LA ALTERNANCIA COMO RECURRENTE ENGAÑIFA POLÍTICA. 
Las confusiones y las tergiversaciones conceptuales, así como la imposición 
de supuestos conceptos “superadores” o de “democracia republicana”, que en 
verdad llevan a engaños groseros, o medias verdades (que suelen ser las peores 
falsedades, pues están recubiertas por una pátina de falsa “contundente 
credibilidad”), son herramientas de uso no solo frecuente, sino constante, por 
parte de sectores político – económicos que, si operaran en forma descarnada, 
serían repudiados y carecerían de credibilidad. 
Es lo que sucede con el edulcorado concepto pseudo “republicano” de la 
alternancia, sobre el cual se machaca cuando hay gobiernos de tipo nacional con 
vocación popular, pero que “se olvida” cuando gobiernan sectores oligárquicos y 
neoliberales. 
Es muy frecuente que se use el concepto como sinónimo de democracia o 
de recomendables pautas de acciones para alcanzar supuestos superiores niveles 
de ejercicio del gobierno.
Es una técnica comunicativa recurrente, la de imposición de conceptos 
supuestamente “necesarios” o “imprescindibles” para “el republicanismo” o “la 
democracia”, lo cual se logra mediante la repetición masiva, así como con las 
divulgación de opinadores envueltos en un pretendido halo de “pureza 
intelectual”, y comunicadores supuestamente “independientes” pero que operan 
al unísono a favor del establishment neoliberal, que se ocupan de martillar 
conceptos para instalarlos, con lo cual dichas ideas o definiciones “deberían” ser 
aceptados sin discusión posible alguna.
La supuesta “recomendación” imperiosa de la alternancia, expuesta como 
“necesaria y superadora”, o como pretendida garantía de mayor calidad 
“republicana”, se machaca para instalarla como pretendida verdad absoluta y no 
sujeta a crítica posible alguna, pero por cierto no se muestran datos históricos ni 
contemporáneos que avalen las supuestas “grandes ventajas” de la alternancia, 
como tampoco se profundiza en análisis bien fundamentados que sustenten esas 
agresivas y huecas campañas. 
Se omite y oculta bajo montañas de palabreríos, huecos y/o rimbombantes 
a favor de la “alternancia”, que los grandes procesos de transformaciones 
exitosas, demandan mucho tiempo, excediendo el exiguo plazo de un período 
presidencial. 
Así lo concretaron muchos países de distintos sistemas de gobierno 
y diferentes contextos políticos, pero de similares orientaciones de defensa y 
priorización de sus Intereses Nacionales. 
Se citan algunos de esos casos. 
• EEUU superó la severa crisis socio económica de 1929/30, con las medidas 
fuertemente intervencionistas de tipo keynesiano, impuestas 
coercitivamente por Franklin Delano Roosevelt, en su extenso período 
presidencial de 1933 – 1945. 
• El “milagro económico alemán” de fuerte resurgimiento luego del cuadro 
de tierra arrasada que dejó la Segunda Guerra Mundial, tuvo su gran 
conductor en el Premier Konrad Adenauer, que con patriotismo y sapiencia 
gobernó entre 1949 y 1963, además de ser uno de los artífices de la 
Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), ente franco germano 
del cual derivó finalmente la actual Unión Europea. 
• Mucho más reciente es el prolongado gobierno de Angela Merkel, en 
Alemania, sin que ningún “bienpensante democrático” se escandalizara u 
objetara en nada. 
• De Gaulle, el Gran Charles, fue un referente indiscutido de la política 
francesa, desde que liberó París liderando el escuadrón blindado que tomó 
posesión de esa ciudad, ante la retirada de las tropas alemanas, en 1944. 
Fue presidente entre 1959 y 1969, ininterrumpidamente. 
• Recientemente Macron fue reelegido presidente en Francia, sin crítica 
alguna de los “bienpensantes” voceros del establishment neoliberal, ni de 
las “izquierdas” de “viudos del marxismo”, que les sirven de claques a 
aquellos. 
• China salió de la pobreza, las grandes hambrunas, y el subdesarrollo 
crónico, con políticas de Estado que la desarrollaron, integrando a su vasta 
población, y hoy va en camino a ser la primera potencia mundial. Hoy 
practica su propia versión de capitalismo de Estado, y logró esa formidable 
transformación bajo sucesivos liderazgos muy perdurables, como lo es hoy 
el de Xi Jinping. 
• India, al salir del humillante colonialismo británico, logró notables 
transformaciones positivas, que posicionan a ese país de milenarias 
culturas, trabajosamente amalgamadas, en una potencia mundial que se 
desarrolla en forma constante y que con claroscuros logra mejorar el nivel 
de vida de su enorme población, habiendo eliminado las terribles 
hambrunas que antes la asolaban recurrentemente. Fue gobernada por 
sucesivos líderes que permanecieron largamente en sus cargos, siendo el 
poder ostentado por el Partido Del Congreso en forma constante. Es dudoso 
que con seriedad se plantee allá, la idea de “alternancia”. 
• Rusia estaba en claro rumbo de disolución nacional, envuelta en una orgía 
de negociados, con fortunas enormes apoderadas por empresarios de 
dudosos escrúpulos y nulo patriotismo, que genéricamente fueron llamados 
“los oligarcas”, algunos de los cuales se instalaron en Londres u otros 
centros financieros del Bloque Atlantista. En ese contexto de caos 
generalizado en el gigante bicontinental, circularon con relativa facilidad 
ciertas opiniones de voceros y referentes caracterizados del núcleo del 
poder de EEUU, que sin tapujos expresaron que es un objetivo estratégico 
prioritario para los intereses de la mega potencia anglosajona, que el 
gigantesco territorio soberano ruso (el mayor del mundo), se divida en al 
menos cuatro naciones diferentes, y en lo posible enfrentadas entre sí. 
Esa 
es una metodología recurrente, que la emplearon para hacer implosionar 
naciones “molestas” o con “viejas cuentas pendientes”, como la ex 
Yugoeslavia, Libia, Sudán, etc. 
Pero ese contexto de caos se revirtió y 
apelando al patriotismo y a la Fe Ortodoxa, Rusia renació, con los resortes 
del Poder Nacional manejados por Vladimir Putin, quien lleva más de dos 
décadas (con un interregno breve de su alfil Medvedev) como gobernante 
de la mega potencia multi étnica de cultura y mayoría eslava. Y salvo una 
minoría “occidentalizada”, el grueso de la población rusa apoya al estadista 
que la lidera. No tienen cabida alguna allí, los cantos de sirena de la 
alternancia. 
• El Reino Unido, aunque cambie con cierta o mucha frecuencia a los Primeros 
Ministros, el Poder Real Detrás del Trono, parece seguir incólume, pues las 
grandes líneas de acciones tienen una llamativa continuidad y no parecen 
ser objetadas en lo esencial. Y si surge algún líder que pueda ser algo 
revulsivo o que esté dispuesto a implementar algunos cambios esenciales, 
con sutileza o sin ella, pasa a ser dejado de lado, como parece suceder con 
Jeremy Corbyn, quien evidencia haber sido llevado a un cono de sombra 
posiblemente permanente. Recordemos que Corbyn se expresó favorable a 
dejar de lado el anacrónico colonialismo que tozudamente perdura, siendo 
el tema Malvinas el caso emblemático al respecto, como también lo es el de 
Belice, territorio usurpado a Guatemala. 
• En EEUU, en lo esencial, demócratas y republicanos no muestran diferencias 
significativas, siendo ambos partidos continuadores de las grandes líneas de 
acciones que, bajo cuerda, parece dictar el “Estado profundo”, en el cual los 
Señores de la Guerra y de las Finanzas marcarían las pautas centrales, 
aunque haya algunas discrepancias, como seguir o no determinadas 
intervenciones militares u otros temas con fuertes connotaciones 
geopolíticas o económicas. Y si algunos líderes pueden llegar a ser 
“incómodos” o adoptar políticas ”molestas” (como parecieron ser otorgar 
derechos igualitarios a la población no caucásica, u otros temas no 
admitidos por el establishment), pueden implementarse “soluciones 
drásticas”, como los asesinatos de Martin Luther King, John Kennedy y su 
hermano Robert. 
• Sin duda hay muchos otros casos de “transgresiones a la sacrosanta 
alternancia”, que pueden citarse a escala mundial. 
• En Íbero América, en algunos países como Perú y Ecuador la inestabilidad 
política adopta el formato de presidencialismo nominal, jaqueado por las 
facultades intervencionistas del Poder Legislativo, y las presiones de la 
“gran prensa” alineada con el neoliberalismo, practicantes de la 
“alternancia forzosa”. Y siempre parece estar latente la existencia de 
uniformados, dispuestos a usurpar el poder -como en Bolivia-, con 
anacrónicas excusas de anticomunismo o argumentos contra “populismos”, 
para defender “el orden” de la preeminencia de poderosos intereses 
geopolíticos transnacionales. El tema no se agota. 
En Argentina, los que instalan la supuesta “necesidad” de alternancia, son 
los voceros del establishment reaccionariamente conservador y afín a políticas 
económicas liberales, neoliberales o similares…cuando ellos no detentan el Poder 
Formal. Pero cuando se instalan en la Casa Rosada, la alternancia pasa al olvido. 
Ante el aquelarre de confusiones muy profundas instaladas por el constante 
proceso de colonización cultural, nunca faltan entusiastas adherentes a la 
alternancia…para desalojar del poder formal a gobiernos con mucho o algún tinte 
nacional, o incluso para hacerlos desaparecer o transmutar en dóciles partícipes 
de la partidocracia cleptocrática liberal, endeudadora y destructiva, como hemos 
padecido muchas veces a lo largo de nuestra complicada Historia Nacional. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
 
 
Excelentes conceptos, Carlos. Ahora se ataca a Gildo Insfrán en particular. Pero ya ha pasado en otras provincias, donde la gran prensa inventa mitos electorales que los tontos repiten como loros. En el cuarto oscuro hay completa libertad. Si eligen a Gildo Insfrán, ¿qué? ´¿O acaso en Capital Federal, donde desde 2007 gobierna el mismo partido, alguien acusa a los porteños de que "el PRO entregó zapatillas derechas con la promesa de entregar el ejemplar izquierdo una vez ganada la elección"? Nadie hace eso, pero orondamente este mito se le ha asestado a varias provincias que insisten en votar al peronismo. ¡Qué poco democráticos que son los formoseños, que no votan a Juntos por el Cambio! Qué cosa. Hay que educar al soberano, para que nos vote a nosotros para toda la eternidad. Ah, Alberdi, Alberdi...
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