miércoles, 20 de noviembre de 2013


INCONSISTENTES AUDACIAS ANTIRREPRESAS

 

A fines del año 2011, el diputado provincial Claudio Wipplinger, utilizando los amplios espacios que de seguro tiene a disposición discrecional en el matutino de propiedad familiar, lanzó una andanada de agresivos conceptos, referentes a la Temática Energética, en los cuales con notable osadía, pretendió descalificar fundamentadas opiniones de reconocidos profesionales de la ingeniería y al propio CPAIM (Consejo Profesional de Arquitectura e Ingeniería de Misiones), y también a cuantos opinamos del tema con visión científica; incurriendo no solo en huecas y burdas palabrerías, sino cometiendo gruesos errores técnicos, propios de quien opina sin conocimientos.

Contra toda lógica científica y técnica, el citado político trazó un panegírico tan grandilocuente como falaz, acerca de las posibilidades de las “energías renovables” (particularmente de la eólica), además de los supuestos e indemostrables potenciales para reemplazar usinas convencionales, entre ellas las hidroeléctricas. Y como datito complementario, dos años atrás mencionó como otra “gran solución” a alguna pequeña usina alimentada con biomasa.

Cabe precisar que –SEUO-, el verborrágico legislador carece de estudios superiores, y menos aún en alguna carrera vinculada con las ciencias duras o la economía, y por su pobreza técnica y conceptual, es más que dudoso que sea un autodidacta, además de lo cual no acredita experiencia concreta alguna en el tema energético. Entonces…¿en carácter de qué opina?

Ante la audacia revestida de supuesta y nunca demostrada sapiencia, y con el riesgo que mucha buena gente pudiera creer semejante nivel de desatinos técnico – energéticos, contesté aquellas desafortunadas expresiones del legislador, con una clara y contundente nota, que tuvo amplia difusión, tanto a través de amplios contactos electrónicos, como por medio de diversas publicaciones que dieron cabida a mi artículo.

Poco tiempo después, por medio de una muy cuidadosa solicitada, difundida en los diarios de mayor circulación de la provincia, el CPAIM también le puntualizó los groseros errores cometidos por el legislador, en su desafortunado (o desatinado) autorreportaje.

Las muy fundamentadas objeciones de ambas respuestas (la mía y la del CPAIM), no pudieron ser rebatidas por el improvisado opinante – legislador. Pero en cambio, desde ese momento –mutis por el foro- no volvió a incurrir en la incoherencia de presentar a la energía eólica como “gran solución”.

Pero pese a los varios reacomodamientos políticos que con ductilidad implementó el legislador al partido político local que dirige y maneja, en algo permaneció constante: sigue siendo claro adherente al neoliberalismo “in extremis”, ese que en Argentina se lo califica como “noventista”, dado que esa década de muy triste recuerdo fue la de la tiranía más cruel de los poderes financieros transnacionales, aliados a lo más reaccionario de las oligarquías locales.

Y como neoliberal que evidentemente es, asume una de las constantes principales de esa corriente de pensamiento: su agresiva (y nada fundamentada) postura anti hidroeléctrica, complementada con su “guiño” favorable al  fundamentalismo ecologista cavernario (ataques constantes al desarrollo energético hídrico y nuclear; “olvido” de políticas claras de desarrollo; búsqueda febril de “alternativas” energéticas sucesivamente desmoronadas por carecer de bases científicas; fraseología que exalta “el conservacionismo” aunque los hechos los desmientan; etc.).

En ese contexto de neoliberalismo a ultranza, volvió a opinar con notable ligereza, reiterando sus ataques a los proyectos hidroeléctricos binacionales argentino-brasileños, esta vez omitiendo su anterior postura pro eólica (defenestrada por su insanable inconsistencia), pero ahora “sacando de la galera” otra supuesta “solución”, explicitada con la habitual superficialidad y supuesta contundencia.

En lo que parece ser la última carta de los antirrepresas a ultranza, el opinante exalta como “gran solución” a la generación térmica en base a biomasa, concretamente proponiendo que Misiones sustituya a las grandes hidroeléctricas, con usinas movidas con residuos de la madera.

Notablemente, omite por completo los temas esenciales, enunciados seguidamente, que analizados con rigurosidad y seriedad, cuestionan muy seriamente o invalidan, la supuesta “gran solución” de la generación eléctrica en base a biomasa.

-         No menciona los costos y los problemas logísticos de esas pequeñas o medianas usinas a biomasa. No analiza las cortas vidas útiles que influyen negativamente.

-         Omite los problemas de estabilidad eléctrica que ocasionaría una variedad de pequeñas usinas interconectadas, ni como se coordinarían los despachos de cargas.

-         Supone “ecológicas” a las quemas masivas de residuos maderables, con sus consecuentes poluciones y la pérdida definitiva de nutrientes del suelo, destruidos en el proceso de incineración, previamente extraídos por las forestaciones.

-         Nada dice de las nefastas consecuencias de agigantar el “desierto verde” formado por las reforestaciones, que se deberían multiplicar para abastecer la matriz energética bio dependiente que propone. Peor aún sería que se destroce el escaso bosque nativo que aún supervive.

-         Soslaya que cada una de esas usinitas, solo podría inyectar al sistema entre el 33 % y el 50 % de su propia generación, dadas las demandas de autoconsumo de aserraderos y similares; con lo cual el abastecimiento del sistema interconectado estaría muy condicionado.

-         Nada dijo acerca los volúmenes de maderables que deberían consumirse por año, los cuales se estiman en el orden de 3,6 toneladas por MWh-año.

-         Para generar los enormes volúmenes de electricidad propuestos, se necesitaría disponer de 20.550 ha/año. Pero como en tal caso sería necesario reforestar aceleradamente, y el plazo de crecimiento forestal (tiempo de crecimiento de pinos o eucaliptus) es de 18 años, por cada ha. en proceso de corte se necesitaría tener 18 has. en crecimiento. Eso significa que 369.903 has. de nuestra pequeña provincia, deberían estar afectadas a mantener esa dudosamente racional “alternativa” de generación. Y aún no aclaró el diputado – opinante, como detendría la consecuente degradación de los delicados suelos de nuestra provincia.

-         No considera los notables beneficios operativos para los sistemas eléctricos de Argentina y Brasil, que serían consecuencia de Garabí – Panambí, al incrementar los intercambios compensados de Potencia y Energía, factibles por las diferencias horarias en los picos de cargas de ambos sistemas.

-         Omite la enorme importancia geopolítica que significa incrementar significativamente las integraciones de Argentina y Brasil, lo cual a la vez fortalecerá al MERCOSUR y la UNASUR.

Pero este último punto es básicamente geopolítica aplicada, y tanto los ultra liberales, como los marxistas y anarquistas, desprecian todo lo concerniente a los Intereses Nacionales (incluyendo los de la Patria Grande), pues son apátridas por definición.

Hay más observaciones a las últimas desafortunadas expresiones del diputado antirrepresas, que no se detallan ahora en mérito a la brevedad.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Investigador de temas económicos y geopolíticos

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