ENERGÍA - PAUTAS PARA VOLVER A SER PUNTAL ESTRATÉGICO DEL DESARROLLO
Pretextando una crisis inexistente, el neoliberalismo recargado del (des)gobierno macrista, paralizó proyectos de gran importancia estratégica, suspendió inversiones, acentuó el perfil peligrosamente termoeléctrico de nuestra matriz energética (y lo propio respecto a la eléctrica), e implemento un prebendario mecanismo de promociones a ultranza de las “energías renovables”, esto último con características claramente nocivas para el Interés Nacional y el de los usuarios del sistema, con tarifas dolarizadas e indexadas, prioridad para el despacho y venta, entre otras abusivas ventajas.
Simplemente con cuellos de botella propios de todo proceso de desarrollo socio económico, la situación energética de 2015 fue falsamente calificada de crisis, por el “periodismo de guerra” (1) y los “expertos” funcionales a los intereses de los grupos de poder, que con el actual gobierno, pasaron a formar parte del elenco estable…o sea, a atender desde los dos lados del mostrador. Aranguren, el ejecutivo y accionista de la británica Shell, es el caso más evidente, de ese copamiento del poder formal por parte de los intereses extranjeros en el área energética.
Revertir lo más rápidamente el acentuado deterioro perpetrado en estos casi cuatro años de neoliberalismo recargado, será sin duda una enorme tarea, de importancia estratégica central, para volver a llevar a nuestro país a la senda del desarrollo socio económico.
En breve síntesis, se exponen las medidas que se consideran muy importantes o incluso esenciales para revertir el cuadro de pobreza energética (2) y de abandono de inversiones esenciales, amén del sesgo marcadamente pro térmico y pro “renovable” impreso excluyentemente, con el aval de entidades ultra ecologistas y de los personeros al servicio de las transnacionales petroleras gasíferas que tomaron por asalto el poder formal.
Volver a pesificar las tarifas de los servicios públicos y los precios de los combustibles, y reducir los precios respectivos a valores lógicos y accesibles para el pueblo común, es un imperativo de primer orden. El actual esquema dolarizado es la excusa “técnica” para consumar un descomunal saqueo a la masa de usuarios, en beneficio de los grupos concentrados de las petroleras
y gasíferas, así como los que manejan las generadoras eléctricas, previamente “privatizadas”.
Un plan de inversiones en líneas de alta, media y baja tensión, es prioritario, dadas las carencias ante las casi nulas inversiones en estos cuatro años.
Volver a estatizar las usinas recientemente privatizadas, varias en beneficio directo de los amigos del poder, para lo cual pueden considerarse las metodologías legales aplicadas en otros países para recuperar bienes estratégicos, ante casos similares de cooptación privada-extranjera. Lo ideal será estatizar todas las usinas, privatizadas prebendariamente y de apuro durante los nocivos años ’90.
Reconstituir Gas del Estado, para manejar la extensa red de gasoductos troncales y secundarios. Es otro activo que no tiene por qué ser operado como un activo sin valor estratégico. Una de las prioridades vinculadas a eso, es terminar el GasNEA, paralizado sin motivos valederos por el macrismo.
Tratar de recuperar los valiosos trabajos de aforos de ríos, hechos durante décadas por Agua y Energía Eléctrica, no descartándose reconstituir el ente.
Volver a dar muy fuerte impulso y amplio presupuesto al Sector Nuclear, activándose los acuerdos estratégicos rubricados con China y Rusia, para construir lo antes posible tres nuevas grandes centrales nucleares. Además, debe impulsarse el proyecto nacional CAREM, y el Dioxitek en Formosa.
Reactivar lo antes posible los grandes proyectos hidroeléctricos, también paralizados por los intereses termoeléctricos hoy en el gobierno. Ello incluye las dos centrales en el Río Santa Cruz, que no deben “enanizarse” como presionaron los ultra ecologistas y los neoliberales. Cuentan con financiación china. También el Proyecto Chihuido I, imprescindible para proteger de grandes crecientes a Cerros Colorados, tenía financiación rusa, que se puede reactivar.
En la principal cuenca hidroeléctrica argentina, la Del Plata, debe darse prioridad a los proyectos Añacuá, Corpus, Garabí y Panambí.
En una siguiente etapa, la Canalización del Bermejo, suministrará energía adicional, más regadío en el fértil pero muy seco Gran Chaco, y evitará la mayor parte del material en suspensión que obliga a las costosas tareas de dragado del Paraná. También en una siguiente etapa, la readecuación del Proyecto Paraná Medio, pondrá en valor las ricas tierras de los Bajos Submeridionales en el norte santafesino, y tendrá capacidad para irrigar por gravedad o por bombeo extensas zonas de Santa Fe y Córdoba.
Los contratos ya pautados de las energías “renovables”, deben reconsiderarse, pues como están son lesivos a los Intereses Nacionales, tal como fueron impuestos por los personeros de esas energías y las ONGs transnacionales del ultra ecologismo.
El gas y el petróleo de Vaca Muerta, deben ser prioritariamente para abastecer el consumo interno, priorizándose que se lo exporte ya industrializado como fertilizantes y otros bienes de mayor valor agregado. Se debe cortar la metodología de los años ’90, que subvenciona las exportaciones a Chile y otros destinos, mientras se retacea la provisión al mercado local.
Con seguridad será necesaria al menos una refinería más, cuya construcción posiblemente pueda negociarse por intercambio directo de bienes, con China y/o Rusia, o eventualmente otros proveedores, que respeten nuestra soberanía.
Es necesario reimpulsar a los biocombustibles, actividad que creció exponencialmente en el precedente gobierno peronista, y que como casi toda la economía, está en severa recesión a consecuencia del neoliberalismo macrista. Debe enfatizarse públicamente que buena parte de los involucrados con la industrialización y las producciones primarias vinculadas a los biocombustibles, por dogmatismo liberal cerrado o por prejuicios oligárquicos, atacaron al gobierno que los hizo crecer y defendieron al que los llevó casi al límite del colapso.
Difundir adecuadamente las medidas a tomarse, y compararlas con el desastroso cuadro de situación actual, es parte esencial de la formidable tarea cultural de esclarecimiento, que debe realizarse aun pese a las previsibles fuertes presiones en contrario.
Esta breve síntesis de prioridades, no excluye otras iniciativas que resulten necesarias.
(1) Periodismo de guerra fue la gráfica descripción de Julio Blanck, uno de los escribas principales del grupo Clarín.
(2) Pobreza energética es un acertado concepto desarrollado y bien fundamentado por OETEC, con su conductor Federico Bernal como expositor principal.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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