domingo, 31 de agosto de 2025

 

UNIMOG - CASO TESTIGO DEL DESGUACE NACIONAL EL DESPRECIO POR LA SOBERANÍA Y LOS VALORES ESTRATÉGICOS
    La anunciada pero poco publicitada importación de un supuestamente importante lote de camiones livianos de uso militar Unimog (nombre específico de vehículos todo terreno de la marca Mercedes Benz), es sin duda un muy claro caso testigo de la involución forzosa a la cual nos empujan los grupos del poder,
que descaradamente buscan el desguace nacional, provocando intencionalmente una brutal política de industricidio masivo, dentro de un conjunto de medidas que ponen en serio y creciente riesgo de disolución nacional a nuestra querida República Argentina.

    El desprecio total a nuestra soberanía y la carencia de elementales criterios de Geopolítica aplicada a la defensa de los Intereses Nacionales, es desvergonzadamente expuesto y aplicado, tanto por los neoliberales, como por su versión recargada, que es el “libertarismo”, en este último caso explícitamente, pues el verborrágico presidente de soez vocabulario, dijo claramente ser el topo que vino a destruir al Estado.

    Evidencia contundente de la muy pobre formación impartida a los
uniformados (con carencias similares en no pocos civiles, en particular los dedicados a la política), son los densos silencios cómplices, ante esa confesa actitud de traición a la Patria Argentina, por parte del presidente y sus secuaces que accionan en consecuencia, pues es de elemental razonamiento entender que
SIN ESTADO NO HAY NACIÓN, y SIN NACIÓN NO HAY PATRIA. O sea, que Milei busca, con avieso y perverso regodeo, ante cada aplicación de su infame “motosierra”, destruir la Patria Argentina.

    Las serias carencias del más elemental patriotismo, se evidencian en amplios sectores del arco político, y muy acentuadamente entre los uniformados, estos últimos en grados muy confusos, adoleciendo más de 70 años de inoculación forzosa de ideología cruda e irracionalmente liberal (antinacional por definición), tal como lo impuso el partido militar liberal; este último manejando
en forma cerradamente excluyente la orientación político económica que se imparte en los institutos militares, desde 1955, y muy acentuadamente desde 1976.

    Ese liberalismo recargado es totalmente funcional a los sectores más reaccionarios de Argentina, como la Sociedad Rural, otros entes empresariales, fundaciones y similares instituciones del establishment, consustanciados visceralmente con esa ideología, operando incluso en contra de sus propios 
intereses sectoriales, y por supuesto de los Intereses Nacionales… claro que para 
este último tema, hace falta tener y defender como prioritario, el sano
patriotismo…pero el concreto, no el mero patrioterismo de bandera, como inculcan y practican, irracionalmente, entre los uniformados, ignorantes en grado sumo en disciplinas esenciales, como Geopolítica, Economía e Historia.
    Yendo al meollo del tema planteado, parece haber pasado desapercibido que se haya dejado totalmente de lado, la importancia esencial, de promover lproducción nacional de los diversos bienes de importancia estratégica, como lo son, entre otros, los vehículos todo terreno de uso y aptitudes militares.
A mediados de los años ’60 (o sea hace 6 décadas), en el gobierno de la autodenominada Revolución Argentina (1966-1973) se puso en marcha el “Plan Europa” para el reequipamiento de las FFAA y FFSS, buscándose prioritariamente impulsar la fabricación nacional de armamentos y de bienes estratégicos vinculados a la Defensa Nacional. A los países de Europa Occidental, se les solicitó
asistencia tecnológica para la producción local de distintos bienes vinculados con la Defensa, y en casos puntuales, se compraron bienes de avanzadas tecnologías que no se podía producir acá en el corto/mediano plazo.
    A excepción del golpe de Estado claramente nacionalista de 1943, todas las siguientes asonadas del siglo XX devenidas en asaltos al Poder Formal, tuvieron fuertes influencias del establishment liberal, (el cual es opuesto al desarrollo industrial y tecnológico nacional, pues su vetusto objetivo es reeditar aquella Argentina feudal de economía primaria, de las épocas del 1900, con la SRA como
ariete principal), pero el golpe de Estado de 1966, inicialmente liderado por Onganía, tuvo caracteres diferentes.
    Si bien la economía de esos años estuvo en manos de personeros del liberalismo (como Adalbert Krieger Vasena), hubo influencias fuertemente nacionales en el mismo gobierno, con posturas claramente favorables al desarrollo tecnológico e industrial, siendo posiblemente descollantes al efecto las fuertes y claras personalidades del economista Aldo Ferrer (que entre otros
aspectos, influyó favorablemente en el vasto plan de obras públicas, y en medidas industrialistas como el Compre Nacional, y el apoyo a la industria automotriz), y el gran experto en Geopolítica General Juan Enrique Guglialmelli.
    Argentina necesitaba reequipar y modernizar a sus FFAA y FFSS, pero EEUU se negaba a suministrar equipos importados y tecnologías para la producción nacional. En épocas de la Guerra Fría, era complicado pretender adquirir armamentos al bloque soviético, por lo que la alternativa factible era encarar el suministro de origen europeo. Así nació el Plan Europa, de vastos alcances, que tuvo influencias decisivas en diversas iniciativas para el equipamiento nacional. 
    Se fabricó en cantidades importantes, e incluso se exportó, el IA58 Pucará, avión de ataque a tierra, dotado de motores turbo hélices Turbomeca franceses.
    A Alemania se le compró la asistencia tecnológica para producir varios submarinos convencionales (a propulsión Diesel), proyecto que quedó parcialmente trunco, ante las presiones de sectores internos ultra conservadores, de los cuales fue vocero Bernardo Neustadt, feroz atacante mediático de la antiindustria. 
    Se diseñó y produjo en TAM en dos versiones, como tanque de
ataque y como transporte de tropas. 
    La producción del fusil FAL, con tecnología belga, había comenzado antes de 1966, y posiblemente se incrementó con el Plan Europa, así como se produjo la versión pesada, el FAP
    Los cañones de 105 mm sin retroceso, y de 155 mm, ambos que serían de diseños nacionales, se produjeron e incluso algunas unidades se habrían exportado. El de 105 mm era apto para ser transportado e incluso disparado desde la plataforma de carga del
Unimog.   
    Se adquirieron cazas supersónicos Mirage, los que en esos años eran de avanzada tecnología.
    Con elemental criterio de desarrollo estratégico, en el período 1966-1973, se fomentó la producción nacional de camiones pesados, que hasta entonces no se fabricaban en Argentina. Inicialmente se produjeron camiones Fiat y Deutz, sumándose poco después Scania.
    Entre otros equipamientos que modernizaron a las FFAA y FFSS, se
contrataron con las empresas radicadas en Argentina Mercedes Benz y Fiat, las producciones nacionales de vehículos todo terreno, con dos o tres ejes motrices y otras capacidades especiales.
    Mercedes Benz produjo, además de dos versiones del Unimog, el camión mediano todo terreno derivado del conocido 1114; mientras Fiat fabricó camiones pesados de tres ejes y tracción múltiple.
    Algunas unidades de esos equipamientos, se utilizaron en el conflicto de Malvinas. Y aun hoy, a sesenta años, de sus producciones masivas nacionales, siguen utilizándose en unidades de las FFAA y FFSS.
    En el período 2003 2015, habiéndose implementado fuertes políticas de industrialización y de desarrollo tecnológico, se optó por importar algunas unidades similares a los Unimog, pero de marca IVECO, que son las que equipan a la OTAN. IVECO es la redenominación de Fiat para la producción de vehículos de
carga. O sea, que los todo terreno IVECO pudieron producirse en Argentina, en la planta industrial existente en nuestro país, pero parecería que ciertos criterios de antimilitarismo visceral, del que suelen adolecer ciertas “progresías”, pudieron impedir ese tipo de iniciativas industriales para el necesario equipamiento y modernización de las FFAA y FFSS.
    Un factor adicional muy negativo, que no favorece en nada la producción nacional de insumos estratégicos, es el anti industrialismo exacerbado, que en algunos casos es simple omisión total del tema, del que no se toma conciencia en absoluto, del cual no se cuestiona que nada del equipamiento sea de industria
argentina, que lamentablemente se inculcó en las FFAA y FFSS, que en no pocos casos llega al desprecio visceral de todo lo que pueda ser producido en nuestro país.
    Esa visión de desprecio por la industria nacional es acorde a la mentalidad de excluyente economía primarizada, que proponen y promueven los sectores ultra conservadores, con la SRA como uno de los arietes principales con los que atacan toda iniciativa de industrialización.
    Ese menoscabo explícito por la industria, es patente en muchas nada “intelectuales” opiniones que se pueden leer en las redes sociales, claramente provenientes de uniformados, que incluso, en un tono pretendidamente contundente, llegan a afirmar que “en Argentina no se puede fabricar ni un tornillo”, negándose a todo razonamiento lógico y bien fundamentado.
    Son los mismos uniformados que repiten, con palmaria ignorancia histórica, la supuesta grandeza nacional de la Argentina del Centenario, aquella de economía primaria excluyente, contexto socio político semi feudal, pseudo democracia con elecciones amañadas y violencias políticas de tipo mafioso, y una vergonzosa subordinación explícita al Reino Unido, burlándose de la soberanía
nacional.
    En la misma ausencia de toda valorización de la producción nacional, puede resultar tarea muy complicada hacer entender la importancia estratégica de la industria argentina, como por caso mostraron su “orgullo” por recibir un lote de Hummer (todo terreno muy costoso, con el que EEUU equipa a sus tropas), argumentando que “solo algunos ejércitos del mundo lo tienen. Y ni pensar en
tratar de hacerles razonar que si bien los todo terreno Agrale, de industria brasileña, son modestos en comparación con los enormes y ostentosos“Humvee”, son totalmente preferibles para Brasil, justamente por ser producidos en ese país.
    Siguiendo las comparaciones con los distintos enfoques de las FFAA de Argentina y Brasil, en relación a valorizar las producciones nacionales, cabe hacer notar que en el vecino país se producen blindados, en la planta local de IVECO, mientras que el gobierno libertario acordó comprar blindados usados de EEUU, los que no habrían tenido buen desempeño en Ucrania, de pobres rendimientofrente a la artillería antitanque rusa, según algunos trascendidos.
    En síntesis, Brasil sigue su marcha industrialista, de desarrollo. En
contraposición burda, Argentina destruye la industria, expulsando empresas, como Mercedes Benz (que fue la primera inversión de esa empresa, fuera de Alemania), involucionando de producir Unimog de industria argentina, al rol de mero país importador.
    Entre el desguace socio económico general que perpetra día a día el antinacional gobierno libertario, con sus secuaces neoliberales, este tema pasó totalmente desapercibido.
    Lo lamentablemente es que ni las dirigencias políticas que dicen estar consustanciadas con Lo Nacional, ni los uniformados, de enrevesado patriotismo meramente declamativo (con algunas pocas honrosas excepciones), parecen darle al tema, ninguna importancia, pese a que la tiene, y mucha.
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Abreviaturas: FFAA = Fuerzas Armadas // FFSS = Fuerzas de Seguridad
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                                MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
                    Analista de Temas Económicos y Geopolíticos