viernes, 7 de agosto de 2020

 Cerdos y Diamantes - Lo interesante y lo discutible

Interesante lo expuesto y desarrollado, muy sintéticamente, en lo referente a las perspectivas que se vislumbran respecto al posible o concreto acuerdo con China, para exportar cantidades masivas de carne porcina. Interesantes los números básicos que señala, como fuertes argumentos a favor del acuerdo citado. Y en eso es para felicitar al autor, el colega Knass. (Portal ECONOMIS, en artículo del mencionado).

Pero otros aspectos de la nota, son para al menos analizarlos y puntualizarnos.

Por una parte se muestra a favor de la política de sustitución de importaciones, exactamente lo contrario a lo dicho en uno de sus recientes artículos, en los que –defendiendo el neoliberalismo (pese a sus probadas desastrosas consecuencias)- se posicionó contra dicha política de sustitución de importaciones, la cual sin duda fue importante para Argentina, y de la cual incluso habíamos entrado en un escenario superior, de exportadores de manufacturas. Todo eso fue destruido por el neoliberalismo, que el joven economista alabó explícitamente.

Enhora buena si repentinamente evolucionó a una postura más acorde a los Intereses Nacionales, dentro de los cuales la industrialización es uno de sus más fuertes pilares.

Interesante que cite y muestre gráficos de evoluciones del comercio exterior, pero sacar conclusiones supuestamente tajantes, de unos pocos datos, puede conducir a conclusiones erróneas basadas en esas parcializaciones.

Las reservas que expresa, respecto a los riesgos que los nuevos grandes productores porcinos, podrían inundar el mercado interno, bien pueden anularse si el acuerdo con China resultara claro y se comprometiera a comprar toda esa nueva producción porcina, la cual por cierto el gigante asiático la necesita…y tiene con que comprarla.

Por otra parte, afirmar que “no tenemos industria” es una expresión tan tajante como errada. Si bien los sucesivos gobiernos neoliberales se dedicaron con ahínco a obedecer mandatos de los centros del poder financiero y atlantista mundial, y destrozaron buena parte del sector industrial, trabajosamente montado

sobre todo desde el primer peronismo (1946-1955) en adelante, lo real es que hoy existen muchas industrias total o parcialmente ociosas. Y para reconstruir lo destrozado por gobiernos oligárquicos y neoliberales, en parte hacen falta divisas propias, en parte se pueden financiar en moneda argentina, y en buena parte se puede planificar inversiones extranjeras…y el articulista omite por completo al respecto los acuerdos estratégicos con China y Rusia, que sin duda podrían hacer buenos aportes en ese sentido, y en otros, sin desdeñar inversores tradicionales, del núcleo atlantista (EEUU – UE) y otros aliados al mismo, como Japón y Corea Del Sur, entre varios más.

Lo sustancial está en el enfoque que le da al párrafo final. Define –muy correctamente- que Argentina no es viable si se consume más de lo que se produce. Faltó decir que es inviable que se importe desmesuradamente, mientras se desalientan claramente las exportaciones con valor agregado, en un proceso de primarización forzosa de la economía; tal como fue el explícito y muy negativo objetivo real del neoliberalismo, en sus tres muy perversamente antinacionales períodos de aplicación: el siniestro “proceso” de dictadura cívico militar; el muy extenso “noventismo” (que incluyó casi todo el gobierno de Alfonsín, más los gobiernos de Menem y De La Rúa); y el recientemente finalizado macrismo.

O sea que el autor, con una frase “florida” y en sí misma real (pero de enfoque muy parcial), omite el quid de la cuestión, que es definir con todas las letras, que la hecatombe socio económica en la cual nos embretaron, fue directa y buscada consecuencia, del intencionalmente desastroso gobierno neoliberal, cuyo real objetivo geopolítico fue desguazar completa y definitivamente a Argentina.

Omitir mencionar las causas del problema señalado (consumo superior a lo producido, importaciones mayores que las exportaciones, desprotección total del mercado interno, más un endeudamiento sideral y marcadamente culposo con ribetes mafiosos, y la anulación de toda política de protección social, como la Salud Pública - todo eso y más, perpetrado en los recientemente caducados últimos cuatro años-); sería como si un médico describiera el cuadro patológico del paciente, sin precisar cuales son las causas del mismo, para que se actúe en consecuencia, evitándose reiterar prácticas nocivas e incluso muy peligrosas, como lo son el neoliberalismo y su derivación, el libertarismo, para la salud y la supervivencia del Estado Nacional, su soberanía y su desarrollo socio económico.

MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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