ASÍ PAGA EL DIABLO – EL CIERRE DE VARIAS EMBLEMÁTICAS UNIDADES MILITARES
No es un secreto para nadie, y fue incluso comentado extensamente por varios analistas políticos muy bien informados ¿o informantes?, como Rosendo Fraga, el “Turco” Asís y otros, quienes afirmaron contundentemente que casi la totalidad de los uniformados y sus familias, apoyaron enfáticamente al macrismo, e incluso amplias franjas de ese sector, continúan apoyándolo, sin importarles o en muchos casos sin tener conciencia alguna de las viles entregas de soberanía que perpetra en rápida e interminable sucesión…además de los destrozos claramente intencionales en lo económico y lo social.
La amplia mayoría de los uniformados se consideran “muy patriotas”, pero ese patriotismo meramente formalista en muchos casos se agota en exterioridades, como rendir culto al himno y la bandera…mientras que con ceguera conceptual total apoyan el desguace generalizado en perpetración, el cual claramente nos lleva a la disolución nacional, si no se encuentra el medio de ponerle freno. O sea practican lo opuesto al más elemental patriotismo.
Eso puede calificarse como esquizofrenia patriotera, instalada fuerte y crecientemente desde 1955, en los uniformados que fueron formateados en el liberalismo económico, como supuesto “único pensamiento económico correcto”.
Esa actitud de patriotismo que se agota en los formalismos, es el patrioterismo de bandera, el mismo que el Dr. Julio Carlos González (patriota a carta cabal y ex preso político del infame “proceso” en siete largos años), llamó “el patriotismo cromático y musical.
Como sus esquemas de pensamiento están férreamente formateados en paradigmas inculcados en los años ‘70 por las hoy llamadas Potencias Atlantistas, en su gran mayoría esos disvalores, antes erróneos o tergiversados, hoy ya son muy anacrónicos; y como además sus conocimientos en asignaturas elementales para comprender la realidad, son muy pobres o incluso inexistentes en muchos casos, se puede constatar que salvo honrosas excepciones, están mentalmente anclados en los años ’70; incluso bajo una “lógica” cerradamente binaria (amigo-enemigo, sin matices ni iniciativa para razonar con objetividad), según la cual todo lo que no cuadre con los dogmas asumidos como “verdades incuestionables”, pasan a ser “altamente sospechosos” de “comunistas” y/o de guerrilleros declarados.
Por otra parte, es casi moneda corriente que se refieran en forma burlona o despectiva, a “los políticos” –desconociendo que los uniformados que usurparon el poder –para gobernar manejados por el establishment, como Videla y otros- y los que presionaron casi constantemente, en muchos casos en forma abierta (como contra Frondizi y M. E. M. de Perón), han hecho política, pues política es todo lo relacionado con el gobierno.
También es muy frecuente que afirmen “estar por sobre las ideologías y las doctrinas”, a las que muchos dicen despreciar, como si fueran parte de un sector impoluto, libre de culpas y sin contacto con la realidad. Pero evidentemente no se dan cuenta que son el soporte permanente de la ideología política ultra
conservadora –incluso reaccionaria- en lo político; y de la ideología liberal (hoy neoliberal) en lo económico. En cuanto a la supuesta situación “puramente profesional y más allá de toda doctrina” como proclaman algunos desinformados o maliciosos con cerrado espíritu de casta, lo real y concreto es que al menos desde 1955 han sido la guardia pretoriana de la doctrina económica liberal –con pocas y muy honrosas excepciones-, doctrina que es antinacional por definición.
Bajo esos enredos profundos, y a consecuencia de años de “pensamiento correcto” inculcado y además excluyentemente reafirmado entre sus pares; es muy frecuente que se refieran con supuesta suficiencia y marcado desprecio al peronismo y a todo lo que se identifique con el Pensamiento Nacional. Pero ni se les suele ocurrir razonar o cuestionarse el liberalismo económico rampante al cual se incluyen, muchos sin tener conciencia clara de ello.
En ese aquelarre de profundas confusiones, y básicamente por el profundo rechazo visceral al peronismo (justificado malamente por una catarata de prejuicios muy superficiales y de muy baja estofa), fue casi “natural” que apoyen fervorosamente a Macri, haciendo caso omiso de su prontuario y no deteniéndose a razonar las previsibles consecuencias del neoliberalismo que claramente iba a reinstalar, en su versión más descarnada y salvaje.
Aparentemente impertérritos, y revestidos por una gruesa capa de prejuicios largamente instalada, continuaron apoyando los desmanes económicos y sociales, a diario acentuados por el macrismo, sin analizar jamás un indicador económico y social seriamente respaldado por datos veraces (todos ellos dan evidencia del desastre generalizado intencionalmente provocado por el apátrida neoliberalismo hoy en el poder formal), pero en cambio repiten rápida y agresivamente un puñado de prearmadas frases o pequeños relatos, muy puntuales y amañadamente presentados como acusatorios contra todo lo que pueda siquiera rozar lo Nacional y Popular. Frases o relatos aceitadamente distribuidos “a la tropa” para mantenerla bien subordinada a la ideología económica liberal, siempre “convenientemente” revestida de formalidades “patrióticas”.
No solo no parecieron incomodarles en lo mínimo, los ataques a la
infraestructura y patrimonio específico de las FFAA (casos de cierre de Fanazul; incautaciones perpetradas o en marcha de valiosas propiedades de las FFAA, como Campo de Mayo y otras; cierres de institutos de formación, como el Centro de
Adiestramiento de Prefectura ubicado en San Javier, Misiones, etc.); sino que ni parecieron conmoverse en nada, ante las muy viles acciones de entrega de soberanía desembozadas y alevosas, perpetradas en continua sucesión por el actual gobierno neoliberal, claramente subordinado a los británicos.
Incluso algún supuesto “héroe de guerra” –pudo serlo o no, desconozco- (Roberto Curilovic) –con odio a “los políticos” y con evidente sentido de casta militaroide liberal- salió a pretender justificar el abyecto mensaje del embajador en Londres, que reconoce soberanía a los usurpadores británicos. El veterano de guerra, evidentemente muy confuso, bajo un enrevesado argumento de mezclarlo con las tareas de identificación de los muertos
argentinos enterrados en Malvinas, lo cual es otro tema, claramente, justifica la actitud deplorable del diplomático argentino funcional a los británicos. ¿No se da cuenta de algo tan elemental el militar retirado, o es que en su nube de confusiones ya no razona debidamente?
Son muy frecuentes los extravíos geopolíticos y doctrinales, de muchos veteranos de guerra, que terminan haciendo hoy el juego a los intereses británicos, evidenciando profunda colonización mental y escasez de conocimientos. Pero ese ya es otro tema.
Volviendo a lo analizado, en el contexto de aceptación pasiva del desguace nacional y de la destrucción del patrimonio militar, incluso con reiteradas opiniones de apoyo al macrismo por parte de muchos retirados claramente saturados de ideología militar procesera (o sea apátrida, aunque no se den cuenta muchos de ellos), sin embargo sucedió algo inesperado o “fuera de libreto”.
En el acto en el que se anunció formalmente la disolución de la Compañía de Cazadores de Monte XII, con sede en Apóstoles, Misiones; (unidad reconocida por su alto grado de capacitación) –dispuesta como puñalada por la espalda por el gobierno nacional al que apoyaron tan fervorosa e irracionalmente-, el oficial que
pronunció el emotivo discurso, se emocionó casi hasta las lágrimas.
Y el desguace del Ejército parece que recién comienza, pues se anunciaron las disoluciones de otras, como la Compañía de Cazadores de Monte 19 de Formosa, y la Brigada de Monte III de Resistencia, Chaco.
¿Habrán comenzado a entender los uniformados que así paga el diablo, aunque se lo haya confundido con “un ángel salvador”? ¿O seguirán inmersos en sus profundas confusiones conceptuales, con las que –salvo honrosas y aparentemente pocas excepciones- continúan anclados en los años ’70, e incluso apoyando a los que están perpetrando la disolución nacional?
¿O será que por mantener un conchabo más o menos bien pago y el espíritu de casta, parecería que para algunos, el auténtico patriotismo y la concreta Defensa de la Soberanía fueron tirados al arcón de lo perimido y desechable, para ser olvidados para siempre?
Todo eso muy lejos de los ejemplos señeros de grandes militares patriotas que Argentina supo tener, y el pueblo apreciar y respetar.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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