jueves, 12 de abril de 2018

LA IGNOMINIOSA VUELTA A LAS RELACIONES CARNALES
Tristes y deplorables recuerdos trae la vergonzosa expresión acuñada por el anglófilo “oxfordiano” canciller Guido Di Tella; el mismo que condujo los entreguistas acuerdos de Madrid – Londres que sellaron la rendición incondicional de Argentina en la Guerra del Atlántico Sur, bajo leoninas condiciones colonialistas, que hasta hoy padecemos.
Fue ese personaje quien fungiendo de canciller durante el neoliberalismo del menemato, quien impulsó la arrastrada política de “seducción” a los isleños malvineros, de nulos resultados positivos para Argentina; el mismo que con su hermano Torcuato tuvieron el dudoso “mérito” de fundir en pocos años la poderosa empresa fundada por su padre, empresa que llegó a ser la principal empresa privada argentina, de poderosas proyecciones industriales y de capitales nacionales.
Ahora, ratificando que el macrismo es la continuación acentuada del siniestro “proceso” y de los muy perversos años ’90, el CEOcrata puesto a presidente no tuvo mejor idea que afirmar muy suelto de cuerpo, que Argentina y España son como dos viejos amantes que se reencuentran…una más de las tantas groserías vergonzosas expresadas por este personero de las oligarquías locales, de las corporaciones extranjeras y de las potencias atlantistas.
Todas las evidencias demuestran que el neoliberalismo hoy en el poder y buscando al como sea la suma del poder público (pero sin que nadie se la haya concedido, como sí en cambio sucedió en el siglo XIX con el patriota Juan Manuel de Rosas, con objetivos políticos de Grandeza Nacional diametralmente opuestos al entreguismo neoliberal actual), está buscando completar las “tareas sucias inconclusas” que no pudieron terminar de perpetrar en la crisis terminal de 2001/2002, cuando el objetivo final era –según fuertes y diversos indicios- desguazar a Argentina en media docena (o más) de pequeños paisitos bananeros irrelevantes e ingobernables. Por algo en aquellos siniestros años, las dos divas blondas teñidas de la TV capitalina, voceras de la oligarquía, buscaron instalar el derrotista sentimiento que “no queda otra alternativa que permutar deuda por territorios”, cuando forzaban entregar La Patagonia a los acreedores financieros.
Pero la repudiable frase de nuestro presidente, rebajando a la República Argentina al rol de “amante” de la vieja España (hoy con tan poca hispanidad como cargada de infatuadas actitudes neocolonialistas), es una más de las tantas declaraciones explícitas de claudicación total ante las potencias atlantistas, de las
que por carácter transitivo y subordinado, actúa la España neoliberal actual.
Hace unos cuantos meses, el entonces ministro Prat Gay (el “Amalito”, pues fue promovido en el “proceso” por recomendación de Amalia Fortabat), exponiendo ante empresarios y funcionarios españoles, cometió la bajeza de “pedir perdón”, claramente por el “pecado” cometido por Argentina, de recuperar empresas saqueadas y vaciadas, luego de las extranjerizaciones forzadas por el anterior gobierno neoliberal (el que caducó en 2001, con estertores hasta 2003), gobierno que tuvo prácticamente los mismos perpetradores que hoy están en el actual gobierno CEOcrático neoliberal; como por caso el procesado Sturzenegger, que ahora repite las mismas operatorias por las cuales fue procesado y de las que nunca pudo demostrar su inocencia (su causa prescribió, por inacción del Poder Judicial “adicto” al poder financiero).
Es que para los tecnócratas apátridas, toda expresión y actitud de soberanía resulta “vergonzosa”, de ahí el arrastrado “pedido de perdón” del “Amalito” (expresión acuñada por el analista político Jorge Asís).
Además de eso, durante la conmemoración del bicentenario de la
Independencia Nacional, dirigiéndose al rey emérito de España, Macri pretendió “interpretar” el sentimiento de los patriotas independentistas, bajo su pensamiento de dócil colonizado, suponiendo que nuestros patriotas y guerreros de la independencia “sintieron angustia” por independizarnos. ¡La independencia se logró en base a arrojo, coraje y mucha sangre derramada, nada de pusilánime “angustia”, como sienten los cipayos asumidos!
Antes de postrarse ante la soberbia que por carácter transitivo –de sus mandantes de la UE- adoptan los poderosos de España, el (des)gobierno macrista había tenido otras desdecorosas acciones de diplomacia directa, de diálogos de pasillo con representantes británicos, tan fuera de contexto que fueron desmentidos por el gobierno de la potencia invasora; así como desubicados 
“chistecitos” con el presidente ruso, que demuestran la distancia sideral entre un improvisado puesto a presidente con vocación de gerente de una colonia, y un estadista de talla mundial.
Nada de inversiones, por parte de la “nutrida comitiva de empresarios españoles”, o sea un visita de pura zaraza y bla bla. Claro que seguramente los CEOcratas locales preparan una nueva entrega de las empresas estratégicas argentinas, a ser “vendidas” por monedas sin importarles nada la soberanía nacional.
Por otra parte, ¿quién va a invertir en un país que paga tasas descomunales por la operatoria suicida de las LEBACs, mientras desalienta de hecho las inversiones? ¿Quién va a invertir en un país en el cual el propio presidente, sus ministros “estrellas” (casi todos), y sus círculos de familiares, amigotes y cómplices 
económicos, son fugadores seriales de divisas; mientras que el propio ministro de energía puesto por la holando – británica petrolera – gasífera Shell, afirmó muy suelto de cuerpo que no repatría su patrimonio por falta de confianza en nuestro propio país?
¡Pero eso si, Macri y Rajoy se hicieron tiempo para inmiscuirse alevosa y desembozadamente en la situación interna de la hermana República Bolivariana de Venezuela! Y entre otros temas de política internacional, no se molestan por las agresiones y bravuconadas de las Potencias Atlantistas y sus aliados menores,
 contra Siria y su sufrido pueblo.
En ese aquelarre de medidas negativas tomadas en claro perjuicio de nuestro país y nuestra gente, las cómplices tibiezas de encumbrados dirigentes sindicales, de “opositores” políticos que parecerían simples subordinados al poder, de comunicadores al tanto por cuanto, de ciertos sectores del Poder Judicial que son desembozadamente funcionales al neoliberalismo “reinante”, de clases medias anestesiadas mediáticamente, y de retirados de FFAA y FFSS que evidencian que con tal de mendigar por los indultos y por aumentitos en sus haberes no les hace asco que se pisoteen la dignidad y la soberanía nacional; en todo ese contexto, marchamos a paso acelerado hacia la disolución nacional.
¿Volveremos a salvarnos de milagro, tal como sucedió en 2001/2002?
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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