ESPAÑA Y LOS SOCIAL - IMPERIALISTAS
En algún momento mencioné el absurdo respeto reverencial, que
ciertos sectores “progres” o personas poco informadas, le tienen a la palabreja
“socialismo” y todas sus derivaciones.
Sería algo así como suponer que el socialismo (y lo vinculado
a él) debería considerarse como un estadio superior del entendimiento social,
político y económico…casi como lo intermedio o paso previo, entre los comunes
mortales y el “cielo político”, la casi perfección llevada a la política.
Pero como no hay otra verdad que la realidad, y la realidad
se demuestra con hechos, el socialismo español volvió a dar otra muestra
palpable que no es sino una facción de la partidocracia, y que por tanto es
funcional a los poderes establecidos (el establishment); mientras que todo lo
demás es parte del cotillón político montado para engañar incautos,
convenientemente aderezado con comentarios supuestamente sesudos de los
comunicadores sociales “bonellizados”, que por cierto los hay por estos pagos
argentinos, por aquellos hispánicos, y prácticamente por donde se mire.
Había señalado el curioso silencio de radio (literal, pero
también de diarios, TV y de los catedráticos de todo pelaje, desde progresistas
hasta ultra conservadores adherentes al neoliberalismo salvaje), respecto al
accionar del también “socialista” Felipillo González –ex Primer Ministro
Español-, cuando en medio de la descomunal crisis terminal en que nos habían
sumido a los argentinos en 2001-2002, vino a nuestro país a hacer presión
(lobby), a favor de las empresas españolas que fueron partes principalísimas de
los saqueos institucionales a los que nos sometieron en los nefastos años ’90,
cuando por monedas se quedaron con buena parte de las muy importantes Empresas
del Estado Argentino, y también con partes sustanciales de “la crema” de
empresas privadas nacionales, por caso algunos Bancos.
Se pudo constatar que el “socialismo” del Felipillo no le
impidió ponerse abiertamente de parte de las corporaciones que habían consumado
el saqueo de nuestras riquezas, en agresivas actitudes que algunos compararon
con las de los más desmesuradamente ambiciosos conquistadores de las épocas
coloniales.
Ahora pudimos leer (incluso en diarios españoles, para evitar
las clásicas distorsiones de algunos medios locales), que el muy socialista
Alfredo Pérez Rubalcaba calificó de “situación de ridículo” a la iniciativa de
formar con Argentina un frente común para las reclamaciones anticolonialistas
por Malvinas y Gibraltar.
Si bien no transcendió el porqué del “ridículo”, cuesta
entender semejante expresión desde la lógica, si claramente tenemos intereses
en común, dado que en ambos casos la potencia usurpadora es la misma.
Pero claro está, que para cierta oligarquía hispana, así como
para la tilinguería de partes de las clases medias peninsulares, seguramente
les puede parecer “ridículo” formar un frente en común con un país “sudaca”,
pues desde que se volvieron “comunitarios” (de la Comunidad Europea) hubo
incontables muestras de altanero desprecio hacia nosotros y todos los hermanos
de Íbero América. Es evidente que allá también funcionan con fuerza las usinas
de la colonización cultural, adocenando mentes y comprando dirigencias, de
forma tal que sean funcionales a intereses mega sectoriales y corporativos,
para los cuales la hoy altanera España es reducida a parte de “los cerdos de la
UE” (los pigs –literalmente “cerdos” en inglés-, abreviatura de Portugal,
Ireland, Greece, Spain), países con gravísimos problemas económico
–financieros, a los cuales les están obligando a tomar las mismas recetas
nocivas que nosotros en los años ’80 y ’90.
Es evidente que para ciertas dirigencias españolas, la
pertenencia a la UE, así sea en condiciones serviles, es más importante que la
dignidad y la soberanía nacional, preocupados por hacer buena letra con sus aún
más altivos vecinos de las cercanas Islas Brumosas, con quienes tuvieron tantas
guerras y enfrentamientos, quienes los hechos demuestran que los tienen por
menos.
También es evidente que a ciertas clases medias hispanas, tan
adocenadas como las clases medias caceroleras y siempre disconformes de
Argentina, esos temas no les preocupan mucho, como nada les interesa mantener
los lazos afectivos muy fuertes que nos habían unido a hispano americanos e
ibéricos, hasta que el acceso a la UE les hizo cambiar los valores. ¡Si hasta
les hicieron olvidar que a fines de los ’40 evitaron la hambruna masiva,
gracias a la generosidad del pueblo argentino, que les donó enormes cantidades
de alimentos que por allá escaseaban!
Mientras tanto, por estos pagos, las usinas de la
colonización cultural siguen sembrando confusiones, como el endiosamiento al
“socialismo”, así sea una simple máscara para mal esconder los alineamientos
con los poderes corporativos transnacionales y con anacrónicas pero peligrosas
actitudes imperiales.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
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