lunes, 27 de noviembre de 2023

 ¡HAN VUELTO, SON LOS MISMOS! 
Así dijo Jauretche, con su campechana y contundente pluma, al describir la vuelta de los personeros del poder extranjero, al instalarse el gobierno de la revolución fusiladora (1955). 
Los grandes cambios, con mucha moralina pseudo patriótica y pseudo honesta, mostraron casi calcados los mismos personajes funestos que habían dado origen -con contundentes hechos probatorios- del calificativo de “década infame”, al período 1932-1943, cargado de negociados en contra de los Intereses Nacionales, y con explícita sumisión a los dictados del ya decadente Imperio del Reino Unido. 
Entre los muchos hechos vergonzosos de explícito antipatriotismo perpetrados en la “década infame” (muy liberal y “privatista”), caben citar los alevosos negociados de las concesiones eléctricas, con escasas inversiones y leoninas condiciones a favor de empresas extranjeras y en perjuicio de los consumidores; el insólito caso del funcionario de ferrocarriles británicos al que por su sumisión al imperio le dieron categoría de lord (Lord Leguizamón), y el vergonzoso discurso y el tratado de comercio (el Pacto Roca – Runciman), rubricado por “Julito” Roca (hijo del dos veces presidente), quien muy orondo expresó “Argentina es la joya más valiosa de la corona de Su Majestad”. 
Los mismos personeros de la dependencia y de la antipatria, o sus sucesores por vías familiares o de cargos del “elenco estable” del liberalismo antinacional, fueron los que “volvieron a sus funciones”, nombrados presurosamente por los usurpadores del poder en 1955. Eso, con su poderoso pensamiento y capacidad de síntesis, lo resumió el gran patriota Arturo Jauretche, con su lapidaria frase: “han vuelto, son los mismos”. 
Esa metodología de reciclar a personeros del establishment (el poder establecido) ultra liberal, anti Estado y socialmente excluyente del pueblo común, se repitió en los sucesivos golpes de Estado del siglo XX, con la excepción parcial del de 1966, en cuyos gobiernos coexistieron funcionarios de Mentalidad Nacional, con liberales antinacionales. 
Posiblemente, ese perfil diferente, más proclive a los Intereses Nacionales, tuvo que ver con las influencias positivas del economista Aldo Ferrer, del analista geopolítico General Guglialmelli, y algunos más. 
Como para dimensionar el accionar de esos patriotas, la oligarquía vacuna bonaerense presionó para paralizar la construcción del complejo ferro vial de Zárate – Brazo Largo, para dificultar la competencia de la buena ganadería de Entre Ríos y Corrientes, pero Aldo Ferrer persistió para completar esa gran obra de infraestructura. Ya avanzado el siglo XX, y con el accionar neoliberal a escala mundial, impuesto a sangre y fuego por la dupla Reagan – Tatcher, claramente se afinaron los procedimientos de manipulación mental de las poblaciones, perfeccionándose técnicas de masivos resultados, que parecen centrarse en el accionar de medios concentrados de comunicación masiva, y adicionalmente en las instalaciones de supuestas “opiniones correctas”, por medio de las crecientemente importantes influencias de las redes sociales electrónicas. 
Las manipulaciones mentales por medio de las redes sociales, perfeccionadas desde los años ’90, fueron las perpetradoras de masivas desestabilizaciones políticas en diversos países, en muchos casos con drásticos cambios en las naciones afectadas, siendo una constante que esos cambios estuvieron siempre orientados hacia el alineamiento con el Bloque de Poder del Atlantismo, cuyos epicentros de poder son ambas mega potencias anglosajonas. 
En muchos casos, esas acciones que buscaron modificaciones acentuadas en las ecuaciones internas de poder, estuvieron teñidas de sangre, en marcos de extrema violencia. 
Eso llevó a la desarticulación de los respectivos Estados Nacionales, para lo cual en algunos casos hubo acciones de agresiones directas para provocar esos cambios (Yugoeslavia, Libia, y otros en África Subsahariana), perpetradas por la OTAN o por potencias alineadas con ese bloque militar. 
En Argentina, y en cierto modo en Íbero América, el desprestigio de los golpistas militares afines al neoliberalismo, parece haber dejado a los uniformados dóciles a los poderes extranjeros, como “última alternativa” (como ocurrió en Bolivia), pasando a ser usados los conglomerados mediáticos alineados al poder neoliberal, sectores cooptados del Poder Judicial (como sucedió entre otros casos, en Brasil contra Lula, y por no citar casos más cercanos), y los accesos al poder formal, por parte de sectores ultra conservadores en lo político y antinacionales en lo económico, facilitado eso por las operaciones mediáticas, judiciales, y de los medios electrónicos. Estos últimos con mucha llegada a los jóvenes, a quienes previamente se les vació de principios éticos esenciales, como el sano patriotismo, y se les privó de conocimientos esenciales de la realidad, ante los vaciamientos de contenidos en los planes de estudios. 
Tal como describió con precisión Naomí Klein, en su libro “La Doctrina del Shock”, primero te prefabrican una enorme crisis, y luego se ofrecen los mismos como los supuestos “salvadores” o solucionadores, de los desastres que ellos provocaron. 
Los mismos que nos endeudaron con alevosía, subordinándonos al FMI, los que implementaron la especulación financiera desenfrenada como instrumento de endeudamiento externo, y el mismo economista que nos llevó a la crisis terminal de 2001/2002, junto a los mismos políticos neoliberales, que desprecian como “orcos” al pueblo común, que son los que nos metieron en un cuadro de crisis y estancamiento, esos mismos son los que hoy se presentan como los supuestos gestores de “soluciones”, de los descalabros generalizados y miseria masiva, que ellos mismos provocaron. 
Y todo ese proceso de destrucción y crisis autoprovocada, en un marco de desprecio explícito a la soberanía nacional, presurosos por desguazar o malvender extranjerizando activos estratégicos, como YPF, Aerolíneas Argentinas, el Banco Central y otros; además de arancelar la Salud y la Educación Públicas, marginando a las grandes mayorías nacionales: todo en un marco de una descomunal crisis socio económica intencionalmente en perpetración. 
Es el proyecto de retrotraernos a la Argentina semi feudal del siglo XIX, como paso previo a la disolución nacional, a la cual abonan tanto desde las “derechas” neoliberales, como las “izquierdas” de progresías sumisas a dictados extranjeros, como el ultra indigenismo, el ultra ecologismo, y otros. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

miércoles, 22 de noviembre de 2023

 RETROCESO PLANIFICADO DE SIGLO Y MEDIO – LA IMPLANTACIÓN FORZOSA DE LA PERIMIDA E INVIABLE ARGENTINA PRIMARIZADA 
Nunca fuimos “la primera potencia mundial”, burda falsedad que a fuerza de repetición buscan instalar los libertarios, ubicando ese supuesto dato, en torno al Centenario (1910) o una o dos décadas antes. 
Algo similar, y sin mayores fundamentos, es evidente que se sigue “enseñando” en los Institutos de (de)Formación Militar, en los que se exalta “la grandeza de la Argentina del Centenario”, con lo que se instala la supuesta “conveniencia” de volver a aquellos supuestos “soñados años de grandeza”, que en rigor eran de una economía sin industrias y endeudada, con mucha exclusión social muy acentuada. Tanta exclusión social hubo, que para los fastuosos actos del Centenario, la policía se encargó de sacar fuera de “la gran urbe” a los muchos pobres que vivían en las calles, a la buena de Dios, pues seguramente los gobernantes consideraban indecoroso mostrarlos a los ilustres visitantes del extranjero. 
¡Pero no era indecoroso, ni mucho menos inhumano (para esa falsa “Argentina potencia”), no asistirlos dejándolos vegetar en la pobreza más absoluta! 
Pero lo que los historiadores ultra conservadores (afines al academicismo mitrista, de relatos históricos edulcorados y groseras gruesas falsedades y omisiones) y los economistas liberales, neoliberales y libertarios omiten, es la correcta mención de todo el contexto, de aquella falaz “Argentina soñada”, de la cual se omiten con muy dudosa inocencia, los serios problemas y acentuadas limitaciones de aquel contexto de economía forzosamente primarizada (sin industrias y sin entes tecnológicos propios), y con pavorosos indicadores de analfabetismo y de miseria económica generalizada, la cual contrastaba con niveles de riqueza escandalosos, de los sectores socio económicos privilegiados. 
Eran épocas en las que los ricachones de la relativamente nueva oligarquía campera, se hacían construir en Buenos Aires o alrededores, fastuosos palacios, haciéndose traer de Europa todos los materiales (incluso los ladrillos), y los albañiles y arquitectos; mientras que la mayoría de la población vivía en tugurios miserables o en sobrepoblados conventillos, con una familia entera hacinada en una sola habitación, y con uno o pocos baños compartidos. 
También en esos años de acentuados contrastes sociales y económicos, muchos sobrevivían malamente en las calles, o incluso tomaban como viviendas temporarias los grandes caños que se importaban de Europa, para ser usados en los sistemas de aguas corrientes y cloacas, que después se construirían. 
De esas pobres gentes que habitaban en los caños, surgió el calificativo despectivo de “atorrante”, pues la marca del fabricante de esos caños, impresa en los mismos, era “A. Torrant”. 
La creatividad del lenguaje coloquial incorporaba nuevos términos, que de alguna manera marcaron características de esos años, los que de “soñados” tenían muy poco, excepto para la ínfima minoría ahita de riquezas. 
Por la cerrazón mental de mantener el contexto de liberalismo extremo, sin protección arancelaria alguna y sin incentivos para la industrialización, Argentina desperdició una irrepetible coyuntura mundial favorable, con altos precios para las materias primas alimenticias que producíamos, período que duró aproximadamente desde 1890 a 1914, cuando estalló la Primera Guerra Mundial, cambiando drásticamente las condiciones del comercio mundial y sus prioridades. 
Si bien en esos años, el PBI argentino era destacado en el contexto mundial, la situación social no era nada acorde a esos niveles de riqueza, los que por cierto no “derramaban” (palabrita usada por los liberales), al conjunto de la población, la cual en su mayor porcentaje sobrevivía malamente en la miseria crónica. 
Y nuestra economía era excluyentemente primaria, sin industrias, en las antípodas de ser una supuesta “potencia” mundial, además con todo el interior postergado. Cierto que venían muchos inmigrantes de Europa, pero también muchos de ellos volvían a sus países de orígenes, ante la falta de trabajo y la imposibilidad de acceder a la propiedad de la tierra, la cual había sido acaparada por el centenar o poco más de familias acomodadas. 
Si los inmigrantes querían trabajar la tierra, y no se contentaban con ser peones asalariados de los mega terratenientes, debían someterse al sistema de arrendamientos rurales, muchas veces en contratos de cortas duraciones, lo que atentaba contra las necesarias mejoras para dar mayores productividades a los campos. 
El sistema de arrendamientos rurales, dio lugar a muchas iniquidades, las que afloraron con fuerza al producirse El Grito de Alcorta, en 1912, con masivas protestas en diversos lugares de la Pampa Húmeda. Esas protestas fueron reprimidas, incluso perpetrándose el asesinato de uno de los abogados que habían asumido la defensa de los arrendatarios. 
Ese contexto de economía forzosamente primarizada, que los dueños del poder político se negaban a modificar, ya resultaba insuficiente para la población argentina de esos años, que según el censo de 1914 no alcanzaba a 7.900.000 habitantes. ¡Mucho menos esa economía podría dar trabajo a 47.000.000! 
Esa involución forzosa a la supuesta “Argentina soñada” que predican sectores de grandes terratenientes añorantes del poder omnímodo del que disponían, solo provocará miseria, desocupación masiva y caos general; involución que es propuesta, contra toda lógica de grandeza nacional, por sectores políticos afines al neoliberalismo y al anarco capitalismo libertario. 
Por otra parte, esos promotores de la involución socio económica forzosa, omiten la contundente realidad de múltiples ejemplos de países desarrollados y con buenos niveles de vida, los cuales solo se alcanzan con Estados Nacionales activos, que promueven el desarrollo tecnológico e industrial, lo cual es totalmente incompatible con el totalmente inviable y destructivo esquema de ultra liberalismo, de desprotección total de nuestras industrias, del cuidado de Empresas y Entes Estatales de altos valores estratégicos (como YPF, el complejo de Vaca Muerta, Aerolíneas Argentinas, el estratégico Sector Nuclear, el Conicet, el correcto manejo estatal de las grandes generadoras de energía, los apoyos concretos a los entes tecnológicos, y el fuerte efecto multiplicador de las grandes obras públicas, además del cuidado de nuestra población mediante la Salud Pública y la Educación Pública, gratuitas de calidad para toda nuestra población, etc.). 
Nadie puede construir un futuro de Grandeza Nacional, desde un esquema de destrucción generalizada. Y menos aun con políticas de mayores endeudamientos, con los mismos gestores que nos metieron en la mayor deuda externa de toda nuestra historia. 
Nada bueno puede hacerse sin el ejercicio de soberanía, perder la moneda propia es destruir soberanía. Controlar al Sector Financiero mediante el Banco Central, también es esencial para la soberanía nacional. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

viernes, 17 de noviembre de 2023

 ANTE ABERRANTES EXPRESIONES DE LIBERTARIOS, DENSOS SILENCIOS DEL ULTRAECOLOGISMO 
Habitualmente verborrágicos denunciantes y agresivos comentaristas, en temas ambientales, llaman la atención los densos silencios de todo el arco de militantes del ultraecologismo, ante indefendibles y aberrantes expresiones de referentes libertarios, totalmente opuestas a elementales principios de conservacionismo ambiental. 
A la osada afirmación en “defensa” de los “derechos de las empresas, de contaminar los ríos” del incontenible verbal candidato presidencial, le siguió la “iniciativa” del ultra liberal Benegas Lynch, de privatizar ríos y el mar, con libre disposición de los recursos económicos de ríos y mares, por quienes resultarían “beneficiarios” de tan insólitas “privatizaciones”; las que además de fácticamente impracticables, demuestran la repulsión de los libertarios, a elementales conceptos de soberanía nacional, en la cual no solo no creen, sino que desprecian abiertamente, pues evidencian ser gestores activos de la desaparición total del Estado Argentino. 
A la aberración ambiental de “contaminar libremente los ríos”, claramente nada le importan los perjuicios al ser humano y al entorno natural que se perpetrarían. 
Eso es como fumigar glifosato u otros venenos, para favorecer la soja y otros cultivos, sin importar la multiplicación de casos de cánceres en las poblaciones aledañas, en particular a los niños y jóvenes que viven o concurren a escuelas junto a sembradíos fumigados. 
La “iniciativa” de “alambrar los mares” (figuradamente), implicaría entre otras aberraciones, la libertad total de matar ballenas y depredar el mar, sin importar conservar el ecosistema y preservar atractivos turísticos, como el avistaje de ballenas. 
Posiblemente, el ultra privatista y dogmático liberal que propuso tan insólita “privatización de las aguas”, se haya inspirado en las masivas apropiaciones de enormes extensiones de campos, que se hicieron y fomentaron en las presidencias de Mitre y Sarmiento, en procesos por los cuales un centenar de familias (o poco más), pasaron a ser grandes terratenientes, lo que originó la muy conservadora y anti industrial oligarquía campera…pero parece que no advirtió que ríos y mares tienen características morfológicas muy diferentes a la Pampa Húmeda y La Patagonia. 
Lo notable de todo eso, es el estruendoso silencio de las por lo general muy activas ONGs transnacionales Greenpeace y World Wildlife Foundation (en Argentina Fundación Vida Silvestre), así como las varias ONGs “argentinas”, que operan siguiendo los “libretos” de aquellas. 
Ambas poderosas transnacionales del ecologismo, fueron creadas en y por el Reino Unido, y sus accionares muestran improntas vinculadas con intereses estratégicos del viejo imperio, en particular en operaciones para impedir o frenar los desarrollos industriales y tecnológicos, para prolongar el subdesarrollo crónico, tal como revelan sus prédicas y operativos, siempre con gran despliegue mediático. 
Nada dijeron, ante las brutales e indefendibles afirmaciones de los libertarios. Pero eso no parecería casual ni unas simples anécdotas, si no se constatara que esos mismos verborrágicos líderes libertarios, mostraron sus adhesiones y subordinaciones ideológicas respecto al accionar de Tatcher, responsable directa del hundimiento del ARA General Belgrano, y tenaz opositora a la iniciativa de evitar la guerra, propiciada por el diplomático Pérez de Cuellar y otros amantes de la paz. 
Razonando en castizo simple y directo, esas dos transnacionales del ecologismo cavernario, guardaron total silencio ante las brutales afirmaciones contrarias al sano conservacionismo ambiental, no atacando a los libertarios que demostraron subordinación ideológica respecto a referentes principales del accionar imperial del viejo imperio, en particular la instigadora de la guerra y consecuentes muertes, Margaret Tatcher. 
Estas claras conclusiones, no parecen ser advertidas por los medios concentrados, ni por otros confusos varios, en grados superlativos, como los uniformados que viven encerrados en perimidos y erróneos dogmas de los años ’70, que se siguen inculcando, cuan supuestas “verdades absolutas”, tan burdas que no resisten ningún análisis bien fundamentado. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

domingo, 12 de noviembre de 2023

 EL LIBERALISMO ECONÓMICO COMO PRETEXTO PARA EL SUBDESARROLLO PERMANENTE. 
La doctrina económica liberal, también llamada doctrina clásica, fue publicada por Adam Smith, a fines del siglo XVIII, en el mismo año (1776) de la independencia de EEUU. Fue un texto claramente elaborado en función de las necesidades del viejo Imperio Británico, el cual por esos años ya tenía en pleno desarrollo su potencial industrial y tecnológico, con lo cual pretendía ser el excluyente taller del mundo, teniendo como proveedores dóciles de materias primas al resto de las naciones, y a las colonias que tenían en África, Asia, América y El Caribe. 
Ese desarrollo industrial, tecnológico y de logística, no fue casual y menos aun consecuencia de “los mercados”, de “los privados”; pues es muy claro e irrefutable desde la verdad histórica, que todo eso se consiguió en base a un fuerte y permanente accionar estatal de Gran Bretaña, con fuerte intervencionismo, respondiendo a Políticas de Estado, las que buscaron -y lograron-, la supremacía mundial total, la cual se mantendría incólume hasta la Era Victoriana; o sea poco más de un siglo en el cual “La Rubia Albión” lideró sin competencia alguna, a escala planetaria. 
Adam Smith, el creador de la Doctrina Clásica de Economía, no tuvo ningún prurito en tergiversar o acomodar sus conclusiones, pasando por sobre evidencias contundentes, que refutaban su instrumento académico pergeñado claramente al servicio de los intereses del Imperio. 
Nada dijo que un poderoso instrumento para el desarrollo económico británico, fue que, como política de Estado, se apoyó la creación y consolidación de una enorme flota mercante, de propiedad y con marineros británicos, la cual estaba apoyada por la muy poderosa Royal Navy, la marina de guerra; ambas las mayores del mundo, al menos por un par de siglos, hasta el período de interguerras mundiales, en el siglo XX. Intervencionismo estatal puro y duro, lo cual contradecía el ultra privatismo del liberalismo económico. También la captación de hábiles artesanos, de técnicos diversos y otros trabajadores especializados (para esas épocas), y burguesías industriosas y comerciantes, provenientes de otros lugares de Europa, todo eso respondió a un fuerte accionar estatal, sin el cual no se hubiese dado la fuerte eclosión tecnológica, científica y económica, en las que se basó el rápido proceso de desarrollo técnico y económico británico (del Estado devenido después en el Reino Unido). 
En 1703 se rubricó el Tratado de Methuen, por el cual Gran Bretaña se comprometió a comprar toda la producción de los excelentes vinos portugueses (que los lusitanos hubieran podido vender a otros mercados con facilidad), además otras materias primas y productos básicos, a cambio de la total apertura de Portugal, a los productos manufacturados británicos. 
Todo eso tuvo pésimas consecuencias estratégicas para Portugal, pues esa política de “aduanas abiertas” para las producciones británicas, impidió el desarrollo industrial y tecnológico propio, de Portugal, que vegetó atado a la economía primaria, desde el siglo XVIII, hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando el pequeño país lusitano fue finalmente aceptado en la Unión Europea. 
Ya en el colmo de las tergiversaciones, o practicando hipocresía pura, Smith afirmó (muy suelto de cuerpo), que el Tratado de Methuen “perjudicó a Gran Bretaña” …exactamente al revés de la evidente realidad. No se preocupó en probar dicha osada afirmación. 
El liberalismo económico se montó sobre dogmáticas afirmaciones, como el mito de “la mano invisible de los mercados” … la cual supuestamente solucionaría todos los problemas y evitaría las crisis económicas. 
De nuevo, la realidad, con su irrefutable contundencia, echó por tierra esas falsas y disparatadas afirmaciones, que los grandes poderes imperiales buscaron y buscan tapar con montañas de palabreríos huecos y falsas afirmaciones, para desviar la atención de crédulos y mal informados; falsedades sobre las que se montan los personeros de los Intereses Creados Transnacionales, revestidos con ropajes liberales, neoliberales, o anarco libertarios…mientras que cuentan con fuerzas de choque de progresías fuera de foco, manipulables por creencias dogmáticas supuestamente “de avanzada”, pero que son funcionales a aquellos Poderes Transnacionales. 
Ya a mediados del siglo XIX, el economista alemán Friedrich List, destrozó la sumatoria de falacias liberales, en su contundente libro Sistema Nacional de Economía Política, cuyos sólidos fundamentos fueron la base doctrinaria para las “desobediencias” al dogmatismo económico liberal, que fueron practicadas por Alemania y EEUU, desde los años ’70 o poco antes, del siglo XIX, para sus poderosos procesos de desarrollo e industrialización, en base a los cuales para la época de cambio de siglo (1900), ambas nuevas potencias industriales estaban superando al Reino Unido, por volúmenes de producciones y por desarrollos tecnológicos. 
Todos los países que sucesivamente salieron del subdesarrollo y se industrializaron, lo hicieron en abierta oposición a las “leyes” y dictados económicos de la perniciosa doctrina liberal. Y todos ellos tienen Estados fuertes, con políticas intervencionistas y reguladoras, independientemente de cual sea la Orientación Política que sostengan y apliquen. 
Hoy cabe afirmar que además de los perfiles económicos “clásicos” teóricos de capitalismo ultra privatista y comunismo ultra socialista, existen diversas formas de Capitalismo de Estado, tantas como naciones que las practican. 
Aun las naciones o bloques de naciones, que claman y predican el “libre mercado”, son fuertemente intervencionistas, como lo son los de la Unión Europea, el Reino Unido, Japón, Corea Del Sur e incluso EEUU, entre otros pocos más; y así lo son, a sus modos propios, pero notablemente exitosas, las Potencias Emergentes del crecientemente poderoso grupo de los BRICS, sin agotar el listado de naciones que practican diversas versiones del Capitalismo de Estado. 
No puede sorprender que, las potencias aglutinadas en el Bloque Atlantista, prediquen y presionen para imponer el modelo de crudo liberalismo absoluto, y más aún, de las perniciosas prácticas del neoliberalismo (versión recargada del liberalismo dieciochesco), pues esas presiones fuertes y desembozadas, son componentes esenciales del Neocolonialismo del Siglo XXI, al cual pretenden subordinarnos mediante acuerdos de “libre comercio” (léase de desindustrialización asegurada para nosotros), mientras que con esos y otros instrumentos de presión buscan transferirnos sus crisis y volvernos dóciles proveedores de materias primas, adquiridas a precios viles o poco más. 
Tales casos de acuerdos de “libre comercio” que nos quiso imponer EEUU con el ALCA (rechazado en la Cumbre de Mar Del Plata), y el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, que ahora presionan fuertemente para someternos a él, con las complicidades de personeros locales del neoliberalismo salvaje, estos últimos, constantes promotores de nuestra desindustrialización. 
Otra herramienta del Bloque Atlantista, para frenar o destruir nuestro desarrollo, es la imposición de políticas ultra ecologistas, montadas sobre la excusa del cambio climático… del cual son principalísimos responsables las grandes potencias económicos, ¡de ningún modo el mundo subdesarrollado! 
Varios economistas de renombre, refutaron los dogmatismos del liberalismo económico, entre ellos el argentino Aldo Ferrer, Thomas Piketty, Ha-Joon Chang, entre otros; el último de ellos con su breve y contundente libro, de muy claro título: “Quitando la Escalera”, el cual grafica que las potencias industriales pretenden impedir nuestro desarrollo, quitándonos las herramientas que ellos usaron para salir del subdesarrollo. 
Como claros ejemplos del doble discurso de las potencias supuestamente “liberales privatistas” en sus propias economías, cabe citar seguidamente algunos de los muchos casos, (pues citar todos nos llevaría a redactar una enciclopedia del doble rasero de esos intervencionistas en sus economías), que nos quieren imponer enanizar nuestros Estados, para desregularnos y destruir nuestros desarrollos sociales, industriales y tecnológicos, llevándonos al subdesarrollo crónico. 
• Las tareas de exploración y explotación de gas en Alaska, incluso en el Ártico, contaron con fuertes respaldos estatales de EEUU. 
• La exploración espacial, no se hubiera concretado, sin la NASA, ente estatal. Lo mismo respecto a las Agencias Espaciales de la Unión Europea, de Rusia, China e India. 
• Francia, manejada por personeros del establishment europeísta, predica y presiona por imponernos políticas ultra liberales …pero en lo interno practica fuerte proteccionismo con poderosas subvenciones estatales, para mantener sus producciones agropecuarias, a costos mucho más elevados que si importaran esos productos. Pero prioriza lo nacional, en base a objetivos de estrategia geopolítica, y al mantenimiento de la mano de obra y empresas que dependen de esas actividades. 
• La Francia de posguerra, bajo la conducción del “Gran Charles” De Gaulle, estatizó o mantuvo en la égida estatal, o adquirió el Estado parte de las acciones, de varias empresas consideradas de importancia estratégica, para evitar que sean absorbidas por el expansionismo financiero de EEUU, la gran potencia excluyente de esos años. Eso sucedió con Renault, Matra-Mirage, Air France, PSA (Peugeot-Citroën), Airbus, las Empresas Energéticas, y otras. Como referencias, los aviones Mirage y Super Etendart, y los misiles Exocet (de destacadas actuaciones en la Guerra de Malvinas (o del Atlántico Sur), fueron y son producidos por Empresas del Estado. Pero Francia y Alemania, como principales potencias de la UE, nos presionan para volvernos a la inviable Argentina pastoril – semi feudal, del siglo XIX. 
• China e India, superaron los horrorosos cuadros de recurrentes hambrunas, pasando a gozar de superiores niveles de vida, y a ser poderosas Potencias Emergentes, en base a fuertes intervencionismos de sus respectivos Estados, permitiendo y fomentando inversiones privadas propias y extranjeras, pero con sus Estados activamente presentes para priorizar los Intereses Nacionales. 
• Rusia salió del cuadro de crisis profunda que la iba llevando a la disolución nacional, de la mano de fuertes políticas estatales, implementadas desde el cambio de siglo. 
• Brasil basó su muy fuerte y persistente desarrollo, facilitando las inversiones y radicaciones de empresas industriales, bajo fuerte intervencionismo estatal en sectores claves, como el de la Energía, concretando un enorme plan de desarrollo hidroeléctrico, para proveer el vital fluido a sus industrias y a su pueblo, a la vez que buscó limitar las cuantiosas importaciones de petróleo, en décadas en las que aun sus producciones de petróleo y gas eran muy reducidas, en función de su enorme mercado interno. 
• Los muchos ejemplos del tema, no se agotan en ese breve listado. 
Volveremos a analizar aspectos conexos del tema, siempre si Dios quiere. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos