ERRORES Y TERGIVERSACIONES DEL
ECOAGITADOR
A
comienzos de este mes (agosto de 2013), en el matutino El Territorio se publicó
una nota –rubricada por un militante ecologista- del habitual tenor acusador/apocalíptico,
al que son tan afectos los cultores del eco fundamentalismo.
La
nota está llena de afirmaciones de tipo catastrófico, abundante en afirmaciones
estentóreas sin sustento científico ni lógico, siendo uno de los tantos
escritos panfletarios carentes de todo basamento. Y el autor del mismo no
menciona ninguna preparación profesional ni experiencia que lo acredite para
opinar con fundamentos sobre temas tan específicos como el energético y otros
vinculados.
Analicemos
el contenido del panfletario escrito, el cual incluso “promete más”, siendo
conocidos los escenarios de absoluta intolerancia; violencia electrónica,
verbal y física; groseras manipulaciones de escenarios asamblearios; y otras
acciones similares, que son prácticas corrientes de los cultores del dogmatismo
ecológico fundamentalista; y que conforman una pretendida dictadura a ser
ejercida por esas minorías de exaltados. Esta afirmación está largamente
abonada y sustentada por sucesivos procedimientos de violencia por parte de las
ONGs transnacionales, de los apéndices locales, y de variopintos activistas. A
este tema me referiré en otro artículo, que se sumará a varios artículos y
libros en los que lo traté pormenorizadamente.
El
escrito de marras comienza con las usuales autoalabanzas en las que son tan
pródigos los fervorosos activistas ultra ecológicos (metodología calcada de las
transnacionales británicas como Greenpeace, WWF, y otras similares de EEUU).
Dentro
de la abundante palabrería habitual en las “definiciones” expuestas por los
ecoactivistas, hace causa de obediencia con los “mandatos” de Greenpeace y
WWF-Vida Silvestre, pues es conocido que esas ONGs transnacionales británicas
son las que les fijan la agenda y dan letra a los entusiastas y/o fanáticos
ultra ecologistas actuantes en Argentina. Y el “mandato” de esas ONGs
británicas en lo concerniente a la energía, tiene algunos puntos muy
específicos.
· Atacar encarnizadamente al Plan
Nuclear Argentino.
·
Denostar
feroz e infundadamente a toda hidroeléctrica de cierta importancia.
·
Impedir
la explotación de los abundantes yacimientos de hidrocarburos no
convencionales.
·
Promocionar
a ultranza –y contra toda lógica técnica- a las muy caras e ineficientes
energías eólica y solar.
·
Fantasear
con “soluciones” que no son tales, por insalvables limitaciones técnicas, con
lo cual tienden a afectar el desarrollo nacional a mediano plazo, por
previsibles carencias energéticas, de cumplirse sus nada inocentes pretensiones…¡claro
que el desarrollo y sus proyecciones sociales y estratégicas precisamente no
les interesan!
·
Suponer
bajísimas proyecciones del consumo eléctrico, con lo cual pretenden
descalificar proyecciones más realistas, con mayores niveles de equipamiento.
Con eso favorecen futuras severas crisis eléctricas, por carencias de Potencia
Instalada.
·
Atacar
ferozmente a la Central Carbonífera de Río Turbio (de enorme importancia
geopolítica, estratégica y eléctrica, amén de sus beneficios sociales en
aquellas vastedades patagónicas).
· Hacernos depender en forma muy
acentuada del gas natural importado.
El
panfletario escrito, ataca a las generaciones nuclear e hidroeléctrica, con
falaces argumentos usuales en el terrorismo ecolátrico. Y por supuesto ocultan
que las centrales de base pueden ser
–por claras fundamentaciones técnicas- solamente de tres tipos de tecnologías:
hidros, nucleares y termoeléctricas.
Al
eliminar a dos de ellas, favorecen a las más caras y contaminantes: las que
queman combustibles fósiles…¿ecologistas? Y eso queda en claro, pues jamás
evidenciaron molestarse por las muchas nuevas –y contaminantes- usinas termoeléctricas.
Incluso les instalaron un par frente a sus narices (en Aristóbulo del Valle y
L.N. Alem), sin que les moleste en lo más mínimo. ¡Doble vara que le dicen!
Pero
sigamos con el escrito, que acorde al conocido terrorismo conceptual,
falazmente pretende demonizar a las hidroeléctricas con el gastado argumento de
endosarles cuantos males y enfermedades existen, incurriendo en notables
omisiones, gruesos errores conceptuales e interpretaciones claramente
capciosas.
Los
que aviesamente llama “males de las represas” (concepto prefabricado por el
fundamentalismo ecolátrico), omiten la realidad que en rigor son males de la miseria. Así lo indican
claros informes, incluso emanados del Ministerio de Salud Pública de Misiones,
y lo muestra el sentido común. Por caso, el paludismo es endémico en Misiones
al menos desde comienzos del siglo XX (no habían represas).
Haití
no tiene ninguna represa (más aún, carece casi por completo de instalaciones
eléctricas públicas), pero tiene terribles enfermedades endémicas…¿de las
represas o de la miseria?
Peligro
y/o casos de dengue se presentaron por caso en el Gran Buenos Aires, donde no
hay represas, pero si grandes focos de miseria y carencia de infraestructura
sanitaria (en buena parte paliada en los últimos años). Respecto a la
leishmaniasis, es conocido que la transmiten los mosquitos domésticos y los jejenes (al ser domésticos, poco y nada
tienen que ver las represas).
Y
del “gran cuco” de la esquistosomiasis, directamente el opinante macanea de lo
lindo a dos puntas. Omite que la transmisión al vector (el caracolito) ocurre
cuando las excretas humanas de alguien infectado, llegan a un curso de agua. No
como afirma, por “poner los pies en el agua”. Claramente, un enfermo no
transmite esa enfermedad por contacto de la piel, sino al defecar. Y el segundo
macaneo en el que incurre es “preocuparse por haberse descubierto esos
caracolitos en cursos de agua de Misiones”…¡chocolate por la noticia, si los
caracoles planiorbideos forman parte de la fauna autóctona de nuestra
provincia!
Tampoco
explica que el eventual contagio de la esquistosomiasis requiere una serie de
condiciones, como aguas estancadas o muy lentas, y de escasa profundidad. La
mejor prevención es dotar de servicios cloacales o de letrinas bien
construidas, a toda la población, sobre todo la cercanía o en posible contacto
con cursos de agua ¿Por qué omite cosas tan elementales ese opinante,
prefiriendo el estilo del terrorismo comunicacional?
Otro
de los recurrentes argumentos falaces, es esgrimir la supuesta “prohibición” de
construir centrales hidroeléctricas en regiones subtropicales. Por supuesto
omite evaluar cuantas hidroeléctricas existen en construcción en diversos
países tropicales y subtropicales, ávidos de dotar de energía a sus pueblos y
de evitar derrochar combustibles fósiles. ¡Con ese disparate, erigido en
“verdad revelada”, pretenden anular de un plumazo las mayores potencialidades
hidroeléctricas de Argentina, que precisamente están en nuestros tramos
superiores de la Cuenca Del Plata!
Afirmar
que “existen otras alternativas mejores para reemplazar a la
hidroelectricidad”, es otra de las recurrentes mentiras del ultra ecologismo.
Insiste
en “demonizar” a la Central Binacional Yacyretá, esgrimiendo errores de épocas
pasadas (neoliberales), y omitiendo hechos tan importantes como los siguientes:
· Con su limpia y enorme producción
eléctrica, Yacyretá evita que se consuman por año 5.000 millones de litros de
diesel oil o combustibles equivalentes. Además de no contaminante, es energía
muy barata.
·
Permite
la navegación comercial segura hasta Iguazú, antes muy dificultada por los
rápidos del Apipé. El transporte fluvial es el menos contaminante, todos los
sabemos…menos los fundamentalistas de la ecología cavernaria.
·
Es
un poderoso lazo de integración con Paraguay, camino a la Patria Grande de la
UNASUR.
· Las enormes y muy positivas
transformaciones que Yacyretá hizo y sigue haciendo en Posadas, Garupá y
Encarnación (Paraguay), solo pueden ser ignoradas por cerradas mentes
afiebradas de fanáticos ecoagitadores.
Hay
mucho más para expresar, con bases técnicas y científicas. En mérito a la
brevedad, lo dejo para futuros artículos y tal vez nuevos libros. Y a la
brevedad me referiré a como surgió y que objetivos reales tiene el ultra
ecologismo, cargado de dogmas y huérfano de sustento y verdades técnicas…y por
cierto nada inocente en sus objetivos geopolíticos, como instrumentos de
dominación por parte de las grandes potencias anglosajonas.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
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