viernes, 5 de abril de 2019

EMPRESARIOS APÁTRIDAS O CON MENTALIDAD DE BOLICHEROS
Uno de las columnas del desarrollo nacional, debe estar constituida por un sector empresario bien fundamentado, no solo en su accionar económico – productivo, sino también esclarecido y consustanciado con los aspectos esenciales del Pensamiento Nacional.
Es elemental, pero muchos evidencian desconocerlo, que un Estado Nacional fuerte, en un país poderoso, es el necesario respaldo para el desarrollo empresarial sano y con visión de futuro. Por el contrario, una nación débil, con un Estado ausente, es el entorno seguro para que los poderes financieros transnacionales nos manejen a discreción, nos destrocen y nos sumerjan en la miseria. Y donde hay miseria, no hay mercado interno comprador, o sea los empresarios se quedan “pedaleando en el aire”, además atiborrados de mercaderías extranjeras que destrozan a la industria nacional y empujan más a la miseria y el caos socio económico; sin olvidar que en ese contexto, el sector financiero especulador prima sobre el productivo, ahogando a la economía.
Eso es muy básico, pero muchos “empresarios” se dejan obnubilar por los espejitos de colores de los propagandistas del liberalismo económico; motivado eso por el desconocimiento en grado superlativo, y en muchos casos por el odio irracional instigado por los medios de comunicación…odio que no les deja ver la realidad y les hace actuar en contra de los Intereses Nacionales y de los propios como empresarios, pues las crisis económicas los afectan, y en muchos casos los “llevan puestos” a la quiebra y la pobreza, o al menos a la anomia y la marginalidad económica que implica trastocar el rol de hacedores empresarios al de cuentapropistas o pequeños rentistas, cuando no en simples parias económicos.
Como una de las más lamentables consecuencias del persistente proceso de colonización cultural al que fue y es sometido nuestro país, los sectores empresariales pequeños, medianos y grandes, embretados en una ignominiosa ignorancia y en muchos casos atiborrados de soberbia respecto a sus empleados y asalariados en general, se manifiestan y actúan total e irracionalmente a favor del liberalismo económico; sistema político económico que ha causado
reiteradamente miseria socio económica y pérdida real de soberanía política para nuestro país.
Por lo general, los empresarios muestran una muy deficiente formación en temas de economía y en elementalidades políticas, por no decir una total ignorancia en cuestiones de geopolítica.
De escasas lecturas, un poco por poco tiempo para ello, pero por sobre todo por nulo interés para ampliar sus horizontes de comprensión y capacidades de razonamiento bien fundamentado, son muy proclives a aceptar sin mayores análisis ni el debido método de la duda permanente, a cuanto escrito o perorata abunda en los medios, difundidas por los mercenarios al servicio de oscuros intereses antinacionales. Incluso algunos tienen la tendencia a creer cuanto escuchen o lean en los medios “serios”, mientras sea acorde a los preconceptos que ya se les han fijado.
El método de la duda permanente, consiste en dudar de todo lo que se lee, escucha o se difunde, hasta poder someterlo a un análisis serio, bien fundamentado y coherente, que no necesariamente debe insumir demasiado tiempo; que de todos modos es muy bien utilizado, si clarifica el entendimiento de la realidad.
Pero el empresariado argentino, salvo honrosas excepciones, es fácilmente cooptable por mensajes edulcorados, elaborados por los mercenarios (de la comunicación, de la economía, de las cátedras acomodaticias, y otros), que les dicen los supuestos “beneficios” de implantar el “libre mercado”, con todos sus accesorios.
Como ese empresariado es de escasa memoria e ignorante en Historia, en Economía, en Política y en Geopolítica, nunca aprende de las terribles consecuencias para nuestro país que significaron sucesivos gobiernos de orientaciones liberales y luego neoliberales (o sea de un liberalismo económico recargado).
Eso se potencia en muchos casos con el desprecio visceral hacia los asalariados, mezclado con confusos preconceptos clasistas y a veces racistas; creyéndose pares de las oligarquías, sin entender que en los casos de PYMES están apenas uno o dos escalones –en lo socio económico- por encima de sus empleados; mientras un abismo los separa de los oligarcas y especuladores que son los que se enriquecen a costa del empobrecimiento y destrucción del país.
Resulta patético ver a cámaras empresariales, que con ignorancia y soberbia nada disimuladas, apoyaron con irracional entusiasmo el nuevo advenimiento del neoliberalismo, pasando por alto las terribles experiencias destructivas en lo socio económico del siniestro proceso y del noventismo, ese que nos llevó a los empujones a la crisis terminal de 2001/2002, de la cual de milagro salimos.
Un caso –y no es el único- es el de las cámaras empresariales de Misiones, que pese a los desastrosos resultados del neoliberalismo noventista, votaron con irracional entusiasmo y en muchos casos con irrefrenable soberbia, apoyando el neoliberalismo recargado del actual (des)gobierno nacional…y eso que los prontuarios impresentables o directamente delictivos de sus figuras claves eran conocidos. Hoy están bebiendo la amarga copa de la recesión profunda, los cierres de locales, las quiebras y el desguace económico general, mientras ven que el dinero fluye hacia los países limítrofes…y se niegan a ver la avalancha de la fuga de capitales hacia el exterior, perpetrada por especuladores de toda laya…y por “empresarios” devenidos en fugadores crónicos de divisas.
Esas mismas cámaras empresarias y empresarios de distintos volúmenes de producciones (minipymes, pymes, medianas, grandes y de muy grandes volúmenes de facturación) pretendieron desconocer el enorme crecimiento del PBI y el desarrollo socio económico general de los doce años precedentes, que fueron claras y directas consecuencias de las aplicaciones de políticas económicas de tipo keynesiano, o sea con un Estado Nacional activo, promotor del desarrollo y cuidadoso de mantener a las empresas, favoreciendo su desarrollo y estimulando la creación de nuevas empresas, a la vez que cuidadoso del factor humano, precisamente la mayor riqueza del país. Crecimiento y desarrollo del cual fueron directos beneficiarios, al igual que la mayoría de la población.
Casos patéticos sobran, y solo por citar algunos podemos enunciar:
 El dueño de una concesionaria de autos, que vendía muchísimo, pero repitiendo el mensaje de los medios concentrados, se quejaba “por las trabas para vender autos importados”. Hoy despide personal y vende a cuentagotas. ¡Pero no asume su craso error!
 Un bolichero con negocio en la principal calle comercial de Posadas, despotricaba contra “los planeros” (que también le compraban a él, pero para darse cuenta hacía falta pensar…mucho esfuerzo). Su negocio cerró.
 El dueño de un corralón de materiales de construcción, se envenenaba escuchando una radio “del poder concentrado”, mientras vendía y ganaba a cuatro manos. Hoy sus clientes ralearon, sus empleados por lo bajo se ríen mientras el “empresario” sigue despotricando contra los anteriores y se niega a reconocer lo mal que ahora está todo.
 Un empresario del rubro electrónico, que en los doce años precedentes creció económicamente a ojos vista, se vio obligado ahora a despedir mucho personal, mientras que su mostrador, antes atiborrado de clientes, ahora está casi vacío. Pero no quiere reconocer su grueso error de haber apoyado a los neoliberales actuales, en contra de sus propios intereses.
Los ejemplos de empresarios que por ignorancia, soberbia o necedad, “se pegaron un tiro en el pie” apoyando el desguace nacional y su propia destrucción, son casi infinitos; pero mucho peores son los casos de grandes empresarios, que con irracionalidad total apoyaron el nefasto neoliberalismo, cuyas perversas consecuencias no pudieron alegar desconocer, transformándose en cómplices principales de la destrucción generalizada actual, e incluso sufriendo las consecuencias en sus propias grandes empresas. Son los mismos que en grupos empresarios “selectos” sirvieron de fuerte respaldo para que el neoliberalismo macrista llegue al poder y se mantenga pese a sus intencionales desastrosas consecuencias generales.
Saliendo fuera del grupúsculo de sectores directamente beneficiados con todo tipo de negociados y medidas leoninas favorables a ellos (oligarcas rurales, Bancos y financieras, grandes mineras, petroleras-gasíferas y generadores de electricidad, y sectores vinculados), el resto está sintiendo fuerte la debacle generalizada.
Personajes como el voluble y verborrágico Rattazzi (de Fiat), Pagani (Arcor), Pescarmona (IMPSA), Rocca (Techint y vinculadas), y otros directivos y/o accionistas principales de grandes empresas, que hoy soportan pérdidas, ven diluirse el mercado interno, y en varios casos avizoran la muy probable alternativa de verse obligados a cerrar o vender sus empresas al extranjero…esos no tienen disculpa alguna, pues no pudieron desconocer los prontuarios de los actuales destrozadores del país, ni el plan de desguace total que el neoliberalismo local, títere de los poderes financieros transnacionales, planeaba perpetrar.
Por supuesto hay culpables en otros sectores, como ciertos académicos e intelectuales acomodaticios o directamente mercenarios; dirigentes gremiales vendidos o complacientes; políticos de baja estofa o simples detentadores de cargos; los muy cipayos proceseros contumaces y patrioteros de bandera, que por un indulto no les hace asco vender el país al como sea; los “progres” manipulados por ONG y similares defendiendo causas que fogonean nuestra disolución y distraen de los temas troncales hoy excluyentemente prioritarios; y los muchos mentalmente anestesiados de sectores medios en decadencia e incluso pobres que apoyan a los que los vuelven descartables.
Preocupante panorama, sin duda.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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