lunes, 25 de julio de 2016

DEMOLIENDO LA INDUSTRIA - DESTROZANDO EL PAÍS
El conjunto de medidas, de neto corte neoliberal –por ende claramente antinacional-, define el accionar del actual gobierno argentino, el cual con toda lógica y sobrada fundamentación puede calificarse de una versión recargada y mucho más impiadosa, de la tremenda y trágica experiencia que significaron los años ’90, período que culminó el cuarto de siglo neoliberal comenzado en 1976, y que terminó catastróficamente en la crisis terminal de 2001/2002.
Con la liviandad de criterio que caracteriza a las declaraciones de los capitostes del actual gobierno, la vicepresidente afirmó muy suelta de cuerpo, que Argentina marcha a una economía primaria y de servicios, sin industrias. Indirectamente lo expresaron otros de los que son “primeras espadas” (o primeras cuentas corporativas-financieras) del macrismo.
Reafirmando esa orientación, se le atribuye al actual presidente haber dicho que “no entiende de problemas de soberanía”, lo cual es otra de sus “frases célebres”. Por su parte, el procesado actual presidente del Banco Central Sturzenegger, con sus frases entre irónicas y crípticas, dio a entender que haber borrado a próceres y referentes de los billetes, tiene que ver con un “cambio de mentalidad” o “despolitización masiva” (no son frases textuales), en la que está empeñado el actual gobierno. Claramente, formatear cerebros de pensamientos superficiales y sin compromiso con grandes valores, como el patriotismo, que los personeros de la globalización a ultranza pretenden erradicar.
La destrucción masiva social y económica, y la desindustrialización acelerada que se está perpetrando, requiere la pasividad y/o complicidad al menos por inacción, de la mayoría de los habitantes.
Las principales medidas claramente agresivas en perjuicio de la industria y la tecnología nacional, son las enunciadas seguidamente.
- Apertura masiva e indiscriminada de las importaciones.
- Implementación de las compras en el exterior vía tarjetas de crédito con entrega puerta a puerta del Correo Argentino.
- Achicamiento acentuado del mercado interno, por las políticas de drástica concentración de la riqueza, achicamientos de los salarios reales, aumento intencional de la desocupación.
- Situación real de terrorismo económico, que ante las amenazas de despidos, de más bajas de los salarios reales, y el cuadro de creciente miseria y empobrecimiento generalizado, contrae más aun el mercado interno.
- Elevamiento descomunal de las tasas bancarias, que vuelve inaccesible el crédito a las PYMES.
- Fomento de la timba financiera, que ante las altísimas tasas bancarias y las especulaciones con el atesoramiento de dólares, vuelven poco atractiva cualquier inversión económica productiva.
- Extrema porosidad de las fronteras, que estimula las compras en pequeña y gran escala en localidades fronterizas del exterior, destruyendo la actividad comercial e industrial argentina.
- Acercamiento con miras a inclusión en la Alianza del Pacífico y a TTP (Tratado Trans Pacífico), ambos entes ultra liberales y concebidos para facilitar el acceso de productos industriales de EEUU en particular y las potencias del G 7 y Europa en general; con lo cual de concretarse nuestra inclusión, será el epitafio para nuestra industria y nuestro desarrollo tecnológico. Un verdadero encorsetamiento que nos llevará sin escalas al mundo 
subdesarrollado y de estructuras sociales feudales, tal como estábamos en las nada gloriosas épocas del régimen oligárquico – liberal instaurado desde el mitrismo en adelante, el medio siglo llamado “el régimen oligárquico”.
- Los cambios de planes de estudio de las escuelas primarias y secundarias, quitando materias básicas o contenidos de Matemática, Lengua, Historia y Geografía; además suprimiendo de hecho las Escuelas Técnicas. Eso es reflotar la nefasta reforma educativa implementada en el alfonsinato, que tuvo nefastas consecuencias para nuestro país. No es casual, pues los no pensantes y los colonizados mentales son más fácilmente manejables o
directamente pasan a ser indolentes crónicos. 
- Específicamente, la supresión de las Escuelas Técnicas, y los desincentivos a las carreras técnicas universitarias, son medidas que “preparan el terreno” para que la gente acepte pasivamente la brutal destrucción de toda la industria y la tecnología nacional.
- Las desfinanciaciones, las extranjerizaciones o directamente los desguaces de los entes técnicos, perpetrados en forma brutal pero con la sordina instalada por los medios concentrados de comunicación que operan a favor del neoliberalismo salvaje, están en la misma línea de acción, para imponer por la fuerza la brutal primarización (un atraso forzoso) que nos lleva siglo y medio atrás.
- El listado no se agota en esto.
Es una clara nueva versión readaptada, del siniestro Plan Morgenthau, que en su momento los poderes financieros norteamericanos y británicos pensaban aplicar como mecanismo de pauperización perpetua como castigo a Alemania. Y no se mezcle esto con el nazismo ni ninguna otra aberración político-social.
Esto en particular será tema de otro artículo, Dios mediante.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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