REPUDIO A LAS PRETENSIONES DE COLONIALISMO EXPLÍCITO. REPUDIO A TODO TIPO DE COLONIALISMO.
Todavía hay estruendosos y densos silencios de muchas personas e
instituciones, que con esas actitudes no se suman a las varias, pero aun insuficientes expresiones de enérgico repudio a las descaradas expresiones de Peter Lamelas, de quien trascendió sería nominado embajador de EEUU.
El descaro del aun no nombrado embajador, alcanza ribetes más
desubicados y agraviantes a la dignidad nacional de los argentinos, que las burdas, agresivas y nada diplomáticas acciones perpetradas por Spruille Braden,
quien en 1945 se involucró activamente en la campaña política de ese año, excediendo brutalmente lo elemental del decoro diplomático y la mesura que caben a esas funciones.
Son de recordar, causando vergüenza ajena, las fotos en las que se lo ve a Braden participando en una variopinta marcha antiperonista, yendo del brazo con todo el arco opositor, que involucraba no solo a los varios minúsculos partidos políticos representantes de la muy antinacional y pro británica oligarquía, sino también al radicalismo ya devenido en alvearista y lejos de los ideales yrigoyenistas, al socialismo de opereta (pues apoyaba medidas económicas claramente antinacionales, e incluso su perfil era poco o nada
inclusivo de los criollos “cabecitas negras”), y también iban codo a codo los referentes principales del partido comunista, que mostró su hilacha antinacional en varias ocasiones, por caso, siendo muy condescendiente con el nefasto “proceso”.
Esos y otros muchos antecedentes históricos, demuestran que el meollo de los análisis políticos no pasa por definirse como “de derecha” o “de izquierda”, pues hay cipayismo reconcentrado tanto en “derechas” como en “izquierdas”, y puede haber bien plantadas posturas afines a Lo Nacional, supuestamente clasificadas como de esos sectores ideológicos.
El caso es que las groseras y desubicadas expresiones de Lamelas, resultan ser incluso más injuriosas al Ser Nacional, que las acciones y dichos de Braden, ocho décadas atrás.
Si bien el gobierno libertario y sus subordinados políticos practican con premeditación y alevosía, el cipayismo más abyecto, incluso más explícito y degradante que la muy mala gestión de política exterior del neoliberalismo macrista, (recordar por caso los vergonzosos y muy antinacionales acuerdos rubricados con el Reino Unido en esos años) y por ello no es de esperar ninguna queja formal oficial del Estado Argentino, subordinado gustoso a las degradantes
imposiciones del FMI; eso no debe ser óbice para que hayan claros y firmes pronunciamientos de repudio a Peter Lamelas y sus impresentables expresiones, de los otros Poderes del Estado Nacional, los Estados Provinciales, los Municipios, así como diversos sectores del amplio espectro político, cultural, profesional,
comunicacional y todos los sectores nacionales, pues el verdadero patriotismo debe ser motivación esencial de todos los argentinos que amamos a nuestra patria.
Estruendoso y deplorable también resultan los densos silencios que en ese tema tan caro a nuestra dignidad soberana, se encuentran sumidas las FFAA y FFSS, de las cuales al menos los retirados no tienen excusas para fundamentar la aceptación implícita del vasallaje neocolonialista, que si no le hacemos frente con digna firmeza, parecería avalar esa impresentable degradación del Ser Nacional.
La reedición corregida y aumentada de la Doctrina Monroe, que busca humillarnos en el contexto de gustoso acatamiento al rol de miserable patio trasero del neocolonialismo del siglo XXI, implicará un nuevo retroceso en el lúgubre accionar que claramente busca no solo llevarnos a los empujones a la Argentina primarizada y semi feudal (como lo éramos a fines del siglo XIX) en cuyo contexto “sobraríamos” más de la mitad de los argentinos, sino que abierta y
desembozadamente nos lleva a la disolución nacional.
El silencio en este caso, no es prudencia, es mediocre tibieza, o más bien clara cobardía.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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