VENDER AEROLÍNEAS ARGENTINAS ES ACHICAR LA PATRIA
Ya tuvimos las desastrosas experiencias de las nefastas y oprobiosas
extranjerizaciones de empresas estatales, en su momento perpetradas por el
menemato (completando las destrucciones perpetradas en el muy nefasto
“proceso”), todas ellas con consecuencias negativas para nuestro país, tanto en
lo económico, lo estratégico, e incluso en lo social.
A grandes rasgos, los aspectos negativos de la extranjerización de
Aerolíneas Argentinas, se repitieron casi calcados, en los otros desguaces y/o
ventas de otras áreas del importante patrimonio estatal. Por eso, muchas de las
conclusiones que se pueden extraer de estas reflexiones, son aplicables a otras
vergonzosas “operetas” de forzadas privatizaciones y/o cierres forzosos de entes
y empresas estatales, que los sectores apátridas quieren forzar, y los resultados
esperables con seguridad serán similarmente nefastos como lo fueron aquellos.
En la actualidad, el iracundo (pues no tolera que se lo contradiga o se le
oponga, ni en lo mínimo) y verborrágico presidente, se basa en el muy falso
dogma, según el cual todo lo privado es más eficiente que lo público; el cual le
sirve como supuesto justificativo para el brutal desguace estatal que quiere
perpetrar.
Con esa y otras medidas destructivas, busca llevarnos a los empujones al
anacrónico e inviable contexto de pseudo país – estancia que éramos en el siglo
XIX, que en realidad nos degradaría a un vergonzoso y muy negativo rol de colonia
político – económica, subordinada a los dictados de los grupos del mega poder
financiero transnacional, el cual a su vez opera bajo la protección de las potencias
del Bloque Atlantista.
Bloque del cual sus principales detentadores del poder son
-y no es casualidad- las potencias practicantes del neocolonialismo del siglo XXI,
a saber: EEUU, Reino Unido y Francia.
Pero no debe omitirse evaluar que el inviable contexto de país – estancia al
cual nos quieren someter, será solo el paso previo, para el objetivo de última, de
los poderes transnacionales del globalismo salvaje, que es la disolución nacional,
la cual puede perpetrarse por implosión desgajándonos en media docena o más
de paisitos inviables y fácilmente operables desde afuera, con las complicidades
de las oligarquías apátridas locales; o puede instalarse un estatus de caos
permanente, sin otro poder interno que la violencia desenfrenada, u otro
esquema perverso que tal vez se pruebe su factibilidad local, para luego aplicarse
en nuevos objetivos de destrucción de los globalistas, y sus serviles anarcos
liberales.
El deleznable desguace estatal, hoy en comienzos de perpetración, se basa
en la supuesta (y claramente falsa) premisa de la mendaz idea que afirma que
“el Estado siempre es ineficiente”, mentira crónica repetida con alevosía, y contra
la cual muchos guardan cómplices o cobardes silencios.
También operan con el ocultamiento y el falseo malicioso de datos muy
contundentes, que demuestran lo contrario, y en el caso puntual de nuestra
Aerolínea de Bandera, no solo omiten las mejoras en sus resultados económicos
operativos, sino también ocultan, con evidente maliciosa intención, los muchos
efectos positivos que son consecuencias del eficaz y creciente accionar de
Aerolíneas Argentinas, empresa que es un real orgullo nacional.
Es una empresa con bien ganado alto prestigio, por la eficiencia, seguridad
y puntualidad de sus servicios, además del muy amplio espectro de la cobertura
de sus rutas, pues es la única empresa que conecta a todas las provincias, y no
solo en sentido centralista, como lo era tiempo atrás, en que todos o casi todos
sus vuelos convergían en la Capital Federal, teniendo hoy vigentes varias rutas
transversales, además de las coberturas hacia capitales de Sudamérica, y otros
destinos de larga distancia, como lo son los servicios que conectan con Madrid y
Roma, por cierto de muy alta demanda.
Por otra parte, no puede dejar de señalarse, que las renovaciones y
ampliaciones de su importante flota de aeronaves, marca una senda hacia el
desarrollo y la consolidación, avalada también por el reconocimiento
internacional de la eficiencia y alta calidad de los servicios prestados.
A los chetitos del Barrio Norte, y a los que intentan imitar sus retorcidos
pensamientos, tal vez para sentirse “importantes”, claramente no les importan
los muy importantes servicios de conectividad interior, con muchas frecuencias
disponibles, en varios casos, que nos suministra Aerolíneas Argentinas. Y no les
importa, tanto por la cerrada visión unitaria que solo se mira el ombligo, como
por el hecho que los mandamases de las megas corporaciones alineadas con el
neoliberalismo salvaje y su hijo putativo, el anarco libertarismo, esos personajes
se desplazan en costosos vuelos privados, las pocas veces que deben salir del
núcleo del centralismo, que es la mega ciudad puerto y su entorno del Gran
Buenos Aires, hoy redenominados CABA y AMBA.
Además de los efectos positivos internos, nuestra aerolínea estatal facilita
el turismo que llega a nuestro país, desde los países limítrofes y desde otros
países más alejados.
A todo eso cabe agregar la enorme importancia estratégica de contar con
una amplia y eficiente flota aérea, lo cual pudo constatarse al utilizarse para traer
grandes partidas de vacunas, en la reciente pandemia mundial, que también nos
afectó.
Y en esa circunstancia, Rusia fue solidaria con nosotros, a diferencia de
otras potencias que priorizaron lo financiero…pero eso también lo ocultan
libertarios y neoliberales…lo cual es otro tema, pero va al caso de los dogmas
prejuiciosos de los subordinados al Poder Atlantista.
Y a los necios y/o mal pensados, que repiten el mantra mentiroso de la
supuesta “crónica ineficiencia estatal”, y su vinculado de “mayor eficiencia
privada”, cabe mencionar la conocida eficiencia de nuestra aerolínea de bandera,
y el desastroso accionar de los privados, cuando se concretó el infame negociado
de su privatización y extranjerización.
Los “privados” que se apoderaron de AA, rápidamente buscaron “hacer
caja” vendiendo la muy buena flota de aviones que teníamos, y la reemplazaron -
solo parcialmente- por vetustos aviones arrendados y con dudoso o mal nivel de
mantenimiento.
Esos “privados” no solo redujeron drásticamente las frecuencias de los
vuelos, sino que se abocaron a practicar nefastas “economías” en los
mantenimientos de las aeronaves, lo cual se afirmó (sin ninguna prueba en
contrario), que fue la causa del desplome de un avión, que cubría el trayecto
Posadas – Buenos Aires, desgracia en la cual fallecieron todos los pasajeros y
tripulantes.
En la actualidad, tenemos los muy dudosos “buenos ejemplos”, de las
aerolíneas “low cost” (de bajos costos) -tan promocionadas en los cuatro años del
neoliberalismo macrista-, con muchas reprogramaciones de vuelos y con algunos
(o varios) incidentes, que hasta ahora no derivaron en accidentes totales y
pérdidas de vidas.
En síntesis, y en mérito a la brevedad, nada bueno cabe esperar del
previsible infame negociado que pretenden perpetrar con la venta de nuestra
muy querida Aerolínea de Bandera; y en cambio mucho de malo y nefastamente
negativo puede esperarse de esa y otras presurosas privatizaciones, que el actual
intencionalmente desastroso gobierno nacional, quiere hacer al como sea.
Mintiendo acerca de que supuestamente “no hay plata”, condena a la
muerte a pacientes oncológicos y de otras dolencias graves, privándolos de sus
medicaciones y asistencias, y empuja al hambre a muchos empujados a la miseria,
pero parece haber “billetera abierta” para financiar operadores de redes sociales,
altos funcionarios de dudosa o nula experticia o capacidad, y pretendió
autoasignarse el presidente libertario y su “grupo selecto” un cuantioso aumento
de sus remuneraciones, que como trascendió y es un escándalo, se daría marcha
atrás…”por haber sido rubricado sin conocimiento”…o excusa similar.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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