ENERGÍA ARGENTINA BAJO ÓRDENES BRITÁNICAS
Múltiple comando del Sector Energético Argentino, ejercido por personeros directos y semi encubiertos del imperio británico, es la calificación más exacta y clara del cuadro de situación actual de ese estratégico componente de nuestra economía.
Operando a cara descubierta, el Ministerio de Energía es conducido por Juan José Aranguren, no solo del riñón del poder de la británico-holandesa Shell (con sede corporativa en Londres), sino también ese ministro es accionista de la casa matriz de la petrolera.
Como operadores británicos semi encubiertos, están las muchas ONGs “ecologistas” transnacionales, creaciones del viejo imperio para responder a sus dictados y necesidades políticas, económicas y estratégicas. Las más conocidas son Greenpeace y World Wildlife Foundation, esta última en Argentina como Fundación Vida Silvestre.
Actores embozados, siempre vinculados a los poderosos intereses del petróleo, el gas y la energía en general, son los del mega poder financiero transnacional, del cual Londres sigue siendo una de las principales ¿la más importante? base operativa mundial. Tal como sucedió en otros gobiernos autoproclamados liberales de Argentina, también ahora el Poder Financiero Transnacional tiene sus “hombres de confianza”, operadores y comisionistas, instalados y empoderados en la conducción de la economía argentina; pudiendo citarse a Prat Gay, Sturzenegger, Melconian y otros, por no citar a los poseedores de cuentas en paraísos fiscales, que abundan en “cambiemos”.
Como escuadrones de choque, para cubrir todos los flancos e instalar sesgadas ideas preensambladas, están las corporaciones mediáticas alineadas con el liberalismo anglosajón extremo; las que cuentan con abanicos casi interminables de comunicadores sociales “prestigiosos”, otros que operan bajo la cubierta de la ”intelectualidad” conformista y adocenada, cuyo prestigio prefabricado se paga con la docilidad al “pensamiento políticamente correcto”, más los políticos que cambian “opiniones correctas” por minutos al aire por TV.
El complemento sería parte del Poder Judicial politizado, o las presiones políticas judicializadas.
En ese contexto crudamente neoliberal, no sorprende que se descalifiquen y tiren por la borda principios básicos del accionar del Sector Energético, que son piedras angulares del Pensamiento Nacional y de la defensa de los Intereses de la Nación Argentina. En breve síntesis, se citan conceptos y acciones claramente lesivos para la soberanía y los Intereses Nacionales, expresados o perpetrados por el actual gobierno neoliberal, que es una versión recargada de aquellos de la década infame (1930-1943), de la “revolución fusiladora” (1955) vigente bajo cuerda hasta 1973, del “proceso” (1976-1983), y de la partidocracia cleptocrática liberal (en particular 1989 al 2001).
Según Aranguren, el autoabastecimiento energético no es importante. La Historia Argentina demuestra lo contrario, claro que a Shell le conviene que sigamos siendo clientes, y a Gran Bretaña que sigamos dependientes.
De las primeras ocho licitaciones de importaciones de combustible, siete beneficiaron a Shell (pura “casualidad”, por supuesto).
Están preparando el terreno para volver a privatizar YPF, hoy manejada totalmente por personeros de las petroleras privadas y extranjeras. Desde que el macrismo maneja YPF sus utilidades tuvieron una fuerte caída.
Los aumentos de los combustibles (nafta, gas oil, gas), son descomunales, y no solo descolocan totalmente a las economías familiares, sino que empujan a la quiebra a las PYMES industriales, comerciales, y otras, provocando más despidos y recesión. Otro tanto sucede con las tarifas eléctricas y otros servicios públicos.
Contra toda lógica, Macri afirmó que el carbón de Río Turbio “no sirve”, como pretexto para pasar a comprar carbón chileno, de la misma formación geológica. Con esto, condena a Río Turbio a la miseria y el éxodo masivo de población…a la medida de los intereses geopolíticos británicos, que pretenden una Patagonia despoblada e indefensa.
Aranguren y Macri, con falaces argumentos, atacaron a la Central Carbonífera de Río Turbio, ubicada al pie de la mina. No quieren competencia para el petróleo y el gas, además de cumplir los objetivos geopolíticos británicos antiargentinos.
Con falsos conceptos de eco terrorismo y de supuestas irregularidades de contratación (las que tuvieron que dejar a un lado, ante la pronta y dura respuesta de China, financista y avalista de las obras), en forma totalmente irracional paralizaron las obras de construcción de las dos hidroeléctricas en el Río Santa Cruz, las que ante la incoherente postura frente a los acuerdos con China, debieron acordar recomenzar, pero bajo falsas premisas de “racionalización” disminuyendo la Potencia Instalada Total casi 25 %, de 1.760 MW a solo 1.350 MW, bajo el supuesto que no se alteraría el total de Energía Anual. En teoría se reformularía el rol del complejo hidroeléctrico, que de Centrales de Punta pasarían a ser meras Centrales de Base. ¡Oh casualidad!, la Energía de Punta es más costosa, y usualmente en el Sistema Interconectado, es cubierto con centrales termoeléctricas, movidas a petróleo o gas, que es el negocio de Shell y otras petroleras transnacionales.
Para demorar y paralizar las hidroeléctricas santacruceñas, el gobierno neoliberal macrista operó en consonancia con las falsas prédicas de poderosas ONGs británicas, que adujeron “daños ambientales” y “afectación a los glaciares”, que son meros pretextos usuales de sus campañas anti hidroeléctricas y anti nucleares. Pretextan disminuir el número de turbinas (lo cual si se hace será un daño irreversible), supuestamente para hacer una nueva línea de transmisión, que puede hacerse ahora o más adelante, y cuyo fin real será posibilitar la instalación masiva de las antieconómicas eólicas.
Como supuestos y totalmente falsos “reemplazos” de esas hidroeléctricas, tanto el presidente, su ministro de energía y las ONGs pseudo ambientalistas, promocionan las eólicas; llegando incluso Macri a afirmar que existen 19 alternativas mejores, pero nunca las precisó; o sea, hizo una afirmación falsa, tendenciosa y mentirosa. Además de mucho más costosas por KWh, las eólicas y solares son intermitentes, lo que las hace inútiles para funcionar como usinas de base, y precisan contar con centrales convencionales para estabilizar el sistema eléctrico; pero además contaminan…y nada de eso dijeron ni el presidente, ni su ministro ni los personeros del fundamentalismo ecologista británico y sus adláteres locales.
Sin ningún motivo valedero ni razonable, el macrismo despidió
abruptamente a 2.400 trabajadores altamente especializados, que se
encontraban trabajando en la usina nuclear Atucha III, la cual cuenta con financiación y respaldo tecnológico chino; amenazando incluso con paralizar totalmente el avanzado Plan Nuclear Argentino, orgullo tecnológico de nuestro país. Ante el burdo enredo diplomático que esa decisión implicó con China, el macrismo dio marcha atrás, y aceptó proseguir las obras de las dos centrales acordadas con el gigante asiático. Pero como sea, las demoras implican ya enorme lucro cesante, e implicarán no contar con la Potencia Instalada en los plazos previstos, lo que obligará a invertir en más equipos termoeléctricos, que significa consumir más petróleo y/o gas. O sea, el macrismo acentúa la patológica matriz energética dependiente de los hidrocarburos.
Ninguna precisión se escuchó acerca de la Sexta Central Nuclear,
oportunamente acordada construir con Rusia. Tampoco hay precisiones acerca del Proyecto CAREM, una central nuclear modular de diseño nacional, que estaba programado producirse en serie.
Acorde a las presiones de las ONGs ultra ecologistas británicas, y de los intereses coincidentes de importadores de equipos, comisionistas y lobistas varios, así como de las petroleras transnacionales asociadas al tema, se impulsa en forma desmedida, más allá de su rol de complementos, y sin ningún cuidado respecto a los elevados costos adicionales vinculados al tema, a las energías eólica y solar. Esas Renovables Sesgadas (pues por dos caprichosas leyes se excluye del concepto a las hidroeléctricas medianas y grandes), serán un verdadero salvavidas de plomo para el Sector Eléctrico Argentino, por múltiples factores negativos (obligatoriedad de compra a mayores precios, para grandes usuarios; fuertes subvenciones para disimular sus elevadísimos costos de producción; facilidades desmesuradas para las importaciones de equipos; exenciones impositivas leoninas respecto a otras alternativas de generación; imposibilidad de desactivar proyectos por parte del Estado, lo que repercutiría en costosos juicios contrarios al Interés Nacional; privilegios desmesurados para eólicas y solares, respecto a otros tipos de usinas; etc.) Como esas usinas necesitan que se instalen turbinas de gas para operar como reservas “en caliente” (o sea funcionando), para estabilizar el voltaje y como soporte ante intermitencias no previsibles, claramente las petroleras transnacionales y los fabricantes de equipos termoeléctricos van asociados a los promotores a ultranza de eólicas y solares. Los aumentos de costos de la energía, provocados por las instalaciones masivas de eólicas y solares, en Alemania, Dinamarca y España (entre otros) son cuidadosamente ocultados por los poderosos intereses que promocionan las instalaciones masivas y forzosas de eólicas y solares.
Se importa gas desde Chile (que a su vez lo compra a petroleras
transnacionales (¿Shell?), a un precio mucho mayor al que cobra Bolivia por su gas natural. El argumento que Bolivia no está en condiciones de aumentar el volumen de sus envíos de gas a Argentina, fue desmentido por el responsable del tema, del hermano país. Otra mentira macrista, otro negociado perjudicial para Argentina.
La estratégica y muy importante obra del GASNEA, fue paralizada totalmente, como ocurrió prácticamente con todas las obras públicas desde que asumió el macrismo. Como las provincias ubicadas fuera de la Pampa Húmeda fueron marginadas por los gobiernos liberales (ultra conservadores - reaccionarios en lo político), cabe entender que esa obra se cancelará o achicará sustancialmente, continuando la marginación del Nord Este Argentino.
Como “perlita” final, cabe destacar que el ministro de modernización (de despidos) Andrés Ibarra, instaló su despacho oficial en el edificio corporativo de
Shell. ¿Nadie entiende que significa ese hecho, en su connotación de subordinación explícita a la petrolera británica, y la consecuente resignación de soberanía?
Todo parece indicar que todos y cada uno de esos hechos pueden ser calificados de infame traición a la patria. La palabra la tienen los legisladores,
fiscales de La Nación, jueces, abogados, y el pueblo todo.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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