LOS TERRAPLANISTAS DE LA POLITICA
Un caso para análisis sociológico, seguramente con fuertes ribetes
psiquiátricos, es el de los fervorosos y por lo general muy agresivos militantes del
terraplanismo.
Con una tozudez digna de mejor causa, manifiestan su cerrada convicción
según la cual La Tierra es un cuerpo plano, con los bordes cubiertos de grandes
capas de hielo, y acorde al hemisferio donde nació esa disparatada idea, el
curioso plano general que deriva de esas ideas, tiene eje en el norte.
Son un muy claro caso de cerrada e irracional postura huecamente
prejuiciosa, de la cual se niegan a razonar ni en lo mínimo y elemental, a lo que
se aferran sin importarles evidencias ni la lógica más básica.
Afectos a teorías conspiranoicas y a prejuicios diversos, usualmente
enmarcados en expresiones agresivas cuando no en conductas violentas,
demuestran ser en muchos casos motivados por bajas motivaciones cerradas a
todo razonamiento, dentro de las cuales, el odio y el resentimiento, muy
vinculados con la soberbia en grado extremo, suelen aflorar con facilidad,
demostrando obnubilar todo razonamiento lógico y coherente.
Fenómenos muy similares, casi calcados, afloran en el accionar de variadas
personas, de sectores socio económicos medios – altos, medios o humildes, que
contra toda lógica apoyan a ideologías que son muy proclives a la acentuada
concentración de la riqueza en pocas manos, y por ello, claramente resultan
perjudicados al apoyar a esos sectores político – económicos doctrinalmente
excluyentes de los sectores medios y bajos de la población. Además, claro está,
que esas ideologías del poder transnacional concentrado, resultan brutalmente
perjudiciales para los Intereses Nacionales…¡pero como colonizados mentales
y/u odiadores seriales, esos sectores socio económicos muy confusos ni se dan
cuenta, o invierten los tantos de los planteos, contra toda lógica!
Pero esa adhesión a grupos políticos pro oligárquicos, con fuertes
componentes de cerrado clasismo, matizados por un apenas disimulado racismo,
y con fuertes dosis de aporofobia (fobia a los sectores muy humildes y
carecientes) se pudo materializar e incluso está en proceso de crecimiento, en
base a muy sutiles y elaboradas acciones, bajo estudiadas técnicas sociológicas y
psicológicas de cooptación y colonización mental masivas, instaladas apelando a
los sentimientos más elementales y menos racionales que todo ser humano tiene
en potencia o en forma relativa o muy acentuada; principalmente el odio, con sus
asociadas la soberbia, la carencia de empatía y caridad elemental, además de la
incitación a la violencia verbal y física.
Claro está que, para lograr semejantes aberraciones culturales, que llegan a
la autodenigración nacional, pudieron instalar una profunda despolitización en
vastos sectores de la población, como uniformados que declaran con “orgullo”,
ser fervorosamente “apolíticos” (como si La Política, “el arte de gobernar”, fuera
de por si una actividad difamatoria respecto a quienes intervienen en ella).
Tampoco tienen en cuenta, esos uniformados “apolíticos”, que cada vez que los
militares asaltaron el poder, o influyeron con alevosía en muchas decisiones de
Estado, estuvieron practicando política.
O en el caso de otras personas, por lo general con pensamientos muy poco
elaborados, que manifiestan rechazo por “la política y los políticos”, siendo
notable que muchos de ellos son exvotantes macristas, los que, dentro de sus
profundas cerrazones mentales, alcanzaron a ver lo indefendible del accionar
antinacional y con muchos ribetes mafiosos, del expresidente y su entorno. ¡Pero
por lo general no quieren reconocer que lo votaron!
U otros, que con impostada suficiencia denostan masivamente a “la política
y los políticos”, sin razonar que salvo que quieran vivir en el caos anárquico, es
necesario un gobierno establecido; siempre perfectible, claro está.
Muchos de
este tipo de opinantes revestidos de pseudo moralina con olor a naftalina feudal,
apenas disimulan que en verdad añoran un “gobierno fuerte” de tipo golpista
procesero, con muchos privilegios para muy pocos, sin importarles las
aberraciones que perpetraron y los profundos daños económicos y sociales que
causaron. O si son de la vetusta oligarquía mega terrateniente, lo que “añoran”
es un gobierno de “notables” que vuelva a instalar irritantes privilegios de clase,
como los hubo desde el mitrismo hasta la década infame (1862 – 1943, casi
ininterrumpidamente).
Por supuesto, también están ciertas “progresías” fuera de foco, que se
prenden en cuantas movidas puedan existir (ultra ecologista, ultra indigenista,
ultra derecho humanista, ultra feminista, etc.), instaladas desde los sutiles
mecanismos del Poder Transnacional, cuyos objetivos reales son crear o fomentar
el descontento general, odios insondables y el caos generalizado, para provocar
profundas divisiones internas e impedir el necesario desarrollo nacional.
El listado no se agota.
En artículo separado se citarán -Dios mediante- varios de los más frecuentes
pensamientos y acciones de terraplanismo político.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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