CON MACRI O CON EL PAPA
Con el materialismo sectario, elitista y cerradamente excluyente; o con la espiritualidad amplia, sin barreras económicas ni sociales, inclusiva, respetuosa de otros credos y abierta.
Con las mentiras flagrantes, dichas sin pudor ni rubor alguno, que parecerían proferidas por psicópatas sociales insensibles e incurables con amplias cuotas de sadismo que gozan con el dolor y la humillación ajenos; o con verdades de a puño, dichas aunque molesten a poderosos, acomodaticios y colonizados mentales en grados superlativos.
Evidentemente, como dijo Jesús, “a los tibios los escupiré de mi boca”. Y son tibios y acomodaticios, los que se dicen “muy cristianos” pero continúan apoyando los desmanes socio económicos, los negociados impúdicos para favorecer a parientes y amigos torciendo o forzando normas y transgrediendo todo principio ético (como en Energía, favoreciendo abiertamente a Shell y a propietarios de generadoras; en el caso de las coimas de Odebrecht - Arribas; en la autocondonación de deuda del Correo Argentino; en las operaciones de seguros de cambio, atendiendo de los dos lados del mostrador, en grandes obras públicas que “casualmente” favorecen a parientes y amigos; en el endeudamiento desbocado y feroz, que nos lleva a la vil “alternativa” de permutar deudas por territorios; en las quitas de partes de sus míseras asignaciones a los jubilados, mientras liberan de impuestos a los ricos de riquezas obscenas y a los bienes suntuarios; en el escándalo de las LEBACs que ya es una bomba de tiempo inmanejable; etc.); las resignaciones viles de soberanía, los atropellos judiciales, las represiones feroces que en nada parecen diferenciarse de las metodologías del infame “proceso”; ya sin lugar a excusas como “no saber”, “no estar informado” u otros lugares comunes similares, esgrimidos por los que no quieren asumir las responsabilidades de sus posturas políticas, vinculadas sin duda con posicionamientos desde lo social y desde lo profundamente humano.
Ya son inaceptables las excusas de los que se dicen “apolíticos” (que con eso juegan a favor de las oligarquías apátridas); de los que se dicen “muy patriotas y cristianos” pero que apoyan el ateísmo apátrida de quienes destrozan a nuestro país, negándose a todo razonamiento lógico; de los chupacirios “muy cristianos”
en lo formal pero muy anticristianos en lo real, al avalar las injusticias, tropelías de todo tipo perpetradas sin tapujos ni vergüenza alguna por la CEOcracia “reinante”, las exclusiones y la miseria creciente y dolorosa hasta lo indecible; por los que se dicen “muy legalistas” pero toleran o incluso apoyan con fruicción los aprietes a jueces no sumisos, la judicialización vergonzosa de la política, los encarcelamientos sin juicio previo, el uso abusivo de los DNU para avasallar leyes y derechos existentes; los que endiosan a los mercenarios de la incomunicación y los políticos obsecuentes o acomodaticios al tanto por cuanto.
El Papa Francisco, el Papa argentino y a la vez ecuménico, habla con sus gestos, y fue elocuente la negativa a recibir a Macri (el vacacionador serial, personero del neoliberalismo apátrida), en su visita a Chile.
El Papa Francisco se posicionó clara y valientemente contra el neoliberalismo que no solo es materialista en grado sumo y ateo, es antiteo, pues inculca disvalores que atacan los pilares del cristianismo, que son muy semejantes a los pilares del judaísmo y de la fe musulmana, además de plenamente compatibles con el abierto humanismo.
El Papa Francisco apoya a los Curas de la Opción por los Pobres, los mismos que se preocupan por los marginados y los desposeídos, y no tienen reparos en chapalear barro para llegar a las villas miseria y otros sitios marginales.
En cambio, los altos dignatarios de la Iglesia Argentina, los obispos (siempre hay excepciones) y los curas más conservadores que católicos, no solo apoyaron tácita o abiertamente la irrupción del noventismo neoliberal hoy encarnado en el macrismo, sino también han practicado una solapada animadversión en contra del Papa Francisco, el Papa Íbero Americano, el de profundos valores cristianos, consustanciado con el pueblo y en clara lucha a brazo partido contra la burocracia hiper conservadora que parece enraizada en El Vaticano y en sectores de altos dignatarios eclesiásticos. Burocracia que parece totalmente alineada con los mandatos imperiales de las Potencias Atlantistas; asemejándose a pastores de sectas que hacen “buena letra” para recibir apoyos –y no solo morales- provenientes del “gran país del norte” y de sus aliados más cercanos.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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