jueves, 28 de abril de 2022

FERROCARRILES PARA EL DESARROLLO Y LA INTEGRACIÓN NACIONAL 
Dentro de las múltiples perpetraciones destructivas del neoliberalismo, una sensiblemente dañina para los Intereses Nacionales, fue el desguace de los ferrocarriles, infamia largamente preparada a lo largo de sucesivos gobiernos de orientación liberal, y por ende centralistas al más crudo sentido unitario, excluyentes y apátridas por definición, para finalmente ser ejecutada con impiadosa fruición, bajo el accionar de la perniciosa dupla Menem – Cavallo, con el soporte de Dromi desde el andamiaje legal pergeñado ad hoc. En esos siniestros años ’90, se cerraron numerosos ramales, incluyendo líneas troncales, bajo pretextos huecos, pero machaconamente repetidos por los voceros “estrellas” de esa nefasta ideología claramente antinacional, en particular la dupla Mariano Grondona y Bernardo Neustadt; lo cual era replicado amplia y constantemente, bajo la metodología de imponer por la fuerza el supuesto “único pensamiento económico posible”. Ya antes, en el siniestro y nefasto “proceso”, el neoliberalismo salvaje se impuso a punta de bayonetas, bajo la tangible amenaza de considerar “subversivo” a todo aquel que se opusiera a las destructivas medidas socio económicas impuestas forzosamente. Muchos lo pagaron con sus vidas; como el gremialista Oscar Smith, que no transó con las medidas mafiosas privatistas que se impusieron en el sector eléctrico. Otros sufrieron cárcel y torturas, como castigo por su patriotismo inclaudicable, como el Dr. Julio Carlos González, principal artífice intelectual de numerosas medidas gubernamentales de claro perfil Nacional. Y el listado de atrocidades cometidas para imponer el desguace productivo nacional, no se agota en esos dos ejemplos paradigmáticos. En ese contexto de patrioterismo de bandera del “proceso” (meramente declamativo y de cipayismo extremo en los hechos concretos), se implementó el endeudamiento forzoso y de destrucción operativa de todas las Empresas del Estado, como pasos previos al desguace o a la privatización masiva en condiciones leoninamente perjudiciales para el Estado Nacional, o sea para la Nación Argentina. Y la empresa de ferrocarriles no fue la excepción. Ese accionar tan negativo puede ser calificado de un suicidio nacional inducido, como parte del paquete de medidas impuestas sin prisa, pero sin pausa, para llevarnos a la disolución nacional. Queda muy en claro, que la desaparición de los Estados naciones, es uno de los objetivos centrales del núcleo del Poder Mundial, para imponer la globalización salvaje, y con ello la cosificación masiva de la población mundial, excepto -claro está-, la porcentualmente ínfima fracción conformada por los excluyentes detentadores de dicho poder. El brutal achicamiento de la antes extensa (pero incompleta y muy centralista) red ferroviaria, fue compatible con el achicamiento forzosamente inducido de la economía nacional y el rol excluyente de la economía primaria basada en la Pampa Húmeda, todo eso acorde al perimido modelo de país - estancia, con caracteres feudales que ya eran anacrónicos en el siglo XIX, que repetidamente la vetusta oligarquía y los sectores antinacionales, nos quieren imponer por la fuerza o a base de mentiras y prejuicios. Al desaparecer casi completamente el ferrocarril, pasamos a depender en forma perniciosa del mucho más costoso y menos seguro transporte automotor, tanto para cargas como para pasajeros, tornando menos competitiva a la economía argentina; además de la mucho mayor tasa de accidentes de las carreteras, respecto a redes ferroviarias en buen estado. Como ese tipo de acciones destructivas se suelen perpetrar escalonadamente, años antes se había dictado la partida de defunción del transporte fluvial y el marino de cabotaje, lo cual es impensable en un país de dimensiones continentales, como el nuestro, por lo dañino que resulta. Y según antecedentes y testimonios de los casi extinguidos expertos navegantes fluviales argentinos, en buena parte ese rápido languidecer de la navegación comercial fue consecuencia de un complejo y costoso conjunto de reglamentaciones, que elevaron los costos y complicaron la logística. Pero esto ya es otro tema. Ya muchas décadas atrás, el llamado ferrocarril patagónico (General Roca), apenas llegó al extremo norte de las vastedades de la Patagonia Argentina, con solo algunas líneas menores, como la hoy turística “Trochita” y una solitaria línea que vinculaba Río Turbio con la salida al mar en Río Gallegos. También existió un ferrocarril de tipo “trochita” en Corrientes, que alguna función cumplía, antes de contar con caminos pavimentados. La traza ferroviaria general, con el diseño de embudo confluente en el puerto capitalino, fue congruente con la visión cerradamente unitaria de los gobiernos del extenso período de predominio excluyente de la oligarquía, con poco o ningún sentido de grandeza nacional, vigente en forma casi ininterrumpida desde el mitrismo a mediados del siglo XIX, hasta la década infame, a comienzos de los años ’30 del siglo XX. Pero aun pese a sus evidentes gruesos defectos de trazado, y de la difícilmente admisible lógica de haber tenido tres tipos de trocha (ancho entre rieles) diferentes, los ferrocarriles cumplieron en parte su debido rol integrador. Si se apuesta verdaderamente al desarrollo nacional, no puede excluirse a los ferrocarriles. En tal sentido, dos grandes áreas geográficas del extenso territorio continental argentino, siguen siendo las grandes excluidas del servicio ferroviario: La Patagonia y La Mesopotamia. Con relación a la región formada por Misiones, Corrientes y Entre Ríos, la recomposición de la infraestructura ferroviaria es vital, imprescindible, tanto por sus costos mucho menores que el transporte automotor, como por la mayor seguridad que como es conocido, brinda el ferrocarril. Y en lo estratégico, la importancia de vincular a esas tres hoy postergadas provincias, con el rico norte de Buenos Aires con su denso entramado industrial, y con la Capital Federal (hoy llamada CABA), es sin duda muy relevante. Si a eso se le agrega que quedarán prácticamente conectadas (a muy pocos kilómetros, y con factibilidad de unirse fácticamente), las capitales de Chaco y Santa Fe; a lo que se agrega Encarnación (Paraguay) y la potencialidad de volverse a implementar la línea férrea Asunción – Encarnación. Con criterio de grandeza nacional y consolidación del Mercosur ampliado, esa traza ferroviaria pasará frente a Uruguay y Brasil, con quienes nos unen varios puentes carreteros, que serán muy cercanos a la reconstituida traza ferroviaria propuesta. En ese contexto de grandeza nacional, debería planificarse una extensión de línea, que partiendo del eje Apóstoles – San José (Misiones), siguiendo una traza cercana a la Ruta Nacional 14, llegue a Bernardo de Irigoyen y a Iguazú. Es sabido que los voceros del estancamiento y del subdesarrollo crónico, encontrarán múltiples argumentos para descalificar este mega proyecto de desarrollo. Pero además de muy necesario, es perfectamente factible. Algunas alternativas (sin desechar otras), serían los amplios acuerdos estratégicos que Argentina rubricó con China y Rusia, Potencias Continentalistas que estarían en condiciones de financiar y proveer las inversiones necesarias al efecto. Será muy positivo que desde distintos sectores -políticos, empresarios, académicos, intelectuales, gremiales, comunicacionales- de nuestras tres provincias principales involucradas en esta potencial gran iniciativa, se la instale como una de las grandes e imprescindibles iniciativas que debe ser concretada, para materializar nuestro necesario desarrollo socio económico. MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

viernes, 22 de abril de 2022

 LOS TERRAPLANISTAS DE LA POLITICA 
Un caso para análisis sociológico, seguramente con fuertes ribetes psiquiátricos, es el de los fervorosos y por lo general muy agresivos militantes del terraplanismo. 
Con una tozudez digna de mejor causa, manifiestan su cerrada convicción según la cual La Tierra es un cuerpo plano, con los bordes cubiertos de grandes capas de hielo, y acorde al hemisferio donde nació esa disparatada idea, el curioso plano general que deriva de esas ideas, tiene eje en el norte. 
Son un muy claro caso de cerrada e irracional postura huecamente prejuiciosa, de la cual se niegan a razonar ni en lo mínimo y elemental, a lo que se aferran sin importarles evidencias ni la lógica más básica. 
Afectos a teorías conspiranoicas y a prejuicios diversos, usualmente enmarcados en expresiones agresivas cuando no en conductas violentas, demuestran ser en muchos casos motivados por bajas motivaciones cerradas a todo razonamiento, dentro de las cuales, el odio y el resentimiento, muy vinculados con la soberbia en grado extremo, suelen aflorar con facilidad, demostrando obnubilar todo razonamiento lógico y coherente. 
Fenómenos muy similares, casi calcados, afloran en el accionar de variadas personas, de sectores socio económicos medios – altos, medios o humildes, que contra toda lógica apoyan a ideologías que son muy proclives a la acentuada concentración de la riqueza en pocas manos, y por ello, claramente resultan perjudicados al apoyar a esos sectores político – económicos doctrinalmente excluyentes de los sectores medios y bajos de la población. Además, claro está, que esas ideologías del poder transnacional concentrado, resultan brutalmente perjudiciales para los Intereses Nacionales…¡pero como colonizados mentales y/u odiadores seriales, esos sectores socio económicos muy confusos ni se dan cuenta, o invierten los tantos de los planteos, contra toda lógica! 
Pero esa adhesión a grupos políticos pro oligárquicos, con fuertes componentes de cerrado clasismo, matizados por un apenas disimulado racismo, y con fuertes dosis de aporofobia (fobia a los sectores muy humildes y carecientes) se pudo materializar e incluso está en proceso de crecimiento, en base a muy sutiles y elaboradas acciones, bajo estudiadas técnicas sociológicas y psicológicas de cooptación y colonización mental masivas, instaladas apelando a los sentimientos más elementales y menos racionales que todo ser humano tiene en potencia o en forma relativa o muy acentuada; principalmente el odio, con sus asociadas la soberbia, la carencia de empatía y caridad elemental, además de la incitación a la violencia verbal y física. 
Claro está que, para lograr semejantes aberraciones culturales, que llegan a la autodenigración nacional, pudieron instalar una profunda despolitización en vastos sectores de la población, como uniformados que declaran con “orgullo”, ser fervorosamente “apolíticos” (como si La Política, “el arte de gobernar”, fuera de por si una actividad difamatoria respecto a quienes intervienen en ella). 
Tampoco tienen en cuenta, esos uniformados “apolíticos”, que cada vez que los militares asaltaron el poder, o influyeron con alevosía en muchas decisiones de Estado, estuvieron practicando política. 
O en el caso de otras personas, por lo general con pensamientos muy poco elaborados, que manifiestan rechazo por “la política y los políticos”, siendo notable que muchos de ellos son exvotantes macristas, los que, dentro de sus profundas cerrazones mentales, alcanzaron a ver lo indefendible del accionar antinacional y con muchos ribetes mafiosos, del expresidente y su entorno. ¡Pero por lo general no quieren reconocer que lo votaron! 
U otros, que con impostada suficiencia denostan masivamente a “la política y los políticos”, sin razonar que salvo que quieran vivir en el caos anárquico, es necesario un gobierno establecido; siempre perfectible, claro está. 
Muchos de este tipo de opinantes revestidos de pseudo moralina con olor a naftalina feudal, apenas disimulan que en verdad añoran un “gobierno fuerte” de tipo golpista procesero, con muchos privilegios para muy pocos, sin importarles las aberraciones que perpetraron y los profundos daños económicos y sociales que causaron. O si son de la vetusta oligarquía mega terrateniente, lo que “añoran” es un gobierno de “notables” que vuelva a instalar irritantes privilegios de clase, como los hubo desde el mitrismo hasta la década infame (1862 – 1943, casi ininterrumpidamente). 
Por supuesto, también están ciertas “progresías” fuera de foco, que se prenden en cuantas movidas puedan existir (ultra ecologista, ultra indigenista, ultra derecho humanista, ultra feminista, etc.), instaladas desde los sutiles mecanismos del Poder Transnacional, cuyos objetivos reales son crear o fomentar el descontento general, odios insondables y el caos generalizado, para provocar profundas divisiones internas e impedir el necesario desarrollo nacional. 
El listado no se agota. 
En artículo separado se citarán -Dios mediante- varios de los más frecuentes pensamientos y acciones de terraplanismo político. MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

sábado, 16 de abril de 2022

 GAS PARA CHILE Y BRASIL, PERO NO PARA MISIONES Y CORRIENTES 
Por supuesto que son muy buenas noticias que las producciones de petróleo y gas estén en franco crecimiento, de forma tal que en poco tiempo dejaremos de ser importadores para posicionarnos como exportadores, con un firme abastecimiento pleno del mercado nacional. 
Es bueno exportar bienes estratégicos, como los hidrocarburos, pero más bueno sería que se utilicen preponderantemente para producir insumos elaborados, como fertilizantes, plásticos y otros; y que se priorice el abastecimiento pleno de todo nuestro dilatado territorio, superando el centralismo que prioriza Buenos Aires y la Pampa Húmeda. 
En gran medida, esas buenas nuevas de aumentos de las producciones tienen que ver con el fuerte desarrollo del mega yacimiento no convencional de Vaca Muerta, uno de los mayores del mundo en ambos tipos de hidrocarburos. A la vez, el gasoducto Néstor Kirchner -que se construirá en breve con financiación china-, podrá canalizar los crecientes flujos de gas patagónico, hacia buena parte del resto del territorio nacional, en especial el núcleo de consumo del triángulo Buenos Aires – Rosario – Córdoba, y sus zonas de influencia; mejorando sensiblemente la infraestructura general para distribuir el valioso insumo energético, hoy operando al límite de su capacidad instalada. 
Tan fuertes volúmenes de producción se avizoran con certeza, de forma tal que se prevé exportar importantes cantidades de gas a Chile y Brasil, parte de lo cual se está haciendo. Eso mejorará nuestra Balanza de Pagos, y facilitará una mayor integración regional, lo cual es excelente desde la Geopolítica. 
Finalizado el gran gasoducto en construcción, es posible que se logre prescindir totalmente de las costosas importaciones de GNL, el gas que se importa por medio de buques metaneros, lo cual era costoso y ahora mucho más, por los cambios a escala planetaria que están sucediendo vinculados con las fuertes transformaciones geopolíticas a escala mundial, que la guerra no declarada entre Rusia y la OTAN está provocando. 
Ese panorama positivo es reforzado por los nuevos acuerdos alcanzados con Bolivia, para disponer de mayores volúmenes de gas, lo cual es siempre positivo y muy importante en el corto plazo. 
Claro está que tantas buenas noticias, tienen su contracara en el mantenimiento de la marginación de las provincias de Misiones y Corrientes, que fueron excluidas del Gas NEA (Gasoducto del Nordeste Argentino), como una más de las tantas iniciativas destructivas perpetradas por el macrismo, acorde a su rol neoliberal a ultranza y por ende totalmente en contra de las prioridades nacionales para el desarrollo socio económico. 
Es necesario recordar que el Gas NEA estaba en pleno proceso de construcción, con la planificada interconexión de Misiones y Corrientes, cuando la perniciosa irrupción del neoliberalismo aplicó con toda saña las políticas de abandono de grandes obras públicas y la premeditada y culposa destrucción generalizada socio económica de casi todas las actividades y segmentos sociales de nuestro país. ¡Y del GasNEA, trascendió que ni siquiera cuidaron los caños que estaban instalados o prontos a serlo, todo lo cual se ocultó prontamente con densos silencios informativos y otros escándalos a diario puestos en evidencia! 
Sin duda alguna, es inadmisible que, en esta nueva etapa de un gobierno identificado con los valores de lo Nacional y Popular, el tema de la necesaria continuación del GasNEA en Misiones y Corrientes, haya quedado en un cono total de sombras y de estruendosos silencios, al punto tal que aparentemente, el único reclamo público fue el del Senador Closs, con efímera y muy poca difusión. 
Claro está, que algunas de las muchas desafortunadas e indefendibles (desde lo estrictamente técnico) definiciones del actual Ministro de Energía de Misiones, terminaron avalando de hecho el abandono del necesario proyecto del GasNEA por parte del Estado Nacional, ante la falta de reclamos de los estamentos del poder en Misiones, incluyendo en ello los pocos o totalmente ausentes reclamos, no solo de -aparentemente- todo o casi todo el arco político, sino también de los sindicatos, cámaras empresariales, sectores académicos e intelectuales, y los comunicadores sociales. 
Es comprensible que las dos pandemias que se tuvo que afrontar (la de la destrucción generalizada del neoliberalismo, y la del Covid), hayan posicionado otras urgencias; y lo urgente suele tapar a lo muy importante. 
La más que discutible afirmación del joven Ministro de Energía de Misiones, según la cual con el hidrógeno podemos reemplazar al tendido del gasoducto en Misiones (que estaba proyectado bifurcado en dos grandes ramales, casi paralelos a las rutas nacionales 12 y 14, incluso con una derivación al nordeste correntino, hasta Virasoro y Santo Tomé), parecería que fue asumida como válida por la provincia, tomando incluso estado público a nivel nacional, en algún par de publicaciones de relativamente amplia circulación nacional.
La del hidrógeno es una tecnología aun en cierto modo embrionaria, siendo previsible que la separación del mismo y su ulterior procesamiento, sea un proceso costoso, además de muy riesgoso. Además de necesitarse una hipotética planta separadora de hidrógeno a escala industrial, faltaría luego contar con toda la compleja y previsiblemente muy costosa tecnología para distribuirlo en toda la provincia, todo lo cual con seguridad requeriría cuantiosas inversiones, de muy dudosas fuentes de financiaciones, como en cambio sí es muy factible obtener para construir las extensiones del GasNEA. 
Mientras que el gas natural -abundante en Argentina y bastante económico, además de muy poco contaminante-, es un insumo energético; en cambio el hidrógeno es considerado un vector (transmisor) energético, lo cual implica menor eficiencia, y de sus costos reales ni se habla, lo cual no es buena señal. 
No es un dato menor, pero se lo oculta o difunde muy poco que, para obtener, al fin de todo el complejo proceso, una unidad energética (por caso un kWh), separar el hidrógeno de los otros componentes a los que se halla adherido, es necesario gastar en el proceso de separación, bastante más energía que la que proveerá el hidrógeno. Hace no mucho tiempo atrás, se calculaba que, según el material del cual se separe el hidrógeno y dependiendo del proceso tecnológico de separación, se requeriría gastar entre dos a cinco unidades (en el ejemplo citado, kWh), por cada unidad energética que se podrá obtener del insumo energético hidrógeno. 
En síntesis, la separación y procesamiento del hidrógeno, es una operación energética, económica y ambiental ruinosa (se gastaría mucho más que lo que se podría economizar al fin del proceso para disponer del vector hidrógeno. 
Solo se justificaría su uso en casos muy puntuales. Por ejemplo, en entornos muy contaminados (como algunas grandes ciudades), para el transporte público y el de grandes volúmenes de cargas. 
En síntesis, necesitamos que se nos incluya, como es debido y como estaba originalmente planificado, en la traza del GasNEA, a Misiones y Corrientes. Su materialización será una concreción de estricta justicia y de federalismo efectivo. 
Como sucedió con otras grandes obras largamente exigidas y muy importantes, en su momento omitidas por el Poder Central; es necesario que todos los sectores de nuestras dos postergadas provincias, se unan en un persistente y contundente reclamo, para lograr su pronta concreción. 
Su dilación indefinida o su cancelación, será una prueba flagrante de la continuidad del nocivo centralismo excluyente y egoístamente unitario. 
¡El GasNEA debe ser prioridad para Misiones y Corrientes! 

MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ  
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos.

jueves, 7 de abril de 2022

 PATRIOTISMO Y SOBERANIA NO ES SOLO DECLAMAR MALVINAS 
En fechas como las que transitamos, ni los cipayos asumidos (como ciertos pseudo intelectuales macristas y otros similares, como los libertarios), se animan a opinar en contra del sano patriotismo, que aflora con fuerza y convicción. 
Pero es de importancia crucial, teniendo en cuenta los muchos peligros concretos que amenazan nuestra soberanía, nuestra integridad territorial, y nuestra propia existencia como Unidad Nacional, considerar que el sensible y muy delicado tema de la soberanía, no comienza ni se agota en Malvinas, y que para consolidarlo es imprescindible pasar de lo meramente declamativo, a las acciones concretas para construir y consolidar la efectiva Soberanía Nacional. Analizado desde el rigor de la Geopolítica, China nunca hubiera recuperado Hong Kong y Macao, si previamente no se hubiera consolidado como una de las potencias regionales (y hoy incluso uno de los referentes mundiales). Con la sola presión, en su rol de Potencia Soberana, logró recuperar esos territorios, usurpados desde mediados del siglo XIX, y lo hizo sin necesidad de tirar un solo tiro ni efectuar movimientos de tropas u otro tipo de presiones de ese tipo. 
En Argentina, para ser creíble, e incluso para alejar los muy concretos riesgos de disolución nacional, que con sutileza las potencias neocolonialistas instalan y fogonean, es totalmente necesario poner el rumbo decididamente hacia el desarrollo socio económico en un marco de respeto total hacia nuestra soberanía e integridad territorial. 
Y para eso, el desarrollo tecnológico autónomo, unido al industrial, y al desarrollo social, con la total integración territorial, son imprescindibles, pues con la economía primaria y la concentración económica en la Pampa Húmeda, simplemente no alcanza; y en ese contexto, se es dependiente crónico, con un modelo primario de simple exportador de materias primas. 
Para advertir a los incautos, desinformados crónicos y confusos varios, debe tenerse muy en cuenta que determinados Grandes Poderes que operan a escala planetaria, tienen en sus agendas más activas las perpetraciones de desguaces de los Estados en situación de debilidad, e incluso la desaparición fáctica de los mismos, bajo la infame figura de Estados fallidos. Todo eso enmarcado en la globalización salvaje, materialista objetivo de neoesclavitud a escala planetaria. 
Se pueden citar muchos casos de Estados fragmentados o incluso desguazados: Checoslovaquia (dividido en dos); Yugoeslavia (separado a los bombazos previa instigación de odios profundos, en siete naciones); los separatismos y agresiones de los “democráticos”, en el estratégico Cuerno de África; Iraq; Libia; Siria (que no se desguazó pero sigue siendo agredida por “los democráticos”, frenados por la intervención de Rusia); varios empobrecidos países excolonias de Francia y de Gran Bretaña, amenazados por fuertes odios internos, que pudieron ser exacerbados por los europeos colonialistas; Guatemala, con Belice usurpada y separada por la nociva acción de Gran Bretaña; debiendo agregarse las acciones separatistas fogoneadas en Bolivia, Brasil, y en forma semi encubierta y larvada, en Argentina y Chile.
Más atrás en el tiempo, caben recordar las usurpaciones territoriales de EEUU en perjuicio de México, el desguace de La Gran Colombia en cuatro naciones; la fragmentación de la América Central; y las acciones de achicamiento territorial de los unitarios rivadavianos pro británicos en los primeros años de Argentina. 
Para lograr esos deleznables fines, en particular las Potencias Atlantistas, con las dos anglosajonas a la cabeza, utilizan diversas herramientas para instalar, inducir, fogonear y finalmente perpetrar alguno de los diversos formatos de agresiones, conducentes a la desintegración de los Estados naciones atacados, o al menos para mantenerlos sumidos en el subdesarrollo crónico, con lo cual quedan en estado latente muy proclive a su disolución. 
Entre otras muchas herramientas de presiones, utilizan diversos tipos de ONGs, Fundaciones y otros medios, pudiendo señalarse las siguientes, sin excluir a muchas otras; 
* Las ecologistas de tipo cavernario, o algunas descaradamente operando para los “servicios” de esas potencias, como Greenpeace y WWF, con sus diversas ramificaciones o derivaciones en otras ONGs menores creadas en los países agredidos; 
* otros tipos de ONGs, como las “indigenistas” que promueven el “racismo inverso” de odio al blanco y pretenden crear “Estados” autónomos como pasos previos a la escisión territorial (sobresale en ese perverso accionar la ONG Mapuche Nation, con sede en Bristol e integrantes británicos, excepto el supuesto presidente de la misma); 
* ONGs derecho humanistas siempre sesgadas hacia el discurso pseudo democrático de las potencias instigadoras (que pretenden instalar “democracias” al estilo anglosajón europeísta subordinadas a los dictados de ese centro de poder, pasando por sobre las idiosincrasias locales); 
*  Otros tipos diversos de ONGs; con letras dictadas desde las Potencias Atlantistas, como los que promueven la disolución de valores esenciales del ser humano o buscan promover confrontaciones internas, dejando de lado la prioridad del desarrollo y la soberanía; 
*  Fundaciones diversas, en muchos casos promotoras a ultranza de la “libertad” política y económica en el formato del nada inocente liberalismo, de su exacerbación el neoliberalismo, y su paroxismo el “libertarismo”; 
*  Distintos formatos de entes supranacionales, siempre sesgados hacia esos mismos centros de poder, como la Sociedad Interamericana de Prensa, que nunca protesta por la elevadísima concentración del poder, de empresas oligopólicas del sector, como ocurre en Argentina, Brasil y muchos otros. 
*  Las agencias de noticias, que sin rubor alguno distorsionan y presionan a favor del “pensamiento políticamente correcto” del Atlantismo, por caso tildando de “regímenes” a gobiernos que no les son dóciles, y exaltando a figuras y figurones puestos por esos mismos poderes, como el impresentable caso de Guaidó, entre muchos más. En este momento, hay una muy fuerte guerra mediática para desacreditar a Rusia, ocultando las agresiones previas y actuales de la OTAN. Hace al caso recordar que, en 1982, esos mismos medios catalogaban a Argentina como país agresor, ocultando el agresivo colonialismo británico. 
*  Los personajes, que evidenciarían ser protegidos de las embajadas anglosajonas, que con total descaro operan desde adentro en contra de los sagrados Intereses Nacionales, como los promotores del desguace neoliberal, y los “intelectuales” que apoyan las usurpaciones británicas en los tres conjuntos de islas, incluso con algunos llegando más allá, diciendo desvergonzadamente “no entender de problemas de soberanía” (Macri), o que si fuera por ellos cederían también la Antártida y Tierra del Fuego (Lucas Llach); y como los economistas eternos promotores del achicamiento, como son todos los neoliberales y libertarios, con muchos espacios en los medios concentrados. 
Particularmente preocupantes, son los casos de ciertas “progresías” y de los patrioteros de bandera. Los primeros, son consumidores fáciles sin mayores razonamientos, de ideas nada inocentes emanadas de los países neocolonialistas y sus socios menores. Tales los casos de los “viudos del marxismo”, que indefectiblemente terminan jugando a favor de las posturas e intereses de las oligarquías y sus mandantes extranjeros. 
Los sectores de violencias explícitas de las “izquierdas” fueron los que con su accionar resultaron funcionales a los que buscaban tomar el poder total, como lo perpetraron en el “proceso” de 1976. No fue casualidad que se hayan interceptado al menos dos cargamentos de armas y municiones, bajadas de un barco y un avión británicos, cuyos destinatarios eran -con certezas o fuertes presunciones- esos grupos guerrilleros. 
Todo acorde a la guerra civil, que el intelectual británico Harry S. Ferns definió como la única forma de destruir los fuertes y notables avances sociales y económicos logrados por el peronismo. 
No fue casualidad que los anglosajones, directa o indirectamente, fogonearan a ambos sectores (guerrilleros y milicos liberales) a desatar la orgia de violencia y destrucción en la se sumió a Argentina, caos en cuyo contexto a los poderes tras las sombras les fue fácil embretarnos en el neoliberalismo, con todas sus destructivas consecuencias. 
Eso lo explica muy bien en uno de sus libros, el patriota Dr. Julio Carlos González, que por su probado patriotismo sufrió cárcel y torturas psicológicas durante todo el perversamente antiargentino “proceso” de 1976 – 1983.
Los segundos, tan colonizados mentales como los más, gritan el supuesto “patriotismo” a voz en cuello, pero como fueron colonizados mentales en grados superlativos, desde 1955 en adelante, y mucho más desde 1976, son ignorantes en grados sumos, en temas esenciales como Historia Argentina e Historia Mundial, Economía y Geopolítica. Hay honrosas excepciones.
Son privatistas a ultranza hasta la necedad, olvidando que ellos mismos son simples empleados públicos con uniforme. Se burlan de la industria argentina, incluso con voceros que afirman agresivamente que “en Argentina no se puede fabricar nada”, culpando a los obreros, pero omitiendo las gruesas responsabilidades de los estafadores – timberos de las finanzas, fugadores de divisas y otros delincuentes de guantes blancos-. 
Sus cerrazones mentales son tan profundas, que obedeciendo las cadenas de “mensajitos” que reciben con frecuencia para mantenerlos “alineados” (o más bien alienados), justificaron la estafa mayúscula de Vicentín, “en defensa de la propiedad privada”, sin razonar -no están entrenados para eso- que se estafó al Banco Nación y a muchos pequeños productores rurales. Los patrioteros de bandera desconocen los muchos logros de los científicos argentinos, y se regodean cuando los desfinancian o los obligan a emigrar, mientras se alegran cuando se gastan divisas en importar tecnologías y bienes industriales que bien se podrían producir localmente. 
Se llenan las bocas declamando el coraje demostrado en Malvinas, pero ni se les ocurre cuestionar toda la desastrosa conducción de los muy nulos milicos proceseros, que nos llevaron de las narices a una derrota militar de la cual seguimos pagando las consecuencias. 
Tan nulos e ignorantes esos milicos proceseros, que ignorando las gruesas advertencias de la historia, supusieron la neutralidad de EEUU y de la OTAN, aliados históricos de Gran Bretaña y contumaces agresores a escala planetaria. 
Tan iletrados que se llenan las bocas alabando la “grandeza” de la Argentina del Centenario, ignorando que operábamos como dóciles furgones de cola a las órdenes del Imperio Británico, negándonos al desarrollo industrial cuando la coyuntura mundial nos proveía de los recursos necesarios para esa gran transformación positiva. 
Tan ignorantes que siguen alabando como próceres a infames traidores a la patria y agentes al servicio extranjero, como Urquiza, Rivadavia y Mitre, entre otros.
¡Y siguen “enseñando” esas aberraciones conceptuales, en los institutos de (de)formación militar! 
Tan obtusos mentales, que siguen ignorando que el motivo real del golpe de Estado de 1976, fue para imponer el infame y apátrida neoliberalismo, que tanto daño nos sigue haciendo. 
El tema no se agota. 
MGTR. CARLOS ANDRÉS ORTIZ 
Analista de Temas Económicos y Geopolíticos