sábado, 2 de marzo de 2019

DESTRUYENDO LA TECNOLOGÌA NACIONAL – DESTROZANDO EL FUTURO
Tal como sucedió en el siniestro “proceso”, como se continuó en la década del noventa (en los años de la partidocracia cleptocrática), el presente “revival” de los neoliberales en el poder –ahora en clara versión recargada-, busca a toda costa destruir todas las bases productivas argentinas a excepción de las producciones primarias en sus más simples expresiones.
Como se fundamentó en trabajos anteriores, el presente (des)gobierno intencionalmente perpetrado, evidencia tener como objetivo de mínima llevarnos a los empujones a aquel anacrónico y hoy totalmente inviable “país estancia” del mitrismo, operando bajo formalidades pseudo independientes, pero en realidad funcionando como colonia dócil carente de toda dignidad, con el poder real ejercido sin tapujos por los centros de poder financiero especulativo mundial; y a la vez bajo subordinación expresa de las Potencias Atlantistas. (1)
Como objetivo de máxima, y haciendo alarde de su total contraposición a toda idea de sano patriotismo, el actual gobierno neoliberal evidencia llevarnos a la disolución nacional, posiblemente bajo el formato de balcanizarnos en media docena de paisitos inviables y fácilmente manejables desde los centros del poder mundial neocolonialista (2), en un formato operativo que parece una copia readecuada del Plan Morgenthau. (3)
En ese contexto tan nefasto como perverso, la destrucción sistemática de todo el importante andamiaje tecnológico que Argentina pudo construir, es un golpe de gracia con el cual se pretende que el retroceso generalizado sea irreversible, pues claramente las inversiones en desarrollar tecnologías propias, sobre todo en sectores estratégicos de avanzada, son evidentemente las acciones de política económica que generan mayor efecto multiplicador. Dicho en castizo corriente, son las que estimulan más fuertemente el desarrollo socio económico.
Es de destacar el grado de desarrollo tecnológico alcanzado por nuestro país, incluso a pesar de los ataques maliciosos de lenguaraces al tanto por cuanto, de ONGs anglosajonas y europeas, de las “progresías” tan funcionales a los dictados externos (como por caso los militantes del ultra ecologismo cavernario y otros delirantes similares), de las oligarquías siempre retrógradas y egoístas en grados superlativos, de políticos de muy bajo vuelo o directamente cómplices de acciones anti tecnológicas y por ende anti nacionales, de economistas mercenarios o muy dogmáticamente subordinados a las “recetas del liberalismo siempre apátrida, de la extrema cerrazón mental del muy colonizado mental “partido militar liberal”, excluyentemente impuesto como “único pensamiento correcto” desde 1955, otros operadores encubiertos varios, muy posiblemente con vinculaciones e instrucciones provenientes de determinadas embajadas muy frecuentadas por miembros conspicuos del establishment, y ante la cerrazón mental de empresarios que fogonean su autodestrucción al apoyar a la tecnocracia neoliberal apátrida.
Los feroces ataques a todo el andamiaje tecnológico, perpetrado bajo las múltiples operaciones de ahogos financieros bajo amañados pretextos y ahora bajo las directivas genocidas del FMI, las paralizaciones de obras estratégicas (como la brutal paralización total de la central Nuclear Atucha 3), el abandono injustificado de relevantes logros tecnológico – industriales (como la Planta Industrial de Agua Pesada), el abortado satélite ARSAT 3 y el desguace extranjerizante de esa estratégica actividad, los perversos desestímulos al importante accionar tecnológico de punta del INVAP, los desguaces de Fabricaciones Militares, los ataques al CONICET, y el tristísimo listado sigue. 
En ese contexto, las severas confusiones de algunos autoproclamados “grandes patriotas” (como los patrioteros de bandera y sus respaldos de la “familia militar liberal”) siguen sin evidenciar señal alguna de apertura mental. 
Por su parte, amplios sectores de las dirigencias políticas, empresarias, sindicales, académicas, etc., continúan sin tomar debida conciencia del tremendo daño que se está haciendo al país.
A la vez buena parte de los comunicadores sociales surfean en la
superficialidad cómplice o simplemente acomodaticia.
Mientras los sectores de las progresías siguen enrolados en cuanta causa “de progreso y empoderamiento” de tipo ultra cargada de fanatismo irracional que dividen a los argentinos y ocultan las miserias del neoliberalismo (como el ecologismo cavernario, el feminismo odiador, la exaltación del aborto presentado como “sanitario” -¿acaso los bebés son “una plaga o una enfermedad?- y otras), las que son impuestas y fogoneadas por el mega Poder Financiero Transnacional y los Centros del Poder Atlantista.
Mientras tanto, avanza a paso rápido la disolución nacional, sin que terminen de surgir con la debida premura las acciones que la detengan inmediata y totalmente.
En un modelo socio económico excluyente, diagramado para no más de 10 millones de habitantes, se degrada nuestra valiosa población, sin la cual y sin industria, tecnología nacional, dignidad y soberanía nacional, se destroza aceleradamente nuestro futuro, mientras el presente se vuelve más complejo y tormentoso día a día.
Estamos incluso superando el desmadre generalizado de 2001, solo
emparchado malamente con los descomunales préstamos del FMI para prolongar la agonía.
¡Pero muchos carecientes neuronales insisten en echar las culpas en otros, para exculpar al neoliberalismo siempre apátrida, sus operadores “estrellas” y las habituales comparsas que les sirven de soportes…cada vez más tambaleantes!
1) Potencias Atlantistas: EEUU, Canadá, Gran Bretaña, la UE, Japón y socios menores, como Israel, Arabia Saudita y algunos otros.
2) Potencias Neocolonialistas: EEUU, Gran Bretaña, Francia y socios menores, como la España monárquica y liberal.
3) Plan Morgenthau: ideado por el Poder Financiero de EEUU para humillar, destruir social, política y económicamente a Alemania y Japón e impedir sus reindustrializaciones y desarrollos tecnológicos, al fin de la Segunda Guerra Mundial. Se aplicó con brutales resultados, hasta que al disponer la Unión Soviética de la Bomba Atómica, cambiaron drásticamente las prioridades geopolíticas de EEUU, remplazándose rápidamente por el Plan Marshall en Alemania y su gemelo aplicado por Mac Arthur en Japón. La Guerra de Corea terminó de dejar inviable al Plan Morgenthau. El programa de acción macrista es un calco adaptado y acentuado de aquel genocida plan.
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

No hay comentarios:

Publicar un comentario