miércoles, 15 de abril de 2015
ELOGIO DE LA INEFICIENCIA – INSTALANDO SOLARES AL COMO SEA.
Poco tiempo hace que en Quitilipi, Chaco, con mucho bombo previo, se anunció la instalación de la primera parte de una central solar, presentada como “gran central”, de unos escuálidos 20 MW de Potencia Instalada teórica, a concretarse en dos etapas de 10 MW cada una; relativamente grande dentro de las solares, pero pequeña en el contexto general. Dentro de las argumentaciones, se dijo que daría energía eléctrica a gran cantidad de viviendas. Pero parece que nadie advirtió, o si lo hizo no tuvo prensa, que esa será apenas una usinita chica (con hasta 10 MW cualquier usina es pequeña); y en rigor no asegura el suministro eléctrico a ninguna vivienda…¡por una cuestión elemental!, de noche y en días nublados o lluviosos, no hay sol, y en esas situaciones las solares no producen. Además, el consumo domiciliario tiene el pico al anochecer, cuando las solares no producen. ¡Cuantas mentiras en tan pocos párrafos!
Formando parte de un sistema interconectado, sería un disparate agregarle muy costosas y contaminante baterías, solo para volcar parte de su pobre producción, en horarios y/o días sin sol. Peor aún, el impulsor de la iniciativa, no dijo, y parece que nadie tampoco advirtió, que el rendimiento de toda solar solo alcanza el pico de la Potencia Instalada teórica, en la estrecha franja horaria del mediodía, siendo decrecientes sus rendimientos cuanto más lejos se esté del cenit solar, o sea de mañana temprano y avanzada la tarde. ¿Gran rendimiento? Parece una humorada, que pasa a ser de muy mal gusto, por las falsas expectativas creadas, y por el muy dudoso buen uso de los dineros públicos en artefactos tan poco eficientes.
También se dijo –inicialmente- que favorecería el crecimiento de la industria argentina de equipos solares, y que sería “una gran contribución” al sistema provincial, manejado por SECHEEP (la estatal chaqueña de energía). Pero finalmente el equipamiento habría resultado ser “made in China”, con nula contribución al desarrollo nacional. ¡Y su aporte real al sistema eléctrico chaqueño, que no se precisó, seguramente, será insignificante, además de muy caro por KWh!
Otro argumento esgrimido fue la economía de combustibles. Pero lo real es que al ser energías intermitentes, tanto la solar como la eólica son energías que precisan el respaldo constante de usinas convencionales de base como soportes “en caliente”, o sea funcionando, lo cual quema –literalmente- toda teórica economía de hidrocarburos.
Lo notable es que poco antes de presentar el proyecto, finalmente aprobado, el exultante diputado provincial (a la sazón radical), había expresado que tanto él como sus colaboradores estaban recolectando información (según lo difundieron entre los justificativos de la iniciativa). Lo que no dijo es de donde estaba “bajando” información, porque si es de Internet, que está saturada de sitios que promueven y ensalzan hasta el paroxismo las “energías renovables”, con abundancia de informaciones basuras; cualquier entendido en la Temática Energética sabe que casi toda esa maraña de hermoseadas páginas, bien decoradas con primorosos paneles solares y “ventiladores” eólicos, en paisajes bucólicos de ensueño, y con vistas a amplias oficinas en las que solo parece trabajar gente joven y muy bien parecida (jóvenes de ambos sexos, muy “facheros” se diría en léxico corriente); casi toda esa presentación está armada por los vendedores y promotores varios de esas “renovables”, promoción que incluye muchas páginas pseudo científicas, con edulcorados datos, cuadros y gráficos, que siempre muestran o exaltan los pocos aspectos presentados como “muy buenos” de esos pequeños generadores de energía, y ocultan los muchos aspectos negativos de esas generadoras. Amplios usos de palabras lindas, como “energía limpia”, “cuidado ambiental”, “energía del futuro”, “no contaminante”, y similares.
Las ONGs transnacionales (léase principalmente británicas), hace años vienen promocionando al como sea a las “energías renovables” –eólicas y solares-, con abundancia de falsedades y tergiversaciones, en masivas campañas nada inocentes y sí muy tendenciosas. Solo los crédulos crónicos o los muy mal informados, pueden dar crédito al constante machacar pro eólico y solar de las ONGs ultra ecologistas. ¿Habrán consultado el diputado chaqueño y sus asesores, a profesionales objetivos y bien formados, o a entes tecnológicos nacionales de irrefutable seriedad…o habrá escuchado una sola campana, o a lo sumo varias “del mismo tono” ultraecologista “renovable”…?
Dos datos básicos, fueron prolijamente omitidos: la producción media estimada de energía eléctrica, y el costo real de dicha energía. ¡Justamente los dos datos principales! Con seguridad, son datos muy mediocres, de allí el ocultamiento.
También se omitió tan siquiera mencionar, que usinas de tan bajo rendimiento, como las solares, solo se justifican económica y técnicamente, en lugares aislados, en los cuales por razones de distancia y/o topografía, no existe interconexión, y por ende, la costosa energía solar pasa a ser una solución puntual, a falta de otras alternativas mejores.
Por supuesto, San Juan es un caso especial. Allí existen dos centralitas solares interconectadas (cuyos costos reales son disimulados prolijamente por elevados subsidios, prolijamente poco “visibles”), y sus instalaciones sirven de justificativo “ambiental” al gobierno provincial, jaqueado permanentemente por ultra ecologistas antimineros (tan feroces y errados como los antirrepresas y anti nucleares); y a la vez serían la base de promoción de una industria de paneles solares, que parecería no terminar de arrancar, justamente por los muy altos y nada competitivos costos reales por KWh, de las dudosas “soluciones” eléctricas solares.
Pocos meses atrás, también con gran despliegue mediático, San Luis anunció la instalación de otra “gran” usina solar, para abastecer (parte de) el consumo de la Casa de Gobierno provincial. Claramente, esa inauguración, forma parte de las acciones publicitarias previas de las elecciones a realizarse en 2015.
Tampoco en este caso nada se dijo de la producción media mensual estimada, del costo real por KWh, del porcentaje de la energía total que cubriría (teóricamente)…¡y todo el equipamiento resultó ser importado, español…cero promoción de la industria argentina! ¿Beneficios reales…? Muy dudosos, aparte de la promoción por estar en la “onda verde”, falazmente defendida por intereses creados sectoriales.
Como pretender instalar masivamente solares en todo el país es una incongruencia técnica insostenible, por los bajísimos rendimientos, grandes superficies que sería necesario inutilizar para otros fines mejores, por los elevadísimos costos reales por KWh, y los problemas técnicos insolubles de intermitencias totalmente incontrolables, últimamente los promotores a ultranza de estas “renovables” solares, inventaron nuevas excusas, para pretender favorecer –en teoría, sin asidero lógico alguno-, nuevas argumentaciones, algunas de las cuales serían desopilantemente irrisorias si no fuera que lo que buscan es que Argentina invierta siderales sumas, con certeros muy pobres resultados…dicho en castizo simple, tirar la plata, o peor aún, divisas, pues están fogoneando importaciones masivas.
Dentro de esos fogoneadores al como sea, de “renovables” (en rigor “renovables amputadas, pues excluyen caprichosa pero no inocentemente a las hidroeléctricas de importancia), uno de los tergiversados argumentos, es que “ahorran combustibles” (lo cual se demuestra falso, por necesitar contar con termoeléctricas u otras usinas convencionales de respaldo rotante, o sea funcionando), e incluso se afirma el disparate de “ser beneficioso” funcionar así sea con un costo cinco veces mayor (500% más) que el costo medio de generación, supuestamente por ese falaz “ahorro de energía”, que también supuesta y falazmente ahorraría divisas, pues se presupone que el combustible es importado, y el más caro por KWh, que es el gas oil que consumen grupos electrógenos Diesel.
Desde ya que al no ahorrar –de hecho y en concreto- prácticamente poco o nada de combustible, ese falaz y amañado argumento se cae estrepitosamente.
Pero mucho peor aún. ¿Cómo puede considerarse “conveniente” tener que subsidiar a las muy ineficientes “renovables”, y en particular a las solares, vía subsidios, o por tarifas astronómicamente caras a ser pagadas por la industria, o disimuladas pero costosamente por todos los usuarios?
¿Acaso se desconoce que uno de los problemas de la Economía Argentina, es desarmar o ir disminuyendo lo más rápidamente posible, el amplio y relativamente enmarañado esquema de subsidios (que sin duda fue útil y necesario, en el contexto de caos general heredado del neoliberalismo, pero que hoy impacta en el Presupuesto Nacional, restando fondos que serían mejor aplicados a obras de infraestructura)?
¿Pueden acaso esos “alegres opinantes” promotores al como sea de las falaces soluciones eólicas y solares, desconocer que los subsidios atentarán contra el necesario superávit fiscal, que ha sido uno de los pilares de la reactivación económica operada desde 2003? ¿Acaso esos “alegres opinantes” desconocen que pretenden incrementar sin techo alguno (tal como quiere hacerlo el irracional proyecto de ley Guinle de promoción de “renovables”), los subsidios, y que esa irracionalidad será causa de incremento de la inflación, cuya disminución es precisamente otro de los ejes de la política económica heterodoxa en aplicación?
Para completar el cuadro de dislates y tremendas confusiones, machacan sobre datos parciales y claramente tergiversados, que siembran masivamente –a veces crédula e inocente, pero culposamente por obrar tan improvisadamente-, esos fervorosos opinantes superficiales, encandilados por datos parciales muy sesgados, difundidos masivamente por los poderosos intereses de los vendedores de equipamientos solares y eólicos; datos falsos o con verdades a medias, que muchos creen por falta de conocimientos rigurosos, y que sin duda algunos difunden por tener encubiertos o poco visibles otros intereses personales inconfesables, en negocios de muy perjudiciales para Argentina, pero muy rentables para determinados intereses sectoriales, en montos que pueden alcanzar varios miles de millones de dólares, en pocos años.
Derroche de divisas, por cierto absurdo e intolerable, en un país emergente como el nuestro, que necesita utilizar muy bien los recursos que tenemos, escasos para la enorme magnitud de nuestras necesidades.
Eólicas y solares deben ser utilizadas, pero en su justa medida, y siempre como complementos de la matriz eléctrica, solo en lugares con condiciones naturales muy favorables a sus funcionamientos, que minimicen sus serias limitaciones técnicas y elevados costos reales por KWh.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos
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