LA GEOPOLÍTICA NO ES PARA PSICÓPATAS NI PARA CIPAYOS ASUMIDOS
Ciencia muy citada pero poco conocida en profundidad, incluso poco
entendida ni estudiada (dolorosa realidad, al menos en Argentina) en sectores
políticos y militares real o potencialmente dirigenciales.
Ese desconocimiento, muchas veces al que se agrega un claro desprecio por
la soberanía nacional, es consecuencia del acceso de mediocres e incluso
apátridas, a estamentos del Poder real.
De ahí el despectivo concepto de “cipayo”
utilizado por el gran pensador Arturo Jauretche, para nombrar a los mercenarios
y similares, que operan contra el propio país.
Esa proliferación de mediocres, puede ser directa consecuencia de la
degradación de conocimientos y de la carencia total de la imprescindible
valoración de normas éticas, que se da ante el vaciamiento de contenidos
esenciales, incluso el deterioro casi total, de asignaturas imprescindibles para
formar y forjar ciudadanos pensantes, con capacidad de razonamiento crítico
propio, al que se debe agregar el básico bagaje de valores morales esenciales,
entre ellos la honestidad, la responsabilidad, el amor al prójimo, y el sincero y
profundo patriotismo.
Ese vaciamiento y deterioro de contenidos, tuvo que ver con las pésimas
consecuencias del “proceso” y su carga de prejuicios incluido el patrioterismo
hueco; la nefasta reforma educativa implementada por Alfonsín y Menem, en lo
escolar; por confusos prejuicios de algunas progresías tan prestas a creer y
obedecer dictados de ONGs del Bloque Atlantista (de tipo ultra ecologistas, ultra
indigenistas, y otras), tanto como son reacias esas progresías a buscar
fundamentos académicos a sus planteos; y por miopes y carecientes enfoques de
Historia, Economía y Geopolítica, en los institutos militares y de fuerzas de
seguridad, siendo ese vaciamiento de contenidos esenciales, perpetrados o muy
acentuados en el “proceso”, que en lo esencial evidentemente no se corrigieron
hasta ahora.
El desastrosamente conducido conflicto de Intereses Geopolíticos en el
Atlántico Sur y Antártida, degeneró en la Guerra de Malvinas, que nos condujo a
una derrota total, cuyas nefastas consecuencias seguimos pagando; mientras no
se asumen los gruesos errores estratégicos cometidos por las dirigencias militares
y civiles, en los análisis y acciones desarrollados antes, durante y después del
conflicto.
La soberbia y la ignorancia, son pésimos consejeros, más aún en temas
de gran importancia estratégica y geopolítica.
¡Como pudieron ignorar, los comandantes de las FFAA de Argentina y sus
asesores, durante el “proceso”, la larga relación de EEUU y el Reino Unido, aliados
militares en todos los conflictos, desde fines del siglo XIX!
Y para colmo de
necedad, se consideraron “aliados” de EEUU, por aportar “mano de obra” para
acciones en América Central, especialmente en Nicaragua, no entendiendo que
solo los usaron como material de descarte, subordinados dóciles a los mandatos
de la Gran Potencia del Norte.
En el colmo de las incoherencias, los gobernantes proceseros supusieron
que, en el conflicto por Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, EEUU sería
neutral, o incluso que presionaría a nuestro favor.
Claro está, que con evidente
soberbia e ignorancia, se enorgullecieron de embretarnos en el neoliberalismo,
no entendiendo -incluso hasta hoy-, todos los enormes daños de
empobrecimiento, endeudamiento, y destrucción industrial que fueron
consecuencia de las medidas económicas impuestas a la fuerza, por Martínez De
Hoz con sus “Chicago’s Boys”, y sus sucesores.
Tan acentuadas son las confusiones, que los uniformados, en tropel
(excepto pocas y muy honrosas excepciones), apoyaron al macrismo y luego al
anarco libertarismo, pese a las claras expresiones de desprecio a la soberanía
nacional de esos sectores políticos, además de sus acciones lesivas al desarrollo
nacional y al propio pueblo.
¡Y tampoco tuvieron ni parecen tener aun en claro, que el presidente Milei
al cual apoyan, pública y vergonzosamente demuestra su admiración por dos
enemigos históricos de Argentina, como Churchill y Tatcher; el primero dando
apoyo concreto al alzamiento de la Marina Argentina para perpetrar la
“revolución fusiladora”, suministrando en alta mar municiones y combustibles a
los navíos argentinos sublevados, y después festejando el derrocamiento de
Perón por militares ultra liberales muy afines a los intereses británicos; por su
`parte, la Tatcher fue responsable directa del hundimiento del Crucero General
Belgrano, y con ello de evitar una solución diplomática (la cual por poco no
alcanzó el diplomático peruano Javier Pérez De Cuellar con sus colaboradores),
con lo cual también “la admirada de Milei” fue responsable de las muchas
muertes y mutilaciones consecuencia de las acciones bélicas!
Los uniformados tampoco razonan que apoyan a un anarquista, que como
tal busca destruir al Estado, del cual son empleados públicos…con uniforme.
El accionar geopolítico del macrismo fue malo, expresando Macri su
desprecio por el concepto de soberanía y avalando el vergonzoso Pacto Foradori
– Duncan, que el diplomático argentino reconoció haber firmado en completo
estado de ebriedad, eso entre otras acciones diplomáticas nada constructivas,
como los intentos de sumisión a los intereses de la Unión Europea con un Tratado
de Libre Comercio (que afortunadamente no se pudo consumar); y ahora el
accionar geopolítico de Milei y los libertarios, es decididamente desastroso.
Además de las agresiones verbales e insultos, que para vergüenza nuestra
profiere Milei en sus arranques verborrágicos -demostrando muy dudoso
equilibrio mental-, contra diferentes naciones con las que mantenemos cordiales
relaciones; también cambió muy negativamente el tradicional rol equilibrado,
respetuoso y componedor de nuestra política exterior, para pasar a una
subordinación total a EEUU y sus aliados, más típica de una vulgar colonia que de
un país soberano.
El incoherente accionar diplomático libertario, manejado por cerrados
dogmatismos que incluso serían desubicados en el fenecido contexto de la Guerra
Fría, hoy parecen sacados de las más desquiciadas pesadillas destructivas de los
Intereses Nacionales.
Incoherencia total fue rechazar nuestra incorporación al crecientemente
importante grupo BRICS, con el cual teníamos excelentes relaciones, apoyos
financieros y tecnológicos (entre ellos de tecnología nuclear para fines pacíficos),
mercados importantes para nuestras exportaciones, respaldos financieros en
condiciones mucho más benignas que las vigentes en el Bloque Atlantista,
ventajosas opciones de materiales nuevos de última tecnología para reequipar a
nuestras hoy maltrechas Fuerzas Armadas, y sobre todo, sólidos respaldos en
nuestra disputa por la soberanía, con el siempre agresivo imperio usurpador.
Esa incoherencia se profundiza y agrava, al haber solicitado -contra toda
lógica geopolítica- nuestra incorporación a la OTAN, bloque geopolítico del cual
forma parte la potencia usurpadora de territorio nacional, que además pretende
adueñarse de la Antártida Argentina. Bloque que dio claros respaldos al imperio
agresor en la Guerra de Malvinas.
La vergozosa subordinación al accionar de EEUU, permitiendo su injerencia
en el control del sistema fluvial Del Plata, y aceptando se instale una base naval
en Tierra Del Fuego, se agrega a aportar el voto argentino al accionar diplomático
de esa potencia, en las Naciones Unidas.
Involucrarnos en el polvorín de Medio Oriente; así como en la guerra de la
OTAN contra Rusia en Ucrania, son otros dos gruesos errores, pisoteando la larga
trayectoria de no mezclarnos en conflictos ajenos y de aportar a la paz.
En lo referente al necesario reequipamiento de nuestras Fuerzas Armadas,
cuesta entender y justificar la compra de aviones usados, que en no mucho
tiempo pasarán a ser costosas chatarras; no siendo aparentemente muy claro si
se nos facilitarán todos los sistemas de armas, en cantidad y calidad necesarios
para que sean operativos.
Es de recordar que China e India, separadamente,
ofrecieron aviones nuevos y de avanzadas tecnologías, seguramente con mejores
alternativas de financiación, y posiblemente a precios muy competitivos.
Lo mismo respecto a la compra de blindados sobre ruedas, se estaría por
comprar en EEUU, desechándose opciones de China y de Brasil, en este último
caso producidos por IVECO, empresa también radicada en Argentina, lo cual de
optarse por esa alternativa, hubiese permitido potenciar futuras producciones
nacionales de materiales de defensa.
Por otra parte, no es un tema menor, que la política claramente industricida,
del anarco gobierno, nos debilita en todo sentido, incluyendo el sensible
campo de la defensa y con ello de nuestras reales potencialidades geopolíticas.
Es bueno recordar que China recuperó Hong Kong, que estuvo en manos del
altivo Imperio Británico, y lo hizo sin apelar a la fuerza bélica. Las presiones
diplomáticas chinas fueron eficazmente respaldadas por una economía muy
sólida, con industria y tecnología en rápida expansión, con el Estado Nacional
operando fuertemente, transformando un país largamente humillado, en la hoy
segunda potencia mundial, que va camino a ser la primera, en previsible corto
tiempo, medido desde una visión histórica, con sólidas acciones de clara visión
geopolítica.
Por el contrario, en nuestro país, neoliberales y anarco libertarios,
claramente operan para destrozar nuestra economía y el tejido social,
empujándonos de mínima a la regresión de la hoy inviable Argentina pastoril del
siglo XIX, y de máxima, para perpetrar la disolución nacional.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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