jueves, 12 de junio de 2025

 

                    ATRINCHERADOS EN LA IGNORANCIA
   Tal como reiteradamente expuse y fundamenté, es más que evidente que la formación de los uniformados de Argentina, en particular de las FFAA, adolece de muy serias carencias en varias áreas del conocimiento, las que son imprescindibles para acercarse a una fundamentada visión de la realidad nacional, regional y mundial.

   En particular es evidente que, salvo pocas y honrosas excepciones, es casi total el desconocimiento y la nula comprensión en lo concerniente a GeopolíticaHistoria y Economía.

   Ese desconocimiento casi total, es reemplazado por dogmatismos, ideas fijas que no se analizan, ni menos aun se discuten, los que son instalados como supuestas “verdades absolutas”, las que se ubican en un supuesto limbo intocable y exento de todo cuestionamiento, por más elemental que este fuere, en un contexto general que inhibe el más leve atisbo de razonamiento lógico, en un proceso muy severo de adoctrinamiento, en el cual la mínima crítica es rechazada y pretendidamente anulada.

   Todo eso no es casual, ni espontáneo ni inocente.

   Es consecuencia directa de siete décadas de instalación excluyente de doctrinas antinacionales en las FFAA y FFSS, para lo cual se persiguió y se excluyó de las Fuerzas (por expulsión, cárcel y/o tortura) a todo aquel que evidenciara la mínima discrepancia con los dogmatismos excluyentes, instalados por la fuerza en base a férreas exclusiones de la mínima discordancia, a partir de la “revolución
fusiladora” de 1955, profundizado ello en el golpe de Estado de 1962, con mucha menos saña en el de 1966, para involucionar a la instauración total del neoliberalismo -doctrina antinacional por antonomasia- en el siniestro “proceso” desde 1976.

   Los intencionalmente errados enfoques económicos con los que nos embretaron en el nefasto “proceso”, nos endeudaron; extranjerizaron muchas empresas privadas que eran nacionales; fomentaron los desmanejos intencionales de entes y empresas del Estado como pasos previos a sus extranjerizaciones en posteriores gobiernos neoliberales en los fatídicos años ’90; provocaron la desindustrialización forzosa con la apertura económica
indiscriminada y la intencional sobrevalorización del peso; causaron creciente desocupación crónica; y trastocaron el desarrollo económico del orden del 4 anual acumulativo en el cual crecíamos, en el estancamiento y la disminución del PBI.

   Destrozos forzosos implementados con los apoyos de las Armas de la Patria, usadas en contra de los Intereses Nacionales. Las FFAA usadas como tropas de ocupación al servicio antinacional.
   Nada de todos esos enormes perjuicios intencionalmente perpetrados por los tecnócratas neoliberales de Martínez De Hoz y sus sucesores, con la anuencia de Videla y sus pares y sucesores proceseros, no son ni por asomo conocidos por el grueso de los uniformados. Cabe afirmar que la mayoría, no tiene ni idea de la
historia y la actualidad económica nacional y mundial, y lo peor es que ni les interesa conocer la realidad. Aceptan los dogmatismos que les inculcan, y no analizan nada de eso. Menos aun conocer ni practicar el importante planteo del método de la duda, o sea no aceptar ninguna idea sin antes analizarla con sentido de constructiva crítica, con fundamentos.

   Desconociendo por completo los enormes perjuicios económicos, sociales y geopolíticos que fueron consecuencia del neoliberalismo procesero, y sus continuadores, el grueso de los uniformados se llenan las bocas con el patrioterismo de bandera, ese que a puro himno y bandera, desprecia y no tiene ni idea acerca de la enorme importancia estratégica que tienen el desarrollo industrial y el tecnológico, así como la relevancia de una economía con equitativa
distribución de la riqueza, buenos salarios reales y muy bajos índices de desocupación, todo lo cual veníamos desarrollando, y fue destruido desde el “proceso” en adelante, en la mayor parte del medio siglo transcurrido desde que las FFAA tomaron por asalto el poder formal.

   El lavado de cerebros implementado en la población, fue y es
particularmente severo en el caso de los uniformados, a los que además mantienen mentalmente alineados, con un aceitado mecanismo de “mensajitos”, con los que, en lenguaje muy llano y muchas veces soez, enfatizan la exaltación de medidas de gobierno claramente antinacionales.

   Por caso, los uniformados de mentes proceseras se regodearon cuando un juez -con un discutible fallo-, impidió la necesaria rápida intervención a Vicentín, ante las maniobras de vaciamiento de esa empresa, y de perjuicios severos al Banco Nación (con créditos impagables, forzados por el neoliberal González Fraga, durante el macrismo); así como los perjuicios de cuentas impagas a pequeños productores rurales del entorno de dicha empresa.

   Ese economista, alineado con la oligarquía apátrida, fue el de la famosa frase, según la cual
le hicieron creer a un empleado medio, que con un sueldo medio, podía comprarse celulares e irse al exterior”

   Para clasistas excluyentes,como el citado economista estafador del Estado (pues fue el que, desde su alto cargo bancario, presionó para otorgar, vía Banco Nación (estatal) créditos impagables a Vicentín), es muy claro que quien nace pobre “debe” morir pobre, y
no puede aspirar a ningún nivel ni elemental de buen vivir o de lógicos derechos, incluido el de su bienestar. Clasismo y racismo exacerbados, de las oligarquías de Argentina.

   Ese pensamiento excluyente de las grandes mayorías populares, es el que buscan imponer tanto la oligarquía tradicional (la llamada oligarquía de la bosta), como los nuevos oligarcas de grandes empresas, que eran nacionales y se vincularon con el capital foráneo, y se mal acostumbraron a lucrar a costa del Estado, desde la delincuencial transferencia de sus deudas externas al Estado,
perpetradas en el “proceso” por la iniciativa de Domingo F. Cavallo.

   Todo eso lo ignora la mayoría de los uniformados, y los pocos que lo saben incluso lo festejan, siempre claro está, con las pocas honrosas excepciones de reales patriotas, Señores Militares de Mentalidad Nacional, que no cuajan con semejantes aberraciones antinacionales.

   El tema amerita citar algunas de las muchas acciones y expresiones, que -lamentablemente- permiten constatar el severo cuadro de confusiones y de ignorancias en temas importantes y/o estratégicos, el cual si no se modifica profundamente, segui operando en clara oposición a los Altos Intereses Nacionales.

    Eso se hará, Dios mediante, y en mérito a la brevedad, en artículo separado.

                            MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

                Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

Reportaje telefónico de radio de la ciudad de Santa Fe

Reportaje telefónico de radio de la ciudad de Santa Fe 

domingo, 8 de junio de 2025

 

        EN MARCHA FORZADA HACIA EL CAOS SOCIO ECONÓMICO
    La Historia Económica Nacional enseña, y es muy clara. No se trata de “errores”; intencional y alevosamente, nos empujan al caos, a la involución forzosa, al genocidio económico programado, de mínima a ser una republiqueta bananera, y de máxima a la disolución nacional.

    El conjunto de acciones negativas (que sería excesivo denominar “plan económico”, pues es un desenfrenado accionar destructivo, perpetrado casi “a los ponchazos”), es prácticamente un calco de similares medidas adoptadas en precedentes gobiernos neoliberales, los que multiplicaron la pobreza, la miseria
y la desocupación crónica, llevándonos en todos los casos indefectiblemente a severísimas crisis socio económicas, endeudamientos externos de montos siderales y caos generalizados.

    En esos contextos tan traumáticos, las lógicas protestas populares, los respectivos gobiernos buscaron anularlas con muy fuertes políticas represivas, las que en todos los casos tuvieron saldos muy lamentables e incluso luctuosos.

    Fue y es un asco ver a las fuerzas de seguridad, reprimir con ferocidad e incluso con evidente malsano goce cruel, al propio pueblo, del cual ellos forman parte. Los formatearon mentalmente para ser nulos pensantes instrumentos represivos al servicio de la antipatria. Pero este ya es otro tema.

    Eso sucedió en períodos de crudo neoliberalismo, con implementaciones de medidas tan repetidas en todos ellos, como claramente nefastas para los Intereses Nacionales y tan negativas para el pueblo argentino, pero proporcionando acentuadas ganancias para ínfimas minorías de oligarcas contumaces, especuladores financieros, fugadores de divisas, algunos mega
empresarios carentes del mínimo patriotismo, y otros intermediarios
privilegiados con acceso al poder real y/o estamentos de decisiones claves.

    En todos los casos, las consecuencias macro económicas fueron:

- Freno total al desarrollo, llevando no solo al estancamiento sino al deterioro acentuado del PBI.

- Negativos procesos de desindustrialización forzosa, con el doble efecto negativo de la acentuada caída del consumo interno y la irrupción masiva de bienes importados, facilitado eso con la artificial sobrevaluación de nuestra moneda.

- Deterioro intencional de todos nuestros entes tecnológicos, por ahogos financieros, con agresivas y falaces campañas mediáticas de desprestigio a los mismos, en particular a las Universidades Nacionales.

- Acentuadas caídas en el poder adquisitivo real de los salarios.
- Aumento de la tasa de desocupación, con fuerte incremento de la pobreza y de la miseria extrema, con marcada insensibilidad social por parte del Estado, manejado con acentuada soberbia y marcada aporofobia.

- Manifestaciones implícitas e incluso explícitas, de clasismo excluyente (con desprecio a sectores populares), e incluso con sutiles o claras muestras de racismo; esto último referenciado en sectores del “chetaje” (supuesto sector social “distinguido”) autoasumido con aires de supuestamente implícita superioridad.

- Aumento desmesurado y acelerado de la deuda externa, con aceptación implícita pero muy clara de las condiciones de dependencia en la cual se somete a nuestro país, respecto a los grandes poderes financieros transnacionales.

- Política exterior clara y vergonzosamente subordinada a los mandatos de las Potencias Atlantistas, en particular a la dupla anglosajona de ambos lados del Atlántico.

- Desprecio abierto por parte del gobierno de turno, respecto a la soberanía nacional y a los más básicos Intereses Nacionales; usualmente enmascarado ello en prácticas de hueco patrioterismo de bandera, a lo cual resultan muy sumisos los sectores uniformados, previamente adocenados por profundos
procesos de colonización cultural.

- Operatorias de timbas financieras implementadas por los gobiernos neoliberales, asociado ello a masivas fugas de divisas por parte de especuladores, e incluso de empresarios que demuestran nulo patriotismo.

- Obscena concentración de la riqueza en muy pocas manos, mientras en paralelo se destrozan con alevosía los derechos sociales y laborales de las mayorías.

- Negociados alevosos en perjuicio del Estado y de las mayorías nacionales, a lo cual evidencian adicionarse las complicidades de partes del aparataje judicial, cooptado o muy influenciable por el establishment neoliberal, del cual evidencian ser partes muy activas muchos de los grandes medios de comunicación.

    Procesos casi calcados de implementación brutal de esas destructivas medidas, las padecimos, con negativas consecuencias en el “proceso” (bajo la dupla Videla Martínez De Hoz y sucesores); en el noventismo, con los nefastos gobiernos de Menem y De La Rúa; en el caótico breve interregno de
la crisis terminal de 2001/2002; en el mega endeudador y destructivo macrismo; y ahora en versión corregida y aumentada dispuesta a arrasar con todo atisbo de soberanía y de justicia social, por parte del neoliberalismo
recargado del libertarismo.

    Claro está que la hecatombe actual fue posible por el muy tibio accionar del “albertismo”; debiendo también precisarse el dudosamente positivo rol de algunas progresías, las que tal vez sin advertirlo operan con libretos transnacionales dictados desde los Centros del Poder Atlantista.

    Algunos de los objetivos buscados o impuestos por esas progresías, provocan rechazos culturales muy fuertes, por ser opuestos a valores esenciales del cristianismo y de las otras -también respetables- religiones monoteístas. Eso operó para provocar rechazos a gobiernos de orientación nacional y popular, siendo capitalizado ello por el establishment neoliberal.

    Pese a las claras evidencias que demuestran que nos llevan a un caos de dantescas proporciones destructivas, muy pocos parecen advertir que nos están empujando a la disolución nacional, a la que nos llevarán si no reaccionamos a tiempo, para impedir semejante brutal desquicio general.
 

                            MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
                Analista de Temas Económicos y Geopolíticos