

¡Doblemente falso, pues el proyecto NO es secreto, habiendo tomado estado público hace al menos dos años, e incluso se realizaron numerosas conferencias en Formosa…y poner énfasis en su “peligrosidad” es otro de los mitos falaces elaborados por los cultures del fundamentalismo ecológico!

Es bien sabido…pero muy ocultado por los terroristas ecológicos (¿por qué…?), que el nivel de seguridad demostrado por el Sector Nuclear Argentino, está en los más altos niveles del mundo. A su vez, las centrales nucleares están entre las fuentes más seguras para generar electricidad,

Las comparaciones que el activista ecolátrico desarrolla en esa “entrevista”, al mencionar Chernobyl y Fukushima, son absolutamente burdas, irreverentemente tergiversadas y brutalmente mal orientadas

Las diferencias de escala entre la pequeña CAREM a instalarse en Formosa, respecto a los gigantescos complejos nucleares de Chernobyl (Ucrania) y Fukushima (Japón) son sencillamente enormes. En un cálculo rápido, la futura pequeña nuclear formoseña solo equivaldrá a entre un 2 % al 5 % de esos dos complejos núcleo eléctricos, tan “promocionados”.

Esos dos accidentes fueron atípicos, y prácticamente irrepetibles, y por ese motivo, por la fuerte conveniencia económica y el muy reducido impacto ambiental, tanto Ucrania como Japón están construyendo nuevas centrales nucleares. ¿Puede calificarse de tontos o insensatos a los ucranianos y a los japoneses?

Por otra parte, el caso de Chernobyl se trató de un burdo desmanejo, en el marco de la por entonces decadente URSS. Y en Fukushima, las muertes fueron consecuencia del maremoto (tsunami), y NO de la central nuclear. Por otra parte, comparar la fuerte sismicidad de Japón, con la muy estable formación geológica de Formosa, es simplemente delirante, o de muy mala fe.

Una serie de otros “argumentos” esgrimidos por el activista ecolátrico, solo entran en lo absurdo, además de demostrar gruesa ignorancia y/o mucha mala fe.

El proyecto CAREM –un real orgullo argentino, amén de un objeto de ataque para el cipayismo ultra ecológico- se caracteriza por sus altísimos indicadores de seguridad, y se decidió instalarlo en Formosa, dado que esa provincia es punta de línea del Sistema Interconectado (el SADI), y al no contar con centrales en su territorio, se suscitan lógicos problemas de calidad del servicio (oscilaciones de tensión y de voltaje). Si se paralizara el proyecto CAREM, la alternativa obligada sería montar otra usina termoeléctrica, incrementando el consumo de hidrocarburos, cargando más costos al sistema eléctrico y aumentando los niveles de polución, con la inseguridad propia de toda central operada con petróleo o gas.

¡Mientras los mismos ecólatras “miran para otro lado” lo referente a los problemas de la generación termoeléctrica, escrachan con mentiras al Plan Nuclear Nacional!

Y para esa infame tarea se prestan algunos medios periodísticos, los cuales no por casualidad son usualmente voceros de los intereses del pernicioso neoliberalismo, del “noventismo” apátrida que tanto daño nos hizo…y que tanto daño quiere volver a hacernos.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

jueves, 18 de abril de 2013


EÓLICAS SOLO EN SU JUSTA MEDIDA

 

Una de las gruesas falsedades muy repetidas en los últimos tiempos, es presentar a la energía eólica como “la gran solución”, además de “barata”, “totalmente limpia” y “sin complicaciones”. Todo eso es burdamente falso, tal como se explicará seguidamente.

La madre de esas mentiras es decir que “el viento es gratis”, omitiendo que la energía eólica no solo no es gratis, sino que es muy cara y problemática.

Partamos de la realidad que las necesidades energéticas de Argentina, Sudamérica y el mundo, son tan enormes y tan fuertemente crecientes, que no puede dudarse que será necesario apelar a todas las alternativas. Pero tal como dijeron los filósofos socráticos, y lo repitió El General tres veces presidente constitucional, “todo en su medida y armoniosamente”.

Algunos sectores de opinión, con argumentaciones fuertemente emotivas pero en nada técnicamente fundamentadas, se dedican a afirmar y repetir que con la energía eólica se puede abastecer a todo un sistema eléctrico nacional, por caso el SADI (Sistema Argentino de Interconexión). Esa afirmación, además de burdamente falsa, esconde poderosos y nada transparentes intereses económicos, además de turbias presiones geopolíticas negativas.

No es cierto que la eólica sea “la gran solución”, ni “barata”, ni “limpia” ni “sin complicaciones”, por los siguientes motivos.

·       No es técnicamente apta para operar como energía de base de ningún sistema eléctrico, pues a su aleatoriedad (los vientos no se controlan ni se “almacenan”) se le agregan las inmanejables variabilidades de la velocidad e intensidad del viento, lo que provoca permanentes oscilaciones en el proceso de generación eléctrica. Esas oscilaciones a su vez causan fuertes variaciones en la tensión, el voltaje y las armónicas del fluido eléctrico.

·       No todos los lugares geográficos están dotados de vientos permanentes. Por caso, el NEA (Nord Este Argentino) claramente carece de una capacidad eólica mínimamente interesante a los fines de la explotación energética a gran escala. Pensar abastecer desde La Patagonia al consumo del Norte Grande (NEA más NOA), es desconocer las elevadas pérdidas (normales) de energía en las líneas, en semejantes distancias. Por ello, las necesidades eléctricas del Norte Grande –cuantiosas y fuertemente crecientes- requieren fuentes de generación emplazadas en la propia región. La eólica simplemente no alcanza, más allá que su función es complementaria.

·       Los costos reales de las eólicas son muy elevados. Su falta de competitividad económica obliga a implementar generosos sistemas de subvenciones. Por caso, España está padeciendo las consecuencias de una irracional política de incentivos a ultranza de las eólicas y solares. Inciden en sus costos por KWh varios factores:

1) muy baja productividad; en promedio es necesario triplicar la Potencia Instalada para igualar –teóricamente- la generación producida por una central convencional (termoeléctrica, hidroeléctrica o nuclear);

2) necesidad de mantener como respaldo técnico una central convencional funcionando en paralelo, o contar con un denso mallado eléctrico que cumpla la misma función (todo eso es muy costoso);

3) costos de fabricación e instalación considerables;

4) complejidades y riesgos en procesos de mantenimiento y reparaciones (trabajos a gran altura, sumado a la dispersión física de las instalaciones, lo cual provoca problemas logísticos);

5) vida útil reducida (a lo sumo dos décadas), a lo que se agregan las complejidades del desmantelamiento y desguace, complicado y costoso.

·        Este hecho demuestra que no es cierto que sea una energía barata. Por el contrario, NO es competitiva, de allí los fuertes subsidios para hacerla operativa.

·       La supuesta “total ausencia de contaminación” es otra falacia impuesta por el ecologismo fundamentalista, y fogoneada por los fabricantes y otros beneficiarios de la (irracional) política de instalar eólicas “al como sea”. Fabricar, transportar, instalar, y al final de la vida útil desmontar y desguazar “los ventiladores” tiene evidentes costos ambientales (¿acaso no se gasta energía y muchos insumos para cada uno de esos procesos?). La operación tampoco es totalmente limpia, pues requiere repuestos, lubricantes y otros componentes, además de los costos ambientales derivados de la logística, complicada por la dispersión geográfica y por tener que operar en grandes alturas (riesgos laborales por realizarse trabajos equivalentes a operar en edificios de 20 a 30 pisos). Por otra parte, las eólicas son conocidas “degolladoras de aves” (las rutas migratorias coinciden con las áreas ventosas más aptas para generar energía), sus ruidos son molestos, y ubicadas en zonas relativamente pobladas, deben tener un área de seguridad de 1,5 a 2 Kilómetros a la redonda, por eventuales desprendimientos de piezas, y en zonas frías, por despedir trozos de hielo a gran velocidad y distancia. ¿Neutras ambientalmente…? En Gales la gente se opone a nuevas instalaciones de “ventiladores” y en Horspath (Oxfordshire) hubo una pueblada para impedir que se instalen eólicas. ¡Nada de eso dicen los promotores a ultranza de estas falazmente “limpias” fuentes de generación! ¿Por qué…?

·       Queda en claro que es una tecnología que implica afrontar un montón de complicaciones, lo cual significa costos (económicos y ambientales), limitaciones técnicas y operativas. Las eólicas solo pueden conectarse a los sistemas eléctricos, con el respaldo de una central convencional (para estabilizar el flujo de energía), o alternativamente con un denso mallado eléctrico. Si es con una central de respaldo, la misma deberá estar operativa, o sea que si es a gas o petróleo, deberá estar funcionando, quemando hidrocarburos, lo cual es caro y contaminante, siendo costos adjudicables a las eólicas. Si el respaldo fuese una hidroeléctrica, con seguridad se estará desperdiciando parte del caudal de agua, para generar como respaldo técnico de las dudosamente “eficientes” eólicas. Y en las vastedades patagónicas, pensar en un mallado eléctrico, solo como respaldo de “los ventiladores”, es no tener ni idea de los costos ni de las dificultades técnicas.

 

La propia Asociación Argentina de Energía Eólica, en la persona de su presidente Erico Espinadel, considera que a lo sumo la eólica puede tener una inserción de hasta un 10 % en la matriz eléctrica argentina. O sea, solo es un complemento; de ningún modo “la gran solución” como nos quieren “vender”.

En otro artículo se analizarán las motivaciones y las vinculaciones entre los intereses de las termoeléctricas, entrecruzados con las promociones a ultranza de las eólicas, y allí se podrán entender las curiosas “aceptaciones” de los ultra ecologistas, respecto a la generación termoeléctrica, así como las motivaciones de los guiños cómplices de los térmicos y petroleros respecto a las eólicas.

 
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

lunes, 15 de abril de 2013


VIGENCIA Y EXPANSIÓN DE LA TECNOLOGÍA NUCLEAR

En este momento existen 68 (sesenta y ocho) centrales nucleares en construcción en el mundo.

Los países en los cuales se construyen esas 68 centrales nucleares, son los siguientes.

 

Países                  Centrales nucleares en construcción

·       China                                               28

·       Rusia                                                         11

·       India                                                7

·       Corea del Sur                                  4

·       EEUU                                               3

·       Japón                                              2

·       Pakistán                                          2

·       Eslovaquia                                      2

·       Ucrania                                           2

·       Taiwán                                            2

·       Argentina                                        1

·       Brasil                                               1

·       Finlandia                                         1

·       Francia                                            1

·       Emiratos Árabes Unidos                1

TOTAL                                             68

 

Además de desmentir las mentiras y tergiversaciones del ecologismo fundamentalista, que pretenden “demostrar” que -supuestamente- sería una tecnología en retroceso, del análisis de esa información se pueden extraer varias conclusiones valiosas.

-         15 países, de casi docientos existentes en la actualidad (serían 194), forman el grupo de élite tecnológica mundial, que actualmente tienen centrales nucleares en construcción.

-         Dos de la UNASUR están en ese destacado grupo (Argentina y Brasil).

-         Las cuatro Potencias Emergentes del BRIC, (Brasil, Rusia, India, China) suman 47 usinas nucleares en construcción, totalizando el 69,12 % del total.

-         Tres de las cuatro Potencias Emergentes del BRIC (China, Rusia e India) están en los tres primeros lugares, concentrando el 67,65 % del total.

-         Sumando en el grupo a Rusia (país euro-asiático), Asia –el actual polo del desarrollo mundial- tiene 8 países, con 57 usinas nucleares en construcción, que representan el 83,82 % del total.

-         Las Potencias del G 7 –EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia- (que hasta fines del siglo XX monopolizaban el poder económico mundial), solo suman seis usinas nucleares en proceso de construcción, con el 8,82 % del total.

-         Se desmiente que los desgraciados sucesos de Chernobyl, Three Mile Islands y Fukushima (muy usados por el terrorismo ecolátrico como elementos de demonización) no han impedido que los tres países involucrados (Ucrania, EEUU, Japón) sigan considerando totalmente válida la opción de la generación eléctrica nuclear.

 

Dato adicional relevante es que Argentina es de los pocos países que dominan todo el ciclo de la tecnología nuclear, estando entre los “top ten” (diez líderes) mundiales en la materia.

En ese listado, no figura por ser de tecnología modular y de pequeña escala, la Central CAREM, de tecnología totalmente argentina, que se encuentra también en construcción, con demostrados altísimos indicadores de seguridad. La primera Central CAREM estará ubicada en Formosa, mejorando notablemente el factor de carga de esa provincia hermana, hoy extremo de línea del SADI (Sistema Argentino de Interconexión), que como tal necesita una fuente generadora ubicada en esa provincia del NEA.

 

Una muletilla recurrente del ecologismo cavernario es citar a Alemania y el congelamiento de su plan de construcciones de usinas nucleares. Al respecto, las cosas que no se dicen son las consecuencias negativas de la cancelación del plan nuclear alemán:

·       Que debe quemar cuantiosos volúmenes adicionales de carbón (¿ecológico?), tecnología además más cara, y con minería a cielo abierto (¿por qué allá los “ecologistas” no demonizan como acá a “esa” minería?).

·       Que dados los problemas técnicos y económicos de gran magnitud que implicaría cerrar drásticamente las usinas nucleares en uso, discretamente dejaron sin efecto esa medida, primeramente vociferada por los voceros del ultra ecologismo que allá tienen adosado al gobierno.

·       Que de urgencia debió apelar a aumentar acentuadamente la importación de gas ruso, incluyendo en ello un nuevo, costoso y dudosamente neutro (desde lo ambiental) gasoducto submarino en el Báltico).

·       Que aumentó en gran medida las importaciones de energía eléctrica de sus socios de la Unión Europea.

·       Que las muy promocionadas “nuevas fuentes” eólica y solar, han demostrado ser grandes fiascos, de muy pobres capacidades de generación, caras y problemáticas.

 

Por su parte, Japón debió dar marcha atrás con la iniciativa de paralizar sus centrales nucleares, cuando a consecuencia de los temores exacerbados por Fukushima, debieron importar de urgencia descomunales volúmenes de gas natural, dando como consecuencia el primer saldo comercial negativo en décadas.

Cabe señalar que las miles de muertes fueron consecuencia del maremoto -tsunami-, y NO de la usina nuclear afectada.

Por nuestra parte, en Argentina el neoliberalismo –aliado estratégico del ecologismo fundamentalista- frenó abruptamente el Plan Nuclear Nacional, llegando incluso a intentar desguazar y privatizar al Sector Nuclear, en ruinosos procedimientos implementados durante el alfonsinato, el menemato y el delarruato; siendo partícipes necesarios y actores principalísimos de esos verdaderos ataques a los Intereses Estratégicos Nacionales, precisamente los ocho ex Secretarios de Energía, que pomposamente se autodenominan “ex Secretarios de Energía de la Democracia” (léase partidocracia neoliberal), causantes y promotores de las crisis energéticos y del proceso de privatizaciones a ultranza de casi todo el Sector Energético Argentino.

¡Muchas gruesas verdades, que el fundamentalismo ecolátrico oculta y distorsiona!

Fuentes de datos: OIEA y otras de publicaciones técnicas y del periodismo económico – elaboración propia.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

viernes, 12 de abril de 2013


LOS HEREDEROS DE LA GENOCIDA

Además de indudable es recurrente calificar de genocida a la Tatcher, tanto que de tan repetido suena a tedioso.

Sin duda con toda lógica, a los argentinos, el solo nombre de la arrogante primera ministra del vetusto imperio, nos es profundamente repulsivo. Pero el calificativo de genocida no le cabe “solo” por su directa responsabilidad en la Guerra del Atlántico Sur, en la cual no le hizo asco destruir toda posibilidad de paz, que entre otros intentó gestar el peruano Javier Pérez de Cuellar, por entonces Secretario General de las Naciones Unidas.

Directa responsabilidad le cabe –y de seguro estará rindiendo cuentas- por las bajas de ambos bandos, del orden de cerca de 2.000 en total (649 argentinos, y por lo menos 1.300 británicos, lejos de la rebuscada y mentirosa cifra oficial de 255 muertos reconocidos por los agresores de la “Rubia Albión”), a lo cual cabe sumar los miles de suicidios inducidos por traumas de guerra en ambos sectores, más los muchos mutilados y centenares de heridos; todo eso como resultado trágicos de esa breve pero intensa guerra.

Pero los cargos a la soberbia y sanguinaria dirigente británica van mucho más allá, pues se la recuerda por doblegar con saña impiadosa a los mineros de su reino, para imponer sin ninguna consideración social el más despiadado neoconservadurismo, ideología político-económica forzada a escala planetaria, con la dupla Reagan – Tatcher como mascarones de proa, al servicio del establishment mega corporativo transnacional. Y la recesión que aqueja a Gran Bretaña y a su clara decadencia, es principal y directa responsabilidad de los conservadores, con Churchill y Tatcher como los exponentes principales.

Las consecuencias del accionar de los “neocon” (neoconservadores) son tan múltiples como negativas, pues no solo se dedicaron con brutal ahínco a destruir todo vestigio del paradigma del Estado Benefactor, sino que impusieron con la fuerza bruta del poderío militar abrumador, una nueva etapa en la Geopolítica Mundial, al pasar a la era de las intervenciones militares directas “preventivas”, eufemismo por el cual el por entonces unicato del Poder Mundial se autoconfirió la Potestad Suprema de intervenir en cualquier lugar del mundo, bajo las excusas prefabricadas para cada ocasión, con tal de doblegar voluntades y Estados Nacionales, aún con simples pretextos incluso burdos, para apoderarse de riquezas naturales estratégicas o para ocupar enclaves de renovadas importancias geopolíticas, o para hacer desaparecer a líderes “incómodos” no amoldados a los “mandatos” del neoconservadurismo globalizador.

Mediante la aplicación forzosa del llamado neoliberalismo salvaje que tanto daño nos hizo a los argentinos en el cuarto de siglo neoliberal -1976-2001 (período bien conocido pero aparentemente poco recordado en Argentina), empujaron al desempleo, la pobreza o la miseria total (según los casos), a la desesperanza, a las emigraciones masivas, a la inculcación del egoísmo social más perverso, y a la aniquilación sistemática de los Estados Nacionales; siendo con ello responsables de cuadros de caos social, destrucciones de familias, suicidios por desesperación extrema, y otros deplorables cuadros socio – políticos.

Clara y brutalmente, el establishment mundial y sus asociados locales, buscaron imponer la excluyente hegemonía de la ortodoxia económica (o sea el liberalismo económico en su más cruda versión), lo cual significa la desaparición lisa y llana de los Estados Nacionales, y con ello la imposición de la ley de la selva en lo socio económico, y de simples partidocracias cómplices y obsecuentes con los grandes poderes financieros; en vez de democracias profundamente participativas, con inserción popular y con fuerte sentido de los Valores Nacionales.

Como notables efectos secundarios, en una de esas impensadas volteretas de La Historia, a las tres décadas de obligar a casi todo el mundo a aceptar el “pensamiento único” con todas sus buscadas y totalmente previsibles consecuencias perversamente destructivas, las dos grandes potencias anglosajonas, casi todos los otros países del G 7 y buena parte de Europa pasaron a sufrir los efectos del neoliberalismo, en sus propias economías y por ello en sus propias poblaciones.

El descontrol, el desenfreno especulativo y la virtual suma del poder público económico entregado (o tomado por asalto) por las grandes corporaciones financieras transnacionales, dieron origen a gravísimos cuadros de desbalances estructurales en las economías de las otrora arrogantes potencias del G 7, grupo del cual su poderío económico fue corroyéndose y con ello se resintió claramente el antes omnímodo poder político que detentaban a escala planetaria.

Hoy el cuadro geopolítico mundial es otro, y claramente la ecuación de poder sigue volcándose hacia una multipolaridad, con crecientes importancias y roles más activos por parte de las Potencias Emergentes, una de las cuales es sin duda Argentina.

Pero resulta muy claro que en Argentina y en Íbero América, los “herederos de la Tatcher” siguen con sus tareas de zapa, buscando entorpecer los programas y modelos económicos heterodoxos, los cuales tienen al Estado como un protagonista activo, y su accionar pone como prioritarios no solo una mejoría sensible de los indicadores sociales, sino que –por distintas vías y con metodologías acordes a cada país- claramente buscan definir las Políticas de Estado que configuren las pautas conducentes al Desarrollo Socio Económico, y a redefinir los enfoques geopolíticos, en un proceso complejo que destacados analistas denominaron Nuestra Segunda Independencia.

Esos agentes del neoconservadurismo que busca reinstalar la tiranía de la globalización salvaje, siguen actuando desde distintos frentes, en un abanico de acciones que desde la Geopolítica se define bajo el concepto de Guerras Blandas.

En ese contexto, los ”herederos de la genocida Tatcher” (de los “neocon”), pueden ubicarse en diversos ámbitos.

·       Los “grandes medios de comunicación”, desde siempre operando como apéndices de los intereses extranjeros. Ya Mitre y sus acólitos lo hicieron sistemáticamente desde la segunda mitad del siglo XIX.

·       Los “analistas serios”, según prestigios prefabricados o potenciados por el establishment. No importa al efecto cuanto pudieron haberse equivocado, como tantos “expertos” en política, economía, etc., que cantaron loas al neoliberalismo, al “proceso”, al menemato, etc.

·       Los “académicos de renombre”, ídem al caso anterior.

·       Diversas ONGs “ecologistas”, “indigenistas”, derecho humanistas”, etc., las cuales o son directamente manejadas por las potencias del G 7 (en muchos casos dirigidas por Gran Bretaña), o responden fielmente a sus consignas y directivas. Greenpeace, WWF Vida Silvestre, Mapuche Nation y otras, son ejemplos claros de esas tareas de zapa.

·       Los dogmáticos del marxismo y otras doctrinas disolventes, que en función de las rigideces dogmáticas y el encasillamiento, pasan a jugar en contra de los Intereses Nacionales. El accionar del Partido Comunista Argentino y otros similares, demuestra con amplitud sus confluencias finales permanentes con el establishment, tal como la Historia Argentina lo prueba.

·       Los patrioteros de bandera, y otros adoctrinados, que por lo general ni se dan cuenta de sus acciones antinacionales, tal como han sido usados permanentemente a lo largo del siglo XX.

·       Las Fundaciones y otras instituciones que operan como apéndices de los intereses del neoliberalismo salvaje y sus ramificaciones.

·       El listado no se agota allí.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

 

domingo, 7 de abril de 2013


INUNDACIONES, DESIDIA, IMPROVISACIÓN E IMPONDERABLES

         Mucho dolor y sensación de impotencia, es lo que los argentinos sentimos ante las amargas consecuencias de las últimas lluvias en Buenos Aires y Capital Federal.

Más allá de las urgencias para dar ayuda y aliviar los dolores y sufrimientos de las multitudes de compatriotas afectados (incluyendo a los compatriotas de la Patria Grande que viven en nuestro suelo), lo razonable y que debería corresponder en un país organizado con lógicas pretensiones de grandeza, es analizar con total objetividad y rigor científico cuanto pudo haber de imponderable, de imprevisibilidad o de en cierto modo inevitable; y cuan significativos pudieron ser las causalidades provocadas por la desidia, la improvisación y la carencia de planificación.

Entre la multitud de opinólogos de toda laya (incluyendo en estos a los activistas del ecologismo ultra –revestidos de cierta ampulosa “seriedad” hueca al momento de “dar sus veredictos” de dudosas bases científicas-), algunos pocos analistas serios y dotados de los conocimientos necesarios, suministraron algunas pautas como para intentar entender con objetividad las causas reales de tan brutal desmadre de los acontecimientos, que tan costoso en vidas, bienes y dignidad humana resultó.

En ambos casos (Capital Federal y La Plata), parecerían brillar por sus ausencias los medulosos análisis y evaluaciones que con fundamentación científica deberían provenir de organismos técnicos estatales que den sus veredictos, no solo para deslindar responsabilidades –que las hay sin duda-, sino también para evitar las reiteraciones de estas catástrofes; las cuales en un marco de planificaciones científicas y de las consecuentes obras y acciones, deberían impedir o al menos morigerar en grados acentuados estas desgraciadas y dolorosas realidades. Inclusive deberían existir rigurosos protocolos de acciones preventivas, a desarrollarse automáticamente ante futuros pronósticos de otros fenómenos meteorológicos, los que sin duda se repetirán.

Las causas reales de las enormes magnitudes de esas catastróficas inundaciones seguramente son múltiples, pero de ningún modo puede aceptarse que se apele a la justificación fácil de la poco frecuente magnitud de las lluvias…”solo comparables con otra de un siglo atrás”. ¡Si sucedió, con seguridad volverá a suceder, e incluso cabe analizar si no podrá suceder con aún mayor intensidad!

Es de improvisados e irresponsables, cuando no de incapaces de ejercer delicadas funciones públicas, escudarse en tan endebles argumentaciones. ¿Acaso no se sabe que las obras –en este caso las de evacuación de los torrentes pluviales- deben preverse con un generoso margen que permita hacer frente a fenómenos de gran magnitud? ¿Desconocen los ingenieros, arquitectos y planificadores urbanos, intendentes y concejales, que las grandes obras se planifican para soportar fenómenos de intensidad poco frecuente, pero previsible? Por caso, las hidroeléctricas se planifican analizando las magnitudes esperables de las crecientes decamilenarias. ¡Nunca con el estrecho horizonte de un siglo, o poco más!

En el caso de la Capital Federal (no me gusta el ampuloso concepto de CABA, con fuerte tinte de anacrónico unitarismo, ni el de “Jefe de Gobierno” para diferenciar de sus pares a un simple intendente), ante las sucesivas y muy seguidas repeticiones de absurdas inundaciones, la culposa inacción agregada a la absurda falta de priorización de las obras necesarias, al ejecutarse otras de indudable menor importancia (o gastarse la plata en banalidades, como la carrera en el circuito urbano), resulta un cuadro patético que no admite discusión lógica alguna. Seguramente eso se agravó ante la falta de limpieza de alcantarillas y otras desidias similares, y posiblemente por carencia de planificación edilicia, cuando no por cegar espacios verdes. Y el “ofrecimiento de ayuda” a la provincia de Buenos Aires, en medio del irresuelto caos de la Capital Federal, resultó patético…

En La Plata y aledaños, es imperativo conocer cuanto del desastre pudo ser causado por deficiencias de limpieza –desidia inadmisible-, cuanto por insuficiencia de la red de desagote u otras falencias de infraestructura, o eventualmente por haberse invadido con construcciones las periferias de cauces naturales, tal vez por haberse cegado espacios verdes con cemento, u otras causales.

Cabe recordar que el correcto y bien planificado accionar humano, pudo impedir o morigerar en grados considerables, a las inundaciones que recurrentemente afectan a otras partes de nuestro territorio nacional.

Por caso, las obras de protección de la ciudad de Resistencia y aledaños, han salvado a la capital chaqueña de las inundaciones que antes eran inevitables; la limpieza y seguramente mejoras en los canales de evacuación mejoraron las condiciones de parte de la provincia de Buenos Aires; la gigantesca represa de El Chocón terminó con las crónicas inundaciones que castigaban al Alto Valle del Río Negro y tramos sucesivos del mismo río; las antes recurrentes crecientes del Paraná afectaban viviendas costeras en Posadas, obligando a movilizaciones, a crear albergues transitorios en clubes y escuelas, y a reponer frazadas, colchones, etc., mientras que hoy con la regulación del río y las obras realizadas por cuenta de Yacyretá, aquellos problemas perdieron recurrencia y parecen cosas del pasado.

Mientras que en la inundación de la ciudad de Santa Fe, confluyeron negativamente las supresiones de los aforos (mediciones) del caudal de los cursos superiores del río Juramento  - Salado (lo cual es imputable a la negligencia culposa de Marijú Alsogaray y sus acciones antihidroeléctricas, y a no remediarse ello posteriormente); a lo que se sumó la falta de terminación de las obras de endicamiento para proteger a esa ciudad.

En el caso de las inundaciones del año 2012, en los ricos campos del sur santafesino, entre otras causas fue evidente que las trazas de rutas con sus grandes terraplenes (necesarios sin duda), sumados a la exigüidad de las obras de desagües o alcantarillas (falencias de previsiones), taponaron los drenajes transformando a los terraplenes viales en diques que aumentaron los efectos negativos de las fuertes lluvias.

Planificación, bases científicas previas a las obras, y buena gestión en esos temas específicos, parecen ser las ineludibles acciones pendientes para evitar similares desgracias futuras.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ