sábado, 22 de noviembre de 2025

         DE JUAN PISTARINI A JULIO DE VIDO - FEROCES             PERSECUCIONES DE LOS SECTORES PROMOTORES DEL                                 SUBDESARROLLO CRÓNICO
REFERENCIAS HISTÓRICAS.
    Notables paralelismos entre los vengativos encarcelamientos del General Ingeniero Juan Pistarini, en 1955; y del Arquitecto Julio De Vido, en 2025; con perpetradores formalmente distintos pero similares en sus posturas políticas opuestas visceralmente a todo lo Nacional y Popular, así como en sus muy dudosas o inexistentes bases que fundamenten con la necesaria objetividad las brutales privaciones de libertad.
    En ninguno de ambos casos se probaron delitos, o sea, fueron puros procesos de venganzas políticas. Hechos deleznables como esos, -encarcelamientos, torturas atroces, exilios forzosos, y asesinatos o matanzas en masa -, abundan en la historia argentina, con los unitarios, liberales, oligarcas cerriles y otros apátridas similares, como feroces perpetradores.
    Tanto es el odio clasista, que no dudaron en masacrar a su propio pueblo, en el bombardeo de Plaza de Mayo; hecho infame del que aun se jactan (sotto voce), los sectores del gorilismo uniformado y sus adláteres civiles.
    A Pistarini lo encarceló en un gélido penal en Ushuaia, privándolo de sus medicamentos y de toda atención sanitaria, además de darle poco abrigo y deficiente alimentación, la genocida “revolución fusiladora”, cuya más precisa definición excluyentemente clasista la dio uno de sus referentes, el contraalmirante Arturo Rial, quien con toda soberbia dijo: “sepan ustedes que esta gloriosa revolución se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”.
    ¡Con ese pensamiento clasista que busca recrear el contexto de feudalismo pseudo democrático del siglo XIX, que añoran los “garcas”, se entiende el odio irracional que les provocaron (y provocan) las políticas socialmente inclusivas del yrigoyenismo y del peronismo!
    A personajes nefastos como Rial (que eran el núcleo de los “gorilas” de antiperonismo visceral), les molestaba hasta lo indecible, que el gobierno de Perón promoviera la movilidad social ascendente y la dignificación de los asalariados, y dentro de ellos la valorización humana de los peones rurales, rescatándolos del mísero rol de cosificación carente de derechos personales, al cual los había degradado la decrépita pero siempre vengativa oligarquía campera, de la cual los uniformados de crudo liberalismo eran -y siguen siendo- sus mandaderos obedientes.
    También les molestó el fuerte proceso de industrialización, que creó mucho trabajo digno, en blanco y bien pago, que puso en evidencia las miserias del empleo rural, hasta entonces sujeto a los caprichos de los patrones de estancias, y con salarios de miseria.
    En la misma línea excluyente del pueblo común, se manifestó el multiprocesado expresidente Macri, quien dijo “¡que es eso, de crear Universidades por todas partes!”; y en similar sentido, la por entonces gobernadora bonaerense M. E. Vidal, ante un “selecto” auditorio del “círculo rojo” o similar (empresarios expertos en evasión fiscal y fugas de divisas), dijo -palabras más o menos- lo que además de una gruesa mentira, es el objetivo de oligarcas contumaces: “sabemos que los pobres no llegan a la Universidad”.         ¡Con la gratuidad universitaria, establecida por Perón; con la mayor cobertura geográfica de las muchas nuevas Universidades; y con políticas activas de inclusión social, muchos compatriotas de orígenes humildes accedieron a los estudios superiores, y concretaron la movilidad social ascendente!
    Pero a los oligarcas y proto garcas (aspirantes a serlo), les molesta que el pueblo estudie, pues también aprende a razonar…
    Muchos patriotas fueron empujados al exilio definitivo, con claros perfiles vengativos, por el accionar de las feroces minorías apátridas; entre ellos San Martín, Rosas y Carrillo.
NOTABLES PARALELISMOS DE AMBOS PROCESOS        PERSECUTORIOS.
    J. Pistarini y J. De Vido, calificados profesionales de claro patriotismo, fueron ministros nacionales encargados principales de sendos enormes planes de obras públicas, los más grandes de nuestra historia, de los dos gobiernos de orientación Nacional y Popular más prolongados de los siglos XX y XXI.
    En ambos casos se encarceló a los que concretaron los dos mayores planes de obras públicas de nuestro país, muchas de las cuales revistieron importancias estratégicas, y como tales, fueron esenciales para apuntalar e impulsar el desarrollo nacional.
    El desarrollo socio económico, con inclusión social y con visión de grandeza nacional, debe ser el objetivo permanente de todo argentino que ama a nuestra patria, sin exclusiones sociales ni raciales.
    Pero la Historia Argentina muestra que desde que se gestó nuestra independencia, a la par que existieron notables patriotas, también hubo traidores, así como quienes, por puro egoísmo o sectarismo de clase, solo buscaron satisfacer egoístas beneficios, sin importar los tremendos daños que esas conductas ocasionaron a la patria toda, pues esos personajes mediocres siempre carecieron de todo atisbo de grandeza, en sus mezquinos procederes.
    Los voceros y personeros del poder antinacional, desde siempre menospreciaron las grandes obras públicas -de probados fuertes efectos multiplicadores económicos-, con el amañado descalificativo de “obras faraónicas” y otras falsedades típicas del “no se puede”, incluso paralizando a minimizando obras en ejecución, como pretendieron hacerlo con el Complejo Ferrovial Zárate – Brazo Largo, vil maniobra a la cual se opuso el economista y patriota Aldo Ferrer, en los años de la autodenominada “Revolución Argentina, durante la cual también hubo un gran plan de obras públicas, pero de magnitudes mucho menores a los citados.
    Oponerse a las grandes obras y perseguir a los que las concretan son los mezquinos procederes de quienes quisieron -y quieren- perpetuar el deplorable estatus de colonia económica de la potencia de turno, mientras en lo interno buscan volver a un cerrado esquema feudal de rígida exclusión social, en el cual la minoría ahíta de poder y riqueza opera a sus antojos, cuan todo - poderosos patrones de estancia, soberbios y excluyentes para con su pueblo y sumisos hasta la vil genuflexión con los personeros del poder imperial al cual se sometían, ¡y lo siguen haciendo!, arrastradamente gustosos.
    En 1955, Juan Pistarini fue encarcelado -sin que se le probara delito alguno- por los insurrectos uniformados que por la fuerza usurparon el poder formal, dentro de la orgiástica suma de brutales venganzas que los sectores oligárquicos, pro británicos y ultra conservadores, desataron con violencia contra todos los que se identificaron con el por entonces recientemente derrocado peronismo, expresión clara del Pensamiento Nacional.
    Ahora, en 2025, la penalidad de encarcelamiento contra Julio De Vido sucede por el accionar de sectores del Poder Judicial de muy dudosa objetividad, por la doble vara ante casos judiciales que duermen largos “cajoneos” cuando se trata de acusaciones contra personeros vinculados a los factores de poder identificados con sectores neoliberales y/o “libertarios”, mientras que los expedientes acusatorios, con nulas o dudosas pruebas, contra referentes del Pensamiento Nacional y Popular tienen trámites expeditivos y con amplias repercusiones mediáticas.
    Por caso, trascendió sin que se pruebe lo contrario, que el expresidente Macri tuvo más de dos centenares de causas, de las que zafó por meras prescripciones de largos cajoneos de los procesos, sin probar su inocencia en ninguno de ellos, como también sucedió, por algún supuesto error formal, en el vergonzoso caso de espionaje a los
familiares de las víctimas de nunca resuelto caso del hundimiento del ARA San Juan.
    Eso sucede acorde al cambio de metodologías intervencionistas de las potencias anglosajonas, del Bloque Atlantista, y de los poderes financieros transnacionales, ante los descréditos generalizados de los anteriores gobiernos militares, que operaron como subordinados a los mandatos intervencionistas imperiales (como los de los años ’60 y ’70).
    Múltiples evidencias en Latinoamérica muestran que el intervencionismo de tintes oligárquicos y antinacionales, se viene perpetrando por vía de procederes de muy dudosa o nula objetividad por parte de algunos (o varios) estamentos del Poder Judicial; u otros procedimientos que conllevan a implementar pseudo democracias de muy baja intensidad.
    Eso sucede en muchos casos operando en sintonía con el machacar de medios masivos de comunicación; estos últimos en clara o semi encubierta vinculación con sectores del poder oligárquico subordinado a mandatos foráneos, opuesto visceralmente a todo lo Nacional y Popular.
    Setenta años transcurrieron desde el sangriento y vengativo golpe de Estado de 1955, cargado de odio con ribetes fuertemente clasistas y con evidentes caracteres racistas; y el actual año 2025, en el cual padecemos un contexto de autoritarismo con evidentes gruesas pinceladas de dictadura con acentuados caracteres de violencia represiva muy claramente expuestos.
    La doble vara aplicada por sectores del Poder Judicial, se puede ver con el ensañamiento contra CFK, condenada sin prueba en concreto alguna, y ahora con la causa de “los cuadernos de Centeno”, que como elementos probatorios parecen una total aberración. Y el juicio contra De Vido, por el accidente de Once, por impericia o acción culposa del conductor del tren (por el cual el mismo habría confesado y encontrado culpable), imputar culpabilidad al ministro, parece una incoherencia total.
    En cambio, por el reciente descarrilamiento en el tren Sarmiento, que abundantes testimonios culpan a la total falta de mantenimiento, ningún fiscal ni juez imputó a Milei y sus subordinados, que siguen perpetrando una total paralización de obras públicas y de mantenimientos de las mismas, lo cual además ya provocó varias muertes, causadas por el pésimo estado de las hoy abandonadas rutas nacionales.
    Eso además de las muchas muertes por falta de medicamentos esenciales a enfermos crónicos o muy delicados, debiendo además considerarse los muchos nuevos pobres llevados a la miseria total en situación de calle, debido a las genocidas medidas económicas destructivas de los libertarios y sus secuaces. Eso entre otras medidas de desprecio a los pobres. ¡Aporofobia en grado brutal superlativo!
    ¡Pero a De Vido, sin pruebas concretas, y pese a su avanzada edad y serios problemas de salud, lo someten al vejamen de cárcel común, con toda la tortura psicológica que eso conlleva!
    Hoy todo eso se enmarca en un accionar destructivo que día a día se carga con más víctimas que causa la caprichosa falta total de las muy necesarias inversiones en mantenimiento y expansión de las infraestructuras; y también con muy claras connotaciones de racismo explícito, así como de aporofobia, miseria creciente que se regodean en causar y expandir.
    En mérito a la brevedad, en artículo separado se analizarán las vinculaciones de los poderosos intereses en torno al Sector de la Energía, con los procesos persecutorios acá descriptos.
                        MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ
                Analista de Temas Económicos y Geopolíticos


No hay comentarios:

Publicar un comentario