LAS CONSTANTES ANTEOJERAS DE LA COLONIZACIÓN CULTURAL
Cuatro opinantes que son claros ejemplos del liberalismo extremo imperante en las Fuerzas Armadas de Argentina. Omito los nombres, que los conozco, por no ser necesario para el análisis.
Largo y farragoso escrito de un Coronel (R). Habiendo sido de Inteligencia Militar, y diciéndose patriota, nunca puede entenderse como apoyó sin cortapisas al macrismo, pese a los claros antecedentes antinacionales y mafiosos de los que hoy nos (des)gobiernan, y lo siguió apoyando explícita y enjundiosamente hasta hace muy poco, ¿nunca vio las claras acciones de entrega de soberanía, por no citar la destrucción socio económica generalizada adrede tan visible, el endeudamiento feroz y el desguace del poder residual que quedaba de las FFAA?
Sus escritos solo denotaron un rechazo visceral al peronismo, en particular del gobierno de los Kirchner, repitiendo lugares comunes de la “prensa adicta” al establishment, que enfatizan la supuesta “corrupción total” y otros cargos similares, nunca demostrados en la supuesta generalidad que pretende enrostrarse para el descrédito total. Es la misma metodología deleznable que la oligarquía siempre clasista, racista y apátrida, uso contra Rosas, Yrigoyen, Perón, M.E.M. de Perón, Frondizi y otros. Metodología que sirvió de marco y falaz justificativo para perpetrar destierros forzosos, cárceles por motivos políticos, torturas e incluso asesinatos a mansalva, para “aleccionar” a los “muy osados” que defendieron las Causas Nacionales, las que de un modo u otro fueron asumidas por los gobernantes citados.
Nunca hizo un análisis objetivo y basado en sólidos datos macro económicos, macro sociales y geopolíticos, de los doce años de gobiernos de los Kirchner, cuyos indicadores dan saldos claramente positivos, pese a los errores y algunos hechos muy discutibles, que por cierto hubo; pero omite sistemáticamente todo análisis bien fundamentado. Solo denosta…¿Por qué?
No es casual que mezcle en un combo imposible, a Rosas (patriota y referente de la Causa Nacional) con un traidor serial como Urquiza, vendido a los treinta denarios de enemigos de la patria, y con un feroz racista inverso (que odió a criollos, gauchos, indios y negros, pese a que ese era su origen), como Sarmiento. El mismo que alentaba degollar a mansalva a gauchos, diciendo que para lo único que sirven es para abonar la tierra con su sangre, siendo que de gauchos, indios y negros se nutrió el Ejército Libertador de San Martín y los otros muchos ejércitos formados para defender a la patria en el siglo XIX.
No es casual que el Coronel cite como referencia al Facundo, libro que el propio Sarmiento reconociera que era una suma de mentiras al cuento, hecho como folleto antirrosista y pro liberal (o sea antipatria). El mismo libro Facundo, que con meridiana claridad Jauretche citó como una de las principales zonceras argentinas de colonización cultural.
No es casual que con claro pero sutil pensamiento unitario y racista, se muestre partidario de la supuesta “civilización” centrada en “la ciudad” (que estuvo y está cargada de prejuicios anglófilos, sectarios y europeizantes antinacionales), y denigre al pueblo humilde, con menos conocimientos formales pero imbuido del Ser Nacional, que es el del interior profundo, así como el de los barrios populares de la extranjerizada capital nacional y el Gran Buenos Aires.
Notable ese pensamiento cargado de racismo implícito en un oficial, que no desconoce que la gran mayoría de los suboficiales provienen del Norte Grande, y por ello son mayoritariamente morochos de las diversas cruzas étnicas que forjaron nuestro país.
Tampoco puede omitirse que en su particular listado de referentes históricos, “casualmente” omitió a Perón y Frondizi, grandes estadistas del siglo XX, a quienes dijo admirar (pero no lo refrenda con sus escritos tan cargados de liberalismo apátrida).
Como sea, no puede sorprender la impronta ultra liberal en lo económico, y muy mitrista en su interpretación histórica (ni asomo del mucho más fundamentado revisionismo histórico ni de una visión político - económica por fuera del ultra liberalismo), tal como se inculca en forma excluyente en los Institutos Militares…lastimosamente.
Tampoco nunca contradijo ni “llamó al orden” a un ex subordinado suyo (lo llama “mi Coro”), de tan pocas luces que ese personaje se dice “sanmartiniano” siendo que su rastrera prédica es violentamente rivadaviana –lo cual nunca entendió ese opinante-, pero tan grave como eso es la cerrada concepción ideológica y ¿geopolítica? que afirmó con su enjundia y poco elaborada redacción, que “no hay enemigos externos, los únicos que hay los tenemos adentro: los peronistas y los comunistas” (a quienes burdamente incluyó en la misma bolsa).
Tan obtuso pensamiento del subordinado, nunca fue corregido ni menos refutado, por el Coronel opinante. Y el que calla, otorga…
El Coronel, así como otro Teniente Coronel también asiduo opinante, mencionaron a Mosconi y Savio, dos prohombres sin duda y grandes Militares de la Patria, pero olvidaron a otros como Baldrich, el Brigadier San Martín, Perón, Rodríguez Zía y Guglialmelli, entre otros también militares que fueron auténticos patriotas. Claro que para lo procesero “militarmente correcto”, varios de esos grandes nombres son impronunciables, y pretenden condenarlos al olvido, sino al oprobio.
Y omitieron señalar que varios de ellos fueron perseguidos por el
establishment apátrida y pro anglosajón, con el concurso principalísimo de varios militares ultra liberales.
El Tte. Coronel asiduo opinante, dijo en tono solemne, que “hay un solo Ejército”, como si el pensamiento predominante hubiese sido monolítico. Parece ignorar que todos los historiadores serios y bien documentados, afirmaron la clara existencia de dos corrientes doctrinales claramente contrapuestas: los liberales y los Nacionales o Nacionalistas. Esas dos corrientes existieron siempre en pugna, así sea bajo formalidades castrenses, pero en muchos casos con sórdidos enfrentamientos, que llegaron a las armas en algunas ocasiones, como en “la fusiladora” y en los hechos de armas entre Azules y Colorados. Claro que desde 1955 y sobre todo desde el “proceso” se excluyó al Pensamiento Nacional, lo cual es claro en virtud de los contenidos dictados en los Institutos Militares, según trascendió, así como en otros formalismos importantes, como homenajear al anglófilo y genocida Aramburu, con su nombre en la Escuela de Infantería.
Un cuarto opinante, habitualmente muy enjundioso y “muy malvinero”, civil vinculado fuertemente a las FFAA, nunca demostró ninguna reacción ante las políticas de entrega de soberanía que a diario perpetra el macrismo; y en varias ocasiones defendió al polifuncionario Gómez Centurión, por su carácter de militar y veterano de guerra, como si eso lo excluyera de toda culpa. Nunca consideró las acusaciones que pesan sobre el mismo, por su responsabilidad en el incendio y muerte en Iron Mountain, cuya aprobación de funcionamiento por la CABA fue de su directa incumbencia. Tampoco manifestó nada, al ser nombrado el citado polifuncionario, como vicepresidente del Banco Nación (no trascendió que acredite conocimientos específicos para dicho cargo), y en el mismo existen fundadas sospechas que sea funcional al desguace por partes, que por presiones de la Banca transnacional y por las convicciones neoliberales del macrismo, se estaría consumando; lo cual es de recordar motivó la renuncia de Melconian, pese al conocido liberalismo extremo de este economista muy afín al establishment.
Cuatro opinantes que son exponentes del crudo liberalismo hoy imperante en Nuestras Fuerzas Armadas. Y no es redundante recordar que el liberalismo, junto al marxismo, son doctrinas económicas claramente antinacionales.
Todo muy afín a la nefasta doctrina de la seguridad nacional. Muy lejos de la Doctrina de la Defensa Nacional, que desde el “proceso” parecería tirada al desván de lo inservible…lamentablemente.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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