SOCIALISMO - ESA PALABRITA MÁGICA
Algún
avezado analista, posiblemente el lingüista Noam Chomsky, mencionó el poderoso
efecto de las “palabras talismanes”, que son aquellas investidas –no siempre
justificadamente- de un halo de credibilidad y contundencia, de forma tal que su sola
mención torna casi inapelable las frases o conceptos en la que se las inserta.
Eso
sucede precisamente con la palabra “socialista”, y asociado a eso el concepto
que representa. Supuestamente, “socialista” es un concepto superior, prima
facie “creíble”, una verdadera palabra “mágica” para los comunicadores
sociales, y ni hablar en círculos “progres” o similares.
Por
ello, cuando se menciona a algún gobierno “socialista” o a algún político ídem,
implícitamente para muchos comentaristas o comunicadores sociales, se los está
invistiendo de un aura de “progresismo”, de credibilidad, y/o varias
adjetivaciones positivas implícitas.
Recuerdo
por caso una conversación con un “revolucionario de café”, que al mencionar una
calle de Rosario, a la sazón llamada Estévez Boero, me expresó con un tono de
respetuoso reconocimiento “fue un socialista”, casi como si fuera un ser
superior. Méritos concretos del homenajeado con esa calle, desconozco, pero si
recuerdo su verborrágico e ignorante accionar, cuando al ocurrir una de las
recurrentes inundaciones anteriores, ni bien arribado a Misiones, vociferó por
radio y diarios “hay que terminarla con eso de las represas”…demostrando una
supina ignorancia, o un espíritu acomodaticio para congraciarse con las
opiniones por entonces “políticamente correctas”, …o por ambas cosas. Como dato
de color, aquel “revolucionario de café” manifestaba gran entusiasmo para hacer
pintadas… mientras no se hiciera en su propia casa paterna.
El
caso es analizar las enormes –y falsas- expectativas que determinados opinantes
y comunicadores sociales demuestran habitualmente, cuando se refieren a
gobernantes de otros países, pertenecientes a partidos o coaliciones
socialistas. De la misma forma, suelen trazar una fuerte línea divisoria entre
esos candidatos, y los otros, completando esos discutibles análisis con
clasificaciones muy anacrónicas entre “izquierdas” y “derechas”, las que en
realidad operan como nocivos aportes a la confusión, como si unos fueran las grandes
esperanzas casi inmaculadas (los definidos como “las izquierdas”), y otros los
demonios personificados (las ”derechas”).
Claro
está que esos mismos comentaristas, suelen hacerse los distraídos, cuando se
trata de analizar las trapisondas e incluso los ataques de lesa humanidad,
cometidos por países gobernados por “socialistas”, o en caso de gestiones
oficiosas realizadas por dirigentes o ex dirigentes de similares rótulos, casi
siempre provenientes de Europa.
Analicemos
sintéticamente algunos casos de esos “socialistas de pico”-a veces rodeados del
aura de filósofos (de discursos opuestos a sus acciones), que con sus
accionares demostraron que simplemente han continuado o comenzado las políticas
muchas veces agresivas, extorsivas e injustas, frecuentemente teñidas de
sangre, realizadas por sus propios Estados.
· Al muy socialista Francois Hollande
no le importó ordenar acciones neocolonialistas de Francia en África,
invadiendo de hecho e inmiscuyéndose alevosamente en Mali.
· El mismo socialista Hollande, claramente
en acuerdo o subordinación con EEUU y la OTAN, hizo que su país sea parte de
aquellos cuatro que impidieron el vuelo del avión presidencial de Bolivia, en
una alevosa acción de menoscabo al país hermano, a la UNASUR, y de desprecio a
normas internacionales muy claras al respecto. Otros “socialistas” europeos no
parecieron condenar tan abusiva y despreciable acción neocolonialista de
agresión a la investidura presidencial y la soberanía de nuestro vecino y
hermano de placenta histórica (por algo en la Historia Academicista –cómplice
de los intereses antinacionales- se omite que el Alto Perú fue parte de las
Provincias Unidas del Río de la Plata, y que sus provincias fueron ratificantes
del acta de la Independencia de 1816; pero ese ya es otro tema…que los
“socialistas” vernáculos usualmente “olvidan”).
· Los socialistas europeos de diversos
países, fueron cómplices y copartícipes del saqueo de las riquezas y de las
compras a precios viles, de las Empresas del Estado de nuestros países de Íbero
América, consumados en forma alevosa en las décadas del ’80 y del ’90. Incluso
“El Felipillo” González –muy socialista él- vino a hacer lobby en Argentina a
favor de las corporaciones españolas, cuando soplaron fuertes vientos de
reestatizaciones, después de la crisis terminal de 2001-2002. Similares
presiones realizaron –codo a codo con otros políticos “no socialistas”-
diversos componentes del establishment europeo neoimperial.
· En España el socialismo pasó a ser
simple parte de la partidocracia imperante, sin aportar ninguna idea ni
iniciativa para salir del corset neoliberal que está causando tanto daño.
· A los socialistas europeos no les
hizo asco “mirar para otro lado” en las brutales acciones de invasiones e
intervenciones militares en Iraq, en Libia, ahora en Siria, perpetradas por la
OTAN y sus principales potencias militares.
· No puede omitirse que algunos
“filósofos” británicos, grandes declamadores de las libertades (en abstracto) y
por ende proclamadores del ultra liberalismo económico, amén de declamadores de
“lo social” fueron empresarios que se enriquecieron con el infame tráfico de
esclavos…¿hay contradicciones mayores?
· De hecho, no se conoce (o lo hicieron
muy “suavemente”) que hayan existido grandes protestas de otros socialistas
europeos (por caso los nórdicos), referentes a esas agresiones de lesa
humanidad perpetradas por la OTAN y/o sus miembros más relevantes.
· Por nuestros pagos, hay mucha tela
para cortar. Historiadores como Jorge Abelardo Ramos, José María Rosa y Arturo
Jauretche, entre otros, señalaron con abundancia de elementos de análisis las
sumatorias de contradicciones y de posturas reaccionarias, que en muchos casos
marcaron el accionar socialista en Argentina. El socialismo original, con las
figuras de Juan B. Justo y Nicolás Repetto, adhirió a los esquemas del
liberalismo económico, con lo cual jugó de hecho como complemento dócil de los
esquemas antiindustrialistas y antinacionales de la oligarquía ultra
conservadora, que frenó el desarrollo argentino y ubicó a nuestro país en el
rol de colonia económica de Gran Bretaña. Ramos incluso fue más allá en sus
investigaciones históricas, afirmando que el socialismo original tuvo fuertes
tintes racistas, pues se ocupó de los inmigrantes y sus hijos, olvidándose de
los criollos, pueblos originarios y otros sectores muy marginados y sobre todo
alejados de la Pampa Húmeda. Durante el Yrigoyenismo, el socialismo se ubicó
sistemáticamente en la vereda opositora, siempre predicando lo social pero
actuando contra lo nacional y popular. En la década infame (la del ’30 del
siglo XX), el socialismo formó parte de la claque de la partidocracia
implementadora del fraude sistemático como método de gobierno, y cuesta
encontrarlo entre los opositores al Pacto Roca – Runciman y otras acciones de
entrega de la soberanía, consumadas ignominiosamente en esos años. Después, en
1944/45 se alineó detrás del embajador norteamericano Spruille Braden, quien
impúdica y descaradamente alentó la conformación de la Unión Democrática, como
intento de impedir el triunfo del peronismo. En aquella década del primer
peronismo (1946/1955), el socialismo se sumó a los más duros opositores (ultra
conservadores, Sociedad Rural Argentina, comunistas, etc.), sin importarle lo
concreto que era la vigencia de las leyes sociales, propuestas muchas de ellas
antes por los socialistas, pero puestas en vigencia por el
peronismo...declamando lo social y operando en contra. Con el golpe de Estado
de 1955 no solo lo avalaron e impulsaron, sino que con toda saña fueron
instigadores ideológicos de las persecuciones y de los alevosos fusilamientos
de 1956, avalando además las derogaciones de las legislaciones sociales…las
mismas que dijeron antes querer aplicar, y por cierto no se opusieron a la
destrucción económica que causaron las medidas ultra liberales de esos años.
Analizando los terribles años del “proceso”, cuesta encontrar desde el
socialismo alguna postura de oposición concreta, así sea muy mesurada, salvo
error u omisión.
En
síntesis, eso de las “izquierdas” y “derechas” es básicamente hojarasca que
tiende a las confusiones. Como dijo
Jauretche, lo que importa es analizar quienes están a favor de Los Intereses
Nacionales; y quienes juegan en contra, más allá de declamaciones y de
rótulos supuestamente predeterminantes, que terminan siendo conceptos vacíos de
contenido…como los “progresismos” socialistas y similares.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Investigador de temas económicos y
geopolíticos
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