jueves, 7 de enero de 2016

ENERGÍA, DESARROLLO Y COHERENCIA GEOPOLÍTICA
El reciente artículo del amigo Ing. Sergio Roko (El Territorio-03/01/2016), motiva estas reflexiones, las que teniendo discordancias y coincidencias con sus opiniones, en nada afectan el aprecio personal y respeto profesional.
Siendo complejo y muy particular el Sector Energético, se debe ser muy cuidadoso al momento de emitir opiniones al público, para evitar supuestos sobre entendidos (que no lo son tales para legos en el tema); muy preciso en las afirmaciones, e incluso tener cuidado de no caer en cierta “asepsia” técnica, que por tal excluya necesarios análisis del contexto económico, político, social, e incluso geopolítico. Sin eso, el análisis se parcializa, e incluso se distorsiona.
Comienza afirmando tajantemente que “en el último año o década no se ha invertido en este sector…”, lo cual es groseramente falso, y en base a ese error, pasa a justificar la “emergencia eléctrica”, que más que una necesidad operativa (ya expliqué en un trabajo reciente), es claramente una herramienta política de la “emergentocracia” (emergencia en casi todo), para justificar medidas muy duras, recesivas e impopulares…pero dudosamente imprescindibles, como las presentan.
Los tres grandes componentes del Sector Eléctrico son: Generación, Transmisión y Distribución. Analicemos en Argentina.
Generación.
2003 Potencia Instalada Nominal (teórica) 20.199 MW (1)
2003 Potencia Instalada Operable (real) 18.500 MW (estimada) (2)
2015 (nov) Potencia Instalada 32.449 MW (3)
2015 (nov) Potencia Instalada menos reserva 25.959 MW (4)
En 2003, la Potencia Instalada Nominal incluía varios equipos fuera de servicio, que al 2015 fueron reparados o reemplazados.
Entre 20.199 MW Y 32.449 MW, se incremento 60,64 %.
Pero entre 18.500 MW y 32.449 MW, aumentó 75,40 %, dato más veraz, pues en 2003 los 20.199 MW incluían potencias “de chapa” de equipos obsoletos o no operativos por daños mayores.
OETEC (1) precisa el dato de incremento de Potencia Instalada 2003/2015 en 12.250 MW.
Como el consumo creció mucho, por la fuerte reindustrialización, el sensible mejor nivel medio de vida, y aumentos de usuarios, las instalaciones de usinas debieron acelerarse, aumentando capacidad de abastecimiento, lo que se logró, incluyendo intercambios de energía con Uruguay, Brasil y Paraguay. Varias veces se operó casi al límite, pero no faltó Potencia; como si ocurrió en las décadas del ’80 y ’90.
Conclusión: por donde se evalúe, hubo inversiones considerables; con casos emblemáticos, como las terminaciones de Yacyretá y Atucha II (hoy Néstor Kirchner). Y los acuerdos estratégicos con China y Rusia, pusieron en marcha las construcciones de tres grandes hidroeléctricas y tres grandes nucleares.
Transmisión.
En Alta y Extra Alta Tensión, se construyeron 5.800 Km. de líneas (4), logrando incorporar al sistema interconectado a todas las provincias (incluyéndose a 10 antes aisladas). Obras emblemáticas fueron la interconexión NEA-NOA, Comahue-Cuyo; Sistema Central y Sistema Patagónico (hoy unificado), y la extensión hasta el sur continental con extremos en Río Turbio y Río Gallegos.
Conclusión: hubo inversiones cuantiosas, de alto valor estratégico y notable relevancia geopolítica.
Distribución.
Si bien hubo inversiones, que por su notoria dispersión geográfica y de diversas empresas prestadoras del servicio, no es posible analizar en un breve artículo; cabe inferir que posiblemente a consecuencia de los congelamientos tarifarios, se verifican ciertos niveles de atraso en casos puntuales, que no debieron ocurrir, dados los subsidios que se pagaron.
Coincido que en la franja costera del Uruguay, en Misiones la situación es crítica, y la solución vendrá con las construcciones de las hidroeléctricas Panambí – Garabí, que proveerán Potencia Firme in situ, e incluirán fuertes inversiones en Transmisión y Distribución, solucionando carencias estructurales en esas áreas.
Coincido que los nodos de generación térmica implementados, resultan costosos por KWh, y hubiese sido mejor construir algunos de los largamente
postergados proyectos hidroeléctricos medianos, estudiados en ríos interiores de Misiones. Esos equipos térmicos fueron soluciones de emergencia, ante necesidades de sostener la demanda con adecuada calidad operativa, pues mejoran la tensión, entre otros efectos técnicos.
Coincido con la necesidad de construir Anacuá y Corpus, también Garabí-Panambí.
Los aspectos técnicos no tienen color político, pero es innegable que determinadas líneas político económicas tienen sesgos energéticos muy marcados. Los gobiernos liberales en Argentina son pro térmicos, anti hidroeléctricos y anti nucleares. Hoy además son pro eólicos y solares. Ningún buen análisis técnico, puede soslayar esa realidad político-histórica.
Respecto a las dos hidroeléctricas del Río Santa Cruz, el análisis del Ing. Roko adolece de falta total de visión geopolítica, omitiendo la enorme importancia de contribuir al desarrollo del extremo sur continental argentino, una región estratégicamente muy sensible, que requiere ser dotada de infraestructura, para radicar más población, desarrollarla e industrializarla. Por otra parte, con la ventajosa financiación china acordada, en solo 4 o 5 años de operación podrá ahorrarse el equivalente al costo total, economizando combustibles fósiles.
Hay más para analizar, pero en mérito a la brevedad, es suficiente.
(1) OETEC-Informe del 05/11/2015.
(2) El Sector Eléctrico Argentino-Análisis Histórico, Situación Actual y Proyecciones a dos Décadas. - http://caoenergia.blogspot.com.ar/ Trabajo de Tesis de Maestría
(3) Síntesis del Mercado Eléctrico-Nov. 2015-Comisión Nacional de Energía Atómica.
(4) La Reserva de Potencia, se estima en el 20 % de la Potencia Instalada.
CARLOS ANDRÉS ORTIZ
CPN-MAGISTER EN GESTIÓN DE LA ENERGÍA

Enviado al diario El Territorio el 05/01/2016- En espera del derecho a réplica el 07/01/2016

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