CHINA SIGUE CONSTRUYENDO GRANDES HIDROELÉCTRICAS – DATOS RELACIONADOS DEL MUNDO Y DE ARGENTINA
El dato poco difundido, “renovablemente incorrecto”.
China comenzó a operar otra gigantesca hidroeléctrica, en la cuenca del gran río Yangtse, en la cual tiene ya en operación cinco grandes centrales, de escalas monumentales.
La recién inaugurada es la Hidroeléctrica Baihetan, que cuenta con 16 turbinas de 1.000 MW cada una, totalizando 16.000 MW de Potencia Instalada.
Produce energía de calidad, sin intermitencias (como padecen las “renovables amputadas” eólicas y solares), energía limpia, cero emisión de polucionantes.
Por eso, es “renovablemente incorrecta” esa mega usina hidroeléctrica, para los fuertes intereses que promueven desmesuradamente las eólicas y solares, mientras atacan a sus competidoras mucho más eficientes y económicas hidros y nucleares.
Lo de “renovables amputadas”, es porque caprichosamente, la legislación argentina excluyó del concepto de renovables (y de sus beneficios) a las hidroeléctricas de más de 50 MW, lo cual es irracional y a la vez demostrativo del poder de presión de los poderosos intereses vinculados con eólicas y solares.
¡Pero China no se deja presionar!
Encuadre geopolítico soberano.
Con su vasto plan de construcciones de usinas hidroeléctricas y nucleares, China demuestra en forma contundente, su coherente accionar energético, para lo cual incrementa en forma exponencial su capacidad de Potencia Instalada Firme, pues son unidades generadoras con condiciones técnicas para operar como Bases del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional, con acento en hidros y nucleares.
China es la nación que tiene mayor cantidad de usinas hidroeléctricas y nucleares en construcción y de reciente inauguración, lo cual tiene un definido doble propósito: 1) provisión de energía abundante y de calidad para su desarrollo; 2) descarbonizar su producción eléctrica, evitando consumir más carbón y petróleo, para cumplir protocolos ambientales. Muestra un accionar geopolítico soberano.
Tiene y construye una matriz eléctrica sana.
China apela a todas las fuentes de generación disponibles, pero no se deja influir por el fundamentalismo ecolátrico, que pretende imponer a escala planetaria, a eólicas y solares, por sobre sus limitada capacidades técnicas.
Con firmeza, en su claro rol de potencia mundial, no permite en su territorio el accionar pernicioso de los múltiples brazos del Poder Atlantista, el cual maniobra por medio de poderosas ONGs “ecologistas”, comunicadores dóciles, medios masivos de comunicación y otros, para obligar a los Estados a instalar las intermitentes eólicas y solares, muy por sobre su rol de energías complementarias.
Es bien sabido que la generación intermitente, si excede, según los casos, entre el 20 y el 25 % de la matriz eléctrica, resta calidad y previsibilidad al servicio eléctrico, por las intermitencias y variaciones abruptas de voltaje, lo cual obliga a implementar “soluciones de emergencia” con usinas térmicas instaladas de apuro, o donde fuera posible, a interconectarse con otros sistemas externos estables. Por ejemplo, Alemania debió apelar a ambos recursos de emergencia.
Por otra parte, al exceder el máximo tolerable por el sistema eléctrico respectivo, el país o región que incurre en esa falencia, pasa a soportar un cuadro de pobreza energética, la cual se da tanto por la baja calidad del servicio, como por sus altos costos que encarecen la producción y el nivel de vida. Es el caso de Uruguay.
China, con sus grandes producciones industriales de bajos costos (y bajos precios), no se puede dar el lujo de encarecer la energía eléctrica. Por eso, las “renovables amputadas” (eólicas y solares), se utilizan en su exclusivo rol de generaciones complementarias, nunca de base del sistema eléctrico.
Como generadoras de base, además de impulsar usinas hidros y nucleares, China utiliza enormes cantidades de gas natural ruso, provisto por grandes gasoductos; y también impulsa sus propias producciones de hidrocarburos, insuficientes para tan gigantesco mercado consumidor. En lo posible, para reducir
las emanaciones, busca limitar los consumos de petróleo y carbón (al cual somete al proceso de gasificación para disminuir su polución).
Energía renovable y abundante.
Inobjetablemente desde todo punto de vista, China presenta a estas megas centrales hidroeléctricas, como productoras de energía renovable, lo cual se ajusta estrictamente a la verdad.
Es energía renovable, pues el caudal del río se renueva segundo a segundo, y por otra parte, las hidroeléctricas bien construidas, tienen una vida útil que con pequeñas inversiones en mantenimiento, puede durar en forma prácticamente ilimitada
Unos pocos y contundentes datos.
Los escasos datos disponibles, acorde al “silencio comunicacional” que imponen a noticias “molestas” al establishment atlantista, no precisaron la Generación Media Anual.
Tomando como referencias otras grandes hidroeléctricas instaladas en ríos muy caudalosos, y con una respetable capacidad de almacenamiento en el vaso de la presa, se puede estimar en forma prudente un coeficiente de generación del 40 %. De acuerdo con ello, la Potencia Instalada de Baihetan, de 16.000 MW (16 GW), tendrá una Generación Media Anual del orden de 56.064 GWh/año, o sea la friolera de 56.064.000.000 kWh/año.
Si se emplearan usinas termoeléctricas (a las que esa hidroeléctrica reemplazará ventajosamente), se quemarían por año 11.212.800.000 litros de combustible de petróleo, o su equivalente en gas natural. Eso implica un ahorro ambiental descomunal…pero los mercenarios del ecologismo cavernario, critican ácidamente a las presas hidroeléctricas. Salvo los fanáticos y nulo fundamentados, esas críticas son hechas por mercenarios al servicio de las “renovables amputadas” y sus asociadas, las petroleras y gasíferas anglosajonas.
Transportar ese volumen de combustibles líquidos, implica mover aproximadamente 320.370 camiones con su semirremolque tanquero, de 35.000 litros cada uno. Si se transportara por ferrocarril, se necesitarían más de 8.000 trenes de 40 vagones, cada uno transportando 35.000 litros de combustible.
Son descomunales magnitudes muy positivas desde lo económico, lo ambiental, y por supuesto, desde lo social y geopolítico.
Ejemplos negativos en los que no incurre China.
El ”Dragón Asiático” marcha en forma decidida a consolidar su desarrollo socio económico y consolidando su hoy incuestionable rol de potencia mundial.
Practica su propia versión de Capitalismo de Estado, y no se deja amedrentar ni engañar por las presiones y cantos de sirena del ultra ecologismo, que es una herramienta del Poder Atlantista para poner trabas a los procesos de desarrollo de las naciones subdesarrolladas.
Hace nulo caso a los recurrentes mensajes de terrorismo ecolátrico, que demonizan a las centrales hidroeléctricas y nucleares, y claramente impide en su territorio el accionar de esos agentes del caos, que son las ONGs anglosajonas “ecologistas” y sus ramificaciones.
Es evidente que la planificación china, tiene muy en cuenta los descalabros energéticos y los costos económicos vinculados, que son consecuencia de dar indebida relevancia a las energías solar y eólica, como los casos de California (EEUU) con una crisis del sistema eléctrico estatal; España con dificultades para pagar los prebendarios beneficios acordados a las “renovables amputadas” y los problemas para deshacerse de las chatarras de eólicas y solares; Alemania, que pasó a depender en forma acentuada y creciente de importaciones de gas ruso, carbón polaco y yanqui, y energía nuclear francesa; y el caso de pobreza energética de Uruguay, donde empujadas por las prebendas a las masivas eólicas y a los desmadres del neoliberalismo, las tarifas eléctricas pasaron a ser un costo relevante para empresas y consumidores residenciales.
La implícita asociación de eólicas y solares con las gasíferas y petroleras.
Debido a que las eólicas y solares, para cubrir sus baches de generación, necesitan del respaldo de usinas de base, por lo general recurren a energía termoeléctrica para ese fin. Pero eso es ocultado o minimizado a la opinión pública, pues significa un mentís absoluto a los falsos conceptos de “energía limpia y económica”, que pregonan con falaz hipocresía sus promotores a ultranza.
Vinculando con el caso de Argentina.
A diferencia de China, Argentina está siendo, lamentablemente, muy vulnerable a los discursos ecolátricos de los promotores del subdesarrollo crónico bajo la excusa del fundamentalismo pseudo conservacionista.
Las enrevesadas leyes aprobadas para promover desmesuradamente las energías eólica y solar, además de pasar por alto las insalvables limitaciones de esas energías para operar como bases del sistema (pese a lo cual pretenden llevarlas a roles relevantes e inviables en la matriz eléctrica), también incurren en la aberración conceptual de excluir del concepto de “renovables” a las hidroeléctricas de más de 50 MW. ¡Eso es tan burdo como si se pretendiera modificar por una norma legal, la ley física de la gravedad!
Resulta preocupante que el Canciller Solá haya manifestado su adhesión a los postulados de ultra conservacionismo –que pasa a dejar de lado la prioridad del desarrollo-, que buscan imponer las potencias de Europa Occidental, con uno de los mascarones de proa el británico príncipe de Gales Charles, en su impensable rol de “científico preocupado por el futuro ambiental”.
Y es preocupante que no se ponga coto a las prebendarias ventajas concedidas a las eólicas y solares, mientras se demoran las necesarias grandes obras hidroeléctricas y nucleares, con todo lo cual se acentúa el sesgo termoeléctrico (petróleo y gas dependiente), de nuestra matriz energética.
También queda el interrogante acerca de que medidas se tomarán para hacer resurgir la industria de los biocombustibles, de la cual llegamos a ser uno de los grandes referentes mundiales, hasta que el nefasto rebrote neoliberal del reciente período macrista, lo arrasó, tal como lo perpetró en casi todo el amplio espectro socio económico nacional.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
El dato poco difundido, “renovablemente incorrecto”.
China comenzó a operar otra gigantesca hidroeléctrica, en la cuenca del gran río Yangtse, en la cual tiene ya en operación cinco grandes centrales, de escalas monumentales.
La recién inaugurada es la Hidroeléctrica Baihetan, que cuenta con 16 turbinas de 1.000 MW cada una, totalizando 16.000 MW de Potencia Instalada.
Produce energía de calidad, sin intermitencias (como padecen las “renovables amputadas” eólicas y solares), energía limpia, cero emisión de polucionantes.
Por eso, es “renovablemente incorrecta” esa mega usina hidroeléctrica, para los fuertes intereses que promueven desmesuradamente las eólicas y solares, mientras atacan a sus competidoras mucho más eficientes y económicas hidros y nucleares.
Lo de “renovables amputadas”, es porque caprichosamente, la legislación argentina excluyó del concepto de renovables (y de sus beneficios) a las hidroeléctricas de más de 50 MW, lo cual es irracional y a la vez demostrativo del poder de presión de los poderosos intereses vinculados con eólicas y solares.
¡Pero China no se deja presionar!
Encuadre geopolítico soberano.
Con su vasto plan de construcciones de usinas hidroeléctricas y nucleares, China demuestra en forma contundente, su coherente accionar energético, para lo cual incrementa en forma exponencial su capacidad de Potencia Instalada Firme, pues son unidades generadoras con condiciones técnicas para operar como Bases del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional, con acento en hidros y nucleares.
China es la nación que tiene mayor cantidad de usinas hidroeléctricas y nucleares en construcción y de reciente inauguración, lo cual tiene un definido doble propósito: 1) provisión de energía abundante y de calidad para su desarrollo; 2) descarbonizar su producción eléctrica, evitando consumir más carbón y petróleo, para cumplir protocolos ambientales. Muestra un accionar geopolítico soberano.
Tiene y construye una matriz eléctrica sana.
China apela a todas las fuentes de generación disponibles, pero no se deja influir por el fundamentalismo ecolátrico, que pretende imponer a escala planetaria, a eólicas y solares, por sobre sus limitada capacidades técnicas.
Con firmeza, en su claro rol de potencia mundial, no permite en su territorio el accionar pernicioso de los múltiples brazos del Poder Atlantista, el cual maniobra por medio de poderosas ONGs “ecologistas”, comunicadores dóciles, medios masivos de comunicación y otros, para obligar a los Estados a instalar las intermitentes eólicas y solares, muy por sobre su rol de energías complementarias.
Es bien sabido que la generación intermitente, si excede, según los casos, entre el 20 y el 25 % de la matriz eléctrica, resta calidad y previsibilidad al servicio eléctrico, por las intermitencias y variaciones abruptas de voltaje, lo cual obliga a implementar “soluciones de emergencia” con usinas térmicas instaladas de apuro, o donde fuera posible, a interconectarse con otros sistemas externos estables. Por ejemplo, Alemania debió apelar a ambos recursos de emergencia.
Por otra parte, al exceder el máximo tolerable por el sistema eléctrico respectivo, el país o región que incurre en esa falencia, pasa a soportar un cuadro de pobreza energética, la cual se da tanto por la baja calidad del servicio, como por sus altos costos que encarecen la producción y el nivel de vida. Es el caso de Uruguay.
China, con sus grandes producciones industriales de bajos costos (y bajos precios), no se puede dar el lujo de encarecer la energía eléctrica. Por eso, las “renovables amputadas” (eólicas y solares), se utilizan en su exclusivo rol de generaciones complementarias, nunca de base del sistema eléctrico.
Como generadoras de base, además de impulsar usinas hidros y nucleares, China utiliza enormes cantidades de gas natural ruso, provisto por grandes gasoductos; y también impulsa sus propias producciones de hidrocarburos, insuficientes para tan gigantesco mercado consumidor. En lo posible, para reducir
las emanaciones, busca limitar los consumos de petróleo y carbón (al cual somete al proceso de gasificación para disminuir su polución).
Energía renovable y abundante.
Inobjetablemente desde todo punto de vista, China presenta a estas megas centrales hidroeléctricas, como productoras de energía renovable, lo cual se ajusta estrictamente a la verdad.
Es energía renovable, pues el caudal del río se renueva segundo a segundo, y por otra parte, las hidroeléctricas bien construidas, tienen una vida útil que con pequeñas inversiones en mantenimiento, puede durar en forma prácticamente ilimitada
Unos pocos y contundentes datos.
Los escasos datos disponibles, acorde al “silencio comunicacional” que imponen a noticias “molestas” al establishment atlantista, no precisaron la Generación Media Anual.
Tomando como referencias otras grandes hidroeléctricas instaladas en ríos muy caudalosos, y con una respetable capacidad de almacenamiento en el vaso de la presa, se puede estimar en forma prudente un coeficiente de generación del 40 %. De acuerdo con ello, la Potencia Instalada de Baihetan, de 16.000 MW (16 GW), tendrá una Generación Media Anual del orden de 56.064 GWh/año, o sea la friolera de 56.064.000.000 kWh/año.
Si se emplearan usinas termoeléctricas (a las que esa hidroeléctrica reemplazará ventajosamente), se quemarían por año 11.212.800.000 litros de combustible de petróleo, o su equivalente en gas natural. Eso implica un ahorro ambiental descomunal…pero los mercenarios del ecologismo cavernario, critican ácidamente a las presas hidroeléctricas. Salvo los fanáticos y nulo fundamentados, esas críticas son hechas por mercenarios al servicio de las “renovables amputadas” y sus asociadas, las petroleras y gasíferas anglosajonas.
Transportar ese volumen de combustibles líquidos, implica mover aproximadamente 320.370 camiones con su semirremolque tanquero, de 35.000 litros cada uno. Si se transportara por ferrocarril, se necesitarían más de 8.000 trenes de 40 vagones, cada uno transportando 35.000 litros de combustible.
Son descomunales magnitudes muy positivas desde lo económico, lo ambiental, y por supuesto, desde lo social y geopolítico.
Ejemplos negativos en los que no incurre China.
El ”Dragón Asiático” marcha en forma decidida a consolidar su desarrollo socio económico y consolidando su hoy incuestionable rol de potencia mundial.
Practica su propia versión de Capitalismo de Estado, y no se deja amedrentar ni engañar por las presiones y cantos de sirena del ultra ecologismo, que es una herramienta del Poder Atlantista para poner trabas a los procesos de desarrollo de las naciones subdesarrolladas.
Hace nulo caso a los recurrentes mensajes de terrorismo ecolátrico, que demonizan a las centrales hidroeléctricas y nucleares, y claramente impide en su territorio el accionar de esos agentes del caos, que son las ONGs anglosajonas “ecologistas” y sus ramificaciones.
Es evidente que la planificación china, tiene muy en cuenta los descalabros energéticos y los costos económicos vinculados, que son consecuencia de dar indebida relevancia a las energías solar y eólica, como los casos de California (EEUU) con una crisis del sistema eléctrico estatal; España con dificultades para pagar los prebendarios beneficios acordados a las “renovables amputadas” y los problemas para deshacerse de las chatarras de eólicas y solares; Alemania, que pasó a depender en forma acentuada y creciente de importaciones de gas ruso, carbón polaco y yanqui, y energía nuclear francesa; y el caso de pobreza energética de Uruguay, donde empujadas por las prebendas a las masivas eólicas y a los desmadres del neoliberalismo, las tarifas eléctricas pasaron a ser un costo relevante para empresas y consumidores residenciales.
La implícita asociación de eólicas y solares con las gasíferas y petroleras.
Debido a que las eólicas y solares, para cubrir sus baches de generación, necesitan del respaldo de usinas de base, por lo general recurren a energía termoeléctrica para ese fin. Pero eso es ocultado o minimizado a la opinión pública, pues significa un mentís absoluto a los falsos conceptos de “energía limpia y económica”, que pregonan con falaz hipocresía sus promotores a ultranza.
Vinculando con el caso de Argentina.
A diferencia de China, Argentina está siendo, lamentablemente, muy vulnerable a los discursos ecolátricos de los promotores del subdesarrollo crónico bajo la excusa del fundamentalismo pseudo conservacionista.
Las enrevesadas leyes aprobadas para promover desmesuradamente las energías eólica y solar, además de pasar por alto las insalvables limitaciones de esas energías para operar como bases del sistema (pese a lo cual pretenden llevarlas a roles relevantes e inviables en la matriz eléctrica), también incurren en la aberración conceptual de excluir del concepto de “renovables” a las hidroeléctricas de más de 50 MW. ¡Eso es tan burdo como si se pretendiera modificar por una norma legal, la ley física de la gravedad!
Resulta preocupante que el Canciller Solá haya manifestado su adhesión a los postulados de ultra conservacionismo –que pasa a dejar de lado la prioridad del desarrollo-, que buscan imponer las potencias de Europa Occidental, con uno de los mascarones de proa el británico príncipe de Gales Charles, en su impensable rol de “científico preocupado por el futuro ambiental”.
Y es preocupante que no se ponga coto a las prebendarias ventajas concedidas a las eólicas y solares, mientras se demoran las necesarias grandes obras hidroeléctricas y nucleares, con todo lo cual se acentúa el sesgo termoeléctrico (petróleo y gas dependiente), de nuestra matriz energética.
También queda el interrogante acerca de que medidas se tomarán para hacer resurgir la industria de los biocombustibles, de la cual llegamos a ser uno de los grandes referentes mundiales, hasta que el nefasto rebrote neoliberal del reciente período macrista, lo arrasó, tal como lo perpetró en casi todo el amplio espectro socio económico nacional.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
Mentiras comunistas para atrapar incsutos por qué? No hablas de los campesinos chinos, como viven en los campos y en el interior del país. Defiendes un regimen genocida de horror y terror ya que no tienen libertad.
ResponderEliminar