miércoles, 25 de junio de 2025

 

        ABERRACIONES GEOPOLÍTICAS DE LIBERTARIOS Y AFINES
   Las medidas de política exterior, y del accionar económico y social que, con total desprecio por los Altos Intereses Nacionales, está perpetrando, con toda intencionalidad, el gobierno libertario, deben ser definidas categóricamente como un compendio del accionar anti geopolítico. O en castizo simple, vergonzoso pisoteo de nuestra soberanía, posicionándonos como lacayos dóciles de las Potencias Atlantistas y sus Estados y poderes vinculados, empujándonos a
una violenta involución, o peor aún, a la disolución nacional.

   Son acciones de sobrada negatividad, que en un contexto de un Poder Judicial correctamente apegado a Derecho, seguramente serían más que suficientes para implementar un procesamiento por traición a la Patria, dada la sumatoria de negatividades de los actuales gobernantes; entre ellas la patológica sumisión total a las citadas potencias y factores del Poder Real vinculados a ellas;
las groseras falsedades dichas en campaña y luego en ejercicio del alto cargo; las que se deben agregar al claro menosprecio al Poder Legislativo, repetidamente insultado con gruesos epítetos; así como los claros desprecios a los dos Estados principales socios comerciales nuestros; y otros exabruptos vertidos por el verborrágico presidente de marcada incontinencia verbal.

   También, en campaña trató de asesina de niños a quien después instaló como ministra de seguridad; y nombró ministro de economía al endeudador serial a quien había denostado por las medidas implementadas en el macrismo, prácticamente calcadas ahora.

   Tampoco cabe olvidar que, entre muchas expresiones rápidamente
desmentidas por sus hechos, con total desparpajo dijo, palabras más o menos, que los trabajadores argentinos “podrán elegir entre el salario que les ofrezcan o morirse de hambre”, lo cual es un compendio de crueldad y de aporofobia exacerbada, con claro desprecio a los compatriotas empujados a la pobreza y a la
miseria espantosa, que sus medidas económicas fuertemente destructivas hacen aumentar mes a mes, con claro pronóstico de agravamiento, constatable eso por los desastrosos resultados de medidas similares implementadas en el “proceso”, profundizadas en el menemato y el delarruato, para calcarse casi idénticas en el
período macrista.

   La sola confesión pública, expresada a una periodista y ampliamente difundida por TV, en la cual dijo ser el topo infiltrado para destruir al Estado, es de una gravedad monstruosa, pues sin Estado no hay Nación, y sin Nación no hay Patria
   Pocos compatriotas parecen haber tomado conciencia de semejante aberración antinacional, y menos aún la mayoría de los uniformados, quienes en lo formal se dicen “muy patriotas”, pero no lo ponen en práctica, empantanados en gruesas confusiones conceptuales, agravadas por serias carencias de formación, con serios o totales desconocimientos en Geopolítica, Historia y
Economía. Solo practican el hueco patrioterismo de bandera. Hay excepciones, muy pocas.
   Analicemos las más notorias de las múltiples acciones claramente reñidas contra las prioridades geopolíticas. las que como nación, pretendidamente soberana, deberíamos sostener e impulsar.
   Implicarnos en conflictos y guerras, en las que no somos parte, como las de Ucrania (en rigor, de Rusia contra la OTAN, con el sufrido pueblo ucraniano como carne de cañón), y las casi crónicas violencias en Medio Oriente; realmente implica “comprarnos” problemas potenciales muy serios, sin ninguna lógica, desechando además el accionar diplomático pacifista que caracterizó 
 Argentina, a excepción de períodos de gobiernos claramente serviles a la OTAN y el Bloque Atlantista, con posturas y acciones antinacionales, como en el menemato (involucrándonos en la destructiva invasión a Iraq), el macrismo y el actual libertario, subordinado explícitamente a las Potencias Atlantistas, incluso
accionando contra nuestra soberanía, respaldando la postura colonialista del Reino Unido en el sensible tema de Malvinas; y promoviendo el despoblamiento de Tierra Del Fuego, mediante dogmáticas medidas económicas ultra liberales destructoras de la industria electrónica montada en nuestra austral provincia.
   Históricamente hubo un claro posicionamiento de Argentina, en Política Exterior, no inmiscuyéndonos en conflictos diplomáticos y menos aún en guerras de terceros países, habiendo sido una constante -con muy pocas deplorables excepciones-, a lo largo de la historia, en particular en el siglo XX y lo que va del XXI.
   Notable fue el gobierno de Yrigoyen, que no cedió a las presiones de los anglosajones, que querían nuestros aportes de carne de cañón para la guerra que ellos y sus aliados libraban contra las llamadas Potencias Centrales, en la primera guerra mundial.
   Algo similar al estallar la segunda guerra mundial, en la cual solo al final, y como formalidad ante las presiones de los que fueron vencedores, nuestro país se posicionó mediante el formalismo de una declaración, sin envío de tropas.Tampoco nos inmiscuimos en la guerra de Corea ni en otros conflictos posteriores. Y en el complejo contexto de enfrentamientos en el Medio Oriente, nuestra postura fue básicamente neutral y buscadora de la paz.
   Es de recordar que al final de la Segunda Guerra Mundial, Argentina recibió a un barco que transportaba personas de origen hebreo, que no habían sido aceptadas por otros países, y que habían sufrido los rigores de ese conflicto, los que se incorporaron e integraron a la población argentina.
   Respecto a ese tema, no es un dato menor, que en nuestro país convivimos pacíficamente argentinos de diversas etnias y credos, incluyendo población de orígenes arábigos y hebreos, practicantes o no de las dos religiones monoteístas del islam y el judaísmo, respetados en el contexto general de mayoría de población practicante o culturalmente cristiana, esta última como parte
importante de la rica herencia hispana y latina que forman nuestro acervcultural.
   Las vergonzosas excepciones a nuestra postura pacifista y no
intervencionista se perpetraron en gobiernos liberales (o sea antinacionales), como el menemato, y que ahora replica exacerbadamente el “libertarismo”.
   Es de una irracionalidad total, involucrarnos en enfrentamientos de
profundas y viejas datas como los de Medio Oriente, y mucho más, “sin tener arte ni parte”, en la peligrosa escalada bélica entre Israel e Irán, más aún con la absurda sobreactuación de querer llevar la embajada a Jerusalén, malquistándonos innecesariamente con las muchas naciones mayoritariamente musulmanas, para quienes esa histórica ciudad tiene profundo valor religioso.
   También el verborrágico presidente evidencia desconocer o no importarle que Israel vota reiteradamente contra Argentina en el tema de Malvinas, alineado con EEUU y el Reino Unido.
   Por otra parte, ha sido una Causa Nacional, que incluso consiguió algunos notables éxitos diplomáticos, el reclamo internacional ante la vetusta política colonialista que con total desparpajo a los Derechos Históricos Argentinos, y las generalizadas acciones de descolonización, que pese a ser prácticamente una constante mundial después de la Segunda Guerra Mundial, son practicadas por
el Reino Unido, en los archipiélagos de Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.  
   Pero el histriónico presidente evidencia poco o ningún apego a nuestros Intereses Nacionales…por algo admira a Tatcher.
   Fue una muy negativa acción de anti geopolítica, haber cortado
abruptamente relaciones con el crecientemente importante grupo BRICS, el cual además de ser muy importante en lo económico para nuestro país, ha sido un fuerte respaldo en el persistente conflicto diplomático por Malvinas y la soberanía en el Atlántico Sur. Esa decisión irracional, claramente formó parte de la política de “alineamiento total” con EEUU, el RU y sus aliados, con un
comportamiento de sumisión total como si fuésemos una declarada colonia subordinada a esas potencias y al Poder Financiero Transnacional.
   Precisamente, el descomunal endeudamiento externo adicional, que incluso sigue aumentando sin visos de detenerse, con el cual se mantiene artificialmente una negativa sobrevaluación de nuestra moneda, es en los hechos, una muy negativa herramienta de sometimiento a las presiones y dictados imperiales del Bloque Atlantista y de sus organismos financieros transnacionales, como el FMI, el cual siempre impone recetas negativas que implican más recesión y empujarnos al subdesarrollo crónico, tal como ya la
sufrimos en nuestra historia, desde la “revolución fusiladora” en adelante, en todos los gobiernos de orientación liberal, o sea antinacionales por definición.
   La desindustrialización forzosa a la cual nos someten, tiene plena
complicidad de dirigencias empresarias, como la “Unión Industricida Argentina” (tal debería redenominarse, habida cuenta de su postura real), que solo parecen interesadas en fugar divisas y llevar los salarios a niveles de pobreza general; lo que es en sí misma una aberrante implementación de anti geopolítica activa, para
obligarnos a una forzosa involución al hoy inviable contexto de economía exclusivamente primaria, en el cual “sobramos” más de la mitad de nuestra población.
   Lo mismo cabe decir de las políticas de destrucción, perpetradas con alevosía y desprecio por el desarrollo nacional, contra todos los entes tecnológicos, incluyendo en ellos no por casualidad a las prestigiosas Universidades Nacionales, las que son referentes a niveles regional e incluso mundial.
   El enfermizo desprecio por la propia población, con elevadas cuotas de goce perverso que parece regodearse con los daños perpetrados, se constata en las acciones muy activas para desarticular y destruir el buen sistema sanitario nacional; además de condenar a muertes seguras en el corto plazo a diversos
compatriotas a quienes se les cortó el suministro de costosos tratamientos oncológicos y otros. 
   Similar desprecio a nuestra gente, se advierte en las agresivas políticas de despidos masivos, de las que impiadosamente se regodean, con la excusa muchas veces falaz de “personal sobrante” o similares.
   La saña y desprecio por los jubilados, obreros, universitarios y personal de la salud (entre otros), que protestan por sus magros haberes, inculcadas a las fuerzas de “seguridad” por la ministra de la represión, con las complicidades de legisladores tránsfugas (los que cambian de posturas políticas para las que fueron electos), evidencian que el esquema neoliberal libertario solo se sostiene en base a la violencia represiva, profundizando odios internos que nos debilitan como nación.
   Mientras el presidente y su séquito, siguen viajando por el mundo, con elevados gastos y dudosos justificativos, sin haber inducido ninguna inversión productiva para Argentina, evidencian la falsedad del argumento que “no haplata”.
   En el colmo de la incoherencia, se acuerda financiar a los pobladores israelíes que quieran radicarse en Argentina, mientras se niega todo tipo de coberturas sociales a nuestra propia población, a la que con soberbia se desprecia. Tal uno de los acuerdos que, con poca difusión, habría rubricado nuestro presidente, sin aval alguno del Poder Legislativo.
   Tampoco hay ayuda alguna del Estado Nacional, para ciudades y regiones muy afectadas por inundaciones u otras graves contingencias. Solo desprecio total para nuestros compatriotas.
   También omitió al Poder Legislativo, en el pretendido involucramiento activo en las guerras en las que irracionalmente tomó partido, teniendo igual proceder autocrático, para el brutal y creciente endeudamiento externo, prácticamente impagable, con ominosas consecuencias negativas muy previsibles.
   Todo forma un contexto de sumisión explícita a poderes extranjeros, que configura una muy preocupante línea de acción totalmente contraria al necesario accionar geopolítico de defensa de nuestra hoy pisoteada soberanía.
   El abrupto y total cese de toda imprescindible inversión en mantenimiento de todo tipo de infraestructura, daña gravemente la imprescindible integración nacional y condiciona negativamente el mantenimiento de servicios públicos esenciales, siendo claramente una muestra de desprecio por nuestra patria, además de ser causante de desgracias en varios casos mortales, por los
accidentes que son consecuencia de ese aquelarre malsanamente irracional. 
   Ahora buscan poner bandera de remate, seguramente al como sea, a diversos bienes y entes, de grandes importancias estratégicas, todo en el marco de destrucción general perpetrada con aviesa intencionalidad.
   Toda esa acentuada irracionalidad, solo se sostiene con violencia represiva, con carpetazos y con ensobramientos que acallan al parecer casi toda resistencia.
   Dolorosa y preocupante realidad, de la cual muchos aun parecen no haber tomado conciencia.
                                  MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
                        Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

1 comentario:

  1. Excelentes palabras, Carlos. Solamente faltaría un párrafo para los VOTANTES de Javier Milei, que hoy dan saltitos de alegría ante todas y cada una de las medidas de entrega del patrimonio nacional que se citan en el artículo. De esa manera compensan su frustración individual ante la miserable situación económica a que las ha sometido el libertarismo en el Gobierno, y que bien merecida tienen. Son vendepatrias sin retorno posible, cuya única alegría en estos días es ver sufrir a otros como por ejemplo los despedidos de distintos organismos públicos. Un abrazo. Facundo Cano (Buenos Aires)

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