ESPAÑA: NUEVO FRACASO DE EÓLICAS Y
SOLARES
En
su momento España fue presentada como uno de los paradigmas exitosos de las
“energías renovables”, dentro de las cuales la eólica y la solar son
consideradas las “tecnologías estrellas”.
Luego
de meteóricos incrementos porcentuales de las energías eólicas y solares en
España, basados en fortísimas subvenciones estatales, el actual panorama de
quiebra económica – financiera del Estado español, condujo a recortes de gastos
a diestra y siniestra.
Mientras
España vivió la euforia de las mieles recogidas de su nuevo rol comunitario (de
la Comunidad Europea), y del saqueo a las sufridas repúblicas de Íbero América
consumado por las ventas a precios viles de numerosas empresas estatales y las
compras baratas de otras muchas empresas privadas, todo parecía ir viento en
popa en la economía peninsular ibérica.
Pero
cuando la ola especulativa del endeudamiento fácil con sus socios principales
(Alemania principalmente, pero también Francia y Gran Bretaña) hizo estallar la
burbuja inmobiliaria, la aparente prosperidad sin límites de España trastocó en
el caos social, económico y financiero que ya lleva cinco años de dolorosa
continuidad y profundización.
Entonces
se pudo analizar la irracionalidad de los cuantiosos subsidios a las energías
eólica y solar, de altísimos costos por KWh, consecuencia de sus pobres
rendimientos reales, sus complejidades técnicas y de los problemas técnicos
conexos a esas supuestamente “limpias” energías; en realidad cargadas no solo
de ocultos costos económicos sino también problemas ambientales.
Por
caso, el factor de carga (rendimiento real) de una central eólica es
aproximadamente la cuarta parte de una central convencional (hidroeléctrica,
nuclear o termoeléctrica), y produciendo energía de baja calidad, debiendo operar
con una central convencional en paralelo. Ello significó que al lado de cada
parque eólico, se debió montar y operar una central a gas, permanentemente como
respaldo de las fluctuantes e imprevisibles eólicas. Las capacidades de producción
y rendimientos de paneles solares, son mucho menores incluso que las
problemáticas eólicas.
En
ese contexto, el Estado español decidió bajar drásticamente o suprimir los
subsidios a las eólicas y solares. Esa decisión está provocando el desmontaje
acelerado de muchos paneles solares, que sin generosos e irracionales
subsidios, pasan a ser “juguetes caros” inviables bajo todo punto de vista. Por
cierto poco aportaron al consumo global español (por sus bajísimas y pobres
producciones). Con los subsidios sus altos costos se solapaban; hoy son directamente inviables.
Las
eólicas también están pasando penurias, y muy posiblemente su expansión está
herida de muerte sin los anteriores generosos subsidios –inviables al
desnudarse sus reales altísimos costos-, y las continuidades de las inversiones
ya concretadas están en riesgo, por lo caro y problemático de la energía
eólica.
Las
muy promocionadas “energías verdes”, hoy también llamadas “renovables”, no han
dado soluciones de fondo en ninguna parte –solo son complementos, nunca
energías alternativas-, y fueron causas de desastrosos cuadros de caos
energéticos, con aplicaciones forzosas impuestas por las presiones cruzadas de
movimientos ecologistas fundamentalistas, de los vendedores de eólicas y solares,
aliados a poderosas corporaciones amparadas por esquemas pseudo eficientistas
del neoliberalismo a ultranza...
El
caos energético de California (EEUU), con la caída del grupo corporativo Enron
–el mismo que pretendió enseñorearse en Latinoamérica-, es el ejemplo
paradigmático del caos general que provoca una matriz eléctrica que pretendió
sustentarse en las eólicas, solares y otras similares.
Alemania
y Dinamarca, presentadas como los paradigmas de la eficiente aplicación de las
energías eólicas y solares –con aplicaciones forzadas de las mismas, basadas en
generosas subvenciones-, ante los paupérrimos resultados de esas “renovables”,
debieron volcarse a la generación convencional; no teniendo más lugares
disponibles para nuevas hidroeléctricas, y absurdamente negados a la generación
nuclear, sus “soluciones” fueron importar crecientes cantidades de electricidad
de sus vecinos, además de incrementos siderales de importaciones de gas natural
ruso y carbón de EEUU y otros lugares. Pero de eso no hablan nada, los
promotores del fundamentalismo ecológico…
Japón
debió importar enormes cantidades adicionales de gas natural, para reemplazar
temporalmente a las nucleares preventivamente apagadas…¡no apeló a las
“soluciones” eólicas porque técnicamente son inútiles como usinas de base!
Mucho
se habla –con pocas bases técnicas y científicas- de las supuestas bondades
casi infinitas que se les atribuyen a las energías “renovables”.
El
concepto de “renovables” aplicado en argentina es mentiroso, la ley 26.190
excluyó a las hidroeléctricas de más de 30 MW. Eso es tan absurdo como
pretender cambiar por una amañada norma legal, la ley física de la gravedad.
Los
resultados concretos de las eólicas, solares y otras “renovables”, muestran muy
pobres y resultados, lejos de ser las grandes soluciones.
¡El
de España, un caso testigo, es un desastre por donde se lo mire!
Y
ciertos sectores pretenden forzar en Argentina, esas falaces “soluciones” que
probadamente no son tales, sino perniciosos aportes al caos energético, e impedimentos
al tan necesario desarrollo socio económico.
Al
oponerse a las hidroeléctricas y nucleares, están favoreciendo mayores consumos
de gas y petróleo, hoy escasos, muy caros y contaminantes…¿ecologistas?
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Investigador en temas económicos y
geopolíticos
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